No sabemos lo que resultara, pero lo vamos a intentar (+18)

Autor: nandir77
Género: Humor
Fecha Creación: 08/07/2010
Fecha Actualización: 05/10/2010
Finalizado: SI
Votos: 20
Comentarios: 48
Visitas: 68609
Capítulos: 18

Los Cullen deciden hacer una prueba... que sucedera si deciden beber alcohol??? pueden suceder muchas cosas a decir verdad... si no lo imaginan, pues entonces les recomiendo pasar... y leer

Esta historia fue la primera que escribi, es una historia de humor principalmente, aunque nunca deja de lado la relacion Edward/Bella... pasaran algunas cosas inesperadas entre ellos tambien... :)  les recomiendo que se den su tiempo, al principio comienza algo flojo, pero luego les aseguro que no se arrepentiran...  Espero que les guste, cariñosamente....

 

NANDIR77

 

FINALIZADO

+ Añadir a Favoritos
Leer Comentarios
 


Capítulo 7: La Venganza de Edward

Edward POV

Pude ver como mentalmente todos entraban en pánico. Bueno, todos excepto por Bella, que además era la única junto con Esme que no tenía nada que temer. Yo no solía hacer esto, pero esta vez se habían excedido. Estaba cansado de ser el Edward bueno, el Edward calmado y comprensivo… ahora si usaría mis armas.

Mire a mi Bella, quien estaba entre asustada y curiosa. Le sonreí para tranquilizarla y parece que resultó. Me devolvió una sonrisa tímida.

- ¿Qué es lo que vas a hacer Edward? – pregunto Carlisle intuitivo - ¿Sabes que estábamos bromeando, verdad?

- Por supuesto – dije yo - me encantan tus bromas Carlisle, así que yo también voy a bromear-

Todos se pusieron nerviosos. Esto me estaba gustando. Los tenía en mis manos.

Sonreí con suficiencia.

- ¿Esme? – dije con mi mejor sonrisa - ¿Conoces a la secretaria del hospital… la que trabaja con Carlisle?-

Carlisle se puso serio y de a poco el rostro se le descompuso. Me miro con oojos de suplica, pero esta vez iba a ser "realmente" sincero.

Esme me miro intrigada.

- Si – me dijo – la conozco bien… que con ella –

Tome aire antes de lanzar la bomba." Ahí te va Carlisle, a ver si te quedan ganas de molestarme otra vez" pensé.

- Bien, supongo que Carlisle te habrá contado que ella lo acosa constantemente - le dije

- Algo me ha dicho – dijo Esme con el ceño fruncido. Esto no le estaba gustando nada.

- Esme, cariño, ¿Por qué no vamos a nuestra habitación? Me han bajado unas ganas locas de descansar… - dijo Carlisle, tirando del brazo de Esme, nervioso.

- ¡Carlisle Cullen o me dejas oír lo que tiene que decir Edward o te arranco el brazo! – lo decía en serio.

Carlisle se paso la mano por el cabello, inquieto. Yo no oí sus suplicas mentales y proseguí.

- ¿Y te conto también que en una ocasión se le desnudo en el despacho? ¿Y que justamente venia entrando la directora del hospital? Supongo que tampoco te conto que tuvo que invitar a ambas a cenar, a una para que no hablara y a la otra para que dejara de acosarlo… de todos modos no funciono, ahora lo acosan las dos… Ah y lo olvidaba, esas cenas fueron hace exactamente dos semanas a la fecha de hoy… -

Esme estaba descompuesta, pero Carlisle… su rostro era una real pintura de Picasso, cambiando de forma a cada segundo… Estaba aterrado, y creo que hasta temblaba levemente. Nunca lo había visto tan asustado.

- ¡Carlisle Cullen! – bramo Esme, furiosa - ¿Esas fueron las noches que tuviste tus "juntas medicas"? Me vas a decir que me mentiste para encontrarte con esas… tipas? –

Nadie había visto furiosa a Esme y todos estábamos espantados. Ni yo me imagine su reacción. Era realmente temible… No quisiera verla jamás enfadada conmigo.

- Cariño, no es lo que crees …

- ¿Y qué es lo que yo creo… en realidad lo sabes?

- Yo… puedo explicarte…-

- ¡Y claro que lo harás! – dijo Esme, tomándolo por un brazo- ¡Y ahora mismo!

