Hola a todas chicas espero que todas hayan pasado una hermosa navidad y les deseo de todo corazón un FELIZ AÑO NUEVO lleno de salud, felicidad y cosas buenas. Ya lo se quieren matarme pero mi esposo estuvo de vacaciones de manera que fui su rehén en ellas jajaja y ya saben lo ocupados que son estos días para las amas de casa de tiempo completo como yo pero en fin… gracias a JUD!*, JUDITH, BERIU, EMI20, DANIELAC, JULIETTE, TWILIGTH, LYN DE PATTINSON, MCECILIALLANOS, MICHELLCULLEN y por supuesto a mi esposo HANSVULTURI_85 (te amo mi cielo) que siempre me apoya en todo lo que hago. No las canso más y aquí les dejo el capi. DISFRUTENLO…
Desperté confusa en una habitación en la que apenas y podía captar unos cuantos detalles ya que no solo mis parpados se sentían muy pesados sino que estaba sumida casi por completo en la oscuridad la única iluminación era la delgada línea de luz proveniente de la puerta abierta no más de dos o tres centímetros.
Cerré mis ojos intentando controlar el mareo que sentía antes de que se transformara en náuseas y a la vez intentaba razonar donde estaba, pero lo último que recordaba era estar en el auto de Mark rumbo al hospital y entonces fue cuando lo recordé.
Hubo un impacto por el lado del conductor y mi cabeza se golpeó contra el cristal de la puerta por eso me dolía tanto, pero fue solo cuando intenté tocar mi cabeza fue cuando me di cuenta de que mis manos estaban atadas a los costados de la cama.
¿En dónde estaba? Porque si de algo estaba segura era que esto no era un hospital ya que en los hospitales no atan a sus pacientes con soga barata ¿Y Mark que le había ocurrido a él?
Mientras volvía poco a poco a la realidad intentando ignorar el dolor sordo en mi cabeza y enfocarme un poco más para obtener una respuesta a todas aquellas preguntas me di cuenta de que el lugar era muy silencioso no se escuchaba el más mínimo rastro de vecino alguno o de vida urbana, más bien el silencio solo era roto por el canto de los grillos.
– Si por mi fuera la mataría en este mismo instante – dijo una voz que me resultó muy conocida.
– Lo sé pero tú y yo tenemos un trato cariño recuérdalo… Todo a su debido tiempo – dijo otra persona lentamente y su tono hizo que mis vellos se pusieran de punta pues esa voz sí que la reconocía.
– De acuerdo – dijo la voz femenina en tono irritado, luego escuché un portazo y el sonido de un auto encendiéndose para luego alejarse.
La puerta se abrió lentamente y vi la figura de Mike en el marco de la puerta y todas las piezas cayeron como en un macabro puzle.
Alguien me había sacado del auto antes de que me desmayara, ese era Mike, la voz que escuché afuera era la de Irina y esto un secuestro.
– Vaya, vaya, vaya, parece que al fin despertó la bella durmiente – dijo Mike mientras se acercaba a mí y mi pulso se aceleraba más y más.
– ¿Dónde estoy? – pregunté tratando de mantener la voz firme.
– En un lugar donde tu querido Edward jamás te encontrará.
– ¿Porque haces esto Mike? – Sé que odias a Edward ¿pero porque ir tan lejos? – insistí ante su silencio.
– No se trata solo de odiar a tu noviecito sino de dinero – dijo sonriendo irónicamente.
– Pero pensé que tu…
– ¿Que yo era rico? – dijo riendo aún más fuerte.
– Mi familia es muy rica pero mis padres no me darán un centavo más ¿puedes creer que mi padre me corrió de mi propia empresa? y ya que siempre me han restregado que les gustaría que sea como el imbécil de Cullen desde que tengo uso de razón me dije: ¿porque no matar dos pájaros de un solo tiro?
– ¿A qué te refieres? – pregunté en un susurro con la boca repentinamente seca por y el miedo que cerraba mi garganta no solo por el hecho de estar prisionera a su merced, sino porque sus palabras y la manera en que las dijo tenían otra implicación, la de lastimar a Edward y estaba casi segura que no solo se trataba de hacerle daño a través de mi sino que de alguna manera quería atentar contra él.
