El amor siempre vence a pesar de todo (+18)

Autor: isakristen
Género: Romance
Fecha Creación: 17/01/2013
Fecha Actualización: 25/08/2022
Finalizado: NO
Votos: 187
Comentarios: 473
Visitas: 338448
Capítulos: 40

Summary: Dos poderosas familias de la mafia enfrentadas desde hace generaciones por dominar la ciudad. Pero serán las hijas Charlie Swan: Rosalie, Alice e Isabella y los hijos de Carlisle Cullen: Emmett, Jasper y Edward quienes decidan que ya era hora de acabar con ese absurdo enfrentamiento Sin ser consciente del horror que se desataría al final, al enfurecer al que creían su mayor aliado.

 

Prologo:

Bella una adolescentes de 14 años, hija menor de Charlie Swan uno de los mafiosos más peligrosos de Chicago. Novia de Edward Cullen un adolescentes de 16 años hijo del mafioso Carlisle Cullen.

Su amor puro e inmenso era amenazado por sus familias, quienes desde hace años tenían una rivalidad por el dominio del poder. Ellos al enterarse de la relación amorosa de los jóvenes deciden separarlos y enviarlos lejos. Sin saber que su amor ya había dado frutos, unas pequeñas personitas que iban protegidas en el vientre de su madre, la cual los unirían para siempre. Dos niños con la marca del sol naciente en el brazo izquierdo de los Swan como la media luna en el brazo derecho de los Cullen.

Diez años después su amor seguía intacto, más grande que antes y ellos estarán listos e dispuestos a luchar por él y por su felicidad, uniendo así ambas familias. Quienes tendrían que unirse y luchar por la misma causa. Dos niños intocables por ambos bando, siendo su talón de Aquiles. Y sus enemigos no dudaran en utilizarlos, matando así dos pájaros de un tiro; rompiendo en el camino el acuerdo llegado desde hace generaciones de no incluir en la rivalidad a las mujeres y a los niños.

  


 "Los personajes más importante de esta historia son propiedad de Stephanie Meyer pero la trama es mía y no esta permitido publicarla en otro sitio sin mi autorización"

 


 

 Historia registrada por SafeCreative bajo el código 1307055383584. Cualquier distribución, copia o plagio del mismo acarrearía las consecuencias penales y administrativas pertinentes.

 


 

 Traíler de esta historia ya esta en youtube y en mi grupo  en facebook "Entre mafiosos y F.B.I"


Link del grupo de Facebook

https://www.facebook.com/groups/1487438251522534/

 Este es el Link del trailer: 

http://www.youtube.com/watch?v=BdakVtev1eI&feature=youtu.be

 

 


Hola las invito a leer mi Os se llama: Si nos quedara poco tiempo.

http://lunanuevameyer.com/salacullen?id_relato=4201

+ Añadir a Favoritos
Leer Comentarios
 


Capítulo 19: Una visita inesperada:

Capítulo 23: Pov Bella.

Visita Inesperada.

 

Ya era el mes de junio, más específicamente hoy era nueve de junio del Dos mil diez. Dentro de once días mis niños cumplen seis añitos. Mi gatita Elizabeth, mi hermosa princesita de ojos color verde bosque con una línea chocolate al final de sus pupilas, es la numero uno en su clase de ballet clásico, a participado en estos dos años en un sin fin de recitales por ser la más solicitada. Mi niña tiene tanto de ambos.

 

De mí, posee el carácter, es muy terca y testaruda, también mis sonrojadas mejillas, como la manía de morderse el labio inferior cuando esta nerviosa, mi afición por la lectura.

 

De Edward, el broncíneo de su cabello, su nariz perfilada, sus carnosos y rojos labios, su agilidad y oído para la música.

 

Mi campeón Ethan, mi guapo príncipe con ojos color verde esmeraldas, es el mejor en su clase de música, ya toca a la perfección el piano, sin duda ha heredado el talento del mismísimo Edward. Mi niño se ha encargado de tocar la canción para su hermana en cada recital.

 

Ambos llevan la misma cantidad de medallas ganadas tanto en natación como en karate, son tan competitivos como lo son Emmett, Jasper y Edward. Para octubre de este año entrarían a estudiar primer año primaría. Estaba tan orgullosa de ellos.

 

Ah… se me olvidaba, ellos ya no asistían a la misma escuela desde el incidente con mi gatita. Ahora van a una donde me permiten tener a un guardaespaldas con ellos, los otros padres están agradecidos por que así sus hijos están más protegidos, pero Carter y Joshua su prioridad son mis hijos. El día que ocurrió lo de mí gatita fue el peor de mi vida y eso que yo pensaba que ese había sido el día que me separaron de mi Edward. Lo recuerdo perfectamente como si hubiese sido ayer en vez de hace casi dos años.

 

Flashback:

 

Me encontraba en un junta general con todos los directivos de los departamentos que conforman la editorial faltaba una semana para el lanzamiento del libro “Suavemente, me matas” de la autora Laura Atenea, donde la trama trataba de como Christopher Mason quiere vengarse de Jack Stewart por ser el culpable del encarcelamiento injusto de su padre Christian Mason, logrando que él con tan solo diez años de fuera a parar a un orfanatorio donde su vida será un infierno, tanto para él como para sus compañeros. Hasta que es adoptado por dos magnificas personas Carlos y Berta Collins. Con los años forja un impresionante imperio, volviéndose el hombre más codiciado de todo Nueva York. Es allí donde comienza con su venganza logrando destruir uno a uno de sus enemigos. En una de sus jugadas Jack Stewart perdí una importante suma de dinero y queda a su merced, motivo por el cual llega hasta Isadora. Para él todo comenzó con una venganza y termina encontrando el amor.

 

En fin… volviendo al tema de mi gatita. Estábamos a mitad de la junta cuando entra Kathleen, mi fiel asistente y amiga. Pálida como los vampiros de la saga Crepúsculo de la autora Stephanie Meyer. Temblando como una gelatina, logrando que todas las miradas se posaran en ella.

 

— Bella. —dijo con voz nerviosa. No sabía si estaba de esa manera antes de entrar a la sala de juntas o se había puesto por la intensidad de las miradas.

