destinos enlazados

Autor: rosaliewolfvamp
Género: + 18
Fecha Creación: 19/12/2012
Fecha Actualización: 27/05/2018
Finalizado: NO
Votos: 19
Comentarios: 38
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Capítulos: 16

 

Huyendo de Mystic Falls Damon decide alejarse pues ya no soporta más el estar cerca de Elena sabiendo que esta prefiere a su hermano Stefan, así es como llega a Forks y se encuentra con una joven a la que amó por desgracia ella no lo recuerda ¿será que su amor renacerá? que pasara cuando sepa que hay otros vampiros de diferente clase que sorpresas encontraran Damon y Bella ¿que sucedera cuando Edward decida regresar?

 

los personajes y algunas citas no me pertenecen, pertenecen a stephenie meyer y a L.J Smith

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Capítulo 8: PRIMER ENCUENTRO

Bella POV

 

No lo podía creer, había soñado tantas veces con él y ahora lo tenía justo frente a mí, los ojos me picaban, como si quisiera llorar, lo cual era estúpido en esta situación, me talle los ojos en un intento de que el picor desapareciera, sin embargo al abrirlos él había desaparecido, era como si nunca hubiera estado ahí, aunque, tal vez no había estado, después de todo las únicas veces que lo había visto había sido en sueños.

Regresé a casa dudando seriamente de mi cordura, trate de hacer el menor ruido posible al entrar en la casa aunque en el estado en que me encontraba dudo mucho que lo lograra, lentamente subí las escaleras hasta mi habitación, me tumbé sobre la cama esperando poder dormir, me sentía entumecida y un poco aturdida, ¿Qué había pasado realmente?, ¿en verdad había estado soñando… o, no él no podía ser un vampiro, vi sus ojos y eran azules, no rojos o dorados así que eso era imposible, aunque no encontraba otra explicación para su sigilo y la velocidad en con que se había marchado, a menos, que realmente me estuviera volviendo completamente loca, cosa que no dudaba del todo.

 

Al día siguiente me dirigí a la escuela como de costumbre, debí manejar con mas precaución ya que no había conseguido dormir mas de unas cuantas horas, había estado dándole vueltas a lo que había pasado el noche anterior en mi cabeza sin poder llegar a otra conclusión que no fuera que estaba perdiendo la cabeza, hasta que finalmente el sueño pudo más que yo y pude dormir.

A la hora del almuerzo me dirigí a la mesa que compartía con Jessica y el resto de sus amigos, Ángela me recibió con una sonrisa, al igual que Mike, en cambio Jessica parecía molesta, de pronto recordé lo que había pasado la noche anterior en Port Angeles y comprendí el motivo de su enfado, aunque a mí me parecía que había pasado mucho tiempo desde aquella salida, sin embargo debía recordar que había sido hace solo un día y que no iba a ser tan fácil que lo olvidara.

- y ¿qué hiciste el domingo Bella?- preguntó Mike tan oportuno como siempre, Jessica al instante hizo una mueca ante su pregunta

-Mmm. salí con Jessica a Port Angeles, vimos una película de zombis- por la cara de Jessica pude notar que no quería que hablara de nuestra salida, aunque no sabía si era porque no quería recordarlo o porque quería ser ella quien lo contara

- sí y Bella casi se muere de miedo, se asusto tanto que tuvo que salirse de la película- comentó Jessica con un aire despectivo

- ¿es cierto eso Bella?- preguntó Mike interesado

- pues sí, soy una cobarde, me dio mucho miedo y mejor me salí- respondí encogiendo los hombros, afortunadamente Jessica no comentó nada sobre mi arranque de locura, cosa que agradecí. En ese momento llegó Erick Yorkie interrumpiendo la conversación.

- oigan ayer fui de excursión con mis primos de Atlanta que vinieron de visita y justo en el borde del bosque vimos un oso enorme, les juro que era más grande que un caballo y estaba el cuatro patas, lo bueno es que lo vimos de lejos y no nos persiguió, sino, quien sabe que hubiera pasado- Erick estaba muy agitado, parecía que había estado aguantando toda la mañana para contar su historia y ahora hablaba tan rápido que las palabras se atropellaban unas a otras al salir de su boca.

- esas son puras bobadas Erick, no existen osos de ese tamaño y menos tan cerca del pueblo, además yo conozco bien a tus primos y yo creo que más bien estuvieron echándole duro a la cerveza y por eso vieron cosas que no eran- Tyler estaba riéndose, mientras que Erick se ponía rojo como tomate, seguramente Tyler no se equivocaba con su suposición sobre la cerveza, me dio un poco de pena verlo tan avergonzado, sobre todo cuando yo sabía que no era el único que había visto algo similar.

