El amor siempre vence a pesar de todo (+18)

Autor: isakristen
Género: Romance
Fecha Creación: 17/01/2013
Fecha Actualización: 25/08/2022
Finalizado: NO
Votos: 187
Comentarios: 473
Visitas: 340402
Capítulos: 40

Summary: Dos poderosas familias de la mafia enfrentadas desde hace generaciones por dominar la ciudad. Pero serán las hijas Charlie Swan: Rosalie, Alice e Isabella y los hijos de Carlisle Cullen: Emmett, Jasper y Edward quienes decidan que ya era hora de acabar con ese absurdo enfrentamiento Sin ser consciente del horror que se desataría al final, al enfurecer al que creían su mayor aliado.

 

Prologo:

Bella una adolescentes de 14 años, hija menor de Charlie Swan uno de los mafiosos más peligrosos de Chicago. Novia de Edward Cullen un adolescentes de 16 años hijo del mafioso Carlisle Cullen.

Su amor puro e inmenso era amenazado por sus familias, quienes desde hace años tenían una rivalidad por el dominio del poder. Ellos al enterarse de la relación amorosa de los jóvenes deciden separarlos y enviarlos lejos. Sin saber que su amor ya había dado frutos, unas pequeñas personitas que iban protegidas en el vientre de su madre, la cual los unirían para siempre. Dos niños con la marca del sol naciente en el brazo izquierdo de los Swan como la media luna en el brazo derecho de los Cullen.

Diez años después su amor seguía intacto, más grande que antes y ellos estarán listos e dispuestos a luchar por él y por su felicidad, uniendo así ambas familias. Quienes tendrían que unirse y luchar por la misma causa. Dos niños intocables por ambos bando, siendo su talón de Aquiles. Y sus enemigos no dudaran en utilizarlos, matando así dos pájaros de un tiro; rompiendo en el camino el acuerdo llegado desde hace generaciones de no incluir en la rivalidad a las mujeres y a los niños.

  


 "Los personajes más importante de esta historia son propiedad de Stephanie Meyer pero la trama es mía y no esta permitido publicarla en otro sitio sin mi autorización"

 


 

 Historia registrada por SafeCreative bajo el código 1307055383584. Cualquier distribución, copia o plagio del mismo acarrearía las consecuencias penales y administrativas pertinentes.

 


 

 Traíler de esta historia ya esta en youtube y en mi grupo  en facebook "Entre mafiosos y F.B.I"


Link del grupo de Facebook

https://www.facebook.com/groups/1487438251522534/

 Este es el Link del trailer: 

http://www.youtube.com/watch?v=BdakVtev1eI&feature=youtu.be

 

 


Hola las invito a leer mi Os se llama: Si nos quedara poco tiempo.

http://lunanuevameyer.com/salacullen?id_relato=4201

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Capítulo 12: Elizabeth Marie y Ethan Anthony Cullen Swan:

CAPITULO 17: Pov Bella:

Presentación de Elizabeth Marie y Ethan Anthony Cullen Swan

 

Me desperté un poco más descansada, estaba de nuevo en la habitación de paredes azules, observe todos los detalles; las paredes están pintadas de un color azul cielo, en la parte superior había dibujos de osos en color blanco, a la mitad de cada pared hay una cinta (es como un roda pie, pero no se como se llama) en color verde agua. En la mesita a mi lado izquierdo había un hermoso ramo de rosas blancas con dos globos que decían: “Es un niño” “Es una niña” no tenía idea de donde salieron ya que me imaginaba que ni siquiera mis hermanas y mi Bubú sabía que estaban aquí, a menos que fuera de la tía de Edward, la doctora Echeverría. Dirigí mi vista a mi lado derecho, hay vi las cunitas donde dormían profundamente mis hijos, en el sofá frente a mis hijos estaba la señora Esme dormida, era muy tierna la imagen. Cuanto me hubiese gustado que en vez de la señora Esme, estuviera mi Edward en su lugar y hubiese sostenido mi mano durante el proceso de parto. Me sentí muy triste al recordar que no lo volvería a ver, nunca más. La puerta de la habitación se abrió lentamente sin hacer ningún sonido, por la pequeña abertura pude apreciar la cabeza de Rosalie y más abajo la de Alice, ambas con una enorme sonrisa en su rostro, les hice señas para que entraran; lo hicieron de forma sigilosa, mi Bubú venía detrás de ellas y me miraba con orgullo, luego la desvío hasta posarla en la señora Esme y frunció el ceño.

 

— ¿Cómo estás? —pregunto Rose en un susurro un poca apenada.

 

— Bien. —respondí con una enorme sonrisa, no cabía de mi felicidad—. Solo un poquito cansado nada más. —no lo vi venir en un parpadeo tenía a Alice guindada de mi cuello y a Rosalie abrazando mis piernas.

 

— Perdón, perdón, perdón. —repetía Alice una y otra vez.

 

— Perdóname, perdóname, perdóname. —decía Rose repetidas veces como un disco rayado. Como pude, por la vía de mi mano derecha que no sabía hasta el momento que la tenía, acaricie el cabello de Ali, mientras que con mi mano izquierda acariciaba el de Rossi.

 

— Ya, ya paso no es su culpa, nadie tenía idea que iba a pasar esto. —susurre besando el cabello de Ali, quien tenía escondida su cara en la base de mi cuello, podía escuchar sus sollozos.