 

— Dime Kathleen ¿Qué se te ofrece? —pregunte dejando la carpeta con el material sobre la mesa de caoba. La vi tragar saliva y como se estremecía ligeramente.

 

— Llamo… Margaret. —respondió retorciendo los dedos. Asentí e hice un movimiento con mi mano para que prosiguiera—. Y… noencuentranaElizabethporningunaparte. —dije todo rápidamente sin detenerse a respirar, logrando que no entendiera una sola palabra.

 

— ¿Qué? —pregunte confundida. Me levante de mi silla y camine hasta pararme frente a ella—. Respira profundo y dime pausadamente ¿Qué dijo Margaret?

 

— Qué Elizabeth desapareció del área de juego en el centro comercial. —respondió luego de inhalar dos veces seguidas.

 

— QUÉ MI HIJA QUÉ. —grite separándome bruscamente de ella. “Dios no mi bebé” Pensé asustada. La sola idea que a mi nenita le ocurriera algo me ponía enferma. “Por favor, por favor, por favor, dios que este bien” se repetía como mantra en mi mente.

 

— Desapareció del área de juego y que debes ir de in… —no la deje terminar cuando ya corría por los pasillos hacía mi oficina por mi bolsa donde tenía las llaves de mi coche. Corrí como si me estuviera persiguiendo una jauría de hombres lobos. El pasillo se me hizo interminable. Me parecía como si estuviera viviendo una película de terror donde el espacio se alargaba cada vez más. Llegue a mi oficina cinco malditos minutos después. El pedazo de ascensor se había burlado de mí, como diciendo. “Mírame lo lento que voy, ja, ja, ja, ja” tome mi bolsa y me precipite escaleras abajo. La ansiedad me estaba comiendo, no soportaría estar de nuevo dentro del el ascensor. Nunca en mi vida había corrido tan rápido y mucho menos hacer sin tropezar. No sé cuanto tiempo me tomo llegar a mi coche, pero yo sentía como si ya hubieran pasado horas. Me monte en mi coche y salí de allí como alma que lleva el diablo. No me importa no esperar a Sam y al resto de los muchachos. Estaba muy preocupada por mi bebita, lo único que quería era, tenerla entre mis brazos y llenarle su carita con muchos besos. Saber que estaba completamente segura, sana y salva entre mis brazos. Llegue al dichoso centro comercial quince minutos más tarde. Luego de haber violado todas las leyes de transito y casi haber producido un accidente entre un Mustang y un Cadillac ambos parecían de este mismo año o tal vez del año anterior. Al ingresar en el estacionamiento casi choco contra un Volvo de color negro que iba saliendo en ese preciso momento. Gracias a dios el conductor no se percato de nada. Me ahorro una fuerte discusión con el mismo. Me baje corriendo nada más estacionarme y atravesé las puertas corredizas de vidrios. No tenía la más remota idea de donde podían estar, por lo que no sabía por donde debía comenzar con mi búsqueda. Decidí subir las escaleras eléctricas hasta el segundo piso y allí me encontré con un guardia de seguridad.

 

— Buenos días, busco a los niños del colegio “Mil Colores” me avisaron que mi hija había desaparecido. —dijo todo sin tomar nada de aire logrando que mi voz fallara al final. Asintió a modo de entendimiento.

 

— Venga por aquí señora. —me indicó que lo siguiera—. No se preocupe, su hija ya apareció. —murmuro sobre su hombro cuando volteo a verme. Subimos las escaleras eléctricas hasta el tercer piso. Me condujo por el área de comida, pasamos la entrada de las salas de cines y se detuvo justo en frente de un local con el nombre “Virtual Pack” que desde afuera se podía apreciar un sinfín de juegos para niños—. Haya se encuentra la profesora juntos con los niños señora. —dijo señalando con su mano hacia la piscina de pelotas.

 

— Elizabeth, Ethan. —llame corriendo hacia donde se encontraban tomados de la mano de su profesora.

 

— Mami. —dijeron los dos al mismo tiempo antes de sacudir su mano para soltarse y correr a mí encuentro. Caí de rodillas con brazos extendidos. Los estreche contra mí pecho tan pronto como los tuve entre mis brazos.

 

— Estaba tan aterrada. —susurre llenándoles su carita de besos, saboreando en el proceso la salinidad de mis lágrimas que hasta ese momento no me había dado cuenta que rodaban por mis mejillas.

 

— Señora Swan. —murmuro la profesora Margaret con la mirada baja. Borre de mis mejillas todo rastro de lágrimas.

 

— Me puedes decir ¿Qué demonios sucedió? —pregunte molesta colocando de pie con mi gatita en brazos y Tony de la mano.

 

— Señora Isabella por unos cuantos minutos Elizabeth desapareció, no la encontrábamos por ninguna parte dentro del local. —explico nerviosa retorciendo los dedos—. Cuando los guardias iban a comenzar la búsqueda en todo el centro comercial apareció el señor Salvatore, Andrés Salvatore con la niña en brazos explicando que la había encontrado.

 

— Edwad. —susurro mi gatita contradiciéndola. La mire interrogante—. Mami su nombe eda Edwad no Andes.

 

— ¿Papi? —pregunto Ethan confundido, baje la vista para observarlo y él miraba a su hermana con un ceja alzada. Como esperando un explicación. Sin duda Elizabeth se hay guardado esa detallito para ella. Mi gatita se dio una palmada en la frente.

 

— Qué tonta fui, no lo deconocí. Eda papi mami. —murmuro unos segundo después mirando con expresión triste. Bese su mejilla. Quería creerle a mi nena, de hecho mi instinto materno me decía que ella decía la verdad. Pero tenía mis serias dudas, si fue Edward por que no reconoció a su nenita, ella tiene tanto de ambos y el escudo. “Mierda, se me había olvidado colocárselos esta mañana por salir apurada”

 

— Señora Swan el señor se llamaba Andrés Salvatore no Edward. —contradijo esta vez la profesora.

