AMOR POR CONTRATO (+18)

Autor: Isabella_256
Género: Romance
Fecha Creación: 01/05/2013
Fecha Actualización: 18/12/2015
Finalizado: SI
Votos: 65
Comentarios: 270
Visitas: 229175
Capítulos: 27

Edward Cullen es un joven y exitoso empresario reconocido internacionalmente, proveniente de una de las más importantes familias de Londres, por una desilusión amorosa se mudó a Los Ángeles y pese a ser un mujeriego empedernido lleva una vida muy solitaria hasta que se cruce en su camino Isabella Swan.

Pese a haber tenido una vida difícil la hermosa joven es alegre y carismática pero no confía en los hombres, ambos se conocen en una accidentada situación y se involucraran en un enredado acuerdo para que ella finja ser su novia ante su familia durante un par semanas. ¿Lograrán ambos superar sus temores y disfrutar su amor plenamente?....

 

Los personajes de esta historia son propiedad de Stephanie Meyer pero la historia es escrita por mi y es producto de mi loca imaginación por favor no publicar en esta página o en cualquier otra sin mi autorización.

 

Los invito además a leer mi otra historia (Dando clic en el título del fic)

"CORAZÓN IMPREDECIBLE (+18) (Finalizado)"

 

Además los invito a pasar por mi nueva historia

"SIEMPRE TUYA (+18) (En Proceso)"

+ Añadir a Favoritos
Leer Comentarios
 


Capítulo 22: Te Necesito

Hola chicas por aquí estoy de nuevo, sorry por la tardanza pero créanme que ha sido por falta de tiempo. Muchas gracias por los votos en las ultimas semanas ya que gracias a esos votos el fic estuvo durante varios días en la pág. 1 de populares y eso me hizo muy feliz por desgracia ha vuelto a la pág. 2 pero para mi significó mucho q aunq sea por unos días el fic se haya situado allí. CA.CULLEN, NOE, EMI20, GINNADECULLEN, GLORIACULLEN, JUDITH, GABSRC, JANETHA, DANIELAC, ALISS CULLEN, BELLSWARD, gracias por su apoyo chicas y gracias también a mi amado esposo HANSVOLTURI_85 por su ayuda en casa. No las canso más y aquí les dejo el capi. Disfrútenlo…

 

 

– Gracias – dije tomando el pañuelo que Mark me ofrecía con mis dedos temblorosos.

– De nada ¿A dónde quieres que te lleve? – preguntó Mark intentando sonar casual pero su voz estaba cargada de ansiedad ante mis incesantes lágrimas.

– A mi apartamento queda en… ¡maldición! – exclamé recordando que no traía nada más que mi celular y las llaves de mi apartamento estaban en un bolso dentro del enorme armario de Edward.

– ¿Qué ocurre? – preguntó Mark frunciendo el ceño.

– Es que deje mis llaves y la única copia la tiene Angela.

– Tranquila hermosa solo llámala, pregúntale donde está y pasaremos a recogerla – dijo Mark queriendo tranquilizarme.

– Es que sé muy bien donde está Angela... bueno no lo sé con exactitud pero sé que está con Ben y él le propondrá matrimonio esta noche así que no quiero interrumpirla y arruinar su gran noche con mis problemas – dije tomando una gran bocanada de aire para calmarme.

– Pues entonces ven conmigo a mi apartamento te das un baño te relajas un poco, duermes y en la mañana podrás llamar a Angela – dijo sonriéndome dulcemente.

– Ese parece un buen plan – dije intentando corresponder a su sonrisa pero solo salió una mueca nada convincente y vi como sus ojos se arrugaban con preocupación pero pese a eso no me hizo pregunta alguna.

Mark dejo su Lamborghini en su plaza del parking y me condujo al ascensor y este nos llevo hasta el último piso.

– Wow – exclamé cuando entramos a su pent-house.

– Lo se es un cambio agradable en Forks cortaba el césped y trabajaba un par de hora en la biblioteca – dijo sonriendo y yo intenté sonreírle también pero era como si mis labios no me obedecieran.

– ¿Estas bien? – solo agite la cabeza afirmativamente pues no confiando mucho en mi voz.

– Ven creo que necesitas sentarte un momento – me condujo hacia un gran sofá de cuero marrón, sirvió dos copas de vino blanco y tomé un gran sorbo antes de recordar la prueba de embarazo que tenía aun en mi bolsillo y de inmediato me sentí culpable por no estar cuidando bien de mi bebé sobre todo después de lo ocurrido con su padre.

