-Amor – ya habíamos hablado esto antes, en realidad todo el camino a mi casa hablamos de lo mismo – estas segura que no quieres que entre contigo, quiero conocer a tus hermanos

-no Edward, primero quiero hablar con ellos tranquilos y contarles todo – en realidad tenía mas miedo de lo que le hicieran a él, porque a decir verdad son hermanos bastante celosos

-Está bien – me besó tiernamente, para pasar a un beso lleno de pasión. Jamás me había besado así y en realidad me gustaba bastante esta nueva forma de besar, pero como lo bueno siempre se acaba, un golpe sordo en la ventana del copiloto nos separo

-Isabella Swan – por el amor de Dios!!!... era mi hermano – podrías bajar en este minuto con tu novio – estaba serio, muy serio y eso era algo malo

-Creo que tu hermano ya me conoció – susurró Edward – pero tranquila – me acaricio la mejilla con la punta de los dedos – se lo que son los celos de hermano, recuerdas – eso era verdad, el tenía dos hermanas, así que el podría entenderse con Em y Jazz  

Emmett, nos esperó en la entrada de la casa como si fuera mi papá, aunque en estoy último siete años él tenia la imagen paterna que nunca tuve, así que haría lo que me dijera sin chistar.

-Jasper – grito Emmett – ven a conocer a nuestro cuñadito – sonrío, eso me dejó desconcertadísima y a Edward también. Nos sentamos en el sillón. Emmett, yo y Edward, dejando a Jasper en otro sillón

-Muy bien pequeña Bells – Jasper me sonrío – creo que tienes algo que contarnos

-ehm… creo que ya se dieron cuenta – tomé aire profundamente – chicos, les presentó a Edward Cullen mi novio desde hace… tres días – dicho eso, el aludido me tomó la mano y me sonrío de la forma que tanto me gusta

-Mucho gusto Edward – Em le ofreció la mano en son amistoso, increíble! – yo soy Emmett Swan y el es Jasper Hale – Jazz lo saludo de lejos – creo que te hemos asustado un poco Bells – de debe hacer notado un poco el pánico que sentía – no somos ogros, solo queremos saber quien es el afortunado que te tiene como novia

-Créanme, se lo afortunado que soy – Edward estaba muy relajado, como si ellos fueran sus amigos de toda la vida

-Ahora Bellita – Emmett me decía así de pequeña – como es que terminaste con el idiota de Mike?

-Es necesario? – los tres asintieron, eso me sorprendió, Edward era un traidor – esta bien – y les conté todo lo que paso con Mike y de pasada comentamos con mi novio todo el proceso que tuvimos que pasar para estar juntos – y esa es toda la historia

-Ese mal nacido de Newton, juró que me las pagará! – Em estaba muy alterado, se tomó peor de lo que yo pensaba el engaño de Mike – como se le ocurre hacerte eso?

-Emmett, cálmate lo importante es que Bella ya no esta con él – Jasper siempre fue el mas pacífico de los tres, tenía una especie de don para calmar a las personas – recuerda que todo en esta vida se devuelve, y él no será la excepción

-En eso tiene razón Jasper – por primera vez Edward opinaba del tema Mike – y la verdad yo le estoy muy agradecido – todos lo miramos con incredulidad – porque si no hubiese hecho lo que hizo, yo no estaría con Bella y ella no sería feliz, cierto amor?

-Cierto amor – y lo bese tiernamente hasta que alguien carraspero

-Estamos aquí – Emmett nos miro con la burla en sus ojos. Yo conocía esa mirada, era cuando le caía tan bien alguien que ya se sentía a gusto para bromear con el – puede que me caigas bien y me gustas como novio para mi hermanita, pero otra cosa es ver como se comen – Jasper casi se cae del sillón de la risa de su comentario, hasta Edward se rió

-cállate Emmett – siempre cuando quería incomodarme me hacia ese tipo de comentarios

-Ahora pequeño Eddie…

-pequeño Eddie? – Jasper estaba confundido

-Claro, Edward es el novio de Bella. Como ella es nuestra pequeña Bells, él será para nosotros nuestro pequeño Eddie – los cuatro nos reímos del nuevo apodo de Edward – tú auto es un volvo… - definitivamente la charla sobre autos se lleva en el cromosoma Y, creo que estuvieron hablando de autos las siguientes dos horas.