 

— No me importa si se llamaba Edward, Flavio, Silvestre o Andrés, solo me importa que mi hija estuvo en peligro y eso no lo voy a dejar correr, el colegio deberá responder por eso. Además ni se moleste en esperarlo mañana que desde este momento dejaran de asistir a esta irresponsable escuela que no me asegura la integridad de mis hijos. —dije antes de dar media vuelta y salir echa un furia de ese lugar.

 

— Eda papi mami. —susurro mi princesa escondiendo su carita en el hueco de mi cuello, bese el tope de su cabeza para luego sentarla en el capo de mi coche.

 

— Bebé te creo que era tú papi. —murmure al momento de sentar a Tony a su lado—. Pero debes tener en cuenta una cosa, no todos los Edwards son tú papi.

 

— Pedo eda él mami. También andaba mi tío Jasped y Emme. —replico haciendo un lindo y tierno puchero. Debía aceptar que había una remota posibilidad que hubiera sido Edward.

 

— Ok, fue tú papi. Elizabeth Marie y Ethan Anthony Cullen prométanme que lo que sucedió hoy, nunca más volverá a ocurrir. —dije mirándolos seriamente. Ambos asintieron.

 

— Lo pometemos mami. —dijeron los dos al unísono.

 

— Vámonos a casa. —murmure bajándolos del coche.

 

Fin Del Flashback.

 

En cuanto mi vida amorosa… aun sigo soltera, esperando pacientemente mi amor imposible. Aunque no es por falta de pretendientes, a la lista donde esta anotado el molesto de Jacob Black, persona no grata e insoportable, que no entiendo “NO” como repuesta. Aunque se lo haya mandado hacer en letras gigantes y mayúsculas, puesto en pleno centro de Nueva York, lo acepta. Se le suma Liam D` Ángelo un importante empresario de la misma edad de Rosalie dueño junto a su hermana menor de la cadena hotelera D’ Angelo Hoteles & Resorts alrededor del mundo. Una enorme empresa que no recuerdo como se llama. Una de las constructoras más grandes de Nueva York y unas cuantas empresas más. A Liam lo conocí en unos de los desfiles de lanzamientos de Alice, donde acompañaba a Lilliam D` Angelo su hermana menor, la cual sorpresivamente tiene mi edad. No lo puedo negar, es muy guapo, tez clara, cabello castaño oscuro, nariz perfilada, mandíbula cuadrada, ojos de color gris, un cuerpo esculpidos, se le nota que esta bien trabajado. Una sonrisa baja bragas.

 

Esta buenísimo, para suspirar. De hecho si mi corazón no le perteneciera a Edward, me le lanzaría a sus torneados brazos. Estoy consiente de que él tiene un pequeño o grande, que se yo, interés hacia mí, interés el cual no es correspondido con él se merece. Es una persona con un buen corazón que se merece a una mujer que lo ame con todo su corazón no con las migajas que yo puedo ofrecerle. A Liam solo lo considero mi amigo, un amigo muy preciado, él sabe perfectamente que solo puedo ofrecerle mi amistad, que mi corazón ya esta ocupado desde hace mucho tiempo. Pero sé que él no ha perdido la esperanza y por eso se ha mantenido a mi lado en todo este año que llevamos conociendo, un año que ha sido muy movido, no ha dejado de invitarme cada semana a cenar, invitaciones que no he podido rechazar, ya que se la lleva muy buen con mis hijos, más con Elizabeth que con Ethan, mi gatita ya lo ha empezado a llamar Tío Liam. Tony es el más renuente pero hasta los momentos no le ha hecho algún desplante. Se que mi pequeño hombrecito se dio cuenta del interés de mi amigo hacia mí. A él también le tengo que agradecer que Jacob haya bajado de intensidad su acoso, ya no lo hace todos los días, sino una vez a la semana.

 

Liam se la lleva muy bien con mi Bubú y mis hermanas, nunca me he propuesto o preocupado presentárselo a Charlie, ya que desde el altercado que tuvimos el día del nacimiento de Emerson Andrés hace casi dos años, no nos hemos vuelto a ver ni mucho menos hablar. Siempre procuro estar fuera de la mansión cuando él viene a visitar a Emer, me llevo a mis niños a pasear, ya que ellos no son tontos y se han dado de cuenta de la hostilidad que Charlie emana hacia ellos. Tengo un departamento para cuando las visitas de Charlie se prolongan por varios días. Lo bueno de toda esta pelea es que no se ha vuelto a meter en mí vida, respecto a todo lo que conlleva Jacob Black, por lo que he estado más que alegre ya que yo solo le pertenezco a un solo hombre y se llama Edward Anthony Cullen Masen, el padre de mis hijos.

 

Tanto mis hermanas con yo nos habíamos convertido en importante empresarias reconocidas mundialmente, para el orgullo de mí Bubú. Las tres nos encontrábamos en la misma situación amorosa, ellas siguen solteras como yo, esperando a sus hombres. Aunque esos hijos de la grandísima chingada, se hayan terminado casando Emmett hace año y medio con Claire Crawford una importante diseñadora de interiores y Jasper… su matrimonio fue hace apenas un año con April Austin un reconocida arquitecta. Nunca en mi vida si sufrir tanto a mis hermanas.

 

Cuando todo esto comenzó muy bien que ocultaron su dolor, por que yo nunca fue testigo de eso, pero al saber que ya las habían olvidado por completo las termino de romper. Alice se hundió más en su empresa, muy poco esta en la casa, hace poco mantuvo una corta relación con un tal Jackson, solo duro unas cuentas semanas, después de eso entro en depresión. Rosalie se dedico a Emerson y a ganar importante casos. La verdad es que las veía muy poco y eso me estaba empezando a preocupar, no me quería alejar de mis hermanas, éramos las tres mosqueteras, aunque ahora ya no tengamos tiempo para nosotras.

