Hola, bueno tengo algunas cosillas que comentaros y por eso la notita antes del capitulo...que tanto os he hecho esperar (aunque no ha sido la vez que más me he retrasado), en primer lugar queria disculparme por la tardanza, com supondreis con las navidades etc...he tenido poco tiempo para escribir y despues, por motivos que os comentare ahora, me ha costado mucho concentrarme para acabar este cap. En segundo lugar comentaros que como supondreis a esta historia no le quedan demasiados capitulos aunque no os se decir si 2, 4 o 6 y eso me lleva a la tercera cosa que queria compartir con vosotros y es que tengo un nuevo fic dando vueltas por mi cabeza y eso es lo que ha hecho que me costara concentrarme en este capitulo, aun no tengo nada escrito y en algun momento se me mezclan los personajes y las situaciones, cuando consiga escribir algo del nuevo fic y sobre todo ponerle titulo e imagen ya os avisare ya que como siempre para mi sería un honor que me dijerais que os parece...como estais haciendo con Angel de hielo y bueno...no os entretengo mas y os dejo leer.

Bella

Los días habían pasado más rápido de lo que me hubiera gustado, antes de darme cuenta ya estábamos a finales de febrero y en un par de días operarían a Edward. El proceso había ido un poco mas lento de lo que a él le hubiera gustado, entre las navidades y  el problema de su grupo sanguíneo. Jake y Billy no habían tenido ningún problema para donar sangre para su operación, pero como se necesitaba bastante tuvieron que dar un par de veces cada uno y eso hizo que todo se dilatara en el tiempo.

Un dolor agudo en mi tobillo me saco de mis divagaciones y me mordí el labio para no gritar, miré a Tom con ojos asesinos y él sonrió de manera picara.

- Y pensar que cuando te conocí pretendía hacerte gritar, pero no de dolor…exactamente- dijo en tono divertido.

- Tom!!!- lo reñí, no tenía remedio. Quien iba a pensar que aquel chico disfrazado de S.W.A.T iba a ser mi fisioterapeuta… y el que le habían asignado a Edward para después de la operación.

- Si ya lo sé- dijo con tono resignado- ya sé que estas comprometida con tu…vampiro y qué prefieres al cuerpo de bomberos al de policía…pero no pierdo la esperanza- me dijo mientras me guiñaba un ojo, la verdad es que me hacia reír y no puedo negar que en cierta manera me sentía atraída por él, en resumen nos llevábamos muy bien…los tres, aunque parezca mentira a Edward le caía bastante bien. El sonido del móvil me asusto y Tom rió divertido, un mensaje?.

E: Todo bien? No sé nada de ti desde esta mañana.

Sonreí y empecé a teclear la respuesta B: Todo bien…me he dormido después de comer y casi no llego a mi sesión de tortura con Tom. No sé porque tendré tanto sueño…

La noche anterior no habíamos dormido mucho, aunque pensándolo bien hacia unas semanas que no dormíamos mucho, como decía Emmet “parecéis una pareja de adolescentes con las hormonas revolucionadas”. Volvió a sonar el móvil.

E: Me alegro que hayas dormido algo, porque no creo que puedas hacerlo esta noche.

Un escalofrío recorrió mi espalda y debí sonreír como una tonta porque Tom rodo los ojos y se rió un poco.

B: No veo el momento de llegar a casa…hecho de menos tus labios, tu piel, tu… A este juego también sabia jugar yo, pensé antes de enviarle el mensaje. Esta vez su respuesta tardó mas de tres minutos en llegar, pero sonreí al escuchar la musiquita.

E: Mis labios te necesitan, mis manos añoran tu piel, mi lengua…

Noté como el calor inundaba mis mejillas – no querías jugar…- dijo mi vocecilla interna, y ahora como respondía yo a eso?

B: Sigue en pie lo de esta noche, no? Habíamos planeado una noche romántica con cena en la “Bella Venezia” el restaurante donde cenamos por primera vez, por mucho que me enfadará Edward la llamaba “la ultima cena”.

