Viernes. El día más esperado por todos los estudiantes del instituto de Forks, y no solo por dar inicio al fin de semana, sino por el baile que se iba a efectuar por la noche en el gimnasio. Las chicas no hablaban de otra cosa, los chicos no dejaban de apostar, el grupito de Mike discutía lo de su "reunión" y yo...bueno, yo era yo, dicho en otras palabras: fingía escucharlos.

-Hey, Bella. ¿Pasamos por ti o llevas coche?-la voz chillona de Jessica me regresó al mundo cruel.

-Llevo coche.-si, después de todo, ¿por qué dejar a mi bebé solo en casa?

Después de eso, ya no hablé más. Estaba deseosa de que todo esto acabara de una vez por todas. Era simple: ir con Mike, disfrutar la fiesta, alardear el lunes y tacharlo de la lista.

Cuando piensas acabar con todo, ¿por qué no hacer todo lo que te hubiera gustado hacer, de ser una chica feliz y normal, antes del final? En la lista estaban salir con compañeros de escuela y amigos fuera de ella, ir de compras y gastarme todo el dinero disponible –de ese modo Phil lo perdería-; lo otro no era necesario, lo que todas deseamos es el primer beso con la persona indicada, lástima que eso no fue antes. En fin, mucho que hacer y poco tiempo.

La hora del almuerzo pasó deprisa. El resto de mis clases no fue gran cosa. Durante biología Edward se dedicó a ignorarme, algo incómodo, pero a la vez grandioso. Alice me había enviado un mensaje para invitarme a su casa la noche siguiente, pero como no podía responderle al instante, quedamos de vernos en el estacionamiento.

Cuando el timbre de salida sonó, todos los alumnos corrieron fuera del aula, los pasillos se llenaron de gente y la palabra "baile" resonaba en mi cabeza. Me alegraba el hecho de no asistir al evento.

-Oye, Isabella.-la dulce voz de Alice me llamó apenas me vio caminar hacia el volvo donde estaban los Cullen. -¿Qué dices de mi invitación? Tendremos una noche de chicas...-me daba pena decepcionarla, era una chica muy linda, aunque algo escandalosa. O quizás yo era muy reservada.

-No puedo, Alice. Tengo planes con los chicos del centro comercial.- la sonrisa en su rostro se borró. Edward me miró con el ceño fruncido. Resoplé.

-¿Saldrás con personas que ni siquiera conoces? Podrían lastimarte...- Rosalie parecía preocupada, como si asegurara un hecho en vez de solo efectuar un comentario. Talvez a ella la habían lastimado antes...no, eso no era posible.

-No me dañarán. Son dos años menor que yo, uno de ellos es hijo del mejor amigo de mi padre. Mamá me habló de ellos hace tiempo. Y a demás, tengo desde bebé sin ir a la Push.-intercambiaron miradas entre ellos.

-¿La Push?-preguntó Jasper.

-Si. Ya saben como es eso, sentarnos alrededor de una fogata, contar viejas historias, conocer a los de la reserva, pasar la noche entre compañeros...-Alice asintió.

-Y esta noche...-a penas Emmett lo mencionó le corté.

-No bailo, mi coordinación es pésima. A demás he quedado con el grupo de Jess, es como un favor a Áng.-asintieron, aunque algo me indicaba que conocían algo que yo no.

Después que me despedí de ellos, subí a mi coche y me fui a casa. Un paquete estaba puesto estratégicamente en la puerta, un regalo de Alice. Nada más y nada menos que un "sexy vestido negro para que Bella se lo ponga en el baile". Si, tres palabras que no van juntas ahora lo estaban.

Unas horas después, recibí una llamada de Ángela para decirme que habían pospuesto todo para el domingo. Al parecer los padres de Mike iban a irse hasta la mañana siguiente y no podría dar su "pequeña fiesta". Ahora, ¿qué iba a hacer? Por un momento reconsideré la posibilidad de ir al baile, aunque no bailara. Pero el hecho de asistir, ponerme ese vestido y pasar la noche sentada sola no era muy tentadora. Al final me quedé en casa de Áng., para ver películas y disfrutar la noche.

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La mañana siguiente fue todo menos normal. Estaba un poco nerviosa y algo ansiosa, un mal presentimiento y el recuerdo de una pesadilla me atormentaban. Al principio no le di importancia, pero en el transcurso de la tarde se fue haciendo más intenso.

Tardé más horas de lo normal en arreglarme, y aun así no me sentía muy cómoda. Mi corazón latía acelerado mientras conducía hasta la Push.

