EDWARD POV.

Me encontraba en la casa nueva, cuando mí ya tan acostumbrada angustia aumento de tono, eran aproximadamente las 10:00 de la mañana cuando esta creció a niveles insoportables… Busque a mi hermana que estaba con la amiga de mi madre.

-¡Alice!...- ella giro, creo que mi cara denoto demasiado, me miro preocupada- Nos vemos después… no me esperes aquí, te veo en casa…- esta asintió tome las llaves de mi auto y sali.

Conduje hasta donde ella se encontraba, aparque donde siempre y espere a verla, paso una hora y media, y Bella salió sola, tenía la vista fija en su celular, con los audífonos colocados, la mirada totalmente perdida, cruzo una calle sin darse cuenta de cómo lo hacía, choco con varias personas y cada que lo hacía solo levantaba las manos sin decir palabra alguna, mientras recibía los epítetos bastante desagradables de su alrededor, fije mi vista en ella y note que no hacía caso de ellos.

La seguí de lejos, se detuvo un momento e inhalo como sino sintiera que lo estaba haciendo, pensé que ella se desvanecería, se notaba bastante pálida, volvió a suspirar y siguió su camino, realmente ella no ponía atención a lo que hacía, nuevamente tropezó varias veces en el camino, y la gente se alejaba de ella molesta por su visible distracción, llegamos a una calle amplia, el flujo del tránsito en esta era demasiado, nunca levanto la vista, y empezó a caminar hacia los autos.

¿QUE DEMONIOS PIENSAS BELLA?-me grite mentalmente mientras trataba de alcanzarla, pues vi como un auto llevaba la velocidad justa, ella jamás se percató que cuando decidió cruzar estaba el siga para los autos, sentí terror de no alcanzarla.

-¡¡¡BELLA!!!- grite pero ella no me escucho.

El aire que produjo mi carrera azoto mi rostro calándome los huesos, mi mano se extendió implorando el toque de su cuerpo, para sentirla segura en mis brazos, a lo lejos la gente de mi alrededor miraba la situación aturdida, dos rostros conocidos y aterrados se fijaron en mis actos pero yo estaba absorto en Bella y el rechinido de las llantas, justo la alcance cuando el auto quedo a unos centímetros de ella, la tome por el brazo y la jale hacia mí, en el momento que la jale ella giro viendo el auto tan cerca que se quedó aturdida, la acerque a mi pecho el impacto que surgió al jalarla hizo que su cabeza se fuera hacia tras, su rostro paralizado del terror por la escena de hace unos segundos se fijó en mi rostro, engarzando su mirada con la mía, el conductor del auto que la iba atropellar, bajo su vidrio y grito…

-¡¡¡Fíjate Niña!!! – pero ella solo me miraba confundida y en shock la lleve a la acera, ella respiraba agitada.

-¿Estas bien?- ella asintió sin dejarme de ver, el miedo y el dolor vivían en su rostro, al tenerla cerca me percate de ello- ¿acaso pretendes matarte?- le dije asustado y molesto, ella negó, acaricie su rostro, ella cerro los ojos ante mi contacto-Pensé que no te alcanzaría mi cielo.

-¿Cómo me encontraste?- me miro confundida otra vez los rostros conocido quisieron acercarse pero yo negué, mientras depositaba un beso en su frente, al sentir mis labios ella se estremeció-¡No!...- murmuro suavemente, pero no opuso resistencia- No hagas eso…- me dijo con voz quebrada.

-Bella… entiéndeme, casi te pierdo… no me pidas que no haga esto…- tome su rostro en mis manos y nuevamente deposite un beso, ella evitaba mi mirada a toda costa, vi como sus ojos se llenaban de lágrimas- Tranquila mi cielo todo está bien, tu estas bien… ya paso…- la abrace y ella hundió su rostro en mi pecho, sus manos se tensaron en mi chamarra, trate de relajarla.

-No me dejes… - suplico con la voz descompuesta por el llanto- no puedo soportar esto, ya no puedo seguir con esto...- me tense al escucharle- No me dejes- repitió.

