Hola,
En primer lugar comentaros que el peque (mi hijo) ya esta en casa y perfecto y despues agradeceros, los animos, la espera, los comentarios de aliento y apoyo... no se que habre hecho de bueno para mereceros...de verdad GRACIAS.
Por ultimo, comentaros que por fin esta aqui el cap. espero no defraudaros despues de tantos dias de espera y espero poder ir cogiendo el ritmo y poder publicar el proximo en unos dias y siento daros una "mala" noticia...siento deciros que todo lo bueno tiene un final y la vida de estos dos empezaba a ser demasiado empalagosa...lo aviso para que luego no me recrimineis que no os he avisado, ahora tampoco os asusteis y me dejeis de leer que tampoco pienso matar a nadie...o si?...no jejejeje. GRACIAS, GRACIAS Y MIL VECES GRACIAS.
No os voy a pedir perdon por lo largo porque no he podido hacerlo mas corto...en serio.
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Bella
- Edward…esto es demasiado- susurre como pude al ver que estábamos entrando en el Four Seasons, era uno de los mejores hoteles de Seattle. Él no dijo nada solo me sonrió.
- Buenas noches, en que puedo ayudarles?- nos pregunto la recepcionista.
- Buenas noches…soy Edward Cullen- ni siquiera tuvo que terminar la frase, la chica le sonrió y empezó a teclear en el ordenador.
- Señor Cullen ya tiene la suite presidencial preparada – nos sonrió- si necesitan algo…lo que sea solo tienen que levantar el teléfono para hablar con nosotros espero que todo sea de su agrado, buenas noches.- la suite presidencial? Como?.
Estaba en estado de shock, cuando me quise dar cuenta estábamos en el ascensor y se estaban cerrando las puertas, lo miré y vi esa sonrisa traviesa que me encantaba en sus labios.
- Estas loco? La suite presidencial?- No era un reproche…solo estaba alucinada. Me cogió por la cintura y me rozo los labios, dejándome sin aliento.
- Tienes toda la razón estoy loco…loco por ti- nos besamos- por estar contigo- otro beso- por tus labios, tus ojos, tu cuello…- iba dejando un beso en cada parte que mencionaba y yo ya no pude retener mis manos y le empecé a desabrochar la camisa y a recorrer su pecho con mi dedos.
Antes de volver a besarnos el ascensor se paró y al mirarnos nos empezamos a reír, me paso el brazo por la cintura, me acercó a él y caminamos hasta la habitación. La verdad es que esperaba que no nos encontráramos a nadie en el pasillo ya que Edward llevaba la camisa y la corbata medio desabrochada y no creo que quedara mucho de mi maquillaje y de mi recogido.
Cuando abrió la puerta y entré a la habitación, una melodía suave lo inundó todo, no podía creer que estuviera escuchando… May it be de Enya (http://www.youtube.com/watch?v=NpPbHf6HkBM) , como sabia que me gustaba?
- Jacob me comentó algunas canciones que te gustan -susurro adelantándose a mi pregunta, des de cuando eran tan amigos?
La chimenea de la habitación estaba encendida y no había mas luz que la que provenía de esta y de las velas que estaban por toda la habitación, bueno mas que una habitación era una mansión, era inmensa!!
- Di algo- dijo casi en un susurro- quería que tuvieras…bueno que tuviéramos “esa” noche especial después del baile.
- Yo…yo no puedo- me giré - esto no es real, no puede serlo… en mi mundo esto no pasa…, yo ni siquiera había estado en un hotel como este antes, yo no…- Suspiré y bajé mis ojos- en unos minutos me despertaré en mi habitación de Forks…sola, verdad?.- vi como ponía los ojos en blanco y sonrió un poco.
- Bella…todo esto es real, te lo prometo- acercó su cara a la mía y me besó de manera tierna, suave –Si de mi depende…nunca más te vas a despertar sola…- nos volvimos a besar.
Al volver a mirar la habitación vi que había una caja encima de la mesa del salón con una nota que ponía: para Bella, miré a Edward que me puso cara de no saber nada, abrí la nota. Pensabas que al no dormir en casa no se lo podrías dar hoy, verdad? Pues para eso tienes a la mejor cuñada del mundo!!!. Un beso…ah Bella! No te tendrías que haber puesto tan roja ahora Ed va a saber que es antes de que se lo des!!!. Alice. Pero como? Cuando? …en ese momento caí en el calor que sentía en mis mejillas y en que Alice tenía razón en lo de ponerme roja…noté como Edward pasaba sus brazos por mi cintura.