 

Edward, Edward, Edward cuanto te extraño, cuanto me haces falta. No puedo creer que ya serán siete años sin volver a verte, sin ver tu hermosa sonrisa torcida, tus bellos ojos. Estos siete años han sido los más largos de mi vida. Estar tan cerca pero tan lejos a la vez. Sabía que él había vuelto junto a su flamante esposa a Chicago. Ciudad que tengo prohibido pisar o nuestros hijos sufrirían las consecuencias. Estaba tan triste desde hace casi dos años. Como había demandado a la escuela nos hicieron ver los videos de seguridad donde pude observar que Edward había sido la persona quien había sacado a mi nena del local. Razón por la cual el colegio no se dio obligado a nada, ya que había sido el padre quien la había sacado. Mediante la cámara vi como interactuaba con su nenita sin él saberlo, su gesto protector, que solo había mostrado conmigo, cuando Jasper se la arrebato de sus brazos haciendo que mi nenita llorara y buscara el consuelo de su padre. Me encanto la manera en que se complementaron padre e hija. Hay que ver el dicho es muy cierto. “La sangre llama”

 

En cuanto al caso de Rosalie por violación, sigue abierto, no han podido dar con ese canalla desgraciado, la policía no tiene ninguna pista que los lleve directo a él. Solo una, por la cual mi hermana se reúsa, lo único que la policía tiene es a Emerson, mi hermoso sobrino de casi dos años, tez blanca, ojos color azul cielo, cabello rubio igual que su madre. Lleno de vida y salud, tan parecido en muchos aspectos a su madre, no solo físicamente sino mentalmente. No tiene nada del maldito hombre que dono su esperma a la fuerza. Pero Rosalie no quiere ver a Emer envuelto en nada, ella quiere que él viva su niñez llena de risas y de alegrías. Mi hermana lo adora, se ha convertido en lo más importante de su vida. Por lo que se refiere a Charlie en este asunto no lleva mucho tampoco, solo ha encontrado a un hombre el tal Riley, pero el solo participo en llevarse a Rossi más no fue culpable de los demás. A pesar de toda la motivación de Charlie, por decirlo de esa manera, no logro que el tipo dijera el nombre de la mente maestra de todo, el nombre de que lo planeo todo y además, el único que abuso de mi hermana. Solo especifico que no era a Rosalie a quien querían, ella había sido una presa fácil, la que llevaría el mensaje. Riley antes de morir solo dijo que “Cuídate mujer de Edward Cullen que van detrás de ti” eso hacia que me estremeciera de miedo y me inundará el pánico, por saber que mis niños están en peligro.

 

Me desperté muy temprano esa mañana de sábado, algo inusual ya que no debía ir a la editorial, por lo tanto podía dedicar el día entero a la organización de la fiesta de cumpleaños de mis niños que tendría lugar el miércoles de la semana que viene. Había pensado que la decoración debía ser de la Cenicienta y de Toy Story. Me costo mucho convencer a mis bebés de irse junto a mi Bubú al zoológico. Mire hacia mi ventana y todavía estaba oscuro, voltee hacia mi mesita de noche y el reloj marcaba las seis de la mañana. El cielo ya debía haber aclarado algo, pero las gruesas cortinas impedían el paso de luz. No me desperté por eso, sino por el peso aplastante sobre mi cuerpo. Sentía un cálido y caliente cuerpecito encima de mí, justo en mi costado izquierdo y otro cuerpecito incrustado en mi costado derecho, haciéndome sentir demasiado calor, todo se debía a la época del año. Trate de moverme pero no logre hacerlo, por lo que sonreí como tonta al ver la cabellera cobriza sobre mi pecho y una mopa de cabello castaño oscuro sobre mi brazo derecho. Mis bebés tienen su propia habitación, pero los muy bribones prefieren pasarse a la mitad de la noche a la mía. La primera que tiende a llegar es mí gatita, por lo que siempre amanece encima de mí, Tony le sigue unos minutos después. Es como si estuvieran tan compenetrados que el otro se da cuenta cuando uno se despierta.

 

El ruido en la puerta de mi habitación me sacó de mis pensamientos, ella era abierta muy lentamente. Mi puerta siempre tiende a estar entrecerrada. Levante la vista de la hermosa carita de mi gatita y pude observar a un hermoso niño rubio de casi dos años entrar a mi habitación, con sus bellos ojitos y la naricita respingona rojos como un tomatito. Él venía hipeando mientras que se frotaba uno de sus ojitos con su pequeño puño y con el otro arrastraba a un lobo de peluche con el pelaje rojizo de nombre “Fido”

 

— ¿Qué paso Emer? —pregunte sorprendida de que esa pequeña personita estuviera parado justo hay.

 

— Mami. —susurro tallándose de nuevo sus lindos ojitos. Le hice seña con mi mano izquierda para que subiera a mi cama. Él corrió tropezando con sus propios pies y se subió con un poco de dificultad.

 

— ¿Qué pasó bebé? No encuentras a mami. —pregunte al momento que se subía a mi pecho, entre el cuerpecito de mi gatita y el de Tony. Me miro con sus ojitos azules iguales a los de mí hermana y negó con la cabeza, luego recostó su cabeza en mi pecho. Ahora definitivamente no me podía mover, por lo que me dedique a acariciar sus cabecitas, primero la cabellera castaña de Tony, luego la cabellera rubia de Emer y por último la cabellera cobriza de mi gatita. Así estuve por lo menos unos diez minutos hasta que Rosalie apareció por mi puerta con una enorme sonrisa, la cual se agrando al ver a su bebé sobre mi pecho—. No te encontraba. —murmure con una sonrisa.

 

— Estaba en la cocina charlando con Leah, no pensé que se fuera a despertar. —dijo caminando hasta mi cómoda, levante mi cabeza para ver que iba hacer, pero solo pude apreciar la cabellera rubia de Emer. Solo fui consciente de un cegador flash, por lo que deduje que tomo la cámara fotográfica que mi gatita dejo allí la noche anterior. Oh sí, me veía muy hermosa en medio de tres niños, la mitad del cuerpo de Elizabeth encima del mío, con su carita escondida en la base de mi cuello, del lado izquierdo. Emerson encima de mi torso con su carita del lado derecho y Ethan incrustado en mi costado derecho con su carita justo en el cabello de Emer.

 

— Me ayudas, ya no siento mi cuerpo. —susurre mirándola suplicante. Mis pulmones exigían a gritos un poco de oxígeno y mis músculos agarrotados pedían un poco de movilidad. Ella río entre dientes y tomo a Emer en sus brazos. Pude respirar un poco, me removí lentamente y logre salir de donde mis niños me tenían prisionera.

