DESPUES DE MUCHO TIEMPO DE TENERLAS SIN CAPITULO AQUI LO TIENEN Y DISCULPEN LA TARDANZA PERO TODO SE COMPLICO, GRACIAS POR SU ESPERA Y APOYO.
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ROSALIE POV.
El haber hecho aquello me dolía profundamente, pero yo no podía permitirme retroceder o solo permitirle estar asi conmigo. Yo merecía que me amara, y no podía permitirme menos. Yo no debía ser su pañuelo de lágrimas o su amiga con derechos.
-Señorita, segura que se encuentra bien…- dijo el taxista viéndome por el retrovisor, yo asentí- Si asi lo desea podemos regresar y usted puede arreglar las cosas con su novio.
-No…- solté con voz estrangulada y mis lágrimas salían sin parar- él no es mi novio.
-Pues eso no fue lo que pareció- agrego- Se podía ver desde lejos, que usted le importa, simplemente el pararse al frente del auto es peligroso.
-No… él no me quiere, al menos no como yo deseo…- replique viendo por la ventana, odiando la situación.
-A veces el amor es ciego- sonrió negando- Todos somos muy ciegos.
Nadie dijo nada después de esto, el siguió conduciendo, en la radio se tocaba una canción que mostraba lo que yo sentía en estos momentos. Sonreí amargamente, de la nada una luz cegadora me llamo la atención cuando voltee la luz de un camión aproximándose a nosotros me impacto, venia corriendo a exceso de velocidad, pero no entendía nada, se suponía que era nuestro turno para circular.
El grito que salió a continuación de mi boca fue desgarrador, oí el ensordecedor ruido del choque y sentí un tremendo sacudimiento. Volaron fierros y pedazos de vidrio por todas partes, sentía que mi cuerpo se volteaba al revés y escuché mi propio grito de dolor, al sentir como los vidrios cortaban mi piel, el golpe que había impactado en mi pecho hace unos momentos no me permitía adquirir el aire con facilidad, estaba aturdida y eso comenzó hacer que olvidara el dolor.
Cuando reaccione, pude ver las llantas del vehículo con el cual colisionamos, un líquido caliente y húmedo me recorrió el rostro y esto no me permitía ver, lo retire con mis dedos de mi rostro a pesar de la oscuridad no podía ver más allá.
Intente gatear y salir por la ventana ya que me encontraba recostada en lo que era el techo del auto, pero cuando lo intente, sentí lo más extraño del mundo, mi pierna derecha parecía estar desconectada de mi cuerpo.
-¡Por favor! – suplique, al percibir este hecho- ¡Esto no está pasando!- trate de tomar aire lo más que pude para relajarme- Rosalie… Despierta, despierta…- cerré los ojos con fuerza y deje caer mi cabeza, espere asi unos minutos y después me anime a abrirlos de nuevo, pero la imagen era la misma- ¡No!- dije llorando, esto era realidad, en ese instante me abrumo la idea de que no sentía mi pierna y yo no podía luchar con esa idea-¡Ten valor!- me reprendí, guie mi mano hacia mi pierna, pero el dolor que surgió al hacer este movimiento, me hizo soltar un grito de agonía, pronto logre sentir mi pierna y esto me hizo suspirar de alivio.
Estaba en el mismo sitio sin moverme, ya que estaba demasiado exhausta o al menos no tenía fuerzas de nada, el líquido que hace unos momentos me había caído por el rostro lo reconocí como mi sangre, empezaba a formarse un charco en el lugar que me encontraba, aquello me dejo en shock, ¿pero que nadie notaba el accidente?, ¿por qué nadie venía a ayudarme?
La desesperación me embargo formándome un nudo en el estómago, la realidad me golpeo profundamente y el pensamiento que me embargo fue:
“Esto es lo último, si asi es por favor Dios mío has que termine rápido”- la pérdida de sangre se estaba llevando mi conciencia y agradecí este hecho, los ojos se me cerraban y no puse oposición alguna.
Una sombra se acercó a mí, sentí temor, con un último esfuerzo, alce la mano instintivamente para protegerme, mis ojos me pesaron a un más y los cerré de golpe. Pronto me sentí flotar, pero aquello me trajo dolor, un dolor desquiciante, quise abrir mis ojos pero no podía, mi boca parecía estar dormida o simplemente no respondía a mis ímpetus por chirriar de dolor, al fondo escuchaba varios tecnicismos médicos, que me estaban aturdiendo, quería pedirles que dejaran de tocarme aquello era un infierno.
Escuchaba todo, la sirena de la ambulancia, las voces de los paramédicos, y los aparatos, volvían a moverme, y eso volvió a provocarme dolor, ¿Pero por qué carajos no podía gritar, o abrir los ojos?
-¿Qué tenemos?- una voz masculina que parecía ser conocida, me reconforto, mientras el paramédico seguía vociferando sus estúpidos tecnicismos.
-Mujer joven sufrió un accidente automovilístico, el conductor pereció en el momento del impacto, la paciente presenta…- deje de escucharlo no podía con eso.