– He tratado de no preguntar pero no tolero verte así – dijo Mark y durante un momento pensé en decirle que no quería hablar de ello pero después de todo él estaba implicado directa o indirectamente en este asunto.

– Lo siento Mark es solo que tuve una discusión con Edward y… – tuve que tragar el nudo de emociones en mi garganta que me impedía hablar – piensa que tu y yo tenemos un romance.

– ¿Que? Acaso está loco tu jamás le harías eso ¿acaso no se ha dado cuenta aun de la maravillosa mujer que tiene a su lado? – exclamó enojado.

– Tiene fotos – dije en un susurro.

– ¿Fotos de quien? – preguntó confundido.

– No me preguntes como pero alguien le dio unas fotos en las que tu y yo aparecemos besándonos.

– ¿Qué?... eso es imp… – dijo dejando la frase sin concluir con la mirada en blanco, esa mirada que yo conocía bien y que significaba que algo se le había ocurrido.

– Ok conozco esa mirada que pasa por tu mente – dije agitando mi mano frente a su rostro.

– La rubia… – dijo aun con gesto ausente.

– ¿A que te refieres?

– Un rato después de que Edward y tú se fueron de la fiesta porque te sentías mal fui al baño y una rubia entro detrás de mí y solamente me beso sin decir nada.

– ¿Como era ella? – pregunté aunque ya sabía la respuesta.

– Era una joven rubia, delgada, llevaba el cabello suelto y un vestido rojo, solo me besó me sonrió y salió del baño, luego traté de buscarla pero no la encontré.

– ¡Maldita Irina! – grité – claro que no la encontraste ya había obtenido lo que necesitaba – dije levantándome y caminando de un lado a otro.

– ¿Ahora me vas a explicar quién es ella y que es lo que está pasando? – dijo Mark.

– Irina es una ex de Edward que no se resigna a que lo suyo ya se acabó y ahora encontró la forma de fastidiarnos, el hombre que la acompañaba me abordó en el baño y me besó a la fuerza lo golpee y salí corriendo por eso estaba tan alterada cuando me encontraste, de seguro Irina nos vio bailando y se dio cuenta de que Edward me habría creído si le decía lo ocurrido porque él conoce muy bien a Mike pero si eras tú el que aparecía en las fotos tendría la oportunidad de hacer dudar a Edward así que te incluyó en sus planes y consiguieron a alguien para que hiciera un montaje con ambas fotografías – dije y no pude evitar que mi voz se quebrara pues en mi interior el dolor crecía y crecía.

Mark me atrajo a sus brazos y me presionó contra su pecho dejando que llorara libremente mientras el solamente me abrazaba y besaba mi cabello hasta que me cansé.

– Lo lamento – dije en cuanto fui capaz de articular las palabras – no debí llamarte y hacer que me veas en este estado pero no sabía a quien mas llamar.

– No te disculpes me alegra que me llamaras no me gusta verte llorar pero te prefiero aquí conmigo que llorando sola en cualquier otro lado – dijo acariciando mi mejilla.

Cuando levanté la mirada nuestros labios estaban a tan solo unos pocos centímetros, podía sentir su cálido aliento su mano acarició mi mejilla y su rostro comenzó a acortar la distancia. Moví levemente mi rostro de manera q sus labios solo besaron la comisura de los míos.

– Lo siento no debí – dijo con pesar.

– Esta bien, es mi culpa no debí haber venido aquí después de lo que me dijiste en la fiesta del sábado – dije sintiéndome culpable.

– No digas eso Bella tu y yo somos amigos y sin importar que no correspondas a mis sentimientos estaré allí siempre que me necesites, solo fue un impulso creo que ahora necesitas comer algo y descansar.

– Gracias pero no tengo hambre – dije pues mi estómago estaba hecho nudos.

– Si no puedo convencerte entonces te voy a mostrar la habitación de invitados – dijo tomando mi mano y me condujo hasta la habitación de invitados.

– Descansa – dijo besándome en la frente y me dejo sola frente a la puerta. Entré y encendí la luz, iluminando la lujosa habitación blanca decorada con muebles en tonos beige y marrón pero no estaba de humor para apreciarla de manera que me dirigí al baño.

Al estar frente al espejo sobre el lavamanos doble y ver mi penoso reflejo no pude evitar desmoronarme, ahora estaba sola y al fin me permití llorar como deseaba hacerlo sollozando con fuerza y derrumbándome en el piso.