– A que tu noviecito va a pagar lo que le pida por rescatar a su amada, él iría hasta el fin del mundo para recuperarte así que tenerte aquí es tener poder para manejarlo a mi antojo – dijo acariciando mi mejilla y yo voltee la cara de inmediato lejos de sus asqueroso contacto.
Tenía que alejar la atención de Edward hacerle creer que entre él y yo ya no había nada que yo ya no era de su interés, que Mike creyera que yo no le era de utilidad para atraerlo aunque eso significara mi muerte.
– Pues deberás esperar sentado porque gracias al numerito que Irina y tu armaron en la fiesta del sábado Edward y yo terminamos yo ya ni siquiera estoy viviendo con él llevo toda la semana quedándome en mi apartamento lo que había entre nosotros se acabó – dije lo más convincentemente que pude pero para mi sorpresa en lugar de enojarse sonrió de esa forma que siempre me ha parecido aterradora.
– No me creas tan idiota Bella – dijo sentándose en el borde de la cama junto a mí.
– Cuando convencí a Irina para hacer aquella jugada en la fiesta para ella era una estrategia para separarte de su adorado Edward pero para mí era una prueba para ver qué tan valiosa me podrías resultar y al ver que a pesar de aquella treta el maldito de Cullen aun te seguía como un perro faldero me di cuenta de que tú eras perfecta para mis planes, reconozco que al ver a Nessie aquí pensé que ella podría ser una buena opción pero el idiota de Black esta con ella todo el tiempo, además Irina solo me prestaría su amable colaboración porque así se libraría de ti, de manera que te seguí la pista y solo confirmé que eras mi mejor opción.
– Y en cuanto a Irina al ver que nuestro plan había fallado se desesperó tanto que no fue muy difícil lograr que cooperara a cambio de sacarte para siempre de su camino.
– Por favor Mike no lo hagas Edward te dará todo el dinero que quieras y tu podrás irte a donde quieras, por favor no lo lastimes eso solo te afectaría a ti crees que podrás salir libre de todo esto si atentas contra un miembro de la familia Cullen, que además es uno de los empresarios más ricos e influyentes de los Estados Unidos – dije desesperada dejando a un lado mi mascara de indiferencia.
– No si nadie se entera de lo ocurrido y ya que no habrán testigos… – dijo dejando la frase en el aire y por su sonrisa macabra y su mirada sabía que Mike no estaba hablando a la ligera él estaba dispuesto a todo.
Mike no se detendría antes mis suplicas, jamás lo haría, no solo lo cegaba la ambición sino también la venganza, una venganza enfermiza contra Edward cuyo único delito era ser una persona que siempre hace lo correcto o a menos lo intenta, ser él mismo, un magnifico y exitoso ser humano.
– Mike por favor si quieres lastimarlo has lo que quieras conmigo pero a él no le hagas nada – dije al borde de la histeria.
– Oh por supuesto que haré lo que quiera contigo – dijo bajando su rostro muy cerca del mío, su mano acariciando mi rostro, luego deslizándose por mi cuello hasta el escote de mi blusa manoseando mis pechos, siguiendo por mi abdomen, mientras sus labios besaban mi cuello causándome tanta repulsión con sus caricias que las náuseas empezaban a aparecer. De nada serviría gritar porque nadie vendría en mi ayuda, de nada serviría hablarle de mi bebé eso solo habría sido más a su favor para manipular a Edward pero entonces algo se me ocurrió y no pude evitar expresar mis pensamientos en voz alta.
– Irina no lo sabe ¿verdad? – pregunté y de inmediato se detuvo y se incorporó.
– Ella está loca pero quiere a Edward para ella, no lo quiere muerto, ella no lo lastimaría – continúe ante su silencio y de inmediato lo vi en sus ojos.
Él le había hecho falsas promesas a Irina y por extraño que pareciera ahora deseaba con todas mis fuerzas ver a Irina para poder hablarle de los verdaderos planes de Mike, ella era mi única esperanza.
– La engañaste ¿verdad?... En cuanto vuelva le gritaré lo que paneas hacer con Edward, le diré que le mentiste – le grité dominada por la ira y de inmediato la furia destello en sus ojos.