- Mi amor yo… - suplicaba Carlisle

- ¡Amor, nada! – lo corto Esme, tirándolo escalera arriba – Va a pasar mucho tiempo antes de que puedas volver a llamarme así… doctorcito – sentencio y solo se oyó el portazo inmenso del dormitorio principal al cerrarse la puerta.

A decir verdad hasta me dio un poco de pena por Carlisle… pero él se lo busco.

Ahora seguiría con mis queridos hermanos…

Los mire y pude oír las diferentes maldiciones y amenazas que me lanzaban mentalmente. No les serviría de nada.

- Eso no los salvara – les dije volviendo a sentarme.

- Yo no te tengo miedo – lanzo Rosalie

- No deberías decir eso – le dije, tranquilo

- Es imposible que sepas algo de mí que sea dañino o vergonzoso… no tengo nada que ocultar – dijo ella.

- ¿Estás segura Rose? – le dije, abrazando a Bella, quien no podía creer lo que escuchaba

Vi como una sombre de duda oscureció los ojos de Rosalie, pero era terca y orgullosa: yo contaba con eso.

- ¡Totalmente! – me grito, alzando la barbilla, altanera.

- Pues bien, entonces no te importara que les cuente a tus hermanos y a tu esposo de aquel pequeño "desliz" que tuviste con esa chica en Alaska… ¿cómo se llamaba? ¿Mónica? –

Vi como Rosalie apretó la mandíbula y abría los ojos desmesuradamente. No se podía creer que yo supiera tal cosa… se notaba que no me conocía.

- ¿Cómo supiste? – balbuceo nerviosa

- ¿Así que es verdad entonces? – grito Emmett, extrañamente sonriente

- ¿Rose no tiene sus gustos sexuales definidos? – pregunto Alice con una mueca – Rose… que te sucede… ¿No te gustan los hombres?

- Claro que si – se defendió – yo no… eso fue hace tiempo… antes de Emmett… amor… - se dirigió a su esposo, tartamudeando

- ¡Podríamos haber hecho un trío! – grito Emmett riendo – ¡No sabía tus gustos…!

- ¡No es así!… yo…- trato de decir

- Hermana, yo te quiero aunque seas lesbiana… - le dijo Jasper, tocando su hombro

- ¡No lo soy idiota! – bufo Rosalie enfurecida- ¿Cómo creen… yo no… - estaba consternada

Yo empecé a reír satisfecho por la cara de Rosalie. Pronto Bella me siguió, contagiada. Y luego Alice, Jasper y por ultimo… Emmett.

Era todo un carnaval de risas… la única furiosa y desencajada era Rosalie… el plan estaba funcionando a la perfección.

- ¡Te voy a matar por esto! – me grito Rosalie. Luego miro a Emmett, que se apretaba el estomago riendo sobre la alfombra. Rosalie le dio un puntapié tan fuerte en el trasero que casi lo vuelve a poner de pie

- ¡Y tú de que te ríes! – le grito a Emmett – ¿O acaso te gustaría que les contara a todos el tamaño de tu… amiguito?

Todos seguíamos riendo, excepto por Emmett, que de pronto se había puesto serio.

- ¡Rosalie es tan divertida! – gritaba Emmett nervioso – nunca sabe lo que dice –

- ¿Me estas tratando de mentirosa?

- No, pero tiendes a inventar cosas – contesto Emmett

- ¿¡Que! – grito Rosalie

Ahora sí que Emmett había metido la pata… y mucho.

- ¿Quieres que les muestre a todos el vibrador que me compraste para que no me quejara?

Demonios. Ni yo me esperaba eso.

- ¡Pequeño Emmett necesita ayuda! – grito Alice eufórica

- ¡Hermano!… que triste… ¿no has pensado en ir al doctor? O podrías ver a Carlisle- dijo Jasper ahogado de risa

- ¡No soy pequeño! - se quejo Emmett dolido – solo soy normal… ¡No se de que te quejas Rose!

- ¡Ja! Eso te pasa por reírte de mí – lanzo Rose

- ¡Exijo respeto! – grito Emmett - ¡No soy… pequeño!

