Líbido: Sociedad Secreta (+18)

Autor: twilight_adicta
Género: + 18
Fecha Creación: 20/12/2010
Fecha Actualización: 20/02/2011
Finalizado: SI
Votos: 65
Comentarios: 318
Visitas: 413731
Capítulos: 62

El dinero da poder. El poder da placer y el placer satisface el deseo…Líbido, es una sociedad secreta dentro de la más prestigiosa preparatoria/internado de Estados Unidos...conformada por un grupo de chicos adolescentes de élite, que solo buscan diversión, emociones fuertes, sexo y drogas..

Esta historia está llena de trampas, juegos, seducción y la lucha por ser el líder de la sociedad, pero con la llegada de un nuevo miembro a la hermandad secreta, todo cambiará…

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Capítulo 60: Epilogo II

Kristen POV

¿Es qué no pueden hacer nada bien sin mi ayuda? –gritaba exasperada a mi mejor amiga Rachel.

No es nuestra culpa Kristen, que este año no haya ingresado a Darthmouth un príncipe azul como el que quieres, en cambio todos los novatos son Nerds. No tienes elección, pídele a alguno de la sociedad que te haga el favor. –contestó mi mejor amiga algo malhumorada.

Necesito demostrarle al imbécil ese de Bronson, que con Kristen Cullen nadie juega, y que no puede dejarme tirada solo porque apareció su noviecita de la infancia. –espeté

Bronson Peterson…era el chico popular de la Universidad, jugador y líder del equipo de baloncesto, por consiguiente era mi novio…eso me daba cierto aire de superioridad por encima de los demás…claro yo siempre tenía que ser el centro de atención y sobresalir ante el resto…pero un día su estúpida noviecita de la infancia ingresó a Darthmouth y el muy imbécil, terminó conmigo diciendo que aun amaba a su ex…pero yo sabía que no era más que una simple atracción pasajera, solo buscaba llevársela a la cama, y cuando se le pasara el entusiasmo volvería a mí…pero yo, no me iba a quedar con la que me hizo, nadie termina con Kristen Cullen…yo soy quién decide cuando termina una relación.

Necesitaba un chico muy bien dotado, con belleza extrema, para hacerlo convertirse en el nuevo chico popular, pero resulta que este año, todos los novatos, son unos tipejos bobos, cerebros con pata o ratones de biblioteca…pero yo puedo tener malos ratos, pero jamás malos gustos.

Me moría de la rabia…ninguno de los chicos nuevos servía para mi plan…igualmente ninguno de los ya conocidos tampoco se prestarían a mi juego…y los miembros masculinos de Libido tenían ya sus obligaciones.

Kristen…acéptalo…él no te ama, busca a otro que te entretenga en la cama y listo, tú no amabas a Bronson, por qué tanto drama. –dijo Rachel

Porque me tiró, te parece poco…de cuándo acá me dices lo que tengo o no que hacer…limítate a obedecer mis órdenes y a hablar cuando te lo pido. –le grité

Caminé hasta la ventana de mi habitación y me asomé y fue cuando lo descubrí.

Rachel, ¿quién es él? –pregunté curiosa

Ah ¿Ese? –preguntó ella señalando al chico que estaba recostado a un tronco.

Sí. –musité cortante, sedienta de información

Es uno de los chicos nuevos, becados…en sus horas libres se encarga del jardín. –respondió mi amiga

Y ¿por qué no tienes los papeles dentro de  los expedientes que me diste? –musité

Kristen, porque no es tu tipo de chico…es un cualquiera, del montón, sin dinero, ni clase, ni apellido…es un pobretón. –respondió Rachel con tono aburrido.

Eso lo decido yo…qué esperas para agarrar el I-Pad y buscarme toda su biografía…completa Rachel, sin omitir detalles. –espeté

Kris…no puedes caer tan bajo solo por un simple capricho o una venganza contra Bronson…creo que lo amas, y no quieres reconocerlo. –dijo mi amiga

Yo caigo donde quiero y deja de creer que sabes lo que siento…tú no me conoces y más vale que muevas tu blanco trasero y me consigas información de ese chico. –dije y seguí contemplando al chico.

Desde mi ventana no se veía mucho, pero lo que pude ver tenía un cuerpo de infarto, y unos bíceps muy bien formados, parecía deportista…qué lástima que no perteneciera a mi mismo grupo de amistades…sería un bombón que no pasaría desapercibido.

Luego de no sé cuánto tiempo, y varios suspiros de mi parte al ver los movimientos varoniles del chico, mi amiga habló.