-JAMAS VOLVERE A DEJARTE TE LO PROMETO-pero ella no dejaba de murmurar aquello, tome su rostro en mis manos- Bella mírame…-pedí al ver que no lo hacía, a medias levanto la vista- No te dejare otra vez- sin asentir miro hacia un lado incrédula y oculto su rostro en mi pecho la deje desahogarse, pasaron unos minutos y reaccione- Bella ¿a dónde ibas?- ella alzo la vista y recordó algo, busco entre los bolsillos de su chamarra y saco un sobre grueso.

-Al banco… yo debo, depositar esto -el banco se encontraba unos pasos más adelante, tome su mano y comencé a caminar en dirección al banco.

El toque de nuestras manos no regreso la misma sensación de antes cuando yo la tocaba, aquella electricidad, parecía haber desaparecido y no por parte mía sino de ella, sabía que Bella venia conmigo, pero era como si su alma no estuviera en su cuerpo.

¿QUE ES ESTO?- gritaba mi cabeza, dirigí mi mirada nuevamente hacia ella, respondió a mi gesto pero carecía de vida, era como si no fuera ella, presione mi mano entorno a la de ella pero seguía igual no había respuesta.- ¡PAGARAN ESTO!- mi furia con la gente que le había hecho esto fluyo por si sola trate de contenerla, Bella no debía verme asi.

Llegamos al banco, tomamos un turno y esperamos, ella no aparto ni un segundo su vista de la mía, me miraba como si pensara que no fuera era real, como si me presentara en un sueño.

-¿Dime que estás pensando?- dije me miro triste, y una sonrisa amarga recorrió su rostro.

-Pienso que… desaparecerás…-dijo precavida eligiendo que decir, como si considerara que podría hacerme daño- siento que quizá, estoy en mi cama dormida y estoy soñando contigo…- me reí un poco, nuevamente acerté en mis pensamientos- ¿Qué es lo que te da risa?

-Que no soy un sueño… si esto fuera un sueño, para mi representaría una de mis peores pesadillas, por que pude haberte perdido en instantes y créeme he tenido sueños muy parecidos últimamente y son… - callé abruptamente, era mejor no ponerles una definición.

-Si no es un sueño… ¿cómo es que me encontraste?- se puso de frente, pues una chica me miraba insistentemente, pero por ahora no me importaba mi alrededor, me preocupaba Bella.

-¿Importa mucho como es que estoy aquí?- negó y se encogió de hombros, alzo su mano y quiso tocar mi rostro, pero se arrepintió volvió a repetir el gesto y esta vez yo tome su mano deposite un beso en ella y la dirigí a mi rostro- ¿Me tienes miedo?- dije cuando quito su mano, su gesto incrédulo paso a una mueca de horror- ¿Me odias?- pregunte nuevamente y ella negó, me reí.

-No… yo no podría-dijo suavemente bajando la mirada-  pero tienes razón no importa… Gracias… creo que no te he agradecido- ahora fui yo el que se encogió de hombros-Eres increíble… -paso una mano por su cabello nerviosa y asustada- Yo no… ¡Perdóname por favor!- dijo rápidamente.

-¡Shh!...- sabia de que se disculpaba y no me agrado, puse un dedo en sus labios- si a esas vamos, sin duda yo te debo más que una disculpa…-ella negó, en ese minuto, fue su turno paso hacer sus depósitos y empezó a checar los pagos que hizo, mis rostros conocidos hicieron amago por acercarse pero negué rotundamente y con gesto serio les pedí lejanía con un movimiento de manos, salimos de ahí a paso lento sin tener contacto alguno, pronto estuvimos a una calle del lugar donde trabajaba.

-Si te dijera, que no deseo irme… me dirías que estoy loca y me pedirías no ser infantil…- me miro angustiada por sentirse rechazada, esto era estúpido aun viéndola como la veía, tan destrozada y frágil yo la amaba, y daría cualquier cosa por estar con ella, nuevamente sonreí.

-Creo entonces que el loco y el infantil soy yo, pues desearía retenerte…- confesé, me regalo una media sonrisa, que no ilumino su mirada, se giró al edificio y lo observo, después me miro a mi ¿Seguiría pensando que era un sueño?- Te propongo algo, entra y aquí te estaré esperando cuando salgas…- propuse y señale el auto- ahí estaré…- esta vez su mirada cambio y sonrió.

