Bella
Edi? Había escuchado bien? Edi? Si ni si quiera toleraba que Emmet le llamara así! Y quien era esa Elizabeth? La verdad es que el nombre me sonaba, mucho, pero no sabia de que. Cuando colgó me lo quedé mirando, no estaba realmente enfadada mas bien era algo molesta- celosa- Dios! Otra vez la vocecilla. – reconócelo estas celosa de que él tolere que otra le llame Edi y de paso reconoce que estas enfadada por lo que ha pasado esta tarde…aahh! Y que no se te olvide reconocer que crees que no te lo ha explicado todo- uuufff mi vocecilla estaba demasiado aguda para mi.
- Hablaba con Elizabeth, la dueña de la cafetería- la voz de Edward me trajo de vuelta, de eso me sonaba el nombre, me sentí totalmente tonta e infantil.
- Nos van a traer algo de comer?- Edward movió la cabeza afirmando. Me sentía tan avergonzada.
- Lo mismo que comimos el día que nos conocimos- porque era tan jodidamente atento y romántico? bajo sus ojos al suelo y luego me miró con una media sonrisa- tardara una media hora, pero conociendo al sobrino de Elizabeth tenemos unos minutos más. Por cierto me encanta cuando te pones celosa.
- Celosa?...yo?- hice un gesto teatral con los ojos y los dos reímos.- pues mientras llega me voy a la ducha…el día con Alice me ha dejado muerta- vi que abría la boca para decir algo- ni se te ocurra preguntar, Alice me ha prohibido decir nada- Simplemente me resultaba imposible mantener mis enfados mucho tiempo.
- Vale- encogió sus hombros con cara de resignación- Te acompaño- levanté una ceja- no me mires así as dicho que ibas a ducharte y es solo lo que vamos hacer… ducharnos- lo dijo divertido mientras tiraba de mi hacia el lavabo.
Efectivamente fue lo que hicimos… ducharnos, pero con Edward hasta la cosa mas cotidiana e inocente del mundo pasaba a ser erótica, sensual, deliciosa. Estaba acabando de cepillarme el pelo cuando llamaron a la puerta, abrió él y cuando llegué al salón Edward ya había puesto la mesa y había abierto una botella de vino tinto.
- Oohh Dios!- Edward me miró alarmado- no recordaba que esta tarta estuviera tan buena!!!- el bocadillo había sido impresionante, pero la tarta, dios!!!!.
- Se lo diré a Elizabeth-me sonrió.- hoy he visto a Tanya- solo escuchar ese nombre empecé a toser y casi me atraganto con el trozo de tarta que tenia en la boca. Como podía decirlo así, como tal cosa, como el que habla del precioso día que hacía?,- espera, espera…ha dicho que ha visto a Tanya? – Si – Eso que quiere decir que se la ha encontrado o que ha quedado con ella?- esta claro no?...ha quedado con ella – Joder con la vocecilla, no sabia estar callada?.
Edward
- Bella estas bien?...respira- le di pequeños golpecitos en la espalda y le acerque un vaso de agua.- mejor?- solo me faltaba que Bella se atragantara.
- Si gracias- me pego en el brazo- como se te ocurre decirme algo así de esta forma?.- me reprocho.
- No quería darle una importancia que no tenía- tenía que reconocer que mi idea de decírselo como tal cosa no había sido muy brillante.
- Quedasteis para hacer un café? O para…- Bella no acabó la frase, las palabras se le murieron en los labios.
Ella creía que había quedado con Tania voluntariamente? Como podía imaginar algo así? Estaba intentando entender como funcionaba su mente para creer que después de lo que me había hecho Tania yo la hubiera llamado voluntariamente, cuando vi que se levantó de la mesa y llevó su plato, con la tarta a medio comer, y su copa de vino a la cocina.
- No te acabas la tarta?- pero que estupidez dices!! Porque no le aclaras que no ha sido premeditado.
- Se me ha quitado el hambre- lo dijo en un susurro, mientras seguía su camino a la cocina.
Caminé hasta la cocina al ver que no volvía y me la encontré inmóvil de espaldas a la puerta. Se estremeció cuando la abracé por la espalda y le di un beso en el cuello.
- En serio crees que yo la llamé y quedé con ella?- se lo susurré rozando la piel de su cuello con mis labios. Ella se encogió de hombros y suspiró.
- Da lo mismo…no me importa en serio- lo dijo mientras intentaba librarse de mis brazos y yo la apreté más para no dejarla mover.
- Te he dicho que la he visto, no que haya quedado con ella…incluso hubiera preferido no verla hoy- al escucharme se dejo de mover y se relajo en mis brazos.- no la recordaba tan…
- Guapa- me corto Bella y yo solté un bufido frustrado.
- Iba a decir repelente, odiosa, detestable, arpía, pérfida, manipuladora…- suspiré – aunque ahora que lo dices, también tengo que reconocer que estaba guapa.- giré a Bella y la bese.
- Tonto!- dijo mientras escondía su cabeza en mi cuello, yo enterré mi nariz en su pelo y me dejé envolver por el suave aroma a manzanilla.