Kristen…tengo lo que me pediste. –dijo

Escúpelo. ¿Qué esperas? –dije ansiosa

Su nombre es Ian Joseph Somerhalder, tiene 19 años, es de Lousiana, su padre es un constructor y su madre ama de casa. Tiene 2 hermanos, asistió a una escuela católica y como ya te dije está becado. Estudia en la escuela de Ingeniería…es todo lo que aparece…claro, que más iba a aparecer si nisiquiera se maneja en nuestro mundo. –expresó Rachel

Ian… -susurré

Rachel, déjame sola ya puedes ir. –dije y mi amiga desapareció.

La curiosidad me invadía así que bajé hasta el patio central donde se encontraba Ian, necesitaba verlo de cerca, y aclarar mis sospechas…quería y necesita saber si era perfecto para mi plan.

Hola. –dije con determinación.

El chico se levantó de donde estaba sentado y volteó su rostro desconcertado de un lado a otro.

Disculpe, me habla a mí. –preguntó y me tomó por sorpresa, acaso era un idiota, a quién más podía haberle hablado si él estaba solo.

Me llené de calma y paciencia, respiré profundamente, entonces hablé.

Sí claro, te hablo a ti…no hay más nadie. –musité

El rió de medio lado.

Es que es extraño…los de su clase, nisiquiera nos determinan a nosotros “los becados”, es como si tuviéramos una peste, ¿acaso no toe contagiarse? –expresó y su mirada me descolocó tanto que me hipnotizó la profundidad de sus orbes azules.

Que no hayas nacido con privilegios, no significa que estés enfermo. Soy Kristen Cullen Swan. –le dije y extendí mi mano.

Cullen Swan. Eres una niña de cuna de oro. –dijo mientras se quitaba su guante y estrechaba mi mano.

El contacto con su suave mano me hizo estremecer, y una electricidad subió por toda mi espina…me quedé boba contemplando su rostro, hasta que me di cuenta que aun sostenía su mano.

Oh lo siento, pensarás que soy una idiota. –dije y sentí un rubor en mis mejillas

Qué demonios me pasaba, yo soy la que intimida a los hombres no ellos a mí. –pensé

Creo que no me has dicho tu nombre. –musité

Oh, creo que sí lo hice, pero veo que no me escuchaste. –habló y nuevamente sonrió de esa manera.

Soy Ian Somerhalder y es un placer conocer a una chica tan bella como tú y sobre todo tan decida y valiente, porque me imagino que tendrás que soportar a tus amigos una vez te vayas de aquí. –expresó

Lo que ellos piensen me tienen sin cuidado, ellos no son nadie para decirme que tengo o no que hacer. –expresé

Él volvió a sonreír.

Oye tu mano. –dije

¿Qué? ¿qué tiene? ¿Te ensucié la tuya? –preguntó desorientado.

Negué con mi cabeza y me maldije por  no expresarme correctamente.

No. Es que tu mano es demasiado suave para dedicarte a este tipo de trabajos. –dije

Ah eso. Bueno digamos que me gusta cuidarlas un poco, son como la carta de presentación, ya ves. -dijo

Reí, luego de asentir.

Fue un gusto Ian, me tengo que ir tengo clases, aunque me gustaría volver a verte. –dije sincera y una vez más me maldije por el efecto que causaba el jardinero en mí.

El placer es mío, Señorita Cullen…y si no es mucha molestia ni una indiscreción, me gustaría invitarla a tomar un helado mañana. –musitó

Soy Kristen a secas y claro que acepto tu invitación. –dije aunque lo último nisiquiera lo había pensado.

Entonces a las 8 de la noche te parece bien. –preguntó

Es perfecto, nos encontramos en la entrada principal entonces. –dije y me fui diciendo adiós con la mano. Este chico sí que me había trastornado.

………….

El día siguiente había llegado. Las clases pasaron muy rápido haciendo que mi corazón se acelerara. Tenía que encontrar algo apropiado que ponerme para no desentonar y mucho menos hacer sentir mal a mi cita.

Maldita sea una vez más…por qué ese chico me hacía sentir así, sino era más que un simple mortal.

Salí a toda prisa del salón de clases.

Kristen, Kristen…los gritos ahogados de los chicos de la sociedad se escuchaban por todo el pasillo.

¿Qué sucede? –dije deteniendo mi andar y volteando la mirada para encararlos.

Hoy es viernes….se supone que tenemos reunión, para planear lo de la semana. –dijo Frank uno de los chicos de la sociedad.

Tomé aire.

Rachel, encárgate de la reunión…y si no les gustan sus propias ideas entonces tómense la noche libre. –dije y seguí caminando ante la mirada desconcertada  de los demás miembros de la sociedad.