¿Edward como reaccionarias si supieras que vas a ser padre? Talvez debería decírselo mañana, pero está tan enojado por lo de las fotos y me niego a decírselo en este momento solo pensaría que estoy usando mi embarazo para manipularlo, además no soportaría que dude de que este bebé es suyo o que me vuelva a comparar con Jessica, aun no se si se pueda perdonarle que haya dudado así de mi.

Mi lado mas racional en cambio me hace ver el hecho de que ya una vez confió en una mujer y ella lo traicionó exponiéndolo públicamente al dejarlo poco antes de una boda a la que estaba invitaba la crema innata de la sociedad londinense es natural que al ver esas fotos haya dudado yo también lo habría hecho, lo que me dolía en verdad es que no me haya querido escuchar que aunque le expliqué lo que había ocurrido en realidad no me haya otorgado ni tan siquiera el beneficio de la duda.

¿A quien engaño? Lo necesito, aun después como se comportó lo necesito pero ¿que puedo hacer? no me quiere escuchar y después de sus duras palabras yo no iba a insistir solo me quedaba esperar a que entrara en razón.

 

***************

– Gracias por esto Mark – dije señalando mi nuevo vestido zapatos y bolso que él me había llevado a comprar ya que no tenía nada que usar para el trabajo – te prometo que te lo pagaré.

– No digas tonterías y ve a trabajar – dijo con una brillante sonrisa.

– Adiós. – Adiós y llámame si necesitas que venga por ti para llevarte a casa.

– Lo mas seguro es que me lleve Angela en la mañana le envié un texto diciéndole que me lleve la llave que ella conserva, pero si te necesito te prometo que te llamo.

– De acuerdo – dijo antes de arrancar su auto.

Ya me había ocupado de los correos de mi jefa y de todos sus pendientes de manera que mi única tarea era contestar el teléfono, no había sabido nada de Edward y aunque estuviera muy enojada con él lo extrañaba mucho.

Era una mañana bastante tranquila en la oficina lo que era poco conveniente para mi pues la falta trabajo solo me dejaba más tiempo libre para pensar.

Fantaseaba con el aroma de las rosas y la velas en la cabaña de caza en la que Edward me pidió que fuera su esposa, con sus caricias, con que le decía que tendríamos un bebé y el sonreía y me besaba con pasión, besaba mi vientre y empezaba a susurrarle palabras dulces a nuestro pequeño.

– Hola, hola – dijo Angela poniendo la llave de mi apartamento y un late en mi escritorio con una brillante sonrisa que se desvaneció en cuanto levanté la mirada.

– ¿Que ocurre Bella? Mi jefe no ha venido a trabajar hoy y ahora te veo y algo en tu expresión me dice q no eres la misma de ayer ¿Qué pasó?

– Te prometo que te lo contaré todo después Angela pero en este momento no puedo hablar – dije tragando el nudo que se estaba formando en mi garganta.

– De acuerdo yo tengo que volver a mi trabajo pero tenemos que hablar – yo solo asentí no quería hablar sobre lo ocurrido con Edward y menos en la oficina o me derrumbaría.

Bebí un largo sorbo de late y allí estaba otra vez esa sensación en mi estómago y salí al baño rápidamente, apenas y logré llegar, las nauseas eran espantosas y aunque mi estómago ya estaba vació los espasmos no cesaban, definitivamente el café debía quedar fuera de mi dieta. Me puse de pie aunque mis piernas se sentían temblorosas, tenía la frente cubierta de sudor y mi aspecto de seguro era lamentable.

– ¿Bella estas bien? – dijo mi jefa saliendo de uno de los cubículos yo ni siquiera la había escuchado entrar.

– ¿Eras tu la que vomitaba? – preguntó preocupada.

– Si estoy bien gracias – dije como pude y fui hasta los lavamanos para enjuagar mi boca.

– Estas muy pálida creo que lo mejor será que te vayas a casa es mas tómate un par de días libres si lo necesitas no te ves nada bien – dijo examinando mi rostro.

– Se lo agradezco mucho y creo que esta vez le tomaré la palabra y aprovecharé para visitar al médico – dije pensando en que ya era hora de que empezara a cuidar de mi bebé y tuviera mi primera cita con mi ginecóloga.

