Dulce y Violento (Terminado)

Autor: magui_vulturi
Género: + 18
Fecha Creación: 14/07/2011
Fecha Actualización: 25/09/2011
Finalizado: SI
Votos: 12
Comentarios: 33
Visitas: 34593
Capítulos: 16

Perdonen es que no se como hacer el resumen haci que lean el prologo y hay mas o menos descrive la historia! XD

no sean duras es mi primer fic!! XD


Ninguno de los personajes aqui descritos me pertenece, todos son de Stephenie Meyer. No ahgo este fic con animos de lucro ni gano nada con ello, solo el reconociemiento de todos aquellos que lo leen. No me acuseis de nada, por favor!


Espero que les guste y comenten!

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Capítulo 3: Oscuridad

La noche estaba fría y el cielo, aun siendo de noche, cubierto por las espantosas nubes negras. Las gotas de lluvia resbalaban por el cristal de la ventana, la cual solo mostraba un paisaje desolado y deprimente. Los días en Forks siempre eran apagados, y sus noches, mucho mas oscuras. Los bosques alrededor de la pequeña casa conseguían mostrar ese ambiente característico de una película de terror; la misma imagen de un lugar sombrío y carente de luz alguna; aquel camino que la protagonista atravesaría corriendo para escapar de su cazador -aquel hombre o aquella bestia que atentaba contra su vida-, caería repetidas veces al suelo a causa de sus torpes pasos o las raíces engañosas, y en una de sus caídas sería incapaz de ponerse de pie, y se quedaría ahí, esperando el final de su existencia.

Mírame,

Quien sabe a donde llegare

Pero este no es mi caso. Yo no puedo huir de mi cazador, el hombre del que intentaría –y deseo con todas mis fuerzas- escapar tiene todo el derecho sobre mí. Las leyes lo hacen mi dueño, en cierto sentido. Yo solo soy un adorno más, una muñeca para su colección. Muchas veces me he planteado la idea de acompañar a mis padres, pero el simple temor de ser descubierta, y mi muerte impedida, me obliga a abandonar dicha esperanza de un futuro lleno de paz y descanso eterno.

Tómame,

No hay suelo ya donde caer

-Bella...-

Mi nombre escapa de sus labios numerosas veces, mientras sus labios y sus manos acarician mi cuerpo una y otra vez, como en tantas ocasiones anteriores lo han hecho. Han pasado tres largos y espantosos años desde la primera vez que lo hizo, pero el recuerdo sigue presente en mi mente, y el dolor y la humillación que me causa la situación en la que me veo, es la misma cada vez.

Ven

Llévame de dolor

Que está oscuro y no oigo tu voz

Solo quiero respirar

que la noche me va a matar

Sus labios encuentran los míos y puedo sentir las lágrimas correr por mis mejillas –una tras otra- al sentir su lengua acariciar la mía de forma salvaje. Cuando sus labios comienzan a bajar por mi cuello, me permito sollozar débilmente. La ropa comienza a desaparecer lentamente, dejando expuesta mi piel a su tacto. Los sollozos se van apagando al saber que por más que llore nada cambiará. Su lengua limpia las gotas saladas de mi rostro, para luego trazar un camino del cuello al ombligo, haciéndome sentir tan sucia como es permitido sentirse.

Él es el hombre en quien una vez confié, al que pensé adorar como un padre, quien me ofreció consuelo cuando mi madre se fue...el mismo que ahora me causa el mayor dolor del mundo. La persona que se robó mi primer beso, mi primera caricia, mi felicidad, la esperanza y mi virginidad. El hombre que me quitó la inocencia y me impidió una niñez y una adolescencia normal. El mismo que me ha tocado desde que cumplí trece, y que lo seguirá haciendo hasta que pueda terminar la preparatoria y marcharme a una lejana universidad.

Tómame,

Que el mundo se vino los pies

Giro el rostro hacia la ventana, contemplando las gotas resbalar sin descanso por el cristal, y escucho los árboles moverse con el aire. Él sigue entretenido, su cuerpo y el mío se mueven a un mismo compás, una danza para dos que solo uno disfruta. Caricias y besos productos del deseo de un despreciable ser, recibidos por la inocente joven que se encuentra bajo su cuidado. Sus movimientos aumentan la intensidad a cada minuto, el dolor que siento es incomparable con cualquiera que haya sentido antes, no importa lo que pase...siempre termina igual.

Llévame

Que hoy ya no me quiero esconder

La lluvia golpetea el techo con fuerza. Igual que las lágrimas golpean la sábana con la que me cubro. La tortura ha terminado por esta noche, dando paso al asco y el tormento al que me veo sometida una vez se queda dormido. El llanto silencioso me hiere enormemente; deseo gritar, golpear algo, acabar con todo...pero tengo miedo.

