Edward POV
Esperé el tiempo necesario dentro de la habitación de Alice y Bella, hasta que la duende sacara de la ducha a Bella. Luego de un rato Bella estaba un poco más despejada, pero necesitaba descansar un poco, estábamos en medio de semana y teníamos clases que atender, pero yo igual necesitaba saber el motivo el cual la llevó a beber de esa forma y a drogarse como nunca antes la había visto, pero ya tendría que esperar, hasta mañana.
Ayudé a Alice a llevarla hasta la cama, aparte su Ipod y…el diario…claro ahora todo tenía sentido, algo había en ese escrito que la puso de esta forma, pero yo no era quién para irrumpir en algo que no me pertenecía así que me tocaría esperar hasta mañana, para conocer de su propia lo que había sucedido.
En pocos minutos, la respiración de Bella se acompasó, mostrándome así que se había quedado profundamente dormida. Le di una mirada a Alice.
Me llamas, si sucede algo. –le dije
Ella asintió y me agradeció por lo que había hecho por Bella.
Cuando estaba punto de salir de la habitación, me volteé para encarar a Alice una vez más.
Y por favor Alice, de esto ni una sola palabra a nadie…confío en tu discreción. –dije
Seré una tumba Edward, y nuevamente gracias.
Me fui a mi habitación, con la cabeza hecha un lío…qué cosas tan malas e hirientes pudo haber escrito su tía en ese diario como para que Bella reaccionara así.
Me acosté, para descansar mi cuerpo, pero no pudo pegar los ojos en lo que quedaba de la noche.
Cuando desperté, me arreglé lo más rápido que pude para ir a desayunar, allí estaría Bella, que era lo que me importaba…y no me equivoqué, allí se encontraba ella con unas gafas oscuras y una botella de agua en su mano, pero al igual que ella estaban todos los demás, por lo que no podría abordarla en ese momento.
Cando la campana sonó, anunciando nuestras primeras horas de clases, todos nos pusimos de pie, tomamos nuestras cosas y caminamos hacia nuestros respectivos salones, esperé que cada uno entrara a su salón y intensifiqué mi caminar para alcanzar a Bella antes que entrara a su clase.
Podemos hablar. –le dije una vez estuve a su lado.
Tengo clases Edward. –contestó sin nisiquiera voltear su mirada.
Bella lo que pasó anoche…me asusté mucho. –decía cuando fue interrumpido por ella.
Edward….te agradezco…todo lo que has hecho por mí. –dijo agachando su rostro.
Ven vamos…no entremos a clases, tienes que hablar y sacar todo lo que tienes dentro, porque te está haciendo mal. –dije y la tomé por el brazo.
La saqué por la puerta trasera de emergencia del internado y fuimos directo a la guarida, allí nadie nos interrumpiría.
¿Qué pasa, Bella? –le pregunté sin rodeo.
Oh Edward, no puedo más. –dijo y se abalanzó sobre mí, la escuché sollozar y luego mi hombro se humedeció con sus lágrimas.
La abracé fuertemente a mi cuerpo y esperé que sacara sus lágrimas, para que luego pudiera hablar.
Luego de un rato, abrazados, se separó de mi cuerpo, y con voz ronca y ahogada entre lágrimas empezó a hablar.
Me siento tan miserable, Edward no sabes lo difícil que es todo esto para mí. –dijo sollozando
No te entiendo Bella, explícate mejor. –musité
Anoche luego que me dejaste el diario, empecé a leerlo…descubrí muchas cosas, desde que me tía perteneció a Libido, hasta que….MIERDA, duele…duele mucho. –dijo y las lágrimas volvieron a poblar su rostro.
Tranquila Bella, por favor, respira y saca eso que tanto te agobia.
Mi…mi tía…mejor dicho Jeana…Jeana y James, fueron amantes el tiempo que él y yo estuvimos juntos…me vieron la cara de idiota, Edward…y eso no es todo, mi prima, la hija de Jeana, no es hija de John como creíamos…sino hija de James y ella, nos engañaron todos…esa niña, esa niña…tuviera la misma edad de mi bebé, fuera su hermanita…pero Jeana si se atrevió a luchar por su vida…y yo, yo fui una cobarde que dejé que arrancará de mi ser a mi pequeño. –dijo y nuevamente rompió en lágrimas.
