El amor de mi vida (+18)

Autor: sachiko065
Género: Drama
Fecha Creación: 04/06/2013
Fecha Actualización: 23/05/2014
Finalizado: NO
Votos: 15
Comentarios: 46
Visitas: 34012
Capítulos: 21

Bella:

Yo era una chica normal. Un poco gruñona tal vez y no la mejor en clase. Era cariñosa con mis familiares y amigos, me encantaba la música. En fin, era alguien normal como dije. Lo único que odiaba en este mundo era el amor de pareja. Me parecía algo repulsivo y bobo... Hasta que conocí a un bello italiano que llegó a mi escuela. Edward Vulturi. Él sintió cosas por mi desde que me vió, pero yo me quise resistir a lo que sentía porque... Me daba asco el amor. Pero... Terminé aceptandolo. Amandolo con toda mi alma más bien. Solo hay algo que no me gusta de su vida. Su padre es el más grande mafioso de Italia.

 

Edward:  

En mi familia había una especie de maldición, o así lo veía yo. Los hombres de mi familia solo podían enamorarse una vez en la vida y el amor duraba para siempre. Además, se enamoraban solo con ver a su chica a los ojos, aunque no se conocieran. Eso sin duda me parecía una patraña. Mi padre no lucía muy enamorado de mi madre que digamos. Por eso, dejé de preocuparme y disfruté de la vida. Tenía dinero, muchos autos, tenía a cualquier mujer que quisiera en mi cama. De repente mi padre me dió una noticia que me llenó de optimismo. Iriamos a vivir a Norteamérica. No me entristecía dejar Italia, yo no era apegado a las cosas ni había amado a alguien... Hasta que la conocí a ella llegando a mi nueva escuela. Con solo ver sus hermosos ojos chocolate supe que ya no volvería a amar a nadie más. 

 

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Capítulo 14: Disparo

Hola preciosas lectoras… Estoy muy feliz por todos los comentarios que me dejaron en el cap anterior y porque no recibí ninguna amenaza, cuando creí que si… Eso me tiene contenta jejeje. Espero que les guste este cap, aunque quizás se lleven una sorpresita. Jajaja estoy algo loquita, se me vienen ideas perversas a la mente. Estoy llena de inspiración con esta historia y no he podido dejarla de escribir. Como fueron tan buenas conmigo de dejarme sus comentarios pues aquí les dejo este capítulo que está lleno de angustia- para los personajes, no sé si para ustedes XD.

 

Saludos a:

 

XIOMY: Hola nena… Tal vez este cap no te guste mucho porque pues si hay sufrimiento (Jajaja spoiler, spoiler, pero… Las cosas se resolverán. Lo prometo. Muchas, gracias por dejarme tu comentario :D, que bueno que te agrade la historia Saludoss!

 

FABIANA: Me alegra haberte sorprendido ajajja. En poco tiempo- el de nosotras-. Van a empezar a resolverse las cosas  pero pues en el tiempo de ellos, no va a pasar tan poquito tiempo, pero prometo hacer que la reconciliación, encuentro o como quieran llamarlo, va a estar bonito. No digo genial porque no considero ser tan buena escribiendo como para hacer una reconciliación hermosa, pero me esforzaré por que así sea :D Muchas gracias por comentar J besos

 

MEIRYCULLENBLACK: Que tal hermosa? Me alegra mucho que te guste el cap y que me sigas en esta historia y que comentes cada actualización, significa mucho para mí. Jaja después explicaré lo de Jane y Carlisle, en verdad son padre e hija… Pero para saber completamente la historia tendrán que esperarse al POV de Alessandro jajaja (Edward me va a golpear por decirle así) Gracias también por entender mi stress, me quedan muy pocas vacaciones- un mes pero para mi es poquito- y no podré actualizar mucho las demás porque mi reto es terminar este fic, pero mandaré al diablo la prepa y las tareas en la primera semana y quizás en la segunda y me pongo a escribir las demás, sobre todo la de Hacienda Cullen ¡QUE ME URGE TERMINAR! HAHAHA y si, ya que acabe esa prometo que empezaré con la promesa, de la cual ya tengo casi listo el primer cap, capaz que dejo un pequeño adelanto en el próximo cap de esta historia. Como dije en un principio… Gracias por no amenazar jeje y por ser comprensivas, deben haber cosas trágicas en la historia. Saludos!!