-Ok… pero debo comer con Renée, no sé si ella este muy dispuesta a…- sabía lo que iba a decir pero agrego- Humm… no sé si tu…

-Te invito a comer…- solté sin más, ella intentaba negarse- podríamos hablar de lo que sea… mira es un día nublado, perfecto para una lluvia y un poco de risas… ¿Qué dices?- lanzo una mirada al cielo y sonrió, negó nuevamente y agrego.

-Me agrada la idea hablare con Renée… hasta entonces…- se alejó de mí, por un momento me sentí raro, ella volteo, me miro y negó,  volvió en sus pasos.

-Si no lo hago seria tonta…- puso su mano en mi rostro y deposito un ligero beso en mis labios, me sentí fuera de lugar con su contacto, se retiró, sonrió- por lo menos si lo soñé me quedara esto…

Quise retenerla, pero ella estaba segura de que esto era un sueño, quizá el impacto y el shock de que estuvo a punto de sufrir un percance la tenía fuera de sí, me controle pues sabía que ella más tarde se daría cuenta y se sentiría mal, respete su espacio. Tendría el tiempo suficiente para recuperarla, por lo menos sabía que tenía un buen recuerdo de mí y que no me odiaba.

-¡¡¡Bella!!!- grite ella volteo- ¡¡¡Ahí estaré!!!- señale la camioneta y ella sonrió, la perdí de vista- Muchachos…- a mis espaldas estaba mi equipo de seguridad.

-Buenas tardes, Señor Cullen- replico molesto Arthur.

-Vamos Arthur, aligera la carga- replique y solté un suspiro atragantado, estaba en shock.

-Señor, me da pena informarle lo siguiente, pero si usted sigue huyendo de esta manera, me veré en la obligación de ponerle un localizador sin que se dé cuenta- no pude contener la carcajada y el me miro reprobatoriamente- Estuvo a punto de sufrir un accidente y la señorita Swan igual, si usted nos hubiese informado nosotros hubiéramos actuado sin que usted se arriesgara.

-¡Eso es imposible! Aun estando ustedes conmigo yo hubiese ido por Bella- inhale el aire tratando de parar la adrenalina del momento- Ustedes no entienden, ella es…  como si fuera yo mismo, ella es … parte de mí, de mi vida, no podría dejarles a ustedes su protección y seguridad- solté nervioso, fui directo a la camioneta de Esme y ellos me siguieron.

-La custodiamos por un año, al menos creo que podemos protegerla mucho mejor- replico Andrew, molesto, le dirigí una mirada frustrada, ya que eso era cierto.

-Bella te atrae- no pregunte solo afirme, tome mi celular.

-No de la manera que piensas… además siempre la protegía cuando el imbécil ese que tiene por novio le hacía una tontería, ese tipo suele ser destructivo, deja a Bella muy mal podría jurar que lo de ahorita es por él, se lo dije una vez a Bella, ella no puede seguir con esto. Créeme no necesita más mierda, de gente que solo la busque para lastimarla.

-¿Y tú te crees ser lo correcto?- solté ahora si más molesto, por la familiaridad que tenía con ella.

-No digas estupideces…-me dijo irónico- Simplemente digo las cosas como son, cada vez se ve peor, ¿acaso no lo notaste tu que la conoces? Ella no necesita de tus estúpidos celos- respondió de forma altanera, me moleste y puse mi peor expresión de desagrado-Jamás la vería como tú la vez, solo la considero como una buena amiga la aprecio, y eso es porque ella confió en mí.

-Esto no es para que ambos tomen una posición defensiva- regaño Arthur- Andrew concéntrate- él le rodo los ojos- Señor Cullen, lo único que le pido es que nos deje hacer nuestro trabajo.

-No le pidas lo mismo que le pediste a Bella- respondió Andrew, me molesto la confianza que depositaba al pronunciar su nombre- ¡Además no necesito concentrarme, se cuál es mi trabajo!- me dirigió una mirada pasiva- Disculpe Señor Cullen, suelo extralimitarme con la gente que aprecio- extendió su mano hacia mi supuse que para no tensionar más a Arthur.

-Bien, disculpen ustedes, pero…- acepte y agregue- si ella es Bella entonces yo soy Edward- replique- De ahora en adelante dejan de decirme Señor Cullen, ese es mi padre- Andrew volvió a reírse- Por otro lado, no quiero asustar a Bella con su presencia, sabemos los titulares y no voy a permitir que ella salga huyendo, por verlos a ustedes.