Me levanto silenciosamente y me visto con la misma ropa que él se encargó de quitarme. Mis pasos son completamente mudos mientras me dirijo a mi habitación, tomo la pijama del armario y entro al baño. El lugar más seguro en esta casa.

Ven

Llévame del dolor

Que esta oscuro y no oigo tu voz

Solo quiero respirar

Que la noche me va a matar

El agua caliente recorre mi cuerpo, llevándose el sudor y la saliva del hombre que hace unos minutos lo recorrió del mismo modo. Mi piel arde ante el contacto con el agua de la regadera, y pronto me veo rodeada por el vapor, pero no importa...nada importa. Permanezco bajo la regadera mucho tiempo, acariciando con mis dedos las marcas amoratadas en la cadera, la espalda, brazos y cuello...los golpes que el me brinda al negarme a acompañarlo...

Unos ojos chocolate me regresan la mirada frente al espejo. En ellos no hay brillo alguno, los labios amoratados e hinchados lucen sin color ni vida, las ojeras bajo los ojos son pronunciadas, mi piel se ve pálida...aun siendo albina, luzco como un muerto. El reloj que he puesto en el baño marca las cinco de la mañana, tomo el estuche con pinturas e inicio con mi tarea, cubriendo marcas y golpes...

Dame un beso

Algo que me haga al fin regresar

Y llorar en tus brazos al final

Que aun hay tiempo para escapar

-Mamá. Papá. Llévenme con ustedes, por favor. Ya no soporto esta vida...-sollozo sin lágrimas una vez estoy en mi habitación, en mi interior agradezco que Phil se haya marchado sin dirigirme una mirada, pero por otro lado solo significa que el castigo no era el de la noche pasada.

-Si esto no acaba pronto yo...no puedo seguir así. Mamá, ¿por qué me dejaste? Te necesito...necesito que estés a mi lado, tu no permitirías que yo fuera infeliz...por favor, llévame contigo.-

Con esas últimas palabras abandoné mi cuarto, saliendo para el instituto con paso firme.

Ven llévame del dolor

El día estaba nublado, como era de esperarse, pero no llovería hasta dentro de unas horas. Llevaba la mirada clavada en el suelo cuando choqué con alguien, la levanté de forma involuntaria mientras pedía disculpas.

Ven, llévame del dolor

-¡Isabella!- una melodiosa voz gritó mi nombre. Frente a mi estaba el mismísimo Edward Cullen mirándome de forma extraña con los ojos negros, la que me había llamado era Alice Cullen y a unos cuantos metros estaba el precioso volvo plateado de la escuela, donde pude divisar la figura de Emmett Cullen y de Rosalie y Jasper Hale.

Llévame, llévame, llévame

-Sube al coche, Bella. Hoy irás con nosotros...-una sonrisa torcida se formó en los labios del menor de los Cullen y mi corazón se detuvo un instante, para luego comenzar a latir de manera irregular a causa del miedo y la vergüenza.

-No, gracias. Prefiero caminar y...por favor, no vuelvas a llamarme Bella.- mis palabras sonaron frías y cortantes, dirigí una mirada a donde estaban el resto de sus hermanos esperándome y seguí avanzando sin mirar atrás en ninguna ocasión.

Una mano fría me detuvo unos metros más adelante, sin voltearme me quedé quieta y pude ver pasar el auto aprisa a nuestro lado.

Ven llévame

-Si no te molesta, te acompañaré a la escuela.- su tono era amable y su voz muy dulce. Me sentí incómoda, pero no dije nada. Apartó su mano de mi brazo y comencé a caminar de nuevo sin mirarlo, pensando en un modo de acabar con todo pronto y sin ser descubierta. -¿Te molesta mi presencia?- preguntó tras unos minutos de silencio.

-No, Edward. Solo estoy pensando...y...no tiene importancia.- me miró con reproche, algo frustrado. Sus ojos negros no se apartaron de mi, y por primera vez recordé que cuando nos conocimos sus ojos eran dorados...pero, ¿qué importaba? Tenia otras cosas en que pensar...un suicidio era difícil de planear...y su sola compañía me impedía concentrarme al máximo, sentía que él sabia lo que planeaba...y eso era un obstáculo.

Definitivamente los Cullen no eran lo que necesitaba en mi vida, o en lo que quedaba de ella.

Sonreí ante la imagen de mi muerte, y él lo notó inmediatamente. Cuando preguntó a que se debía mi repentino cambio de humor solo pude soltar una pequeña carcajada y luego guardar silencio.

Algunos creen que la vida es dulce, otros pensamos que la muerte lo es aún más...

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La cancion aqui puesta, es del grupo Kudai (uno de mis favoritos, arriba KUDAI!) y se llama Llevame. El titulo (Dulce y Violento) es el nombre de una de sus canciones.

Gracias x todo! Besos...n.n

voten y comenten!!

Queda de vosotras, Magui_Vulturi

 

Capítulo 2: Primer dia Capítulo 4: ¿Amigos?

 
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