Bella POV
Estaba recogiendo mis cosas…era la última vez que estaría en esta habitación y quizás la últimas vez que viera a Alice y al resto de los chicos…mientras hacía mis maletas encontré un álbum de fotos…todas ellas eran de os dos últimos años que había pasado aquí con mis amigos, en la mayoría salíamos con enormes sonrisas o haciéndonos bromas unos a otros.
Los momentos más maravillosos, que haya tenido jamás, y ahora se esfuman ante mis ojos sin poder hacer nada…ya sabía el calvario que nos esperaría a Emm y a mí una vez llegáramos a casa.
Yo también te voy a extrañar. –dijo Alice con ahogada
Oh pequeña duende, ven acá. –dije mientras habría los brazos y la estrechaba contra mi pecho.
Un vacío inundó mi corazón…espesas lágrimas corrieron por mis mejillas, sin querer…pero el dolor estaba presente.
Oh Bella, tampoco era para tanto…sabes que haremos lo posible para podernos ver…solo que a mí me manden al polo Norte y a ti a la china. –bromeó Alice, pero sus palabras en vez de hacerme reír hicieron que mi corazón se contrajera.
Seguía sintiéndome mal, y lloraba a cantaros.
Bella te sientes bien. –preguntó Alice ahora con preocupación.
La verdad no Alice, me siento muy triste…no sé por qué motivo pero tengo ganas de llorar por horas hasta quedarme dormida. –dije
Alice enarcó una ceja mientras me pasaba una caja con pañuelos desechables.
Bella…tu período bajó. –preguntó Alice con cautela, como midiendo la potencia de su tono de voz, para no hacerme sentir más mal.
La verdad no Alice, pero es que los últimos días hemos estado sometidos a demasiado estrés, nisiquiera nos hemos alimentado bien, no dormimos nada…todo eso es causal. –contesté sincera.
Pero el llanto no por la falta de sueño o por el estrés. –dijo Alice
¿A dónde quieres llegar Alice? –pregunté un poco irritada
Tu estado de humor, tu extra cansancio y tu más que obvia palidez, no es normal…y si le sumamos que has tenido relaciones con Edward sin protección y la ausencia de tu periodo…bueno Bella 1+1 es igual 2. –dijo Alice con sutileza.
Alice…tú, tú crees que esté embarazada. –pregunté titubeante.
La verdad Bella, no quiero preocuparte…pero tu estado lo grita a todo pulmón. –musitó Alice
Alice y si, si estoy embarazada. –pregunté
¿Qué tu qué? –dijo Emmett desde la puerta
La mandíbula se me desencajó, por lo que dijo Emmett.
Bells, Bells…escogiste un mal momento para escribir a la cigüeña, hermanita…pero ojalá fuera cierto…créeme que independientemente de lo que digan nuestros padres…yo te voy a cuidar y a proteger. –dijo mi hermano
Gracias Emm. –dije y le di un abrazo
Voy a ser tío. –gritó el niñato de mi hermano
Emmett baja la voz que te pueden escuchar, además todavía no es nada seguro, así que no te hagas ilusiones…porque yo aun no quiero hacérmelas, aunque sería muy feliz de ser cierto. –dije e involuntariamente se me dibujó una sonrisa en el rostro.
Voy a tener que hablar de hombre a hombre con Cullen…cualquiera no puede venir y embarazar a mi hermanita y salir librado de…
Emmett. –dije interrumpiéndolo
De una borrachera, hermanita…de una borrachera. –terminó su frase Emmett entre risas y nosotras rodamos nuestros ojos.
Bajamos al patio trasero donde estaban esperándonos a todos. Me despedí de cada uno de los chicos y claro de Edward al cual no quería soltar, pero tenía que hacerlo.
Bella sucede algo. –dijo al ver las lágrimas traicioneras que una vez más habían vuelto a aparecer.
No Edward, lo que pasa es que me da mucha tristeza tener que separarme de ustedes y más de ti. –dije sollozando
Tonta Bella, así me manden a la luna, yo no me alejaré de ti, así tenga que secuestrarte y ocultarnos para que no me metan preso por andar con una menor de edad. –dijo Edward depositando un beso en mi frente y arrullándome en sus brazos.
Oigan tortolos…lamento romper su burbuja, pero nos tenemos que ir, antes que nos vengan a echar. –dijo Emmett
Le di un breve beso en los labios a Edward y subí al auto.
Camino a casa, no hice más que llorar…ya tenía a mi hermano en shock…me preguntaba cada minuto si quería que fuéramos a un hospital…como si la tristeza se curara con medicamentos.
Llegamos a casa y desde el jardín se escuchaba la discusión a gritos que tenían mis padres.