-¡Rosalie! ¡No te preocupes vas a estar bien!- exclamo la misma voz masculina, sentí sus manos en mi muñeca, pronto lo reconocí, era Sam, de alguna forma este hecho me dejo ir en confianza y perdí la conciencia en su totalidad.
EDWARD POV.
El pasar de los días se hizo presente, por lo menos ahora estaba cerca de Bella, seguía viendo cada una de sus acciones y su nueva personalidad, nada se modificaba parecía ser que ella no estaba dispuesta a ello.
Cuando me miraba, parecía ver que ella pensaba que en algún momento podía desaparecer, estaba seguro que la forma y la cautela con la que me trataba eran de manera aferrada, lógicamente ella no cedía al tema de lo que nos pasó, lo evitaba, cambiaba el tema por completo, o simplemente respondía con una pregunta que nada tenía que ver con el tema.
-¿Cómo ha ido tu día?- pregunte justo cuando ella subió a mi auto.
-No lo sé…- giro su rostro y miro por la ventana- Mas tarde no podré estar contigo.
-¿Vienen por ti?- pregunte sin mencionar su maldito nombre, ella negó- Ya veo…- repuse sin creerle, seguramente ella no deseaba aun comentarme de ese, por no hacerme daño. Aferre el volante tratando de controlar mi ira, no soportaba saberlo cerca de ella, eso me desquiciaba.
-Tranquilo, todo va bien… - dijo ella colocando ligeramente sus dedos por mi dorso ofreciéndome una sutil caricia, la mire sin comprender- Se perfectamente que me abstraigo y no me doy cuenta de lo que pasa a mi alrededor, pero contigo es diferente…-nos miramos mutuamente, la intensidad de mi mirada la hizo rehuir, y solo agrego-¡Siempre es diferente!
-¿A qué te refieres con que es diferente?- pregunte para hacerle seguir.
-Contigo…- me miro y sonrió con tristeza y dulzura mezcladas- Puedo ignorar a todo el mundo, pero tu…- negó para sí, como si no le pareciese increíble, más bien le parecía absurdo- Tienes la capacidad de siempre tenerme ahí para ti, no puedo dejarte…- dijo mirándome fijamente y note el amor que siempre me ha pertenecido- esto que siento por ti… es más fuerte que yo- nuevamente giro su rostro y vio el camino- No hay nada más que me duela ahora que verte mal, simplemente no puedo manejar eso, no puedo…- una lagrima se asomó por sus ojos y se deslizo por su rostro, orille el auto y trate de consolarle pero ella no me lo permitió.
-No te hare daño- afirme al encontrarme con su resistencia, ella volteo y me miro confundida, asi que me explique- Siempre que trato de acercarme tu…- deje de mirarla, pues no sabía cómo sacar mi frustración sin que ella lo notara y se sintiera culpable- Me desquicia, no poder acercarme y consolarte, para mí esto …- aferre el volante con ambas manos- Bella sé que me equivoque y sé que te hice daño, pero…- volví a mirarla- Necesito, que me dejes estar contigo.
-Pero aquí estas…-replico frunciendo el ceño sin entender- Edward… si no te dejara estar conmigo, puedes estar seguro que no nos veríamos y llevamos ya seis días viéndonos, yo…
-Eso lo se…- ella iba a agregar algo mas pero no la deje- Me refiero a que no me dejas acceder a ti, es como si pusieras una muralla entre ambos y esta es infranqueable…- me miro con comprensión.
-Edward…- negó para si- Yo no puedo… - quería hablar pero ella no me lo permitió, sabía que ella no podía por ese tipo con el que estaba - Yo no puedo hacerle daño a nadie y mucho menos a ti, es por eso que yo no puedo…
-Bella no te estoy pidiendo nada que no sea sencillo, lo que te pido es que me dejes acercarme, que me dejes curar las heridas que infligí en tu corazón.
-Tu no debes hacer nada…- me miro triste- Yo…- la vi nerviosa buscando las palabras- Yo no puedo ofrecerle nada a nadie, ni ahora y creo que nunca- fije mi vista en ella tratando que ella me mirara- Yo no puedo… yo no… no puedo ofrecerle ninguna clase de amor a nadie.
-Estas equivocada…-repuse y ella me miro impactada e incrédula- Lo vi hace unos instantes en tus ojos, si como dices no puedes amar a nadie, no hubieses dicho que no puedes dejarme.
-Es por que no deseo hacerte daño, pero parece que ahora te lo estoy haciendo…- rápidamente y sin vacilar se quitó el cinturón de seguridad y bajo del auto- ¡Lo siento!
-¡Bella!- le grite, y sali tras ella, este día no pintaba para nada bien, me recrimine por no quedarme callado, eche a correr y la detuve- No te voy a dejar ir, no te voy a dejar sola, te lo prometí.
