Bella POV
No había duda alguna esa canción de Britney Spears me encendía…no dude ni un segundo en empezar a cantar y a contonear mis caderas al ritmo de la música…sentía los ojos penetrantes de Edward clavados en mi cuerpo lo que me hacía excitarme cada vez más.
Mi cuerpo emanaba sudor por doquier al punto de de convertir mi blusa blanca en transparente…los vuelos de mi corta falda se levantaban tras cada movimiento dejando al descubierto gran parte de mi diminuta tanga y de paso a mi trasero…solté mi corbata y se la tiré a Edward que se encontraba expectante en la cama.
Seguí bailando hasta el final de la canción…me dejé llevar por la letra y la última frase se la dije en el oído a mi único espectador.
Me sentía plenamente sexy y seductora…le propuse a Edward enseñarle a jugar bajo mis reglas y él accedió.
Me abalancé sobre él y quedé encima de su cuerpo. Pude sentir su miembro erecto y palpitante dentro de su ropa. Mi rostro estaba a escasos centímetros del suyo…mi cabello caía sobre su cara…nuestras respiraciones eran agitadas.
¿Te gusto, me deseas? –le pregunté con voz sensual, mientras que mi mano la cual reposaba en su muslo comenzaba a ascender con firmeza apretando toda su extensión a su paso.
Bella, no juegues así…me vas a hacer perder el control…-decía al sentir la presión de mi mano en su pierna.
Eso es lo que quiero Edward…que te descontroles…el cierre de tu pantalón te está pidiendo desesperado que lo liberes. –musité mientras palmeaba su abultado paquete.
En realidad esta era mi mejor arma de seducción…provocarlo hasta hacerlo sacar la fiera que lleva dentro…porque todos tenemos ese animal dormido dentro…solo necesitamos algo de estimulo para despertarlo…y él me había demostrado lo dulce y tierno que podía ser haciendo el amor…ahora quería que me mostrara lo buen amante hot que era en la cama.
Deja la vergüenza de lado…sabes muy bien que soy una niña traviesa. –le susurré y mordisqué sus labios suavemente.
¡Bella! ¡Bella! ¡Ok!, si eso es lo que quieres…pues lo vas a tener. –dijo Edward
¿Quieres que entre completamente dentro de ti? Pues lo vas a tener…luego vas a tener que pedirme que me detenga. –susurró en mi boca mientras destrozaba mi camisa del colegio y arrancaba mi sostén.
Escuchar sus palabras me excitó aun más…rudo, alterado y desesperado…todo junto era la mezcla perfecta.
Mientras su boca se perdía en mi pecho, con sus manos bajaba el cierre de su pantalón, sacó su viril y alucinante miembro…sacudiéndolo un poco, orgulloso de su tamaño.
Me miró fijo a los ojos, mientras tomaba una de mis manos.
Esto es lo que querías…es todo tuyo…dame el mayor placer que has dado jamás. –me dijo mientras llevaba mi mano a su erecto miembro para masturbarlo.
Colocó sus manos tras su cabeza y se recostó totalmente tumbado en la cama, mientras yo agarraba mi nuevo juguete y lo empezaba a estimular…pasé varios minutos dándole placer con mi mano, hasta que me detuve.
Luego de unos segundos casi escasos, sentí su mano fría en mi nuca presionándola y empujando mi cabeza hasta su miembro.
Yo entendí muy bien su mensaje, y me tragué toda su erección…no dejé de mover mi lengua en diversas direcciones…sus gemidos me hacían intensificar los movimientos de mi lengua, ya que me indicaban que lo que estaba haciendo lo hacía alucinar.
Detente. No quiero que todo acabe asi. –dijo Edward
Mmm, así te quiero, extremadamente caliente, quiero morirme entre tus brazos. –susurré y luego sentí una tremenda nalgada en mi trasero.
Es perfecto. –dijo con esa sonrisa torcida que me dejaba en shock y por un minuto me olvidé de todo.
Salí de mi letargo gracias a sus manos que vagaban con desenfreno por todo mi cuerpo. En un suspiro ahora me encontraba yo bajo su escultural cuerpo…apoyó toda su anatomía sobre la mía mientras se restregaba sobre mí, haciéndome notar completamente su virilidad.
No había duda alguna…necesitaba tenerlo dentro pronto…nunca me imaginé que detrás de ese hombre tierno que me hizo el amor…había un amante seductor y pasional que me hacía caer en los más bajos de los instintos.
Soltó mi falda y rompió mi tanga. Dejé escapar un gritito por la presión que ejerció al arrancarla.
Mis manos comenzaron a vagar por su cuerpo…dibujando cada uno de sus músculos.
Con una de sus manos, bajó hasta mi vagina y descubrió la humedad que existía gracias a sus palabras y caricias…lo que me hizo jadear y desear cada vez más tenerlo dentro…pero a él no le importó mis jadeos de súplica y se tomó todo el tiempo necesario para cada momento haciéndome gozar con cada roce.
Su otra mano apretujaba mi pecho y de vez en cuando lo intercalaba con pequeños pellizcos a mis pezones erectos. Su lengua vagaba por mis labios y cuello erizando toda la piel que acariciaba a su paso…luego su boca se posicionó en mis erguidos pezones y empezó a succionar con fuerza…tanto que me hacía gemir y arquear mi espalda de sobre la cama.
¡Qué mojada! ¡Estás ardiente! –me preguntó riéndose y con los ojos negros de pasión.
Sí…aaah. My ardiente y con ganas de sentirte dentro…yaa…aaahh. –dije como pude
Tus gemidos me vuelven loco…tanto que estoy dispuesto a follarte hasta que me supliques que deje de hacerlo. –musitó Edward con voz ronca de deseo.
Sacó sus dedos de dentro de mi vagina y los puso en mi boca, mientras yo lamía todos mis jugos posados en sus dedos.
Sin tardar acomodó mis piernas sobre sus hombros, y sin avisar me metió toda su larga y gruesa extensión en mi vagina…solté un grito de dolor placentero como jamás lo había sentido…las primeras embestidas fueron suaves para provocar un poco más de lubricación en mí y cuando la excitación nos sobrepasó empezó a cogerme con desenfreno…con fuertes embestidas.
Las paredes de mi vagina se empezaron a estrechar.
Estás a punto de acabar, verdad…lo puedo sentir. –decía Edward
Aaahh, termina conmigo. –musité
Te dije que tendrías que suplicarme, para que te dejara. –respondió
Te suplico…es más te pido…mierda……..termina conmigo… -grité y así ambos llegamos al más exquisito orgasmo…
En realidad estaba exhausta y traté de ir al baño.
A donde crees que vas…esto aun no ha terminado. –dijo Edward
Y unos pequeños golpes sonaron en la puerta.
Hijo estás ahí. –dijo la voz de una mujer a lo que intuí sería la madre de Edward.
Creo que si terminamos. –susurré mientras señalaba a la puerta.
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Hola mis niñas...¿me extrañon?...pues yo si...aunque creanme que no keria que mis pequeñas vacaciones terminaran...bueno aquí les dejo 2 capitulos más y muchas gracias x los votos y comentarios que m dejaron.
PD: no es mucho pedir que voten y me dejen sus comentarios verdd?
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