 

— La abuela y los niños salen al zoológico a eso de las diez de la mañana, pero Emerson no va. —me indicó sentándose en mi mecedora.

 

— ¿Por qué? —pregunte confundida antes de entrar a mi cuarto de baño, tome mi cepillo de dientes y la pasta dental.

 

— La abuela no podría con los tres, aunque se llevara medio ejercito. —respondió desde el umbral de la puerta.

 

— Lo ché. —dije con el cepillo de dientes en mi boca—. Solo hay seis chicos ya que Charlie Swan decidió llevarse el resto y además no está Sam. Por lo que deben irse con ella. No voy a exponer a mis hijos. —dije luego de jaguar mi boca. Salí del baño hacía mi armario, dejando un beso en la regordeta mejilla de Emer cuando pase al lado de Rose.

 

— ¿Cómo crees que le vaya a papá? —pregunto desde algún lugar de la habitación. Escogí un vaquero ajustado de color negro, unas bailarinas de color azul al igual que el polo Ferrari de manga larga. Me esperaba un largo día en el centro comercial, por lo que quería ir lo más cómoda posible, a pesar de que Alice pegue el grito al cielo.

 

— La verdad no me interesa. —respondí saliendo del armario y me encogí de hombros restándole importancia. Desde aquel día Charlie dejo de existir para mí y para mis niños.

 

— Sabes que es muy peligroso, ¿verdad? Son los Vulturis, los jefes de los jefes de la mafia. —murmuro mirándome reprobatoriamente.

 

— Aja, créeme que lo sé. Se que es muy peligro, por eso nos dejo sola exponiendo a mis niños. —respondí molesta por el descuido que había hecho Charlie—. ¡Entonces… cuéntame aún extrañas a Emmett! —pedí cambiando de tema—. Extraño poder conversar con ustedes como antes. Ahora ya ninguna tiene tiempo, Alice vive metida con sus diseños y sus lanzamientos. Tú con tus casos y Emerson. Yo con la editorial y los niños. Me hacen falta, siento que ese día no solo me separaron de Edward sino de mi vida también, dándome otra completamente diferente a la que me vi obligada a acostumbrarme por que era necesario. En momentos como este, extraño a mamá. Cuanto me gustaría que ella conociera a mis hijos, que viera lo maravillosos que son.

 

— Te entiendo perfectamente, a mí también me hace falta estar con ustedes, como extraño a mamá. No sabes cuanto desee que ella estuviera a mí lado después de la violación, que me consolara las noches que tuve pesadillas, donde revivía una y otra vez ese momento. Qué hubiese sostenido mi mano en el nacimiento de Emerson. —murmuro Rose con ganas de llorar. Se le notaba en la voz—. Y por supuesto que extraño al tonto de Emmett, creo que nunca lo voy a poder llegar a olvidarlo. No puedo que creer que ese idiota me haya cambiado por otra. ¡Crees que esta mal que le diga a Emerson que Emmett es su papá!

 

— No. —respondí alisando mi cabello—. Por ahora, pero creo que cuando crezca deberías decirle la verdad. Él verá la diferencia entre él y Ethan, además de que todo el mundo sabe que los Cullen tienen una marca de nacimiento al igual que los Swan. Marca que él no va a tener.

 

— Obviamente eso no es lo importante. Lo más importante es que si Emmett me va a aceptar sabiendo que estoy sucia y con el hijo de mi agresor. —murmuro enfurruñada acariciando la carita de Emer.

 

— Oye tú no estás sucia, no lo vuelvas a repetir. Emerson es un niño encantador, por supuesto que va amarlo como si fuera de él. —dije acuclillándome frente a ella que esta sentada en mi mecedora.

 

— ¿De verdad crees eso Bella? —pregunto limpiándose las pocas lágrimas derramadas.

 

— Por supuesto. Ninguno de los dos es culpable. —bese su mejilla luego la de Emerson—. Ve arreglarte que pronto escucharemos el grito de Alice apresurándonos.

 

— Nos vemos en un rato Bella. —se despidió parándose de la mecedora—. Te quiero. —susurro antes de salir por la puerta dejándola cerrada.

 

— Yo también te quiero. —dije, aunque sabia que no me había escuchado—. Arriba gatita. —susurre besando su cuello y acariciando su espalda—. Arriba bebé que se nos hace tarde para que vayas al zoológico con la Bubú.

 

— Buenos días mami. —susurro con voz pastosa desperezándose.

 

— Buenos días princesa. —acaricie su broncíneo cabello ayudándola a sentarse, bese su frente y me voltee hacia Tony—. Arriba campeón. —susurre besando sus mejillas—. Vamos no seas flojo que el zoológico te espera.

 

— Buenos días mami. —murmuro en un bostezo estirándose.

 

— Buenos días bebé. —dije quitándole la camisa del pijama.

 

— Mami. —se quejo arropándose con el cobertor dorado.

 

— Hey arriba que debes ducharte y levarte los dientes para bajar a desayunar, luego irán con la Bubú al zoológico. —dije quitándole las medias y el pantalón de pijama, solo lo deje en su bóxer con dibujos de Cars. Hale mi princesa hacia mí y la despoje de su pijama, quedándose solamente con su braguita de Rosita Fresita—. Vayan al baño se lavan bien los dientes y se duchan mientras yo voy a su habitación por una muda de ropa. —les indique bajándolos de la cama y a cada uno le di una palmadita en el trasero.

 

— Mami. —se quejaron entre risas, corrieron hacia mi cuarto de baño. Los amaba tanto. De solo pensar que si aquella noche no hubiese pasado nada y no estuvieran mis hijos a mi lado me hubiera muerto de tristeza. Además de que en esta soledad me hubiera convertido completamente loca e hubiera terminado junto al molestoso de Jacob Black. Me estremezco de repulsión de solo imaginarlo.

