Edward POV
Los primeros rayos de sol de la mañana se colaron por mi venta, dándome de lleno en rostro, por lo que no demoré mucho en despertar. Solo tuve que abrir mis ojos y ver el rostro inocente, angelical y relajado de mi acompañante, para que todos los recuerdos de la madrugada se agolparan en mi mente.
Su respiración era acompasada…parecía un ángel mientras dormía…no quise moverme ni un centímetro para no despertarla…en ese preciso momento podría morir…y lo haría con gusto….que mejor muerte que morir en los brazos de la persona que amas me decía a mismo mientras separaba un mechón de cabello del rostro de Bella…saqué esas ideas absurdas de mi cabeza, claro que no quería morir, o quizás ya estaba muerto porque a lado de esta mujer me sentía en el cielo.
Mis bellos recuerdos dieron cabida a otros más insanos. Recordé sus palabras en el bosque de Yosemite donde la hice mía de forma bruta y animal…y mi corazón se oprimió…ahora empezaba una lucha interna dentro de mí…y si era cierto, y si todo era un juego y había vuelto a caer…la otra parte más razonable de mi pensamiento, me decía que no sacara conclusiones precipitadas, que seguro para todas mis preguntas existía una respuesta.
Hice un movimiento brusco, como si con eso mis pensamientos desaparecerían…y me levanté de hacerlo porque Bella empezó a revolverse en mis brazos.
Grandísimo idiota, me dije a mi mismo…tenías que cometer la estupidez de moverte y despertarla. –pensé
Sus hermosos orbes achocolatados empezaron a abrirse poco a poco, adaptándose a la luz que inundaba la habitación.
Buenos días. –le dije acariciando su mejilla
Buenos días. –respondió, y una hermosa sonrisa cubrió su rostro.
¿Dormiste bien? –pregunté mientras jugueteaba con su cabello
Mejor que nunca. –musitó, mientras depositaba un beso en mis labios.
Bella. –musité, no sabía si era un buen momento para preguntarle lo que se me había venido a la mente hacía breves minutos atrás, pero lo intentaría.
Dime. –dijo voz juguetona
Mira…eee, lo que me dijiste el otro día en Yosemite. –hablaba sin poder mirarla a los ojos, pidiendo no ser yo quién arruinara el momento.
Edward, mírame. –dijo interrumpiéndome y girando mi rostro hasta que se encontrara con el mío.
Todo fue un plan elaborado para que te alejaras de mí…no quería…no quería hacerte daño. –dijo tomando una bocanada de aire.
Pero tú jamás me harías daño o ¿sí? –pregunté mirándola a los ojos.
Claro que no, pero James sería capaz de eso y más…ya me lo demostró y la verdad no se qué va a suceder de aquí en adelante. –dijo exasperada.
¿Qué tiene que ver la escoria esa en todo esto? –pregunté ahora un poco enojado.
Edward tranquilízate por favor…primero prométeme que no vas a hacer nada peligroso y mucho menos arriesgado…prométeme que estarás a salvo. –me dijo preocupada
Yo hice una mueca, nada clara, pero ni que crea que me voy a quedar de brazos cruzados.
Inhaló un poco de aire y empezó a hablar.
James quiere que me aparte de ti…él no concibe la idea de que pude arrancarlo de mi vida y mucho menos de que no signifique nada para mí…me amenazó con hacerte daño a ti y en divulgar mi vida a los cuatros vientos en primera instancia, sino te hacía a un lado, por eso te dije todo lo que te dije ese día en el bosque…mi corazón estaba oprimido de dolor…tú eres lo más maravilloso que la vida me haya podido regalar en los últimos años, y no quería perderte, pero era alejarme de ti o permitir que ese idiota te hiciera daño. –dijo Bella mientras una lágrima resbalaba por su mejilla.
La sequé con mi dedo pulgar…pensé intervenir en su confesión pero me di cuenta que aun no había terminado de hablar.
Cuando regresé al campamento, pensé que tú venías tras mí, pero al voltearme me di cuenta que no era así, y luego Reneesme me dijo que desde temprano te habías ido, algo que no era cierto…pero no quise discutir sobre el tema, además no me convenía teniendo a James tan cerca, aunque sabía que en cualquier momento me iba a atacar con preguntas y amenazas, y no me equivoqué…él no se tragó el cuento de que tú te había regresado a Los Ángeles…y me recordó la amenaza…yo estaba hecho un lío y decidí irme a dormir y fue cuando sucedió el incidente con la serpiente. –dijo y se produjo un silencio incomodo.
Edward…él fue quien puso la serpiente dentro de mi tienda de campaña…él cumplió su amenaza de separarme de ti a toda costa. –irrumpió en llanto mi ángel y yo sentía como mi alma era arrastrada al mismo infierno, por el sufrimiento que esa sanguijuela le estaba ocasionando una vez más a mi Bella.