 

— Perdóname Bella te falle. —susurro Rossi levantando su cabeza. Iba a contestar pero la señora Esme hablo.

 

— Señora Swan ¿Como esta? —saludo levantándose del sofá. Mis hermanas me saltaron y voltearon a verla.

 

— Muy bien y ¿Usted señora Cullen? —correspondió mi Bubú el saludo, se podía apreciar la incomodidad en el ambiente—. Gracias por acompañar a mi nieta.

La señora Esme sonrío y miro a mis bebés.

 

— No fue nada, como podía no ayudarla si son mis nietos. —dijo sonriéndole ampliamente a mis hijos. Se acerco a ellos les dio un besito en la frente y se acerco a la camilla—. Cuídate Bella eres una gran niña. —murmuro en mi oído al abrazarme—. Cuídalos.

 

— No tiene por que pedirlo. —susurre sonriéndole levemente.

 

— Con permiso. —murmuro antes de desaparecer por la puerta sin mirar atrás, vi el trabajo que le costaba hacer eso.

 

— Eso fue muy extraño. —susurro Rose tomando a Tony en sus brazos ya Alice había tomado a mi gatita.

 

— Lo sé, pero ella me iba a acompañar hasta que llegaran ustedes. —dije mirando como besaba a mi bebé.

 

— ¿Dónde esta Sam? —pregunto mi Bubú dándome un beso en la frente.

 

— Me imagino que Sam debe estar con Emily en el hospital.

 

— ¿Cómo es eso? —pregunto esta vez Alice acercándose a mi Bubú, quien no deja de mirarme.

 

— Él recibió una llamada cuando estábamos en el centro comercial, donde le informaron que Emily sufrió un accidente, la atropello un coche. Lo convencí de que fuera a verla ya que estaba muy destrozado por la noticia, no podía llevarme de vuelta o mejor dicho mandarme aún de vuelta, así que le prometí que me cuidaría y volvería a la hora acordada con Seth. —respondí mirándolas de una por una—. Comencé a caminar por los pasillos viendo las vidrieras de las tiendas hasta que sentí una fuerte punzada, después de esa vinieron dos más y con la última rompí fuente. Gracias a dios la señora Cullen pasaba justo en ese momento y me trajo hasta acá, en el camino intente localizarlas pero me fue imposible. —ahora que me Recordaba, ellas me habían abandonado cuando más las necesitaba, estaba muy molesta, no debería hablar por unas horas. Las mire reflejando todo el enojo que sentía en ese momento, aunque solo fuera momentáneo—. Pero ninguna de ustedes me contesto su celular. —dije un poco más alto del tono normal, sin llegar a gritar, no quería asustar a mis bebés.

 

— Lo sentimos Bella. —murmuraron las tres a coro bajando la cabeza.

 

— Bien, asusto arreglado, ahora denme a Tony y a Lizzy “mi gatita.” —dije con una enorme sonrisa.

 

— ¿A quien? —preguntaron a la vez confundida, les rodee los ojos. Como se les ocurría preguntar eso.

 

— A mis hijos.

 

— Oh, claro por supuesto. —susurro Rose caminando hasta llegar a mi lado de dejando en mis brazos a Tony.

 

— ¿Qué nombres les pusiste? —pregunto Alice dejando a mi gatita en medio de mis piernas.

 

— Bien, familia les presento a: Elizabeth Marie Cullen Swan “mi gatita Lizzy” y Ethan Anthony Cullen Swan “Mi campeón Tony.”

 

— NINGÚN NIETO MÍO, LLEVARA EL NOMBRE NI EL APELLIDO CULLEN. —grito mi padre desde el umbral de la puerta, logrando sobresaltarnos y despertando a mis bebés que no dudaron en ponerse a llorar. Rosalie de inmediato tomo a Lizzy en sus brazos.

 

— Charlie Swan baja la voz. —lo reto mi Bubú, llegando a su lado, paso su brazo derecho por la cintura de mi padre—. Asustaste a tus nietos.

 

— Lo siento. —susurro cuando llego a mi lado y me sorprendió con un abrazo—. Es solo que me enoje porque nadie me aviso y fue el último en enterarme, si no es por que Carlisle Cullen me llamo para felicitarme no me entero de nada.

 

— Lo siento papi. —me disculpe apretando mi brazo izquierdo a su alrededor—. Es que no me dio tiempo de nada. —me dio un beso en la frente y palmeo mi cabeza, con mucho cuidado destapó la carita de Tony y le dio un beso en su pequeña frente.

 

— Se parece mucho a ti. —susurro en mi oído, pero las demás pudieron escucharlo. Mi Bubú me miraba con una gran sonrisa, Alice daba saltitos de alegría en el mismo lugar, en cambio Rose nos ignoraba estaba sumergida en su burbuja personal, arrullando a mi gatita. Mi padre se acerco a ella vacilante, Rose le sonrío y le tendió a mi gatita, con brazos torpes y temblorosos la acuno, la observo con mucho detenimiento, suspiro resignado y le dio un besito en su frente. Sabía lo que mi padre estaba viendo, mi hija era la viva imagen de su padre, era un Edward en miniatura y en versión mujer, salvó sus diminutos rizos que eran por él—. No quiero que mi primer nieto, él que continua con el legado Swan lleve el Anthony ni el apellido Cullen. —dijo enojado poniendo a mi bebé de vuelta en los brazos de Rose.

