BELLA POV.

Desde que lo volví a ver las cosas cambiaron radicalmente, él se encontraba siempre dispuesto  para lo que yo deseara, mi cabeza me indicaba que estaba mal y me decía déjalo ir y mi corazón gritaba “Pero qué diablos... se egoísta y disfruta de sus atenciones y su compañía”. Si… el me hacía sentir que existía e importaba, la sensación era maravillosa, totalmente increíble, sentir que le importaba a alguien y que esta persona diera todo porque yo estuviera  completamente bien era lo que yo necesitaba, pero aun asi seguía rota por dentro y por fuera, los pocos momentos que vivía con el eran solo una ilusión que se guardaba en mi mente, el temor crecía mientras el tiempo corría, sabía que cuando él me dejara, las cosas estarían peor de lo que ya estaban.

Renée surgió al momento en que lo vio, pienso que la respuesta y la actitud que le di estuvieron fuera de lugar, pero esta vez no me importo, me comporte rebelde y si muy egoísta.

-Bella… y Paul ¿sabe que Edward está aquí?- acto seguido me voltee y la mire con furia.

-Mama… Edward está en mi vida ahora, y no voy a renunciar a él… no voy a renunciar a lo que me ha dado la poca paz en mi vida, no ahora, así que dime de una vez si lo aceptas o no, porque si no es así yo me voy de la casa- la cara de mi madre mostro miedo y tristeza entremezclados en mi respuesta.

-Lo único que digo es… que sería bueno saber que le diremos a Paul si llama y no estas o si pregunta por ti que le diremos… es todo- dijo muy suavemente.

-Lo siento…- me disculpe, me sentí mal por haberle contestado así, pero… ¡Rayos! No dejaría que me arrebataran lo que esta vez me hacía un poquito feliz- Mama… Paul no sabe nada, ni tampoco quiero que sepa, así que si me llega a llamar tu solo no sabes nada… está bien…- me dirigí a mi habitación y escuche en un susurro su respuesta “Esta bien”, dijo me recosté en mi cama y solo me olvide del asunto.

Después de ese día sali con Jacob, hace muchísimo no me daba tanta alegría ver a mis amigos como ahora, el sentimiento de este al verme era el mismo que el mío, salvo el abrazo que vino después me desconcertó, fue tan fuerte y desesperado que me inquieto…

-¿Jake?…- pregunte angustiada, el me aferro por la cintura y parecía decidido a no soltarme nunca, sollozaba con una tristeza que te hacia doler el alma.

-Bella… mi mama… mi mami…- no comprendía absolutamente nada, su madre era una hermosa mujer que había tratado, padecía diabetes y otras complicaciones, en varias ocasiones le decía a su hijo me conquistara, todo acabo precisamente un día que Jacob me beso de la nada en frente de ella al separase de mi me miro con ojos asustados al ver mi expresión.

Inicio Flash back…

Estábamos en una fiesta, en su casa celebrábamos su cumpleaños, habían asistido varios chicos de la universidad, y a mí me acompañaron Alice, Jasper y Emmet, cuando llegamos el me levanto en brazos como si fuera una pequeña muñeca, y giro conmigo dando vueltas, su alegría no le cabía por los poros de la piel, trate de controlarle.

-Jacob… bruto, bájame… ¡¿Por qué a ti y a Emmet les da por hacerme eso?!- Emmet sonrió al escucharme, su risa cínica me hizo enojar, Jacob me bajo al suelo mientras que Renata se acercaba a saludar.

-¡¡Feliz cumpleaños!!- le dijo Alice, este no me soltó me abrazo a su costado y recibió el abrazo de Alice mientras que Renata se ahogaba de la risa, pues este nos agarró a las tres y grito:

-¡¡¡Abrazo del oso Baloo Jacob!!!- nos reímos ante el sobre nombre que le habíamos puesto. Nos soltó y nos hizo entrar, cuando entramos a la cocina ahí estaba su madre, la salude afectuosamente, la señora siempre que me veía rayaba en adoración por mí, me sentía rara pero ella era muy linda  conmigo así que yo correspondía a su trato.

-Jacob, hijo ya viste que bonita viene Bella el día de hoy- este se puso colorado al oír la expresión de su madre bajo la mirada.

-Mama…- dijo en tono de reproche- Bella siempre es muy bonita…- me miro incómodo y yo me reí, le susurre un “gracias” muy apenado.

-Linda… acaso no te agrada mi Jacob…- me puse más roja de lo que ya estaba, pues sabia a lo que se refería, Alice al vernos incomodos a los dos rio escandalosamente, mientras que Jasper se envaraba un poco.

-Pero claro…- conteste ruborizada al por mayor- es un chico genial…

-Y entonces ¿por qué no empiezan una relación?-atónita como estaba ante su declaración tan directa, no lo vi venir hasta que sucedió.

-¡Caray Madre! ¿cómo te explico?- Jacob se acercó a mí con paso decidido y sin más ni más, puso sus manos en mi rostro lo levanto hacia él y me beso, puse mis manos en su pecho tratando de alejarle, él lo sintió, sentí como me ponía furiosa a cada paso vi la mirada de él asustada, y solo me dijo- Nada de nada verdad…- negué enérgicamente- seguimos siendo solo Bella y Jacob ¿verdad?- rodé los ojos molesta, todos estaban atónitos ante el beso, Jasper había bufado y Emmet solo se atacó de la risa y Alice lo coreo, no respondí- Vamos besas bien y todo, eres una chica atractiva pero sentí como si besara a mi hermana- aquella declaración aligero mi enojo, asentí seria- Lo vez mama, si pierdo ahora a mi Bella, sufrirás mi tristeza, porque yo amo a esta chica, pero lo nuestro es más fraternal que nada.

