Gracias por la paciencia...gracias por leerme...gracias por estar. Os recuerdo que os podeis pasar por mi perfil en facebook (soy Bea lime) para ver las fotitos de este cap y tambien os invito al grupo que han creado dos estupendas amigas (lunatik y Sole) que se llama Bea... un Angel de hielo y ya por ultimo comentaros i/o recordaros que tengo otro fic Más allá del olvido por el que me encantaria que os pasarais y me dijerais que os parece.

A la ya ta to dicho os dejo con el cap

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Bella

Me quedó claro que era mi despedida de soltera cuando al llegar al spa nos estaban esperando Esme, Rosalie, Ángela, Leah, Victoria y mi madre, todas con la sonrisa floja y un mojito en la mano…Alice estaba loca!!!..y mi boda cerca, eso me dio dolor de barriga.

Alice había contratado el spa en exclusiva para nosotras y la verdad es que fue impresionante…exceptuando la depilación. La fisioterapeuta del spa me hizo un masaje- drenaje en la pierna y consiguió que mi rodilla tuviera mejor aspecto, aunque solo fuera por que la hinchazón empezó a bajar. Después me hicieron un apaño muy ingenioso para que pudiera disfrutar del jacuzzi, las piscinas etc…sin temer por mojarme los puntos o el vendaje de Tom.

- Recuerda lo que te hemos dicho- la voz de Ángela intentaba ser amenazante, pero le resultaba imposible después de los mojitos, el vino de la comida y los Martinis de la tarde.- Edward no puede ver el trabajo de Ruth.- Ruth era la chica que me había depilado y para mi desgracia y por orden de las chicas,  me había teñido el poco pelo que había dejado ocultando mi intimidad de color rosa.

- Y como se supone que me lo tengo que montar si quiero esperarlo en el Jacuzzi?- yo no había bebido mucho pero lo suficiente para que se me ocurriera una manera “original” de sorprender a Edward… Por fin!!!. Alice, Rosalie y Ángela habían acabado de repartir los pétalos y las notas y ahora estábamos las cuatro metidas en la cocina.

- Poniéndote esto- rieron las tres y me giré para ver que Alice sostenía en sus manos una muy diminuta prenda de ropa…

- Eso que se supone que es?- dije levantando un ceja, mientras escurría los guisantes.

- Un bikini – dijo Alice con lógica aplastante.- y no me preguntes donde esta la parte de arriba porque no existe- volví a mirar la prenda de ropa, se trataba de un pequeñísimo tanga de color dorado, que tendría suerte si tapaba lo mínimo que tenia que tapar.

- Y cuando necesite quitármelo?- yo había dicho eso?, noté como el calor subía por mis mejillas y sonreí al pensar en esa parte de la noche que estaba por llegar. Las chicas me miraron y rompieron en carcajadas.

- Pues apagas las luces, le vendas los ojos o… no hagáis nada- dijo Rosalie mientras removía el contenido de una de las ollas.

- Bella, mañana encontraremos la manera de saber si Ed lo ha vito o no- las tres se miraron y rieron-  no quieras saber que te tenemos preparado si no cumples- miré a Ángela a los ojos y un escalofrío me recorrió la espalda.

En ese momento sonó el teléfono de Alice, nos miramos y dejamos de reír, Alice hablo con el que suponíamos que era Jasper, parecía que hablaban en código. Por lo que dijo al colgar, Edward estaría en la puerta de casa en unos veinte minutos y eso fue lo que tarde en preparar el jacuzzi, ponerme el ridículo tanga/bikini, descorchar el champagne y meterme en el agua, las chicas se escondieron al escuchar llegar el coche prometiendo que en menos de 10 minutos dejaban la cena lista y se largaban.

 Me sumergí en el agua, me serví una copa de champagne y me relajé, a los pocos minutos escuche la puerta de la cocina y unos segundos después noté los ojos de Edward sobre mi, respiré hondo para no perderme en él cunado abriera los ojos. 

- Sorprendido?- Abrí los ojos lentamente y los clavé en los suyos.

- Pero tu…como…tu rodilla…- lo había puesta nervioso…bien por mi!!