El día que me confesó que lo de la serpiente no había sido un accidente, sino algo premeditado…me enfurecí tanto que lo amenacé y le dije que no me importaba lo que hiciera, que no me iba a separar de ti, y que ya estaba harta de sus amenazas…ahora temo por todos y cada uno de nosotros…yo y mi maldita boca metimos a todos los demás en un lío. –dijo con el rostro agachado.
Tranquila preciosa, ya le tocará pagar por todo lo que ha hecho…y yo me encargaré de eso…¿quién más sabe de esto? –musité
Alice solamente…pensé hablar con Emmett, pero él confía plenamente en James y no sé cómo sería su reacción…Emmett es muy volátil y temo que si le reclama pueda salir a la luz lo de la sociedad secreta…y eso sería el fin de todo. –respondió Bella
Esperemos que lleguen los demás…debemos alertarlos de lo que se nos puede venir encima…por lo pronto deberías hablar con Emmett, y si necesitas de mi ayuda allí estaré…ahora bajemos a desayunar, aunque tendré que preparar algo rápido yo, porque no le avisamos al servicio que vendríamos. –dije mirando a la razón de mi existencia a los ojos.
Bella POV
Me puse una camisa de Edward y bajé junto a él con rumbo a la cocina.
Mientras hacíamos bromas por el largo pasillo y bajábamos por las escaleras…escuchamos unos fuertes gemidos provenientes de… LA COCINA.
OMG!! ¿Qué es eso? –le pregunté a Edward
Edward rodó los ojos…Tomó un poco de aire, luego se apretó el tabique de la nariz.
Por lo menos están bien. –dijo
Mmm, cómo no lo pensé antes…Emmett y Reneesme. –dije en casi un susurro.
Edward trató de relajarse…pues aun no concebía la idea de que su hermanita tuviese una agitada vida sexual.
Mejor subimos nos cambiamos y vamos a comer fuera. –opiné
Te equivocas Bella, vamos a entrar allí…además esta casa también es mía. –dijo con un tono de maldad en sus ojos que me hizo estremecer.
Entramos sigilosamente…el espectáculo era un compendio de jadeos y gemidos que inundaba toda la cocina, y ni que decir de los manotazos y las obscenidades en la boca de ambos.
Edward caminó hasta el frigorífico y sacó una jarra de agua helada…yo abrí los ojos como platos al imaginarme lo que haría…traté de hacerle miles señas para que desistiera de la idea, pero fue en vano…caminó hasta la isla central de la cocina donde estaban los mejores actores de una película porno y vació la jarra de agua helada sobre sus cuerpos muy lentamente…si creía que las obscenidades que se escuchaban cuando entré era terribles….pues me equivoqué porque la que escuchaba ahora eran peores.
Maldita sea…Edward. –dijo Reneesme cubriendo su cuerpo tras el de Emmett, que tenía sus manos puestas sobre su paquete.
Yo que ya no sabía dónde meter la cara de la vergüenza y de la risa…les alcancé sus ropas.
Por lo menos hubiesen esperado llegar a la habitación. –dijo Edward mordiendo una manzana.
Estábamos allá pero nos dio hambre. –dijo Emmett haciendo un gesto con las manos, gracias a Dios con su cuerpo ya cubierto.
Pero yo creo que a ustedes les sucedió lo mismo. –dijo Reneesme enarcando una ceja
Emmett volteó su mirada.
Bella, qué demonios haces aquí. –musitó mi hermano
Yo rodeé mis ojos.
Definitivamente tengo un hermano idiota. –pensé en voz alta.
Jugaba a la casita con Edward, gracias a ti Emmett, que me dejaste tirada en la fogata sin importarte como regresaría a casa. –dije en tono molesto.
Eeehh, pero Edward te encontró y te cuidó muy bien. –dijo nervioso y apenado.
Edward preparó el desayuno, y todos comimos entre risas…Emmett seguía diciendo que no le diría nada a Rosalie de que Edward y yo dormimos juntos…y nosotros seguíamos insistiendo que no era necesario, pues en realidad nos daba igual.
El timbre de la mansión Cullen sonó y Reneesme se levantó a abrir la puerta.
Maldita sea, me cansé de llamarlos a todos y nadie contestaba. –dijo una enojada Alice.
Lo sentimos nadie escuchó el celular. –dijimos a coro
Me imagino. –dijo Alice rodando sus ojos
Ha sido una tortura viajar con el idiota de James…no paraba de hablar que se desquitaría por haberlo dejado en Los Ángeles. –musitó Alice
Isabella. ¿Cómo fuiste capaz de hacerle eso al pobre James? –dijo Emmett recriminándome
¿Pobre? ¿Bella acaso no les has contado nada Emmett todavía? –espetó Alice
Se hizo un silencio en la habitación…pero luego me armé de valor y comencé a contarle todo a mi hermano y a Reneesme que no tenía idea de nada.
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Chic@s aquí les dejo mi pedazo de imaginación del día...espero que sea de su agrado...dejenme sus comentarios...que para mí son muy importantes...les agradezco a todas aquellos que han dado sus votos y a los que han hecho una de sus faoritas mi historia.
Gracias totales
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