No había duda, que ese idiota era un infeliz desgraciado…la realidad hasta a mí me había abrumado, no sabía que decirle a Bella, sabía que estaba sufriendo mucho…quería poder decirle, que lo iba a matar con mis propias manos y que le tiraría su corazón a las pirañas, por todo el daño que le estaba haciendo, pero eso no estaba en mis manos…eso me convertiría en un ser despreciable como él…en un asesino.
Quiero matarlo con mis propias manos Edward…desollarlo vivo, y luego prender fuego a su cuerpo y verlo volverse cenizas…yo que lo único que hice fue amarlo, yo que daba mi vida por él de ser necesario…por él, por ese maldito bastardo hijo de puta. –decía Bella con los ojos perdidos en la nada.
Bella, tranquilízate, no hables así…tanto odio, te envenena el alma. –dije acariciando su cabello.
¿Alma? Edward, ¿qué alma?, yo no tengo eso…yo no soy la dulce Bella que quieres que sea, yo soy una maldita zorra perversa, que no le importa nada ni con nadie, no trates de venderme una imagen de mí, que no soy, yo me conozco más y mejor que tú, y lo que tú quieres que crea de mí misma, no existe…esa inocencia, esa dulzura…no es más que un espejismo, uno que se volvió nada en el desierto de mi vida. –gritó con desprecio
No Bella, estás equivocada…esa es la imagen que quieres vender, que quieres proyectar…yo sé que debajo de esa piel de león feroz, se esconde una temerosa oveja, que necesita mucho amor. –dije abrazándola.
No Ed, soy un demonio…yo no merezco el cariño de nadie. –dijo llorando una vez más
Dime qué tengo que hacer para que entiendas, que no eres un demonio, sino alguien que ha sufrido mucho y por eso se comporta de esta forma, dime cómo puedo darte un poco de felicidad, en ese triste corazón. –pregunté secando sus lagrimas con mis labios.
Edward…lo único que me devolvería la felicidad por completo es tener a mi bebé en brazos o poder volver en el tiempo e impedir que me practicaran ese aborto…y ninguna de las dos opciones es posible…sólo que tú fueras Dios…pero de todas formas te agradezco todo lo que haces por mí.
Quizás no puedo devolverte lo que pides, pero puedo llenar ese vacío que sientes, no con dinero, ambos lo tenemos de sobra y con eso no somos felices…pero sí mostrándote las bellezas de la vida, el amor…hay un mundo mejor para nosotros si nos lo proponemos. –dije
Sí me imagino…que algún día las cosas cambiarán y brillará el sol, sacándome de la oscuridad en la que vivo hace 3 años. –musitó, esbozando una media sonrisa que no le llegó a los ojos.
Creo que debemos volver….no quiero horas extra de trabajo comunitario. –me dijo poniendo una cara muy chistosa de pánico, yo no pude evitar reírme.
Ok, volvamos. –dije
Necesito desestresarme…creo que hoy cumpliré con otro reto. –dijo mientras caminábamos hacia el internado.
Y ¿cuál tienes en mente? –pregunté curioso
Tenemos clases juntos ¿no? –dijo
Sí, clase de Biología con la marimacho. –dije sin darle importancia hasta que caí en cuenta.
No, no. No serás capaz, verdad Bella. –dije entre abriendo mi boca y con los ojos a punto de salirse de sus órbitas.
Que poco me conoces, Cullen. –dijo mientras se agachaba a cortar una rosa del jardín trasero del internado.
Bella…no puedes ser capaz. –dije una vez más, yo prefería perder el liderazgo de Libido antes de lanzarme al abismo y seducir a un profesor tuerca (gay) del internado…y si luego, me acosaba, eso sí que no.
Y qué hay si luego te acosa. –dije tratando de que desistiera.
Bueno creo que no sería nada malo, probar una relación gay. –dijo guiñándome un ojo y entrado al edificio.
Tomé aire, y la seguí.
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Hola chicas...aquí esta el nuevo capitulo...los comentarios siguen de baja, pero tengo que decir que los votos han aumentado un poquito, de igual forma espero que comenten...
xoxo
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