Luego de que mis hermanos y el traidor de mi novio, se fueran a ver el auto de este último, el Jeep de mi hermano y la moto de mi mejor amigo, dejándome prácticamente sola en casa. Por mi carácter pesimista, la reacción de los chicos me resulto asombrosa, ya que jamás pensé que se tomarían tan bien todo lo que ha pasado. Aunque a decir verdad, me sentía demasiado feliz porque Edward era aceptado completamente por mi familia, mi mamá lo adoraba, mis hermanos ya lo trataban como un amigo de toda la vida y yo por supuesto que lo amaba mas que a todo en este universo. Aun sigo sin comprender que fue lo bueno que hice en mi vida como para merecer semejante regalo de la vida, porque eso era Edward en mi vida, el mejor regalo, mi milagro personal que ilumina mis días con su sonrisa, que es capa de dejarme sin aliento solo con una mirada suya y ni hablar lo que causaban sus besos en mi…

-En que piensas amor? – jadeé por el susto que me lleve – lo siento, no quise asustarte, estas bien? – sentí sus manos en mi cintura mientras me abrazaba, acercándome mas a su cuerpo

-si, estoy bien, solo que no te sentí entrar – sentí como sus labios rozaban mi cuello – mis hermanos? – “Bella eres una inútil, como se te ocurre preguntar por tu hermanos cuando estas taaaan cómoda con tú novio?” – digo, solo para que no vengan a molestar

-Fueron a comprar – Edward estaba muy inspirado, comenzó a besar mi cuello haciéndome temblar en sus brazos. Millones de sensaciones comenzaron a traspasar mi cuerpo, dándome a entender a gritos que él era solo mío.

En un rápido movimiento – sin tropezar – me gire en sus brazos y deje que mis instintos guiaran mis actos, tomando su rostro entre mis manos para acercarlo a mi, uniendo nuestros labios en un beso ansioso, desesperado, como si fuera la última vez que lo besara temiendo que algo malo pasara ”Bella, que malo podría pasar?” me reprendí mentalmente, antes de que él respondiera el beso de la misma, sintiendo que la vida se nos escapa, que nuestro tiempo juntos se acababa. NO! Jamás… trate de dejar los pensamientos pesimistas atrás y me concentre en el ahora en sus brazos, nada más tiene que importar, solo él y yo

-Te amo – susurró separándose para respirar – jamás lo olvides, puede que me valla a la China o algo malo pase, pero por favor nunca olvides lo mucho que te amo – el miedo en sus ojos me decía que temía a lo mismo que yo temía

-Amor, claro que se que me amas, tanto como yo a ti – murmure acariciando su mejilla para quitar el miedo de sus ojos – y nunca permitiré que estés lejos. Puede que el mundo se acabe, puede que el mundo cambie por completo, pero nunca cambiara lo que siento por ti – bese sus labios tiernamente, dejando que la pasión del momento anterior se esfumara y trajera consigo el inmenso amor que sentíamos – así que basta de miedos estúpidos y ayúdame con la cena.

Luego del momento de pasión desesperada, Edward insistió en cocinar según él cocinaba riquísimo, así que decidí que me dejaría sorprender, y lo consiguió. Preparo comida italiana, mis hermanos y mi madre alabaron la cena, y cada vez estaban más encariñados con él, pero… ¿Quién no se encariñaría tan rápido con alguien como él?, la única excepción que conozco es la desconocida ex de Edward, de la que aun no sabía el nombre. Pero en fin, eso no debe de importarme. Luego de la cena, el nuevo chef de la casa – dejando mis talentos culinarios de lado – debía irse, así que lo acompañe a la puerta

-Nos vemos mañana – susurre sobre sus labios después de un increíble beso de despedida – Te amo

-yo también te amo – me dio un beso en la nariz- que duermas bien y sueña conmigo

-claro… siempre sueño contigo – y aun creía que estaba soñando, en cualquier momento me despertaría y estaría en mi primer día en Forks. Pero su abrazo me trajo a la realidad, indicándome que a veces la realidad es mejor que los sueños