E: No. Como? Había cambio de planes? Antes de poder preguntarle el móvil volvió a sonar.

E: “La ultima cena” será en casa…si llegamos a cenar. Te necesito. Si ya estaba roja ahora debía estar granate, noté los ojos de Tom clavados en mi, le sonreí y le saqué la lengua.

B: Yo también te necesito…siempre. Te quiero.

E: Yo te quiero mas.

Miré a Tom rogándole que acabara, pero en respuesta recibí otro estiramiento doloroso de mi tobillo.

- Tom!!! Me vas a matar- dije con un hilo de voz.- crees que podríamos acabar pronto hoy- teóricamente Edward tenia el día entero de reuniones para dejar todo en orden a James, que seria su sustituto durante todo el tiempo que estuviera de baja. Tenía la esperanza de llegar a casa pronto, hacer algo rápido de cenar y así sorprenderlo yo a él.

- Bella si quieres incorporarte totalmente al trabajo, pronto y poder asistir a la boda de Rosalie y Emmet sin muletas te lo tienes que tomar enserio- con la sonrisa que me había puesto ya sabia que me dejaría irme pronto, pero se estaba haciendo de rogar.

- Vamos, Tom…no seas así- puse ojillos de pena- por favor… la próxima sesión la hacemos doble…a de mas para la boda aun quedan algunos meses.

- Y para completar tu recuperación también- sentenció Tom -  pero diría que hoy podemos acabar ahora mismo si quieres- dijo sonriendo- porque por la sesión de mensajitos y las caras que ponías, creo que tienes planes, no?- yo moví mi cabeza de manera afirmativa y le dí un beso en la mejilla.

- Va, que te pongo la férula y te llevo a casa- mientras lo decía Tom, apretaba las cintas de la férula y me ayudaba aponerme de pié.

Edward

Acabé las reuniones mucho antes de lo que esperaba, incluso decidimos hacer la última reunión durante la comida y así tener la tarde libre.

Cuando llegué a casa no había nadie y me acorde que Bella tenia rehabilitación con Tom…nunca me hubiera imaginado que aquel tío disfrazado de S.W.A.T iba a ser el fisioterapeuta de Bella y el mío. No se podía negar que le atraía Bella (y a quien no!!) pero era un verdadero profesional y tanto mi padre como Emmet hablaban maravillas de él. Al principio de conocerlo intente por todos los medios que me cayera mal (estaba interesado en mi Bella!!) pero me fue imposible, incluso cuando me dijeron que sería mi fisio en el post-operatorio me alegre, éramos demasiado parecidos para odiarlo.

Me di una ducha rápida y me puse unos pantalones cortos para estar por casa, mientras hacia la cena y ponía la mesa, Bella y yo nos  estuvimos enviando mensajes y que mensajes!!!… por mucho que lo intentara no era capaz de recordar como era mi vida antes de que ella llegara y ni si quiera concebía el resto de mis días sin que ella estuviera a mi lado, estaba total e irremediablemente enamorado de ella y el hecho de saber que durante algunos meses, en el mejor de los casos, después de la operación, no podría tocarla, hacia que la necesidad de estar con ella se multiplicara exponencialmente y no quería pensar si algo no salía bien, solo pensar en no verla nuca mas…moví mi cabeza para sacarme esas ideas.

Escuche el ruido de llaves en la puerta y miré el reloj de la cocina, era muy pronto, Bella se había adelantado casi una hora y me iba a destrozar la sorpresa. Quería ponerme el traje gris, que tanto le gustaba y que fuera una cena de “gala” pero aun estaba con los pantalones cortos y el delantal…creo que aun podrías sorprenderla…de otra manera, no?- me apunto mi vocecilla, sonreí y me dispuse a llevar a cabo mi improvisado “plan”.

