¡El Mejor Amigo De Mi Hermano!

Autor: AliceCullen0101
Género: Romance
Fecha Creación: 03/11/2013
Fecha Actualización: 11/01/2015
Finalizado: NO
Votos: 10
Comentarios: 21
Visitas: 25888
Capítulos: 18

 

Ya casi terminaba, solo uno que otro detalle, y estaba lista.

 

Después de tanto tiempo de no verla, mi corazón latía fuertemente, por fin la iba a ver, ella era mi hermana y tenía que saber en lo que me había convertido.

 

Rosa estaba casi igual de emocionada, pues aunque parezca increíble mi Novia nunca conoció a mi hermana, ni cuando se convirtió en mi prometida y luego en mi esposa.

 

Sí, Rosalie se casó conmigo y después de 3 años de conocernos ella no conocía a mi hermana Bella, siempre tenía algún compromiso y le era imposible cancelarlo. Algo parecido paso el día de la boda, a la cual nunca se presentó. Mando su hermoso y grande regalo pero nunca la vi.

 

Esta vez iba enserio, ya tenía los tiquetes de avión, la fecha y la hora. Mi hermana iba a venir.

 

Era el cumpleaños número 27 de Rosa, por lo cual su hermano Edward y su prima Alice le organizaron una fiesta sorpresa, a la cual Bella estaba invitada, y esta vez sí pudo decir que sí.

 

Solo esperaba a tenerla frente a mí,  que mi Rosa por fin la pudiera conocer, y que se llevara bien con ella, lo que no podía esperar fue que se llevara también con mi mejor amigo, Edward Cullen.

 

 

 

Cuando Isabella Swan llega a la fiesta sorpresa de su cuñada jamás imagino que se enamoraría del mejor amigo de su hermano y también cuñado Edward Cullen...Esta es su historia...

 

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Capítulo 6: Capitulo 6.

Esa mañana amanecí con un fuerte dolor de cabeza, no podía culpar a nadie de él, pues yo misma me lo había causado bebiendo tanto. Alice y Rosalie no estaban mejor que yo, es más podía asegurar que estaban peor…

Fui a la cocina y busque con la mirada a alguien, no encontré a nadie, maldecí porque necesitaba como fuese una pastilla. Escuche un sonido al fondo de la casa y cuando voltee me encontré con un par de ojos azules que me miraban fijamente.

-Necesitas algo- era tan seguro de sí que no me formulo la pregunta, lo aseguro.

Sí, necesito un par de aspirinas, más sin embrago no le iba a decir eso a él.

-No, nada, gracias.

-Oh, por favor soy unos de los anfitriones de la casa, por lo cual puedes decirme que es lo que necesitas.

Camino firmemente hacia mí. Cuando estuvo a dos pasos de distancia tomo mi cintura y acerco su rosto al mío, sus intenciones eran claras.

-Eh…-me aleje de él, cuando estuve a una distancia considerable le hable en tono firme-. Ok, Como me besaste ayer te crees con el derecho de besarme cuando quieras.

-Pero…

-Recuerda en qué quedamos que íbamos hacer amigos primero y los amigos de se besan- interrumpí con un tono que daba a entender que no había discusión.

Antes de que pudiera decir algo apareció Alice con cara de Gato muerto. Alice siempre se me había parecido a Betty Mármol, pero ahora se me parecía a Cruella de Vil, no puede evitar reírme.

-¿De qué te ríes, primita?- su tono era acusatorio por lo cual no respondí nada y me senté a esperar que Rosalie apareciera y fuera mi salvación dándome un par de aspirinas-. Como anfitrión necesito que me atiendas, dame dos aspirinas- le hablo con tono fuerte a Edward.

-Como ordene Madame- respondió haciendo una reverencia.

Maldije, Alice tenía sus pastillas y yo no, todo por ser orgullosa. Maldita, sea.

-¿Pasa algo Bells?-pregunto Edward.

Yo negué con la cabeza, y por un momento mi resolución iba a caer, al pensar que al fin él y yo éramos amigos, más sin embrago luego me arrepentí.

Edward dio las pastillas a Alice y en menos de lo que parece se las tomo, se acercó a mí dándome un vaso de agua y otras dos pastillas.    

Enarque una ceja cuando lo mire.

-Me parece que lo necesitabas- contesto a la pregunta no formulada.

-Gracias- fue todo lo que pude responder, le estaba agradecida, pero no por eso quiero decir que lo había perdonado por haberme querido besar así como así. Aunque mirándolo bien no era tan malo, solo era un beso de sus apetecibles labios… ¡Concéntrate, Isabella!

Suspire mientras el agua pasaba por mi garganta, era como ir al cielo y volver.

Alice me miro un momento y luego se encogió de hombros. Conocía a Alice desde que tengo memoria, era mi prima y hermana de crianza, ella tenía que ver que algo no andaba bien, teniendo en cuenta que ayer Edward y yo éramos los más unidos y hoy no lo quería ni ver cerca.