Cuando llegué logré vislumbrar la pequeña fogata en el terreno quileute y a los chicos sentados alrededor. Caminé lentamente, intentando no caer en ningún momento a causa de mi evidente nerviosismo. Jacob me ubicó de inmediato y corrió hacia mi para darme la bienvenida. A los segundos ya los tenia a los cinco ante mi.

-Chicos, ella es Bella Swan.-murmuró Jacob apenas llegamos con el resto de los quileutes.

-Soy Sam, un gusto conocerte, Bella.-un joven alto, unos años mayor que el resto me hablaba. A su lado se encontraba una chica muy linda, sus ojos mostraban curiosidad y sonreía. Una cicatriz la marcaba, pero eso no tenia importancia. Las cicatrices que no se ven son las que cuentan. –Ella es mi novia, Emily.-la chica se acercó y besó mi mejilla.

Pasé a sentarme sobre la tierra con la espalda recargada en un tronco. Todos bromeaban, reían y se golpeaban entre ellos. Todo rastro de incomodidad se esfumó a los minutos de estar ahí. Emily era una chica realmente agradable,

conversamos mucho tiempo. La ayudé con las botanas para los chicos, quienes comían como si no hubiera un mañana.

-¿Te gustan las historias de terror, Bella?-Embry hablaba con un tono de voz que pretendía ser terrorífico.

-Si, las disfruto mucho. No me asusto con facilidad.- "A menos que incluyan a Phil", me maldije por pensar en él.

Iba a empezar a contar una historia, cuando mi celular comenzó a sonar. Lo apagué de inmediato, poniéndome completamente roja en el proceso.

-¿No debías contestar? Talvez era algo importante y...-comenzó Jared.

-No, solo era una llamada de Alice Cullen.-dije con voz despreocupada, pero todos se pusieron rígidos.

-¿Haz dicho Cullen? ¿Tienes algo que ver con ellos?-Sam hablaba a prisa, algo molesto y apretaba los puños.

-Bueno, somos compañeros de instituto y creo que algo parecido a amigos...-dije sin darle mucha importancia.

Todos guardaron silencio un momento. Jacob habló, decidido a contar la verdad sobre sus reacciones.

-¿Sabes que son los Cullen?-me preguntó Jacob y no supe que esperaba oír.

-Jacob, si le cuentas romperás el tratado.-Sam hablaba con firmeza y los chicos rodaron los ojos.

-Y si se mantiene con ellos, tarde o temprano romperán su parte.- dijo furioso Paul.

Tras una larga discusión de la que me perdí la mayor parte, Sam decidió contarme de qué hablaban:

-Bella, hay muchas historias sobre nuestro pueblo. Muchos piensan que nuestros antepasados tenían un pacto con los lobos, y que muchos de nosotros aun tenemos en nuestra sangre el producto de esa unión. Se cuenta que en nuestro pasado hubo hombres con la capacidad para transformarse en estos animales y proteger al resto, de los fríos. Estos hombres son llamados licántropos por tu gente.-

-¿Te refieres a los hombres-lobo? ¿Realmente existen?-pregunté con la curiosidad resplandeciendo. -¿Y que son los fríos?-

Sam continuó:

-El pueblo piensa que si, aunque no hay nada que lo asegure.-noté el tono falso en su voz. – Los fríos son conocidos por ustedes como vampiros. Los Quileutes acordaron con ellos no delatarlos ante los humanos, a cambio de que no entren a nuestro territorio. El bisabuelo de Jacob acordó el tratado. Los Cullen...-

-¿Qué tienen los Cullen que ver con esto?-pregunté atónita, como si no hubiera escuchado nada.

-Los Cullen son vampiros. ¿No has notado algo extraño en ellos? Nunca comen, ojos cambiantes de color, piel pálida, ojeras marcadas, fuerza, velocidad, belleza inhumana, frío y rigidez en sus cuerpos...-algo hizo "clic" en mi cabeza.

-Voz atrayente, deslumbran en ocasiones...ellos son ¿vampiros? Pero, ¿qué hay de la sangre?-estaba empezando a creer en ello.

-Se hacen llamar vegetarianos, solo cazan animales; pero, los accidentes ocurren, Bella. Por tu bien, aléjate de ellos.-la advertencia de Quil sonaba real, pero una parte de mi se negaba a ese hecho.

Siguieron hablando sobre el tema, yo había prometido no contar nada sobre ello. Entre más escuchaba, más creía. Todo concordaba, y el mundo que pintaban parecía en extremo real.

Esa noche fue extraña, y el sueño que tuve a continuación me hizo dudar de mi "realidad" y dar paso a la existencia de todas esas criaturas.

Nunca nada es lo que parece.

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Besos Magui_vulturi ;)