(natitax_cullen_black gracias por leer el fic, que bueno que te haya gustado)

Yo no podía dejar de estar atónica, no entendí lo que pasaba porque no lo empujaba, porque no salía de sus brazos, él volvió a colocar su frente junto a la mía, y de repente musite:

-      Edward…

Él sonrió en el instante que pronuncie su nombre y me sorprendió aun más cuando me descubrí que yo también estaba sonriendo

-      Será mejor que me vaya

-      Porque te quieres ir?

-      Es que yo no permito estas clases de cosas

-      Discúlpame si te estoy causando alguna molestia

-      Creo que ese el problema no siento ningún molestia

Edward sonrió aun más y se acercó un poco mas esta vez, nuestras narices chocaron.

-      Me tengo que ir- musite una vez más

-      No, por favor- dijo con voz de suplica- si prefieres tocó para ti pero no te vayas, andas encerrada en tu cuarto por muchas noches haz un cambio y quédate conmigo

Me sostuvo con la mirada y yo solo asentí, él me tomo de la mano e hizo sentarme a su lado, hasta que comenzó a tocar. No había duda que Edward era el mejor interprete que he podido escuchar. Él me miraba de vez en cuando y así estuvimos por varias horas. Él toco para mí casi toda la noche, la música cada vez me iba relajando, cerré mis ojos para disfrutarlo al parecer Edward noto esto porque sentí que tocaba con más emoción. Era como si fuera yo otra vez, como si el dolor, el rencor y la tristeza se fueran y solo quedara yo, la Isabella Swan que siempre estuvo en mí.

-      Que lindas melodías

-      No tan lindas como tu

-      Creo que ya es hora que me vaya…

Mire por la ventana y vi que casi estaba amaneciendo

-      No creo que sería conveniente para ti que nos vieran aquí

-      Lo que piensen los demás es lo que menos me importa en estos momentos- dijo riéndose un pronto como si estuviera diciendo un chiste privado

-      Entonces que es lo que preocupa?

-      El saber como las pasado

-      Hay sido un noche inusual y relajante- conste honestamente

-      Te gusto?

-      Desde luego- dijo mientras me paraba

-      Te acompaño hasta la puerta de tu cuarto

-      No es necesario

-      Déjame ser caballero por favor- dijo cuando me abría la puerta

Este gesto me hizo sorprender nadie en Volterra me había tratado con tanta gentileza. Las luces del piso estaban apagadas, me pare frente de mi puerta, Edward se detuvo muy cerca de mi rostro y musito:

-      Y dijiste que no eras una buena compañía

-      Aun lo sigo pensando

-      Puedo demostrarte que no es así

-      No veo la forma de como- dije confusa

-      Hummm…si lo hago como sé que no me sacaras volando por la ventana

Soltó de pronto una leve risa ante su comentario y sin darme cuenta una risita entre dientes se me escapo y de pronto me quede en silencio de lo sorprendida que estaba

-      Que pasó?- me pregunto de repente

-      Nada, es solo que hace mucho tiempo que no me escucho reír

-      Pues te diré que tienes una risa muy hermosa

Yo me quede en silencio otra vez, mirando sus ojos que me brindaban una sensación de tranquilidad-

-      Y entonces en que quedamos?

-      Bueno con respecto que saldrías ileso, creo que no podría asegurarte nada

Otra vez nos reímos, era increíble escuchar como nuestras risas se juntaban también que se oían como si fuera un cantar y a la vez una sola

-      En pocas palabras lo tengo que tomar como un reto?

-      Bueno si eres de los hombres de retos entonces supongo que sí

De pronto se acercó, un poco más, pude sentir claramente su fresco aliento, hasta que dirigió sus labios hacia mi frente y los colocó suavemente, mientras ponía sus manos en mi cintura acercándome más a él, me dio un beso tan tierno que yo solo pude quedarme quietecita, luego se retiro tan solo un poco, hizo una sonrisa traviesa y me dijo

-      Creo que aun sigo de una sola pieza, en pocas palabras estoy intacto

-      Eso veo- dije sorprendida

-      Podría acostumbrarme a esto

-      A que te re...

-      Luego lo entenderás, nos vemos al ratito

Yo solo asentí, me día vuelta y entre a mi habitación, una vez estando sola apoye mi cabeza a la puerta, me sentía algo confundida, no podía entender lo que había sucedido, y sobre todo como lo había permitido. Con todos y mis pensamientos incluyendo los recuerdos me dirigí a la ducha para darme un baño y mientras lo hacia una sonrisa apareció en mis labios al recordar el beso de Edward en mi frente.