Eran las 5 y media de la tarde, así que tenía el tiempo suficiente para buscar algo dentro de mi armario, vestirme y estar a las 8 en el lugar donde me esperaría Ian.

Entré a mi habitación y corrí a tomar una ducha. Ya bañada y con mi cabello seco, procedí a buscar que ponerme. Pilas de ropa rodaban por toda la habitación…era un desastre ver cada prenda tirada en todos lados. Hasta que encontré el atuendo perfecto, no quería desentonar con él así que me fui por algo sencillo.

 

Cuando terminé de arreglarme, miré el reloj y faltaban 10 minutos para las 8, me apresuré y mientras bajaba las escaleras, me acusaba por ser tan puntual, jamás con nadie lo había sido, nisiquiera con Bronson, yo siempre me hacía esperar.

Cuando estuve en la planta baja, caminé más despacio para que mi respiración se relajara.

Conté cada paso hasta que llegué al lugar donde quedamos de encontrarnos…110 pasos hice de la planta baja de los dormitorios a la entrada principal.

Inhalé y exhalé y entonces lo vi. Vestido completamente de negro con una chamarra de cuero del mismo color.

Hola. –dije tímidamente deslumbrada

Hola. –dijo y sonrió dejándome sin aliento.

Nos vamos. –dijo y me ofreció su brazo

Caminamos y llegamos a un auto.

No es mío, lo pedí prestado. –dijo con pena

Me abrió la puerta y subí. Manejo despacio por las calles hasta que llegamos a una heladería de un centro comercial.

Pedimos los helados y hablamos de trivialidades mientras lo comíamos.

Me dejas agradecerte la invitación. –dije

No tienes que agradecerme nada, ojalá pudiera llevarte a otro lugar más elegante digno de ti. –contestó.

Es que nunca me había sentido como hoy, así que por favor déjame agradecerte…de algo tiene que servir el dinero, sino compra felicidad no crees. –musité

No me parece. –dijo él

Pues no estás en condición de negarte. Vamos. –dije halándolo por el brazo.

Y entramos a una tienda de ropa exclusiva.

No, no Kristen…no voy a permitir que hagas lo que estás pensando hacer. –dijo con gesto malhumorado

Por favor, hazlo por ti…yo sé cómo se burlan de los becados y no quiero que sea tu caso. –dije, además nadie tiene porque saberlo, volví a insistir.

Con que lo sepa yo es suficiente. –resopló

Mira hagamos algo, yo sigo saliendo contigo y aceptando tus invitaciones si, tú me aceptas un par de cositas como estás. –musité

Eso se llama chantaje. –expresó

Llámalo como quieras. –contesté y el rodó los ojos dándose por vencido.

Entramos y compré muchas cosas para él…el plan estaba a punto de empezar…además la idea no parecía tan mala, tener a este bombón a mi lado era algo maravilloso.

Llegamos a la Universidad y me despedí con un breve beso en los labios.

Gracias por esta noche. –musité

Gracias a ti por todo. –respondió y salí corriendo a mi habitación.

………

Al día siguiente me levanté más temprano que de costumbre y fui directo a la cafetería sin esperar a los demás.

Me senté en unas de las mesas más alejadas mientras comía mi desayuno. Estaba tan concentrada y alejada de la realidad que no me percaté de su presencia.

¿Te caíste de la cama? –musitó esa voz tan sexy

Levanté la mirada y allí estaba simplemente perfecto.

Puedo desayunar contigo, o harás como que no me conoces cuando estés frente a los demás. –preguntó serio.

Claro que no, siéntate. A partir de hoy tú y yo somos inseparables. –contesté incrédula de mis propias palabras.

Él se sentó y comimos juntos. Para mi sorpresa, la hora de entrada llegó y ninguno de mis compañeros de la sociedad había asistido a desayunar, pero no le di importancia…quizás lo habían aprobado la pasada noche.

Caminaba rumbo a mi salón de clases con Ian a mi lado hasta que divisé a Bronson que venía de manos agarradas con su “noviecita”.  Mi cuerpo reaccionó involuntariamente y ante los ojos de Bronson empujé a Ian dentro de un cuarto de aseo.

El espacio era reducido y nuestros cuerpos estaban muy juntos, que no dejaba espacio nisiquiera a la imaginación. Nuestras respiraciones estaban agitadas y por lo menos mi mente no discernía con claridad.

¿Me puedes decir que significó todo eso? –preguntó Ian asombrado.

Cállate y bésame. –dije y él tomó como una orden porque nuestras bocas se encontraron de inmediato.