Al mal paso dale prisa. –dijo Emmett mirándome
Entramos y fuimos directo a donde provenían los gritos…el salón principal.
Estamos aquí. –dijo Emmett una vez entramos
Tú. –dijo Charlie señalándome con rabia, me tomó por el brazo y me haló fuertemente hasta el centro del salón.
Me puedes decir que significa esto…es que acaso no fue suficiente con la humillación y el desprestigio que me has hecho pasar con lo del internado, para que ahora llegue a mis manos un historial médico donde confirman tu embarazo de hace dos años y el aborto que te practicaste. –gritó Charlie, y ya mi rostro estaba bañado en lágrimas nuevamente.
Papá las cosas no son como parecen. –dijo Emmett tratando de defenderme
Tú te callas. –dijo Charlie –qué es esto Isabella. –volvió a decir.
Todo eso es…es verdad papá…pero no es…
Traté de defenderme y decirle la verdad, pero él no me dejó.
Eres una…maldita mujerzuela, una deshonra para esta familia y el apellido Swan…eres una zorra. –decía Charlie y me tiró por el brazo nuevamente y levantó su mano hacia mí con toda la intención de pegarme, pero Emmett se metió en medio de ambos.
No le puedes pegar…porque ella quizás esté embarazada. –gritó Emmett
El rostro de Charlie se tornó de un rojo carmesí más fuerte del que tenía, como si eso fuera posible.
Lo que me faltaba…acaso sabes quién es el padre o también es un misterio más…Isabella…escúchame bien no voy a permitir que ustedes dos sigan pisoteando el nombre de esta familia…así que hay que comprobar si en realidad estas embarazada…y de ser así…te vas al extranjero y cuando ese niño nazca lo daremos en adopción….tú no eres capaz ni de cuidarte a ti misma, como para hacerte responsable de alguien más…alguien que va a nacer fuera de un matrimonio legitimo…y quién diablos sabrá quién es el padre. –espetó mi padre lleno de rencor.
Eso jamás Charlie…no voy a permitir que una vez más me separen de mi hijo, prefiero largarme de esta casa…antes de dar en adopción a mi bebé…además Edward no lo va a permitir. –grité exasperado y luego me arrepentí.
Has dicho Edward…¿Cullen?…el hijo de Carlisle…él es el padre de la criatura. –dijo Charlie sorprendido
Deja de referirte despectivamente a un bebé que no tiene la culpa de nada. –dije molesta
Y por qué ahora defiendes tanto a un hijo del pecado, cuando antes tu misma decidiste abortar al anterior. –musitó con desprecio
Sus palabras me llenaron de ira, y no pude contener más la furia.
Escúchame bien Charlie Swan, yo jamás sería capaz de matar a mi propia sangre, mucho menos de alejarla solo por guardar las apariencias…quieres saber que pasó…pues te diré la cruda realidad para que se te caiga esa venda que tienes en los ojos. Si estuve embarazada hace 2 años…y sabes quién era el padre…James, tu adorado pupilo…él me desgració la vida…me llevó a Los Hamptons y me obligó a abortar, y luego me dejó inconsciente por una semana y se largó a Tokio por todo este tiempo, sin importarle lo que había sido de mí. –dije escupiendo todas las palabras.
Y piensas que te voy a creer toda esas sandeces Isabella…por Dios no sabes ni que inventar para salvar tu pellejo, pero ni creas que voy a cambiar de opinión. –espetó Charlie
Pues yo tampoco así que no tenemos más nada que hablar. –dije y me encaminé hacia la muerta.
Charlie por Dios. –gritaba mi madre
Isabella sales por esa puerta y se me va a olvidar que tengo una hija…es como si estuvieras muerta para mí. –no paraba de parlotear mi padre, igual ya me había matado con no creerme.
Isabella, cancelaré tus cuentas y tarjetas…si sales jamás volverás a entrar a esta casa. –decía Charlie pero ya sus palabras no alcanzaban mis oídos.
Bella…espera…si tú no cabes ni eres bien recibida en esta casa, pues yo tampoco lo soy. –dijo mi hermano y me siguió.
Los gritos de mi padre a medida que nos alejábamos eran más tenues, ya no lo podía oír…yo seguía caminando con mi rostro empapado sin escuchar más nada que el repiqueteo acelerado de mi corazón, hasta que Emmet puso una de sus manos en mi hombro.
Yo te dije que iba a estar contigo y te iba a proteger. –musitó y luego todo se puso negro para mí.
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uffff q lío chicas con eso de que no podiamos abrir la pagina...x suerte se encontro la manera de hacerlo....ahora espero q m digan q opinan...no me maten x faa xq sino no sabran como va a acabar...
besitos
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