Bella

Al abrir la puerta del apartamento un delicioso aroma  hizo que se me hiciera la boca agua, mierda ya se me había vuelto a adelantar, no había manera de sorprenderlo.

La mesa del comedor estaba puesta y solo había luz en la cocina, sonreí al recordar la ultima vez que hizo algo así.

- Edward? – fui caminando hacia la cocina ya que no se le  veía por ninguna parte.

- Isabella Swan tienes el don de la oportunidad- dijo apareciendo por la puerta de la cocina, con esa media sonrisa que me encantaba y pasándose la mano por el pelo- tenía que ser una sorpresa- sonreí al ver que parecía que solo llevaba puesto el delantal y que parecía algo avergonzado.

- Y tu Edward Cullen porque te tienes que adelantar siempre y no dejarme sorprenderte nunca - lo dije mientras nos abrazábamos y nos dimos un suave beso en los labios.- y tendrías que dejar de jugar a esto- dije sonriendo contra sus labios.

- A que?- dijo con tono extrañado mientras me miraba a los ojos.

- Pues a hacerme creer que solo llevas esto- dije mientras señalaba el delantal y nos volvíamos a besar, esta vez dejé que mis manos fueran bajando por su espalda- porque ahora llegaré al borde de tus pantalones cortos y me….de..cep..cionaré- la última palabra no había sido más que un susurro ya que había llegado donde tenía que estar el borde de sus pantalones y no había nada, baje un poco más y nada.

- Creo que no vas a encontrar lo que buscas- me susurro al oído con un tono de voz que consiguió dejarme sin aliento.

Apoyé mi frente en su hombro, dejé escapar una risita y mientras subía una de mis manos hacia su espalda deslicé la otra por su cadera hacia adelante, dejó escapar un  gemido ahogado cuando llegué a mi objetivo.

- Creo que si que he encontrado lo que buscaba- susurré sobre sus labios y nos seguimos besando.

- Espero que no tengas hambre porque vamos a tardar en cenar- susurro entre beso y beso- y tómatelo como promesa o amenaza…me da igual.- dicho eso me empezó a desabrochar la camisa lentamente mientras su lengua recorría mi cuello y mi mano no dejaba de deslizarse lentamente arriba y abajo.

- Bella… por favor - me susurro mientras se apartaba de mi mano- recuerda que tengo que…- lo callé con un beso lento mientras lo empujaba hacia el sofá y lo dejé sentado.

- Si…ya se, tienes que tomártelo con calma- dije mientras me sentaba encima de él con un pierna a cada lado de su cuerpo y empezaba a darle pequeños besos por su cuello.

Sin dejar de besarnos Edward acabó de desabrocharme la camisa y la dejó caer al suelo, sus manos subieron por mi espalda y se paró en el cierre del sujetador que no tardo en soltar.

- Simplemente perfecta – susurró Edward mientras me acababa de quitar el sujetador y pasaba los dedos de manera delicada por mis pechos. Noté como el calor inundaba mis mejillas y bajé los ojos.- Me encanta cuando te pones así y sobre todo cuando soy yo el culpable- Levanté mis ojos y me encontré con sus profundos ojos verdes mirándome, sin decir nada más nos fundimos en un beso. Poco a poco fui bajando por su pecho dejando pequeños besos y mordiscos, no tenía ni idea de en que momento había desaparecido el delantal pero lo cierto es que ya no estaba, Edward dejó caer la cabeza en el respaldo del sofá y se le escapó un gemido ahogado cuando mi lengua llegó a su destino seguida de mis labios.

Edward enredó sus dedos en mi pelo mientras mi boca subía y bajaba lentamente pero con un ritmo constante, unos minutos más tarde la respiración de Edward era más agitada, intentó levantarme pero yo aun no quería dejarlo ir.

- Bella…por favor- dijo con un lamento

- Por favor…que?- dije de manera juguetona mientras empezaba mi ascenso hacia sus labios.