- no, es cierto, mi padre ha recibido varios reportes de campistas que cuentan haber visto una criatura similar a la que describe Erick- intervine parando así todas las burlas hacia Erick, no era que quisiera defenderlo por algo en especial pero si él estaba diciendo la verdad era justo que los chicos lo supieran, además que no me agradaba ver que se burlaran de las personas, desgraciadamente esto atrajo la atención hacia mí de nuevo

-así que ¿en serio hay en el bosque algo así de grande?- preguntó Tyler con los ojos como platos

- pues, en lo personal no he visto nada así, pero me parece demasiada coincidencia que tanta gente diga haber visto algo así ¿no creen?- afortunadamente este comentario bastó para que todos comenzaran a expresar sus teorías e imaginaciones al respecto olvidándose así completamente de mi.

El resto del día fue un tanto diferente ya que durante los últimos meses me había apartado de todo pensamiento y sensación, me había acostumbrado a no hablar a menos que fuera absolutamente necesario y no prestaba demasiada atención a lo que pasaba a mi alrededor, hoy, en cambio estaba alerta, podía notar los murmullos y miradas que me lanzaban las personas mientras pasaban a mi lado, lo cual era sumamente extraño, aun había chicos que me miraban, sin embargo ya eran muy pocos aparentemente ya se había acabado esa fascinación que tenían por mi por ser “la nueva” ahora era solo una más entre ellos.

Al terminar las clases me dirigí al Thriftway ya que hacia un buen tiempo que no hacia las compras y ya no quedaba mucho para cocinar en casa, me hacían falta algunas cosas y ya estaba cansada de comer solamente el pescado que traía Charlie a casa cada que regresaba de pescar.

Llegue a casa y me dispuse a preparar la cena cosa que no me tomo mucho tiempo y pronto me vi sin nada que hacer decidí adelantar las tareas de la escuela pero no era demasiado y de nuevo en poco tiempo había terminado, harta de esto decidí ir a dar una vuelta por la Push, quería ver a Jacob, junto a él me sentía cómoda y me podía olvidar aunque fuera un minuto de todo lo que había pasado y podía ser una adolecente común y corriente, le llame a Charlie al trabajo para avisarle que no estaría en casa, me aseguró que no había ningún problema y que más tarde me alcanzaría en casa Billy.

Mientras conducía rumbo a la reservación pude ver a unos metros de mi casa un auto negro muy lujoso que no pude reconocer, tal vez habría alguien nuevo en el pueblo, en ese momento una imagen de la noche anterior cruzó mi mente pero se desvaneció rápidamente así que lo dejé pasar; minutos después me encontraba en casa de Jacob quien me recibió con un fuerte abrazo haciéndome girar como si fuera una niña pequeña, estaba enorme parecía haber crecido al menos cinco centímetros desde la última vez que lo había visto y solo habían sido ¡dos días!, también se veía más musculoso, parecía imposible pero mis ojos no me engañaban, definitivamente estaba más grande que la última vez.

- Wow, Jake estas enorme, sabes los esteroides no son buenos para el organismo- le dije con una sonrisa, al tiempo que la suya se hacía más grande si es que era posible

- solamente estoy creciendo Bella y haciendo ejercicio, además no es mi culpa que tú seas tan pequeña- la sonrisa de Jacob no desaparecía de su rostro mientras hablaba y me soltaba lentamente- y dime ¿Qué te trae por aquí?

- ¿es que acaso no puedo venir a visitar a un amigo?- pregunte con aire inocente- además yo quede de venir a visitar de vez en cuando y creo haber dicho que traería a Charlie para que conversara con tu padre

- cierto, y a todo esto ¿Dónde está Charlie?

- vendrá aquí después del trabajo, y ¿Qué hacías antes de que llegara?- vi a Billy asomarse por la puerta ya que Jacob la había dejado abierta al salir, simplemente lo saludé con la mano y el hizo lo mismo

- estaba atrás, en el garaje pero pude escuchar el estruendo de tu camioneta a un kilometro así que vine a recibirte- me dijo entre risas, sabía que mi vieja Chevy era ruidosa así que no pude refutar su comentario

- ¿sigues trabajando en la rabbit?- nos dirigíamos a la parte trasera de la casa rumbo al garaje

-no, hace tiempo que la terminé ahora estoy trabajando en un par de motos que encontré y que están un poco destartaladas

- ah, ¿y qué tal vas con eso?

- ya casi están terminadas aunque aun les faltan algunos detalles- de pronto volteo a verme con una sonrisa expandiéndose- ¿te gustan las motos?- preguntó

- pues la verdad, es que nunca eh visto una de cerca y mucho menos me eh montado en una así que no te podría decir si me gustan o no- la verdad si me llamaban la atención pero conociendo a Charlie primero me mata antes de dejarme subir a una moto, según él son un peligro mortal.

