ROSALIE POV.

¿Somos conscientes de la expresión? : “Ten cuidado con lo que deseas, porque se puede convertir en realidad”, para ser honesta jamás lo pensé, siempre me deje llevar por lo que deseaba, solía ser la persona que actuaba por impulso y hacia lo que me parecía era correcto o en mi caso para mi bien y el de la gente que amo. Muchos podrían considerarme egoísta y la peor bruja de cuento, pero a mí no me afectaba, claro hasta ahora que me había topado con la horma de mi zapato.

Irina después de saber aquello de Emmet empezó a comportarse extraña, por no decir desconfiada y tenía razones, varias veces nos encontró a mí y a Emmet discutiendo el mismo tema, y como siempre yo salvaba el día, no podía ceder ante Emmet por más que quisiera, ya que era evidente que había culpa en él y para ser honesta yo no deseaba eso.

A fin de cuentas Irina empezó a montarme escenas de celos aquello ya era insufrible, ella era tan posesiva con Emmet, como lo era la misma Tanya con Edward, llegue a un punto en que simplemente paso lo siguiente…

-Necesito que me digas ¿Qué paso esa noche entre tú y mi novio?- todavía no había puesto un pie en mi casa y ella había soltado aquello.

-¡Mírate!-dije un tanto frustrada por su actitud la verdad estaba harta de ella.

-No estoy para divertirte Rosalie- dijo molesta siguiéndome a la cocina- Debes entender que es mi novio.-solté una carcajada no pude evitarlo.

-¡Tú lo has dicho! Porque no vas y le preguntas a Emmet que pasa.

-Esto es en serio considero que si vivimos juntas debe de haber confianza, y tu queridita la estas traicionando.

-¿Yo?- refute incrédula- Explícame algo simple Irina- solté molesta- Si no mal recuerdo tu dejaste a Emmet para irte a estudiar fuera, regresas y lo encuentras aquí y de inmediato vuelves a ser su novia, pero sorpresa vez que está aquí y ya insinúas que tiene algo conmigo, cuando este tiempo ha estado contigo.

-No te burles de mi Rosalie.

-No, por favor tú no lo hagas, yo no deje a Emmet y en dado caso si hubiera pasado algo entre él y yo a ti que más te da, Emmet y tú no tenían una relación en ese momento.

-¡Eso quiere decir que si lo hubo! ¿Cómo pudiste?

-Eso no quiere decir nada, Emmet y yo siempre hemos sido amigos, te recuerdo que tengo muchos más años que tu conociéndolo, asi que mi relación con él es punto y aparte de la tuya.

-No entiendo, como es que antes no te buscaba y ahora lo hace constantemente.

-¡Esto no está pasando!- me queje y me dirigí a la sala- ¡Vamos Irina! Me dijiste que tenías que 22 años y te comportas como una de 13.

-Emmet es mío…-reclamo- y no te voy a permitir que me lo quites, además él no podría verte a ti, no eres como yo.

-¡Por dios escúchate! ¡Qué horror ya cállate!- me gire molesta- esto es lo más estúpido que hayas dicho, hablamos de Emmet una persona, ¿si comprendes? Yo no sé quién te haya dicho que tu estrategia funciona, pero conmigo te equivocas.

-Se lo que digo, no estoy demente y no voy por la vida quitándole los novios a mis “amigas”.

-Muy bien, mostraste tus cartas ahora me toca mostrar las mías- ya estaba furiosa y ella no podía huir de esto- Primero que nada tú y Emmet terminaron justo antes de que tú te fueras, segundo lo que yo tenga o haya tenido con el solo nos concierne a él y a mí, tercero puedo ser honesta y decirte que no me siento con derecho de poseer a nadie, soy una mujer que sabe respetar y por enésima vez te pido que si tienes dudas hables con Emmet y a mí me dejes en paz, para finalizar esta es la última que te aguanto, quiero que te vayas de mi casa, porque evidentemente esto ya no funciona, y por cierto si sigues actuando o tomando la actitud que tiene tu hermana hacia los hombres te aseguro no ganaras mucho, tienes algo que aprender y eso es dejar en libertad a la persona que amas para que sea feliz aunque no seas tú su felicidad.