– ¡Cállate maldita perra! – gritó antes de que su puño impactara contra mi mandíbula con tal fuerza que fue imposible evitar que mi cuello girara tan bruscamente que dolió sin contar q sentía mi mandíbula en llamas y un líquido caliente brotando por el lado izquierdo de mi labio inferior que de seguro estaba partido.
– Tú no vas a decir nada o me aseguraré de matarlos a todos ¿O crees que Irina me importa? Para nada cielito ella es solo otro peón en mi juego y la desecharé en cuanto ya no me sirva así que más vale que no agotes la poca paciencia que tengo o harás que tu querido Edward sufra mucho dolor antes de dejar este mundo – dijo antes de salir dando un portazo dejándome nuevamente sumida en la oscuridad donde ya no pude controlar más mis emociones y dejé salir todas las lágrimas y los sollozos que me estaban ahogando.
Edward POV
Miré el reloj por enésima vez caminando de un lado para otro como si el padre del bebé que estaba por nacer fuera yo y no Quil quien se encontraba con su esposa en la sala de partos.
– ¿Quieres dejar de caminar de un lado a otro Edward? Vas a hacer un hoyo en el piso – dijo Jacob sonriendo sentado cómodamente en una de las sillas de la sala de espera del hospital con sus brazos alrededor de Nessie acurrucada apoyando la espalda contra su pecho.
– Es que ya debería haber llegado, dijo que pasaría por aquí y luego iríamos juntos a cenar y mira la hora que es y aun no llega, estoy muy preocupado porque no me contesta el celular.
– No seas exagerado hace muy poco que llegaste y de seguro quiso comprar algo para él bebe de Quil antes de venir – dijo Nessie.
– Si ya sabes cómo son las mujeres cuando van de compras – dijo mirando a Nessie.
– No lo sé tengo un mal presentimiento – dije sintiendo mi corazón comprimirse porque con cada minuto que pasaba esa sensación, ese sentimiento de dejavú aumentaba.
– Tranquilo Ed de seguro solo estás nervioso por verla y arreglar las cosas con ella, pero debes respirar profundo y calmarte – dijo Nessie.
– Tal vez Bella olvidó su celular en algún lado o se quedó sin batería, deberías llamar a Angela lo más seguro es que esté con ella – añadió Jacob.
– Tienes razón – dije y me alejé para marcarle a Angela que contestó al tercer timbrazo.
– Dígame señor Cullen.
– Hola Angela ¿Bella está contigo? – pregunté sin más preámbulos.
– No – dijo algo sorprendida – creí que estaría con usted en el hospital.
– Me dijo que tenía algunas cosas que hacer y que vendría después pero aún no ha llegado.
– Pero ella salió temprano precisamente porque iba para el hospital tenía una cita con su doctora – dijo confusa.
– ¿Qué? ¿Pero porque no me lo dijo? De seguro se volvió a sentir mal y no me lo dijo ¿y si se sintió mal estando sola?
– Creo que Mark iba a llevarla – dijo Angela titubeando pero antes de que tuviera tiempo de reaccionar algo captó mi atención.
– Un par de médicos empujaba con algo de prisa una camilla y aunque solo logre un pequeño vistazo de ella estaba casi seguro quien era su ocupante, era Mark pero ¿qué le había ocurrido para estar inconsciente en una camilla, con un cuello ortopédico y una herida en la cabeza que lucía bastante delicada? Y lo peor de todo era que si él estaba aquí en esas condiciones ¿Dónde estaba Bella?...
Bella (POV)
Desperté con el sol filtrándose por la pequeña ventana de la habitación en la que me encontraba prisionera lastimando mis ojos hinchados, mi labio y parte de mi mejilla parecían querer explotar, pero cuando me acostumbre a luz que se filtraba por entre las viejas y amarillentas cortinas que algunas vez debieron ser blancas, pude obtener un mejor vistazo del lugar en el que estaba.
La habitación no era demasiado amplia pero estaba bien distribuida y pese a que se veía muy descuidada parecía que alguna vez fue un espacio agradable, las paredes estaban recubiertas de madera, había un pequeño y viejo escritorio con una silla, un sillón café y una polvorienta alfombra a juego, un pequeño armario, varios estantes con unos cuantos libros cubiertos de polvo y una puerta que debía ser un baño.