Como pudimos en el estrecho espacio nos deshicimos de nuestras ropas. El sudor, la fricción y la excitación nos llevó a entregarnos el uno al otro. Yo ahogaba mis gemidos sobre sus labios, no podíamos olvidarnos que estábamos en un pasillo de la Universidad, y yo no quería ocasionarles problemas a Ian.

La escena terminó con nuestros cuerpos extasiados y liberados de nuestros jugos.

Nos vestimos en silencio pero con miradas cómplices. Luego salimos uno primero y otro después para no ser descubiertos.

Entré a clases pero durante toda la jornada no pude concentrarme en otra cosa que no fueran las caricias de Ian sobre mi cuerpo…creo que de solo recordar mi centro se humedecía.

……

Pasaron dos semanas e Ian compartía la mesa con los demás miembros de la sociedad secreta, claro sin saberlo…en las noches dormía conmigo, y pasábamos todo el tiempo que podíamos juntos, claro siempre tenía que conseguir una excusa perfecta para no estar con él lo viernes para hacer la reunión de la sociedad, algo muy extraño, pero él también tenía cosas que hacer los viernes…no le di color, ya que no quería ser descubierta….el pellejo de todos estaba en juego si se descubría que Libido existía en Dartmouth.

Era lunes y nos tocaba nuestra clase de gimnasia…lamentablemente tenía que compartir esa clase con Bronson.

Ian me acompañó hasta el gimnasio y no se fue sin antes depositar un tierno pero pasional beso en mis labios.

La clase transcurría de lo más normal, hasta que el profesor fue llamado a la dirección.

Bronson se acercó a mí, y me haló por un brazo.

Te entretienes demasiado con el jardinero. –espetó

Eso a ti no te interesa, ve a buscar a tu estúpida niñita. –dije con amargura

No ves que me muero de celos, cada vez que te toca. –expresó

Te recuerdo, que fuiste tú quién que me dejó. –musité

Vuelve conmigo, estoy que reviento de la rabia y los celos….ella…mi novia no significa nada para mí, esta mañana terminamos. –dijo sincero

No podía creerlo mi plan había dado resultado…quizás ya se la había llevado a la cama…esto era lo que quería…volver a estar al lado del chico popular y lo había conseguido.

Quiero que termines con él. –dijo y sus palabras me abrumaron.

Ian era más que un buen polvo, era dulce, guapo, inteligente y amoroso…el paquete completo, pero no era de mi clase social, no pertenecía a mi mundo y mucho menos era bien visto por mis amigos…caramba era  un “nadie” en un mundo de “alguien”…tenía que alejarlo antes de que saliera lastimado, antes de que yo misma cayera en lo más bajo que podría caer, antes de ser yo la lastimada.

Esta noche lo haré. –dije con determinación pero mi corazón se estremeció ante esa afirmación.

Bronson sonrió y me dio un corto beso en los labios antes de alejarse.

Ahora venía la parte más difícil…cómo decírselo a Ian.

……..

La noche llegó sin preámbulo . estaba nerviosa, sabía que de un momento a otro Ian entraría por esa puerta y yo le iba a destrozar su lindo y puro corazón.

La puerta se abrió dejándome ver la perfección de ese hombre…demonios era demasiado Hot…creo que no podría vivir sin ese cuerpo mucho tiempo.

Se acercó para besarme pero me levanté del sofá antes de que lo hiciera.

¿Sucede algo? –preguntó asombrado por mi reacción.

Sucede que esto se acabó. –dije mirándolo a los ojos.

¿Cómo? –espetó con asombro

Lo que escuchaste. Se acabó, deja la llave de mi habitación en la mesa y vete de aquí. –dije tratando de suavizar el nudo de mi garganta.

Y si no quiero. –dijo retándome

Entonces ese es tu problema. –respondí caminando hacia el cuarto de baño, pero él se antepuso a la puerta.

Es por Bronson, siempre fue por él…él no te ama, todas las mujeres son su juguete. –espetó

Y quién te dijo que yo lo amo, solo necesito prestigio, algo que nunca tú podrás darme. –dije y las palabras salieron como ácido de mi boca.

Te haré tragar tus palabras, y en un movimiento casi invisible para mí, me encontraba contra la pared, con los labios de Ian en mi cuello, con sus mano derecha en pierna izquierda y con su mano izquierda en mi seño derecho.

Maldita sea…eres demasiado irresistible. –dije en sus labios que ahora se encontraban sobre los míos.

Rompió mi pijama junto con mis bragas, enredé mis piernas alrededor de su cintura, una vez él se deshizo de toda su ropa, y sin previo aviso me embistió subiéndome al cielo y bajándome hasta el mismo infierno en cada penetración.