-Señor, por favor no me es fácil cumplir esta petición- dijo Arthur incomodo- es parte de mi personalidad llamarlo asi y lo otro…

-Por mi eres Edward, me frustra decirte “Señor”, y eres mucho más joven que yo.- soltó divertido- Además es evidente que tú la amas, solo trata de dirigir tu lado ofensivo a otra persona, ya te dije solo aprecio a Bella.

-¡Genial! No sabes lo mucho que me beneficio tu enfado- me miro aburrido- gracias por el dato de…-no pude ni decir el nombre de ese imbécil, que al parecer le seguía haciendo mucho daño a Bella el asintió y se encogió de hombros mientras Arthur lo miraba molesto- Aquí no corro ningún peligro, he estado días aquí y he pasado desapercibido.

-Señor, considero que usted está tomando las cosas a la ligera, que le parece que hagamos una guardia holgada, nosotros hacemos nuestro trabajo y usted está con la señorita Swan y ambos estarán protegidos.

-Bien…-replique- solo déjenme acercar a ella y después yo mismo le diré de ustedes, por ahora sean muy precavidos, además no quiero que vengan todos los días para acá no me ha pasado nada, he pasado desapercibido y con ustedes llamare la atención.

-Veremos qué podemos hacer, reacomodaremos todo- dijo Arthur mientras que Andrew se quedó pensativo.

-Y si le damos un rastreador…-sugirió, esa idea no me agrado del todo- ¡Piénsenlo!- me dirigió una mirada autosuficiente- Asi tu podrías salir a tus anchas y nosotros sabríamos donde encontrarte, sin estar junto a ti, de esta manera también Bella no nos notaria.- a Arthur pareció no gustarle la idea- Fue tu idea en un principio- le refuto- además él tiene razón no le ha pasado nada estando aquí, bueno claro hasta el día de hoy.

-Miren ahora necesito arreglar un asunto- replique, marque un numero conocido-Louis…- dije al escucharlo responder.

-¿Qué paso Edward?- lo escuche confundido- ¿A qué se debe tu llamada?- me aparte de mi seguridad y ellos miraron a otro lado.

-Louis… necesito hablar con Renée, tu podrías proporcionarme el numero…- des pues de decir esto note la vestimenta de mi seguridad, tendría que cambiar también eso, Louis me trajo de nuevo a la realidad.

-Vaya quieres hablar con mi hermana… bueno… ¿Quiero pensar que es por Bella?-pregunto.

-Si… de hecho acabo de verla…- claramente lo escuche atragantarse, mi mente grito: “OK RESPONDE ME URGE”.

-Pero si ella está trabajando como es posible… que- dijo, mientras yo pensé: interrogatorio, ni en tus mejores sueños no más, te diré lo esencial.

- Louis… vine a buscarla porque, tenía un presentimiento y gracias a ese presentimiento estuve cerca de ella… si no hubiera seguido mi instinto no me hubiera perdonado nunca.- sincero y directo, sin pedir permisos.

-Edward… ¿de qué hablas?- y aquí iba otra vez, mejor darle la vuelta.

-Digamos que solo estuve en el momento y lugar exactos… pero eso no importa… Bella está bien- si a eso le podía llamar bien- Solo deseo hablar con Renée, podrías darme el numero…- insistí.

-Ok, te mando un mensaje con el teléfono, sino te molesta deseo hablar con Bella- actuaba en su papel de padre podía sentirlo.

- Por favor, no le digas que hable contigo, ni tampoco que te pedí el número de Renée.

-Está bien, es lo menos que te debo, cuenta con ello… oye gracias por estar con Bella.

- No es nada ella es mi vida-  más claro no podía ser, pero ¿Qué acaso a todos les tendría que explicar lo que Bella significaba para mí?, colgué el teléfono.

-Pueden regresar a la casa, yo iré a ver a una persona, después vendré por Bella, y en cuanto me desocupe, nos organizamos- les dije, Arthur negó- Está bien, mantendremos la vigilancia holgada solo por hoy- llego el mensaje y marque el número.

-Hola Renée- oí su voz tan familiar, soltó el aire impactada.