Empezó a protestar pero me fui directa a mi cuarto y me encerré, precisamente después de eso solo escuche unos ruidos más y ella desapareció de mi vida. Me gradué de la universidad y conseguí un trabajo en una compañía, era momento de mostrar mi talento.

No paso mucho tiempo y conocí a Garrett, un chico totalmente atractivo y talentoso, era realmente divertido nos llevábamos bien y llegado un momento pronto me pidió ser su novia, lo acepte al ver que merecía tener una oportunidad de que alguien me quisiera y me valorara, realmente Garrett era fenomenal, pronto la situación se tornó curiosa pues salíamos y nos decían que éramos “la pareja perfecta”, y esto a Garrett parecía encantarle, se sentía orgulloso solo por estar conmigo.

Pocos meses después el me pidió que me casara con él, aquello me tomo por sorpresa pero aun asi acepte, empezaba a creer que esto era lo mejor que me pasase en la vida y pensaba que estaba bien, quería a Garrett y esperaba que con el tiempo llegaría a amarlo como tanto había deseado amar a mi futuro esposo antes de casarme pero eso no se había podido lograr antes.

Me encontraba recostada en mi cama recordando todo lo que había sido mi vida en este tiempo, se dice fácil pero la realidad, es mucho más que solo eso, justo ahora me encontraba enfrascada en un tema demasiado escabroso… “Hombres”, un tema en el cual muchas de nosotras no debemos tener una idea de lo que la misma palabra significa, pero ¡Vamos chicas!, a ellos les pasa lo mismo o al menos eso suelen decir… ¿NO?

Nunca se han preguntado si es que realmente ellos se detienen a pensar un minuto en nosotras, vaya me refiero a que lo hagan con calma y detenimiento. En ese instante recordé como llego esa persona que me había hecho notar y recapacitar varios aspectos de mi vida.

(Flash Back)

-Rosalie, podrías dejar de pensar idioteces- me reclame, después de lo de Emmet me había vuelto muy… ¿Bella?, adoraba a mi amiga, aunque claro ya había pasado mucho tiempo y no sabía de ella.

-Hija…-mi madre interrumpió mis pensamientos- Tienes visita…-dijo con una sonrisa en los labios, rápidamente me levante de donde me encontraba y me acerque al espejo con una sola mirada aprobé mi aspecto y fui a la sala.

-Rosalie…- la sonrisa se desdibujo de mi rostro al escucharle decir mi nombre- vaya te vez tan hermosa como siempre.

-Oh gracias, y dime ¿Qué te trae por aquí?- asintió y me lanzo una mirada apenada.

-Pues veras… Se por mi prima que necesitas un roommate- sonreí y asentí- No pienses que soy un demente, pero deseo que me aceptes como posible candidato…-guarde silencio y lo mire confundida- Disculpa que sea tan directo, pero ¿Tienes aversiones para compartir tu casa con un hombre?

Solté una carcajada divertida y negué mi madre solo me dirigió una mirada como si solo dijera: “Lo dicho mi hija está loca de remate”.

-No, Max… para ser honesta, tu oferta me cae del cielo.

-Asi que me ¿aceptas?- pregunto y yo le di la mano cerrando el trato.

-Solo una cosa, mi casa no es hotel y mucho menos es un club nocturno.- él sonrió y asintió.

-Conmigo no tendrás esos problemas- fruncí el ceño era claro que los hombres a veces no solían respetar esas reglas por lo menos no la de traer a sus “novias” o posibles presas- Rosalie… Soy gay.

-Uh… Oh… Amh… yo…-me quede petrificada sin saber que decir, mientras él seguía riéndose.

-No me digas que…- pero no lo deje seguir.

-Oh no, yo la verdad llevo muy bien las cosas, no tengo ningún malestar con nadie es más me parece genial que tú seas tan seguro.

-Pues si no me quiero yo ¿Quién?- soltó con una sonrisa agradable- Además necesito donde vivir mi familia… no lo acepta y bueno esa es historia vieja.

-¡Oh! Claro por mi cámbiate hoy mismo- solté con una sonrisa franca y mi madre abrazo a Max.

-Bienvenido Max, y si alguna vez deseas alguien con quien contar… aquí estoy yo- dijo mi madre con una sonrisa- considéranos a partir de ahora tu familia.

