Dulce y Violento (Terminado)

Autor: magui_vulturi
Género: + 18
Fecha Creación: 14/07/2011
Fecha Actualización: 25/09/2011
Finalizado: SI
Votos: 12
Comentarios: 33
Visitas: 34598
Capítulos: 16

Perdonen es que no se como hacer el resumen haci que lean el prologo y hay mas o menos descrive la historia! XD

no sean duras es mi primer fic!! XD


Ninguno de los personajes aqui descritos me pertenece, todos son de Stephenie Meyer. No ahgo este fic con animos de lucro ni gano nada con ello, solo el reconociemiento de todos aquellos que lo leen. No me acuseis de nada, por favor!


Espero que les guste y comenten!

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Capítulo 4: ¿Amigos?

El camino a la escuela no fue nada especial. El hecho de que el magnífico Edward Cullen fuera a mi lado, no hizo el trayecto ni mas emocionante ni entretenido. Me limité a ignorarlo y contestar una que otra pregunta que hizo. Tres años han bastado para que pierda toda confianza en los hombres. Phil siempre me ha aconsejado que me aleje de ellos, que a esta edad lo único que quieren es darse un acostón con cuanta chica linda les pasa por enfrente, y hace tiempo lo considero del mismo modo, tomándolo a él como el principal hombre que quiere acostarse conmigo.

Es fácil mantener a los chicos a distancia, solo debo serles indiferente una semana –a lo mucho- y todos sus intentos decaen. Las chicas, por el contrario, entre más indiferente soy con los chicos, más se acercan a mí. La raza humana es completamente extraña, prefiero considerarme una criatura fuera de este mundo, y mi comportamiento lo señala. Es anormal para todos, que una chica bonita, con una figura digna de admirar –aunque yo no me considere así-, desista de la oportunidad de salir con los jóvenes más populares por seguir de novia con un tipo 10 años mayor. Aunque claro, ellos no saben lo que mi "novio" representa para mí...

-¿Quieres sentarte hoy con nosotros?-la voz de Alice me recordó que iba caminando rumbo a la cafetería.

-Gracias.-fue la palabra que escapó de mis labios, aunque no pareció convencer a mi compañera de que realmente agradecía su compañía, pero esa era la verdad, me daba lo mismo sentarme con ellos que sin ellos. Era preferible estar en la biblioteca o vagando por ahí que en un salón atestado de gente que te observa como idiota.

Cuando tomé asiento en la mesa de los Cullen todos se giraron a verme y comenzaron a cuchichear sobre mi atrevimiento. Al principio me puse roja, pero luego fui regresando a mi palidez natural, mientras oía a Alice hablar con Rosalie sobre ir pronto de compras, y los chicos discutían de un partido de béisbol.

-Bella, vendrás de compras con nosotros a la salida.-las palabras de la despampanante Rosalie me dejaron helada. Por primera vez desde que la conocía, que no era mucho tiempo, me dirigía a palabra.

Pero, ¿de donde sacaron el llamarme Bella? Vale, lo reconozco, Isabella es un asco...pero detesto Bella desde que Phil...desde hace un tiempo.

-No creo que sea oportuno, tengo muchos deberes y...-los ruegos de Alice y de la misma Rosalie me hicieron doblegarme. Desde ese momento juré detestarlas eternamente. –Vale, voy con ustedes...si eso no arruina los planes con Phil...-

-Oh, vamos Bella. No creo que a tu novio le moleste que salgas con tus amigas..-hice una mueca cuando Jasper habló, detestaba que Phil se hiciera pasar por mi novio, y detestaba que me lo recordaran.

-¿Les puedo pedir algo a cambio?-el tono inocente de mi voz provocó que en sus labios surgiera una sonrisa. Hubo una mirada fugaz entre Emmett y Edward, este ultimo negó un poco frustrado. No le di importancia.

-Lo que quieras, chica.-la fuerte risa de Emmett atrajo la atención de varios chicos ahí.

-No vuelvan a llamarme Bella.-el timbre sonó apenas las palabras salieron cortantes de mis labios. En sus rostros se mostró el asombro, pero sin agregar nada tomé mi bolso y salí de la cafetería con paso firme y decidido. Detestaba mi nombre, pero ser llamada de ese modo era mucho mas sucio.

El resto de las clases fueron aburridas, en biología descubrí que mi compañero era el menor de los Cullen, definitivamente el destino negaba mejorar mi suerte. La práctica fue sencilla, el trabajo en equipo era necesario, pero supe evitarlo lo mejor que pude. Solo en una ocasión nos tocamos por accidente, y una descarga eléctrica me recorrió; todo lo contrario a los escalofríos que sentía cuando Phil se acercaba demasiado.

El camino de vuelta fue silencioso por mi parte, los Cullen se habían ofrecido a llevarme a casa y prometieron pasar por mí en unas dos horas, tiempo suficiente para informar a Phil y preparar la comida. Cuando estuve dentro preparé su comida preferida y la serví en cuanto escuché el coche estacionarse. Su rostro de fastidio pasó a alegría a una velocidad de vértigo al verme de espaldas en el fregadero. Sus brazos rodearon mi cintura y sus labios rozaron mi nuca.

