Nadie como tú

Autor: RommitaCullen
Género: Romance
Fecha Creación: 26/11/2009
Fecha Actualización: 28/12/2009
Finalizado: SI
Votos: 45
Comentarios: 132
Visitas: 156342
Capítulos: 31

Bella siempre pensó que su vida era perfecta... pero con la llegada a un nuevo lugar... un nuevo pueblo, cambia su vida radicalmente

Edward, el chico mas codiciado del instituto, pero un decepcionado de la vida, siente que su corazón vuelve a latir gracias a unos ojos color chocolate


ES mi primer Fic... soy una chica que ama el romance y por sobre todo amo la pareja Edward & Bella, espero que disfruten tanto como yo leer este fic Sealed

http://www.fanfiction.net/u/2187437/RommitaCullen

Este es el link para que sigan leyendo mis locas ideas! =)

+ Añadir a Favoritos
Leer Comentarios
 


Capítulo 16: Mi mejor regalo

La semana se paso en un abrir y cerrar de ojos, cada día se acercaba mas la temida fecha, el 13 de septiembre, el día de mi cumpleaños. Le había indicado expresamente a todos que no quería regalos, porque para mi era más importante que las personas que amaba estuvieran junto a mi este día y lo material no era importante, además después de mi compensación tenía mas que claro que mi idea de un cumpleaños desapercibido se había ido al carajo.

Después de haber hablado, rogado y suplicado a mis hermanos para que fueran con nosotros a bailar, porque mis amigas iban solas, llegamos por fin a un acuerdo.

-NO!, no y no – eso era pasarse de la raya – como se te ocurre que, no lo haré – él sabía que ganaría, pero no se lo iba a hacer tan fácil

-Bellita, piénsalo será beneficioso para todos – Jasper estaba desatando todo su poder de persuasión – tú podrás estar con Ed a solas y nosotros nos divertiremos también

-Jazz tiene razón, ustedes por su lado y nosotros por el nuestro

-Y las hermanas de Edward? – ese era el punto principal del asunto – no puedo dejarlas así… solas.

-Pequeña, hagamos una cosa, nosotros nos quedaremos con ustedes un momento, hasta que tus amigas encuentren a alguien con quien bailar y después nosotros desaparecemos de la escena. ¿Qué de parece? – Emmett sonreía con esa sonría a la cual no puedes decirle que no

-Esta bien, pero pórtense amables con ellas – y eso fue lo único que conseguí de mi acuerdo con ellos.

Era viernes. La fecha había llegado y cuando desperté para ir al instituto, la casa estaba muy silenciosa, algo muy extraño, ya que todos estos días mamá estaba corriendo por la casa antes de ir a trabajar y mis “hermountros”  - decidí llamar así a mis hermanos – estaba levantados para comenzar a buscar trabajo. Me levanté media hora antes de lo normal, así que me di un baño tranquila, y me vestí con calma, dejando mi cabello suelto con las ondas cayendo por mis hombros, me veía linda. Baje despacio por la escalera antes de casi morir de un ataque cardiaco.

-FELIZ CUMPLEAÑOS BELLS! – mi madre y mis hermanos me gritaron antes de que lograra recuperarme de la decoración de la cocina.

Habían muchos globos de colores repartidos por cada rincón, un cartel gigante que enunciaba: Feliz cumpleaños Bells!... te amamos. En la mesa había un pastel tres leches – que amo con locura, claro después de mi novio – jugo, galletas y varías cosas propias de un desayuno. Pero lo que mas llamo mi atención fue un montón de cajitas envueltas en papel de regalo. Antes de que pudiera protestar tenía unos fuertes brazos alzándome por el aire

-Emmett, baja a tu hermana!! 

-Feliz cumpleaños mi pequeña Bells – mi hermano me dejo en el suelo y me abrazó hasta casi dejarme sin aliento – Te gusto la sorpresa?

-Claro que me gusto – en verdad estaba muy feliz, porque por primera vez en años, no pasaría mi cumpleaños sola.

-Bellita – Jazz me abrazo y se aparto – esto fue idea de Emmett y mia, además como saldremos hoy, queríamos que tuviésemos una pequeña celebración más familiar de tu mayoría de edad.

-Mi pequeña – mi madre estaba llorando – estas tan grande!... no puedo creer que ya seas toda una mujer!!! – y con esa última frase estallo en un llanto histérico

-mamá, solo cumplí un año más, no es para tanto, sigo siendo la misma Bella que viste anoche antes de dormir - eso pareció tranquilizarla.

Obviamente en el pastel había una vela, me cantaron el famoso y típico ‘cumpleaños feliz’, para luego tomar un divertido desayuno, recordando anécdotas de nuestra infancia. Aun con tiempo de sobra, me entregaron mis regalos. Emmett y Jasper me regalaron un CD de una banda que adoraba y que no había podido comprar, mamá me regaló dinero para poder comprar lo que yo quisiera, además tía Jane me regalo un brazalete de plata que tenia grabado mi nombre, muy lindo y muy delicado. Calculando el tiempo, me di cuenta de que Edward llegaría pronto por mi, así que me lave los dientes, baje mi mochila con abrigo en mano, mientras bajaba el último peldaño de la escalera siento que llegó mi novio.

