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Me desperté aun abrazada a Jacob, me sentía… bien; me gire hacia la mesita de noche y estire un poco mi cuello para ver la hora… eran las once de la mañana, puf, sí que dormí mucho.

Sentí que alguien ponía su rostro en mi cuello, era Jacob, empezó a darme besitos en el cuello, lo cual hizo que se me pusiera la carne chinita.

 – Buenos días – Dijo contra mi cuello.

 – Bu… bu… enos… días… - Dije tartamudeando ¿Qué diablos provocaba en mí?

 - ¿Qué te ocurre? – Pregunto inocentemente sin apartar su rostro de mi cuello.

 – Tu… sabes… que… me… ocurre… - Quito su cara de mi cuello, me gire para verlo y me miro a los ojos.

 - ¿Qué? – Pregunto inocentemente.

 - ¡Tú sabes que!

– Ok, pero no te enojes

 - ¿Por qué lo haces? – Pregunte con cansancio.

 – Como dije anoche, eres mi esposa y podrás evitarlo.

 – Eres un descarado – Él sonrió.

 – Ya… no te enojes – Alce una ceja y él se puso “serio”

 – Ok, ya, no te enojes conmigo linda – Me ruborice ante el alago.

 – Tratare, pero te costara – Se acercó más a mí y me beso volviéndome loca.

Estuvimos besándonos hasta que nuestros estómagos rugieron.

 – Creo que deberíamos bajar a comer – Le informe una vez que nos separamos.

 – Si… lo mismo pienso – Nos levantamos de la cama y bajamos a comer en pijama.

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Estaba en el jardín con mis padres, ellos tenían que regresar a casa.

 – Te extrañaremos – Dijo mama.

 – Aja – Dije en un susurro.

– Cariño… no hagas esto más difícil de los que ya es – Dijo papa, sabía que les estaba complicando la despedida.

 – Ok… yo igual los extrañare – Acorte la distancia que nos separaba y nos abrazamos.

 – Te amamos – Dijeron ambos.

 – Y yo a ustedes – Dije en un pequeño susurro.

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¿Qué te ocurre? – Me pregunto Jacob preocupado.

 – Nada – Conteste desde el borde de la ventana, estaba mirando el cielo, el cual se estaba poniendo rojizo por el atardecer, eran alrededor de las seis de la tarde.

 – Sé que te ocurre algo, lo siento en el cómo estas distraída – Se acercó a mí y tomo mi rostro con su mano derecha, haciendo que lo mirara a los ojos.

 – Y además, lo veo en tus ojos.

 – No es nada Jacob. – Jake, Jacob suena muy formal – Me levante y acerco su rostros al mío, besándome, pase mi brazos alrededor de su cuello y enrede mis manos en su cabello, tan negro como la noche.

No supe cuándo, ni mucho menos como, pero terminamos en la cama, la ropa empezó a estorbar y la hicimos desaparecer, lo único que fue piel expuesta, besos apasionados, suspiros y jadeos.

bueno espero les allá gustado :3

Besos :* :* :* :*