En casa todo seguía en silencio, por lo que supuse que todos debían de estar durmiendo todavía. Edward dejo todas las compras en la cocina mientras yo subía las escaleras en silencio. Me tire en la cama en cuanto la puerta se cerró, necesitaba pensar y necesitaba a alguien a mi lado, pero claro esta ese alguien no podía en estos momentos estar a mi lado.

El otro lado de la cama se hundió, no necesite abrir los ojos para saber quién era, pues era algo obvio. Beso mi cuello con el más leve de los roces, lo extrañaba tanto.

-Te extraño, princesa- su voz fue un susurro en mi oído.

-Yo también- era algo de lo más placentero poder hablar con él después de 2 días en los que nos tratábamos como un par de desconocidos. Pero luego caí en cuenta de algo que al parecer él no había pensado-. No deberías estar aquí- todavía no había abierto los ojos, disfrutando al máximo de sus suaves roces-. Puede entrar Emm…

-Shhh… Dudo que alguien pueda entrar, la puerta tiene seguro- me explico mientras me abrazaba por la cintura y escondía su rostro en mi cuello.

-Recuérdame porque hacemos esto- pedí acariciando sus suaves cabellos.

-Um… porque tenemos miedo que tu hermano me mate si se entera que su hermana menor está saliendo conmigo.

-Cierto. Pero ¿Por qué no decírselo a Rosalie?- la pregunta salió casi como un suplico.

-Oh, princesa, porque ella por equivocación le podría decir a Emm y hasta hay llegamos, o mejor dicho hasta hay llegue.

-Alice y Jasper lo saben.

-Porque Alice y Jazz nos descubrieron porque si no ellos no sabrían nada.

-Quiero poder estar contigo todo el tiempo.

-Yo también, pero si seguimos lo que estamos haciendo dentro de 1 semana le podremos decir a tu hermano que nos queremos.

-Quiero que se acabe la semana.

-Yo también.

Estuvimos un rato más en esa posición hasta que escuchamos un ruido desde el pasillo. Él se había quedado totalmente dormido a mi lado, con su rostro en mi cuello y su mano en mi cintura.

-Edward- llame acariciando su cara-. Edward, cariño, ya hay alguien despierto.

-Um… No mi importa.

Me reí entre dientes. Me voltee y se levantó con un gato cuando lo asustan.   

-¿Qué? ¿Por qué? ¿Qué?

Ahogue mi risa contra la almohada, me hizo cosquillas y está a punto de chillar con un golpe en la puerta me paro el corazón.

Edward y yo nos miramos para luego mirar la puerta con temor.

-Señorita Swan ¿Puedo pasar?- era la inconfundible voz de Tanya.

-Un momento- dije con voz torturada-. Debajo de la cama- gesticule con los dedos la cama y él como buen novio que no quiere ser descubierto se metió debajo de la cama.

Camine hacía la puerta preguntándome que querría Tanya.

-Señorita- dijo en cuanto abrir la puerta-, el señor Swan la estaba buscando, suponiendo que estaba despierta me mando a buscarla.

-Como supo que estaba despierta- dije más como una exigencia que como una pregunta.

-La señorita Alice le dijo.

-Ok. Dile que bajo en seguida.

-Sí, señorita.

Cerré la puerta tras de mí con seguro, suspire aliviada, ahora lo que teníamos que hacer era que Edward saliera de la habitación sin ser visto por Tanya a alguien más.

-Look At Me, Bells- dijo cuando salió debajo de la cama, lo hice-. Todo va a salir bien ¿Ok?

-Ok.

Me beso en los labios y sentí como todo volvía a la normalidad, estaba en casa, Por un momento me olvide de todo y todos. Cuando se alejó de mi lo mire con cara de pocos amigos.

-Te recuerdo que no te perdonado por haberme besado en la fiesta…

Pero antes de que pudiera terminar la frase me beso nuevamente.

