destinos enlazados

Autor: rosaliewolfvamp
Género: + 18
Fecha Creación: 19/12/2012
Fecha Actualización: 27/05/2018
Finalizado: NO
Votos: 19
Comentarios: 38
Visitas: 46134
Capítulos: 16

 

Huyendo de Mystic Falls Damon decide alejarse pues ya no soporta más el estar cerca de Elena sabiendo que esta prefiere a su hermano Stefan, así es como llega a Forks y se encuentra con una joven a la que amó por desgracia ella no lo recuerda ¿será que su amor renacerá? que pasara cuando sepa que hay otros vampiros de diferente clase que sorpresas encontraran Damon y Bella ¿que sucedera cuando Edward decida regresar?

 

los personajes y algunas citas no me pertenecen, pertenecen a stephenie meyer y a L.J Smith

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Capítulo 2: la fiesta

Bella POV

 

-¿Quién?- pregunte extrañada no sabía de qué me estaba hablando. Suspiro y me miro directo a los ojos

-anoche mientras dormías dijiste… nada olvídalo-bajo sus hombros como si le costara trabajo decirlo

-dime Edward ¿Qué fue lo que dije?- pregunte mientras el pánico comenzaba a tomar mi mente al recordar el sueño de la noche anterior

-mencionaste su nombre y… dijiste que lo extrañabas-suspiro nuevamente y sonrió amargamente- lo llamaste mi amor, y, no sé qué pensar Bella, confío en ti pero, tal vez, hay algo que no me estás diciendo y necesito saberlo-dijo mirándome de manera apremiante como si intentara sacar la verdad directamente de mi mente aunque, gracias a dios es no era posible.

- Edward, te juro, que no se de quien se trata, no conozco a nadie llamado así- y era cierto, que yo recordara jamás había conocido a alguien llamado Damon – créeme, amor jamás te mentiría- concluí de casi suplicando que me creyera

-está bien cariño te creo no tienes porque jurarme nada, confío en ti, te amo- me sentí más tranquila aunque aun tenía una sensación extraña creciendo en mi pecho.

 

-feliz cumpleaños pequeña- felicito Charlie con ánimo mientras se sentaba a un costado mío en la cama

- papa, es muy temprano aun, además les dije que no quería regalos – respondí aun medio adormilada le había dicho a todo el mundo que no quería regalos por mi cumpleaños, no era una fecha de gozo, al menos para mí no lo era, para mí solo significaba que era un año más vieja, lo sé, 18 no es muy vieja, pero, aun así era un año más de los que “tenia” Edward y eso me preocupaba un poco

- vamos cariño solo se cumplen 18 una vez en la vida-contesto Charlie tratando de mejorar mi animo

-está bien papa intentare no ponerme muy difícil con todo esto ¿de acuerdo?- le dije solo para no llevarle la contraria, además no era su culpa que mi novio fuera un vampiro que siempre aparentaría 17 años, así que decidí poner buena cara al regalo que sostenía entre sus manos

-así me gusta- respondió con una sonrisa, que fácil era hacer feliz a Charlie- toma, esto es de parte mía y de tu madre- dijo extendiéndome un paquete de forma irregular envuelto en un papel de regalo color verde que era claramente reciclado de los obsequios navideños del año anterior lo sé porque yo le di su regalo en ese mismo envoltorio. Lo tome y sin preocuparme de nada rompí la envoltura de mi obsequio dejando al descubierto un cuaderno con forro de una muy buena imitación de cuero y una pequeña cámara digital, tome esta ultima y la examine, era de buena marca y parecía tener una excelente resolución, de seguro Phil había ayudado a mama a escogerla.

-gracias papa – le dije dándole un abrazo un poco extraño pues ni Charlie ni yo estábamos demasiado cómodos expresando nuestros sentimientos - y dale las gracias a mama de mi parte.

- sí, claro, eh, de nada-contesto claramente avergonzado y ligeramente sonrojado- eh ya, me… debo irme te veré después.

Me dirigí al baño y tome una ducha rápida, me vestí con lo primero que encontré en el closet y baje apresuradamente las escaleras; Charlie ya se había marchado cuando baje así que solo me dirigí a la cocina, tome una barra de cereal y bebí un poco de leche directo del cartón ya que con la sorpresa de Charlie ya se me había hecho tarde para la escuela. Avancé a toda velocidad hacia la entrada mientras me recogía el cabello en una coleta alta y sosteniendo la barra de cereal en mi boca, cuando la puerta se abrió inesperadamente, di unos  cuantos pasos atrás antes de comprender de quien se trataba.