 

KEIT: argr mensa!!! Me asustaste con ese comentario tan serio ¬¬ lo bueno es que no era lo que pensaba y pude darte las explicaciones que necesitabas (también spoilers y mi próxima idea perversa ¬¬ jajaja) Espero que te guste lo que te falta de leer del capítulo. Gracias por ayudarme a corregir cosas, te amo One-chan :D

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Capítulo  14: Forks

 

Bella POV:

 

Lo primero que hice al llegar a casa fue echarme a llorar como una niña pequeña. Edward me había roto el corazón de una forma cruel. No me había querido decir las razones por las que terminó conmigo.

 

Mi celular comenzó a sonar por décima ocasión. Todas las llamadas eran de Edward. Me había escapado de él. Cuando le dije que todo había acabado se puso como loco y me había tratado de besar. Le di una fuerte patada en su parte débil para que me dejara en paz y me fui corriendo. Al llegar a una parada tomé un autobús y vine a casa.

 

Lloré hasta que me cansé y me dormí encima del sofá. Me despertó la suave voz de mi mamá.

 

-Hija, despierta- me pidió. Me levanté bruscamente.

 

-Dime que pasó mamá- le exigí enojada-. Edward me dejó por algo que tú le dijiste, ¿Qué fue?

 

-¿Te dejó? Vaya… Él si quiere lo mejor para ti- sonrió.

 

-¿Por qué mamá? ¿Por qué me quieres apartar de él?

 

-Porque pertenece a la mafia... Yo me alejé de Carlisle por lo mismo y no quiero que tú te relaciones con ellos ¿Me has entendido?

 

-Pero eso no es justo mamá- protestó Jane entrando a la sala.

 

-¿Quieres que te recuerde la razón más importante?- preguntó Esme. Jane se puso triste.

 

-¡¿Cuál es esa razón?!- exclamé.

 

-No vamos a decirte

 

No insistí más. Si ellos no querían decirme, entonces que no me lo dijeran. Pero que tampoco me pidieran cariño porque ese no iba a dárselos jamás. Ya no sería tan imbécil. Todos me habían abandonado, pues yo también los abandonaba a todos.

 

-Está bien, no voy a insistir- dije con voz fría.

 

-Hija…

 

-No digas nada Esme- sonreí-. Lo entiendo… Puedo  vivir sin saber ese gran secreto

 

Y me subí a mi cuarto dejando a Jane y a mi madre boquiabiertas.

 

Esa noche me prometí a mí misma  no volver a llorar por Edward nunca más ni  a volver con él. Si él me hubiese dicho sus razones para dejarme, no estaría enojada, lo comprendería si esa razón fuese realmente poderosa. Pero, como no me lo dijo podía considerarlo como una tontería.

 

Pasaron las horas y no pude dormir casi nada. Mi celular sonaba y sonaba. No deseaba contestar pero tuve que hacerlo a la llamada número veinte.

 

-¿Sí?

 

-Bella, mi amor… Contestaste- me dijo Edward. Parecía como si estuviera tomado-. Te amo nena, perdóname

 

-¿Qué diablos te sucede Edward? - pregunté enojada-. Son las tres de la mañana, además, ¿Por qué estás tomado?

 

-Por… Por ti- sollozó-. No te quiero lejos de mí… Eres mi princesa

 

-Mira- suspiré-. No me interesa oírte, me dejaste cuando yo te amaba, ¿Pero sabes qué? Ya no será así, voy a olvidarte muy pronto, te lo juro

 

-¡No! Bella, yo te amo… No puedes…

 

Le colgué. No quería seguir oyendo sus tonterías. Contuve las ganas de llorar porque me había prometido a mí misma no hacerlo.

 

Cuando por fin sonó el despertador consideré la posibilidad de no ir a la escuela. No, no iba a ser tan cobarde.

 

Me llegó un mensaje al celular. Era Edward de nuevo.

 

“Bella, pasaré por ti, no pienses que porque lo nuestro haya terminado dejaré de hacerlo. Te amo, eres mi vida.”

 

Entonces se había resignado a nuestra separación. Yo ya no tenía nada más que hacer con él.

 

Le mandé un mensaje mientras me ponía el uniforme.

 

“No vas a pasar por mí, te lo prohíbo, no quiero que me vuelvas a molestar”

                                                                                

Apagué el teléfono para no escuchar su contestación.  Cambiaría el celular inmediatamente. Edward me había regalado el que tenía en navidad, pero… Lo cambiaría por el que llevaba antes.

 

Esta mañana solo desayuné con Jane. Mamá no iría a trabajar hoy.