- Bella, te he dicho lo de Tania porque hemos cruzado dos frases, muy desagradables por cierto- Bella me beso y un escalofrío recorrió mi espalda- pero me ha hecho pensar que hay algo que no sabes de mi…bueno supongo que te lo imaginas, pero no creo que…
- Edward por favor, dilo de una vez- noté como apretaba la mandíbula, pero no se quiso separar de mi, continuábamos abrazados en la cocina, ella con su cabeza escondida en mi cuello y yo con mi barbilla apoyada en su cabeza.
- Supongo que te as fijado en que mi familia…bueno que tenemos dinero- soltó una risita- bueno pues es que es un poco mas de lo que te imaginas.- separó la cabeza de mi cuello y me miró con una ceja levantada.- Sabes que te dije que el Four seasons era de la familia de Harry?
- Si- se separó un poco de mi y no sentamos en los taburetes de la isla de la cocina.
- Pues bueno no es del todo así- reposo su barbilla en sus manos mientras me miraba- la familia de Harry son los segundos accionistas mayoritarios de la cadena Four Season, pero la familia de Esme son los fundadores y socios mayoritarios - Bella abrió mucho los ojos y un sonido ahogado escapó de sus labios - mis padres…y nosotros tenemos propiedades por todo el país…bueno por todo el mundo- reí un poco- incluso tenemos una pequeña isla delante de la costa Brasil…bueno realmente fue un regalo de Carlisle a Esme, pero la utilizamos todos.- Bella cruzó los brazos en la mesa y dejo caer su cabeza, escondiendo su cara detrás de su precioso pelo.
- Que quiere decir propiedades por el mundo- la voz de Bella sonó amortiguada, pero parecía calmada- mejor dicho tu tienes propiedades por el mundo?- cada vez que decía la palabra mundo su voz se quebraba un poco. Levanto la cabeza y me miró a los ojos.
- Si… - Bella me animó a continuar con un gesto de la mano- tengo una casa en la Toscana- Bella levanto una ceja- este edificio es mío, me lo dejo mi abuelo en herencia y un pequeño apartamento en España, en Barcelona.- no pensaba decirle lo de la casa en Forks hasta que no tuviera acabada. Bella se paso sus manos por la cara y las dejó ahí, suspiró y empezó a reírse, al principio no lo identifique como una risa, hasta que esta se hizo más notoria y ella aparto sus manos y la vi llorar de risa.
- Vale muy gracioso Cullen- seguía riendo y yo la miré sin entender nada- te as quedado conmigo- ella creía que era una broma?.
- Bella…no es una broma- ella dejo de reír y me volvió a mirar.
- Y porque trabajáis? Tu padre y Emmet hacen turnos inhumanos en el hospital y tu…tu…joder no paras nunca y Esme…- se levanto y se paso la mano por el pelo recogiéndoselo de manera nerviosa en una coleta.- y el coche porque compartirlo…si podríais tener varios cada uno.
- Mis padres nos han educado para que consiguiéramos las cosas por nosotros mismos y que mejor ejemplo que haciéndolo ellos, siempre han estado en contra de ostentar por eso compartimos el Aston- me pasé la mano por el pelo y suspire. Al menos no estaba yendo tan mal como esperaba- a Carlisle y Emmet les apasiona la medicina… no me imagino a mi padre sin pasarse por el hospital- me levanté y la abracé por la espalda- y yo trabajo por que me encanta, me hace sentir vivo…como tu- Bella después de unos segundos, se giró y me besó sin prisa, aun se notaba el sabor dulce de la tarta en su boca.
Bella
Me iba a casar con un millonario, no podía ser verdad, estas cosas pasan en los cuentos. Solo yo era capaz de salir huyendo de Forks por no querer afrontar que quería a Jacob como algo más que un amigo, para llegar a Seattle a un trabajo donde ni mis compañeros ni mi jefe me aceptaban, para enamorarme de la persona mas maravillosa del mundo, que me explica que está enfermo del corazón, que resulta ser mi jefe (el que no me quería allí) y que después de que yo sobreviviera a un incendio (del que él me salvó) y que él sobreviviera a una operación a corazón abierto me confiesa justo antes de la boda que es millonario…uufff… simplemente agotador.
Aunque solo sacaba una cosa en claro de todo eso, estaba totalmente enamorada de él y nada de que lo me dijera podía cambiar eso.
- Te quiero- susurré sobre sus labios y noté como se relajaba. Apoyé la cabeza en su pecho y suspiré- ahora todos van a pensar que soy una caza fortunas…Oh! Mierda!!!- al decirlo en voz alta me di cuenta de las implicaciones y una luz se encendió en mi cabeza- Eso fue lo que te dijo Tania, ella te dijo que estaba contigo por el dinero, no?.
- Bueno algo así- me abrazó más fuerte.
- Donde vive?- apreté las mandíbulas, quería matar a la zorra y colgarme su piel de bufanda.
- Quien? Tania?- moví la cabeza afirmativamente.- ni idea, por? – Edward me miraba extrañado.
- Para matarla y despellejarla- me salió de manera automática sin pararme a pensar que lo decía en voz alta. Edward me miró con una expresión rara y luego se puso a reír y yo simplemente me uní a la risa.
