Estaba en mi habitación preparando mis cosas para irme a Alaska. Estaba nerviosa, pero a la vez emocionada. Me había despedido de Jacob y habíamos llegado al acuerdo de dejar la relación tal como lo habíamos planeado no había tenido otro encuentro con Edward, pero creo que era porque Tanya no lo dejaba ni a sol ni a sombra. Estaba todo bastante bien, debo decir… Esta noche cenaríamos los 6, Carlisle, Esme, René, Charlie, Edward y yo, celebrando nuestra ultima noche en Forks. Para mi sorpresa Edward no vino solo. Tanya lo acompañaba. Durante toda la noche estuvo pegada a el como pegamento. Cuando todos se levantaron para tomar un café en la sala, me disculpe para terminar de preparar mis cosas. Estaba guardando la ropa en la maleta cuando al girarme veo a Tanya parada detrás mio. Grite de la sorpresa al verla..

-          Tanya! Me asustaste – Dije agarrándome el pecho.

-          Lo siento – Dijo – pero quiero hablar con tigo.

-          Dime

-          Quiero pedirte algo como amiga – Dijo

-          De acuerdo, dime.

-          Quiero que cuando estés en Alaska cuides a Edward de las golfas que seguro se le tiraran arriba. Quiero que vuelva a mi – Dijo

-          Tanya, no puedes obligarlo – Dije – Acaso siguen estando juntos?

-          No, terminamos para ir cada uno a la universidad, pero yo no quiero dejarlo!

Se largo a llorar desesperadamente delante de mi.

-          No llores…

-          No entiendes Bella… lo amo! Y tengo terror a perderlo! Por eso te pido que lo cuides por mi!

-          No se Tanya…

-          Promételo, por favor!

-          Hare lo que pueda – Dije finalmente – pero no prometo nada porque el también es mi amigo. No me peleare con el por esto, lo entiendes no?

-          Si… Solo inténtalo bueno?

-          Ok – Dije de mala gana.

Tanya me dejo en mi habitación y yo guarde las ultimas cosas en mi maleta para cerrarla. Baje para saludar a mi amigo y a sus padres. Esa noche no pude dormir. Estaba emocionada y a la vez alterada por el encuentro con Tanya…

La salida en el aeropuerto fue emotiva y a la vez rápida… Saludamos, quedamos de vernos en unos meses, nos abrazamos y dijimos adiós. Mientras subíamos las escaleras mecánicas saludábamos a nuestras familias y nos acercábamos cada vez mas a nuestro sueño…

Cuando llegamos al departamento, no lo podíamos creer… Era hermoso. Amplio, luminoso… Tenia tres habitaciones perfectamente equipadas… Esme estaba en todo… Mi habitación estaba decorada en tonos claros. La cama, grande, mucho mas de lo que tenia en casa, tenia un cobertor de color lila. Era la verdad hermoso… La habitación de Edward era de tonos grises. Muy formal, muy a su estilo. La tercera habitación tenia una computadora, una televisión y un equipo de música. Era por  así decirlo una sala de juegos… Contaba además con un living con sillones y una enorme televisión, una cocina totalmente equipada y un balcón para ver hacia afuera. Un detalle que me encanto, fue que había un hogar en el medio de la sala. Se ve que el invierno era realmente crudo… Este era el lugar que por los siguientes tres años llamaríamos hogar, y la verdad me encantaba.

Termine de acomodar mis cosas en la habitación y Salí a la sala. Prendí la televisión y me puse a hacer un cambio de canales. Me quede viendo una película, hasta que Edward se tiro al lado mio.

-          Nerviosa? – Dijo

-          No… porque?

-          Por mañana… será nuestro primer día…

-          No, la verdad mas que nerviosa, ansiosa… y tu?

-          Yo un poco nervioso. Creo que me es extraño, eso es todo.

-          Quieres que cenemos algo?- Dije.

-          No tengo hambre…la comida del avión fue suficiente – Dijo

-          Para mí también – Dije.

-          Te vas a dormir? – pregunto.

-          En unos momentos – Dije

-          Yo me voy… estoy cansado y mañana tengo que levantarme temprano… hasta mañana – Dijo acercándose ama y dándome un suave beso en los labios…

-          Hasta mañana – Dije aun con los ojos cerrados por su gesto.

Me quede despierta hasta cerca de la medianoche y me fui a la cama. Mañana seria un gran día

Había pasado ya una semana de clases y yo aun seguía sin conocer a nadie… tenia unas cuantas compañeras pero no parecían unas personas muy amables… Edward por su puesto ya había recibido una invitación a una fiesta, a la cual me invito, pero yo me negué.

-          Vamos Bella – Dijo cuando salió de su habitación cambiado para irse.

-          Ve tu… yo veré una película…

-          Vamos Bella, veras que será divertido!

-          No Ed… no insistas…

-          Vamos o me harás enojar – Dijo Serio

-          Te hare enojar? – Dije arqueando una ceja

-          Si, luego vienes diciendo que no conoces a nadie, que no tienes amigos, si cuando yo te invito a donde puedes conocer gente y no quieres ir

-          Es que te invitaron ati, no ami…

-          Pero yo te llevo a ti, y que! – Dijo serio.

-          No te molesta llevarme?

-          Por su puesto que no! como me molestaría… eres mi mejor amiga!!

Pensé por unos segundos..

-          Ok.. Dame 10 minutos.

-          No hay problema… tomate tu tiempo – Dijo sentándose en mi lugar y agarrando el control remoto.

La noche estaba bastante fría, por lo que me vestí con una pollera corta pero con medias negras. Una camisa negra y botas altas. Arriba de todo me puse un saco, me maquille y Salí.

-          Déjame verte – Dijo

-          Verme?

-          Si, quiero ver que traes puesto – Dijo

Abrí mi saco y le mostré lo que traía.

-          Por que mejor no te pones otra camisa?

-          Que tiene de malo esta?

-          Es muy cubierta. Estas con una pollera, seria mejor que te pongas algo que muestre mas tus atributos – Dijo mirándome.

-          No se a que te refieres… - Dije

-          De acuerdo, ven con migo – Dijo agarrando mi mano y dirigiéndonos a mi closet para ver que podía ponerme.

Eligio una remera muy entallada, de color negra y con un escote bien pronunciado.

-          Me moriré de frio con esto – Dije

-          Tu crees? Sin embargo yo creo que no – Dijo serio.

Me saque el saco y le pedí me dejara espacio para cambiarme.