Después de aquella declaración, reí de mala gana, su madre fijo su vista en mí y solo agrego.

-Vaya… no lo había notado hasta ahora, estas enamorada verdad linda- me ruborice, llevaba apenas algunas semanas con Edward, nunca pensé que fuera tan obvio- Mi dios lo siento, yo no lo había notado…

-¡¡¡Enamorada dices!!!- exclamo Jacob, mirándome inquisitivamente sabía que de esa platica no escaparía y así fue le conté el inicio de todo y que era Edward, él sonrió a escucharlo y solo me contesto: “Ah! Ya lo había notado, ese te mira como si fueras su tesoro más grande”… “tanta miel empalaga”, me abrazo y me felicito.

Fin Flash back

Recordé en instantes todos los momentos juntos, mientras el me abrazaba y sollozaba sin consuelo.

-Jake… ¿Qué pasa?... dime por favor- dije a tono de súplica, sin soltarme contesto.

-Bella mi mama murió hace dos meses…- dijo en un susurro entrecortado, sentí como poco a poco la culpabilidad de no estar ahí para el cuándo más me necesitaba, fluía y me hacia una herida en el corazón.

-Jake… yo… perdóname por no estar ahí contigo… yo de verdad me siento fatal te falle…

-¡¡NO!!, ni lo digas de chiste- se separó y me miro asustado, limpio las lágrimas que yo había derramado y me dijo- Princesa no llores por favor, te necesito ahora, en ese momento no tuve cabeza, pero ahora que te veo, te necesito más que nunca…- asentí y el me volvió a abrazar.

Platicamos mucho de todo lo que nos había pasado en este tiempo al llegar a la parte que correspondía a mi vida y Paul, cerro los puños furioso, al parecer era una actitud, muy similar a la que tomaban Jasper y el mismo Edward. Grito y me regaño sin piedad, simplemente le parecía idiota de mi parte seguir destruyéndome.

-¡ISABELLA! COMO PUEDES SER TAN IDIOTA Y SERVIRLE DE TAPETE A UN IMBECIL QUE SIEMPRE SE HA SENTIDO INFERIOR, QUE NO COMPRENDES QUE TE CONSIGUIO, CRECISTE SU EGO PERO EL DESTRUYO EL TUYO, Y TU TE DEJASTE SIN MAS NI MAS, ES LO MAS ESTUPIDO QUE HAS HECHO EN TU VIDA, ¿QUE NO TE QUIERES TAN SOLO UN POCO?- y ahí había dado en el clavo, yo estaba en un lugar sin retorno- ¡VALORATE CARAJO!- me grito al verme negar- ¿QUIEN ERES TU Y QUE HICISTE CON MI MEJOR AMIGA?

-Yo Jacob…- dije en un susurro evitando su mirada.

-Nada de “yo Jacob”…- protesto- ¡mírate! No eres ni la mitad de lo que fuiste- mis ojos se llenaron de lágrimas que luche por no derramar- Y ¿Qué es eso de que el pasado te visita?- pregunto confundido, pero yo recordé a Edward él lo noto- Es Edward…- no pregunto afirmo, solo se tensó y siguió su discurso, o más bien dicho su regaño.

Sus palabras me golpearon, eran duras, pero verdaderas pues yo misma lo había permitido no eran las acciones de Paul, era yo misma permitiendo que los demás tomaran el curso de mi vida, me había vuelto cobarde y simplemente ya no daba batalla alguna, que me lo echara en la cara tan desparpajadamente me dolió, pero lo acepte aunque chiste ante el dolor que me producían las palabras al oírlas. Jacob estaba muy molesto, no habían sido las cosas así con Edward, él se había comportado un poco más dulce tal vez lo que buscaba este era la forma de decirme las cosas.

Pero  Edward era increíblemente dulce y tierno, me trataba con toda delicadeza, a veces me sentía mal porque notaba en sus ojos la tristeza que le daba al verme mal, trataba con todas mis fuerzas que no me viera así hasta este día.

-Isabella, podrías al menos no decirme no… es desesperante que me niegues las cosas- me dijo molesto.

-Edward… entiéndeme, como te voy aceptar todo esto- señale los libros que me había regalado- sin mencionar que tú quieres pagar, lo que quiero hacer con mi aspecto, tu simplemente no debes…

-Bella quiero hacerlo…no te estoy pidiendo permiso para hacer algo, simplemente te estoy diciendo que lo voy hacer, ¿Por qué eres tan necia? Cede un poco es lo único que te estoy pidiendo…- rodé los ojos molesta, con él era fácil ser yo, y me negaba a infinidad de cosas o simplemente repelaba sin piedad, el provocaba lo que yo era… sin ningún esfuerzo, aunque después de que él se iba todo volvía a su lugar, como si nunca hubiese estado.

-No voy a ceder, los leeré pero jamás te los aceptare de regalo, y con respecto a lo otro yo pagare.