- bueno que te parece si te doy unas lecciones cuando ya estén terminadas

- claro me encantaría Jake, solo tengo dos condiciones, la primera es que no debes decírselo a Charlie o a Billy, o de lo contrario mi padre no me dejaría volver a verte jamás mientras tuvieras esas motos y la segunda es que me dejes venir a verte trabajar, confío en ti, pero creo que si te veo podre saber un poco mas de cómo funcionan- al decir esto su sonrisa se ensancho aun mas y extendió su mano diciendo que era trato hacho.

El resto de la tarde lo pasamos en el garaje viendo como trabajaba Jacob en las motos, estaba impresionada ya que nunca había visto a mi amigo trabajar de esa manera, era muy habilidoso, aunque también tenía algo que ver el hecho de que para mí todo esto era sumamente complicado. Más tarde llegó Charlie así que tuvimos que entrar a la casa para cenar con nuestros padres, al finalizar la noche Billy me dio una receta de pollo con orégano y limón que le había pasado la madre de Jacob, Charlie y yo nos despedimos y yo quede de venir con Jake mas seguido.

Esa noche no tuve más pesadillas pero aquel sueño que había olvidado volvió a mí, donde me encontraba con ese hombre de enigmáticos ojos azules y hermosa cabellera negra solo que esta vez estábamos vestidos con ropa antigua y parecíamos estar en un parque vacio, él se acercaba a mí y me decía que me amaba y que quería estar junto a mi por siempre, entonces besaba mi mano… entonces desperté con el sonido de mi alarma que me indicaba que me había quedado dormida y que ahora se me hacia tarde para ir a la escuela; rápidamente me vestí con lo primero que encontré en mi closet, me recogí el pelo en una trenza de lado un poco despeinada y salí de la casa.

Al llegar al instituto ya el estacionamiento estaba lleno así que me estacioné en el único lugar disponible, al bajarme noté que el auto que tenia al lado era el mismo que había visto mientras me dirigía a la reservación, al entrar a el instituto todo mundo estaba hablando del nuevo estudiante, al parecer ya nadie se volvería a fijar en mi cosa que me alegraba sobremanera, llegue a mi primera clase donde Jessica ya me esperaba prácticamente saltando en su lugar pensaba que estaba moleta conmigo, pero aparentemente sus ganas de platicar (por no decir chismorrear) era más fuerte que su enojo, apenas había llegado a mi lugar e inmediatamente se volteo hacia mí y comenzó a hablarme de lo bueno que estaba el chico nuevo y de cómo casi todas las chicas del instituto se morían por hablarle y que estaría en nuestras clases de literatura e historia, estaba a punto de embarcarse en una descripción detallada del chico nuevo, afortunadamente en ese instante el señor Vaner llamó a la clase por lo que tuvo que dejar la descripción para después. Cuando la clase término salí lo más rápido posible de ahí ya que no quería escuchar los elogios de Jessica hacia el chico nuevo, llegue a la clase de sociología antes que el resto de mis compañeros, después de unos segundos Mike se unió a mí.

-hola, Bella-saludo Mike un tanto serio se veía mal humorado

- hola Mike, ¿Qué pasa? te ves, molesto- en realidad era muy raro ver a Mike con esa cara especialmente después de que él se fue

- es el chico nuevo, me molesta que todas las chicas anden detrás de él como si fuera una estrella de cine o algo así, es igual que cuando llegó Cullen- sentí como los bordes de aquel hoyo en mi pecho punzaban de forma muy aguda, inmediatamente cubrí mi torso con los brazos para evitar partirme por completo, mientras juntaba todas mis fuerzas para que Mike no notara el gran daño que me había hecho al mencionarlo- solo que a diferencia de Cullen a este parece que le encanta la atención que obtiene de las chicas- sentí aguijonazos en los bordes de mi herida, afortunadamente  la clase comenzó y Mike no tuvo oportunidad de seguir hablando mas cosa que agradecí infinitamente creo que nunca me había sentido tan feliz de que comenzara una clase.

Afortunadamente para mí, la siguiente clase la compartía con Angela, que era tan tímida como yo así que estaba segura de que podría pasarme la clase sin más problemas, estaba segura de que Angela podía notar lo mucho que me afectaba el oír hablar de él, porque procuraba no mencionar su nombre al menos no mientras yo estuviera presente; cuando termino la clase nos dirigimos hacia la cafetería, en cuanto entramos pudimos ver perfectamente que había una mesa muy concurrida donde solo había un chico sentado de espaldas a nosotras usando una cazadora de cuero negro, y estaba completamente rodeado de lo que parecían ser todas las chicas que había en el instituto si no es que del pueblo entero, entre ellas estaban Lauren y Jessica, lo cual a decir por sus comentarios de esta mañana no me sorprendía en lo más mínimo, decidimos ignorarlo y seguir hacia la mesa de siempre donde después se nos unieron Erick, Mike y Tyler, todos molestos por la atención que recibía el chico nuevo por parte de las chicas, tal vez había sido eso lo que habían sentido las chicas cuando yo llegue aquí aunque a mí no me agradaba para nada la atención sobre mí  como aparentemente a este chico sí.