-Yo no puedo seguir haciéndote daño, ni tampoco atarte a mí, es mejor que te marches.- dijo levantando las manos intentando alejarme, pero no la deje, la acerque a mí y deslice una mano por su rostro.
-No lo hare- afirme devolviéndole la mirada- No puedo dejarte, entiende que estoy aquí por ti, porque para mí eres más que importante, yo se tu…
-Edward… la persona que tu una vez conociste ya no existe- me miro triste y segura- Solo por favor… debes irte.
-Bella por favor…-suplique, ella lloraba, en ese momento lo note la lluvia caía sin parar y ambos estábamos empapados, en todo el proceso había ignorado ese hecho, de alguna forma no me importo mucho pues me vi atrapado por su boca, deseaba besarla, deseaba hacerle sentir que aquello que decía era un error, pero no podía, algo me frenaba, y eso era que ella huiría si yo hacía aquello.
-¿Por qué haces esto?- cuando dijo esto, pude notarlo, y me decidí por ser sincero.
-Sigues esperando a que te abandone – afirme y el temor cruzo por sus ojos- Las barreras son por qué piensas que me iré- acerté pues ella evito mi mirada- Bella…- le llame pero ella no me miro- Mírame y dime si te miento- la solté no quería obligarla a que estuviera conmigo, ella debía estarlo porque lo quisiera- Nadie me conoce mejor que tú, asi que lo pondremos asi…- ella levanto la mirada- Si tu vez que lo que te digo es mentira, simplemente no me opondré, si no quieres estar conmigo está bien, pero si vez que no miento, solo te pido que lo intentes, no quiero nada más, quiero poder consolarte, asi que…- me aleje dos pasos de ella- dime que es lo que vez.
-Tengo miedo… tengo miedo de volver a destruir lo que tengo a mi alrededor, yo ya no puedo dañar a nadie- se abrazó a si misma- El que alguien se acerque a mí es como una invitación al dolor, que yo no puedo permitir… yo no puedo, ni quiero eso para nadie, mucho menos para ti.
-Estas evadiendo la pregunta- le reproche- dime que vez en mí, para ti.
-Lo veo, lo veo a cada minuto y me mata no poder corresponderte.
-¡Perfecto!- de un impulso me acerque a ella y la tome en mis brazos- Escúchame bien, te lo diré tantas veces lo necesites, y quiero que sepas que no me cansare de hacerlo… TE AMO- ella me miro triste- y no me importa nada que no seas tú, no te voy a dejar, olvídate de pedirme que me vaya, podrás escapar las veces que desees, pero iré por ti mil veces si asi lo necesitas, voy hacer que confíes en mí, voy hacer que no dudes ni un segundo de que te dejare.
-Edward… yo- puse un dedo en su boca para callar su alegato.
-No te voy a negar que lo que nos pasó me lleno de dolor y me volviste loco de furia, quise odiarte, pero no pude, trate de olvidarte y no lo logre…- ya lo había dicho, la pregunta pugnaba por salir y por más que trate de que no saliera, no pude más- ¿Por qué lo hiciste? ¿Por qué no me dijiste las cosas?, necesito saberlo, necesito escuchar las razones que te orillaron a hacer esto.
-Nunca me pareció posible que tú me amaras de esa manera- dijo sin moverse ni un centímetro- Después fueron saliendo todas esas situaciones, que no quise creer, hasta ese día…- sus ojos se nublaron, ella parecía recordar aquello- Te necesitaba… cuando por fin creí que te localizaría, hable con ella, más bien Alice lo hizo, porque yo no podía articular palabra alguna, escuchamos como ella te decía lo especial que eras, después nos dijo que era tu novia…- sonrió amargamente evitando mi mirada y continuo con su relato- Me sentí morir, llore toda la noche y al día siguiente solo me decidí a aceptar las cosas, si era verdad que tú estabas con ella debía aceptarlo, yo te amaba y lo único que quería era que fueras feliz- se encogió de hombros- Emmet, Jacob , Rosalie y Alice estuvieron ahí para mí, pero todo me ahogaba, trataba de hacer que no se me notara, la presión de la situación creció y tu jamás apareciste.
-A mí me decían que todo estaba bien, hable con mi madre y con Louis y nos decían que tu ausencia se debía por…- no podía decir la palabra y ella pareció entender.
-Cada vez que salía algo nuevo, se confirmaban aún más las cosas… Te casabas ¿Que se suponía que debía hacer con eso?- me miro dolida.
-Todo… debiste esperar, buscarme o simplemente decirme las cosas cuando hable contigo.
-Las cosas se ven sumamente fáciles cuando no estás en el centro de las ellas, te llame y te busque, pero tu novia…- se encogió de hombros- para que decir más, me enoje demasiado y solo deje las cosas por la paz, ya no tenía vida, el tema era el mismo y suplicaba ya no escucharlo. Louis llego un día y hablo conmigo- un escalofrió le recorrió el cuerpo- Se acercaba tu regreso, y él me dijo cosas que me hirieron aún más, me dijo que yo regresaría a tus pies si tú me decías unas cuantas palabras, en pocas y efímeras palabras me dijo que yo no podría resistirme, me dijo que probablemente no tendría dignidad. A decir verdad yo sabía que lo haría, pero aun asi le negué aquello, fue asi como surgió que él me dijera que si regresaba contigo él te perjudicaría, lo vi tan serio que creí que lo haría, pero yo no podía permitirlo, asi que tome mi decisión, pensando que podría protegerte.