-Siempre tan terca, siempre tan…- callo y golpeo el volante.

-Frustrante- complete con una sonrisa, provocadora.

-¡¡¡DEMONIOS!!! TE LO HE DICHO ERES MI PERDICIÓN- abrí los ojos como platos ante su declaración, aquello me recordó cuando estábamos juntos, sentí como si aquello me moviera el suelo bajo mis pies, me rendí y solo dije…

-Está bien tu ganas…- dejo de mirar al frente quito las manos de su rostro y me miro confundido- Humm… Gracias…- la sonrisa que me dedico era la que más me gustaba, me ilusione al verla traspasar su rostro desvié la mirada a los libros y agregue- Sabias que hace mucho no tenía un libro en mis manos…- alegue nerviosa evitando su mirada que provocaba un sinfín de emociones.

-Estos te gustaran, puede que hasta te identifiques con la protagonista de la historia…- entrecerré los ojos y él sonrió.- Entonces… el viernes paso por ti y nos vamos a lo que deseas hacer…

-¿El viernes?- proteste y puse una mueca de fastidio, mientras el asentía- Ese día es muy pesado para mí, pensé en…- su mirada se tornó triste- pasarlo contigo… no se tal vez platicar… o podrías comentar conmigo lo que no entienda de los libros…- Sonrió feliz, se acercó a mí y deposito un beso en mi frente con delicadeza.- ¿Qué tal el sábado?…- el asintió, ilusionado, seguramente pensaba la razón, pero yo no vería a Paul hasta en la noche y aun asi deseaba no verlo.

-Eres sensacional… estoy seguro que terminaras este muy pronto- señalo el primer libro que debía leer, me aferre a lo que decía como un completo salvavidas, pues mi vida sin Edward transcurría en una completa tortura – te apuesto lo que quieras que ese día me dirás que vas a terminarlo…- lo mire incrédula el libro era grueso, leía rápido pero hace mucho que no lo hacía, así que quizá estaría oxidada.

Esa noche como todas las demás desde hace mucho tiempo las pasaba en vela, a lo mucho dormía 3 horas y eso me servía, pues no me sentía agotada, prefería dormir solo esas horas en vez de sumergirme en las pesadillas cotidianas que sufría, pero como siempre no tenía nada en que entretenerme, quizá ahora podría ocupar mi mente en la lectura y no pensar en lo demás.

Esto claro nadie lo sabía, bueno a excepción de Edward al que llame una vez después de aquella pesadilla estaba tan aturdido y temeroso que solo necesitaba oír su voz, me comporte como una niña pequeña al hablarle a esas horas, pero una vez más él estaba dispuesto a estar conmigo.

-Solo cuelga el maldito teléfono Bella- me reprendí en susurros, mientras el teléfono sonaba.

-¡Bella!- su voz tiño mi nombre con miedo- Mi cielo ¿estás bien?

-No…- mi voz estrangulada y llorosa salió en un fatídico susurro.

-No te preocupes voy para allá…- al fondo escuche los ruidos propios de cuando alguien se levanta y empieza a tomar sus cosas, estaba tan aterrada que no podía articular palabra alguna- Ya casi salgo.

-No vengas, no hace falta…- solté con voz llorosa.

-Voy a ir aunque no quieras- sentencio- permanece en la línea, no cuelgues, pondré el altavoz- dijo y yo escuche como se cerraban las puertas de su auto- Listo, dime ¿qué pasa?- su tono aparte de sonar tranquilo, se teñía de absoluto amor y paciencia.

-Es que…- ¿Qué le decía?, mis lágrimas hicieron de las suyas y me mantuvieron muda.

-Tranquila, pronto estaré ahí, todo está bien- dijo suavemente, el estéreo del auto se encendió, la guitarra se dejó escuchar, después los violines hicieron su acto de presencia, aquello me calmo de manera reconfortante, eran los primeros acordes y yo solo me había quedado maravillada, pronto escuche su voz, el cantaba- ¡Demonios!- grito opacando la música de fondo y abruptamente la silencio.

-¿Qué es eso…?- pregunte con el corazón latiéndome a mil por hora, el soltó un bufido- ¿Puedo escucharlo?- pedí pero al otro lado no se escuchaba respuesta- Está bien, guardemos silencio…- los minutos corrieron, y yo solo escuchaba el sonido del auto.

-Ya estoy aquí…- dijo apenas en un susurro, yo ya estaba lista esperándole, lentamente me levante del sofá donde estaba envolviéndome  en la pequeña frazada, cerré la puerta de la casa con el mayor sigilo y unos pasos adelante ahí estaba su auto, por alguna estúpida razón mis pies se congelaron, la imagen de Edward representaba dolor y tristeza.

-Deberías irte…-dije al verle con los ojos cerrados y tomándose el puente de la nariz, eran gestos que conocía a la perfección, el parecía incómodo y yo tenía que llamarle con mis estupideces- No debí preguntarte nada… siento entrometerme en eso- lo vi abrir los ojos y mirar impactado en donde tenía el teléfono, lo tomo con seguridad y lo vi reírse.

-No es eso… es que no es la forma- alego, lo vi recargar su cabeza en el respaldo del auto.

-Lo se… por eso dije eso- replique seria, y triste porque de alguna forma antes compartíamos tanto y ahora sentía que todo eso se había esfumado.