 

— No puedo papi, Esme Cullen los va a presentar como hijos de Edward, no se como, así que no me preguntes, eso quiere decir que legalmente serán Cullen y Anthony es la tradición en los hombres Cullen, como lo es Marie en las mujeres Swan. —explique acomodando bien a Tony en mi brazo izquierdo y tomando a mi gatita en mi brazo derecho—. Eso no lo puedes cambiar, ¿Qué harás? ¡Amputarles el brazo derecho!

Me miró con el ceño fruncido, como sopesando la idea, pero luego de unos minutos suspiro resignado.

 

— No te puedo hacer cambiar de opinión. —murmuro sentándose en el sofá.

 

— No lo siento. —susurre con una sonrisa, negando con la cabeza, esta batalla ya la tenía ganada.

 

— Ahora me pueden hacer el favor de explicarme como rayos Carlisle Cullen se entero primero que yo. —lo último lo gruño muy enojado. Alice se acerco y se sentó a su lado.

 

— Eso fié culpa mía, papi. —murmuro poniendo cara de pena.

 

— ¿Tú culpa? —pregunto mi padre atrayéndola hacía su cuerpo para estrecharla en un suave abrazo.

 

— Es que como bien sabes, no quería que Bella observara la decoración del cuarto de mis sobrinos hasta que ellos nacieran, por eso la envié a Port Ángeles junto a Sam. —Alice me miro con disculpa en la mirada—. A él se le presento una emergencia y Bella se quedo sola, rompió fuente y comenzó labor de par...

 

— COMO QUE SAM TE DEJO SOLA. —grito soltando a Alice y poniéndose de pie de un salto y caminando hacía mí.

 

— Shhh, no grites. —lo reto Rose fulminándolo con la mirada y poniendo las manos en garras.

 

— Respóndeme Isabella. —me reto mi padre entrecerrándome los ojos. Suspire.

 

— Papi a Sam lo llamaron avisándole que Emily su prometida, sufrió un accidente y estaba muy grave en el hospital. No me preguntes cual por que no lo se ó si me lo dijo no lo recuerdo. Lo convencí de que fuera. —explique detenidamente palabra por palabra, Charlie me miraba con el ceño fruncido—. Al rato de quedar sola entre en labor de parto, la señora Cullen me encontró y me hizo el favor de traerme hasta acá. Me imagino que por eso es que Don Carlisle se entero antes que tú.

 

— Está bien, te creo. —murmuro antes de besar mi frente—. No puedo quedarme por mucho tiempo, estaba en una reunión con Billy, por unos negocios. Ustedes volverán a Forks, la casa en Boston ya esta lista para ser utilizada.

 

— ¿Boston? —pregunto Alice confundida. Rodee mis ojos. Por dios donde vive mi hermana en el limbo o mejor dentro de una zapatería con puros Jimmy Choo de la última colección.

 

— Ali, la Universidad de Harvard está en Boston. —respondí mirándola con burla. Ella me entrecerró los ojos, coloco una mano sobre su cintura y con la otra me señalo con su dedo acusador. Oh, oh he despertado a la Bestia de Alice Swan.

 

— Mira Isabella Marie Swan, de mi nadie se burla. —me reto fulminándome con la mirada—. Me oíste. —asentí con la cabeza, un poco asustada por como me miraba, mi hermana de verdad daba miedo en ese momento.

 

— Lo siento Alice, no era mi intención. —me disculpe inmediatamente.

 

— Bien, no lo vuelvas hacer. —dijo mirándome con una sonrisa. Charlie negó con la cabeza, pude ver una sonrisita en el rostro.

 

— Se cuidan las cuatro. —dijo Charlie antes de darme un beso en la frente, luego a mis hermanas, se acerco a mi Bubú y le susurro algo al oído que no logre escuchar, para luego desaparecer por la puerta.

 

— Bella… no había querido decir esto delante de Charlie, pero creo que Esme Cullen te seguía. —murmuro mi Bubú sentándose en el sofá—. Me pasas a la bebé Rose.

 

— Por supuesto, abuela. —murmuro Rose tomando a mi gatita de mis brazos para luego dejarla en los brazos de mi Bubú, se sentó a su lado mirando fijamente a mi gatita.

 

— No lo sé. —susurre sinceramente, pues de verdad nunca me percate de que ella me siguiera—. Pero me alegro que lo hiciera, no se que hubiese pasado si me hubiese encontrado sola. —comencé hacerle mimos a Tony, con mi nariz le acariciaba sus pequeñas mejillas, repartía besos por toda su diminuta carita. Mi bebé era hermoso, dios cumplió mi deseo mis dos hijos sacaron las facciones de Edward. Ethan saco hasta su rebelde cabello, aunque sea de color castaño oscuro, también saco el colorcito rosado de mis mejillas y mis orejas. Todo lo demás era de Edward.

 

— ¿Sabes de que color son sus ojos? —pregunto Alice arrebatándome a Tony de mis brazos. Le sonreí y asentí.