- Tranquila…mi fierecilla- lo dijo mientras reía- no vale la pena.
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Unas semanas mas tarde todo había vuelto a la “normalidad” Edward seguía de baja, yo ya podía coordinar tanto en la sala como fuera y los preparativos de la boda seguían su curso…por lo que podía intuir de lo poco que me preguntaba Edward, que realmente era muy poco y nuestra “vida amorosa” había mejorado sustancialmente, no tanto como nos gustaría pero poco a poco.
Miré los trozos de pastel que tenía delante mío y sonreí al escuchar a Edward hablar en francés con Adrien, si supiera lo sexi que se ve cuando habla en francés…uufff, no tenía ni la mas remota idea que era lo que hablaban pero me encantaba escucharlos igualmente. Solo imaginar a Edward susurrándome cosas en francés, al oído, me ponía la piel de gallina y hacía que notara cierto calor.
- Bella, perdona estamos siendo unos malos educados- Adrien lo dijo mientras me miraba con una sonrisa amble en su cara. Realmente era una persona encantadora, Edward había intentado que lo conociera antes pero nunca habíamos coincidido con él, hasta hoy que habíamos quedado para probar las diferentes sugerencias para la tarta de boda.
- No te preocupes, vosotros dos teníais que poneros al día- dije sonriéndoles y guiñándole un ojo, de manera disimulada a Edward.- a demás yo tengo mucho en lo que pensar, no se que tarta elegir…todas estas deliciosas- Los tres reímos un poco.
- Encantadora, Edward, simplemente encantadora- la sonrisa de Edward se ensancho mucho mas y me cogió de la mano- ella si es la adecuada- se lo susurró a Edward antes de levantarse y despedirse con un hasta ahora.
- Que ha querido decir Adrien con lo de que yo “si que soy la adecuada”- Edward me miró, pero luego se puso serio de golpe y abrió la boca para decir algo, pero la voz de una mujer lo cayó.
- Simplemente nuca le caí bien a Adrien, no Edward?- vi como Edward se tensaba, ella era Tanya?- y pensar que no hace más de dos años la que estaba probando esas mismas tartas era yo.- Definitivamente la iba a matar.
-Tanya- la voz de Edward sonó amenazante mientras se ponía de pié.
- Tranquilo, no pasa nada- dije mientras me levantaba y le tendía una mano a Tanya- tu debes de ser Tanya, no? Soy Bella la prometida de Edward- le sonreí- perdona, pero no puedo decir que sea un placer.- vi como su sonrisa se congeló mientras me estrechaba la mano.
- Si claro…- se recompuso un poco- Bella… la bombera que está punto de cerrar su mejor negocio- me miró con brillo en sus ojos.
- Tanya es suficiente, hace bastaste que as sobre pasado la línea- Edward siempre tan educado.
- Todo está bien, tranquilo- le susurré mientras acariciaba su mano.- Tanya tengo que darte las gracias- ella me miró sorprendida- tengo que agradecerte que tu egoísmo ganara a tu codicia y que no fueras capaz de aguantar unos cuantos días de hospital para conseguir el premio gordo- una media sonrisa se filtro en sus labios, ella realmente creía que estaba admitiendo que estaba con Edward por el dinero?...estúpida- nunca podre agradecértelo suficiente, ya que si no nunca hubiera tenido la oportunidad de conocer a este maravilloso hombre- sonreí a Edward- el hombre que me ha salvado la vida, el hombre que me escucha, me valora y al que amo por encima de todo y de todos.- la miré a los ojos- y si gracias a ti, ahora también se que es… como lo diría…millonario?.
- Zorra…Edward no me ha olvidado y…- lo soltó en un susurro entre dientes mientras me sonreía.
- Tanya , déjalo ya- Edward la cortó- estás haciendo el ridículo, no tengo por qué darte ninguna explicación- cogió aire- pero por Bella siento algo que nunca sentí por ti, ni si quiera cuando creía que estaba perdidamente enamorado…lo siento y de verdad te agradezco que tuvieras el valor de dejarme, la verdad es que dolió, joder no sabes de que manera!- Tanya elevó un poco la comisura de sus labios, como si el hecho de causarle dolor a Edward le provocara un cierto placer- pero ahora creo que nunca llegué a quererte…al menos de la manera en la que, ahora, se que se puede hacer.
Tanya parecía realmente enfadada, con la mandíbula apretada y una expresión glacial en su rostro, antes de poder hacer nada para impedirlo, la mano de Tanya voló hasta estrellarse en la cara de Edward, produciendo un ruido seco. Sin saber como vi como mi puño se estrellaba contra la nariz de Tanya y una tremendo dolor inundaba mis nudillos.
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Que tal?...bueno simplemente gracias como simepre. Chicas ya se que estan aburridas de comentar y que ya no pasa nada tan emocionante para coemntar como cuando todos creimos que Ed iba a morir...pero relamente apreció vuestros comentarios y criticas, etc....
P.D: recordaros que tengo otro fic que se llaman Mas allá del olvidodonde tambien me encantaria leer vustras opiniones.
Mil gracias
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