Todos comenzaron hacer otra cosa, Alice y Jasper subieron a la cocina (según ellos) Rosalie y Emmett estaban nadando en la piscina, pero Emmett no le quito en ningún momento los ojos de Edward. Yo estaba en el celular mientras Edward, sentado a mi lado, miraba a lo lejos.

Belly-Bells Dice:

Porque hiciste eso???

Edward Anthony Dice:

Qué? A demás ya te dije que el mundo debe de saber que te amo.

Belly-Bells Dice:

Bonita forma de comenzar. Mi hermano te quería matar.

Edward Anthony Dice:

Si no era ahora entonces cuando?? Bella todo va a salir bien, ya veras, solo relájate ¿ok?

Belly-Bells Dice:

Ok. Pero si algo sale mal, no digas que no te lo dije.

Edward Anthony Dice:

Como digas: Te amo.

Belly-Bells Dice:

Igual. <3

Alice bajo las escaleras casi corriendo mientras Jasper venía pálido detrás de ella.

-Vamos a ver TV- anuncian con voz fuerte-. Ahora.

Nadie objeto, además íbamos a almorzar y que mejor opción que viendo TV. Alice se sentó en el centro con el control remoto en la mano, Edward se sentó en el sillón individual, Rosa y Emm en el suelo con muchos cojines a su alrededor, yo me senté en el sillón más alejado, donde casi nadie me veía, solo Edward podía.

Alice predio la Tv y puso el canal Fox, pasaban Glee. El capítulo era el que había hecho en honor a Cory M. El protagonista que había muerto el que interpretaba el papel de Finn. El capítulo había comenzado no menos de 5 minutos y las chicas y yo ya teníamos la cara totalmente colorada por el llanto.

Emmett abrazo a Rosalie cuando un sollozo muy pequeño salió de sus labios, fue en el momento preciso en que Rachel canta en honor de Finn.

-Es increíble que pueda hacer eso- comento Alice mientras se sorbía la nariz-. Me refiero a Lea Michaele, ella interpreta a Rachel y está llorando hay la muerte de Finn, cuando en realidad Lea está llorando la muerte de Cory en la vida real. Era la novia por Dios, no sé cómo puede hacer eso.    

Las palabras de Alice no tenía sentido por la rapidez con que lo decía. Pero la comprendía. Lloramos todo el capítulo y Rosa y Alice tenían el consuelo de Jazz y Emm, yo solo lloraba como loca atrás sin que nadie me viera.

-Es una locura, pero ¿te puedo consolar?- el susurro de Edward me tomo por sorpresa, pero de todas formas lo abrase cuando se sentó a mi lado.

-Sé que no lo conocía ni nada, pero me duele ver eso. Y más cuando soy una fans de Glee y les tomas cariño a los personajes…

Las palabras se ahogaron en un sollozo triste, Edward simplemente me abrazo fuerte. Mire de reojo como Emmett nos miraba fijamente para después encogerse de hombros y abrazar a Rosalie.

-Sí, sí, yo sé que te duele pero cálmate, ya se terminó.

Me calme lentamente, igual que el resto.

-Oh no lo puedo creer. Jasper está llorando. Siempre lo supe tú tienes tendencia Gay Jasper.

Alice le pego un zape en la nuca a Emmett, él solo se río y negó con la cabeza.

-Pero si es verdad.

-No seas tonto Emm, acaso no te dolió lo que viste en la TV…- la pregunta de Rosalie fue clara.

-Sí, pero no para llorar.

-Pues Jasper si tiene derecho a llorar déjalo.

-NO ESTOY LLORANDO- grito Jasper rabioso.

-Ok, ok. NO Pasa nada.

-Quiero dormir- comente mientras me separaba de Edward y comenzaba a caminar por la escaleras.

-Creo que todos deberíamos dormir- dijo Rosalie mientras me seguía, a la cual seguía todo el grupo.

Me acosté en mi cama en silencio, a los pocos minutos me quede dormida…

Un peso aplastaba el lado continuo a donde yo estaba. Mire sobre mi hombro y pude ver la preciosa boca de mi novio ligeramente abierta. Había dormido conmigo, ya que su brazo estaba alrededor de mi cintura y su cabello totalmente alborotado. Se veía adorable como un niño de 5 años. Lo mire en silencio, luego lentamente acaricie su rostro, una característica sonrisa torcida salió de sus labios.

-¿Sabías que Te amo?  

-Sí, pero me encanta escucharlo…

-Te amo, Te amo, Te amo, Te amo…

-Prefecto porque yo también te amo- mi respuesta fue rápida y fue acompañada por un pequeño beso-. Ahora bien Sr. Cullen me encantaría saber qué hace aquí y si no tiene miedo que mi hermano entre y lo mate.

-Para nada señorita Swan. A demás por usted correría el riesgo.