-¿estás lista?- pregunto Edward con una sonrisa que se desvaneció de su rostro cundo noto mi expresión-¿Qué pasa Bella?- se acerco a mi rápidamente y me abrazo tratando de calmarme un poco.

-nada, no es nada- respondí sacudiendo la cabeza, no sabía que me había asustado tanto ¿Por qué me había sorprendido tanto el que se abriera la puerta? sabia que Edward pasaría por mí para la escuela, así que era de suponer que fuera él quien abriera la puerta para ver por qué estaba tardando, digo ¿Quién mas podría ser?. Inmediatamente cruzó por mi mente un rostro de  profundos ojos azul eléctrico y sonrisa seductora, pero, ¿Quién era ese hombre? y ¿Por qué había estado soñando con él?

-¿estás segura? sabes que puedes decírmelo-me dijo con voz suave

- sí, segura. Es solo que… tenía prisa y me asuste cuando se abrió la puerta de esa manera, eso es todo- respondí no muy segura de lo que decía-pero ya estoy bien, no te preocupes vámonos ya si es que no queremos llegar tarde- salimos de mi casa y nos fuimos a la escuela al llegar nos encontramos con Alice quien tuvo el placer de “invitarme” (aunque se puede decir que me obligo mediante un complot con mi novio) a la fiesta de cumpleaños que me había organizado en la casa Cullen.

Al salir de clases Edward me llevo a casa, vimos romeo y Julieta ya que en clase de literatura nos habían dicho que debíamos verla para interpretar mejor la historia “tal y como Shakespeare había querido que fuera” al terminar la película me cambie de ropa y nos fuimos a “mi” fiesta de cumpleaños (que parecía más ser de Alice que mía).

 

Todo se veía verdaderamente hermoso lucia mas como una boda que como una simple fiesta de cumpleaños Alice había hecho un maravilloso trabajo con la decoración del lugar. Cada superficie plana estaba cubierta de velas blancas y rosadas, también había jarrones de cristal con toda clase de flores y una gran mesa cubierta con un mantel blanco que tenía un enorme pastel, una pila de platos de cristal y un montón de regalos en ella. Todos los Cullen  me recibieron con un efusivo ¡feliz cumpleaños! en cuanto me vieron, Edward y yo avanzamos tomados de la mano pero rápidamente fui separada de el por Alice, quien tomo su lugar a mi lado.

-vamos  tienes que abrir los regalos primero, me muero por qué uses el mío- dijo mientras me llevaba a la  enorme mesa  donde estaban los regalos, me entrego uno enorme –el mío va primero ok, vamos ábrelo- me insto al ver que solo lo sostenía asombrada por su tamaño sin hacer movimiento alguno de querer abrirlo

-Alice, realmente no quería que gastaran su dinero en mi ya te lo había dicho- dije un poco avergonzada de verdad que no me sentía cómoda con esto, pero le había prometido a mi padre que lo intentaría

-oh vamos Bella, no te pongas así, te va a encantar- respondió Alice con una sonrisa a la que no le pude poner más peros así que abrí su regalo, era una enorme maleta negra que contenía un montón de ropa, no estaba taaaan mal pero aun así era demasiado, sin embargo al ver la cara de Alice no hice más que colocar una sonrisa en mi rostro y agradecerle diciéndole que me encantaba y así proseguí con el resto de los regalos hasta que llego el turno de abrir el de Edward era una caja plana y cuadrada sorprendentemente me moría por abrirla realmente deseaba saber que se encontraba en esa pequeña caja.

Tome el pequeño paquete, dirigiendo mis ojos a Edward mientras deslizaba el dedo bajo el filo del papel y jalaba la tapa.  Pero lo retire inmediatamente cuando el papel me cortó el dedo, solo salió una gota de sangre del pequeño rasguño. Entonces, todo pasó muy rápido.

-¡No!- rugió Edward.

Se arrojó sobre mí lanzándome contra la mesa y aterricé en un montón de platos de cristal hechos añicos. Jasper chocó contra Edward y el sonido pareció el choque de dos rocas. sentí una punzada deslizarse desde mi codo hasta mi hombro cuando un trozo de cristal hizo una larga cortada sobre mi brazo de la cual comenzó a brotar la sangre, entonces, todo se volvió  borroso y un tanto confuso, y de repente todo se volvió negro.

Capítulo 1: el sueño Capítulo 3: la despedida

 
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