Solo había dormido una hora o dos cuando el cansancio me venció prácticamente al amanecer y ahora que estaba despierta, mi cabeza latía fuertemente necesitaba usar el baño, lavarme la cara y beber un poco de agua.
Luché contra mis restricciones pero solo conseguí lastimar la piel de mis muñecas, de seguro tendrían moretones horribles aunque en ese momento era lo que menos me importaba, no podía dejar de pensar en lo que Mike planeaba y en Edward a quien tal vez jamás volvería a ver.
¿Cómo había podido será tan estúpida?
Deje que el maldito orgullo ganara y me había alejado de él, Edward se había equivocado en verdad pero también sabía que estaba profundamente arrepentido y en lugar de arreglar las cosas me había enfocado en hacer que él comprendiera la magnitud de lo que había hecho.
Si hubiera dado mi brazo a torcer, si hubiese vuelto a su lado tal vez nada de esto habría pasado y hoy habría despertado entre los brazos de Edward, habríamos desayunado juntos y habríamos pasado el día en la cama haciendo el amor, en lugar de estar secuestrada en esta vieja cabaña deseando con todas mis fuerzas que Mike no pueda hacerle daño.
Podía recordar cada uno de nuestros momentos juntos, la noche que me sorprendió en la sala de juntas y el ascensor averiado que causo que pasáramos nuestra primera noche juntos, la noche en que hicimos el amor por primera vez, nuestro viaje a Londres, los momentos que pasamos con su familia, nuestros paseos por la ciudad, nuestro día de campo y la tormenta que nos dejó atrapados en la cabaña de caza, sonreí pensando en que esa noche habíamos concebido a nuestro bebé pero de inmediato la sonrisa se borró de mi rostro al pensar en que tal vez jamás volvería a ver a Edward y que él jamás se enteraría de que íbamos a ser padres.
Las lágrimas se agolparon en mis ojos y pensé en mi bebé apenas empezaba a hacerme la idea de que sería madre pero ya lo amaba, él era la prueba del amor que nos teníamos su padre y yo, se suponía que yo debía protegerlo pero ahora estaba aquí, a la merced de Mike y las posibilidades de que sobreviviera a esto y conmigo mi bebé eran mínimas.
– Lo siento mucho bebé, pase lo que pase te amo – susurré y entonces el crujido de la puerta abriéndose me alertó de que no estaba a solas.
– Buenos días bella durmiente – dijo Mike que llevaba una botella de agua y lo que parecía un emparedado de mermelada.
– Necesito ir al baño – dije ignorando su saludo.
– De acuerdo – dijo y se inclinó a desatar una de mis manos – pero no quiero que intentes nada – añadió con frialdad y yo asentí.
Me desató y me llevo hasta el baño aferrándose a mi brazo, entré y cerré la puerta, abrí el grifo y afortunadamente comprobé que la casa disponía de agua potable, usé el baño lave mis manos, limpie el polvo del espejo con mi mano, examiné mi cara y lave la sangre seca en la comisura de mi boca, dolía mucho y un hematoma empezaba a aparecer donde estaba la hinchazón, enjuague mi boca y empecé a recorrer el pequeño cuarto de baño buscando algo que pudiera usar como arma pero aparentemente no había nada que pudiera usar.
Luego abrí el gabinete sobre el lavamanos y encontré un viejo cepillo, un envase de enjuague bucal casi vacío y un frasco de loción en las mismas condiciones, al ser de vidrio aquel frasco de loción era mi mejor opción.
Abrí la puerta lentamente con el corazón martilleando casi dolorosamente contra mis costillas y como sospechaba Mike estaba esperando allí, era ahora o nunca en un rápido movimiento estrelle el frasco contra su cabeza rompiéndolo en pedazo.
Mike soltó un aullido y una maldición entre dientes pero no pudo evitar tambalearse y caer hacia atrás, así que aproveche para correr.
Abrí la puerta de la habitación, luego continúe hasta llegar a la puerta de salida pero entonces sentí como Mike tiraba dolorosamente de mi cabello.
