Nadie como tú

Autor: RommitaCullen
Género: Romance
Fecha Creación: 26/11/2009
Fecha Actualización: 28/12/2009
Finalizado: SI
Votos: 45
Comentarios: 132
Visitas: 156345
Capítulos: 31

Bella siempre pensó que su vida era perfecta... pero con la llegada a un nuevo lugar... un nuevo pueblo, cambia su vida radicalmente

Edward, el chico mas codiciado del instituto, pero un decepcionado de la vida, siente que su corazón vuelve a latir gracias a unos ojos color chocolate


ES mi primer Fic... soy una chica que ama el romance y por sobre todo amo la pareja Edward & Bella, espero que disfruten tanto como yo leer este fic Sealed

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Este es el link para que sigan leyendo mis locas ideas! =)

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Capítulo 30: Para siempre

Los días que paso en la compañía de Edward siempre pasan rápidos, pero estas vacaciones pasaron más de lo que pude imaginar. Durante el día me llevaba a conocer lugares preciosos de la costa como acantilados, roqueríos y en más de alguna ocasión nos quedamos mirando el atardecer desde alguna duna que encontrábamos de camino a casa.

Hablábamos siempre de nuestro futuro, él quería casarse pronto y tener una casa llena de niños, a decir verdad anhelaba el día de casarme con él, pero somos demasiado jóvenes, recién hemos acabado el instituto y en algunos días más comenzará nuestra vida universitaria, siempre trataba de bajarlo de su sueño con la mayor de las dulzuras posible porque yo quiero casarme – obviamente con él – pero también quiero tener una estabilidad para ofrecerle a mis hijos por eso insistía que quería casarme después de terminar la universidad.

Edward aún no quería decirme donde iba a entrar a estudiar, ni que carrera había elegido algo que me tenía con los nervios de punta, no soportaría otra vez tenerlo tan lejos de mi solo de pensarlo me dolía demasiado.

-Bella… ¿Estas bien?

-Sí cariño estoy bien – mentí

-No me mientas Bella – dijo Edward preocupado - ¿Qué pasa? – acaricio mi mejilla mientras estábamos sentados en la arena viendo el atardecer

¿Qué iba a decirle?, que me aterraba el hecho de que seguramente este sería el último día que podríamos estar así solos, disfrutando del amor inmenso que nos profesábamos, que anhelaba poder seguir amándolo cada noche durante el resto de mi vida como lo habíamos hecho durante este maravilloso mes de vacaciones. Que quería quedarme a su lado sin importar que tenía que irme a la universidad apenas pusiera un pie en Forks y que no tenía la menor idea de donde él estaría el año entero hasta que otra vez nos viéramos en vacaciones o que me aterraba el hecho de que él podía conocer a otra en su universidad y olvidarse fácilmente de mi… ‘ NO! Bella deja de pensar idioteces… solamente disfruta’

-Bella –  giró mi rostro para verme a los ojos – Amor ¿Por qué lloras? – dijo secando mis lágrimas con pequeños besos

-No es nada – trate de huir de su mirada pero no pude

-Princesa… sabes que odio verte llorar – estaba tan ansioso – y más cuando no me quieres decir que es lo que te pasa

-Edward… - no pude decir más por que un sollozó intenso salio de mis labios

-Amor, tranquila – me abrazó tan fuerte, que lo agradecí. Lo necesitaba a mi lado, para siempre, no solamente unos pocos días al año o unas cuantas horas al día, lo necesitaba los 365 días del año, los 7 días de la semana, las 24 horas del día a mi lado. Quería despertar en las mañanas y ver su hermoso rostro cuando dormía, quería disfrutar todo el día hablando con él y quería que en las noches nos perdiéramos en la pasión que nos consumía, pero no podía ser tan egoísta. Sabía que su gran sueño era estudiar una carrera y debía ser fuerte.

-Edward – dije un poco más tranquila minutos después de mi ataque de llanto – lo que pasa es que… - las lágrimas se acumulaban peligrosamente en mis ojos otra vez – te amo demasiado

-Yo también te amo muchísimo – me dijo dulcemente – pero eso no es lo que de verdad te pasa Bella… ¿acaso no confías en mi?