 

— Si, Ethan los tiene del exacto color del de los de Edward, verde esmeralda. —respondí acariciando la cabecita de mi bebé—. En cambio Elizabeth, es una combinación de verde esmeralda con chocolate. Son tan hermosos, es como ver los ojos de una gatita.

 

— Ya te diste cuenta que nacieron el mismo día del cumpleaños de Edward. —dijo Rose con una sonrisa, sin despegar la mirada de mi gatita. Mi Bubú ni siquiera prestaba atención de lo que hablamos estaba absorta observando a mi bebita. Iba a responder, pero me vi interrumpida por una enfermera.

 

— Con permiso. —dijo la enfermera que acababa de entrar—. Deben salir, la paciente debe amamantar a los bebés. —las tres asintieron, Alice dejo a Tony en mis brazos y Rosalie a mi gatita en su cunita, ya que no hacía ni dos minutos que se la había quitado a mi Bubú. Salieron como si las hubiesen regañado, con los hombros hundidos y la cabeza gacha—. Muy bien corazón debes amamantarlos así. —comenzó su explicación, indicándome amablemente cada paso que debía realizar. Al principio no lo hacía bien y me estaba poniendo ansiosa, pero ella me tranquilizo y me hizo ver que era Tony el que no la quería agarrar, pero insistimos tanto hasta que él se rindió y comenzó a succionar. La sensación era extraña, no se parecía en nada a lo que Edward me había hecho sentir esa noche cuando hicimos el amor. Llegó el turno de mi gatita, ella de inmediato tomo mi pezón en su boquita y comenzó a succionar como si su vida dependiera de ello. No pude aguantarme y me reí por lo impaciente que era mi gatita y por los sonidos que hacía al tragar la leche que le salía.

 

El día transcurrió sin ningún problema, la pediatra paso a eso de las cinco de la tarde a revisar de nuevo a mis hijos, encontró todo perfectamente bien. A eso de las siete de la noche, después de que mis hermanas y mi Bubú se fueran ya que no les permitían quedarse, la puerta de mi habitación se abrió y por ella entro la doctora Echeverría empujando un carrito, en ese momento estaba amamantando de nuevo a mi gatita. Quien me había salido tan tragona como su tío Emmett.

 

— Hola Bella. —me saludo con una sonrisa—. ¿Como te sientes?

 

— Estoy bien gracias. —respondí devolviéndole la sonrisa.

 

— ¿Cómo se han estado portando mis sobrinos? —pregunto mirando fijamente a Tony que dormía tranquilito en su cunita.

 

— Bien. —respondí, todavía se me hacía extraño que la mujer que me ayudo a traer a mis hijos al mundo esa la tía de Edward.

 

— Ya me dijeron las enfermeras que está hermosa bebé, salió muy comelona. —murmuro mirando a mi gatita, quien succionaba con fuerza de mi pezón.

 

— Si, le va a hacer competencia a su tío Emmett. —murmure con una sonrisa.

 

— Aunque no lo creas, Edward también es un comelón cuando se trata de lo que le gusta. —dijo sonriendo—. Bella vine hacerte un chequeo.

 

— Ok, ¿Cuándo me darán de alta? —pregunte acomodando a mi gatita de forma que le pudiera dar palmaditas en su espalda para hacerla eructar.

 

— Mañana, si todo sale bien. —respondió colocándose unos guantes de látex.

 

— ¿Por qué es este chequeo? —pregunte intrigada.

 

— Bella tuviste un leve desgarramiento en el cuello uterino. —me informo mientras flexionaba mis piernas. Dios esta mujer iba a revisarme, teniendo aún a mi bebé en brazos. Pero que me dijo un desgarramiento de que.

 

— ¿Un qué? —pregunte confundida.

 

— Tú cesárea era para evitar eso. Pero no dio tiempo. Los bebés son un poquito más desarrollados que unos morochos normales. Pero no tienes nada de que preocuparte no es nada grave, solo quiero ver si esta cicatrizando bien. —tomo algo del carrito que traía y se posiciono en medio de mis piernas—. Bella relájate. —susurro, respire profundo para tratar de relajarme más de lo que ya estaba. Sentí una ligera presión en mi entrepierna.

 

— De verdad no le contará nada de esto a Edward. —murmure con las mejillas ruborizadas por la vergüenza. Tratando de pensar en otra cosa que en ella en medio de mis piernas.

 

— No puedo hacerlo, Esme me hizo prometérselo. —dijo con una sonrisa triste—. Edward es como mi hijo y no lo puedo poner en peligro.

 

— La entiendo, yo no quiero que le ocurra nada malo a Edward. —susurre con lágrimas en los ojos—. Pero me gustaría que supiera de la existencia de nuestros hijos. —mire a mis bebés, quienes dormían plácidamente, Tony en la cunita y Lizzy mi gatita en mis brazos.

 

— No te preocupes, los conocerá ya verás, no como sus hijos, pero me encargaré de mostrarle fotos de mis nuevos ahijados. —me dijo con una enorme sonrisa quitándose los guantes de látex, bajo mis piernas. Me acomode de una forma que quedara más cómoda—. Son hermosos. —susurro tomando a Tony en sus brazos—. Cullen por donde los mires, sin contar la media luna en el brazo derecho.

 

— Como hará, cuando Edward saque sus propias conclusiones.

 

— No se las confirmare. —dijo con una sonrisa—. Oh, le diré que son sus hermanos hijos de Carlisle.