Fui a la habitación de Tony y del armario tome un conjunto de polo color blanco y bermuda color negro y unas zapatillas deportivas de color blanco con tres rayas negras y tres rayas gris. De la cómoda tome un bóxer de color blanco con la goma en color azul y un par de medias tipo tobilleras color blanco. Cruce el pasillo y me introduje en la habitación de mi gatita directo hasta el armario, donde tome un conjunto de polo y bermuda de color rosado y unas zapatillas deportivas de Agatha Ruiz de la Prada de color blanco con rosado, pase por la cómoda por su braguita de color morado de Tinkerbell y unas medias tipo tobilleras de color rosado. Me devolví a mi habitación y fui recibida por la hermosa risa de mi gatita que provenía de mi cuarto de baño. Sonreí como tonta sacudiendo la cabeza ligeramente, deje todo sobre mi cama y me encamine siguiendo el maravilloso sonido, el cual me indicada que mis hijos eran felices. Entre al baño y hasta yo me carcajee al igual que mi gatita, Tony tenía puesto mi gorro de baño y mi crema depilatoria por toda su linda carita haciéndole muecas graciosas a su hermana. Los dos se querían tanto y eran tan unidos. Ethan nunca le ha gustado ver a su hermana llorar ni mucho menos verla sufrir, aunque sea por cosas insignificante.

 

— Creo que te hacen falta como unos diez años para poder afeitarte. —murmure minutos después de lograr controlar mi respiración. Lizzy sostenía con sus manitos su barriguita y respiraba bocanadas de aire como si fuera un pececito fuera del agua—. Terminen de ducharse que no tardará tía Alice en entrar como loca poseída por esa puerta.

 

— Ok mami. —murmuro Tony estremeciéndose para luego rápidamente meterse bajo la ducha. En ese aspecto se parecía a mí o mejor dicho era como todos los hombres. Odiaba todo lo que implica la moda. En cambio mi gatita le fascina. Gracias a ella deje de ser la Barbie Bella para Alice. Mi gatita asintió con la cabeza cuando estaba más controlada. Empujo a Tony fuera de la duche, esté hizo un mohín y un tierno puchero, que me recordaba tanto a el loco de Emmett. Sin duda ambos eran Cullen por donde los mires. Los ayude a salir de la ducha envolviéndolos en toallas, senté a Tony sobre mi cama y a Lizzy la deje sobre sus pies. Mientras ella brincaba en la cama, yo le secaba su cuerpecito, para luego vestirla, al terminar mi gatita con un último salto se sentó. Me volví hacia Tony y lo ayude a levantarse e hice lo mismo, seque su cuerpo le coloque los bóxer, las medias y le siguió la bermuda.

 

— Bella. —me llamo Alice entrando a mi habitación al momento que le colocaba el polo a Tony—. Oh… mis niños hermosos ¿Cómo durmieron?

 

— Bien mamá Alice. —respondieron a coro los dos con una sonrisa.

 

— En verdad tienes un serio problema. —murmuro confundiéndome. Se sentó en mi cama al momento de halar a Lizzy a su regazo—. ¿Qué harías? Si estas en una escena romántica con Liam y entra Elizabeth a la habitación.

 

— ¿Qué? —pregunte sorprendida soltando el zapato que iba a colocarle a Tony. De donde rayos sacaba semejante cosa. A Liam solo lo quería como amigo nunca lo vería con otros ojos.

 

— Oh vamos no te ganas la inocente. Sabes perfectamente que a Liam le intereses y… como Edward ya esta casado, no le veo el problema que tú continúes con tú vida. —dijo encogiéndose de hombros—. Así que ha enseñarle a Ethan y a Elizabeth a dormir solos en su habitación.

 

— Marie Alice… —comencé, pero ella me interrumpió.

 

— Elizabeth quiere un hermanito. —se excusó cepillándole los rizos broncíneos a mi nena. La mire como si tuviera dos cabezas. Por que ella no iba y aceptaba salir con Timothy Di Venere un reconocido diseñador de modas que esta detrás de ella desde hace seis meses.

 

— Si, pero yo quiero que sea de mi papi. No de mí tío Liam. —dijo mi gatita levantándose de su regazo y fulminándola con la mirada.

 

— Mami ¿Te gusta Liam? —me pregunto Tony mirándome ceñudo—. Ya no quieres a mi papi. —murmuro con la mandíbula apretada y apretando con mucha fuerza sus puños hasta que sus nudillos estuvieron blancos. Fulmine a Alice con la mirada, por su culpa estaba metida en esta situación. Un sonido sordo me hizo desviar la mirada, voltee a ver a mi gatita y ella tenía sus manitos sobre sus pequeñas caderas y rebotaba su pie contra el piso. Suspire sonoramente y me senté en mi cama, los hale hasta situarlos en medio de mis piernas. Ninguno de los dos cambio su postura.

 

— No me gusta Liam, solo lo considero mi amigo y lo quiero de esa forma. Amé, amo y amaré por siempre a su padre. Edward es mi único y gran amor. Así ha sido y así será. —les explique lentamente para que por fin lo entendieran. Les bese ambas mejillas—. Esto va para los tres. —dije mirando a Alice, ella sonrió ligeramente. Fui sorprendida con un beso en ambas mejillas. Mi gatita fue y se sentó de nuevo en el regazo de Alice y Tony en la cama para que terminara de colocarle los zapatos—. ¿Qué me cuentas de Tim?

 

— Ahsss es exasperante. —se quejo mientras recogía el cabello de mi niña en una coleta alta. Puse los ojos en blanco—. No me deje en paz. Siempre me envía presentes y notitas cursi. —se estremeció ligeramente. No pude evitarlo y solté una carcajada—. Pero me gusta que sea atento y no desista a pesar de mis desplantes.

 

— Un día se cansará y no volverá más. —le dije saliendo después que ella de mí habitación. Lizzy y Tony se apresuraron a bajar las escaleras.