-¿A costa de qué? ¿De nuestro amor?- nuevamente me embargo la furia, y me aleje de ella- Hubiera preferido perder su apoyo, que perderte a ti.
-Pero yo no podía aceptar eso, se lo mucho que amas esto, créeme se lo que te digo, se lo que es renunciar a ser lo que eres, lo que amas…- soltó aquello cuando yo estaba de espaldas- Te sientes, el ser más destruido del planeta, no puedes vivir renunciando a lo que eres, por nada y por nadie, si lo haces, lo difícil es encontrar el camino de regreso.
Sus palabras me dolieron y las lágrimas que acompañaban su rostro eran simplemente desgarradoras te dejaban sin aliento, intente acercarme pero ella me freno, poniendo una mano delante de ella.
-¡Mírame Edward!- exigió con voz estrangulada llena de un odio profundo- ¿Crees que yo permitiría aquello?- nos sostuvimos la mirada sin que alguno de los dos flaqueara- Habían más cosas, no solo sufríamos tu y yo, todo esto se volvió vital para mí, quien era yo para hacer esto y dañar a estas personas, no quería creer que lo que sentía por ti, llegaría acarrear tanto dolor.
-¿Dónde queda lo que mi madre te pidió?- ella soltó el aire de golpe impactada por mi pregunta- Cuando te dije que sabía todo, es porque asi es, mi madre fue la que me dijo todo, después hable con Louis.
-Si… todos tuvimos gran parte de culpa por lo que te hicimos, yo no puedo responder por nadie más que no sea yo- limpio sus lágrimas- Y lo de Esme…- ella mordió su labio conteniendo su propia molestia- Simplemente no sé qué decirte, yo no soy quien para juzgar a nadie.
-Lo de mi madre, te molesta…- afirme y esta vez ella evito mi mirada.
-Tal vez en su momento… ahora- negó con la cabeza- ya no se ni lo que pienso de aquello, todo ha sido una carga difícil de digerir, no solo ha sido ella, están Louis, mi propia madre y yo, los cuatro tuvimos e hicimos muchas cosas, que ahora sinceramente ya no me importan, para ser honesta, no me importa ya nada, desde hace mucho que estoy…- calló abruptamente, y yo la gire para que me diera la cara, el odio que había en sus ojos me desarmo- Edward, creo que he respondido a tus preguntas, y es momento de que te des cuenta de algo simple, la persona que una vez conociste en mí, murió hace mucho tiempo, y sinceramente no tengo planes de hacerle volver…- le iba decir que yo le ayudaría pero ella no me dejo, la dureza y frialdad con la que hablaba me dejo en shock- No, no quiero escucharte decir nada, por el momento no soy capaz de entablar una conversación de este tipo, créeme estoy haciendo un esfuerzo titánico, por tratar de responder tus dudas, pues sinceramente, si por mi fuera no estaría aquí parada hablando de esto, pero de alguna forma sabía que en algún momento tendría que responderte, y lo hago porque lo mereces.
Reanudo su paso y yo me quede ahí parado, sin poder sacar todo lo que sentía, rápidamente Arthur y Andrew se acercaron a mí.
-¿Se encuentra bien?- pregunto Arthur, yo negué- Andrew, sigue a Bella, y asegúrate de que ella este bien.
Andrew salió disparado en su dirección, mientras que yo no podía con todo aquello. Los sentimientos que me embargaban hacían de las suyas en mi persona, me acerque al auto y sin poderme controlar abrí la puerta decidido a marcharme, pero la furia me abrumaba asi que de un golpe fuerte y sólido la volví a cerrar, patee un neumático con furia.
-Joven debe controlarse- dijo Arthur con gesto severo.
-¿Cómo puede cambiar alguien tanto?- le dije furioso- ¿Cómo no puede ver lo que le ofrezco?
-¿Cómo puedes juzgarla después de todo lo que ha pasado?- respondió Arthur- Debes centrarte y pensar que es lo que tú quieres en realidad, no le pidas a ella que decida por ti, Bella no puede darle a nadie nada, está destruida, ella necesita los cuidados y el amor que no tuvo.
-La quiero a ella- respondí con voz estrangulada- Quiero a la mujer que ame, aquella que estaba llena de dulzura y amor inagotables, aquella que tenía sueños y planes…
-Edward, esa persona, la Bella que tu describes, no murió, solamente se encuentra sigilosamente oculta…-lo mire incrédulo- Se lo que te digo, yo pude verla, solo que está muy herida, si yo fuese ella también me ocultaría, Bella esta aterrada, después de tanto tiempo regresa a ella todo lo que perdió y todo lo que necesitaba antes, piénsalo, ¿tú no te sentirías inseguro?