– ¿A dónde crees que vas? – dijo tirando más fuerte de mi cabello, intente zafarme de su agarre inútilmente hasta que alcancé su rostro y lo arañe pero aun así no me soltó.
– Maldita perra – casi gritó y en un instante el dorso de su manos se estrelló contra mi pómulo derecho con tal fuerza que caí al piso, a penas y noté cuando me arrastraba de regreso a la habitación y cerraba la puerta.
Al menos esta vez cerró la puerta sin molestarse en atarme miré mis muñecas y las froté al ver las líneas rojas que se había formado gracias a mis ataduras. Me senté en la cama y vi mis zapato cerca del escritorio, los tome y los acomode junto a la cama al menos no seguiría descalza.
Lo único que quería era llorar, sentía que con cada minuto que pasaba mi destino se sellaba, pero decidí no rendirme y luchar hasta el último minuto que me quedara así que tome la botella de agua y bebí un largo, luego tome el sándwich y empecé a comerlo en pequeños trozos.
EDWARD (POV)
Dos largos días sin noticias suyas, sentía que mi mundo se caía a pedazos a cada minuto que pasaba mi miedo y mi angustia crecían, más aun después de recibir esa nota de rescate la misma noche en que no llegó a nuestra cita en el hospital.
Mark ya había despertado y estaba fuera de peligro aunque tendría que usar cuello ortopédico por un tiempo, también rindió su declaración pero por desgracia no dijo nada que nos ayudara a encontrar a Bella.
El televisor permanecía apagado porque ya no toleraba ver su foto y escuchar la noticia de su secuestro una y otra vez.
La policía entrando y saliendo de la sala, hablando entre ellos en voz baja solo aumentaban mi ansiedad, la nota de rescate decía claramente que no involucrara a la policía pero Jacob me había convencido de que era lo mejor, contacto a varios amigos suyos y organizaron un operativo lo más discreto posible.
– Cariño ¿cómo estás? – preguntó mi madre por quinta vez desde que había llegado.
Papá había viajado por negocios y ella lo había acompañado para arreglar los detalles de la boda con Bella y al llegar se habían encontrado con todo esto.
– Estaré bien cuando ella esté aquí – dije en voz baja, ella se sentó junto a mí y tomó mi mano en silencio lo cual agradecí. Nos quedamos así por unos minutos más hasta que mi celular sonó sobresaltándonos a ambos, esperé la señal de uno de los agentes y tomé el teléfono.
– Hola
– Hola Edward – dijo una voz distorsionada al otro lado de la línea.
– ¿Quién eres? – Eso no es lo que debería importarte sino cuanto tiempo le queda de vida a tu mujercita si decides no cooperar, por su bien espero que ya tengas listo mi dinero.
– Si lo tengo, pero necesito hablar con ella para estar seguro de que está bien.
– De acuerdo – dijo y escuche con atención pero solo escuche un murmullo creo que el secuestrador pidiéndole a Bella que hablara – o al menos eso esperaba – pero solo escuché silencio y mi corazón empezó a latir desbocado.
– Habla – gritó el secuestrador cuya voz me pareció familiar aunque alejada del teléfono no estaba muy seguro, pero ante la negativa a hablar solo resonó un golpe y un jadeo audible.
Estaba casi seguro que era ella y ese infeliz a había golpeado, empecé a caminar de un lado a otro queriendo gritar de impotencia.
– No te atrevas a tocarla – grité sin saber si era escuchado o no – quítale las manos de encima.
– Creo que tendrás q confiar en mi – dijo nuevamente al teléfono.
– Escúchame bien maldito bastardo – si la lastimas te encontraré y te mataré con mis propias manos.
– Aquí las amenazas las hago yo, así que ven con el dinero al callejón trasero de aquel lugar al que llevaste a tu novia aquella noche en la que se veía tan deseable con ese ajustado vestido negro azulado, casi te la arrebato directamente de tus brazos en la pista de baile esa noche, ven en una hora y si traes a la policía lo sabré – dijo antes de colgar.
– ¿Rastrearon la llamada? – pregunté desesperado.