Desayunamos entre risas, todo gracias a las tonterías de Tony. Mi Bubú estaba un poco molesta, por que las tres nos iríamos sin protección, para que los seis chicos que dejo Charlie se fueran con ella. Todo empeoro cuando Rose le aviso que Emerson nos lo llevaríamos nosotras. Los cinco coches abandonaron el garaje al mismo tiempo, el mercedes Benz iba hacia el zoológico con mi Bubú y mis niños más dos de los escoltas, en un mercedes CLS iban los otros cuatros. El BMW de Rose iba a la cabeza, le seguía el Porsche de Alice y yo iba de tercera en mi Ferrari. El centro comercial quedaba a veinte minutos de nuestra casa, nos estacionamos en el estacionamiento del segundo piso.

 

— Bueno… creo que es mejor separarnos. —dije escabulléndome de inmediato de lo que sea que Alice haya pensado.

 

— Bella tiene razón. —me secundo Rose con Emer en sus brazos.

 

— ¿Por qué? —pregunto Alice parándose frente a nosotras con los brazos en garras.

 

— Hay mucho que hacer y muy poco tiempo. Separándonos abarcamos más espacio. —explica Rose encogiéndose de hombros.

 

— Tienen razón. —susurro Alice concentrándose en algo—. Yo me hago cargo de la decoración, Rose de la comida y Bella… tú de la música y la animación.

 

— Para ser justo con Rose, debemos sortearnos a Emer, la que pierda se lo lleva. —dije encogiéndome de hombros.

 

— Piedra papel o tijera a la cuenta de tres. —murmuro Alice. Rodee mis ojos.

 

— Vente guapo príncipe, tú te vienes conmigo. —dije tomándolo en mis brazos. Siempre perdía en ese bendito juego—. Nos comunicamos por teléfono. Ah… Alice la decoración de la Cenicienta y Toy Story. —dije antes de comenzar a caminar hacia el pasillo derecho.

Llevaba una hora o quizás ya una hora y media caminando, ya había finiquitado lo del Dj pata toda la tarde y parte de la noche, había contratado dos payasos y un grupo de bailarinas. Un castillo inflable, una piscina de pelotas, una cama elástica. Una diversidad de juegos. Por lo que ahora iba recorriendo los pasillos con Emerson de la mano, pero estaba inquieta, me sentía observada desde hace como unos diez minutos. Sonó mi móvil, mientras lo buscaba dentro de mi bolsa, Emer me soltó la mano y sale corriendo hacía la vidriera de la tienda de mascotas.

 

— Andrés. —lo llame al momentos de tomar el teléfono en mi mano, en la pantalla salía el numero de mi Bubú, por ende era mis bebés. Era muy rara la vez que llamaba a Emerson por su segundo nombre, de hecho lo hacia cuando estaba molesta con él. Camine a pasos apresurados para llegar junto a él.

 

— Mamá. —chilló Emer señalando un cachorrito.

 

— Hola amor. —dije nada más contestar.

 

— Mami. —dijo Tony del otro lado de la línea—. ¿Dónde estás?

 

— Estoy en el centro comercial con Andrés, amor. —respondi tomando la mano de Emer, él me miro con un tierno puchero. Sabía que estaba molesta con él.

 

— Te extraño mami. —susurro con voz llorosa—. Lizzy también.

 

— Yo también y mucho. —dije cargando a Emer y alejándome de la tienda de mascotas. Me sentía sofocada y cargada de electricidad.

 

— Mami quiero para mi cumpleaños una guitarra eléctrica. —dijo Tony muy emocionado. Mis hijos eran muy inteligentes y no se dejaban engañar.

 

— Yo quiero un IPod 5. —dijo mi gatita esta vez.

 

— Niños deben colgar, ya van a empezar con el recorrido. —escuche como les decía mi Bubú.

 

— Si. —chillo mi gatita.

 

— Te amo mami. —dijo Tony.

 

— Yo también te amo, amor y mucho. —susurre triste. Nunca me había gustado estar separada de mis niños. Las horas del colegio, el ballet, las clases de música, natación y karate eran una tortura para mí. Tony cortó la llamada, por lo que continúe con el recorrido mirando por las vidrieras en busca de la guitarra eléctrica y el IPod 5. Unos diez o quizás veinte minutos después, unos fuertes brazos me rodearon desde atrás, me levantan del suelo y me dan vuelta en el aire con Emerson en mis brazos.

 

— Hola preciosa, me extrañaste. —susurro un voz cargada de sensualidad que reconocería de lejos.

 

— La verdad no. —susurre con una sonrisa—. Claro que si tonto. ¿Cómo te fue en el viaje? ¿Lilliam donde se quedo?

 

— Lilliam se quedo por una semana más en Londres. —respondió arrebatándome a Emer de mis brazos—. A ti también te extrañe. —dijo alzándolo en el aire, se escucho la hermosa risa de el niño.

 

— ¿Qué ocurre Liam? —pregunte confundida recibiendo a Emer de sus brazos, al ver su cara de sorpresa y luego de confusión. Sacudió ligeramente la cabeza.

 

— No es nada, solo me pareció ver a un hombre idéntico a Ethan pero con el cabello de Elizabeth. —me respondió mirando de nuevo sobre mi hombro. Voltee a ver y no había nadie, solo unas cuantas mujeres caminando, unas con niños en brazos y de la mano, otras iban solas o en grupos—. Bueno… sigamos con las compras. ¿Que vas a comprarle de regalo a los niños? —Liam me indico que caminará delante de él, me toco ligeramente del codo.

 

— Aun no lo sé, Lizzy quiere un IPod 5 y Ethan una guitarra eléctrica. —respondí mirando de nuevo las vidrieras. Después de eso no hablamos y él se enfrasco en una larga y animada conversación con Emerson. No sabía si el lograba entender los balbuceos del niño.

Me encantaba estar en compañía de Liam, él es muy atento a pesar de mis quejas. Adora a mis hijos, siempre vive comprándoles cosas. No me extrañaría que se hubiese traído las jugueterías enteras de Londres solo para ellos tres, ya que a Emerson le daba el mismo trato. Estar al lado de Liam era poder reír con facilidad, él era mi puerto seguro.

 

Tres horas más tardes.