El descanso paso sin mayor novedad los chicos se dedicaron a criticar al nuevo alumno, mientras que Angela y yo simplemente nos pusimos a hablar de las opciones de universidades que teníamos aunque yo más bien me dedique a escucharla ya que aun no tenía demasiada idea de lo que quería estudiar ya que no me había puesto a pensar en eso desde que “ellos” habían llegado a mi vida, cuando termino el descanso Angela me acompaño a mi clase de literatura, se despidió de mi con la mano y se fue a su clase, me percate de que aun no había mucha gente en el salón por lo que me dedique a juntar fuerzas para poder soportar la clase entera sin gritar de dolor, ya que al señor Berty le fascinaban las novelas de romance y yo simplemente tenía que soportarlo, poco a poco el salón se fue llenando yo estaba plenamente agradecida de que no tuviera que compartir asiento con nadie así podía de vez en cuando soltar un gemido de dolor cuando algún personaje de esas novelas me lo recordaba, ya en varias ocasiones Jessica me había ofrecido sentarse a mi lado o cambiar lugares con ella para que estuviera con su compañera para que estuviera acompañada y el día de hoy no fue la excepción  solo que hoy estaba especialmente insistente en que tomara su lugar junto a su compañera, pero como siempre mi respuesta fue una negativa en realidad disfrutaba de estar sola especialmente en esta clase, esto solo causo que Jessica regresara a su enojo anterior conmigo.

La clase estaba a punto de comenzar, yo estaba metida en mis pensamientos tratando de convencerme a mi misma que estaría bien, que podría pasar esta clase sin romperme en mil pedazos, mirando por la ventana, y tratando de no pensar en la siguiente novela romántica que tendríamos que leer, cuando sentí como alguien golpeaba ligeramente mi hombro llamando mi atención al tiempo que una voz masculina preguntaba si podía sentarse a mi lado, automáticamente voltee para contestarle, pero no pude decir nada porque al instante me vi sumergida en unos profundos ojos azules que ya me eran tan familiares

-¿puedo?- preguntó señalando la silla a mi lado, mientras esbozaba una sonrisa ligeramente torcida, estaba completamente aturdida por lo que solo me limite a asentir ya que no estaba muy segura de la estabilidad de mi voz

- hola mi nombre es Damon Salvatore- dijo con una sonrisa tomando mi mano y depositando un beso en el dorso de la misma, fue entonces que una corriente eléctrica me recorrió completamente haciendo que mi corazón se acelerara como si estuviera en una carrera contra el reloj

-ahm, yo soy Isabella Swan, pero prefiero Bella, mucho gusto- dios era él, aquel hombre que se había colado en mis sueños durante los últimos meses, y estaba justo a mi lado, no podía creer que fuera real, pero estaba bastante segura de que estaba despierta así que debía serlo.

- parece que seremos compañeros lo que resta del año- comentó con una sonrisa ladina que hizo que mi corazón se detuviera por unos segundos para inmediatamente continuar con su acelerada marcha

- si eso parece- eso fue lo único que atine a contestar mi corazón latía tan deprisa que podía sentir mi pulso golpear violentamente detrás de mis oídos, afortunadamente Damon no podía oírlo, de otra manera me hubiera muerto de pena en ese mismo instante, parecía a punto de agregar algo mas, pero en ese momento entro el señor Berty y comenzó con la clase

- buenos días a todos, como ya habrán notado tenemos un nuevo alumno entre nosotros, señor Salvatore me da gusto que ya tengo un compañero, señorita Swan me haría el favor de poner al corriente al señor Salvatore sobre las lecturas que hemos visto y que le pase una copia de la lista de libros que debe leer por favor- me pidió el señor Berty con voz amable

- claro señor Berty, no se preocupe, yo me encargo- dije en tono serio, como si necesitara tener más razones para sentirme nerviosa, el resto de la clase paso de manera un poco tensa, yo me encontraba sumamente nerviosa por la presencia de el hombre que tenia a mi lado, no pude evitar verlo de reojo más de una vez y en cada ocasión pude darme cuenta que él me observaba con una sonrisa, como si acabara de encontrar algo que había estado buscando por largo tiempo; cuando la clase finalizó Damon me preguntó en donde que daba su siguiente clase, casualmente era historia la misma clase a la que yo iba por lo que acordamos que lo pondría al tanto de las lecturas de camino a nuestra próxima clase, ya en clase de historia Damon volvió a sentarse a mi lado, cosa que evidentemente molesto a Jessica ya que ese era el lugar que ella ocupaba, pero cuando Damon se lo pidió con una sonrisa ella accedió de buena gana, una vez iniciada la clase me concentré con todas mis fuerza en no voltear a verlo, pero fallé miserablemente en más de una ocasión, y al igual que en la clase anterior pude ver que Damon no me quitaba la mirada de encima y su sonrisa no desapareció en ningún momento, algo que aunque me ponía aun más nerviosa, debo admitir que me gustó.