– Lo lamento señor Cullen pero no hubo manera de rastrear la llamada fue muy corta y no sé si están usando algún dispositivo, la asistencia de un hacker o ambas, fue imposible rastrearla, pero necesitamos que nos de toda la información sobre el lugar donde lo citó el secuestrador.
– Necesito un minuto a solas – dije y me precipite a mi habitación mientras a mis espaldas empezaban a organizarlo todo.
No la ayudarían y ese infeliz la mataría si no tenía el dinero, no permitiría que la siga lastimando, tenía que actuar y rápido.
Tomé lo que necesitaba incluyendo el maletín que contenía los 5 millones que ese infeliz había pedido de rescate y lo lancé el por el balcón, luego con cuidado bajé intentando escapar de mi propia casa al encuentro de un maniático en cuyas manos de una forma u otra había puesto a la mujer que amo.
– Sabía que lo harías – dijo la acusadora voz de Jacob a mis espaldas.
– Lo siento Jake pero no voy a arriesgar su vida, así que iré hasta allí y no hay nada que puedas hacer al respecto – dije con firmeza.
– De acuerdo – dijo recogiendo el maletín del piso – te acompañare y no hay nada que puedas hacer al respecto – añadió imitándome.
– No Jake, no te voy a poner en riesgo.
– Vamos Ed estuve en el ejército, te seguiré a una distancia prudente, nadie notará que estoy allí, sino vas a seguir el plan que ya habíamos trazado al menos déjame ir contigo, vigilar a la distancia y llevar a cabo parte del plan de ser necesario – ante su insistencia no me quedo más que aceptar.
Bella (POV)
Mi mejilla aun ardía por la bofetada de Mike al no haber querido hablar con Edward, pero no sabía que me dolía más, si el golpe de Mike o el no haberle podido decir a Edward por última vez que lo amaba, pero de haberlo hecho solo lo habría atraído hacia su muerte.
Estaba tan sumida en mis dolorosos pensamientos que no me había dado cuenta de que Mike hablaba con alguien en la sala, así que pegue mi oído a la puerta.
– Eso espero – dijo Mike.
– Sabes que no sé nada de computadoras pero es absolutamente confiable, puedes confiar en su trabajo la llamada es imposible de rastrear. Era Irina estaba segura era su voz y la esperanza brotó de nuevo en mi interior, tal vez era tarde para mí pero si le decía a Irina lo que Mike planeaba ella tal vez podría impedirlo, pero debía ser muy cuidadosa.
– De acuerdo, debo ir por mi paga.
– Esta bien pero creo que ya deberíamos deshacernos de esa – dijo Irina.
– Tranquila cariño todo a su tiempo, si algo llegara a complicarse la necesito como mi póliza de seguro pero puedes apostar a que en cuanto ya no me sea de utilidad te libraré de ella para siempre y te aconsejo que tengas cuidado con ella es muy rápida e inteligente – contestó Mike y salió dejando a Irina sola.
Esperé y esperé pensado en que le diría a Irina, como la convencería de las verdaderas intenciones de Mike pero ni siquiera en mi mente sabia como lo haría.
Creo que habían pasado alrededor de dos horas cuando la puerta se abrió y vi entra a Irina luciendo fantástica vestida con jeans negros, un suéter negro ceñido, botas planas del mismo color y el cabello recogido en una coleta.
Irina se paró frente a mí y me analizó minuciosamente de arriba abajo lo que aunque parezca imposible dada la situación socavó bastante mi delicada autoestima ya que no estaba luciendo mi mejor look, me había duchado lo que era bueno pero había tenido que usar la misma ropa y mi cabello que solo había peinado con mis dedos lucia desastroso.
– No te atrevas a moverte porque si intentas algo como lo que le hiciste a Mike te vas a arrepentir – dijo llevando su mano hasta la parte posterior de su jeans y para mi sorpresa sacando una pistola.
– Irina por favor no tienes que hacer esto estás a tiempo de escapar y abandonar este loco plan – dije suplicante.
– ¿Y perder la que probablemente sea la única oportunidad de deshacerme de ti? Ni loca, aunque la verdad es que no sé qué fue lo que Edward vio en ti por más que te miro no puedo entenderlo – dijo con la mandíbula tensa.