(Fin de flash back)

De cierta forma Max me había caído del cielo, él se mudó al día siguiente, vivir con él era simplemente fácil, era una persona totalmente diferente a la que yo había creído, la familia Denali estaba llena de varias rarezas, solo esperaba que el no fuese a salir como Irina que me dio una cara y después simplemente cambio sin más explicación.

Me había terminado de duchar  y me dirigí a mi tocador comencé a verme en el espejo, realmente no parecía la feliz novia que próximamente se casaría, aquellas mujeres estaban delirantemente felices y yo simplemente parecía que iría a una fiesta común y corriente y no a mi boda. Tres golpes rápidos a mi puerta me sacaron de mi maraña de pensamientos.

-Adelante…-conteste, mi madre entro con una dulce sonrisa en los labios, me abrazo y nos miramos ambas en el espejo.

-¡Oh cielo! la niña más hermosa de mi corazón pronto se casa- dijo con ternura. -Solo quería saber si estabas bien te vi llegar pero…

-Estoy bien- forcé una sonrisa tímida tratando de convencerla, baje la mirada al ver que ella no me creía- Mami lamento si te ocasione algún malestar.

-No… cada minuto que he pasado contigo en esta vida ha sido especial, querida aún recuerdo la primera vez que me miraste cuando recién habías nacido- paso mi mano por su rostro dándome una sutil caricia de pronto me sentí profundamente conmovida y una lagrima recorrió mi rostro- esa mirada tuya que determinaba fuerza y obstinación por la vida.

-¿Crees que yo sea mala?- repuse con amargura- tú sabes…

- Hay hija que cosas se te ocurren…-dijo  tomando mi cabello entre sus manos, tomo el cepillo que descansaba en mi tocador- ¿Puedo?- pregunto tan dulce que me sentí otra vez como si tuviera 10 años- Una de tus más grandes alegrías es cuando alguien te cepilla el cabello, pero exclusivamente yo ¿verdad?- asentí, cerré los ojos y me deje llevar por el momento- Rosalie…-abrí los ojos y fije mi mirada en la suya ella prosiguió- quiero que seas muy feliz.

-Lo seré, mami- replique, ella dejo el cepillo otra vez de donde lo había tomado- ¿Cuánto tiempo pasaste con papa antes de decidir casarte?

-Tanto como nos fuera posible, querida cuando tú decides casarte, es porque…- pensó un momento sus palabras- Amaba estar con tu padre, le encantaba hablarme de muchas cosas que él amaba y se daba el tiempo necesario para que yo le contase las mías, deseábamos tanto saber del otro que jamás nos cansábamos.

-Debiste sentirte como que habías encontrado a tu gran amor- repuse sonriendo- Que hermoso y romántico debió haber sido.

-Eso no es lo que significa para ti Garrett- afirmo y yo corregí su oración.

-Eso no es lo que quise decir- mi madre sonrió y negó.- Mami, empiezo a creer que no existen los finales felices.

-No me sorprende…- me giro y me hizo verla de frente- Rosalie, tú no lo amas, lo que estás haciendo está mal, esta decisión los puede hacer infelices a ambos, o quizá no sean infelices pero ¿Por qué conformarse cuando puedes tener el cielo?

-Quizá trato ser un poco más realista y…-guarde silencio pues en ese minuto entraba Max.

-¿Sabes que eso es otra manera de decir “Soy una gallina”?- dijo Max depositando un beso en la mejilla de mi madre- Escucha, no tienes nada que temer, no eres de las personas que se conforman, ¿por qué hacerlo ahora?- dijo sacando de su espalda una cubeta de helado y tres cucharas, abrió la tapa y empezamos a comer.- Además que tiene de malo ser una rompecorazones.

-Max  no alimentes su ego- reprendió mi madre- creo que es hora de dejarlos…-dijo mi madre depositando un beso en mi mejilla- Piensa lo que te dije y no hagas algo que después te arrepientas- se despidió de Max y agrego- Se el camino, nos vemos mañana.

Salió de mi habitación y yo me quede con Max, comíamos helado sin decir nada más.

-Entonces – cacaraqueo y yo lo fulmine con la mirada, apenas había sacado mi cuchara nuevamente llena de helado y en un impulso se la estampe en la cara, el cerro los ojos en el impacto- ¿Qué fue eso?

-No soy una gallina- replique con una sonrisa, él no se limpió y siguió con su cuchara llenándola de nuevo evito mi mirada y suspiro.