Me despedí de todos una vez más agradeciéndoles por sus regalos, y diciéndoles a los chicos que los esperábamos a las 10 de la noche en punto en un bar de Port Angels, para luego ir a “celebrar”. Salí de casa tan rápido que no me di cuenta que Edward estaba parado fuera de su auto con un enorme ramo de rosas de diversas tonalidades y con su hermosa sonrisa, mi favorita.

-Donde vas tan apurada? – estaba detrás de mi, riéndose de mi falta de atención

-lo siento – me gire y de la impresión me lleve la mano a la garganta – EDWARD!, están hermosas – me dio el ramo – muchísimas gracias. Creo que eres el único que capto el mensaje de no quiero regalos – me lancé a sus brazos para besarlo y fue muy bien recibida

-quién dice que no te tengo un regalo? – lo mire confundida, pero antes de que lograra protestar me beso tan dulce y tierno como siempre, luego de unos segundos me susurró al oido – Feliz cumpleaños amor… te amo demasiado – y beso mi cuello

-Gracias, pero no debiste molestarte… - antes de seguir, puso un dedo sobre mis labios

-Tu regalo esta entre las rosas, búscalo – guiño un ojo… Por dios! Se ve tan sexy, tan, tan él

Sabiendo que no ganaría en una discusión sobre el regalo, decidí buscarlo como me dijo, me daba mucha lastima desordenar las flores, pero no fue necesario porque justo en medio de todas las rosas había una bolsita azul de terciopelo. Lo mire sorprendida y el solo me sonrío, saque la bolsa tratando de no mover mucho el ramo, desate el nudo de esta dejando que su contenido cayera en la  palma de mi mano libre. Era una cadena de plata, muy fina y sencilla de la cual estaba colgando un corazón brillante.

-Edward – estaba con la boca abierta – es precioso – lo deje colgando en el aire para apreciarlo un poco mejor

-ve el reverso del corazón – me dijo mientras me abrazaba por la espalda

Coloque nuevamente el collar en la palma de mi mano e hice lo que me dijo. Casi muero de la emoción cuando leí lo que tenia grabado el corazón: Tuyo, hoy y siempre… Te amo E.C.  Quede muda de la emoción y mis ojos se llenaron lentamente de lágrimas. Notando que me quede mucho tiempo en silencio, mi novio me giró en sus brazos, para secar las lágrimas que caían lentamente por mi rostro

-amor – estaba muy ansioso – no llores, por favor no llores. Se supone que hoy tiene que ser un día feliz y yo lo arruino haciéndote llorar, soy un desastre – un momento… me estaba dando a entender que no me gusto su maravilloso regalo? – Bella, si no te gusta podemos cambiarlo por cualquier cosa que quieras… - sí estaba muy triste, aunque el no lo reconociera, porque creyó que no me gusto el hermoso detalle

- Cariño – lo silencie un dedo en sus labios – no estoy llorando de tristeza y mucho menos porque no me gustó tu regalo – me miro confundido

-Entonces… porque lloras? – dulcemente me seco las lágrimas

-Porque te amo - iba a protestar, pero seguí hablando – porque es el regalo mas maravillo que me pudieran haber dado, y no es solo el collar. Mi mejor regalo eres tú, y nada material se puede comparar contigo – sonrío – te amo demasiado y claro que me gusto mi regalo, me lo abrochas? – lr pase el collar y lo paso delicadamente por mi cuello, cuando lo abrocho, me beso dejándome la presión por los cielos

-Te queda precioso, aunque todo lo que usas te queda bien

-Eso lo dices por que me amas – lo besé con más pasión de lo que nunca lo había besado, volviendo a sentir ese miedo de perderlo, pero me convencí de que era algo estúpido. Él acaba de decir que es mio para siempre y yo como tonta pensando en perderlo – Vamos tarde cielo – le dije susurrando en sus labios.

A tiempo de que el me abriera la puerta del auto, siempre tan caballeroso. El viaje al instituto se hizo corto mientras le comentaba mi desayuno cumpleañero, íbamos tomados de la mano por el instituto, cuando veo a mi peor pesadilla o mejor dicho mis peores pesadillas, con su mejor sonrisa “hoy no te nos escapas” en sus rostros, Edward notó mi miedo y apretó dulcemente mi mano, dándome apoyo antes de no verlo mas hasta la noche.

-No te veré hasta la noche – me quejé antes de llegar hasta sus hermanas con el mas dulce de los pucheros – y si es que llego viva de la tarde de compras.

-No lo dudo amor – besó mi frente – te veré en la noche… te amo y disfruta tu día – besó mi nariz y se fue a su clase, mientras me acercaba a los monstruos que tenia por hermanas

Hoy sería un largo día, pero podría soportarlo, siempre y cuando tuviese a mi lado al mejor regalo que la vida me podría dar.

Capítulo 15: Miedo Capítulo 17: Por fin nos conocemos

 
14445700 visitas C C L - Web no oficial de la saga Crepúsculo. Esta obra está bajo licencia de Creative Commons -
 10762 usuarios