 

— Qué. —casi grite—. Por favor no.

 

— No te preocupes no voy a decirle eso. —me tranquilizo—. Sabes pensé que serías una mala persona, pero me equivoque.

 

— No la entiendo.

 

— Ya se por que mi sobrino se enamoro perdidamente de ti. —susurro acercándose a mí—. Eres una gran persona Isabella. A pesar de ser una Swan.

 

— Mis hermanas y yo no somos como mi padre. —dije sería, por como la gente saca conclusiones sin antes conocernos, solo se guían por nuestro apellido.

 

— Lo sé ahora. —susurro sonriéndome—. Edward siempre me hablaba de ti.

 

— ¿De mi? —pregunte confundida.

 

— Si, nunca me dijo tú nombre completo, pero cada vez que lo llamaba me contaba de todo lo que hacía y no hacía con su Bella y de lo difícil que era verla. Pero pensé que, sus padres le prohibieron verlo por ser de la mafia. —me respondió mirándome detenidamente—. Si no te hubiese presentado Esme, te hubiera reconocido por esto. —tomo entre sus dedos de la mano derecha el corazón de diamante que me regalo Edward y que nunca me quitaba—. Yo lo ayude a escogerlo.

 

— Humm… gracias entonces tienes buen gusto. —susurre ruborizándome.

 

— No tienes nada que agradecer. —dejo a Tony de nuevo en la cunita y se me acerco, le dio un beso a mi gatita—. Se parece tanto a Edward.

 

— Si, los dos son perfectos.

 

— Si todo sigue bien como va, mañana se podrán ir a casa. Nos vemos mañana Bella. —se despidió con un beso en la mejilla y desapareció por la puerta.

La noche paso rápida y me pareció que apenas había dormido unas cuantas horas, Tony solo se despertó dos veces en la noche, en cambio mi gatita se despertó cuatro veces y una sola vez se despertaron juntos, cuando eso ocurrió me ayudo una amable enfermera a darle un biberón a mi gatita.

El día comenzó con la llegada de mis hermanas y mi Bubú, entraron a la habitación sin hacer mucho ruido, ninguna de las tres cabía de la felicidad, de seguro que ya les informaron que si salen bien los exámenes que nos van a realizar nos podríamos ir a la casa hoy, la pediatra no firmara el alta de mis bebés hasta que no estuvieran listo los resultados, ya podría perder su trabajo o eso fue lo que me dijo. Si algo les llegara a pasar a los nietos de la dueña del hospital y ella no estuvo pendiente. La doctora Echeverría me realizaría de nuevo un chequeo. No entendía a Don Carlisle y a la señora Esme, por que tomarse tantas molestias si no piensan decirla nada a Edward. La doctora Echeverría saco a mis hermanas y a mi Bubú de la habitación mandándolas a firmar los papeles en la recepción, claro sin tener que cancelar nada.

 

— Bella, Esme me dijo que te informara que Carlisle ya se encargo de todo. Ethan y Elizabeth son legalmente Cullen. —murmuro la doctora Echeverría cuando me estaba haciendo el examen.

 

— ¿Como es eso posible? —susurre anonadada.

 

— Bueno digamos que yo les facilite la cigüeña de ambos bebés. —murmuro apenada.

 

— ¿Como? —pregunte.

 

— Se la pedí a la enfermera de turno, ser la hermana de la dueña tienes sus ventajas. —dijo mirándome con disculpa—. Y en el registro se encargo Carlisle, tú sabes nadie dice "No" si hay dinero de por medio.

 

— ¿No lo entiendo, por que tomarse tantas molestias, sino piensan decirle nada a Edward? —pregunte intrigada.

 

— Entiendo tú punto Bella, pero ellos son Cullen y disfrutaran del beneficio que el apellido garantiza. Además de en el futuro cuando Carlisle falte, no habrá problemas con la herencia ya que en el testamento especificara que ellos tienen derecho por ser sus nietos.

 

— Saben que no me interesa su dinero, mis hijos estarán bien. —dije molesta.

 

— Estamos consciente de eso, pero es su derecho por naturaleza. —se levanto de la butaca en donde estaba—. Todo esta cicatrizando perfectamente, voy a firmar tú acta para que te puedas ir. —salió por la puerta sin mirarme de nuevo. Bufé de frustración. A mi no me interesaba ninguna herencia solo que Edward supiera que es padre de dos hermosos bebés. Mis hermanas entraron por la puerta.

 

— Listo Bella te puedes ir. —dijo Alice dando saltitos. Mis hermanas me ayudaron a cambiarme la estúpida bata por la ropa que ella me trajeron, era un vestido ligero color blanco con flores en color amarillos, de calzado una bailarinas plateadas, la que no puede faltar una cazadora de color blanco. A mis bebés los vistieron con un enterizo de color rosado a Lizzy y el mismo diseño pero en color azul a Tony. Mi Bubú empujaba de mi silla mientras mis hermanas llevaban a mis hijos, Seth ya había subido al coche mi pequeña maleta junto a la pañalera de mis bebés. Éramos escoltadas por Paúl, Embry, Quil, Brandy y Collin, así fue estipulado por mi padre la noche anterior, según mi Bubú y le creía, ya que conocía perfectamente a Charlie Swan.