- ¿Donde hay una lente de aumento para verificar? - chillo Alice

- ¡Y unas pinzas por favor! – agrego Jasper

- ¡Imbécil! – grito Emmett amenazando a Jasper – Tu mejor ni hables o hablare yo –

- ¡Yo no soy diminuto! Alice jamás se ha quejado… -

- De eso no, pero… ¿cuánto duras en la cama hermanito? ¿era un minuto… o dos? – grito Emmett

Mas y mas risas… pero ahora el serio era Jasper. NO podía creer lo que había dicho Emmett. Se suponía que era un secreto. Bueno, al parecer ahora ya no lo era más.

- Ohhhh – lanzo Rosalie – por eso es que Alice siempre está molesta… ¿Si quieres te presto el vibrador?

- ¡Cállate Rose, al menos yo siento algo, aunque dure poco…! - chillo Alice

- ¡Alice si no me vas a ayudar mejor no hables! – bufo Alice, que estaría rojo de poderse

Bella reía y me miraba extasiada.

- Tu familia está llena de disfunciones sexuales – me dijo- No será que tu…?

- Por favor Bella, no tientes tu suerte, estoy peligrosamente ansioso de probarte que ni duro poco ,ni soy pequeño… - me dijo en un susurro- Así que ni lo digas, si no quieres que mande al demonio mi caballerosidad -

Bella quedo pasmada y el rubor subió a su rostro. Y puedo asegurar que mis palabras iban en serio.

- Conseguiste que todos se pelearan – me dijo cambiando el tema, para mi decepción- ¿Como lo hiciste?

- Solo sabía lo de Rose – murmure – bueno y lo de Carlisle – mire hacia arriba – pero si te fijas, se pelearon entre ellos… yo solo solté el cebo y ellos lo tragaron… Conozco a mi familia hace muchos años – le dije besándola.

- Pero Alice no ha sufrido nada… - me dijo

- Eso lo deje para el final – le dije bajito – espera y veras.

Mientras, mis hermanos seguían peleándose sin parar.

- ¡Cállate enana! – grito uno

- ¡No le digas enana a mi esposa, lesbiana! – defendió Jasper

- Eso no es un insulto… ¿qué tienes contra las minorías sexuales? – lanzo Rosalie

- ¿Entonces lo reconoces?

- ¡Cállate eyaculador precoz! – defendió Emmett

- ¡Ja, al menos yo tengo con que pelear… pene diminuto! –

- ¿Qué has dicho sicótico de la guerra civil? –

- ¡No le digas sicótico a mi esposo, retardado! – chillo Alice

- ¡Solo yo trato mal a mi esposo compradora compulsiva! –

- ¡Si no se callan en este momento, despídanse de sus autos! – esa era Esme, desde el segundo piso

- Ya escucharon – les dije, muy pagado de mi mismo.

- ¡Eso corre para ti también Edward Cullen! – grito Carlisle

Rayos.

Nos quedamos en silencio por un momento. Ese era el momento que yo esperaba.

- Dejemos de pelear hermanos – dije, en tono conciliador, acercándome a Alice.

- ¿En serio me perdonaras Ed? – dijo Alice, con un puchero

- Claro Alice, dame tu mano…

Alice se acerco dando brinquitos, feliz. No tenía ni idea lo que le esperaba, se me había ocurrido a último minuto.

- ¿Vamos a brindar? – me dijo sonriente

- Claro - le dije, tendiéndole un vaso

- Brindemos por la amistad – dijo, sonriente

- ¡Salud por eso! – le dije yo, vaciando el vaso.

Entonces, tomo de su copa. Cuando la termino, le tendí la mano y ella me tendió la suya. Entonces lancé mi ataque.

- Alice… ¿ y tu anillo de compromiso? – pregunte inocente

A Alice se le desfiguro la cara en un segundo. El impacto fue tal que se le cayó el vaso de entre los dedos y ni se inmuto. No soltó mi mano. Solo me miraba, sin creérselo. Solo yo y ella sabíamos lo que le había sucedido a ese anillo. Y a Jasper no le iba a gustar nada.

- ¡Alice Cullen! – grito Jasper de pronto ¿¡Que has hecho con el anillo de mi madre!

Todos sentimos fluir la ira de Jasper como una ola poderosa. Esto se ponía feo.

"La venganza es un plato que se come frio" – pensé.

Capítulo 6: Mision: Enfurecer a Edward Capítulo 8: El Anillo de Compromiso

 
14439391 visitas C C L - Web no oficial de la saga Crepúsculo. Esta obra está bajo licencia de Creative Commons -
 10757 usuarios