- Se puede saber quien hace sonrojar a mi chica, en nuestra noche?- me susurró al oído y reí al notar el tono de su voz.- Se suponía que eso lo tenía que hacer yo- añadió mientras dejaba pequeños besos en mi cuello.
-Alice- sonreí al ver la cara que puso- mira en la caja- lo invité – es…mi otro regalo- no se si conseguí darle a mi voz el tono entre enigmático y sensual que pretendía pero Edward levantó una ceja y con expresión divertida empezó a abrir la caja.
Miró dentro y luego me miró sorprendido y sin decir palabra saco cada una de las cosas que había y las iba dejando en la mesa, comprobé que Alice había añadido otra cinta de seda, Edward estaba de espaldas y no podía ver que cara tenía.
- No te ha gustado…sabía que no tenía que hacerle caso a Alice…- No acabé la frase ya que Edward se giró con una sonrisa traviesa en sus labios y una mirada picara que me dejó sin palabras. Se acercó, me besó y antes de saber que es lo que pasaba tenia los ojos tapados con una de las cintas de seda.
Edward
Nunca pensé que Bella…bueno ni si quiera me planteé que a ella…lo que tenía que reconocer es que era el mejor regalo de cumpleaños, no tanto lo que había en la caja sino todo lo que se me estaba ocurriendo para estrenar cada uno de esos detalles.
Escuche que Bella decía algo, que no escuche, escondí una de las cintas de seda en mi mano y me giré. Estaba preciosa con esa expresión entre preocupada y sorprendida en sus ojos chocolate y sus labios…no pude aguantar la sonrisa al verlos ni tampoco el deseo de besarlos, cosa que hice sin prisa y aproveche para taparle los ojos.
- Se suponía que…- la volví a besar y no la dejé terminar.
- Es mi regalo, no?- le susurre al oído, cosa que la hizo estremecer y movió la cabeza de manera afirmativa- pues deja que lo disfrute como quiero y no como se supone- volví a susurrarle.
Cogí el resto del regalo y la llevé hasta la habitación, comprobé que las fresas, el chocolate caliente y el champagne estaban donde los pedí y que la única iluminación eran las velas.
Le deshice el nudo del antifaz para que pudiera ver la habitación, aunque no tardaría en volvérselo a poner, me excitaba sobremanera tenerla así y poder sorprenderla.
Bella
Después de caminar unos segundos, el aroma a chocolate, vainilla y caramelo junto con la música que seguía sonando, inundó mis sentidos.
Sentí como se deslizaban sus dedos por la cinta hasta que esta calló de mis ojos, enseguida identifique de donde provenía el olor a chocolate y supuse que el de vainilla y caramelo seria de las velitas que estaban por toda la habitación. Al mirar al frente me quedé ensimismada con las vistas, la bahía se veía preciosa iluminada.
- Siento que no puedas seguir disfrutando de las vistas- susurró en mi cuello- al menos de momento
Antes de poder decir nada volvió a colocarme la cinta y empezó a dejar pequeños besos por el cuello, que hacían que cualquier pensamiento mínimamente coherente se esfumara de mi cabeza.
Unos segundos más tarde desapareció, deje de escuchar su respiración… me concentre para poder escucharlo pero nada, me estaba poniendo nerviosa, estiré mis brazos con miedo pero lo único que encontré a mi alrededor fue aire.
- Edward?- mis manos iban de camino a la cinta para quitármela, cuando noté el roce de algo suave que me hizo coniquillas en el brazo, la pluma?, solté un gritito y lo escuche reír- me as asustado, tonto.
- Perdona, no era lo que pretendía- estaba claro que se había movido ya que su voz no provenía del mismo lugar, escuche como se sentaba en la cama e instintivamente me giré- Te…bueno tu.. te desnudarías para mi?- como? – no hace falta que hagas nada especial…solo quitarte el vestido- su voz sonaba profunda y me excito sobremanera imaginármelo sentado en la cama mirándome. Noté como el calor empezó a inundar mis mejillas y escuche una risita.