-No me puede controlar, te había visto en todo el día y no lo había podido hacer, te vi cuando salí de la casa, cuando estabas en tu auto y cuando Rosalie te presento o cuando estabas en la piscina con el mini Bikini…

Esta vez fui yo lo que lo callo con un beso.

-Vale, vale, estas perdonado, ahora vete.

Se rio de medio lado para luego besarme otra vez, me enganche en su cuello mientras él se reía.

-Tenemos que ir- me recordó.

Suspire y me aleje de él, era muy duro.

-¿Puedo venir a la noche?- pregunto esperanzado.

-A dormir- pregunte. Asintió con mucho entusiasmo, se parecía a un muñeco animado-. Claro, puedes venir.

Me reí mientras seguí asintiendo.

Salió mirando a todos lado como en las películas de espías. No pude evitar volver a reírme.

En cuanto se fue camine a cambiarme, habíamos quedado en no decirle la verdad a Emm o Ally no necesitaban llorar conmigo.

Pensaba en cómo decirle a mi hermano la verdad y no tener que esperar una semana pero no se  me ocurría nada.

>>Emm… quiero decirte que hace 1 año Edward y yo hemos vuelto a estar en contacto, pero hace 7 meses nos gustamos mucho y ahora somos novios, no te lo había dicho por miedo que le fueras a hacer algo<<

No le podía decir eso, es más Emm pensaba que yo no me acordaba de Edward, porque a pesar de que yo lo conocí cuando paso lo de mi tío, Emm volvió a presentarme a Edward como si no lo conociera y no le podía decir que sí lo conocía y para peor era mi novio.

No sabía cómo hacer eso.  

Baje las escaleras en silencio, cuando escuche risas que provenían del patío trasero. Camine hacia hay y me encontré con 4 personas muy animadas y un Edward ceñudo.

-Oh, Bells, llegaste- Emmett estaba emocionado-. Siéntate, te vamos a contar algo.

Mi desayuno ya estaba en mi silla por lo cual tome un pequeño sorbo de mi jugo de naranja.

-Al parecer Edward tiene una admiradora- soltó Jazz entusiasmado.

Mire a Edward que me miro con suplica en los ojos.

-¿Quién?-pregunte con indiferencia, Alice me miro con una tonta sonrisa en la cara.

-Al parecer Tanya se siente atraída por mi hermano- Rosalie era la más calmada de todos pero tenía una sonrisa de oreja a oreja-. Tanya a todos nos trata de Señor- Señora o Señorita- Joven, pero a mi hermano lo trata de una manera particular. En vez de decir Joven Edward dijo algo así como: “Que más necesitas Eddy”

No pudo terminar de porque todos explotaron en risa. Edward me seguía mirando con suplica en los ojos. Sin más opción reía con ellos.

En ese momento llego Tanya un las trotas preferidas de Edward y se la puso adelante.

-Necesita algo más, Eddy…Lo siento Joven Edward no volverá a pasar.

Todos seguían riendo hasta que Emmett dijo:

-Porque no nos acompañas Tanya, siéntate no tengas pena- esperando que se negara aguarde hasta que Jazz le busco una silla y se sentó al lado de Edward-. Excelente ahora escoge lo que quieras.

Tanya escogió una manzana, Rosalie y yo teníamos los ojos como platos, ella no tenía por qué estar sentada aquí. Rose y yo lanzamos mirada acusatoria a Emm el solo se río y se relajó en su silla.      

-Ahora Tanya, porque le dices a Edward Eddy- comenzó Alice, a lo que Tanya no respondía-. ¿Te gusta Edward?- seguía preguntando más me miraba a mí mientras formulaba la pregunta. Tanya no respondió pero vi como intento asentir con la cabeza.

No aguante más y me disculpe mientras me ponía de pie.

-¿Pasa algo, Bella?

Me pregunto Rosalie en tono educado negué con la cabeza mientras veía, la tonta sonrisa en el rostro de Tanya y la mirada tortura de Edward.  

FELIZ DICIEMBRE…