 

-Voy a cambiar mi número de celular- le avisé.

 

-¿Qué? Pero el celular que te dio Edward está nuevo…

 

-No quiero nada que venga de él, por lo tanto, llevaré el que tenía antes

 

-Te va a encontrar… No creo que Edward sea tan imbécil como para no llamarte a este número

 

-Lo sé, pero no voy a contestarle… Usaré mi teléfono viejo en lo que compro uno nuevo

 

-No te preocupes, hoy mismo te llevo a comprar uno saliendo de trabajar- me sonrió. Asentí.

 

-Gracias Jane

 

Las dos terminamos de desayunar rápidamente. Subí a recoger mi mochila y a cepillarme los dientes. Recordé de repente que no había hecho la tarea. Realmente estaba metida en un buen lío.

 

“Literatura, toca a la última hora, puedo copiarle a Carlie en el receso” pensé mientras bajaba las escaleras “La de cálculo puedo hacerla cuando llegue, se la pediré a Ed…”

 

Detuve mis pensamientos. Yo ya no podía pedirle tareas a Edward. Él ya no era mi novio. Tendría que pedirle la tarea a Ángela, si… A ella.

 

Miré el reloj. Se suponía que en veinte minutos Edward tendría que estar aquí. No iba a dejar que me llevara él. Y joder, Jane ya se había largado. Estaba perdida, tendría que irme en autobús o tendría que pedirle el auto a mamá.  Si algo sabía hacer bien era manejar pero… No me gustaba mucho pero no me quedaba opción. Si caminaba hasta la parada habría más posibilidades de que Edward me encontrara.

 

Subí a la recamara de mi madre. Ella estaba dormida.

 

-Mamá- la llamé con voz baja. Ella se movió un poco y bostezó.

 

-¿Qué pasa hija?

 

-Tomaré tu coche, me tengo que ir a la escuela… Hoy no lo necesitas ¿Verdad?

 

-No, hija… Tómalo, solamente cuídalo, confío en ti

 

-Está bien- contesté tomando las llaves de la mesa de noche.

 

 

Salí a toda prisa de la casa. Puse la mochila en el asiento del copiloto y cerré la puerta. Estaba sacando el coche cuando de repente el Ferrari de Edward llegó.

 

-Maldita sea- mascullé enojada. Mi ex novio salió del auto, pálido del miedo.

 

-Bella, baja de ahí- me ordenó con voz torturada-. No sabes manejar

 

No contesté y terminé de sacar el auto.

 

-Bella, por favor no… No manejes- me suplicó mientras se asomaba por mi ventana.

 

-Quítate o si no te voy a lastimar- le advertí.

 

-Baja del auto, amor… Puedes tener un accidente

 

-No me digas así, y no… No tendré ningún accidente, déjame ir, que se hace tarde…

 

-No…

 

-Sí

 

Antes de que pudiera hablar aceleré el coche. Me sentí profundamente aliviada. Pero… Ese alivio desapareció cuando llegué a un semáforo y Edward quedó exactamente al lado mío.

 

-Isabella Marie Swan, es peligroso lo que estás haciendo- me regañó. En sus ojos se leía el miedo.

 

-Edward Alessandro Vulturi, ¿Me puedes dejar en paz?  Tú no eres nadie para decirme que es o no peligroso, no tienes ningún derecho a…

 

-Soy el hombre que más te ama- me interrumpió-. Por eso tengo el derecho

 

Subí la ventanilla. Ya no quería oírlo porque si no me bajaría del auto y lo besaría hasta cansarme. El semáforo se puso en verde y aceleré. Llegué al colegio un rato después, escoltada por Edward.

 

Para mí mala suerte solo habían dos lugares disponibles y para colmo estaban juntos. Muriéndome de rabia estacioné y bajé del carro. Todos se pusieron de acuerdo para llegar temprano.

 

-¿Por qué has hecho esto?- me preguntó Edward. Me miraba con odio.

 

-Porque no quiero que me traigas a la escuela, ¿Me entendiste? ¿Cómo te explico que no te quiero cerca? Me abandonaste y yo no te voy a suplicar…

 

-Be…

 

-Isabella para ti- lo corté. Me di media vuelta y me dispuse a entrar a la escuela.

 

Por fortuna Edward ya no me dijo nada más. Al llegar al salón saludé a Carlie como si no hubiese pasado nada. Ella me estaba contando sobre el nuevo trabajo de su mamá.  Después fui a pedir el cuaderno de cálculo de Ángela, el cual me lo prestó sin dudar. Yo le había salvado el trasero hacia un mes con unos ejercicios. Me la debía.