En cuanto las clases terminaron me dirigí lo más rápido que pude al estacionamiento, deseaba huir de esta sensación ya que recordaba perfectamente la última vez que me había sentido de esta manera y recordaba aun más claramente como había terminado en esa ocasión, no quería volver a arriesgarme a terminar de la misma manera, así que decidí que lo más inteligente que podía hacer era alejarme lo más posible de la persona que la  causaba; desafortunadamente mi plan no iba a funcionar por varias razones, la primera era que Damon estaba en dos de mis clases, la segunda que su auto estaba estacionado justo al lado del mío, y la tercera que por lo que parecía vivía a unos cuantos metros de mi casa, cuando logre llegar a mi auto Damon ya se encontraba recostado a un lado del suyo, y me miraba con una sonrisa torcida que hizo mis piernas temblar, ¡dios se veía tan sexi!, esperen ¿yo dije eso? pero ¿Qué estaba pasando conmigo? ¡Contrólate Isabella! me reprendí mentalmente, no debía permitirme ese tipo de pensamientos.

- nos vemos mañana Bella- se despidió en cuanto estuve cerca de mi pickup, me dedico una sonrisa, se subió a su auto lo puso en marcha, yo solo alcancé a despedirme con la mano, subí a mi destartalada camioneta y arranque el motor, el cual rugió furiosamente, lentamente salí del estacionamiento y me fui a casa, no tenia que preparar la cena ya que aun estaba en el refrigerador la que había preparado ayer, así que simplemente me dispuse a hacer las tareas de la escuela, las cuales me llevaron un poco más tiempo de lo normal terminar ya que cada cierto tiempo se colaban unos eléctricos ojos azules en mi mente distrayéndome de mi trabajo, cuando finalmente termine mis labores ya era tarde, así  que me puse a calentar la cena ya que Charlie no tardaría en llegar, minutos después escuche estacionar el auto patrulla.

- ¿Bella?- llamó Charlie desde la entrada, mientras colgaba su chaqueta y su arma

- estoy en la cocina papá, la cena ya esta lista, ven a comer de una vez- sin decir más Charlie tomo una silla y se sentó en su lugar habitual en la mesa, le serví la cena y me serví un poco para mí, la cena transcurrió en silencio como de costumbre, una vez hubo terminado Charlie se levanto de la mesa y se fue a la sala a ver un partido de basquetbol, cuando terminé mi cena me puse a lavar los platos, una vez que terminé le di las buenas noches a Charlie y fui a darme una buena ducha caliente, lentamente se fue relajando mi cuerpo, al salir de la ducha me seque el pelo, me puse mi pijama, pero estaba demasiado inquieta para dormir tranquila, así que tome mi reproductor de Cd, conecte los auriculares y deje que la música me inundara por completo, justo antes de quedarme completamente dormida creí ver un cuervo en mi ventana que me observaba fijamente, y con esa última imagen finalmente me venció el sueño.

 

Damon POV

 

Había decidido inscribirme en el instituto de Forks donde seguramente estudiaría aquella joven tan parecida a Elizabeth, si sabía lo irónico que esto resultaba, ya que aun podía recordar aquella vez en que me burle de Stefan por lo patético que resultaba que un vampiro estuviera de estudiante, y ahora estaba tragándome mis palabras, si Stefan estuviera aquí seguro se partiría de la risa; no me había resultado muy difícil convencer a la secretaria de que mi papelería estaba en orden, y que solo era un chico que por cuestiones personales había aplazado el año y que ahora deseaba poder terminar el instituto, por lo que ahora oficialmente formaba parte de la matricula de estudiantes del instituto de Forks.

Me establecí en una casa cerca de donde vivía la joven, no era tan grande como la mansión Salvatore, pero era lo suficiente como para que tres personas pudieran vivir cómodamente y con privacidad, claro no era como que fuera a haber más personas viviendo conmigo pero no me agradaba mucho la idea de tener que vivir en una pequeña casa, además estaba ligeramente más escondida en el bosque que el resto de las casas y era un tanto acogedora, debo decir que los dueños anteriores tenían un gusto impecable por lo que no tuve que cambiar demasiado la decoración solo cambie unas cuantas cortinas, agregué una cama más grande a la habitación principal, un mini bar para almacenar las bolsas de sangre que recientemente había robado de un hospital en Seattle, acomode un bar en la sala de estar y listo hogar dulce hogar ( más o menos).