-Después de la comida, Bella..-antes de que sus planes fueran conocidos interrumpí.

-Unas amigas me han invitado a ir de compras hoy, vendrán a recogerme dentro de una hora. Creo que tus planes serán pospuestos por un tiempo.- No se que fue, si las palabras y la sonrisa burlona o la mirada desafiante y asqueada, pero su reacción fue la esperada.

Una sonora bofetada resonó en el silencio de la cocina. Mis ojos se llenaron de lágrimas y me lleve las manos al rostro, intentando de ese modo frenar el llanto. Me tomó del brazo con tanta fuerza que un moretón comenzó a formarse en él, a jalones me obligó a subir las escaleras y lo siguiente que sentí fue mi cuerpo chocar contra la pared. Cuando sus labios encontraron los míos cerré los ojos y no dije nada, solo quería evitar pensar que esto era verdad.

-Nos vemos cuando regreses, cielo.- besó mi frente y salió de la habitación, a los minutos escuché un plato quebrarse en la cocina y el auto alejarse. Me levanté a prisa y miré la hora, faltaban quince minutos para la llegada de los Cullen. Tomé un baño rápido, dejé mi cabello suelto y me puse una falda negra y una blusa azul manga tres cuartos, esperando con eso cubrir las marcas en los brazos. El maquillaje logró cubrir el golpe reciente, regresé al cuarto y vi en la cama la suma de 1000 dólares, lo que solía dejarme Phil después de mis "servicios". Era lo peor, ser abusada por tu padrastro, fingir que él es tu novio y luego, que te pague como si fueras una prostituta.

Recogí el dinero, pues cuando no lo hacía, sus golpes eran peores, y lo guardé en el bolso junto con las tarjetas de crédito que me dio de obsequio a los quince. Las llaves que me había aventado antes de salir llevaban una nota que decía "Felices 16, Bella. Disfruta el auto." Me asomé por la ventana para encontrar un volvo plateado estacionado tras un Porsche 911 GT3 blanco con un moño azul sobre él.

Bajé aprisa las escaleras cuando el timbre sonó. El suelo de la cocina estaba lleno de salsa y los platos de la comida rotos, le abrí a las chicas, sin esperar encontrar a los cinco frente a mí. Todos pasaron a la sala, elogiaron mi nuevo coche y después de ofrecerles algo de tomar –que por supuesto negaron- los dejé sentados para recoger la cocina, con Edward como mi sombra.

-¿Qué pasó aquí?- la curiosidad brillaba en sus ojos dorados. ¿Dorados? Hace poco eran negros...

-Nada. Mi novio y yo discutimos y...no hay mucho que decir.-

-¿Discutieron?-

-Si, es algo normal entre parejas.-

-¿Cuál fue el motivo?-

Las lágrimas se agolparon en mis ojos cuando recordé el "motivo" por el que habíamos "discutido" y el modo en que todo terminó. Algunas bajaron por mis mejillas y él las notó de inmediato. –Ninguno especial.-alcancé a responder secándome el rostro con cuidado para no arruinar el maquillaje.

-Debes amarlo demasiado para ponerte así...-su tono era triste, como si estuviera decepcionado ante el descubrimiento. Si tu supieras, Edward...

-Creo que si...-no dije nada más, el tono era demasiado falso y mi compañero muy observador.

-Isabella, nosotros somos tus amigos, si deseas hablar...sabes donde estamos.-una sonrisa torcida se formó en sus labios, y logré sonreír sinceramente por primera vez en años. Quizás los Cullen si eran necesarios en mi vida, o en lo que quedaba de ella.

-¿Pueden darse prisa o están muy ocupados?-Emmett lanzó la pregunta al aire, después escuché a Rosalie regañarle y me puse roja al captar el doble significado.

-Vaya auto.-susurró Alice al observar el coche de cerca. Los Cullen estaban asombrados, pero la más impactada era yo.

-Gracias, es un regalo de mi novio por mi cumpleaños 16.-

-¿Tu cumpleaños es hoy?-la duendecilla estaba histérica.

-No, mi cumpleaños es dentro de un mes, es un adelanto...tu sabes, Forks, escuela, lluvia...-

-Oh, eso es perfecto. Así tendremos tiempo a prepararte una gran fiesta.- Rosalie acababa de tener una idea horrible.

-No, gracias. Detesto celebrar mis cumpleaños.- Eso era verdad, cada cumpleaños Phil tenía un regalo especial...

-¿Por qué?- preguntó cuando me subí al volvo, en el asiento del copiloto, para irnos al centro comercial.

-Me recuerdan que sigo viva- lo dije en un murmullo que ningún humano sería capaz de escuchar, pero ellos lo hicieron. Edward no dijo nada, pero me miró con el ceño fruncido el resto del camino.

 

Capítulo 3: Oscuridad Capítulo 5: Socialización

 
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