-Si… ¿Edward?- respondió como Esme, con culpa.

- Así es Renée, no sé si pueda hablar contigo unos minutos…- se quedó callada.

-Si… ¿puedes venir a mi casa ahora?- respondió y yo me alegre.

-Claro…- me dio la dirección, me perdí  al ver todas las casas pero Andrew me hizo una seña para que lo siguiera, asi lo hice, la casa de color arena se notaba acogedora, sin lugar a dudas tenía el toque de Renée. Toque la puerta, y ella me abrió.

-Pasa…- justo cuando pase ella volteo y lo que hizo me dejo claramente atónito- ¡Qué bueno es verte hijo!- me abrazo y me saludo como si nunca hubiera pasado el tiempo en el que estuve con Bella, me miró fijamente y me dijo- Lo se… has de pensar que estoy loca, pero la vida nos llevaba a darnos cuenta de nuestros errores y créeme yo me arrepentí mucho, llevo tiempo pidiéndole a mi hija que me perdone… solo me faltabas tú.

-Renée… yo no vengo a eso, todo está olvidado, parece ser que tenían razón… no tuvimos la fuerza de defender nuestro amor, o mejor dicho yo no tuve la fuerza, Bella siguió ahí para mi- Renée miro una foto en la que aparecía Bella y Cathy juntas,  pero al ver la foto, note lo mismo que vi en la mañana tristeza y dolor disfrazados con una dulce sonrisa que seguramente Cathy había obtenido para ella, Renée noto mi mirada.

-Bella…- se sentó y me hizo una seña para que yo la imitara, un nudo se formó en su garganta- Mi Bella no es la misma, si la vieras ahora…- “YA LA VI” grito mi mente- sé que le pasa algo a mi hija, pero ella no lo dice y me preocupa en sobre manera… está muy decaída, la veo triste, sin ganas de nada, hace dos noches la escuche llorar en la madrugada – lloraba otro clavo más a su cara de agonía- Bella me dijo que era una pesadilla, y trató de restarle importancia… Pero mi niña no era así… al menos antes de que ustedes se separaran tenia a sus amigos y sus gustos, pero ahora no hace nada de esto, es como si solo se limitara a seguir un patrón de vida, como si no tuviera sueños, ya no llega como antes lo hacía, con sus proyectos y sus locuras, mi hija ya no es la misma y créeme que sé que soy culpable de ello.

-Ella va estar bien, ya lo veras- hizo un gesto de añoranza, no creyendo en mis palabras así  que agregue- Renée… si estoy aquí es por Bella.

-Lo se… solo que hay un pequeño problema… Bella aún tiene una relación con Paul.

-Estoy consciente de ello- pero él no le hacía bien, no se lo dije y solo agregue- lo único que quiero es que ella vuelva a contar conmigo, aunque sea como amigo- al decir esto me incomode, pero también había una posibilidad enorme de que asi fueran las cosas, de que Bella lo amara.

“¡NO!, SI ASI FUERA BELLA NO HUBIERA ROGADO QUE NO LA DEJARAS” – grito mi parte más egoísta.

-Edward… -reaccione-no me estoy oponiendo a nada, si lo de ustedes se vuelve a dar te aseguro no me meteré jamás, te insisto me arrepiento de mis acciones y lo único que deseo es que mi niña vuelva a ser feliz, sé que quizá esto es lo más injusto que me has escuchado decir, pero lo siento.

-Yo lo único que quiero es que Bella sea feliz aunque no lo sea conmigo…- Renée negó.

-La felicidad de mi Bella, eres tu…- suspiro- mi hija jamás amo de esa manera, y puedo decirte que eres el único que ha ocupado ese lugar- tomo la foto en sus manos se levantó y la puso en las mías- Dime que vez lo que yo veo, esta chica que vez no es mi Bella.

-No…- concorde- ella no es asi.

-Cuando mi hija hizo lo que le pedí- guardo silencio por unos segundos, me llamo la atención que Renée no menciono a mi madre, ¿Qué pasaba con los Swan? ¿De donde salía esta forma de ser de no culpar a nadie?- Si, esto que vez es lo que mi padre nos enseñó, lo había olvidado y le hice daño a mi hija- contesto a mis preguntas sin hacerlas verbalmente- el día que Bella hablo contigo, regreso esta extraña a mi casa, justo podría jurar que mi hija se quedó contigo- respire ruidosamente- Como te dije quería hablar contigo y disculparme, pero yo debía respetar a Esme, como sabes somos amigas y ella merecía tener la oportunidad de explicarse…

-Gracias…-dije con el corazón en la mano- No puedo decirte que estoy feliz con lo que hicieron, pero tampoco puedo juzgarlos- en ese instante sonó el teléfono.