Una hora más tarde, el coche se desviaba al camino de tierra de la entrada de la mansión, mis bebés y yo íbamos en el mercedes Benz, que lo conducía Seth y Paúl venia de copiloto. Rosalie, Alice y la Bubú Marie iban en el Ferrari delante de nosotros, que lo venía manejando Quil y Embry era el copiloto, los otros dos venían en un mercedes pero no sabía decir que marca.

 

— Seth, te puedo hacer una pregunta. —murmure, el me miro por el espejo retrovisor.

 

— Por supuesto, señorita Isabella.

 

— ¿Qué tipo de mercedes es el que conduce Collin? —pregunte mirando hacía atrás para especificar a lo que me refería.

 

— Ese es un mercedes C63 AMG Black, tipo Sedan. —me respondió sonriendo levemente.

 

— Seth, ¿Por qué siempre andamos en este coche? —pregunte intrigada, ya que siempre cuando salíamos de la casa, debíamos viajar en este coche obligatoriamente.

 

— No le digas nada. —murmuro Paúl muy serio.

 

— Lo siento no le puedo decir. —susurro Seth apenado.

 

— Cállate la boca Paúl. —dije mirando al aludido con rabia—. Quiero que me respondas, Seth.

 

— Me meterá en problemas señorita Isabella. —susurro asustado.

 

— Claro que no, Paúl no va a decir nada. —dije molesta. Paúl me miro por unos minutos, luego suspiro.

 

— Este coche es un blindado Mercedes Benz, tipo Sedán s550, nivel B4 (Nij iiia) —murmuro Paúl desganado. Acabo de escuchar que el coche es blindado.

 

— Ni su abuela sabe, así que por favor no diga nada. —murmuro esta vez Seth.

 

— Bien, ¿De que protege el coche? —pregunte con una sonrisa, por la cara que ponían estos dos hombres.

 

— Bueno. —susurro Paúl suspirando—. El coche tiene:

1) Protección contra armas de fuego y armas pequeñas tales como. 357,44 magnum, mm 9, y uzi

2) Original de vidrio es eliminado& reemplazado w/certificado multi-capas de vidrio balístico/de policarbonato

3) Materiales opacos que rodean a la zona de pasajeros son reemplazados con certificado balísticos material

4) Piso (anti-de minas de protección incluyendo dm51 granada/fragmentación) utilizando materiales balísticos

5) Techo (min. 60& ordm; de ángulo) compuesto utilizando (protección contra dm51 granada/fragmentación)

6) Esferas adicionales de blindaje son del tanque de combustible, la batería y el módulo de la computadora

7) Adicional para la protección de tren de rodaje& las zonas que rodean los radiadores

8) Tanto el conductor y el pasajero delantero balísticos ventanas están en funcionamiento

9) Patentado diseñado para blindaje de firewall y los pozos de la rueda

10) Conjunto completo de (4) alta - grado de seguridad bandas/ejecutar - pisos

11) Frente dos ventanas de energía

12) P. Un. /multi - sirena del sistema

— Creo que es todo. —susurro al terminar, me miro sobre su hombro—. Al igual que el Ferrari.

 

— Ok. —murmure acomodándome de nuevo en mi asiento—. Y… Paúl serias perfecto para vendedor de coches, lo dijiste como si fueras uno de los que vende en las agencias. —escuche su atronadora risa al igual que la de Seth.

 

— Lo pensaré, si algún día me retiro de esto. —me dijo con una sonrisa. El coche se detuvo en la entrada de la casa. Muy cerca del garaje, me desabroche el cinturón de seguridad, cuando alce la vista para desabrochar los de las sillas de mis bebés, estos ya no se encontraban a mi lado. Iban entrando a la casa en brazos de mis hermanas y con mi Bubú delante de ellas dando saltitos. Oh por dios, me han dejado sola aquí, ni siquiera se acordaron de mí.

 

— Déjeme ayudarla señorita Isabella. —me dijo Seth al mismo tiempo que extendía su mano, para que me apoyara en él, salí del coche gracias a su ayuda—. Puede caminar o prefiere que la lleve en brazos.

 

— No gracias Seth puedo caminar. —murmure con las mejillas ruborizadas.

 

— Señorita Isabella, ¿Quiere que la lleve? —pregunto amablemente Embry cerrando la puerta de la parte trasera del Ferrari. Negué con la cabeza.

 

— Estoy bien gracias. —susurre caminando hacía la puerta, Seth no se aparto de mi lado y sostenía fuertemente mi mano, me dejo frente a la puerta principal. Desde aquí afuera se podía escuchar el alboroto de Leah y las otras chicas que se encargan de los quehaceres de la casa—. Gracias por ayudarme. —dije sarcásticamente nada más entrar al recibidor, todas voltearon a verme.

 

— Señorita Isabella. —le entrecerré los ojos—. Lo siento Bella son hermosos. —camino hasta llegar a mi lado y darme un suave abrazo.

 

— No te puedo contradecir, estas en lo cierto Leah. —murmure con una sonrisa de oreja a oreja.

 

— Ya es hora de que aprecies la decoración de las habitaciones de mis sobrinos ahijados hijos. —murmuro Alice dejando a Tony en los brazos de mi Bubú, para luego tomarme de mi brazo derecho y arrastrarme escaleras arribas. Llegue al vestíbulo del tercer piso respirando entrecortadamente.