- Sr. Cullen no quiero una risita más- dije con tono autoritario, al menos con toda la autoridad que pude- de esta me acordaré en su día- susurre más para mí que para él.
- Yo no pretendo olvidarlo nunca- añadió también en un susurro.
Llevé mis manos hacia el pelo y en unos segundos solté todos los clips que llevaba y dejé mi pelo suelto. Lentamente bajé mis manos a la cremallera del vestido, mientras lo sujetaba con una mano, con la otra me baje los tirantes y me giré de espaldas, bueno eso creo, antes de dejarlo caer muy despacito. Escuche un leve gemido y sonreí al comprobar que había conseguido lo que pretendía, sin girarme, me desabroche el sujetador y lo deje caer mientras me daba la vuelta hacia él.
- oh…dios - un escalofrío recorrió mi espalda al notar su aliento en mi cuello- llevaba toda la noche imaginando que llevarías debajo del vestido- susurró en mi oído, me cogió en brazos y me estiró en la cama.
Lo atrapé entre mis brazos y nos besamos, a tientas llegué a su corbata, desabroche su camisa, se las quité y empecé a recorrer su cuello con mis labios.
- Bella… mi autocontrol- respiró profundo
- Y quien quiere que te controles?- dije mientras seguía dejando pequeños besos.
- Yo… porque quiero hacer esto…- noté como se levantaba y antes de poder preguntarle nada noté algo tibio en mis labios.
- mmmm…chocolate- me encantaba el rumbo que había tomado la noche…
- Muerde- dijo en un susurro, cuando noté algo cerca de mis labios. El sabor de la fresa y el chocolate inundo mi boca, era un poco desconcertante no saber que hacia ni que esperar, cada roce era una agradable sorpresa, por eso me tense al notar que estaba dibujando con chocolate alrededor de mi ombligo y siguió bajando, no sabia en que momento habían desaparecido mis braguitas poderosas porque no tubo ningún impedimento para seguir con su labor en la zona donde deberían haber estado.
- Edward… por favor- no podía más, necesitaba quitarme la cinta y verlo, necesitaba sentirlo.
- No te gusta?- lo dijo con sus labios rozando los míos- si quieres paro.
- No…quiero decir si, quiero decir…- escuche y noté su risita, cogí aire para concentrarme pero fue peor ya que su olor me inundó y me desconcentro- ya no se que quiero decir…me encanta y no quiero que pares…pero necesito…verte.
Edward
Cuando dejo caer su vestido tuve que hacer verdaderos esfuerzos para no moverme, pero cuando cayó su sujetador al suelo…no lo aguante mas y la estiré en la cama, lo que no esperaba es que ella me atrapara entre sus brazos, dios! Esto era el cielo y estaba con el ángel más hermoso y perfecto que existía. No pude resistir las ganas de jugar un poco mas y mis ojos se fueron directos al chocolate y me puse a dibujar sobre su piel, si me estaba encantando ver sus expresiones mientras dibujaba no quería pensar cuando empezara a recoger el chocolate.
- Edward… por favor- lo dijo en un susurro justo cuando iba a probar el chocolate.
- No te gusta?- lo dije dejando mis labios rozando los suyos- si quieres paro.
- No…quiero decir si, quiero decir…- reí - ya no se que quiero decir…me encanta y no quiero que pares…pero necesito…verte.
- Solo unos minutos más… por favor- se lo susurré en el oído mientras mordisqueaba su oreja, noté como se le erizaba la piel y supe qué diría que sí, rió un poco.
- Vale…pero no tardes mucho- ya no necesité más y empecé a bajar dejando pequeños besos hasta que llegué a su ombligo donde estaba la primera línea de chocolate y dejé que mi lengua la empezara a recorrer, noté como su respiración se aceleraba, me encantaba.
Seguí bajando mientras ella enredaba sus dedos en mi pelo, y descubrí algo maravilloso, era un sabor desconocido, una mezcla de dulce, amargo, salado… simplemente genial, los gemidos de Bella me devolvieron a la realidad y sonreí un poco al saberme yo el culpable de ellos, deslice un dedo dentro de ella y como pude me quite la poca ropa que me quedaba.