 

Cuando entró el primer profesor por fortuna pude encontrar un lugar solo hasta el fondo del salón en donde copié la tarea de Ángela. Alcancé a mirar como Edward me miraba pero le apartaba la vista rápidamente. Me dolía ver esa mirada cargada de agonía.

 

Cuando finalizó la primera clase Jasper vino a sentarse conmigo.

 

-¿Te ocurre algo Isabella?- me preguntó. Edward nos miraba furioso pero lo ignoré-. Es que no te has sentado con Vulturi y se me hizo raro

 

-No, estoy perfectamente bien, lo que pasa es que terminamos ayer

 

-¿Qué?- en sus ojos podía notar un cierto tono de emoción-. Lo, lo siento mucho

 

-No te preocupes Jasper- le sonreí.

 

-Oye, ¿No quieres ir a la cafetería hoy en el receso?

 

-Hum… Lo siento, debo pedir la tarea de literatura, es que no la hice

 

-Te la presto, si quieres vengo y me siento aquí y te la paso

 

-Perfecto, Jasper- se levantó de donde estaba y fue hacía su lugar para recoger la mochila. Edward se quedó boquiabierto viéndolo. Iba a levantarse para impedirlo pero llegó la maestra de cálculo. Ángela vino para pedírmelo y se lo di mientras Jasper se sentaba al lado mío.

 

Nuestros compañeros nos lanzaban miradas llenas de confusión y una de las chicas se fue a sentar con mi ex novio. Me puse muy celosa; no quería que nadie tocara a mi Edward. Me aguanté porque estábamos en medio de la clase.

 

En la siguiente hora Edward no hizo nada. Ni siquiera me volvió a mirar. Aproveché eso para conversar un poco con Jasper y avanzar algo el trabajo de literatura. 

 

La clase volvió a empezar y ya no pude seguir haciendo la tarea. En el receso me apuré todo lo que pude y me quedaron libres unos diez minutos. Los dos nos levantamos para poder estirarnos ya que habíamos estado sentados mucho tiempo.

 

-Te… Te quiero confesar algo Bella- me dijo Jasper-. Pero no te lo había dicho porque estabas con Edward…

 

-¿Qué pasa?- pregunté.

 

-Yo… Estoy enamorado de ti- susurró-. Cuando me pediste que te ayudara aun no lo estaba, pero he visto cómo has cambiado, como eres ahora… También te has puesto más guapa- dijo sonrojado. Yo me ruboricé también. Me daba vergüenza que me estuviese diciendo estas cosas.

 

-Jasper, por favor…

 

-Ya sé que acabas de romper con él- señaló a Edward-. Pero me esperaré un tiempo y luego haré mi lucha

 

-No puedo estar con nadie- le dije sinceramente-. No quiero estar con nadie

 

-Yo te trataría bien

 

-Entiende Jasper, no puedo sentir lo mismo que tú

 

-Shhh… No me digas nada- contestó y sin que yo lo esperara plantó un leve beso en mis labios. Me quedé paralizada.

 

-¡¿Jasper?!- exclamé furiosa-. ¿Por qué me has…?

 

-¡Te voy a matar, estúpido bastardo!- bramó Edward. Agarró por la cintura a Jasper y después lo tiró al suelo. Comenzó a patearlo sin piedad, incluso en la cara-. ¡No la vuelvas a tocar, ella es mía! ¿Me has entendido?

 

-¡Edward detente!- grité espantada. Rodeé su cintura con mis brazos para detenerlo.

 

-Aléjate de mí, Bella, lo voy a matar, lo voy a matar- me contestó. Después se agachó y comenzó a golpear salvajemente el ensangrentado rostro de Jasper. Este ni siquiera intentó defenderse ya que no podía-. Isabella, es mía, que te quede claro, imbécil…

 

De repente sacó una pistola de su bolsillo. Las chicas que estaban entrando gritaron como locas.

 

-Suelta esa pistola- chillé. Podían meter a la cárcel a Edward.

 

-Suéltame, cuando un Vulturi dice que va a matar, va a matar

 

-Edward mírame… Por favor no lo hagas amor, no lo hagas, te amo, no quiero que te metas en más problemas, te arrestarán, suelta el arma

 

Edward se volteó hacía mí y me miró. Sus ojos estaban inundados de lágrimas. De repente todo pasó como en cámara lenta. Jasper se levantó y lo quiso atacar por detrás. En aquel momento se escuchó como Edward disparaba. Los tres nos quedamos paralizados.

