POV JANE

Después de la charla con la manada todos nos dejaron solos; sentía que ellos me aceptaban. Nunca había experimentado esta sensación; era amor. Amor hacía una nueva familia y amor hacía el. Hacia Embry.

Me di cuenta de lo que sentía por Aro era una mentira; el nunca me quiso, solo me utilizo; igual que a mi hermano.

Mi hermano. Su inocente rostro llegó a mi mente. ¿Que tal estaría?¿Me olvidó?¿Nuestra relación sería la misma después de todo lo que pasó? Miles de preguntas se concentraban en mi mente, pero ninguna tenía respuesta.

- ¿En que piensas? - me dijo mi preciado lobo mientras sentía su abrasadora caricia por mi rostro. El era un regalo del cielo, ¿como un demonio como yo, cruel, sádica... había encontrado ha alguien tan perfecto?

- En ti - le dije mientras acercaba mis labios a los suyos. Era una sensación exquisita; el lo era todo. Por fin estaba completa. Sus labios eran pura adrenalina; me hacía vibrar; me hacían enloquecer. Su aroma no me molestaba; me parecía embriagador; lleno de vida.

Nos separamos lentamente y me perdí en sus maravillosos ojos oscuros. El era mi perdición.

En esos instante pude notar como mi garganta ardía. Tenía sed

- Debo irme a cazar

- Jane no puedes

- ¿Como que no puedo? - pregunté molesta

- Bueno, me he explicado mal... si puedes; pero humanos no. Acuerdate, nosotros somos los guardianes del pueblo, y no permitiremos que ataques  a nadie.

- ¿Entonces?

- Tienes otras opciones...

- ¿Animales? ¿quieres que me haga vegetariana? - pregunte con asco

- Así es Jane, no quiero hacerte daño, no nos lo pongas dificil; dijistes que ibas a cambiar...

- ...por ti - termine la frase por el

- Así es cielo - me cogió por la cintura y me atrajo hacia el. Podía sentir su corazón; su respiración. Era algo grandioso, era un regalo de los dioses

- ¿Pero como lo hago?

- Facil, dejate llevar por tus instintos... ¿te acompaño?

- Si...

- Tranquila Jane; no pasará nada. Estoy contigo

- Gracias 

Y dicho esto me dio un tierno beso en la frente

- Hagamos esto más divertido - me dijo con una sonrisa burlona

- ¿En que estas pensando?

- Una especie de competición... veremos quien caza más; y el que gané...

- ¿Que? - le pregunté siguiéndole el juego

- Ya lo decidiré cuando gané - me dijo mientras escuchaba su perfecta carcajada

- Eso lo veremos lobito

Sin previo avisó este se transformó en el gran lobo que era.

- Tres... ya! - dije mientras salía disparada hacia el bosque.

Obtuve algo de ventaja gracias a esto, pero Embry era bastante rápido.

Corrimos durante varios minutos hasta llegar a los más profundo del bosque; en ese momento me quede parada, tenía que localizar a mi próxima presa. Tenía que hacerlo por el.

Pasaron dos segundos y capte un delicioso aroma; era una manada de alces. Se encontraban a unos 3 kilometros de mi posición.

Y como me dijo Embry me deje guiar por mis instintos. La sangre; su deliciosa sangre corría por mi garganta. No era tan malo, aunque había acabado con los siete alces que formaban la manada todavía sentía ardor en mi garganta; pero era un mínimo ardor. Podía pasar desapercibido.

Me di la vuelta intentando buscar a Embry, pero no lo encontraba...

De pronto un gran lobo apareció. Era el. Pero se mostraba distinto.

Sin previo aviso se abalanzó sobre mi.