-¿Podrías venir?- pidió y yo me di cuenta que no se había percatado que yo ya estaba afuera mirándole.

-¿Por qué no solo miras al frente?- conteste, el levanto la mirada y levante una mano a modo de saludo- Hola…- el frunció el ceño- quizá sea bueno hablar por celular.

-No… la verdad me parece un medio de lo más frio- dijo tomando el teléfono y bajando del auto- Veras, por lo menos para mí le quita toda la calidez- siguió caminando hacia mí, un nudo se me formo en la garganta al verlo aproximarse, sin dar respuesta rodé los ojos- Lo vez, si no estuviera aquí, no podría ver ese gesto…- bajo el teléfono pues ya se encontraba frente a mí- Curioso, estamos frente a frente y tú sigues con el teléfono en el oído- apreté mis labios fuertemente tratando de contener mis lágrimas- ¿Te parece si colgamos?- asentí, baje el teléfono justo a la misma altura que él y colgamos al mismo tiempo.

Mi pesadilla cobro su factura, e inevitablemente me solté a llorar, sin decir ni una sola palabra me rodeo con sus brazos y me dejo llorar, me llevo a su auto y se acomodó conmigo en la parte trasera, me deje caer en su torso y me sentí protegida como hace mucho no me sentía, logre serenarme después de unos minutos, se movió en cuanto noto que me calme y yo pensé que se sentía incómodo.

-Isabella Marie Swan…- pronuncio mi nombre completo y me sentí pequeñita, pues su gesto serio y molesto me aturdió- No puedes volver a repetirme lo de hace unos minutos- lo mire confundida, el me hizo una seña que me hizo guardar silencio, se acercó al stéreo del auto y solo lo encendió- Esto… eres tu…- la música se dejó escuchar, me recline nuevamente en su torso ocultando mi rostro de su mirada, mi corazón latía como si quisiera salirse de mi pecho, mi respiración se agito pero me obligue a mantenerla tranquila, mientras escuchaba aquello, cuando finalizo- No quiero que digas nada…- soltó sin esperar.

-Es hermosa…- solté en un murmullo, lo sentí ponerse rígido, puso su mano en mi mentón y levanto mi rostro, pude ver sus ojos y ellos estaban llenos de una alegría infinita- Yo…- trague en seco, al verlo asi.

-¡Repítelo!- dijo con voz ansiosa- No quiero que digas otra cosa, solo eso.- no sé qué reflejo mi rostro que alentaba a su mirada a hacerme añicos y no ser coherente.

-Es realmente hermosa…- musite, su sonrisa resplandeció, sus ojos eran los mismos que me veían cuando estábamos juntos, llenos de ese amor que yo creía que sería eterno, ese que no mostraba dudas, como la última vez que nos vimos, ese recuerdo me devolvió a mi realidad, elimine el contacto de nuestras miradas.

-¡No!...- protesto tomando mi rostro entre sus manos y poniéndolo a su altura- No te vayas, amor- deposito un beso en mis cabellos y volvió a mirarme- Te voy a recuperar, tú vas a estar bien, yo te voy a proteger- dijo aquello seguramente notando lo que yo sabía, volvía a ser lo mismo de ahora- Descansa, mi cielo, todo irá bien te lo prometo…

Después de ese momento me hizo prometerle que le llamaría siempre que me sintiera así y yo no lo dudaba, siempre subía el teléfono de casa y le llamaba a el suyo y hablábamos por horas, una vez me quede dormida y al despertar note el teléfono en mi oído, me desperece, lance un suspiro y él se despertó, escuche claramente, su voz al otro lado de la línea.

-¡Buenos Días Mi Cielo!- dijo, reí como tonta al escucharlo.

-¿Nos quedamos dormidos en la línea?- pregunte un poco entusiasmada y aturdida, el rio y solo contesto.

-No… de hecho tú te quedaste dormida, y yo no colgué… dormí muy bien no se tu…- su voz se escuchaba entusiasmada y feliz, por algún dato que me hubiese perdido en el camino.

-Yo… si dormí…- conteste confundida a lo que él respondió.

-Te amo, mi cielo nos vemos en unas horas- corto la comunicación y yo me quede ida pensando que era lo que me había perdido, algo debió ser para escucharlo así, solo esperaba no haber hablado en sueños, eso sería lo único que me resultaría vergonzoso e incómodo para mí.

Me hice el esperado cambio de look, él estuvo conmigo todo el día, sabía que en la tarde tendría que ver a Paul y por horrible que pareciera de mi parte, deseaba estar con Edward y no verle, al poco rato, Paul me llamo diciendo que no me vería sino hasta mañana, pase todo el día con Edward, me enseño la casa en la cual vivía, me comento que Alice vivía con él y que Jasper también, aunque este también pasaba noches en casa con Louis, así que de planta no estaba, ese día lo disfrute enormemente, por supuesto él tuvo razón el libro lo termine de leer con él, era simplemente apasionante, escucharlo leer para mí, interactuábamos leyendo el libro los dos juntos, me encontraba recostada en su torso para que pudiéramos leer juntos, mientras yo sostenía el libro para ambos, pero las horas pasaron volando y él tenía que llevarme a casa, nos costó trabajo a los dos volver a la realidad, cuando llegamos a la puerta de mi casa, deposito un beso en mi frente cargado de devoción y ternura, mientras musitaba…

-Dios eres lo más increíble que le ha pasado a mi vida… me haces feliz con tan solo estar contigo- me miró fijamente a los ojos atrapándome con su mirada- Eres muy hermosa, no lo dudes, por dentro y por fuera, aunque debo reconocer que lo mejor de ti está en tu interior…- se despidió de mí y lo vi partir sin darme tiempo a decir nada.