 

La cara de Edward reflejó horror en estado puro. Sus ojos estaban abiertos como platos y su boca estaba boquiabierta. Mi corazón se aceleró. Se había disparado. Miré su cuerpo. No había ninguna herida, ¿Entonces por qué estaba así?

 

Lo comprendí segundos más tarde. Comencé a ver borroso y un fuerte dolor me atacó en el estómago. Me había disparado a mí.

 

-Bella, mi amor- gritó Edward cuando me salvó de estrellarme contra el suelo-. ¡Una ambulancia! ¡Una ambulancia!

 

Alcancé a distinguir los gritos de todas las personas y del profesor de historia. Estaba muy confundida.

 

-Bella- sollozó Edward-. No me dejes, resiste bebé, resiste mi princesa, no te mueras

 

-¡Eres un estúpido!- gritó Jasper.

 

Quería irme… Sentí una sensación de paz recorrer por todo mi cuerpo a pesar del dolor. Tenía que irme. Por mi mente se cruzaron todas las imágenes de mi vida y de la época más feliz de esta. La llegada de mi único y verdadero amor, Edward.

 

-Soy un miserable- sollozaba-.Te disparé, soy un imbécil

 

-Te… Te amo Edward- intenté decir-. No te culpes

 

-Bella, Bella, por favor no…- me suplicó-. No, no mueras, mi vida

 

-Me… tengo… que ir

 

Sentí un sabor metálico en la boca. Joder. Estaba sangrando.  Edward gritó horrorizado.

 

-Adiós amor…- le dije con voz  débil. Ya no me quedaban fuerzas.

 

Después de escuchar un grito desgarrador finalmente morí.

 

Desperté en un lugar hermoso. Era un bosque. Me levanté y observé mi atuendo. Tenía puesto un vestido color azul cielo y estaba descalza. Me asusté este lugar no me daba tranquilidad. Quería ver a Edward, sin él esto era un infierno.

 

Corrí por el bosque desesperadamente. Necesitaba encontrarlo urgentemente. No podía vivir sin él.

 

Me detuve bruscamente. Esto no se parecía a ningún lugar que haya visto en mi vida… Intenté recordar lo que me había ocurrido y el pánico me invadió. Edward me había asesinado por accidente. Estaba muerta.

 

-¡Edward!- grité con todas mis fuerzas -¡Mamá, Jane! ¡Papá!

 

Me dejé caer al piso y lloré durante un buen rato. No era justo, yo no deseaba estar muerta. Quería ver a Edward una vez más. No tuve tiempo de arreglar las cosas con él.

 

Un ataque de pánico me invadió de nuevo. Ya no podría hacer las cosas que me gustaban. Ya no tendría un futuro.

 

Hasta ahora no me había dado cuenta del valor que tenía mi vida. Quería regresar, vivir, estar con Edward. Lo amaba demasiado y estaba segura de que en este momento él estaba sufriendo igual o incluso más que yo.

 

-Edward, te amo, quiero verte- sollocé-. Quiero verte una vez más

 

Cerré los ojos con fuerza y los volví a abrir. Seguía en este mismo bosque. Me levanté de un salto y volví a correr sin importarme nada hasta que me topé con una luz muy brillante. La atravesé porque algo me decía que debía hacerlo.

 

Me quedé boquiabierta por lo que veía. Era yo misma, pero… estaba inconsciente. A mi lado se encontraba Edward llorando a mi lado.

 

-Bella, despierta, por favor… No me dejes, te amo, aunque no podamos estar juntos…

 

Y otra vez con eso. ¿Acaso sería cierto que aquella razón era tan poderosa?

 

Me acerqué a él.

 

-Dime esa razón- le supliqué-. Dímelo…

 

-¿Por qué tengo que ser tu tío?

 

-Cálmate- le pidió Carlisle entrando a la recámara. Yo estaba paralizada, ¿Cómo que Edward era mi tío?

 

-Debería estar en prisión- gruñó Edward. Sus ojos estaban hinchados de tanto llorar-. ¿Por qué me libraste de esta? Casi mato a…- no pudo terminar la frase porque se echó a llorar de nuevo.