 

Después de ir a comer algo ligero en compañía de Liam y que Emerson se comiera su helado y de haber encargado al guitarra eléctrica y el IPod 5 que llegara el miércoles de la semana siguiente. Nos encontramos con Rose en la entrada del estacionamiento por donde habíamos entrado. Emerson dormía plácidamente en mis brazos, Rose le dio un beso en la mejilla ya que tenía las manos llenos de bolsas y eso que Liam la estaba ayudando con unas. Alice llego diez minutos después quejándose por el poquito tiempo que le dimos para comprar con las manos llenas de bolsas de todo tipo de tiendas, Prada, Gucci, Victoria's Secret, Louis Vuitton, Armani, Chanel, Versace, Paco Chicano, Coach, Calvin Klein. Con cuatro chicos de diferentes tiendas ayudándola con más.

 

Al final Emerson se tuvo que ir conmigo en mi coche, ya que en el de Rose metieron las bolsas que no cabían en el de Alice. Liam tenía cosas que hace por lo que se quedo en el centro comercial. Mi coche llevaba las cuatro ventanillas bajadas para que se refrescara un poco antes de salir a la calle. Al pasar por el estacionamiento del primer piso, me pareció ver a Edward recostado en su Volvo plateado, nuestras miradas se cruzaron por unos breves minutos y me pareció ver una infinita tristeza en ese par de esmeraldas. Pero cuando mire por el espejo retrovisor buscándolo nuevamente, no había nadie al lado de Volvo. De seguro era mi subconsciente jugándome una jugarreta. No era la primera vez que venía un Volvo plateado y siempre cuando me acercaba no era el de Edward de seguro este tampoco lo era.

 

 


¿Qué creen ustedes?

1) Bella se imagino ver a Edward.

2) Edward estaba observandola.

 


Para las que querian saber que manuscrito estaba leyendo Bella el día del altercado con Charlie era ese el de "Suavemente, me matas" 

Tengo el permiso de Laura Atena la autora de este fics de nombrar su historia en mi capítulo.

 


 

Gracias a todos aquellos lectores anónimos que leen esta historia y dejan su voto. También gracias a: Sachiko065, MayaMasenCullen, AstridCullen, BrendiTwilithg, Martha, AngelNegro, Baaarbyguffanti, NathalyR, Bechi, Robsesionada2013, Haf276, Reenes_tylor, Aylin, HindyraCullen, Monica2408, MariaGomez2312, Isabella_256, AndreAlice, Val395, NorblackdPattinson, Vale2Cullens, Ayame, BripatCullen, SablanCullen, Jaedbellsnessi, Yalexa, Honey, Priscy_Cullen, Nenamadilinda, Vikingay, Xiomy, Anayely_29, GloriaCullen, Carocruzz, PrincesaVespa, Kristy_87, SabriiCullen, Zuleidy, LoreeFernandez, Ec07, Silmo, NicoleCullenPattinso, Winney_03, Mafe, Samilan, Adrianav15Diaz@Gmail, Jemi910, ChicaEdward, Rebekah_Mikaelson, Bibi_Cullen_Swan_10, WishanDangel, BeaBell, LoreeIsaCullenSwan, SofiRojas280, Mili_Cullen, Viviana, LucyPattinsonCullen, MimaBells, AymeCullen, Crazy_Jacob_Edwuard, Isvi2507Edward, Micaela Fernandez, Karolay28, Lachopilara, Karenttz3lVulturi, Valegis, RosalieWolfVamp, SofiaCulen, Aleariass, Melii, Nicoli, Maca-c, Jesiflexer, Elenita4_Cullen, Annaris, Andrea_black, Mayita, AnarilRamirez, Hello, OswalgoMonasterius, IsabellaKriste1421, Daryanny Cullen, TikaCullen, Gata, Alexelizabeth, U.u. Por sus comentarios y su voto.

Los capítulos son dedicados a ustedes espero que les gusten.

Besos desde Venezuela.

Capítulo 18: Desde el inicio de la relación hasta el encuentro con Elizabeth: Capítulo 20: Búsqueda de Bella:

 


Capítulos

Capitulo 1: El comienzo de esta historia de amor: Capitulo 2: Cumpleaños de Bella: Capitulo 3: La separación: Capitulo 4: Forks: Capitulo 5: Sospecha de embarazo: Capitulo 6: El primer movimiento de los bebés: Capitulo 7: La reacción de Charlie y Angustia por Edward: Capitulo 8: La visita de Don Carlisle Cullen: Capitulo 9: Por fin noticias de Edward: Capitulo 10: Día de las madres: Capitulo 11: El parto de Bella: Capitulo 12: Elizabeth Marie y Ethan Anthony Cullen Swan: Capitulo 13: Bautizo de los bebés y El viaje a Bostón: Capitulo 14: El prrimer cumpleaños de los bebés y La aparición de Jacob: Capitulo 15: Paseo con Ethan y Elizabeth: Capitulo 16: El embarazo de Rosalie: Capitulo 17: Altercado con Charlie y El parto de Rosalie: Capitulo 18: Desde el inicio de la relación hasta el encuentro con Elizabeth: Capitulo 19: Una visita inesperada: Capitulo 20: Búsqueda de Bella: Capitulo 21: Jasslye Anthonela ¿Swan? Capitulo 22: Después de diez años vuelvo a verte: Capitulo 23: Es Bella y ¿Son mis hijos? Capitulo 24: Una maravillosa noche Capitulo 25: La cabaña y La visita de Tanya Capitulo 26: Compromiso Capitulo 27: Estoy embarazada Capitulo 28: El gran día Capitulo 29: Luna de miel y Celos Capitulo 30: Enfrentamientos, Risas y Amenazas Capitulo 31: ¿Que es el sexo? Capitulo 32: James Capitulo 33: El secuestro de Tony, Bella y Lizzy Capitulo 34: Parto de Bella Capitulo 35: Regreso del pasado Capitulo 36: Alianza inesperada Capitulo 37: Vulturi, ¡firmaron su sentencia de muerte! Capitulo 38: ¡No debieron tocar lo que más amo! Capitulo 39: ¡Enfrentame como honmbre Demetri! Voy a matarte con mis propias manos Capitulo 40: No me dejes, Edward

 


 
14430584 visitas C C L - Web no oficial de la saga Crepúsculo. Esta obra está bajo licencia de Creative Commons -
 10748 usuarios