- Shhhh…no me as respondido- no lo deje acabar

- Sorprendido?...estoy total y absolutamente anonadado, atónito, pasmado, impresionado, boquiabierto…me faltan las palabras.- me mordí el labio y el soltó el aire de manera pesada mientras hacia desaparecer la distancia que nos separaba.

- Tienes frío?- la verdad es que en el agua se estaba genial, pero fuera no estaríamos a mas de diez grados. Afirmo con la cabeza. Por un segundo me entro el “pánico” si lo dejaba entrar sabía como acabaríamos y la verdad no quería saber que me tenían preparado las chicas si Edward veía “mi performance”.

Una idea se empezó a materializar en mi cabeza y no pude retener una sonrisa traviesa al mirar el cuerpo casi desnudo que tenía delante.

- Te gusta lo que ves?- dijo un poco pagado de si mismo y con su perfecta media sonrisa.

- Me va a gustar más cuando lo pruebe- susurre y le pedí que se acercara con mi dedo índice.- Entras?.

Edward

La temperatura del agua era ideal, al principio, en contraste con la temperatura exterior, la había notado muy caliente pero a los pocos segundos pasaba a estar perfecta.

Abracé a Bella pero ella se escurrió, con una sonrisa traviesa, de entre mis brazos sin darme tiempo ni si quiera a besarla, me quede quieto observando sus movimientos, me acababa de decir que iba a probarme y ahora se iba…nunca dejaría de sorprenderme?.

Bella llegó al cuadro de mandos del jacuzzi y toco una secuencia en la pantalla táctil y un montón de burbujas me rodaron al momento, Bella sacó una botellita de la nada, hecho un chorrito del contenido al agua y un delicioso y delicado aroma a chocolate me envolvió. Me recosté contra la pared del jacuzzi y los ojos se me cerraron, estaba total y absolutamente agotado y la sensación era sumamente relajante…las burbujas, los chorros impactando contra mis doloridos músculos, el suave olor a chocolate y a…fresa?...Bella?. Abrí los ojos y me la encontré delante de mí, con el labio inferior entre sus dientes, simplemente preciosa…simplemente irresistible, cogí su cara entre mis manos y de manera lenta la besé, nuestras lenguas se enzarzaron en una dulce batalla sin ganador, dejé bagar mis manos por su espalda hasta que llegué a una diminuta pieza de ropa…cansado? Quien dijo que estaba cansado?

- Fresas?...y porque yo estoy desnudo y tu no?- susurré sobre sus labios, ella bajo los ojos y volvió a morderse el labio.

- Cosas de las chicas- vi como poco a poco sus mejillas se ponían mas rojas de lo que estaban y su respiración se volvía más pesada…simplemente deliciosa.- no me lo puedes quitar- me susurró al oído justo antes darme un mordisco en el cuello que me erizó la piel. Deslicé mis dedos por debajo del borde del bikini y empecé a bajarlo lentamente, a la vez que deslizaba mi lengua hasta uno de sus pechos.

- Y que va a pasar si lo quito?- susurré sobre uno de sus deliciosos pezones. Bella paró de revolverme el pelo y dió un pequeño tirón que me obligó a levantar mi cabeza y mirarla a los ojos.

- No tengo ni idea…- pareció dudar unas décimas de segundo- pero pasaría por lo que fuera…solo porque no pararas- su voz sonaba ronca por el deseo, bajó sus labios hasta los míos y nos empezamos a besar de manera nada delicada, la necesitaba, la deseaba…sobre todo una parte de mi cuerpo moría por estar dentro de ella.

- Parar?...no podría…seguiré sus normas…mas que me pese- la levanté y entrelazó sus piernas en mi espalda, mientras la apoyaba en la pared del jacuzzi.

Volví con mis labios a uno de sus pezones, dios! me encantaba recorrerlo con la lengua, mordisquearlo, besarlo…pero lo que realmente me volvía loco era escuchar los gemidos contenidos de Bella, los suspiros, verla con la espalda arqueada y los ojos cerrados con fuerza como estaba ahora.

 -Gracias- dijo mientras se escapaban pequeños gemidos de sus labios.

- El placer es mío- dije mientras movía mis labios al otro pezón…me hipnotizaban, eran rosados, del tamaño adecuado…perfectos.