Busque sus labios con los míos y nos empezamos a besar, lleve mis manos a la cinta y en el mismo momento en que entre en ella se la quité, me miró y antes de poder saber que pasaba la tenia encima y se movía lentamente, agarro mis manos y me las llevo por encima de mi cabeza.
- Que haces?- no podía concentrarme el movimiento de su cuerpo era delicioso.
- Solo será un momento- dijo medio riendo y antes de ver nada mas noté que me había atado a la cama con las cintas- ahora me toca a mí- lo dijo con sus labios muy cerca de los míos pero cuando quise besarla no pude ya que aparto su cara lo justo para que no pudiera alcanzarla, sin dejar de moverse se estiro y cogió una fresa la mojo en el chocolate y le dio un mordisco y luego me la ofreció, acerco sus labios a los míos lentamente y con su lengua lamió el chocolate que había quedado en mis labios.
- Bella si sigues haciendo esto…no aguantare mucho mas- la verdad es que no sabía cómo había podido aguantar tanto. En ese momento empezó a moverse más rápido y profundo y después de besarme estiró su cuerpo hacia atrás apoyando sus manos en mis rodillas.
- Y haciendo esto?- su voz sonaba entrecortada y se le escapaba algún gemido que otro. La miré durante un rato totalmente hipnotizado con los movimientos de su cuerpo.
- Bella… de verdad.. no tardare en..- no podía casi ni hablar, la escuche gemir y noté como se tensaba y aumentaba la velocidad y en unos segundos me uní a ella y no pude reprimir un gemido que me sorprendió a mí mismo.
Se estiró encima de mí, apoyando la cabeza en mi pecho, donde iba dejando pequeños besos.
- Te quiero… no imaginas cuanto- me susurro.
- Yo también…pero…crees que sería posible que me desataras- tenía ganas de abrazarla de tocarla.
- Pues no se… no se- rió un poco- según lo que me ofrezcas a cambio.
- Ya soy tuyo…pero lo que me pedias lo tendrás- levantó la cabeza, me miró fijamente y me desató las manos. La coloque a mi lado y la abracé.
Bella
Me despertaron los acordes de una guitarra, seguía abrazada a Edward por lo tanto no podía ser él quien tocara, en cuanto escuche la voz de Sting (http://www.youtube.com/watch?v=037uSAIahho) entendí que era una canción, era preciosa, la conocía pero no esa versión. Miré alrededor y vi el bol de fresas y el de chocolate vacios, las cintas de seda seguían atadas a la cama, creí recordar que la ultima en estar allí atada había sido yo. La botella de champagne estaba a las ultimas encima de la mesita, un escalofrió me recorrió al recordar a Edward bebiéndoselo sobre mi piel en algún momento de la noche, era incapaz de recordar si había sido antes o después de que hiciéramos el amor con los ojos vendados.
- Tienes frio?- me susurro y estiró el edredón hacia arriba.
- No…solo recordaba- noté que me sonrojaba y escuche una leve risa.
- Me encanta cuando te pones roja…y es por mi culpa- bajo la cara y nos besamos- y que recordabas? El chocolate, el champagne, tu magnífico regalo de cumple…- suspiro- gracias…
- Gracias?, porque?- eso se lo tendría que decir yo a él.
- Por el mejor regalo de cumpleaños de mi vida…Bella yo…- maldito teléfono alargué la mano y lo cogí.
- Si?- opté por algo neutro ya que no tenía ni idea de que hora era.
- Buenos días Sra Cullen- no quise corregirla… -reconoce que te gusta- apunto mi vocecilla- siento molestarles, solo era para avisarles que el desayuno que ha solicitado su esposo ya se encuentra servido en el salón y que me han rogado que les pida que presten especial atención al sobre que encontraran en la mesa.
- Muchas gracias- la chica se despidió y colgué.
- Ya han traído el desayuno?- moví la cabeza de manera afirmativa- porque te as puesto roja?- lo pregunto mientras me apretaba mas contra él.
- Nada una tontería- vi que levantaba una ceja- nada… la recepcionista que ha creído que estamos casados y…me ha llamado Sra Cullen.
- Y te ha molestado?- lo dijo mirándome de reojo.
- No especialmente, entiendo que se haya confundido…empezamos a tener edad para estar casados…bueno tu mas que yo- reí al ver su cara.