Salí de la oficina, tome un taxi hasta mi apartamento y al entrar lo primero que hice fue quitarme los zapatos, le envié un texto a Angela diciéndole que me había sentido mal y había vuelto a casa, luego fui hasta mi habitación me quité el vestido y me lancé a la cama en ropa interior.

Unos golpes en la puerta me sobresaltaron por lo visto me había quedado dormida, me envolví en mi bata y salí rápidamente.

– Vaya pinta la que tienes – dijo Angela en cuanto abrí la puerta.

– Te traje algo de comer – dijo dejando una bolsa con el logo de nuestro restaurante de comida china favorito sobre la mesa.

– Gracias Angie, soy una muy mala amiga ¿como te fue anoche con Ben? – de inmediato una enorme sonrisa se dibujó en su rostro y extendió su mano hacia mi para mostrarme su anillo de compromiso.

– Es hermoso, tienes que contármelo todo – dije mientras me sentaba a la mesa y ella imitaba mi acción.

– Me llevó a un restaurante muy lujoso y se arrodilló allí frente a todo el mundo y me pidió que me casara con él – dijo soltando un grito de emoción.

– Me alegro mucho por ti amiga mereces ser muy muy feliz con el hombre que amas.

– Y lo soy pero no tengo mucho tiempo y ahora me vas a contar que es lo que está pasando entre mi jefe y tu – dijo mientras sacaba la comida de la bolsa – y no me digas que nada porque tu no te pones así por nada y mi jefe no había faltado al trabajo sin un motivo importante nunca.

Respiré profundo antes de empezar mi relato contándole paso a paso lo que había ocurrido la noche de la fiesta y lo ocurrido el día anterior solo guardándome la noticia de mi embarazo.

– No lo puedo creer así que la maldita de Irina lo consiguió – dijo exasperada.

– Si lo logró, él prefirió creerle a ella que a mi – dije limpiando las lagrimas que empezaban a correr por mi rostro.

– Ok no quiero defenderlo pero talvez el hecho de que su novia de la juventud lo hay plantado prácticamente frente al altar porque se acostaba con su peor enemigo tenga algo que ver con el hecho de que al ver las fotos automáticamente pensara que era cierto – dijo enarcando una ceja.

– Y tu punto es… – dije recogiendo todo de la mesa.

– ¿Que harás si entra en razón y te pide perdón? Ustedes se aman deberían hablarlo.

– Por como se comportó ayer no creo que vaya a entrar en razón muy pronto – dije mientras hacía mi camino hasta el bote de basura en la cocina.

– Pues yo creo que ya entró en razón – dijo Angela corriendo hacia mí, manteniendo mi celular en alto.

Lo había dejado en vibración y el nombre de Edward y su foto iluminaban la pantalla, la foto que le había tomado mientras estábamos en Londres, él sonriendo relajado con un jersey azul y el Támesis a sus espaldas en uno de nuestros tantos paseos por la ciudad, todo un contraste con el hombre enojado de ayer.

Esa llamada significaba que estaba dispuesto a hablar pero también recordaba haberle dicho cuanto me lastimaba y que si no me escuchaba cuando se diera cuenta de su error no quería que me buscara.

– ¿Vas a contestar o no? – dijo Angela sacándome de mis pensamientos.

Tomé el teléfono de las manos de Angela, rechacé la llamada y luego lo apagué.

– ¿Eso quiere decir que no aceptarás sus disculpas? – preguntó Angela en voz baja.

– No, eso quiere decir que no se lo voy a poner fácil, lo haré sufrir un poco – dije sonriendo esperanzada de que todo se arreglaría pero lo haría pagar lo que me había hecho pasar desde ayer.

 

EDWARD (POV)

– Edward… ¿pero que demonios pasó aquí? – escuché la voz de Jake a lo lejos.

– Edward – repitió ahora sacudiendo mis hombros haciendo que despertara por completo sintiendo el dolor taladrando en mi cabeza y la luz lastimando mis ojos.

– ¿Me quieres explicar que es lo que te pasa? – dijo entre molesto y preocupado recogiendo una botella vacía de bourbon y todo lo que había lanzado en el piso de mi despacho.

– ¿Dormiste aquí? – preguntó prestándole mas atención a mi aspecto.

– ¿Que te hace pensar eso? – dije de forma sarcástica incorporándome en el sofá. – Ya deja de hacerte el gracioso y dime que es lo que te pasó anoche.

– Pasa que todas las mujeres son iguales – le respondí sin poder dejar la amargura fuera de mi voz.

– ¿A que te refieres? ¿Dónde está Bella? – dijo mirando a su alrededor.