Al día siguiente, por el medio día llego Paul, en cuanto me vio, puso una cara de desagrado…

-Y esto que significa…- señalo mi aspecto, la sonrisa con la cual lo había recibido se desvaneció.

-Me quería sentir bonita…- conteste y él se rio.

-Te querías sentir bonita o es más bien que viste a Jacob y decidiste sentirte la niña rica de antes…- me quede estupefacta, pues la idea en si consistía en verme bonita para él, me sentí fatal, pero admirablemente no le dije nada-si claro ya vámonos…- ese día salimos a su casa, su familia me vio y me dijo que bonita te vez me reí a medias, su hermana Kate no se encontraba así que pase las horas un poco tensa deseando irme, al llegar a mi casa él se dedicó a quejarse y a decirme que simplemente no le agradaba como me veía, me hizo sentir fatal, se despidió y se fue como si nada.

El próximo fin de semana paso lo siguiente… Había una película que quería ver, Edward quería verla conmigo y yo había accedido pues sabía que el viernes no tendría que ver a Paul, pero ese día Renée tuvo un pequeño accidente y no pudimos salir, el compro las entradas y solo las cambio para  el día siguiente y me las ofreció, pensé en Kate la hermana de Paul, para no desperdiciar el otro boleto que sería para Alice, este iba ser mi primer encuentro con ella, Edward aseguro que no habría problema, que lo que él deseaba era que lo disfrutara.

Acepte y hable con Kate y Paul, fui honesta ya que cuando entráramos a las salas VIP del cine Paul pondría el grito en el cielo, así que mejor ser honesta. Fue lo peor que pude haber hecho, llego con una cara de malestar y aburrición, llegamos por separado, ya que yo estuve con Edward y le dije a Paul que lo vería en el cine, pues había salido, otro punto que lo enfureció aún más.

Para mi sorpresa cuando llegue, y los vi a lo lejos, salude contenta ya que mi día había empezado muy bien, y todo gracias a Edward, pues me había hecho reír más de lo que imagine. En cuanto Kate me vio, me sentí un poco rara a lo que pregunte…

-Tan mal me veo- ella sonrió divertida, y solo contesto.

-Pareces de esas niñas fresas sangronas y antipáticas…- caray pensé “esta familia tiene problemas con esa gente”, me defendí.

-Sí pero yo no soy así, lo sabes…- ella asintió y sonrió.

-Lo se… pero así te vez… te vez bonita… no me lo tomes a mal.

Acepte la situación y no le di importancia pues Kate, era así sincera y directa, sabía que me decía las cosas tal cual y no era ofensiva, pero la situación se puso peor, Paul se comportó de una manera detestable, nos hizo el tiempo imposible y digo nos hizo pues Kate también tuvo que soportarlo, como siempre me sentí fatal, pues era algo que me gustaba y no tuve oportunidad de disfrutarlo. Me sentí frustrada, molesta y demás, todo porque si la situación era al revés yo no hubiera hecho lo mismo con Paul, por lo regular solía complacer sus gustos y disfrutarlos, pero de mí siempre había algo que le molestaba, no le gustaba o le aburría.

Discutimos como ya era costumbre, me reprocho lo de siempre, y yo simplemente me desconecte, lo deje decirme todo lo que ya sabía… que si le mentía, que si me importaban más mis amigos, que no me importaba el, que no lo quería, que yo le estaba haciendo daño… y todo era, Bella esto o lo otro, pero siempre era Bella la mala y la culpable de todo lo que ocurría, en ese momento lo vi… y me dije si tú eres el problema Bella ¿Qué carajos hace contigo? ¿para que se tortura? Según él y yo habíamos hablado y quedamos en intentarlo y salvar la relación… pero así no le veía avance.

Ya estaba tan cansada de todo y de todos, era asfixiante ver gente a mi alrededor, más que nada me atemorizaba en sobre manera, por qué ¿quién me diría que esto sería para siempre? ¿Quién me podía decir que el regreso de estas personas, se volvería nuevamente mi alegría? Yo estaba segura que mi rayito de felicidad se había extinguido hace mucho tiempo atrás, se dice que todos traemos nuestro propio rayo de felicidad y yo la verdad me lo había consumido rápidamente. Gire mi vista y encontré su recuerdo, un escalofrío recorrió mi cuerpo, si me dieran a elegir que desearía recuperar de todo aquello, sabría que responder y a quien elegir… En efecto no sería Edward, ni tampoco mis amigos, lo elegiría a él, pues tenerlo significaba amor y protección, que se muy bien jamás me faltaría y a decir verdad me bastaría.

-¡Cuánto te extraño!- murmure viendo su foto a lo lejos-Estoy tan cansada…- replique una lagrima descendió por mi mejilla- Seria genial si volvieras, para amarme sin pedirme nada más, me encantaría tenerte aquí , porque si tu estuvieras quizá no estaría asi- me sentí mal, él no tenía la culpa de los sentimientos que yo contenía en mi ser- Lo siento abuelo…- deje de mirar hacia el- Creo que es bueno que no puedas verme…- limpie la lagrima que descendió por mi rostro.