- Por la despedida…tonto- me paré en seco y levante los ojos para mirarla- crees que no me he dado cuenta de que lo de hoy era mi…nuestra despedida de solteros- bajó la cabeza y atrapo mis labios. Sabría que la boda estaba tan cerca?- no sé si la boda será la semana que viene o el mes que viene…pero me da igual.- Había preguntado en voz alta?

- Te quiero- no acerté a decir nada más antes de que sus labios volvieran a reclamar a los míos.

Bella recorrió mi espalda con una de sus manos y al llegar a mis caderas pasó su mano hacia delante cogiendo entre sus delicados dedos mi erección. Estaba tan sensible que su roce fue casi doloroso y un siseo se escapo de entre mis labios.

- Veo que no soy… la única que se muere de ganas- su susurro en mi cuello mi hizo estremecer.

- Bella…me matas- sus labios ahora recorrían mi pecho y su mano no dejaba de moverse. Después de unos deliciosos minutos de ese juego, me cansé, la necesitaba y la necesitaba ahora - a la mierda!- la aprisioné contra la esquina de jacuzzi y, con cuidado de no hacerle daño en la rodilla, empujé mis caderas contra las suyas, moviéndome de manera rítmica contra su odioso bikini, a la vez que mordisqueaba y besaba sus labios. Llevé mi mano al borde de la prenda.

- Edward rómpelo, quítalo, hazlo desaparecer… lo que sea pero… te necesito- su voz, entrecortada, no sonaba mas alta que un susurro. Aparté un poco la fina tela y empujé lo justo para que me notara en su entrada.

- Así?- le susurré mientras iba entrando poco a poco en ella. Dios! Nunca me acostumbraría a la sensación de estar dentro de ella? Notar como sus estrechas paredes me envolvían, su delicioso calor me enloquecía y me hacía perder el control.

Salía rápido de ella para entrar después lentamente, centímetro a centímetro, Bella no paraba de suspirar y jadear, hasta que se cansó y empezó a marcar ella el ritmo con sus caderas, me encantaba cuando tomaba el control.

Me dejé de tonterías y empecé a moverme a un ritmo bestial, casi brusco, no aguantaría mucho más y sus espasmos, gemidos y suspiros me decían que ella tampoco.

- ooouuu, mierda Ed- lo susurro mientras escondía su cabeza en el hueco de mi cuello y sus gemidos quedaban amortiguados. Noté como su cuerpo temblaba y como los espasmos hacían que se cerrara aun más a mi alrededor. La sensación era deliciosa, abrumadora y sin poder soportarlo más me uní a ella, dejándome llevar.

Bella continuaba con la cabeza escondida en mi cuello intentando recuperar su respiración, yo intentaba lo mismo con mi mejilla apoyada en su coronilla, donde de vez en cuando dejaba pequeños besos.

Dios! Como se podía querer a alguien de la manera en que yo la quería? Como podía desearla de la manera que la deseaba, la anhelaba, la necesitaba. Como podía provocarme de tal forma que ya estuviera preparado para un segundo asalto sin haber recuperado el aliento por completo del anterior?.

Como aun no había salido de ella moví de manera delicada mis caderas haciéndole notar mi estado.

Bella levantó la cabeza y me miró con los ojos muy abiertos y una sonrisa abriéndose paso en sus labios, se pasó de manera distraída la lengua por sus labios y me miró de manera intensa.

- Pero como..?- yo simplemente me encogí de hombros.

- Es culpa tuya- levantó una ceja- tu me llevas a estar en este estado de adolescente hormonado.- Bella soltó una carcajada y empezamos otra nueva danza, mientras nuestros labios solo se separaban para respirar, dejar escapar pequeños gemidos o decir te quiero.

La noche fue perfecta, la única espinita es que moría por saber que misterio ocultaba su diminuto bikini ya que al subir a la habitación Bella me obligó a apagar la luz antes de quitárselo. Durante la noche mis dedos, mis labios y mi lengua recorrieron esa parte de su anatomía que me volvía loco de manera exhaustiva para ver si podía encontrar algo diferente, pero nada, algo más depilada de lo normal…pero eso no podía ser, no?. Le prometí y juré que no diría nada y fingiría no saberlo pero ella solo se ponía roja y se negaba, decía “Alice lo sabrá, no me preguntes como pero lo sabrá”.