-Permíteme…- vio el número y dijo- Es Bella.

-No le digas que estoy aquí…- ella asintió y contesto.

-Bella ¿qué paso?...- espero en la línea- Está bien, no hay problema, solo come bien quieres…- escucho un momento más y agrego-Nos vemos más tarde, Bye.- colgó, vi la hora y me levante.

-Renée debo irme.

-Bien… Edward, antes de que te vayas podrías perdonarme, me equivoque sé que esto no soluciona nada pero…

-No pasó nada… olvidémoslo- otra más a la lista de las disculpas-No me gusta que hagan esto asi que evitémoslo- pedí y ella asintió- creo que lo único será que ahora nos veremos más seguido, solo espero nos recibas con los brazos abiertos, y digo nos pues mi hermana va hacer de nuevo contacto con Bella.

-Pues cuenta con ello y ya no te entretengo más… nos estamos viendo- nos despedimos, me abrazo y yo salí casi corriendo de ahí.

Tenía poco tiempo para comprar la comida y dirigirme de nuevo a su trabajo trate de apurarme y aprovechar mi tiempo con Bella, me aturdió un poco la plática con Renée, parecía ser que ellos pensaban que yo podía ser el salvador de Bella, pero por lo que yo había visto en ella hace un momento eso estaba para mi lejos de ser una realidad.

BELLA POV.

Parecía que mi locura ya estaba llegando a niveles que estaban fuera de mi alcance… Todos mis días habían sido igual hasta ahora, me encontraba más ida que de costumbre, no deseaba hacer nada, nada tenía la motivación de sacarme de mi trance, así salía a la calle sin mirar nada que me rodeara, pero en el instante que me sentí en sus brazos, al verlo y sentirlo tan cerca… era… como si de pronto volviera a respirar, a sentir, después de un largo sueño, aunque esto significara que doliera al despertar, bienvenidas serian estas alucinaciones.

En segundos me quede fascinada con su presencia, aunque nuevamente, me sintiera en un sueño por alguna razón esta alucinación le había hecho justicia, sus ojos que eran un aliento para mi me daban el regalo de sentirme en casa, aunque me regresaban una mirada atemorizada, su barba que parecía tener días fue un desconcierto para mi pues muy pocas veces lo vi asi, cuando estuvimos juntos, no entendí  por qué mi mente había conjurado aquel rostro, mi mano estaba ávida por tocarle, pero estaba aterrada pues en mis sueños cada vez que le tocaba el desaparecía y no quería que se fuera ahora, asi que trate de controlar el impulso pero me fue imposible y mi mano terca se levantó por sí sola, además ya me había abrazado a él ¿Qué más podría pasar? Seguramente hace un momento había vencido esa barrera, pero me tomo por sorpresa, tomando mi mano y depositando un beso en ella, los latidos vacíos de mi corazón dieron un cambio imprimiéndole un poco más de vida a este. Algo extraño en mí, retire mi mano al ver que aún no desaparecía, quise conservarle y me controle aún más para retenerlo a mi lado.

Cuando me hablaba, media cada respuesta y cada pregunta que salía de mi boca me disculpe por lo que le hice y no insistí al notar su tristeza, no quería que cuando despertara o desapareciera, me arrepintiera de hacerlo sentir mal… No eso no… solo debía vivirlo… Sola…

Así que antes de alejarme de él me vi en la necesidad, de por lo menos besarlo ligeramente en los labios, si era un sueño, no podría reprimirlo y lo guardaría como lo más hermoso, pues el nuevamente me había salvado, o al menos esa era la ilusión que había vivido, y esto tenía que ser asi, me preguntaba ¿Cuándo me despertaría? ¿Cómo me sentiría después?