-¡Genial! Ni yo soy un caballero- me respondió el golpe, comenzamos a reírnos cuando el timbre atrajo nuestra atención.

-¿Esperas a alguien?- me pregunto tomando una servilleta y limpiándose la cara.

-No para nada…- acudimos a abrir la puerta- ¡Garrett!- solté aturdida- No te esperaba… yo…

-Tampoco pensé en venir el día de hoy pero aquí estoy- soltó dándome un beso en la mejilla.

-Tal como si fueran dos témpanos de hielo…-replico Max, yo entendí su expresión y Garrett la ignoro, se acercó y al oído me dijo- Si yo encontrara al amor de mi vida, no me quedaría parado como idiota dándole un beso en la mejilla- se alejó y solo agrego -Bueno yo los dejo- dijo y se fue a su habitación.

-Garrett ¿Tú me amas?- solté sin pensarlo el me miro confundido.

-Ajam… - murmuro y yo lo mire incrédula- ¿Que dije mal?- yo solo negué, como se suponía que esa era su respuesta- Esto es lo que más temía.

-Garrett nos vamos a casar y te pregunto si me amas y solo me contestas asi…- el me miro serio- ¿Crees que esto no nos puede traer problemas más adelante?

-Espero que no, porque no mejor terminamos esta conversación.-propuso dándome la espalda.

-¡No! Date cuenta esto es importante para mí y debe serlo para ti también.

-No podemos saber las cosas que pasaran en un futuro.

-Es muy simple, si nos amamos todo será muy bueno entre nosotros porque no existirá otra persona para mí que no seas tú, y tampoco lo existirá para ti.

-Esto es porque casi no estoy contigo y me la vivo sumergido en el trabajo- dijo andando de un lado para otro- Porque tú lo sabes, necesito estar al cien en mi trabajo, es mi carrera y tiene mucha importancia para mí.

-No estoy diciendo eso solo… Dios quiero- pero no pude seguir las palabras se atascaron en mi garganta, el solo trato de calmarme, pero no duro mucho conmigo pues sonó su celular y salió de mi casa, para empezar a trabajar desde la suya.

Los tres mosqueteros habían regresado ya llevaban un mes aquí muy unidos cosa que me extraño de inmediato, Edward se veía mucho mejor que la última vez que le vi, Jasper se notaba un poco más serio y tenso y Emmet solo estaba raro, habíamos salido juntos para ponernos al día, era fenomenal tenerlos de nuevo cerca, pero no sabía cuánto me duraría el gusto de tenerlos.

-¿En qué piensas Rose?- soltó Edward dándome una mirada analítica, su rostro seguía con esa expresión de tristeza profunda.

-¿Por qué decidiste casarte con Bella?- la pregunta salió de mis labios, sin aviso alguno, la mirada que desvió me hizo arrepentirme de mi pregunta- lo siento no debí.- él se encogió de hombros y yo mire a otro lado.

-Decidí casarme porque Bella era mi mundo entero y no podía ver la vida sin ella, porque había encontrado mi rumbo y era ella la que complementaba mi camino- asombrada por su respuesta, me quede sin articular palabra- Aun ahora puedo decirte, que ese es el sentimiento más verdadero que he sentido en mi vida y creo que solo eso me animaría a querer casarme de nuevo, tener esa sensación que tenía con ella…

-¡Eso es lo más hermoso y romántico que he escuchado jamás!- solté con el corazón latiéndome a mil por hora.

-¿Cuándo te casas?- pregunto el lanzando una mirada a mi mano izquierda, aturdida cerré mi mano en un puño y escondí el anillo- Está bien si no me quieres decir no hay problema.

-No es eso es solo que…- esquive su mirada a lo lejos venían Emmet y Jasper con los cafés y una pareja de 70 años caminaban cogidos de las manos y se veía la magia que irradiaban juntos y parecía que apenas se hubiesen enamorado.

-Si… efectivamente, esa pareja es más que afortunada- dijo Edward soltando un suspiro- ¿Puedo decirte algo?- asentí- Haz lo que tu corazón te dicte, no dejes que te gobierne tu cabeza.

La plática termino abruptamente, con la llegada de Emmet y Jasper a la mesa, pronto regrese a mi casa y deje correr el resto de la tarde sin muchas objeciones, todos tenían razón, yo debía parar esto de una vez por todas. El timbre sonó y acudí a abrir la puerta.

