Edward POV
Anoche me divertí mucho interrumpiendo el estúpido jueguito del tal Jacob con Bella. Aún no sé por qué me obsesioné con esa chiquilla desde que la vi…si ella no es mi tipo de mujer. A simple vista se nota lo inmadura, alocada y desubicada que se encuentra…es otra niña con dinero que no le importa nada, nisiquiera su reputación…y aunque me duela admitirlo es en lo mismo que se ha convertido Reneesme.
Salí de clases y me dirigí a mi habitación. Tener excelentes calificaciones tenía sus privilegios, ya que tenía una habitación exclusiva que no compartía con nadie…aunque ya le había pedido a las autoridades del internado que me ubicaran en la habitación de mi hermana, pero ellos se negaron diciendo que no estaba permitido las habitaciones mixtas así fueran familiares.
Entré y aunque no fue una total sorpresa, impresioné con lo que vi.
¿Qué hacen aquí? –dije al ver a los chicos de la sociedad secreta.
Vinimos a pedirte que desistas de la idea de competir contra Bella, y a retractarme por haberte ofrecido a mi hermana como incentivo para que te unieras a nosotros. Se acabó el juego. –dijo Emmet
¿Retractarte? Creo que es demasiado tarde para arrepentimientos, debiste haberlo pensado mejor antes de aceptar mi proposición. –dije, por nada del mundo iba a desperdiciar la oportunidad de estar cerca de Bella.
Jake nos contó lo que sucedió anoche, y quiero decirte que eso no está permitido Edward… tú no puedes llegar y tratar de revolucionar todo lo que lleva años construido…Bella no es de tu pertenencia, al menos que ella lo quiera y que Libido lo permita, y mientras tanto como no es así debes mantenerte al margen y dejar que las cosas fluyan como hasta ahora, sino no nos vas dejar otra opción que confesarle a las chicas y sobre todo a Bella. –mencionó Jasper.
Ustedes no son quienes vienen a decirme como actuar. No voy a permitir que ninguno de ustedes le vuelva a poner un dedo encima a Bella, así no tenga que dormir nunca, pasaré vigilante. Así que ahórrense sus amenazas baratas porque el juego apenas comienza… -dije sincero.
Espera…se te olvida un pequeño pero importante detalle…Bella no te soporta y no quiere nada contigo, no crees que no la puedes obligar a hacerte caso. –musitó Jake
El tiempo todo lo puede Jacob. –respondí
Hermano, disculpa que me meta en tu forma de pensar, pero creo que a la que deberías cuidar es a tu hermana, no a Bella….para eso está Emmet y él te puede decir que por más que ha tratado de encaminar a Bella, ella ha hecho lo que ha querido. –dijo Alec
De mi hermana me encargo yo. –dije sincero.
Veo que es imposible hacerte cambiar de opinión. –dijo Emmet
Así es. –respondí con determinación.
Entonces te esperamos en este lugar en la noche, queda un poco alejado del internado. La sociedad tiene una fiesta privada cada año en este sitio. –dijo Dimitri, mientras anotaba una dirección en un papel.
Tienes que ingeniártela para salir sin que te descubran. –dijo Jasper
Nos vamos. –mencionó Emmet y en ese preciso momento la puerta se abrió dejando a Reneesme ante nuestros ojos.
Edward, tú y yo tenemos que hablar seriamente. –dijo, mientras frenaba su caminar al descubrir a los chicos en la habitación.
Claro, de todo lo que quieras. –respondí
Espera, ¿qué hacen ellos aquí? –preguntó abriendo los ojos como platos.
Solo estábamos informándole de la velada que tenemos hoy en la noche en el lago. –dijo Jake
Pero no te preocupes, que ya nos vamos a calentar motores. ¿te apuntas? –dijo Emmet y sentí como mi cuerpo se llenaba de cólera.
Tú sabes bien cómo calentamos motores Nessie. –volvió a decir Emmet, y yo sabía que lo hacía para hacerme rabiar.
Claro…hermanito creo que nuestra conversación puede esperar…ahorita lo único importante es la fiesta. –dijo mi hermana
Reneesme espera, creo que éste es el mejor momento para hablar. –dije tomándola de un brazo.
Pues te dije que ahorita lo más importante es la fiesta, así que si me disculpas voy a divertirme un rato antes de que vayamos al lago…porque allá sí que tendremos diversión…adiós hermanito y si quieres únetenos, ya que allá vamos a estar todos. –dijo Reneesme y se fue junto a los chicos.
La curiosidad de saber cómo calentaban motores para la dichosa fiesta, me ganó, así que fui a la guarida a ver que estaban haciendo pero no encontré a nadie.
Cuando iba saliendo, alguien me haló por la mano y me estrelló contra la pared de un pasillo poco transitado.
¿Qué pasa? –dije al darme cuenta que se trataba de Jessica Stanley.
Nada, simplemente pudiera decir que se te me antojaste…y aunque no es mentira, la realidad es otra…todos sabíamos que la curiosidad por saber que hacíamos antes de la fiesta te iba a ganar y también sabíamos que nos buscarías aquí…quizás porque pensabas que estaríamos teniendo sexo y drogándonos, pero como te pudiste dar cuenta no es así. Acompáñame, te sorprenderás del lugar donde estamos. –dijo la chica tomándome por la mano.
Me condujo por varios pasillos hasta que llegamos a la entrada de la capilla del internado.
¿Esto es una broma? Pensé que este era el único lugar que respetaban al hacer sus bajezas o mejor dicho….nuestras… -dije sincero
Para nada. Hoy es el día de San Pedro, el Santo que cuida las puertas del cielo y siempre venimos a misa y formamos parte del coro. –dijo la chica y yo rodeé mis ojos, no podía con más pecados sobre mi conciencia aunque nunca había sido un santo, este era el colmo de la hipocresía.
Me haló por el brazo y entramos, posicionándonos en la parte delantera, donde ya estaban los demás entonando cánticos católicos y yo no podía creer lo viles y bajos que podían ser estos chicos…nisiquiera conocían la palabra respeto para con Dios…aquí eran blancas palomas y más tarde se convertían en negros demonios…y yo ahora formaba parte de todo esto por una mujer…en realidad era yo quién había perdido el juicio.
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