– Irina yo sé que me odias pero sé que quieres a Edward y no importa lo que hagas conmigo pero a él debes protegerlo de Mike – dije y al parecer eso llamo su atención.
– No sé de qué hablas pero definitivamente haré contigo lo que quiera y en cuanto a Edward lo único que sucederá es que tendrá una esposa que si tenga clase – dijo señalándose.
– ¿De verdad piensas que Mike odiándolo como lo odia no le hará daño? – pregunté y vi la duda en sus ojo durante un segundo pero de inmediato desecho la idea.
– Claro que no Mike y yo tenemos un trato y dejamos cada punto de él muy claro. – Piénsalo bien Irina ¿en verdad crees que Mike sería incapaz d mentirte? Él es inestable y tú nos has puesto a todos en sus manos, por favor Irina piénsalo bien – le supliqué.
– No vas a enredarme con tus jueguitos mentales, así que más te vale quedarte cayada antes de que acabes mi paciencia y me deshaga de ti antes de lo previsto – dijo molesta y salió de la habitación dejándome sola en mi encierro con la angustia de que mi última esperanza se había ido.
EDWARD (POV)
– ¡Tú!... – dije incrédulo.
– Sabía que eras un demente pero no te creí capaz de tanto – añadí al ver a Mike esperando por mí en el lugar acordado dentro un auto negro.
– Mejor nos ahorramos los melodramas y subes al auto Cullen.
– No intentes nada raro, quiero tus manos sobre el maletín donde las pueda ver todo el tiempo, creo q no hace falta que te recuerde a vida de quien está en juego – dijo apuntándome con un revolver en cuanto estuve dentro del auto.
– Y ponte esto – añadió lanzándome un antifaz negro, en cuanto me lo puse y fui incapaz de ver nada arranco el auto.
*********
El auto se detuvo y al fin me quité el estúpido antifaz para encontrarme en medio de la nada, en una especie de bosque.
– Muy bien ahora dame el dinero. – Necesito verla antes – dije con firmeza.
– Dame el dinero y luego la tendrás y no estoy para jueguitos Cullen, si no me das el dinero ahora le van a dar un tiro en la cabeza a tu bellísima novia y no queremos eso verdad – dijo con una estúpida sonrisa en su rostro de manera que lancé el maletín delante de mí y metí mis manos en los bolsillos de mi chaqueta accionando el dispositivo del maletín.
– Ahora quiero verla – dije.
– En un minuto estará aquí – respondió Mike pero entonces la quietud de la noche fue interrumpida por el fuerte estruendo de un disparo entre los árboles.
Sin dudarlo corrí hacia donde venía el sonido y escuche el jadeo de dolor de Mike detrás de mí por lo visto el maletín de seguridad había hecho lo suyo y le dio una fuerte descarga eléctrica, mire hacia atrás sin dejar de correr y lo vi el suelo.
Seguí corriendo hasta encontrarme con una silueta vestida de negro corriendo a lo lejos, intenté ajustar mis ojos a la oscuridad buscando a Bella, pero la espesura de los arboles impedía el paso de la luz de la luna, pero al acercarme más vi su silueta tirada en el piso y mi corazón casi se detuvo presa del pánico.
– Bella – grité corriendo hacia ella.
– Bella, mi vida ¿estás bien? – dije abrazándola.
– Edward por favor vete Mike quiere matarte – dijo con la voz ronca.
La atraje más hacia mi pecho y fue allí cuando sentí la humedad en su blusa y me di cuenta de que estaba herida en el abdomen.
– ¿Que te paso mi cielo?
– Irina y yo forcejeamos y el arma se disparó. – ¿Irina? – pregunte interrumpiéndola.
– Ella estaba ayudando a Mike, pero debes irte, estaré bien Edward es solo que la sangre me marea, tú debes irte ahora por favor.
– Claro que no, no te dejaré aquí ¿puedes ponerte de pie? – dije y ella asintió, envolví su brazo en mi cuello y cuando la levante dejo escapar un jadeo de dolor.
– ¿Estas bien? – volví a preguntar y ella volvió a asentir. Sabía que Jake no debía estar muy lejos, la señal del maletín que accioné hace poco lo guiaría hasta aquí, así que solo debíamos resistir un poco más.