Cuando me regreso la pregunta comencé a andar por el punto en el que ella se había ido, Arthur me detuvo.
-Veamos en donde esta…- tomo su celular y supuse le marcaba a Andrew- ¿Dónde están?- aguardo un momento- Bien, mantente cerca de ella, no la dejes hasta que esté segura en su oficina- me miro serio- El día de hoy, te mantendrás vigilando cada paso que dé, el auto te lo llevare donde siempre y yo me iré con Edward…- guardo silencio para lo que supuse serían más explicaciones- Si necesito que te asegures que llegue bien a casa, nos vemos entonces.
-¿Dónde está?- pregunte cuando corto la llamada.
-Ella tomo un taxi, Andrew la está siguiendo pero por lo que me comenta, ella va a su oficina- asentí y el me hizo una seña para que volviéramos a los autos- Deja que se calme, hoy ha sido seguramente un día pesado para Bella, Andrew estará al pendiente de ella.
-Pero es que ella, va a ver a ese…- la serie de epítetos que formulo mi cabeza en contra de ese infeliz no tenían fin.
-Andrew la cuidara, si pasa algo me informara, por ahora debemos movernos, yo me ocupare de ti, iremos a tu casa- asentí, los pies me pesaban no quería moverme pero quizás él tenía razón y yo debía darle un respiro.
Cuando llegamos a casa, mi madre al notar mi semblante, me dio una mirada triste y culpable, no podía soportar aquello no ahora, como una bofetada, las palabras de Bella se repitieron en mi cabeza: “¿Quién era yo para hacer esto y dañar a estas personas?”. De la habitación de Alice salía mi padre con semblante preocupado, ese hecho me hizo estremecer.
-¿Qué pasa?- dije al momento de verlos mal.
-¡Es mi culpa!- se recrimino mi madre llorando, mi padre le abrazo.
-Tranquila amor, lo que tiene Alice no es más que parte de una fuerte presión, es todo dejémosle descansar y tratemos de no darle más preocupaciones- contesto mi padre, levanto la mirada y solo agrego- Guarden la calma, no es nada que un buen descanso le quite, las alteraciones en la presión arterial solo necesitan descanso ella estará bien.
-¿Dónde estabas?- pregunto mi madre- Vienes empapado, deberías cambiarte.
Asentí sin decir nada más, fui a cambiarme y después fui con Alice, cuando la vi dormida en su cama me tumbe a su lado, la verdad que no tenía ganas de salir a ver a nadie, mi mente viajaba entorno a Bella, al poco rato Alice se removió y sentí su mano en mi cabeza.
-¡Hola extraño!- murmuro con una voz cansada, la mire con reproche y ella contesto- No me pongas esa cara, yo no soy Bella.
-Lo sé, ¿Por qué ambas no pueden cuidarse? A caso les gusta mantenerme intranquilo.
-No tengo nada- replico ella encogiéndose de hombros- Solo es…
-Mama estaba preocupada y llorando, y podría jurar que papa se hace el fuerte, pero no es asi, y si a esa ecuación me agregas a mí, estas frita.
-¿Cuánto tiempo llevas aquí?- pregunto ella, mire mi reloj y con las manos hice un gesto de 5 horas, ella sonrió- Tonto, no debiste, suelo ser muy aburrida dormida.-ella miro las partituras que tenía en mi regazo- ¿Estas componiendo?- asentí- Al menos no te aburriste.
-Para nada- repuse con una sonrisa- mira lo que te traje- le señale al frente- No puedes negar que soy original.
-Humm… ¡Uy claro!... Dvd’s, flores y fruta, muy original- dijo ella en burla.
Comió un poco, mama vino a darle el medicamento y los tres nos acomodamos en la cama para ver la película, cuando mi padre llego, volvió a checarla, después de un rato nos incito a dejarla descansar y nosotros hacer lo mismo, cuando sali vi que Andrew llegaba, no podía esperar más sin noticias de Bella, asi que me dirigí hacia él.
Mi celular vibro, en señal de un mensaje, lo tome en mis manos y lo encendí en la pantalla se leía el nombre de Bella, mi corazón latió desesperado.
“Siento mucho, lo que paso… Pero podrías entenderme, no quiero lastimarte. Edward te quiero, y mi mente trata de alejarte de lo que soy yo ahora.”
Ella había usado las palabras “Te quiero”, y con esa simple afirmación, yo no podía alejarme de ella, mucho menos ahora que ella me necesitaba. Comencé a teclear una respuesta, pero no pude continuar, mi teléfono sonó y pensé que quizá sería ella, pero el número no correspondía a nadie que yo conociera, conteste pero al otro lado de la línea no me dejaron articular palabra.
-Buenas Noches Cullen- solté el aire de golpe y al otro lado de la línea soltó un suspiro aburrido- No te preocupes, no han interferido tu línea- soltó riéndose divertido- Conseguí tu número del celular de Bella.