- Te necesito

- Y me tienes- dije mientras me separaba un segundo de él y me quitaba los pantalones, las braguitas y volvía a sentarme encima de él- siempre- nos empezamos a besar de manera lenta, pausada. Deslizó sus manos por debajo de mis piernas, y me elevó un poco, lo justo para entrar poco a poco en mi.

- Edward por favor…mas rápido- sonrió un poco contra mis labios

- Si quieres que esto dure un poco…de momento es lo que puedo hacer- lo miré y vi como se sonrojaba y me miraba algo avergonzado, sonreí y nos volvimos a besar.

Empecé a moverme de manera lenta pero poco a poco mis movimientos se aceleraban, las manos de Edward no paraban de tocarme, acariciarme, arqueé mi espalda hacia atrás y noté sus labios sobre mis pechos y una de sus manos resbalo hasta nuestra unión, su roce, en mi punto mas sensible, hizo que mi respiración se volviera mas entrecortada, rápida y superficial…me estaba volviendo loca y  mis movimientos eran cada vez mas rápidos, Edward me atrajo hacia él, dejando la mano donde la tenia, y  me abrazó, nos besamos y dejé caer la cabeza en el hueco de su cuello justo en el momento en el que empecé a notar como un tremendo calor me inundaba seguido de unos deliciosos espasmos, a la vez que noté como Edward se tensaba y me abrazaba mas fuerte. El silencio se rompió con nuestros gemidos y el sonido de nuestra respiración mas que agitada.

- Te quiero- dijo de manera casi ininteligible contra mi cuello mientras dejaba pequeños besos en él.

Edward

Me desperté sobresaltado, Bella estaba llorando de manera incontrolable y su respiración era rápida y superficial, antes de poder reaccionar se sentó de golpe en la cama e iba a levantarse, pero pude sujetarla de la cintura antes de que saliera corriendo.

- Shhh, ya esta…as tenido una pesadilla?- la abracé con fuerza y volvió a estirarse en la cama y se acurrucó en mi pecho, sin dejar de llorar y agarrándose cada vez mas fuerte - intenta calmarte…concéntrate en mi respiración- si continuaba respirando de esa manera acabaría mareándose.

- No…no puedo…- su voz solo era un susurro entre hipos- ooohhhh era tan real, tan real – me hacía daño verla de esa forma y no poder hacer nada mas que estar a su lado.

- Ya esta, ya ha pasado- le susurré mientras pasaba mis dedos por su pelo- yo estoy aquí…siempre- mis palabras en lugar de ayudarla pareció que la empeoraban ya que volvió a aferrarse a mi cuerpo y a llorar mas afectada, por lo que decidí solo abrazarla más fuerte y tararear su nana mientras seguía pasando mi mano por su pelo.

Poco a poco dejó de llorar y su respiración se fue acompasando hasta que se volvió a quedar dormida, no tenia ni idea de que hora era pero estaba totalmente seguro de que sería incapaz de volver a dormirme, prefería velar su sueño y poder despertarla si sospechaba que volvía a tener una pesadilla.

Abrí los ojos al notar sus labios en mi pecho, no podía creerme que me hubiera dormido, noté como su lengua dejaba caminos húmedos entre beso y beso, solté de manera sonora todo el aire que, sin darme cuenta, había retenido en mis pulmones.

- Buenos días!-  susurró en mi cuello antes de llegar a mi boca y besarme de manera suave y lenta.

- Buenos días!- iba a preguntarle por la pesadilla pero pensé que le afectaría recordarla y no quería estropearle su buen humor matutino- no tuviste suficiente anoche?- pregunté mientras me giraba dejándola atrapada entre el colchón y mi cuerpo. La noche anterior habíamos hecho el amor otra vez en el sofá antes de cenar, cosa que hicimos mientras jugueteábamos por debajo de la mesa. Cuando nos fuimos a la cama volvimos a embarcarnos en otra tanda de besos y caricias que nos llevó a hacerlo por tercera vez esa noche antes de caer rendidos.