- Pues ayer no escuche ninguna queja al respeto de mi edad- lo dijo mientras empezaba ha hacerme cosquillas.
- Para Edward, por favor- dije casi sin aliento- también me ha dicho que…le han rogado que nos pidiera que miráramos o algo así un sobre que estará en la mesa- Edward puso cara sorprendido y se empezó a levantar.
En la mesa del salón había tortitas, fresas, frambuesas, plátano, sirope, café, leche, zumo de naranja…vamos mi desayuno favorito en el mundo.
Edward abrió el sobre lo leyó y rió, me lo pasó mientras servía zumo y tortitas para los dos, dentro del sobre había una nota que decía:
Como suponemos que la noche no habrá sido muy tranquila y que no habréis descansado mucho, lo hemos arreglado para que tengáis todo el SPA para vosotros solos durante unas horas, además os esperan para realizaros un masaje (o los que queráis) en una cabina doble… porque todos sabemos que no os querréis separar ni para eso. FELICIDADES Edward y disfrutarlo…que os lo merecéis. Os queremos
Fdo. Dani, Harry, Tom, Ángela, Erik , Sam, Emili, Seth, Quil, Leah y Jacob.
Habían participado todos juntos, estaba alucinada, realmente debí hacer algo realmente bueno para merecerme a Edward y a todos los que consideraba mis amigos…pero todo el SPA para nosotros? Y todos los masajes que quisiéramos eso sería muy caro, no sabía los demás pero mis chicos no iban muy sobrados de dinero.
- Edward… todo el SPA…no será demasiado- no sabía cómo decirle que creía que sería mucho dinero.
- No te preocupes la familia de Harry es la dueña del hotel y él está de gerente, seguro que lo ha arreglado.- dijo mientras me daba una tortita, no era consciente del hambre que tenía hasta que empecé a desayunar.
Edward
Después de desayunar bajamos al SPA, la verdad es que los chicos se lucieron, después del masaje, los empleados desaparecieron y nos dejaron realmente solos en las instalaciones, cosa que no desaprovechamos ya que ninguno podía parar de tocar al otro y claro en el jacuzzi y una cosa llevo a la otra y acabamos como acabamos, sonreí al recordarlo y vi como Jacob me miraba de reojo.
- Que…te gusta el coche?- Jacob iba conduciendo mi coche nuevo por la interestatal.
- Me encanta…va genial- miré el móvil por si tenía algún mensaje o llamada de Bella, ella había preferido quedarse en casa y dormir, luego la recogería para cenar con todos- Edward como lo hacéis en el trabajo?.
- Perdón- no sabía que quería decir.
- Estabas mirando el móvil por si te había llamado Bella, no?- moví la cabeza de manera afirmativa- pues eso, sois…como imanes si tu te mueves, ella se mueve y al revés, como lo hacéis para que no sepan nada en la oficina? Y sobre todo como lo aguantas cuando ella está coordinando fuera?.- reí ya que eran preguntas a las que ni yo tenía la respuesta clara.
- Pues lo del trabajo…no se, sobre todo es Bella que lo tiene súper controlado todo… si solo dependiera de mi seguro que nos habrían pillado ya- Jacob sonrió como dándome la razón- y lo de coordinar fuera… lo llevo fatal, me cuesta reconocerlo y mas…a ti- reímos un poco- pero lo paso realmente mal, pero antes de pedirle que lo deje…lo dejo yo.
- Aaauuwww…realmente estáis pillados- sonrió sin que la alegría llegara a sus ojos- yo no estoy seguro de haber sentido algo tan fuerte por ella…nunca- Jacob no sabía lo que me acababa de regalar…
Antes de darnos cuenta se nos había pasado la tarde y estábamos cenando todos juntos y haciendo planes para irnos todos de viaje, cuando acabara la campaña forestal, es decir después de verano.
Cuando llegamos a casa estábamos tan cansados que nos metimos directamente en la cama.
-Gracias…por el mejor fin de semana…de mi vida- me susurro mientras se estiraba a mi lado y me abrazaba.
- Gracias a ti…por devolverme mi vida.
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Como siempre necesito vuestros comentarios y las que no lo hayais hecho...vuestros votos a ver si con suerte llego a la primera pagina de la sala.
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