 

-Para que estés con ella hijo… Es cierto que le disparaste pero… Si te hubieras ido a prisión ahora te estarías quejando de que no puedes estar con ella

 

-Bueno, eso es cierto pero…

 

-Pero nada hijo, no te culpes…

 

-Me culparé la vida entera por haber lastimado a mi princesa- suspiró y besó mi mano-. Aunque también culpo al estúpido de Jasper, mi compañero

 

-Los celos son malos, mira lo que pasó

 

-Sí, pero no podía permitir que la tocara, Bella es mía, solo mía

 

-No puedes pensar en ella de esa forma y lo sabes

 

-¿Por qué papá? Yo la amo, es tan injusto esto… ¿Por qué tiene que ser mi sobrina?

 

¿Su sobrina? Lo miré sin entender… ¿Cómo coño podía ser su sobrina?

 

-Porque es hija de Jane y de Alec… Ella es mi nieta- le dijo Carlisle-. ¿Acaso no lo escuchaste cuando Esme nos contó la verdad?

 

¡¿Pero qué mierda?!... Por mi mente se pasó lo que me había dicho Jane. “Renuncie a tener a mi bebé por ti”

 

¿Jane había renunciado a criarme como su hija para que no me señalaran o algo así? Ahora podía entender las razones de Edward para dejarme. También entendía el comportamiento de Jane que tuvo conmigo toda la vida, incluso ella me conocía más que Esme. Me eché a llorar. Simple y sencillamente no podía estar con Edward porque este era… Mi tío. Qué horror.

 

Si las cosas iban a estar así, entonces prefería no despertar. No deseaba hacerlo. Quería volver a aquel bosque, tratar de olvidar y estar sola por el resto de lo que me quedaba.

 

Pero… Como la buena suerte no suele acompañarme todo el tiempo en ese momento comencé a sentí como vertiginosamente me acercaba a mi propio cuerpo. Después todo lo vi oscuro y pude sentir como mi cuerpo estaba acostado en la cama del hospital. Notaba también el dolor en la zona donde me dispararon.

 

No deseaba moverme. No quería que supieran que ya estaba despierta.

 

-Mi niña tiene que despertar- sollozó Edward-. No ha abierto los ojos y ya lleva un día en el hospital…

 

-No te desesperes Edward, ella estará bien… No te preocupes

 

-¿Qué no me preocupe? ¡Ella lo es todo para mí! Entiéndelo… ¿Cómo estarías tú si esto le hubiese ocurrido a Esme?

 

-Te comprendo… Yo me volvería loco de dolor, esto que sentíamos hacia ellas es demasiado intenso, tanto que no lo puedo soportar

 

-Sí, es demasiado intenso- suspiró.

 

-Vámonos hijo, el tiempo que nos dio el doctor para verla se está acabando… Esme y Jane pueden enterarse de que estamos aquí

 

-No me quiero ir- protestó Edward.

 

-Entiende, no puedo sobornar más al doctor para que nos dejen estar aquí… Deja descansar a Isabella

 

-No quiero que descanse, quiero que abra los ojos y me diga que está bien, eso es todo lo que quiero… Deseo estar junto a ella cuando despierte, cuando abra los ojos aunque ella esté molesta conmigo…

 

“No estoy molesta, mi amor” pensé “Tus razón para dejarme fue grande… Ahora sé cuánto me amas”

 

Quise decírselo pero era una cobarde. Abrí los ojos. Deseaba  verlo otra vez.

 

-¡Bella!- exclamó Edward y comenzó a llenarme de besos por toda la cara-. Mi amor, te despertaste…

 

-Ed… - dije con voz débil y ronca.

 

-Perdóname mi vida, perdóname por lo que te hice, soy un desgraciado, un celoso…

 

-¿Estás bien Bella?-  me preguntó Carlisle. Él me observaba con cariño.

 

-Estoy bien Carlisle- contesté y después miré a Edward a punto de echarme a llorar también-. Estoy bien Edward… No te preocupes

 

-¿Qué no me preocupe? Nena, ¡Te disparé!

 

-No quisiste hacerlo- suspiré-. No estoy molesta… Me sacaste de clases, gracias- bromeé.

 

-No vuelvas a bromear con esto, casi te pierdo- me regañó-. Eres lo más hermoso de mi vida, aunque no podamos estar juntos, entiéndelo

 

-Lo sé- sonreí levemente-. Sé que me amas igual que yo a ti

 

-Gracias al cielo que estás bien-  gimoteó y me dio un beso en la frente-. Me hubiese muerto si te perdía, te lo juro

 

-No, tú no te puedes morir- dije preocupada. Me dolió el estómago-. Ay- me quejé.