-¡Bella!- grito Renée, pero yo estaba tendida en mi cama sin moverme ni responder- Mi vida…- dijo acostándose a un lado mío, pasando sus manos por mi cabello, pero no sentía fluir ningún sentimiento bueno de mi parte, estaba tan llena de odio y rabia- ¡Qué bonita se ve mi niña!- dijo como si lo cantara, en un débil susurro, como si fuese una canción de cuna, cerré mis ojos con tal de que no viera mi tristeza y sufriera- Hablo tu tía Caroline, nos invitan a una comida en su rancho…- abrí los ojos y los dirigí al sol que se colaba por mi ventana- ¿Por qué no vienes con nosotros?- sugirió- Ya sabes, aire fresco, paz y tranquilidad, lejos de todo esto que tanto te duele mi pequeña- rodé de lado y quede frente a ella, la mire y asentí aceptando su propuesta- Bien… salimos en un rato más…- volví a asentir, el teléfono sonó y supuse que era Paul, no me equivoque pues mi madre le hizo una seña a Phil.

-Paul, mira salió algo de improviso con la familia y debemos ir…- Phil espero en la línea- Asi es Bella se va con nosotros…- volvió a callar seguramente había pedido hablar conmigo porque Phil agrego- te comunico a Renée.

-Paul…- le di la espalda a mi madre y me hice un ovillo- Bella no está, la mande con mi madre y dejo su teléfono aquí- mi madre paso su mano por mi cabello nuevamente y yo me retire de su contacto, me levante y tome varias cosas para cambiarme y arreglarme, hui de lo que me atemorizaba, creo que era algo que ya me salía más que natural.

Cuando llegamos al lugar simplemente baje del auto, Riley y mi tía Caroline nos recibieron me abrazaron y dijeron mil cosas de las cuales no preste atención alguna, me disculpe y me aparte de ellos, camine al campo abierto y escuche a Renée decirme algo como: “No te alejes demasiado”. Asentí sin darle la cara y continúe, a lo lejos pude ver como los trabajadores estaban con un caballo, me absorbí en ese hecho, ya que como de costumbre, mi persona me abrumaba, me dirigí al punto y logre apreciar los hechos, ellos no trabajaban con el animal, trataban de domarlo, pero no se dejaba, vi como lo castigaban con el fuete y lo lazaban entre tres personas para contenerlo, ese simple hecho me indigno y me lleno de cólera, ¿Por qué no simplemente lo dejaban en paz? ¿A caso siempre debía ser asi? Ceder y más ceder, renunciar a la libertad era parte del contrato que veníamos a cumplir en esta vida…

-¡Deténgase!- exclame interponiéndome entre el fuete y el animal, el golpe cayo debajo de mi hombro, con tal rudeza que me quemo por completo, la chamarra que portaba era gruesa y eso quizá había amortiguado el golpe- ¡No siga!

-Aun lado estúpida…- dijo aventándome aquel hombre- No lo suelten, ¡Maldito animal, me las pagaras!- sin pensarlo mucho nuevamente me interpuse, esta vez el golpe cayo, en mi hombro y llego a tocar al caballo- ¡Pero que estúpida!- volvió a replicar aquel hombre.

-¡Pero que rayos haces Landon!- dijo otro hombre a lo lejos, yo me encontraba en el suelo.

-Es esta entrometida que se ha hecho la samaritana- el hombre intento ponerme una mano encima, pero el caballo se levantó y relincho, instintivamente me hice un ovillo, pude recordar esa vez que “Tornado” el caballo que mi abuelo había comprado, hacia lo mismo, pero esta vez yo estaba sola y nadie estaba para protegerme, pude escuchar la voz de mi abuelo gritarme:

“¡Isabella, cúbrete”- protegí mi cabeza y mi cuerpo lo mantuve hecho un ovillo, mientras que el caballo relinchaba y se levantaba en dos patas, abruptamente me deje ir por el sonido de su voz no deseando escuchar nada más en mi vida, solo la voz del ser que más me amo en la vida.

JASPER POV.

No tenía muchas ganas de ir a la reunión familiar, lógicamente el salirme de casa e irme a vivir con los Cullen había creado una fisura en la relación entre Louis y yo, el me había dicho que no lo había perdonado, pero la situación era otra, yo estaba más que convencido de mis actos, además que estaba buscando mis propias respuestas.

-¡Vaya!- dijo Louis al verme- pero si nos hace el honor de venir.

-¡Déjalo en paz Louis!- reprendió mi abuela, mientras la saludaba- ¿Cómo estas hijo?

-Bien…- replique, tranquilo- Bella…- ella me dio una sonrisa y señalo hacia el campo.

-Llego tan sociable como siempre- dijo sarcástico Riley- Vamos, te llevo a donde esta- caminamos por unos minutos- ¿Qué opinas? ¿Cómo vez el lugar?- dijo señalando todo.

-Luce estupendo…- los gritos de un hombre llamo mi atención- ¿Qué pasa?

-¡Oh, eso! Nos llegó un caballo salvaje lo estamos domando y eso hermano- rodé los ojos incrédulo pues el no hacía nada, afoque mi vista y pude notarlo.