-Me voy a despertar a Jasper, regreso luego. Gracias Edward- le mando un beso antes de salir de la cocina con pasos más firmes.

-Um… ¿Bella?

-¿Si?

-Si en realidad queremos ser amigos deberíamos tratarnos mejor- lo dijo en tono pausado y siempre mirándome a los ojos.

-Claro- le sonreí a medias-. Pero no puedes ir por ahí dándome besos, los amigos no hacen eso.

-Sí, sí, ya lo dijiste, no tienes por qué repetirlo dos y tres veces, no soy idiota.

 -Aunque lo pareces- lo dije lo suficientemente bajo para que no me oyera.

-Bien que te parece si te bañas y me acompañas a la tienda que queda a 15 minutos, mis papas ya se fueron y no hay nada  para comer, podemos comprar las cosas mientras los demás duermen.

-Bien, dame unos 20 minutos.

-Claro.

Caminamos escaleras arriba, estábamos en el mismo piso, por lo cual me dejo en la puerta de mi habitación.

-¿Sabes algo?- se me acerco acurrucándome entre su cuerpo y la puerta de la habitación. Negué con la cabeza, porque aunque no quería dejar que me besara era algo imposible pensar cuando él estaba tan cerca-. Ahora que te bese se de lo que me estoy perdiendo por lo cual no pudo dejar de pensar cuando voy a poder besarte nuevamente, por lo voy hacer las cosas bien, para que así te enamores de mí y me regales un beso- se inclinó y roso sus labios con los míos-. Lo siento, no volverá a pasar, cuando quieras un beso solo pídelo que yo no me pondré rabioso.

Se alejó y yo maldije, el muy imbécil sabía a lo que estaba jugando. 

Me cambie en lo que me pareció un tiempo record. Encontré un short de jean con pedazos de tela morada encontré una camisa del mismo color y la pase por mi cabeza lo más rápido que pudo, encontré los tenis blancos con negro de Nike que había comprado antes de venir de paseo, me solté el cabello liso y me hice una tensa a medio lado, estaba lista. Tome la cartera y baje las escaleras en silencio, recordando que había algunos que todavía dormían.

Edward me encontró en el jardín, me sonrió de medio lado y tomo mi cintura mientras me llevaba a su auto.

-Bonita camioneta- elogie mientras me abría la puerta del copiloto.

-Gracias. Bonito auto el que tienes allá- señalo mi auto con ajos soñadores y no pude de menos preguntar:

-Quieres manejarlo más tarde- sonrío aún más.

-Claro que sí, me encantaría ver a qué velocidad llega.

Me reí entre dientes por su absurdo entusiasmo, más sin embrago luego me puse sería y le dije:

-Solo una cosas, algo le pasa a mi bebe y tú me lo pagas.

-Como órdenes.

Nos callamos en un cómodo silencio. Las cosas ya iban mejor, me podría decir que si podíamos pasar una semana tratando de ser amigos.

Llegamos a la tienda y el nuevamente me abrió la puerta. Me ofreció el brazo en cual tome de gustosa. Entramos a la gran tienda la cual estaba bastante llena. Caminamos hacia la zona de comida rápida donde cogimos comida pre- cocida. Reí estruendosamente cuando Edward me dijo que era mejor llevar comida como si fuéramos a alimentar a 13 personas en vez de 6, que Emm comía doble, tenía que reconocer que estaba diciendo la verdad, mi hermano era de una barriga insaciable.

Estábamos teniendo una pequeña pelea cuando decidí coger una caja de Chocolate blanco con maní por dentro, en Liverpool no se veían casi y a mí me encantaban por lo cual aproveche la ocasión para comer una, pero termine cogiendo la caja.  

-Que la pago yo, Bella- decía con voz firme.

-Pero si al fin es para mí, tú estás comprando cosas que son para todos, esto es solo para mí  y no debes gastar en algo que yo puedo pagar.

-No importa. Tómalo como un regalo.

Dio fin a la discusión cuando me miro, por lo cual suspire y no dije nada.

-Lo siento, no quise ser duro solo queda darte un regalo, pero eres tu terca- pincho mi nariz un el dedo pulgar y una sonrisa salió de mis labios, el me la devolvió-. Eres más hermosa cuando sonríes, nunca lo olvides.

Me sonroje y aparte la mirada, esto era muy difícil.

Estábamos en la fila para pagar, solo faltaba una persona y veníamos nosotros, atrás había alguien más no me había volteado a ver quién era, Edward seguía diciendo tonterías por lo cual lo estaba escuchando.

-¿¡Bella!?

Esa voz no venía de Edward, venia de detrás de nosotros, y no tenía que ser bruja para saber quién era.

-¡¿Bella Swan?!

Sí, era él. Esa voz jamás la olvidaría.

Edward volteo lentamente, suponiendo lo que yo sabía, se tensó y me agarro la cintura mientras me acercaba más a él. 

Capítulo 5: Capitulo 5 Capítulo 7: Capitulo 7

 
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