 

-¿Te duele?- cuestionó angustiado. Asentí-. No hables princesa, no hables, descansa

 

-Debemos irnos- dijo Carlisle. Me entró el pánico. No quería que Edward se fuera, pero… Tenía que dejarlo ir. Él era mi tío.  Un hermoso y sexy tío al que amaba con todo mi ser pero a final de cuentas mi familiar.

 

-No me quiero ir- contestó Edward.

 

-Debes irte- le dije-. Vete Edward… Yo voy a estar bien, me recuperaré

 

-No quiero separarme de ti

 

-Ve a ducharte, a descansar… Después vuelves, te prometo que seguiré aquí, que estaré bien

 

-Pero…

 

-Ve Edward

 

-Dime que me amas, por favor, una última vez- me pidió. Carlisle lo observaba con desaprobación lo cual no me importó. No era culpa nuestra que fuésemos familiares. Además se suponía que yo ignoraba todo esto.

 

-Te amo Edward, más que a nada- suspiré.

 

Edward se acercó para besar mis labios pero su papá lo tomó por la camisa. 

 

-Debemos irnos, Edward- murmuró Carlisle. Edward entrecerró los ojos.

 

Con mucho esfuerzo se fue de la habitación y cuando me quedé sola me puse a llorar como una niña pequeña. Ahora lo sabía todo. Edward y yo realmente no podíamos estar juntos… ¿Por qué la vida era tan cruel conmigo en estos momentos? ¿Sería acaso un castigo por rechazar tanto el amor? Seguramente eso era porque yo jamás le había hecho nada malo a nadie, solo a Edward, pero este me amaba al igual que yo a él.

 

Dejé de sollozar cuando la herida me volvió a doler. Me limpié las lágrimas y traté de descansar.

 

Unos minutos más tarde entraron mi madre y mi hermana. O más bien, mi abuela y mi madre. Esto era muy confuso pero no podía preguntar absolutamente nada porque eso sería como echar de cabeza a Edward y a Carlisle. Nunca me creerían que los escuché hablando.

 

-¡Hija mía!- exclamó Esme corriendo hacia mí. Me llenó de besos-. Mi vida, no sabes que susto me llevé, casi te perdemos 

 

-Nos llevamos- gruñó Jane. Ella estaba llorando-. Bella, creí que te morías… Yo me muero contigo si algo te pasaba… Eres mi vida, nena, tú y el bebé lo son todo para mi

 

Las dos me abrazaron. Este momento era incómodo. Moría por preguntarles todo, pero maldita sea, no podía. Supuestamente ignoraba esto.

 

-No me pasó nada…

 

-¿Qué no te pasó nada? Edward te disparó… Lo quiero refundido en la cárcel- masculló Jane-. Lo odio, lo odio demasiado… Se hubiese quedado detenido

 

-¿Lo detuvieron?

 

-Sí, pero solo una hora o dos… Su papá lo sacó del problema… Odio a ese hombre también aunque sea mi verdadero padre

 

-Hija, no digas esas cosas- le pidió mi mamá-. Aquí no hubo ningún asesinato, fue un accidente

 

-¿Todavía lo defiendes mamá? ¡Es increíble!- gritó mi hermana o… Mi madre. Ya no sabía que pensar.

 

-No lo estoy defendiendo…

 

-No es justo que no esté en prisión, casi mata a Bella… Jamás se lo perdonaré, jamás

 

-No digas eso Jane- le supliqué-. Perdónalo, fue solo un accidente, él estaba apuntando a otra persona y yo hice que me mirara, disparó por accidente porque un chico lo quiso atacar por detrás

 

-Sí, ya nos relataron todo lo sucedido- gruñó-. El ataque de celos, los golpes, la pistola, que tú le pediste que te mirara… Nos contaron exactamente como fueron las cosas… Aun así nunca se lo perdonaré… Ese chico no tarda en convertirse en un asesino como Carlisle Vulturi… Lo odio, quiero que muera

 

-¡Jane!- le gritamos Esme y yo al mismo tiempo. Me dolió más la herida

 

-Ay, me duele- dije con un hilo de voz. Mamá y Jane se angustiaron.

 

-¿Ves lo que provocas Jane?- la regañó Esme mientras me acomodaba la almohada-. Se le puede abrir la herida… Eres una inconsciente

 

-Lo siento Bella

 

-No odies a Edward, por favor, yo lo amo- dije llorando-. Por favor no lo quieras muerto

 

-No puedes estar con él, olvídalo- me dijo Esme.