Bella

El sonido del timbre me sobre saltó y Edward soltó una leve risa mientras se levantaba del sofá para abrir la puerta. Nos habíamos pasado toda la mañana del sábado tirados en la cama y después en el sofá, solo nos habíamos levantado para comer y porque nos moríamos de hambre, aunque ni siquiera nos habíamos puesto a preparar comida, nos conformamos con los restos de la cena, estábamos agotados. Una tonta sonrisa se dibujo en mis labios al recordar el porqué de tanto cansancio, Edward había estado como nunca…ni siquiera necesitaba descansar, había sido yo la que le había pedido un respiro entre asalto y asalto.

- Jake, Billy- la voz de Edward sonó distendida, incluso diría que se alegraba de verlos. La verdad es que des de el incendio las cosas entre Billy y Edward iban cada día un poco mejor, pero…

- Edward tenemos que hablar- me giré y clavé mis ojos en Billy, su voz y su semblante eran relajados, pero con un toque serio. Jake le dio una palmadita en la espalda a Edward y en dos segundos lo tenía sentado a mi lado en el sofá.

- Hola, preciosa- dijo mientras me espachurraba con uno de sus abrazos- a ver esa rodilla.- puse mis ojos en blanco y levante un poco la manta que tenia encima de mis piernas.- no esta tan mal como pensaba.- Desvié mis ojos a mi rodilla y Jake tenía razón, la inflamación había bajado, ya no llevaba la rodillera “ortopédica” de Tom, pero el color…el color estaba mucho peor, el golpe tenía un color morado más intenso.

- Si tu lo dices- arrugué la nariz y Jake se rió por mi gesto.- oye que pasa?- dije señalando hacia donde estaban Billy y Edward, este ultimo pasándose las manos por el pelo, parecía algo nervioso.

- Ni idea- se encogió de hombros- cambiando de tema…se te ve cansada- no pude evitar que el rojo invadiera mi cara.

- Yo cansada…no…bueno un poco…no mas- bufe frustrada y Jake se empezó a reír.

- Sexo loco y desenfrenado toda la noche? Porque no creo que hayas estado entrenando con esa rodilla- Jake movió de manera sugerente sus cejas, lo miré con los ojos muy abiertos.

- Jake- le recriminé dándole un golpecito en el hombro.

- Que?, Bella “compartimos cama”- hizo las comillas con los dedos- durante...cinco años? Y ahora te da vergüenza esto?- volvió a reírse.

- No pienso hablar de mi vida sexual contigo- me hice la ofendida y me estire dejando mi cabeza en sus piernas.

- No hace falta tu cara y tu sonrisa lo dicen todo…tengo una duda- me giré y lo miré a los ojos- no me mires así que no pienso preguntarte quien lo hace mejor- nos reímos, mejor porque la respuesta a esa pregunta no le habría gustado mucho.

- Dime Jake- metió la mano en un bolsillo y sacó una cajita.

- Te casarías conmigo..?- la sangre se me fue a los pies y dejé de escuchar mi corazón.

- Pe..pe..pero..Jake…yo…Ed..- me fui a sentar pero sus brazos me pararon.

- Bella, siempre te he querido y siempre te querré…- mierda!!!- pero no me has dejado acabar, quería decir si te casarías conmigo si fueras Leah y te regalara este anillo.- rió- que te habías creído?- Dejé escapar el aire en un suspiro de alivio.

- Yo nada- susurré. Jake abrió la cajita y dentro había un precioso anillo de oro blanco con un pequeño diamante solitario- no es gran cosa pero con mi sueldo…

- Jake…es precioso- le sonreí- le encantará- me levanté un poco y lo abracé- cuando se lo pedirás?

- Esta noche- Jake se sonrojó y jugueteó con la cajita entre sus dedos unos minutos antes de guardarla.

- Me alegro tanto por ti...bueno por los dos- volví a estirarme y Jake dejo que sus dedos pasaran perezosamente por mi pelo. Realmente estaba feliz por él, Jake se lo merecía…aunque el saber que otra compartiría el resto de su vida con él me provocaba un sentimiento raro, no estaba celosa…pero si rara, a Jake le pasaría lo mismo?.