-Confío muchísimo en ti… pero

-¿pero qué?

-Tengo miedo – dije suspirando

-¿Miedo? – dijo confuso

-Miedo de no verte más – iba a interrumpir pero lo silencie con un dedo en sus labios – se que no me dejarás, pero no puedo evitar sentir temor de perderte otra vez – se me quebró la voz – mañana volveremos a casa y después comenzaremos la universidad, yo iré a Dartmouth que queda al otro lado del país, y no tengo la menor idea de donde estarás tú. No soporto la idea de tenerte lejos de nuevo aunque sea solo unos meses, pero ya una vez estuve lejos de ti y se lo que eso produjo en los dos. No quiero que eso pase nuevamente.

-Princesa, sabe que jamás estaremos lejos, nunca más – besó dulcemente mi cabeza para de nuevo girarnos para ver mientras el sol caía bajo el mar, llenándolo todo de colores anaranjados y rosas. Era un espectáculo digno de ver con la persona que se ama.

Estábamos sentados en la arena, yo entre las piernas de mi novio apoyando mi espalda contra su pecho, nuestras manos estaban entrelazadas abrazando mí cintura. No cabía duda que ese era mi lugar, nuestro lugar hasta que Edward se tenso a mi lado.

-Cielo… ¿Qué pasa? – dije mientras miraba el sol poniente

-Maldición! Es que no soporto verte triste – dijo estrechándome más entre sus brazos – era una sorpresa, pero no puedo verte mal por mi culpa

-Edward, no te preocupes, no es por tú culpa que me puse triste – dije acariciando sus manos – debo acostumbrarme a la distancia, solo es eso.

-No! – inspiro profundamente aire – quería decirte esto cuado estuvieras apunto de irte a la universidad, pero no puedo – me giré en sus brazos nuevamente para ver su rostro – esta bien… en unos días nos iremos juntos a Dartmouth

-¿Qué dijiste?

-Dije que nos iremos juntos a la universidad, no soportaba la idea de dejarte lejos de mi cuando cualquier tipejo podría aprovechar mi ausencia para tratar de conquistarte, así que cuando volví de Brasil comencé con el papeleo para la universidad y me dieron un cupo, allí…

No lo dejé continuar porque me abalancé sobre el dejándolo tendido en la arena y yo encima de él. No lo podía creer, estaría conmigo en la misma universidad, lo vería a diario… ‘GRACIAS DIOS’. No pude evitar besarlo con todo el amor que podía demostrarle, él siempre tan tierno y dulce me respondió, era un beso suave, tierno, sin segundas intenciones de por medio.

-Te amo – dije mientras acariciaba su mejilla

-No más que yo a ti – nuevamente me beso, solamente con el sol de testigo.

Después del más maravilloso atardecer de mi vida, entramos a casa para comer algo. Hace días Edward parecía algo nervioso y no creo que sea por lo de la universidad, lo conocía demasiado como para creerme el cuento de que no le pasaba nada. Estaba apunto de cocinar algo cuando me invitó a comer a un restaurante, argumentando de era nuestra despedida de vacaciones. Gustosa acepte, me puse un vestido blanco muy sencillo, con un escote discreto hasta la rodilla con unas sandalias de tacón bajo que me regalo Alice. Cuando acabe de arreglarme Edward estaba en la sala vestido con un pantalón negro y una camisa blanca con los primeros botones desabrochados, se veía perfecto!.

Fuimos a comer a un lugar a la orilla de un muelle, era muy lindo y elegante, comimos mariscos en una amena conversación, pero el seguía muy nervioso, eso era extraño. Trate de dejarlo pasar, hasta que me invitó a caminar a la playa. La noche estaba perfecta, llena de estrellas y la luna llena estaba en lo más alto del firmamento, parecía que toda la naturaleza se había confabulado para que esta noche fuera perfecta en el más literal de los sentidos.