– No vuelvas a hablarme de ella – dije con brusquedad.

– Ya basta Edward no se que es lo que pasó entre ustedes pero tu y yo sabemos que Bella es lo mejor que pudo ocurrirte en mucho tiempo.

– Me engaño eso es lo que pasó, tiene una aventura con el tal Mark al parecer eran novios en la adolescencia o algo así debes haber visto como la miraba en la fiesta del sábado la devoraba con la mirada me di cuenta enseguida pero quise confiar en ella, que estúpido fui ¿no? ni siquiera lo disimulaba – dije exasperado por su insistencia en defenderla.

– Discúlpame Edward pero me resulta muy difícil de creer Bella no parece ese tipo de chica.

– Pues lo es – dije tomando el sobre que estaba también en el piso y que había visto una y otra vez la noche anterior deseando con todas mis fuerzas que cuando volviese a ver aquellas fotos no fuese su rostro el que apareciera besando a otro hombre, mire a Jacob y vi la incredulidad en su rostro, el tampoco podría creer que ella me hubiera hecho algo así.

– ¿Que te dijo ella sobre esto? – preguntó en voz baja aun con la mirada fija en las fotos.

– Lo único que hizo fue negarlo todo, se hizo la victima, dijo que no la buscara más y lanzo el anillo de compromiso sobre la cama – dije sirviéndome una copa.

– Y por un minuto te detuviste a pensar que talvez ella te estaba diciendo la verdad – dijo Jake quitándome la copa antes de que me la llevara a los labios.

– Creo que es mas que evidente o no te basta con que tenga pruebas de su infidelidad – contesté irritado.

– Amigo no quiero contradecirte en todo pero tampoco quiero que te equivoques en esto, estas fotos pudieron ser tomadas por alguien mal intencionado, tal vez el la besó pero eso no quiere decir que ella haya estado de acuerdo, ni tu ni yo sabemos que paso antes y después de esta foto – dijo Jacob y desee creer en que todo esto había sido un malentendido pero seguir creyendo en ella y albergar esperanzas de que todo esto era un engaño sería aun mas doloroso cuando tenga que enfrentar la realidad.

– Bueno para empezar ¿Cómo obtuviste las fotos? – preguntó aun examinándolas.

– Ayer encontré a Irina al salir de la oficina, me entregó el sobre y dijo que las había rescatado de alguien de la prensa a quien tuvo que sobornar para que mi imagen no se viera perjudica si estas fotos salían a la luz pública.

– ¡Acaso estas loco!... ¿De entre todas las personas crees que de repente Irina cambio y tiene un corazón de oro? Pues déjame decirte que la verdadera Irina habría pagado para que esas fotos salieran en todos lo periódicos para que te enteraras de la peor manera, odiaras a Bella y entonces ella llegaría a ofrecerte consuelo – dijo exasperado.

– Vamos amigo siempre te he considerado un hombre inteligente si Irina te las entregó es porque te está manipulando para que odies a Bella y ella quede como heroína de esta historia – insistió haciéndome dudar de lo que hasta ahora creía cierto.

– Ella me dijo que quien la besó en los baños fue Mike – dije empezado a pensarlo todo mas detenidamente.

– ¿Quien Irina?

– No, Bella dijo que Mike era el que la había besado en los baños y que ella no me dijo nada para evitar un pleito entre nosotros ¿Crees que haya sido un montaje? – dije sintiendo que la sangre era drenada de mi rostro.

– Es lo mas probable pero es muy fácil salir de la duda solo tiene que revisarlas un fotógrafo profesional yo me encargaré de esto tengo un amigo que nos puede ayudar – dijo señalando las fotos.

– ¡Dios soy un idiota!

– Desearía decirte que no pero en esta ocasión si que lo fuiste pero creo que aun estas a tiempo de arreglarlo solo tendrás que arrastrarte un poco y suplicar – dijo riéndose a mis expensas.

– Talvez tengas razón me dijo que si no la escuchaba no quería volver a verme y no quise hacerlo – dije recordando su rostro mientras yo la acusaba de engañarme y su voz llena de ira cuando me dijo que no la buscara y yo ni siquiera tuve la decencia de mirarla.

– Debo ir a la oficina tengo que hablar con ella – dije corriendo hacia mi habitación.

– Yo iré ocuparme de esto – dijo Jacob detrás de mí y supuse que se trataba de las malditas fotos aunque ya no me interesaban.