- Parece que esos dos tienen para rato- la verdad es que Edward y Billy hacia rato que habían desaparecido.

- Eso parece…en serio que no sabes que pasa?- me miró y por un momento me pareció ver la duda en sus ojos, él lo sabía! pero la determinación se instaló rápido y me dejo con la duda.

- Ni idea- desvió los ojos a la tele- hacen algo interesante?- buen cambio de tema Jake.

La tarde fue pasando entre risas y bromas, finalmente Billy y Edward se unieron a nosotros en el sofá, como la cosa más normal, sin hacer ningún comentario, al menos parecían tranquilos y el ambiente era distendido. Que estarían tramando?

No tengo claro en que momento me dormí pero al despertarme estaba sola en la cama de nuestra habitación. Miré el móvil y eran las once pasadas, donde estaría Edward?. Me levanté y recorrí el piso de arriba sin encontrarlo, bajé las escaleras lentamente, el salón estaba tenuemente iluminado por la luz de la luna que se filtraba por las ventanas y entonces lo vi, en un rincón de la sala, sentado en uno de los sillones y con la guitarra encima de sus piernas.

Me acerqué intentando no hacer ruido, parecía enfuruñado pero una leve sonrisa torcida empezó a dibujarse en sus labios y empezó a tocar de manera suave casi sin romper el delicado silencio que nos envolvía, respiré hondo y cerré los ojos, dejándome arrullar por su voz .  http://www.youtube.com/watch?v=dYGr6_J4NGk

Bello amanecer
que iluminas la costa para mi.
No hay nada mas en el mundo
que preferiría ver al despertarme...contigo

Me acerqué lentamente, él sabia que estaba allí de pié, aunque no me hubiera mirado ni una sola vez aun, su sonrisa lo había delatado y me lo había confirmado.

Bello amanecer
Solo estoy persiguiendo el tiempo otra vez.

Levantó sus ojos y los clavó por primera vez en mi, dejándome sin aliento por el intenso color verde, justo cuando decía la siguiente frase…

Pensé que moriría solo

en la noche infinita
pero ahora estoy en lo alto...
corriendo salvaje entre todas

las estrellas de arriba
A veces, es difícil creer que  me recuerdas.

Mi corazón se encogió y me senté en el suelo a sus pies, con la espalda apoyada en la pared y sin perder en ningún momento el contacto con sus ojos.

Bello amanecer
que te derrites con las estrellas otra vez
¿te acuerdas del día
en que mi viaje empezó? (Me guiñó un ojo)
¿Recordaras el final de los tiempos?
Bello amanecer
Solo estas haciendo volar mi mente otra vez.
Pensé que había nacido para
la noche infinita

Cada vez que decía esa frase sus ojos se oscurecían un poco y su mirada quedaba perdida en la mía provocando que me invadiera una sensación calida, extraña. Eso solo duraba unos segundos para luego volver a su mirada traviesa, sexi.

Hasta que brillaste...
ALTO...
corriendo salvaje entre todas

las estrellas de arriba
A veces...
es difícil creer que  me recuerdas.
Serás mi hombro cuando yo este gis y viejo?
Prométeme que la mañana empezara contigo
En lo alto...
corriendo salvaje entre todas

las estrellas de arriba
A veces...
es difícil creer que  me recuerdas.
ALTO...
corriendo salvaje entre todas

las estrellas de arriba
A veces...
es difícil creer que  me recuerdas.

Se quedó callado sin dejar de mirarme de esa perturbadora manera, me sentía totalmente desnuda, en cuerpo y alma ante sus ojos, pero extrañamente cómoda. Ladeó un poco los labios y dejó surgir esa media sonrisa quita-alientos y roba-corduras, mientras se pasaba la mano por el pelo.

- Serás mi hombro cuando sea gris y viejo?- batió sus pestañas un par de veces, mi corazón dio un vuelco y la piel de mis dedos y labios empezó a cosquillear por la necesidad de tocar su piel…mi dios griego.

- Te prometo empezar todas las mañanas a tu lado- dije como pude, siguiéndole el juego de la canción.

Dejó la guitarra poco a poco en el suelo, se recostó en el sillón con una sonrisa socarrona en sus labios y se palmeó las rodillas en una clara invitación.