 -Um…Interesante, pero en fin Edward no quiero problemas con Emmett creo que lo mejor sería que te vayas.

-No quiero. A demás Emmett no está en casa.

-¿Dónde está?

-En… apartando la mesa para la cena de cumpleaños de Rosa. Tienen que ir en parejas, y a que no a divinas quien es la mía.

-¿Quién?

-Tú, tú, tú y solo tú.

-A veces creo, me mejor dicho, a veces te comportas como un niño.

-Pero así me amas.

-Como no hacerlo.

Me monte en su regazo y le acaricie el cabello con un pequeño roce.

-Me encanta cuando haces eso.

-Aja.

Duramos así unos segundos cuando escuchamos la puerta abrirse con un estruendo. Mi corazón se detuvo, más no me di la vuelta.

-Chicos, chicos, chicos yo sé que se quieren- escuchar la voz de Alice me devolvía el aire a los plumones-, pero no pueden hacer eso sin seguridad en la puertas. Se imaginan si fuera Emm el que entra…Te mata Edward.

Se lanzó a mi lado en silencio.

-Porque mejor no la sueltas y que se vaya a vestir, querido Edd.

-Vete Alice, quiero estar con ella mientras viene Emmett.

-Huy que grosero. Bien que venga Emm y los encuentre sin cambiarse y sospeche. Adiós.

Se puso de píe e iba a salir de la habitación pero la detuve cuando dije:

-¿A qué te refieres?

-Emm llamo para decir que venía en una hora a buscarnos para ir a cenar, ellos se van a vestir en la casa de Carlisle, por lo cual en una hora no están listo y Rosa los mata. Los quiero, adiós.

Se fue con paso firme no sin antes lanzarnos un beso.

-Valla amenaza causa algo tan pequeño- comento Edward, yo solo lo mire con ojos llenos de rabia.

-No me parece divertido. Te imaginas si en vez de abrir la puerta Alice hubiera sido Emmett. Debes ser más cuidadoso Edward.

Me beso con  los labios firmes, callando así lo que estaba diciendo.

-No seas tonta Bells, yo sabía que Emm no estaba en casa y además no iba a venir en un buen rato. Solo cálmate, yo soy cuidadoso. ¿O crees que yo haría algo que diera pies a tu hermano para que me aleje de ti?

-No, por supuesto que no.

-Entonces no hay problema.

Me volvió a besar.

-Porque mejor ¿no vas y te cambias, pareja mía?

-Emmett va a sospechar si tú eres mi pareja.

-Para nada, él mismo fue el de la idea. Ya que Alice va con Jasper y Mi padre con mama con quien iba a ir la hermosa Isabella, con el modesto Edward.

-Tonto.

Me beso nuevamente, con delicadeza.

-Vete. Me tengo que cambiar.

-Que grosera.

-Nada de eso, si no te hablo así no sales hoy de aquí.

-Ok, mama, ya me voy.

-Ey, no se te olvide cambiarte muy guapo. Ya sabes para que no desentones cuando me lleves del brazo- le bromee mientras iba hacia la puerta.

-Siempre eh desentonado, pero voy hacer un esfuerzo.

-Me alegra que te empeñes.

-Claro.

Soltó una carcajada mientras salía de la habitación, suspire mientras buscaba la ropa, esta iba hacer una velada muy larga, al estar con Edward todo el tiempo y no poder hacer lo que quiera.

POV Ed.

Era increíble el gran enredo que estaba haciendo en mi cuello por culpa de la maldita corbata. No sabía cómo ponérmela. 

-¿Edward?- la dulce voz de duende de Alice llamo del otro lado.

-¿Qué?- trate de no ser grosero con ella, ya que ella no tenía la culpa de que yo no supiera cómo ponerme el estúpido Corbatín.

-¿Puedo pasar?

-Aja.

En cuento me vio en el espejo con el ceño fruncido corrió a ayudarme.

-Cariño, lo estás haciendo mal, esto va del otro lado.

Suspire mientras ella hacia el dichoso moño.

-Prefecto. Ahora baja que Bells te espera.

-Claro. Gracias Ally.

-De nada.

Bajamos las escaleras, ella de mi brazo.

Al pie de la puerta de la entrada estaba Bells, con el cabello recogido de una manera extraña, pero que hacía resaltar su cuello, ya que el vestido de hermosos color rojo le acentuaba la figura.

-Cariño, estas hermosa- susurre cuando llegue a su altura.

-Gracias- Contesto con un hermoso sonrojo tan característico de ella.        

-Lo que diera por poder besarte.

-Si lo haces rápido, yo creo que nadie se entera.

Me reí entre dientes mientras bajaba lentamente la cabeza para rozar nuestros labios, ella paso sus delicadas manitas por mi cuello, y profundizo el beso, estaba en mi lugar feliz hasta que la puerta de la calle se abrió.