Eres el regalo que nunca pedí 
La porción de cielo que no merecí 
Todos mis anhelos se han cumplido en tí 
Y no quiero perderte No lo quiero asi 

Nos sentamos en la arena a contemplar el maravilloso espectáculo que nos brindaba la noche, me mantenía abrazada por la cintura mientras que yo, sentada en su regado apoyaba mi cabeza en su pecho, dichosa por estar así con el


Te deje tan sola me senti sin ti 
Y no quiero de nuevo estar así, así 

Tomamé en tus brazos, soy parte de tí 
Soy parte de tí 

-¿Bella? – me llamó titubeante, levanté mi mirada para verlo, pero no me miro a los ojos

-Dime… ¿Pasa algo?

-Sí, es que quiero decirte algo – dijo notablemente nervioso


Eres mi sol 
luz calor y vida para mí 
Eres tú, mi sol 
la estrella que a mi vida sustentó 
Eres tú, Mi sol 

-Bueno, dime lo que quieras – tomé su mentón he hice que sus ojos se enfrentaran a los mios – pero dímelo mirándome a los ojos – dije dulcemente

-Esta bien… esto es un poco complicado así que quiero que me prestes mucha atención y no me interrumpas


Lo que quiero ahora 
es perderme en tí 
Y ser envuelta en todo lo que eres tú 
(ser envuelta en todo lo que eres tú) 

-Lo prometo – prometí desconcertada por su actitud


Te deje tan sola me senti sin ti 
Y no quiero de nuevo estar así, así 
Tomame en tus brazos, soy parte de ti 
Soy parte de ti 

-Bella – suspiro – sabes que te amo más que a nada en el mundo. Estos días junto a ti reafirmaron todo lo que ya sentía. Los meses que no estuvimos juntos me demostraron lo mucho que te necesito para vivir, eres como mi aire para poder respirar en paz y definitivamente no puedo estar lejos de ti. Tú me diste paz cuando más lo necesitaba, llegaste a salvarme de mi mismo, me sacaste de mi mundo de dolor por la perdida de mis padres y me enseñaste que con pequeños detalles se puede ser feliz de corazón. Llegaste a mi vida trayéndome una estela de amor que espero que dure hasta toda la eternidad.

Estaba muda por todas las palabras que me había dicho, no merecía tanto su amor como ahora.

-Amor – me levanto de su regazo dejándome sentada en la arena, seco mis lágrimas de felicidad – solo quiero que me contestes con la verdad – se arrodillo frente a mi, sacando una cajita de su bolsillo - ¿Quieres pasar el resto de tu vida a mi lado? – abrió la caja y en ella estaba un hermoso anillo de plata con una pequeña piedra presiosa


Eres mi sol 
luz calor y vida para mí 
Eres tú, mi sol 
la estrella que a mi vida sustentó


Estaba muda de la emoción, él me miraba con sus ojitos ansiosos, desesperado por que le contestara, pero no podía decir palabras

-Si – dije con mucho esfuerzo – si quiero pasar el resto de mi vida a tú lado – dije abrazándolo mientras lloraba por la inmensa felicidad que sentía

-Gracias princesa, te juró que jamás te arrepentirás de haberme aceptado

-Lo sé amor – dije besando su cuello

 
Eres tú, Mi sol 
luz calor y vida para mí 
Eres tú, mi sol 
la estrella que a mi vida sustentó 
Eres tú, Mi sol 

-Eso quiere decir – dije mientras miraba mi anillo colocado en mi mano derecha – que nos casaremos

-Si así lo quieres, algún día nos casaremos


Eres el regalo que nunca pedi 
La porción de cielo que no merecí

 

-Te amo Edward, más de lo que te puedes imaginar – dije mirándolo – y ¿sabes por que?

-No lo sé amor – dijo abrazándome por la espalda para poder contemplar nuevamente la luna

-Por que se que en este mundo nunca habrá nadie como tú


Holaa!

Chicas, este es el último capítulo de este fic!.... aun falta el epilogó, así que no os preocupéis =)

Saben?, estuve pensandolo seriamente todos estos días y he llegado a la conclusión de que mi segundo fic también lo subiré aquí. Es que ya me acostumbre a sus comentarios y a sus palabras de aliento. Las quiero y me gustaría que ustedes compartieran esta nueva locura conmigo, así que el día que suba el epilogo también subiré el primer capitulo del nuevo fic


millones de besos! 

PD: La canción----->  mi sol - Jesse & joy

Capítulo 29: Primera vez Capítulo 31: Epilogo

 
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