Al día siguiente subí a mi auto y me dirigí al instituto a comenzar la farsa y así poder conquistar a la chica “¿y si tiene novio?” me preguntó una vocecita en mi cabeza a la que rara vez o casi nunca prestaba atención eso es fácil, simplemente la enamorare y ella lo dejara o podría usar la compulsión para que el la deje “¿y qué tal que ella es como Katherine?” insistió la molesta vocecita no, ella no podría ser así, Katherine es una perra manipuladora, estoy seguro de que ella no es así “y ¿si tu no la amas?” me aguijoneo la voz en mi cabeza bueno si no la amo al menos podre ser su amigo, o podría simplemente irme “y ¿si ella no te ama? contraatacó esa vocecita que comenzaba a cansarme si ella no me amaba, entonces regresaría a mi vida como estaba antes de encontrarla… completamente destrozada

. Con este lúgubre pensamiento llegue al instituto, aparque en una plaza libre y me dirigí al interior esperando poder encontrarla fácilmente, pero no fue así, en cuanto entre todos los estudiantes se voltearon para verme, genial (nótese el sarcasmo) parece que en este pueblucho cualquier cambio por insignificante que fuera se convertía inmediatamente en noticia, como era de esperarse a la hora del almuerzo fui rodeado por miles de chicas que se morían por conocerme, hacían preguntas sobre mi y coqueteaban descaradamente, cosa que parecía no caerles en mucha gracia a los chicos del lugar.

 Me demore un poco más en irme a la siguiente clase ya que las chicas no me dejaban en paz, en otra situación esta atención me hubiera encantado pero ahora estaba comenzando a ser un fastidio, ya que gracias a todas esas chicas que me rodeaban no lograba localizar a la chica que realmente me interesaba ver; me lleve una grata sorpresa cuando al entrar a la clase de literatura ahí estaba ella viendo a través de la ventana que tenia a un lado, parecía sumamente sumergida en sus pensamientos y para mi fortuna el único asiento vacío de la clase era junto a ella, caminé lentamente, disfrutando de cada paso que me acercaba a ella, me detuve a su lado pero estaba tan ensimismada que no notó mi presencia, así que delicadamente toque a su hombro para llamar su atención  al tiempo que le preguntaba si me permitía sentarme a su lado, claro no era como que tuviera otra opción, ese era el único asiento disponible, rápidamente se volvió hacia mí como gesto reflejo, en ese momento quede atrapado por esos enorme ojos chocolate que parecían esconder en ellos todas las respuestas del universo, pude ver como sus labios se entreabrían ligeramente, me tuve que obligar a mi mismo a romper esa burbuja que habíamos creado.

- ¿puedo?- le pregunté señalando el asiento vacío, con una sonrisa que de antemano sabia que derretía a las mujeres, ella simplemente asintió, tal vez no tenía interés en hablarme, bueno pues si ese era el caso tendría que hacerla cambiar de opinión, así que decidí presentarme.

- hola mi nombre es Damon Salvatore- dije con una sonrisa amable del tipo que solamente usaba con Elena tomando su mano y depositando un beso en el dorso de la misma, fue entonces que una corriente eléctrica me recorrió completamente, fue como la primera vez que había tomado la mano de Elizabeth y sabia que ella también lo había sentido pues pude escuchar como su corazón se aceleraba hasta lo imposible, por un segundo temí que le fuera a dar un ataque cardiaco.

-ahm, yo soy Isabella Swan, pero prefiero Bella, mucho gusto-parecía bastante renuente a hablar, tal vez fuera muy tímida, o tal vez no le agradaba ser interrumpida en sus pensamientos, pero me miraba como si en cualquier momento fuera a aparecer algún monstro a llevársela, decidí volverlo a intentar

- parece que seremos compañeros lo que resta del año- comenté con una sonrisa ladina de la cual conocía muy bien sus efectos esto hizo que su corazón se detuviera por unos segundos para inmediatamente continuar con su acelerada marcha

- si eso parece- soltó tácitamente, bueno sabía muy bien que esa sonrisa (ya algunas otras cosas) causaban reacciones como esa en las féminas, pero con ella parecía solo tener efecto físicamente sin tener nada que ver en lo que ella quería de mi, estaba a punto de hacer mi tercer intento cuando llego el profesor llamando a la clase arruinando así mi oportunidad de llamar su atención

- buenos días a todos, como ya habrán notado tenemos un nuevo alumno entre nosotros, señor Salvatore me da gusto que ya tengo un compañero, señorita Swan me haría el favor de poner al corriente al señor Salvatore sobre las lecturas que hemos visto y que le pase una copia de la lista de libros que debe leer por favor