Mi corazón se estremeció de dolor, “TRANQUILO ESTAREMOS BIEN” dije ante aquel suceso, solo fue una ilusión, nada volvería a sacudir mi mundo y mucho menos terminaría con él. Volví a encerrar mi corazón después de haberle dejado expuesto nuevamente, ¡Y todo por una alucinación! Tendríamos que practicar aquello, si pensaba acudir a estas situaciones, a decir verdad por ahora no podía pensar en nada romántico, simplemente yo no podía amar, el amor venia en el momento en el que te amabas a ti mismo y yo por el contrario solo me odiaba más, asi que no podía ofrecerle nada a nadie, respondió mi cabeza al entrar en el edificio.

Entre subí al elevador y ya en la oficina, no sé cómo me vieron que me dijeron:

-¿Te paso algo? ¿Bella estas bien?- Maggie, como siempre tan maternal, la mire extrañada y asentí.- Te vez pálida…- alguien entro a mis espaldas uno de los trabajadores de la empresa.

-Isabella… ¿te encuentras bien?…- lo mire extrañada, todo aquello no parecía tener sentido, Maggie centro su atención en él.

-¿Qué paso?...- pregunto ella.

-Pues que casi la atropellan nada más…

-¿Qué dices?- dijimos las dos, Maggie me miro como si estuviera realmente mal.

-Sí, un chico la salvo, la jalo hacia el… yo quise acercarme pero no pude traía la camioneta y venía con el jefe, lo único que hice fue desviar la atención del jefe porque si la hubiera visto, ahora tendrías problemas…- dijo este mirándome.

-¿Dios estas bien?...- Maggie empezó un interrogatorio que yo deje de escuchar, aquello había sido cierto, mi mente no me había jugado una broma… ¡No!… era más real de lo que creía, sali directa donde estaba el ascensor y pude ver el auto, pronto tuve que entrar, alguien venia y no se suponía que estuviera perdiendo el tiempo, me metí a regañadientes, Maggie me hizo una seña y dijo algo así como: “Al rato comentamos esto”, pero no dije nada y nos pusimos a trabajar. A los pocos minutos sonó mi celular.

-¡¡¡Bella!!!- era Louis el que hablaba.

-Si… ¿pasa algo?- ¡que idiota! Pensé para mis adentros, seguramente Edward le había comentado lo de hace un momento.

-Pues solo quería saber, ¿cómo te va?...- “o tal vez él no sabe nada… no aun”, dijo una vocecita en mi cabeza.

-¡Amh! Bien todo está en orden con mucho trabajo ¿y tú?

-Pues creo que te estoy quitando el tiempo, solo quería saludarte y saber que estas bien…- me dieron ganas de decirle: “Si estoy bien, gracias a que Edward me salvo de ser arrollada”.

-¡¡¡Isabella!!! ¿Estás ahí?...- grito Louis, baje a la tierra nuevamente, un poco aturdida.

-Si… mira yo… - quería preguntarle por Edward pero como lo haría sin que el sospechara que él había estado aquí- Sabes algo de…- pensé la situación y dije otro nombre- Alice.

-Bueno, sé que está de nuevo con sus padres y con Edward… pero nada más.

-¡Ah!... qué bueno- seguro él no sabía lo de hace un rato, tampoco se lo diría yo, antes todo era decirles las cosas como eran… Confiar…pero después de esa ocasión… me vi forzada a no comentar nada de lo que me pasara con mi familia, era preferible mantener una distancia, ya que la última vez casi me destruye en el camino o era que estaba hecha polvo y solo no quería estar consciente de ello.

-Isabella…- me  reprendió, pero ya simplemente dejaba de escuchar lo que fuese, mi hábito se había perfeccionado- mejor te dejo por que hablo y hablo y no me respondes.

-Perdón… es que bueno, me quede leyendo unos pendientes del trabajo y me perdí.- mentira simplemente dejo de escucharte.

-Te estoy diciendo, que si quieres verlos… yo podría buscarlos.

-¡¡NO!!- grite, Maggie me miro preocupada module el tono de mi voz para que fuera accesible.

-Bella, linda si necesitas hablar con alguien y no quieres que sea yo o Jasper… bien podría ser Alice o… Edward.

