Emmet POV
Pasamos toda la noche y parte de la mañana, investigando al tal Edward Cullen, el hermano de Nessie, pero el hombre estaba limpio, era como si no tuviera pasado, y sus historias solo se referían a ser un chico guapo con un sinfín de admiradoras, inteligente ya que era una excelencia académica en el internado de Londres y las demás escuelas por las que había pasado, además de ser el heredero de una cuantiosa fortuna al igual que su hermana…no había nada que lo inculpara en algún hecho que nos sirviera para chantajearlo, mucho menos se parecía al monstruo que Reneesme nos había descrito.
Por suerte y dicha, movimos nuestras influencias para que alguien robara el examen del profesor, y así nos evitábamos de estudiar innumerables páginas de libros, y sólo nos dedicábamos a aprendernos las respuestas…teniendo mucho más tiempo para escudriñar en el pasado del heredero Cullen, quien en un par de horas se convertiría en nuestra tortura si no lográbamos introducirlo en nuestro mundo.
Luego de hacer el tedioso examen…digo tedioso, porque era una pérdida de tiempo, los chicos y yo nos reunimos bajo la sombra de un enorme árbol en el jardín trasero del internado, lugar que ya tenía nuestro nombre marcado y quien se atreviera siquiera a detenerse a admirarlo sufriría las consecuencias.
Hey Jake, alguna novedad. –pregunté esperando una respuesta positiva.
Nada hermano…es como si fuera un ángel caído del cielo, el maldito… -dijo con tono amargo Jake.
Mike, Jasper, Alec….ustedes encontraron algo. –volví a preguntar, pero obtuve la misma respuesta.
¿Dónde está Dimitri? –pregunté al notar su ausencia.
La última vez que lo vi, dijo que iba a cobrarle una deuda a tu hermana….por los caramelitos que le había conseguido hace unos días. –decía mientras era interrumpido por el codazo de Jake.
Lo siento. –dijo al ver como mi rostro se llenaba de furia.
Está bien, no hay problema…es que aun me cuesta creer en lo que se ha convertido mi hermanita Bella. –respondí
Es que eso lo lleva en los genes. –respondió Jasper y todos reímos.
Luego de hacer un par de llamadas a los detectives que habíamos contratado en cuestión de horas para investigar al novato hermano de Nessie, nos dimos por vencidos y suspendimos la búsqueda de información…planeando que sería mejor tratar de usar nuestro poder de convencimiento para unirlo a la sociedad.
Procurábamos irnos a nuestros dormitorios a hacer las tareas para luego reunirnos a planear nuestra perversa travesura de la noche, cuando un tipo se apareció frente a nosotros impidiéndonos el paso.
¿Encontraron lo que buscaban? –dijo y todos nos miramos confundidos.
Para ser una sociedad secreta, dejan sueltos muchos cabos que los delatan. –continuó hablando mientras nosotros nos helábamos.
La próxima vez que quieran investigar mi pasado, mi presente o adivinar cuál será mi futuro…pregúntenmelo directamente a mí. –dijo el hombre, mientras nuestros ojos se salían de sus órbitas.
Soy Edward Cullen, tengo 17 años…no tengo nada que me inculpe en ningún acto ilícito porque todo lo hago bien, sin dejar evidencia, así que lo poco que investigaron es lo que soy…y al menos que me ofrezcan algo que me interese dentro de su Libido, no aceptaré unirme a ustedes y eso los perjudicaría muchísimo. –expresó el prepotente hermano de Reneesme.
Estábamos conociendo al enemigo…y en realidad nos quedamos mudos. Somos una sociedad secreta y fuimos descubiertos por un novato, que supo hacer mejor el trabajo que nosotros…obtuvo múltiples resultados en su búsqueda, dejándonos como unos idiotas.
Te daremos lo que quieras, si te unes a nosotros. –dijo Jasper, siendo el único al cual le salió la voz.
Parece que eres el único el cual ha reaccionado, me alegra que haya alguien sensato entre ustedes…con esto no te quiero decir que estoy de acuerdo que te revuelques con mi hermana, Jasper. –dijo y mi piel se erizó, al notar que sabía hasta nuestros nombres.
Jasper tragó saliva haciendo ruido en su garganta debido al nerviosismo que sentía y dio un paso atrás.
Entonces, termina de decirnos qué es lo que quieres para unírtenos o simplemente ve y ponnos en evidencia delante de todos. –dijo un molesto Jacob.
Tranquilo Lobito, recuerda que perro que ladra no muerde…no seas tan gruñón. –dijo Edward
Ok, sabes todos de nosotros, hasta nuestros apodos como el de Jake…pero dinos, que quieres a cambio de unírtenos. –le lancé, ya no podía seguir atemorizado como una niña.
Quiero a la chica, que uno de tus compañeros de la sociedad, estaba metiendo a los cuartos de aseo…es lindísima y se me antojó…¿crees que haya algún problema con eso?...según mis averiguaciones su nombre es Isabella…Isabella Swan y si no me equivoco, es tu hermana, ¿no?...cuñadito!!! –dijo Edward, mientras sentía mi cuerpo estallar de ira. Traté de abalanzarme sobre él pero las manos de todos mis amigos me detuvieron.
Él me miraba con una gran sonrisa, como gozando al verme rabiar.
Tranquilo, digamos que estamos a mano por las veces que te has acostado con mi hermana Reneesme. –dijo con una sonrisa torcida que me envenenaba la sangre.
Bella es un hueso duro de roer. Además dentro de la sociedad están prohibidas las parejas exclusivas. –respondió Jake
Para mí no hay nada imposible, y si yo logro convertirme en el líder…eso de las parejas exclusivas puede cambiar. –respondió.
Mi hermana no te va a soportar, y menos si eres quien va a competir contra ella para ser líder de Libido, creo que nunca la vas a tener. –dije sincero
De eso me encargo yo, solo necesito tu consentimiento…lo toman o le dejan…creo que no es tan difícil mi petición para ayudarlos a que tengan privilegios dentro de la sociedad y mi recompensa no es tan elevada. –respondió, pero yo me rehusaba a aceptar su petición, conociendo a Bells, cuando se enterara de que la puse en juego para tener beneficios dentro de la sociedad, me arrancaría la cabeza sin consideración.
Pero los demás estaban más que decididos. Por más que traté de convencerlos de que dejáramos las cosas así y que asumiéramos las consecuencias de nuestros actos fue por gusto…cualquier cosa era más soportable que la furia de mi hermana.
Total, acabamos accediendo a la petición del imbécil…digo de Edward, el cual presentaríamos esta noche en la reunión de la sociedad.
Le explicamos ciertas reglas, le dimos algunos consejos para agradar a Rosalie, le contamos ciertas cosas que hacíamos y tuvimos que confesarle cuántas veces nos habíamos acostado con su hermana….y cuando vimos su cara pensamos que eramos hombres muertos, pero luego de eso se levantó y se fue, quedando de encontrarnos a tiempo para la reunión.
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