-¡Bella!- exclame al ver como ella se interponía cuando aquel hombre le pegaba al animal- ¡Maldito infeliz!- corrí a su encuentro ¿Qué le pasaba?, sin pensarlo mucho salte el corral, y simplemente le detuve la mano con fuerza y lo golpee con toda la furia que sentí- ¡Imbécil! ¡Es mi hermana!- brame sin dejarlo de golpear, el caballo volvió a relinchar.

-Bella…- dijo Riley angustiado, levante la vista mientras que los demás hombres, me contenían.

-¡Lácenlo!- escuche el grito de otro hombre- ¡Señorita, no se mueva!- apremio, intento alcanzarla pero el caballo no lo dejo acercarse, distinguí la actitud del caballo, él no la atacaba, la protegía, no permitía que nadie se le acercara.

-Isabella…- le llame pero ella tenía la vista perdida, veía lo mismo que yo, rápidamente me impulse hacia atrás con cuidado y rodee al animal, cuando estuve a una distancia razonable comencé a jalarla del brazo, ella se quejó pero tenía la vista fija en el caballo, firmemente la mantuve abrazada a mi cuerpo- ¿Estas bien?- pregunte y ella asintió.

-Suéltenlo- pidió, el hombre la miro incrédulo- ¡Hágalo!- exigió con voz firme- Yo me hago responsable, le diré a mi tía que fue idea mía- todos la miraron boquiabiertos, pero el hombre asintió, nos levante y pase mis manos por su rostro lleno de tierra.

-Hagan lo que dice…- bramo molesto- Salgan del corral…- el caballo galopo alrededor del lugar aun con las sogas en su cuello- ¿Es usted la señorita Isabella?- asintió en respuesta- Debería salir de aquí, este animal es salvaje.

-Lo hare en cuanto le quite las sogas- respondió alejándose de mí y yo la retuve- No me hará nada…- replico molesta, el hombre salió del lugar dejándonos en el centro del corral, poco a poco el caballo aminoro su galope y se tranquilizaba, lentamente se acercó a el- No te hare nada…- dijo mostrando sus manos en alto, el retrocedió, extendió su mano y el volvió a relinchar e intento pararse.

-¡Bella!- conocí el grito de Riley- ¡Aléjate de ese animal!- trate de acercarme pero el caballo se alteró.

-Isabella… sal del maldito corral ahora- brame molesto, mi voz se teñía con el pánico- ¡No hagas estupideces!- le reprendí, recordando el pasado.

-¡No te acerques!- dijo al acercarme- No me hará nada, estoy segura- el caballo sacudió su cabeza intentando zafarse de la soga, lo dejo calmarse y camino unos pasos.

-Por favor… sal de ahí- suplique- recuerda que no está el abuelo.

-Eso ya lo sé…- murmuro sin darme la cara, volvió a caminar hacia el caballo, en una esquina encontró una manzana, sin pensarlo mucho la tomo en sus manos y la partió por la mitad, estiro la mano ofreciéndosela, el caballo noto el detalle y la dejo acercarse, la vi cerrar los ojos, permaneció inmóvil esperando ganarse su confianza, lentamente y sin tocarle mucho el caballo agarro la manzana- Jasper…- me llamo note la situación.

-¿Dónde está la comida Riley?- pregunte, mientras que ella seguía igual- Bella, te voy acercar lo más que pueda la comida, solo dásela y sal de ahí- no asintió, supuse que no lo haría, bufe.

Lo dejo comer, poco a poco se tranquilizó más, mientras que yo me tensaba cada vez más, hacía mucho calor, asi que la vi  quitarse la chamarra, no recordé los golpes hasta que Riley yo los notamos, inconforme dirigí una mirada a ese tipo.

-Bella, debemos curarte eso- me acerque sin importarme nada, le tome el brazo con cuidado, estaba tan preocupado que no note como el caballo estaba cerca de ella, ambos reaccionamos, pues el animal toco con su cabeza su otro brazo.

-Estoy bien…- replico con una sonrisa- No pasó nada…- el caballo sacudió la cabeza.

-Yo estoy de acuerdo con el…- ella rodo los ojos- Vamos déjalo ya.

-Lo hare solo quiero…- levanto las manos y el caballo dio un paso atrás- No pretendo hacerte nada, solo quiero quitarte esto…- cuando tomo una de las sogas el caballo se alteró- ¡Shh! Tranquilo…- levanto las manos e intento tocarlo, nadie movió un musculo, todos estaban al pendiente de las acciones de Bella, cuando lo logro quito las sogas y sonrió alegremente- Bien, listo…- se dio media vuelta y me encaro- ahora si vámonos- comenzamos a caminar para salir de ahí, pero el caballo la siguió.

-Parece que tienes un nuevo amigo- afirme al verlo seguirnos.

-Eso parece- dijo Riley tendiéndole una mano para que pudiese salir- Debemos venderlo, es una lástima no poder conservarlo.

-Me encantaría tenerte…- murmuro Bella triste- Pero no puedo…- las cosas en la hacienda últimamente no marchaban nada bien.

Nadie dijo nada más, nos encaminamos a la casa, cuando notaron lo que paso con Bella las cosas no fueron agradables para el hombre que le había pegado, terminaron despidiéndolo, después de un largo fin de semana todos regresamos a nuestra “Normalidad”. Obviamente le comente lo sucedido a Edward pues sabía que Bella no le diría nada.