 

— Alice un respiro por favor. —susurre suplicante.

 

— Ya llegamos Bella. —murmuro dejándome en la puerta ubicada a la derecha de la mía—. Esta es la habitación de Tony, quiera ponerle su nombre en la puerta pero como no sabía cual iba a hacer no se las coloque, pero se las pondré. —dijo todo de una vez sin tomar aire. Comenzó a saltar y a aplaudir—. Después pasamos a la de Lizzy. —me mostro la puerta del frente, a la izquierda de la puerta de mi habitación—. Abre la puerta y entra. —me animo dándome un pequeño empujoncito. Negué con la cabeza con una pequeña sonrisa en el rostro, pero aún así la obedecí.

 

— Oh por dios. —susurre llevándome las manos a la boca por la sorpresa. La habitación de mi hijo era magnifica, digna de todo un Cullen Swan; las paredes estaban pintadas de un color azul cielo, los muebles eran de color blanco, a mi lado derecho se encontraba un sofá de color rojo con azul, con el oso que le mando su abuelo Don Carlisle descansando en el, recostados de la pared de enfrente a la puerta se encontraba el ropero de color blanco, una ventana con las cortinas blancas con detalles en color azul, al pie de la ventana se encontraba unas repisas con juguetes y varias cosas que no pude detallar. A mi lado izquierdo estaba la cómoda de color blanco de tres gavetas, encima de está, estaba el cambiar de pañales junto al monitor de bebé, encima había una pequeña repisa donde se encontraba todo lo necesario para el aseo de mi bebé; a su lado en una pequeña pared sobresaliente estaba un espejo con el marco dorado, luego venía una puerta de madera color blanco, de está colgaba un albornoz de color azul. Me imaginaba que era el cuarto de baño de mi bebé. En medio de la habitación justo encima de una alfombra de piel de oso polar se encontraba una cuna de madera color blanco, un mosquitero color azul colgaba del techo y caía sobre esta. Su juego de sabana era de color azul celeste, a un lado de la cuna en el suelo encima de la alfombra se encontraba un oso de peluche junto con un peluche de Cars—. Alice esto está perfecto. —susurre después de mi inspección detallada del lugar.

 

— Me alegro que te guste, ahora vamos para que veas la habitación de Lizzy. —murmuro poco antes de comenzar a arrastrarme fuera de la habitación.

 

— Voy a acostar a Tony, Bella. —me indico mi Bubú mirándome con una sonrisa.

 

— Claro, Bubú. —susurre devolviéndole la sonrisa.

 

— Esta te va a encantar más que la de Tony. —me susurro Rose en mi oído cuando me había detenido frente a la puerta.

 

— ¿Por qué? —pregunte confundida, si la habitación de mi hijo me maravillo por lo hermosa que estaba.

 

— Por que yo ayude en la decoración de esta. —respondió muy orgullosa de si misma. Sonreí y fui movida por la curiosidad, abrí la puerta. La habitación de mi gatita me dejo sin palabras—. Ves te lo dije. —me susurro Rossi en el oído.

Las paredes estaban pintadas de color rosa oscuro con líneas blancas, los muebles eran de color blanco con un poco de rosado, de mi lado derecho se encontraba en el suelo un oso polar enorme, más una pequeña muñeca sentada en una silla de bebé de juguete. Le seguía la cómoda de color blanco salvó sus dos gavetas que eran de color rosado, sobre ella está el cambiador de pañales, a un lado del cambiador esta el monitor de bebé, encima en la repisa esta todo lo que debo utilizar para el aseo de mi gatita; después venia una pequeña estantería con adornos de princesas. En la pared de frente a la puerta se encontraba un ropero de color blanco, menos las dos gavetas inferiores que eran de color rosadas, encima de esté había otro oso polar de peluche, pero más pequeño que el del suelo, acompañado de un lobo. A mi izquierda estaba un sofá con la tapicería de cuadros rosados claro, al frente del sofá había un banquito. La cuna de madera de color blanco estaba ubicada en medio de la habitación sobre una alfombra de piel de color rosa pálido, en medio de esta estaba el oso de peluche que su abuelo Don Carlisle le envió, un mosquitero colgaba del techo y caí sobre la cuna. Su juego de sabanas era de color rosa.

 

— ¿Qué te pareció? —pregunto Alice impaciente ya que yo no emitía palabra alguna—. Si algo no te gusta lo podemos cam…

 

— Silencio. —la interrumpí. Se calló de inmediato, aunque solo fuera por unos cuantos segundos.

 

— Entonces, ¿Te gusta? —pregunto asustada. Asentí con la cabeza—. ¿Te fascina? —volví a asentir y por fin pude encontrar mi voz.

 

— No tengo palabras, esto esta perfecto. —susurre con lágrimas en los ojos.

 

— Digno de todos unos Cullen Swan. —murmuro Rose acostando a mi gatita en su cuna—. Ellos se merecen el mundo entero.

 

— Tienes que descansar, Bella. —me dijo mi Bubú entrando a la habitación de mi gatita—. No te preocupes por ellos, nosotras los cuidaremos.

 

— Ok, solo si prometen avisarme cualquier cosa.