-No he dicho nada, es solo que me desconcertó escucharte- afirme extrañado por oírle.
-Seré breve, necesito verte, ¿Cuándo puedes?- pregunto directo y al grano.
-Pues… ¿Qué te parece el domingo?- respondí.
-Perfecto, nos vemos entonces el domingo Cullen, busca un lugar neutral y me avisas.
-Ok… Pero entonces ahora soy ¿Cullen?- solté divertido al escucharle.
-Digamos, que serás Edward de nuevo después de que hable contigo, claro siempre y cuando me convenza de tus intenciones, sino seguirás siendo Cullen.
-Es curioso que digas eso, pero te daré crédito, solo porque te debo una y grande Black.
-¿Qué hice ahora?- replico enfurruñado.
-¿Te parece poco, cuidar lo que más amo?- respondí sincero.
-¡Uy!… entonces ya me debes mucho más que una- soltó divertido- Una cosa más…
-¿Dime que necesitas?
-¿Dime que la testaruda te busco para disculparse?- guarde silencio sin saber que responder- Si, hoy vi a Bella, y por lo que me comento…- no lo deje terminar.
-Si lo hizo- respondí triste, al saber que el mensaje de Bella se debía gracias a Jacob.
-No te pongas mal, ella quería marcarte pero le aterraba que tú la evadieras, Bella no es la misma de antes, es por eso que deseo hablar contigo, quizá lo que yo sé de ella te ayude.
-Ok, nos vemos entonces…- corte la llamada y en eso Andrew y Arthur se acercaban a mí con una seña los hice seguirme a mi estudio.
-Bella, llego sana y salva a su casa ella salió para encontrarse con un amigo.
-Jacob…-respondí tranquilo, y ellos me miraron estupefactos- No importa lo demás, les agradezco que la hayan cuidado, descansen y de verdad gracias.
Sin más me dirigí a mi habitación, cuando entre recordé el mensaje que Bella me había mandado y le respondí.
“Llevo muchas noches mirando el cielo, y empecé a dar a cada estrella una razón por la que te quiero. ¿Sabes algo? Me faltaron estrellas… Lo sabes y te dije que te lo repetiría las veces que lo necesites, ¡Jamás te dejare! Descansa mi cielo y no te preocupes yo voy a estar ahí para ti”
La respuesta no se hizo esperar: “Te necesito tanto, perdóname”. Respondí nuevamente. “Ni lo menciones, porque empezare a disculparme yo también y esto será un cuento de nunca acabar, solo olvidemos lo que paso ¿quieres?” su respuesta llego minutos después “Gracias, descansa”
No paso mucho tiempo para que terminara lo que estaba componiendo, cuando termine, simplemente lo deje en mi mesa de noche, y me deje ir en la inconciencia. No sé cuánto tiempo llevaba dormido pero a lo lejos escuche la voz de mi padre, abrí los ojos abruptamente pues pensé que se trataba de Alice.
-¿Pasa algo con Alice?- solté aun dormido.
-No, tu hermana está bien…- fruncí el ceño sin entender- Acabo de recibir una llamada por una emergencia- esto fue lo que me hizo reaccionar y despertar aún más.
-¡Bella!- casi grite, me incorpore completamente, mi corazón dio un brinco de dolor y angustia.
-No, no se trata de Bella, tranquilo hijo…- el alma me volvió al cuerpo al escucharle decir eso- Sam es el que me busco, hubo un accidente y alguien que tú conoces está muy delicada…-volví a mirarle confundido- Se trata de Rosalie.
-¿Pero que le paso? ¿Qué hace, donde trabaja Sam?- solté aquello sin comprender.
-Aún no sé muy bien que paso, pero voy a viajar para allá, te vine a avisar pues supongo querrás ir a verla- asentí- Pues bien, apresúrate debo salir cuanto antes- cuando termino de decir esto, salió de mi recamara.
Tome mi chamarra, el celular y varias cosas más cuando sali de mi habitación marque a Jasper.
-¿Diga?- contesto este aun dormido.
-Jasper… necesito que estés despierto- afirme serio, y el soltó un ¡Aja!- Jasper es importante, hubo un accidente…- al decir esto, escuche como se caía de la cama.
-¿Quién es? ¿Qué paso?- soltó mas despierto-¡Dime que no es Alice!
-No, mi hermana está enferma pero no tiene nada que un buen descanso le reponga- Carlisle me miraba, mientras hablaba por teléfono.
-¿Cómo es que Alice está enferma?- respondió molesto- ¿Se puede saber por qué no me avisaste? ¿Quién carajos sufrió el accidente?
-No pude avisarte, pero ella estará bien…- conteste la primer pregunta y el solo bufo- y se trata de Rosalie, ella esta delicada, no sé por qué pero esta donde Sam, te aviso pues mi padre y yo salimos para allá en unos minutos.
-Ok, nos vemos en el aeropuerto, solo le aviso a Louis y nos vemos allá- corto la comunicación.