– Dame… un segundo – dijo Bella entre jadeos, estaba sufriendo y cada segundo sabiéndolo se me hacía eterno, aun sosteniéndola la apoyé contra un árbol.
– Suéltala Cullen – dijo Mike a mi espalda poniendo el frio cañón de su arma en mi nuca – vamos a volver y vas a abrir ese maletín.
– Ven aquí cariño o le volare la cabeza a tu amorcito – dijo extendiendo su mano hacia Bella y ella sin dudarlo la tomó.
– Vamos Cullen desactiva el maletín – dijo Mike apuntando a Bella. Caminamos en silencio de vuelta hasta el maletín e hice lo que me había pedido.
– Muy bien ahora tu vendrás conmigo cariño – dijo aferrándose más a ella.
– ¡No!... maldita sea Mike este no era el trato – grité desesperado.
– Esta bien Edward – dijo sonriendo para tranquilizarme pero una lágrima rodó por su mejilla y con sus labios moduló un –te amo– pero entonces un débil sonido como de sirenas empezó a aumentar gradualmente y la mirada desesperada de Mike me indico que sabía que estaba perdido.
Lo siguiente no me lo esperaba Mike lanzó a Bella al piso empujándola con fuerza y aunque ella amortiguo la caída con sus manos su cabeza se golpeó contra una roca.
– Bella – grité ignorando a Mike que me apuntaba me agaché y la abracé.
– Bella por favor mírame, dime algo, por favor – supliqué con la voz ronca por las lágrimas contenidas pero ella continuo con sus ojos cerrados y entonces volví a sentir el cañón del arma en mi cabeza.
– Si voy a caer caerás conmigo – gritó y abracé más fuerte a Bella esperando lo inevitable y muriendo mil muertes por la culpa de haberla puesto en esta situación y no poder hacer nada por ella ahora que estaba herida, fue entonces cuando sonó el estruendo de un disparo.
El sonido de las sirenas y los autos frenando se desató y para mi sorpresa yo aún seguía vivo aferrándome a Bella.
Miré hacia atrás y vi a Mike tirado en el suelo con los ojos abiertos mirando a la nada en un charco de sangre proveniente de la parte posterior de su cabeza y a Irina de pie sosteniendo aun el arma con el rostro libido y una clara expresión de no creer lo que acababa de hacer, la policía de inmediato se puso en movimiento esposándola.
– ¿Edward estas bien? – dijo Jake corriendo hacia nosotros.
– Esta herida Jake – dije desesperado con las lágrimas surcando mi rostro, Jake gritó algo que a penas y capté y al momento dos paramédicos me arrebataban a Bella de los brazos.
– Va a estar bien Ed déjalos trabajar – dijo Jacob apartándome de su lado, quise poner resistencia pero él tenía razón ahora yo no podía hacer nada por ella y eso era lo que más me dolía no haber hecho nada por ella cuando debí haberlo hecho.
– Si aquel día la hubiese escuchado nada de esto habría pasado – murmuré para mí mismo.
– Ya deja de culparte amigo, Bella es muy fuerte estará bien – dijo palmeando mi hombro.
Me pareció una eternidad el tiempo que tardaron en subirla a la ambulancia ante mi insistencia me permitieron subir con ella, según los paramédicos la bala no parecía haber tocado ningún órgano vital pero el hospital más cercano aún estaba lejos y les preocupaba la pérdida de sangre, además debían examinar mejor el golpe en su cabeza.
A la luz de la ambulancia pude obtener un mejor vistazo de su rostro y me maldije a mí mismo al ver la herida en su frente, sus pómulos hinchados y su labio roto, si Irina no hubiera matado a ese malnacido lo habría hecho yo mismo.
Tome su mano entre las mías sin despegar mi vista de ella en todo el trayecto aun ahora llena de golpes lucía hermosa, en silencio me juré que de ahora en adelante viviría para ella y la protegería con mi vida.
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Hola chicas espero que el capi les haya gustado y ya sé que no me lo merezco por hacerlas esperar pero espero sus comentarios para saber que les pareció.
Cuídense mucho y de todo corazón les deseo un muy ¡FELIZ AÑO NUEVO!… Nos vemos el próximo año.
Besitosss...
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