-No… yo…- no quería que le hicieran daño a él, pero para mí justo ahora me importaba más mi corazón y era evidente que no podía manejar más dolor- Louis sabes cómo quedaron las cosas con Edward… Sabes por qué me aleje de él, ustedes me dijeron que lo de los dos no podría ser y bueno ya es tema viejo, podrías al menos dejarlo asi… ¡No me pasa nada!

-Sabes que hemos hablado de esto… Tanto tu madre, como yo te hemos pedido una disculpa por lo que paso, yo no debí meterme… pensé que te protegíamos… ahora ya no sé qué hacer… Mi niña desapareció y en su lugar hay alguien que no conozco, pequeña me asusta ver cuánto daño te hicimos o más bien les hicimos… Edward tampoco lo ha pasado bien, y Esme también se arrepiente, de lo que sucedió… todos creímos que era lo correcto y que ustedes no terminarían bien- el pequeño discurso abrumador de siempre, hacia acto de presencia.

-Louis… por favor… ya no toquemos ese tema…- de la nada empezaron a correr las lágrimas de mi rostro- De todas formas… Edward y yo aceptamos la situación… dejamos que esto pasara… Yo le mentí de la manera más vil que haya podido, aunque ahora claro no es del todo mentira.

-Linda… por favor… tienes que hacer algo, recuperarte, Bella te hemos visto muy mal, sé que pasa algo, pero esta vez no hay forma que me dejes entrar, yo quisiera ayudarte.

-¡No me pasa nada!… ¿Sabes qué? debo irme, ¡Adiós!- corte la comunicación me dirigí al baño, me tranquilice, pero tenía que arreglar las cosas, sabía que cuando saliera vería a Edward, así que me encamine tome el teléfono y llame a Renée, le dije que no iría a comer y ella solo me dijo ok nos vemos más tarde.

Por muchas razones no deseaba negarme ni huir de él, no quería y no lo iba hacer, no después de lo de en la mañana, paso el tiempo y casi llegaba la hora de verlo nuevamente, me sentía extrañamente con los nervios a flor de piel, muy despierta, la ilusión de saberlo cerca fue gratificante aunque también significaba un riesgo, me sentía algo aturdida pero al menos me había tranquilizado, o al menos eso creía, completa no me sentía, el hecho de verlo no me devolvía nada ni tampoco me completaba como antes lo sentía… ¡No!…aun no me sentía completa, desconocía aquel significado.

También estaba el hecho de que las cosas simplemente no mejorarían, quizá empeorarían pues podría venir a pedir respuestas de lo que nos había pasado, y la verdad no estaba interesada en el asunto, yo ni siquiera estaba dispuesta a hablar, no podía. Tal vez nuestro encuentro se debió a una casualidad y al verme asi solo quiso ser cortes conmigo, Edward siempre había sido asi, ¿Por qué no lo haría ahora?, puede que aún no sepa nada… y eso sería lo mejor para mí.

DEBES NEGARTE, DEBERIAS HUIR- dijo mi parte racional y protectora, en mi mente.

-¡Solo cállate!- me reprendí hablando sola- Esta aquí, no puedo alejarlo ¡Lo necesito solo por hoy!- murmure, esto era una lucha poco ortodoxa y sabía que esta vez mi parte racional no ganaría, pues no sabía que pasaría y quizá lo más seguro era que el volviera a irse asi que, ¿Qué más daba?

Mi corazón dio un vuelco y el dolor fue insoportable, abrace mi cuerpo desesperada por intentar mantenerme de una pieza, esto ya era parte de mi vida y de mi persona en estos últimos meses.

¡AUN DUELE!- grito mi corazón emitiendo un latido sordo y atemorizado, aquello era cierto- ¡TENGO MIEDO, YA NO PUEDO SEGUIR SOPORTANDO MAS DOLOR!- volvió a protestar.

-¡No pasara nada, te lo prometo!- afirme aun sin soltarme- Es solo Edward, él no nos hará daño- dije tratando de tranquilizarme, pero mi corazón dio un brinco atemorizado en desacuerdo- De todas formas se cómo protegerte, podemos solo irnos en el minuto que tú lo decidas, recuerda podemos solo escapar- aquella afirmación lo reconforto solo a medias asi que ofrecí- Te guardare sigilosamente, nada ni nadie te hará daño, estas a salvo lo prometo…- lo selle en un baúl y lo guarde en lo más profundo de mi ser para que nada ni nadie lo encontrase.