- Y tu?- preguntó con una sonrisa traviesa, mientras movía levemente una pierna para hacerme saber que había notado que estaba mas que excitado.

- No…nunca tengo suficiente de…tus labios- la besé- de tus pechos- bajé un poco y recorrí con mi lengua sus pechos deteniéndome en sus pezones que mordisqueé hasta hacer que un gemido se escapara de sus labios- de tu piel- fui pasando mi lengua y dejando pequeños besos desde sus pechos hasta su ombligo- de tu ombligo- jugueteé con mi lengua en él durante unos segundos- y sobre todo nunca tengo suficiente de tu…- enterré mi lengua en ella y me ayudé de mis dedos para hacerla gemir. Nunca me cansaría de su sabor, era sorprendente, me fascinaba notar como temblaba bajo el roce de mi lenga, como contenía la respiración a la expectativa del siguiente movimiento, como sus dedos, enredados en mi pelo, tiraban de mi hacia arriba cuando los temblores y los espasmos se volvían mas violentos y sobre todo me encantaba notar en mis dedos como su interior se contraía justo antes de acabar con un gemido delicioso que hacia que mi excitación se multiplicara.

- Ed…Ward- sus respiración agitada casi no la dejaba hablar- Dios!!!- reí un poco mientras me apartaba de ella dejándole un ultimo beso que la hizo estremecer y reírse. Me arrastró hacia arriba y me obligó a estirarme en la cama, mientras deslizó su mano hasta el chivato de mi excitación que rodeo con sus dedos y empezó a moverlos de manera lenta pero constante, poco a poco fue acelerando y se deslizó hacia abajo dejando un reguero de besos a su paso, cuando llegó solo me rozó con la lengua y dejó un pequeño beso en la parte mas sensible antes de separarse de mi.

- No te muevas- susurró. No entendía nada, noté el dolor de su ausencia pero duró poco cuando empecé a intuir sus intenciones. Poco a poco se giró y se sentó encima de mi pero de espaldas, se movió un poco y con su mano me ayudo a entrar en ella lentamente.

Empezó a moverse en círculos apoyándose con sus manos en mis rodillas, tuve que respirar hondo un par de veces para no acabar en ese instante. El pelo le caía en cascada por la espalda y se movía con cada uno de sus movimientos, deslicé mis manos por su espalda desnuda hasta llegar a sus caderas donde enterré mis dedos. Los gemidos de Bella y suspiros de Bella se confundían con los míos, nuestra respiración era cada vez más rápida hasta que noté como Bella se tensaba a mi alrededor por segunda vez y eso provoco que acabáramos juntos, fundiendo nuestros gemidos.

- Tendríamos que levantarnos – dijo Bella después de un rato abrazados en silencio.

- Si?...yo preferiría quedarme en la cama todo el día- dije mientras recorría su espalda con mis dedos.

- Y yo… pero tu familia nos espera para comer- suspiró- además tienes que prepararlo todo para esta noche-dije sin mucho convencimiento. Tenía razón aun tenía que hacer la bolsa para el hospital, cargar las canciones que quería “escuchar” durante la operación (recomendación de Emmett) en el mp3 y alguna cosa más antes de ingresar aquella noche.

Se me encogió el corazón al pensar que había una posibilidad de que lo que acabábamos de hacer no se repitiera nunca más, pero fue peor al mirarla a los ojos y saber que si todo iba mal seria ella quien se llevaría la peor parte ya que yo al fin y al cabo simplemente no me despertaría, la besé de la manera más tierna y dulce que pude y nos quedamos un rato con las frentes unidas.

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Bueno...que tal? ha valido la pena la espera? de verdad que espero que si. Como siempre necesito vuestros comentarios y vuestros votos...pero sobre todo vuestros comentarios.

Como siempre GRACIAS ,no me cansare de decirlo...GRACIAS.