No entendía como pude ser tan estúpido para dudar de ella, Bella es diferente a todas alas mujeres que he conocido y ahora corría el riesgo de perderla por mis inseguridades.

Me duché y vestí en tiempo record, tomé mi auto rumbo a la Corporación y en el camino tome el celular y marqué su número, su teléfono empezó a sonar mientras mi corazón latía con fuerza en mi pecho esperando por escuchar su voz, pero los timbrazos cesaron para dar paso al buzón de voz así que lo volví a intentar.

– ¡Maldita sea! – grité golpeando el volante apagó el celular obviamente estaba muy enojada. Al llegar pase directamente por la oficina de Amanda pero Bella no estaba en su escritorio talvez estuviera ocupada o aun no regresaba de almorzar fui hasta mi oficina y Angela tampoco estaba, traté de esperar pacientemente pero ya no podía mas así que decidí marcar a la oficina de Amanda.

– Habla Amanda Smith. – Hola Amanda habla Edward.

– Hola Edward ¿Cómo estás?

– Bien pero quería saber si Bella no ha vuelto aun de almorzar.

– Pensé que Bella te habría avisado.

– ¿Avisarme que? – pregunté rápidamente.

– Ella se fue a casa temprano, alrededor de las 10:30 no se sentía bien.

– ¿Que le pasó? – pregunté con el pulso desatado.

– Pues en la mañana entré al baño y la escuché vomitar, estaba pálida y se sentía muy mareada así que la envié a casa, le dije q se tomara un par de días para que…

– Gracias Amanda tengo que irme – la interrumpí antes de salir prácticamente corriendo. Conduje hasta su apartamento lo más rápido que pude sintiéndome como un completo idiota por haberla puesto en esta situación ahora debe estar en su apartamento sola, triste y enferma. Mi teléfono sonó anunciando una llamada y al revisarlo se trataba de Jake.

– Dime Jake. – Ed no me gusta decir te lo dije pero...

– Al grano Jake – dije mal humorado.

– Mi amigo revisó las fotos dijo que quien las hizo, hizo un muy buen trabajo pero definitivamente son un montaje.

– Gracias amigo aunque ya lo sabía.

– Pues en tal caso te deseo suerte.

– Y la voy a necesitar creme – dije antes de colgar. Bajé de mi auto, corrí hasta llegar a su apartamento y toqué la puerta.

– ¿Necesitas algo más Ang…? – dijo mientras abría la puerta y se quedo en silencio en cuanto me vio y no pude evitar fijarme en lo hermosa que lucía usando únicamente una pequeña bata color marfil que me daba una excelente vista de sus piernas, estaba descalza y con el cabello suelto.

Deseaba preguntarle como se sentía, si ya estaba mejor, llevarla a ver al medico aunque fuera a rastras pero verla vestida tan solamente con esa diminuta bata solo hizo que me olvidara de todo y la deseara con desesperación.

– Solo te necesito a ti – dije y antes de darle tiempo de reaccionar y decirme que me largara, la envolví en mis brazos y la besé, como lo esperaba ella me rechazó presionando sus manos con fuerza contra mi pecho.

– ¿Que demonios crees que haces? – dijo contra mis labios.

– Recuperar lo que es mío – dije antes de lograr inmovilizarla contra la pared presionando mi cuerpo contra el suyo para luego volver a besarla moviendo mis labios con insistencia hasta que me correspondió, si algo sabía es que ella me amaba pese a su enfado me seguía deseando.

No lograba pensar en nada más que en saciar el deseo que en ese instante me consumía, en hacerla mía, en perderme en su cuerpo y hacerla olvidar que me había comportado como un animal con ella.

Disfruté al máximo de su aroma, de su sabor y de la suavidad de sus labios, no importaba si me rechazaba, su cuerpo aun me pertenecía y respondía a mis caricias, de seguro luego me diría todo lo que me merezco y yo lo soportaría porque la necesito mas que al aire para respirar, la amo y con tal de que me perdonara y vuelva a estar a mi lado haría lo que fuera.

 

*********************************************

Hola chicas espero que el capi les haya gustado y me dejen sus votitos y comentarios que son sumamente importantes para mi.

Nos vemos después. Besitos…

 

 

 

Capítulo 21: Sorpresas Capítulo 23: Dulce Tormento

 
14431729 visitas C C L - Web no oficial de la saga Crepúsculo. Esta obra está bajo licencia de Creative Commons -
 10749 usuarios