 

-Lo sé, pero no por eso voy a dejar de amarlo

 

-Debes dejar de hacerlo- gruñó Jane.

 

-No podrá- susurró mamá-. Solo amará a Edward

 

-¿Qué?

 

-Sí, lo amará siempre y Edward la amará a ella para siempre también y con más fuerza

 

-Esas son estupideces- dijo Jane-. Nadie ama para siempre si lo separan de esa persona que se quiere… Se supera con el tiempo

 

-¿Superaste a Alec acaso?

 

-Eso es distinto, algo nos unía… Por eso

 

-¿Qué los unía?- pregunté-. ¿Tu hijo abortado? ¿Es de él? ¿Cómo está eso?

 

-Él y yo fuimos pareja en la preparatoria, tuvimos lo nuestro y me embaracé…                Después aborté y años después nos reencontramos, esa es la historia

 

-Hum… No entiendo, ¿Él no se enteró de tu estado?

 

-No… No quise decirle porque el bebé arruinaría su sueño de ser el gran arquitecto que es ahora

 

Me sentí decepcionada de ella… ¿Por qué no se atrevía a decirme la verdad? ¿Por qué creía que ocultándome las cosas yo estaría mejor?

 

-¿Por qué no me dices la verdad? ¿Realmente abortaste a tu hijo?

 

Jane se quedó paralizada y Esme se puso tensa.

 

-No me voy a enojar por lo que me digas- insistí-. Solo quiero la verdad

 

-¿Se lo decimos?- preguntó Esme a Jane. Esta negó con la cabeza.

 

-Bueno, eso no me lo digan, yo… Quiero saber la razón por la que me alejaron de Edward… Él dijo que tenía una razón poderosa para dejarme…

 

Las dos se quedaron sin respiración por unos instantes.

 

-No me digan porque es de la mafia porque si es eso… Estaré con él…

 

-No podemos decirte- musitó Esme-. Tú solo aléjate de él…

 

-No, no lo haré

 

-Bueno, como quieras, solo sabemos que él si se alejará

 

-¿Por qué no duermes cariño?- me preguntó Jane-. Debe dolerte la herida…

 

En ese momento tocaron a la puerta.

 

Jane fue a abrir.

 

-Papá- dijo Jane sonriendo. Me emocioné.

 

Charlie pasó  más al cuarto y se me llenaron los ojos de lágrimas. Hace mucho que no veía a mi papi.

 

-Papi- lloriqueé.

 

-Mi amor- contestó Charlie mientras iba a darme un beso. Mamá nos veía con una gran sonrisa-. Pasé los peores momentos de mi vida cuando me dijeron lo que había pasado, casi muero de un infarto y a Reneé le dio un ataque de pánico

 

-Los dejamos solos- anunció Esme mientras se retiraba con Jane.

 

Yo estaba  preocupada por Reneé. Ella me quería mucho y le daban ataques de pánico cuando algo me pasaba.

 

-Dile a Reneé que no tiene nada que temer, ya estoy mejor…

 

-Pues díselo en persona, ella vino y no me negué por el pánico que yo también tenía…

 

-Dios mío, no puede ser- murmuré avergonzada-. No debiste hacer que viniera, ahora no me dejará en paz- reí.

 

-Pues lo siento, ella tenía que venir… Lo que te pasó no es para tomarse a la ligera, no es como si te hubieses roto un brazo o una pierna… Te dispararon… Y para colmo no me quieren decir quien fue…

 

-Me asaltaron- mentí.

 

-Lo sabía… Se lo dije a Esme, no debías vivir aquí, estarías mejor en Forks

 

-Sí, pero aquí tengo la escuela…

 

-¿Se te olvida que yo soy el director de la preparatoria de Forks? Con tal de que estés bien, yo estoy dispuesto a meterte allí y que estudies los últimos meses, no me importa lo que tenga que hacer…

 

Reflexioné unos segundos sobre aquello. No estaría tan mal irme a Forks por un tiempo. Así podría tratar de recuperarme de lo de Edward. Así no lo vería todo el tiempo y no sufriría. Tenía que poner esa distancia entre los dos. Tal vez ayudara.

 

-Está bien papá

 

-¿En serio?

 

-Sí, me voy contigo a Forks… Me cansé de la ciudad

 

-Perfecto, nos vamos a Forks  en cuanto te recuperes… No quiero que te sigas exponiendo al peligro, Forks es mil veces más seguro… No te vas a arrepentir

 

Capítulo 13: Todo se acabó Capítulo 15: Descubriendo la verdad

 
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