Mis paredes se estaban contrayendo, yo no era capaz nisiquiera de pensar hasta que lo oí hablar, más que nada repetir algo que yo conocía muy bien, mientras me embestía con rudeza.

Satisfacer nuestro libido en nuestra misión, mantenernos ocultos y unidos es nuestra primera regla, aunque nos torturen o maten jamás revelaremos la existencia de nuestra hermandad, lo que pase en secreto en secreto se queda…juramos solemnemente disfrutar de todos los placeres que nos ofrece nuestra privilegiada sociedad…

Era el juramento de Libido.

Sé tú secreto. –dijo mientras ambos alcanzábamos un fulminante orgasmo.

Estaba en shock y colapsada con el clímax.

Desde cuando lo sabes. –pregunté una vez encontré mi voz.

Para mí dentro de esta Universidad no hay secretos. –dijo

Perdón creo que no me presenté bien soy Ian Joseph Somerhalder Rockefeller, no soy hijo de un constructor sino del dueño de las más grandes constructoras de E.U. y mi madre es una dama de sociedad que organiza los mayores actos benéficos.

Soy Ian Somerhalder el líder de Bones: Sociedad Secreta.

Un placer conocerte Kristen Cullen Swan…y creó que serías más popular si te quedas a mi lado. –expresó

De eso no tengo la menor duda…eres igual de perverso, mentiroso y manipulador que yo, así que estamos cortados con la misma tijera…mientras me digas dando tan buen sexo como el de hace algunos minutos créeme que me tendrás contigo hasta el fin del mundo. –musité

Entonces que esperamos…continuemos. –dijo el líder de Bones.

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Disculpen si no les gusta Ian, pero en lo personal a mi me fascina, claro no tanto como Robert Patzz, pero este chico es sexy....Bones es una sociedad secreta que de verdad existe en Dartmouth, busquenlo en google y obtendran más información...

Saludos y espero haber cumplido con ustedes, sino me lo hacen saber!!!

xoxo

 

Capítulo 59: Nota de la autora Capítulo 61: link del nuevo fic

 


Capítulos

Capitulo 1: Postulación Capitulo 2: Conociendo al enemigo Capitulo 3: Las Reglas Capitulo 4: ¿Qué haces en mi cuento? Capitulo 5: El Juego apenas comienza Capitulo 6: Rendido ante sus encantos Capitulo 7: El Lago (I Parte) Capitulo 8: El Lago (II Parte) Capitulo 9: Soborno Capitulo 10: Mil veces maldito Capitulo 11: El qe rie de último rie mejor Capitulo 12: Lista de Retos Capitulo 13: Sellando el Pacto Capitulo 14: Día de Retos Capitulo 15: Coincidencia Capitulo 16: Sorpresa Capitulo 17: Momento especial Capitulo 18: Detalles Capitulo 19: La vida da muchas vueltas Capitulo 20: Protegida Capitulo 21: Excusa barata Capitulo 22: Juego Excitante Capitulo 23: Regresando al internado Capitulo 24: Amarga Reunión Capitulo 25: Recompensa para quien me salve Capitulo 26: Viaje inesperado Capitulo 27: Nueva York Capitulo 28: Regresemos a L.A. Capitulo 29: El funeral Capitulo 30: Confesiones, intimidades y descubrimientos Capitulo 31: Perdiendo el control Capitulo 32: Entre lágrimas Capitulo 33: Tensión Gay Sexual Capitulo 34: Yosemite (Parte I) Capitulo 35: Yosemite (Parte II) Capitulo 36: Accidente Ofídico Capitulo 37: Decepción Capitulo 38: Necesitamos hablar Capitulo 39: Harta de tus amenazas Capitulo 40: Prefiero no ir Capitulo 41: Los Hamptons (Parte I) Capitulo 42: Los Hamptons (Parte II) Capitulo 43: Los Hamptons (Parte III) Capitulo 44: Nueva Amenaza Capitulo 45: Metida de pata Capitulo 46: Tiempo de caos Capitulo 47: Estamos muertos Capitulo 48: Eres una... Capitulo 49: ¿Internada? Capitulo 50: Te amo Capitulo 51: Tolerancia Capitulo 52: Algo inesperado Capitulo 53: Temor Capitulo 54: Picnic y algo más Capitulo 55: Quiero a mi bebé Capitulo 56: Fuego Capitulo 57: Los años no pasan en vano Capitulo 58: Epílogo Capitulo 59: Nota de la autora Capitulo 60: Epilogo II Capitulo 61: link del nuevo fic Capitulo 62: Noticia

 


 
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