- claro señor Berty, no se preocupe, yo me encargo- dijo en tono serio, parecía que eso de tener que convivir conmigo no le hacía mucha gracia, pues bueno aun así haría mi tercer intento no me iba a rendir tan fácilmente, durante el resto de la clase no pude conseguir apartar mi vista de ella por más de unos cuantos segundos, era perfectamente consciente de que tenia pegada al rostro una sonrisita boba de esas de las que ponía Stefan cada vez que veía a Elena sonreír y también era consciente de que no podía quitármela, unas cuantas veces pude ver que volteaba a verme de reojo y que al instante en que notaba que yo también la observaba los latidos de su corazón se aceleraban de manera estrepitosa, algo que debo decir me agradaba, al terminar la clase me disponía a tratar de entablar una conversación de nuevo preguntándole por la ubicación de mi próxima clase

- ¿Cuál es tu clase?- preguntó sin siquiera mirarme, cosa que me molestó, odiaba que la gente no me mirara cuando trataba hablarle

- Mmm, historia- estaba molesto, esta niña ni siquiera tenía a bien mirarme y eso era algo que nunca me había pasado, usualmente las mujeres fueran de la edad que fueran se desvivían por mi atención, o pretendían odiarme pero jamás me habían ignorado de esta manera

- también es mi clase, ven conmigo- en el camino a la clase me fue explicando las lectura que ya habían realizado y los trabajos que habían hecho sobre los mismos también me dio un papel donde estaba anotada con su letra una lista con todos los libros que leeríamos en el año y con una marca sobre las que ya habían sido leídas y después dejo de hablar y se dedico a mirar al frente el resto del camino, cuando llegamos a la clase simplemente se sentó en su lugar sin mirarme y aunque su silencio me irritó no lo dejaría pasar así como así, me senté junto a ella nuevamente, tuve que usar mi “encanto” para convencer a una chica de dejarme ocupar su lugar, ella inmediatamente acepto y se marcho, al igual que en la clase anterior no pude dejar de ver a Bella, y claro esa sonrisita boba seguía ahí en mi rostro, y al igual que en la clase anterior pude ver como en algunas ocasiones se volteaba a mirarme solo para encontrarse de nuevo con mi mirada en ella.

 Al terminar las clases  se levanto de su asiento apenas sonó el timbre sin dirigirme ni una mirada y salió de ahí casi corriendo, vi como se dirigía rápidamente al estacionamiento tropezando varias veces con sus propios pies, así que no me fue difícil rebasarla aumentando un poco la velocidad aunque aun a paso humano, llegue a mi auto y me recosté cobre el esperando que Bella saliera, en cuanto atravesó las puestas vi como se dirigía directamente a mí, sentí un poco de esperanza de ver que venía hacia mí, pero esta se desvaneció cuando vi que sacaba de su bolsillo las llaves de un coche, entonces entendí que ella no venia hacia mi sino hacia su auto que estaba a un lado del mío, en cuanto me vio su cuerpo se tensó completamente y su rostro adquirió una expresión malhumorada, esto solo reavivo mi irritación ya olvidada, así que me limite a despedirme de ella, subí a mi auto y me fui inmediatamente de ese lugar, en cuanto llegue a casa fui directamente a tomar una buena copa de whisky que buena falta me hacía con el día que había tenido, primero había estado ansioso por verla, después cuando la encontré apenas y me había dirigido la palabra, y luego cuando pensé que por fin se iba a dignar a hablarme resulta que ella solo iba a su auto y que además el solo hecho de verme la había molestado notablemente, ¿pero y yo que le había hecho para que le molestara tanto mi presencia? “¿te has puesto a pensar en lo que paso la primera vez que la viste?” si tal vez ella pensara que la estaba siguiendo eso definitivamente sería suficiente para molestarla “¿y no es así? ¿Acaso no la estas siguiendo?” si, pero no como ella pensaba, o al menos eso creo.

Pase horas dando vueltas por la casa, este pueblo era de lo más aburrido, al menos en Mystic Falls siempre pasaba algo, claro que eso no era precisamente bueno, pero aun así era más interesante que este pueblucho donde absolutamente nada emocionante pasaba; ya entrada la noche decidí ir a ver qué estaba haciendo Isabella, así que cambie de forma a un cuervo y me fui volando hasta la ventana de su habitación y así en mi forma de cuervo me quede observándola un buen rato.

 

Los siguientes días fueron prácticamente iguales, yo saludaba a Bella tratando de entablar una conversación, le lanzaba sonrisas que sabia no fallaban con las mujeres, incluso hasta le llegue a regalar una rosa( ja, quien lo iba a pensar de mi, Damon Salvatore obsequiando rosas, si alguien de Mystic Falls me viera, seguramente pensarían que me eh vuelto loco o que estaba poseído o algo así) y en cada ocasión ella se mostraba más callada y mas renuente a encontrarse conmigo, incluso le había regalado la rosa a una amiga que le había preguntado sobre eso, ya comenzaba a hartarme esa situación ¿Quién demonios se creía esa chiquilla para rechazarme de esa manera, yo podía oír los latido de su corazón acelerarse y ver como se ruborizaba cada vez que nuestras miradas se encontraban, sus acciones decían que le interesaba, pero sus palabras y sobre todo sus silencios, me decían algo completamente diferente.