-Asi que Riley busca comprador…- dijo Edward pensativo, asentí- ¿Tienes como localizarlo?

-Dime que no vas hacer lo que estoy pensando, Bella no querrá- el simplemente se encogió de hombros.

-Solo dame el numero…- busque entre mis contactos y solo marque, al quinto timbrazo me contesto, le explique que había conseguido un comprador para el caballo, me pidió hablar con él y le comunique a Edward.

-Hola Riley…- dijo Edward y guardo silencio unos instantes- No sé de qué me hablas, yo solo estoy interesado…- volvió a callar.

-¡Hola!...- Alice llego y me dio un beso en la mejilla yo asentí- ¿Con quién habla, que esta tan serio?

-Con Riley…- conteste y ella esquivo mi mirada- tranquila él no sabe de ti- nuevamente apareció su sonrisa- ¿Cómo te fue con Esme y lo de tu escuela?

-Fatal, no hay una oportunidad alguna, no te dejan practicar solo es la escuela y no más…- se encogió de hombros y se sentó a un lado mío en el sofá- yo necesito trabajar y estudiar.

-Tranquila algo encontraras- afirme y ella asintió- que tontos fueron al no aceptarte- dije, ella me saco la lengua infantilmente- Es que realmente eres maravillosa.

-Pues eso díselo a ellos- sonrió feliz, pero era verdad ella era eso y más.

-Me acompañan…- pidió Edward y ambos lo miramos confundidos- Riley me va a mostrar el caballo, accedió a vendérmelo, pero aun piensa  que es por Bella.

-¿Y no es asi?- respingue- Edward no deberías hacer esto…

-¿Y en donde lo vamos a meter?- soltó Alice con una sonrisa- No esperaras que duerma afuera verdad- el rodo los ojos- Ya relájate, vayan a verlo, yo no tengo ganas de salir…- deposito un beso en su mejilla y salió de la sala.

-Pues vamos…- salimos y Edward comenzó a conducir- Alice a un se resiste.

-Sí, lo se…-contesto el- Riley no quería venderme el caballo- yo me reí, supuse porque no quería- Me dijo que para que hacia eso, si bien podía solo acercarme a Bella.

-Opino lo mismo, esto es más que innecesario, conoces a Bella y esto es demasiado.

-Jasper han pasado ya varios días desde que nos vimos, después de que cambio su aspecto, ella simplemente no me deja verla…- acelero más y el auto respondió- No lo sé, hay algo que no me gusta de todo esto… y tampoco quiero obligarla a que me vea.

-Te entiendo yo la vi…- miraba por la ventana, nuestro alrededor parecía desdibujarse – Volvió a ser la misma de antes que te viera, sea vuelto a retraer, y simplemente nos rechaza a todos, este fin de semana que pasamos en el rancho de mi tía Caroline, se alejaba, puedo afirmar que tenía más afinidad con el caballo que conmigo o cualquiera.

-No me gusta esto Jasper, pero no sé cómo mas acercarme, por teléfono la escucho responderme, pero…- golpeo el volante frustrado- Sé que algo le paso…- yo  asentí, después de un rato llegamos al lugar, Riley nos recibió.

-Bien, sin más preámbulos acompáñenme- lo seguimos hasta las caballerizas- Aquí lo tienes- dijo señalando la puerta donde se encontraba, el caballo relincho y se inquietó, me acerque con paso seguro y simplemente tome las riendas.- Mejor nos hacemos a un lado Edward- él lo miro serio- a este caballo no le gusta nadie más que no sea Bella y solo se deja agarrar por Jasper ya que él estuvo con Bella este tiempo.

-No pasa nada…- me acerque al animal- Solo te sacare de aquí, quieren verte- el caballo con desconfianza camino a mi lado- Genial, yo también te tengo miedo- me reí, lo lleve al corral y solo lo solté y cerré, me dirigí con Riley y Edward- ¿Qué te parece?- uno de los trabajadores trato de acercarse al caballo y este simplemente se levantó en dos patas.

-Entiendo lo que Riley me comenta…- señalo la acción- Ahora me atemoriza dejar a Bella con él.

-¡Qué va!- contesto Riley con una sonrisa- Ese animal la ama, sabe lo que ella hizo por él, nadie en sus cinco sentidos se interpone entre un fuete y un caballo salvaje y recibe golpes solo por gusto.

-Eso es cierto después de que ella hizo eso, simplemente la ve y no le hace nada.

-Entonces estoy en lo cierto y el caballo es para Bella…- dijo Riley seguro- En fin no diré nada ustedes saben.

Nos dirigimos a la casa y Riley le entrego unos papeles y le dio la cuenta para hacer el deposito, y le pidió le avisara cuando podía mandárselo y a donde, al salir de ahí nos dirigimos al club hípico, donde Carlisle llegaba ir a montar y pedimos un espacio para el caballo, aceptaron felices pues Carlisle constantemente mandaba a gente al lugar para que fuesen a rehabilitación. Edward hizo especificaciones precisas sobre el caballo y pidió que una persona especializada lo atendiera, después dio indicaciones de cuantas personas podrían tener contacto con el caballo, y afirmo que mi hermana vendría a verlo y a ella se le daría paso libre, pago y salimos de ahí. Todo estaba listo ahora solo nos correspondería ver que sucedía.