-¿Viene Jasper?- asentí- perfecto ya reserve los boletos- Esme estaba en medio de la sala con el maletín de mi padre en sus manos- Gracias amor- dijo papa depositando un beso en sus labios- No te preocupes, Alice estará bien y esperemos que Rosalie este igual, cualquier cosa que necesites no dudes en llamarnos, por ahora mantengamos el hermetismo con Alice, no quiero que sufra una recaída, si pregunta por nosotros…
-No te preocupes, yo le diré que saliste por una emergencia en el hospital y que Edward esta con Jasper trabajando- me miro con entendimiento- Mándale a Lilianne mis saludos y dile que estamos con ella- dijo mama- Cuídense mucho…- camino en mi dirección y deposito un beso en mi mejilla.
Salimos de casa a prisa, mi padre condujo rápidamente, cuando llegamos recogimos los pases de abordaje y después esperamos la llegada de Jasper, cuando este llego venía acompañado de Louis, mi padre y este se saludaron como siempre y comenzaron a platicar, mientras Jasper y yo nos manteníamos en silencio. A los pocos minutos anunciaron la salida de nuestro vuelo, este iba casi vacío, a lo mucho viajaban 15 personas, nos acomodamos en nuestros asientos y mi padre aprovecho para descansar. Llegamos cerca de las 5 de la mañana al hospital, y nos recibió un Sam muy exhausto que se dedicó a informarle los por menores del accidente mientras Jasper y yo escuchábamos atentos.
Rosalie se encontraba muy grave, no parecían dar muchas esperanzas y por esta razón el había acudido a mi padre y al doctor Gerandy, cuando llegamos al piso en el que se encontraba ella nos encontramos con su madre, que al ver a mi padre acudió agradecida.
-¡Carlisle! ¡Gracias a dios estas aquí!- dijo Lilianne, abrazándolo.
-Trata de mantener la calma, veré como esta Rosalie- diciendo esto, se soltó de ella y acudió con Sam a terapia intensiva.
-Muchachos…-dijo la madre de Rose abrazándonos hecha un mar de lágrimas- gracias por venir.
-No es nada, queremos a Rosalie y siempre estaremos para ella- respondió Jasper, en eso entraba Emmet, pero la prima de Rose lo detuvo en pleno ascensor, al notar esto yo me aparte de Jasper que aun hablaba con Lilianne y no habían notado su llegada.
-¡Deberías largarte!- le susurraba esta cuando llegue a donde se encontraban.
-¿Qué pasa?- replique frenando su pequeña discusión.
-Por tu amigo, es que mi prima está ahí adentro- me respondió ella mirándole con odio, los mire sin comprender- Anda, coméntale que fue lo que paso- dijo ella nuevamente atacando a Emmet mientras este bajaba la mirada.
-No es el momento de que se pongan a discutir, y tampoco es el lugar- respondí, parando la situación- Melissa podrías dejarnos solos- ella asintió.
-Te juro que no fue mi intensión, de haber sabido que pasaría esto yo no la hubiese dejado ir- dijo Emmet totalmente destruido, se le notaba la desesperación, el rostro desencajado y los ojos rojos correspondían a una imagen que yo conocía en su totalidad, era la misma que yo representaba por Bella.
-No entiendo cómo es que tu tengas que ver con lo que paso- el levanto la mirada.
-¿No se los ha dicho?- dijo el mirando a Melissa y yo negué- Encontré a Rose, en un club…- se le formo un nudo en la garganta, paso ambas manos por su cabeza y ahogo un grito- Discutimos… no debí dejarle ir, ella no estaría aquí si yo…
-¡Cálmate Emmet!- dije parando su andar impaciente- Aun asi, no debes culparte, lo que paso no es culpa tuya, Sam nos dijo que se debió a un conductor imprudente- quiso protestar pero no lo deje- Emmet, trata de ser objetivo…- el paso sus manos por su cabeza y se dejó caer en el suelo.
Después de unos minutos de estar con él en silencio se acercó la madre de Rose y lo saludo igual que siempre, pero la mirada de Melissa era más que contrariada, jamás pregunto a que se debía la hostilidad de ella. Al poco rato mi padre, el doctor Gerandy y Sam acudieron a nuestro encuentro.
-¿Cómo está mi hija?- pregunto Lilianne, los rostros de los tres eran muy serios.
-Lilianne…-comenzó mi padre en tono conciliador- Rosalie, está muy delicada, sufrió varios golpes por el impacto, tiene costillas rotas y también una pierna, los golpes en la cabeza nos tienen un poco preocupados pues aún no ha despertado y no podemos saber cómo es que ella se encuentra, por otro lado ella perdió mucha sangre, ya le hemos hecho transfusiones, pero no han sido suficientes además que su tipo de sangre no es tan común.
-Carlisle ¿Cuál es su tipo de sangre?- pregunto Jasper.
-Su tipo es O negativo…- dijo Sam, en los ojos de Jasper creció una esperanza y Lilianne lo noto.