Habían pasado dos semanas desde mi llegada a Forks cuando recibí una llamada de Stefan

-Damon, ¿Dónde demonios te has metido? hace más de un mes que te fuiste y lo último que me dijiste era que habías tenido que irte un tiempo y hace ya tres semanas de eso, Elena está muy preocupada por ti y te necesita Damon, me duele decirlo pero así es y no solo es ella quien te necesita, han pasado muchas cosas aquí Damon y necesitamos que vuelvas- ¿Qué Elena me necesitaba? no, claro que no, Elena había hecho su elección, además ella ya era un  vampiro así que ya no necesitaba de mi protección

-lo siento Stefan, pero por el momento la idea de regresar a aquel pueblo donde todo son problemas no es algo que se me antoje demasiado, además hermanito hay cierto original que no estará muy contento de verme así que me temo que tendré que pasar por esta ocasión Stefan, adiós- después de esa vinieron muchas llamadas mas, pero decidí no atenderlas, realmente no quería oír a Stefan decirme lo mucho que según el Elena quería que estuviera ahí, yo sabía que era mentira, Elena ya lo había elegido a él, ella ya me había “dejado ir” tal y como ella misma lo había dicho.

Estaba paseando por el bosque (ya que no había nada mejor que hacer) cuando distinguí un olor que me parecía muy familiar, era el aroma de Bella, quien aparentemente había tenido la misma idea que yo, comencé a seguir el rastro tratando de averiguar hacia donde se dirigía, apenas había avanzado unos cuantos metros cuando alcance a distinguir un olor diferente y mientras avanzaba, el olor se hacía cada vez más fuerte, era un olor agridulce, un tanto amaderado y muy penetrante, jamás había percibido un olor así antes, no sabía a que podría pertenecer pero algo me decía que Isabella corría peligro, comencé a correr a velocidad vampírica siguiendo el rastro de Bella que a ratos se mezclaba con el otro aroma, eso solo logro preocuparme más, después de unos minutos me di cuenta que el rastro de Bella iba directamente a el prado donde hacía ya un tiempo había dejado que los pensamientos del pasado inundaran mi mente, pero nada me hubiera preparado para la escena que encontré, en aquel lugar se encontraba Isabella prácticamente petrificada, frente a ella se encontraba un “frio” de cabellera obscura  y ojos rojos ligeramente ennegrecidos debido a la sed, hablándole como si la conociera de muchos años llamándola por su nombre, eso me sorprendió mucho, pero lo que más me sorprendió fue cuando vi como tres enormes lobos salían de entre los árboles que rodeaban aquel prado en perfecta formación, uno de ellos se volteo hacia Bella cuando esta dio un salto hacia atrás en un acto reflejo y luego volvió su vista de nuevo hacia el “frio” que contemplaba la manada de lobos gigantes con una sorpresa no disimulada, y con miedo; Entonces rápidamente se giró y salió corriendo con los lobos pisándole los talones, pero no alcancé a ver si estos le dieron alcance porque en ese momento vi como Bella caía sobre sus rodillas, mientras que unos sollozos ahogados salían de su garganta, debía sacarla de ahí lo antes posible ya que los lobos podrían regresar o podría ser que el “frio” no estuviera solo y su compañera viniera tas Bella, sin pensarlo dos veces llegue a su lado, al momento que puse mi mano en su hombro se volvió para verme con el pánico muy claramente marcado en sus ojos que después fue reemplazado con un alivio al reconocer mi rostro, y así, sin pensar, la tome en mis brazos y comencé a correr para sacarla de ahí lo antes posible, fue tanta mi urgencia de alejarla del peligro que no me di cuenta de que estaba corriendo a velocidad vampírica y que la estaba llevando no a su casa sino a la mía, en cuanto llegamos la coloque cuidadosamente y sin soltarla sobre uno de los sillones de cuero que había en la sala de estar y ahí la deje llorar abiertamente aferrada a mi chamarra mientras enterraba su rostro en mi hombro, de pronto levanto el rostro y miro a su alrededor, después levanto su cabeza hacia mí y me miro con los ojos abiertos como platos y con un leve entendimiento en ellos

-¿Damon?


¿QUE LES PARECIO? TRATE DE HACER ESTE CAP MAS LARGO POR EL TIEMPO QUE TARDE EN SUBIR ESPERO SUS COMENTARIOS

Capítulo 7: Recuerdos Capítulo 9: Confesiones

 
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