 

— No te preocupes, ve y duerme un poco. —murmuro antes de empujarme suavemente fuera de la habitación. Negué con la cabeza, sonriendo. Mis hermanas y mi Bubú se han adueñado de mis hijos, solo esperaba que Charlie los aceptara. Aunque ayer en el hospital avanzamos unos dos pasos.

Llegue a mi habitación, en el camino a mi cuarto de baño me despoje de mi ropa, quería darme aunque sea una ducha rápida, en mi cuarto en el hospital había un baño pero no se comparaba con el mío. Puse a correr el agua caliente y me mire desnuda en el espejo de cuerpo completo, mi cuerpo había cambiado completamente, mis caderas se veían más anchas que antes de quedar embarazada, mi vientre no estaba totalmente plano pero tampoco tan abultado, parecía como si tuviera unos seis meses de embarazo. Me imaginaba que dentro de unos meses volvería a tener la figura de antes, mis senos estaban muchos más crecidos. Edward no me va a reconocer cuando nos volvamos a ver. Tome una ducha rápida, me vestí con una pijama de seda de color salmón y prácticamente me lance a mi cama, estaba muy cansada, en unos cuantos minutos me abrazaron los brazos de Morfeo.

 


 

Gracias a todos aquellos lectores anónimos que leen esta historia y dejan su voto. También gracias a: Sachiko065, MayaMasenCullen, AstridCullen, BrendiTwilithg, Martha, AngelNegro, Baaarbyguffanti, NathalyR, Bechi, Robsesionada2013, Haf276, Reenes_tylor, Aylin, HindyraCullen, Monica2408, MariaGomez2312, Isabella_256, AndreAlice, Val395, NorblackdPattinson, Vale2Cullens, Ayame, BripatCullen, SablanCullen, Jaedbellsnessi, Yalexa, Honey, Priscy_Cullen, Nenamadilinda, Vikingay, Xiomy, Anayely_29, GloriaCullen, Carocruzz, PrincesaVespa, Kristy_87, SabriiCullen, Zuleidy, LoreeFernandez, Ec07, Silmo, NicoleCullenPattinso, Winney_03, Mafe, Samilan, Adrianav15Diaz@Gmail, Jemi910, ChicaEdward, Rebekah_Mikaelson, Bibi_Cullen_Swan_10, WishanDangel, BeaBell, LoreeIsaCullenSwan, SofiRojas280, Mili_Cullen, Viviana, LucyPattinsonCullen, MimaBells, AymeCullen, Crazy_Jacob_Edwuard, Isvi2507Edward, Micaela Fernandez, Karolay28, Lachopilara, Karenttz3lVulturi, Valegis, RosalieWolfVamp, SofiaCulen, Aleariass, Melii, Nicoli, Maca-c, Jesiflexer, Elenita4_Cullen, Annaris, Andrea_black, Mayita, AnarilRamirez, Hello, OswalgoMonasterius, IsabellaKriste1421, Daryanny Cullen, TikaCullen. Por sus comentarios y su voto.

Los capítulos son dedicados a ustedes espero que les gusten.

Besos desde Venezuela.

Capítulo 11: El parto de Bella: Capítulo 13: Bautizo de los bebés y El viaje a Bostón:

 


Capítulos

Capitulo 1: El comienzo de esta historia de amor: Capitulo 2: Cumpleaños de Bella: Capitulo 3: La separación: Capitulo 4: Forks: Capitulo 5: Sospecha de embarazo: Capitulo 6: El primer movimiento de los bebés: Capitulo 7: La reacción de Charlie y Angustia por Edward: Capitulo 8: La visita de Don Carlisle Cullen: Capitulo 9: Por fin noticias de Edward: Capitulo 10: Día de las madres: Capitulo 11: El parto de Bella: Capitulo 12: Elizabeth Marie y Ethan Anthony Cullen Swan: Capitulo 13: Bautizo de los bebés y El viaje a Bostón: Capitulo 14: El prrimer cumpleaños de los bebés y La aparición de Jacob: Capitulo 15: Paseo con Ethan y Elizabeth: Capitulo 16: El embarazo de Rosalie: Capitulo 17: Altercado con Charlie y El parto de Rosalie: Capitulo 18: Desde el inicio de la relación hasta el encuentro con Elizabeth: Capitulo 19: Una visita inesperada: Capitulo 20: Búsqueda de Bella: Capitulo 21: Jasslye Anthonela ¿Swan? Capitulo 22: Después de diez años vuelvo a verte: Capitulo 23: Es Bella y ¿Son mis hijos? Capitulo 24: Una maravillosa noche Capitulo 25: La cabaña y La visita de Tanya Capitulo 26: Compromiso Capitulo 27: Estoy embarazada Capitulo 28: El gran día Capitulo 29: Luna de miel y Celos Capitulo 30: Enfrentamientos, Risas y Amenazas Capitulo 31: ¿Que es el sexo? Capitulo 32: James Capitulo 33: El secuestro de Tony, Bella y Lizzy Capitulo 34: Parto de Bella Capitulo 35: Regreso del pasado Capitulo 36: Alianza inesperada Capitulo 37: Vulturi, ¡firmaron su sentencia de muerte! Capitulo 38: ¡No debieron tocar lo que más amo! Capitulo 39: ¡Enfrentame como honmbre Demetri! Voy a matarte con mis propias manos Capitulo 40: No me dejes, Edward

 


 
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