-Asi es Jasper, necesito que tu dones sangre- respondió el doctor Gerandy y el asintió- Lilianne, alguien más de tu familia que tenga el mismo tipo de sangre, aparte de los que ya donaron- ella negó.
-No hay problema…- respondió de nueva cuenta Jasper, y los demás menos el doctor Gerandy le entendieron- Llamare a Renée, a Louis y a mis padres- diciendo estos se retiró de donde estábamos.
-Pues con esto creo que podremos ver como se estabiliza- dijo el doctor Gerandy dudoso- Lilianne, tu hija ha recibido una buena atención aquí, pero debo confesarte que aquí no tienen muchos de los aparatos que se necesitan, y para serte sincero, deseo trasladarla a mi hospital.
-Haz lo que creas que sea conveniente para mi niña…-dijo ella tomándole las manos.
El doctor Gerandy hizo todos los movimientos necesarios para poder trasladar a Rosalie, después de un rato de trámites se había decidido que tanto Louis, Renée y los padres de Jasper fueran a donar sangre al hospital de Gerandy y esperaran nuestra llegada. Los únicos que viajaron con Rosalie fueron su madre el doctor Gerandy y Sam, que justo ahora había impresionado a este último con sus habilidades como médico.
-Terminare lo más pronto posible los pendientes de aquí y regresare a casa…- dijo Emmet despidiéndose de nosotros.
-No te preocupes, todo irá bien ahora- contesto Jasper- Louis mandara la carta, para que no haya ningún problema- el asintió, mi padre ya estaba abordando y nos esperaba del otro lado.
Cuando nos acomodamos de nuevo en los mullidos asientos del avión, me puse a pensar en Bella, mi mente viajaba de tal forma que no me percate del sonido de mi celular hasta que mi padre me llamo.
-Edward, contesta quizá sea tu madre…- asentí.
-Diga…- respondí sin mirar la pantalla y totalmente exhausto
-Yo no debí...- la voz de Bella me hizo volver al planeta.
-¿Qué pasa mi cielo?- al pronunciar esto, mi padre me miro sorprendido.
-Siento mucho llamarte, yo no debí…- murmuraba Bella apenada.
-Todo está bien- conteste para hacerle ver que nada pasaba- no sabes cuánto necesitaba oír tu voz- dije con una sonrisa- ¿Estas bien?
-Yo… Amh…- se escuchaba bastante triste- No lo sé… yo solo quería…- ambos guardamos silencio por unos segundos, la azafata me noto y me miro reprobatoriamente- escuchar tu voz…- cuando dijo esto mi corazón latió feliz en mi pecho- Edward…
-Bella, yo…- me sentí impotente de no seguir hablando con ella- Mi cielo, debo colgar pero en cuanto pueda te llamo.
-No te preocupes, yo debo salir- cuando dijo esto note un miedo atroz en su voz pero no quise aferrarme a esa idea, asi que la deseche.
-Bella, te quiero…- solté de prisa, la azafata venia en mi dirección- Por favor cuídate, y te veré pronto.- al otro lado de la línea escuche un “Está bien”, corte la llamada.
-¿Desde cuando hablas con Bella?- pregunto mi padre mirando a Jasper profundamente dormido.
-No tiene mucho…- respondí sin mirarle- Pero no pienso dejarla- cuando dije esto lo mire a los ojos
-No pienso decirte que la dejes- no sé qué vio en mí que agrego- Yo sé lo que Bella significa para ti, solo te pido que trates de hacer lo correcto, para ti y para la misma Bella.
-Lo hare…- respondí mas aliviado- Papa, nadie sabe de esto asi que…
-No te preocupes, todo seguirá igual, cuenta con ello.
Llegamos al hospital y todo siguió su curso, vi a Renée y a Louis, los padres de Jasper estaban donando sangre, a Rosalie le estaban haciendo estudios, solo restaba esperar y ver qué resultados salían, debíamos tener esperanza a que Rose saldría bien de todo esto.
-Muchas gracias por estar aquí- dijo Lilianne al ver a los Swan ahí, ellos no dijeron nada- ¿Cómo esta Bella?
-Bella, está bien…- dijo Renée pero yo note algo en su mirada que no me dejo tranquilo.
-Ella no puede venir, no le avisamos…- dijo Louis mirando a Lilianne- Amaneció un poco delicada y decidimos no decirle nada.
-No se preocupen yo entiendo…- respondió Lilianne- Pero no debieron dejarla sola.
-Ella no está sola, mi esposo la cuida, yo me sali con el pretexto de que venía hacer unas compras con unas personas…- respondió Renée viéndome con culpa, después de unos minutos ella se acercó a mí y solo me dijo- Tranquilo, solo está cansada, Bella estará bien.
Asentí sin darle la cara, mi preocupación estaba al límite, pues eran tres personas las que estaban mal, Rosalie en estudios y mi hermana y Bella estaban delicadas ¿qué más podría pasar?
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