-Hey Rosalie, ¿todo bien?- dijo Garrett al notarme seria.

-Mis amigos han regresado, nos vimos en la tarde y platicamos de muchas cosas que me hicieron pensar sobre la boda...- retorcí mis manos me sentía fatal con esto y lo que venía era peor- Yo no pude ni siquiera decir que me casaba y yo la verdad.

-No hay problema les dirás después, no es algo que ellos deban creer importante si vieron el anillo y no lo notaron.

-Es que si hable con uno de ellos y me di cuenta de que esto no está bien…-dije quitándome el anillo y él me miro asustado.

-Espera Rosalie…-dijo deteniendo mis manos- No, no, no Rosalie, yo sé que…

-No déjame hablar Garrett quieres por favor- pedí- Ya no sé qué es esto, no sé qué estamos haciendo, salimos a cualquier lado y no estamos juntos en ningún momento.

-Bueno si, pero es porque tú tienes gustos diferentes a los míos y bueno mi trabajo, sé que no te molesta por que asi hemos convivido desde un inicio y yo pienso que las cosas van bien lo que pasa es que tu estas nerviosa.

-No es eso lo que te estoy diciendo, Garrett nos vamos a casar y se supone que deberíamos estar como en una luna de miel ilusionados el uno con el otro y ninguno de los dos lo está, preferimos estar separados.

-No eso no es cierto Rosalie, esto no nos está pasando, el estar separados jamás nos molestó.

-Garrett  a eso me refiero, no debería ser asi, se supone que deberíamos querer estar siempre juntos pues nos vamos a casar.

-Me gustaría poder decir que todo va a ser diferente y que voy a ser diferente, pero…-se encogió de hombros- Asi es como soy.

-Lo sé y me gusta… me gusta quien eres, pero he cambiado…- baje la mirada y agregue- Esto no está funcionando.

Nos quedamos callados sin decirnos nada, empecé a llorar al verlo triste y me sentí muy mal, no pensé que fuese a ser asi de difícil, lo abrace fuertemente y el hizo lo mismo.

-Rosalie te quiero, y mi propuesta sigue en pie si decides caminar ese pasillo por mí…- dijo con una sonrisa encantadora.

-También te quiero…- solté sin  dejar de abrazarle- gracias por esto…-dije entregándole el anillo y él sonrió tristemente- No sabes lo que esto significa para mí.

-Cuando quieras- respondió el tomando el anillo, algo capto mi vista a sus espaldas, no me había dado cuenta que la puerta de mi departamento estaba abierta hasta que lo vi ahí parado con un ramo de flores.

-Emmet…- el solo dirigió una mirada a el anillo que aun sosteníamos Garrett y yo.

-Creo que vine en un mal momento… lo siento- se disculpó Emmet- siempre tan tarde.

No me dio tiempo a nada pues solo se dio la media vuelta y se marchó, me quede viendo todo sin entender nada, apenas hacia unas dos horas nos habíamos visto y Emmet estaba otra vez aquí, simplemente no le encontraba razón a aquello.

-¡Emmet!- grite nuevamente y Garrett me siguió, lo encontré en las escaleras- Espera…-le dije y él se detuvo me gire y atrás de mi estaba el- Garrett creo que…

-Sí, entiendo nos vemos.-dijo Garrett despidiéndose de mi- Nos vemos…- señalo a Emmet y le tendió la mano.

-Claro suerte…-contesto Emmet le hice una seña y me siguió, cuando entramos al departamento- Siento mucho haber interrumpido.

-No te preocupes, Garrett…-pero no pude seguir.

-No pasa nada, no tienes que explicarme, yo solo venia porque…-se trabo, subió una mano a su cabeza y lo vi indeciso con decirme las cosas.

-Dime lo que pasa, lo que sea creo que puedo ayudarte.

-Te vi triste y quería alegrarte un poco- dijo tendiéndome la flores con una sonrisa tímida- Pero veo que te alegraron el día…

-Rosalie…-dijo Max- Tu mama está en la línea y quiere decirte algo… vaya me lo cambiaron- dijo este sorprendido al notar a Emmet.

-Maxwell…-saludo Emmet visiblemente incomodo- ¿Cómo está tu…?

-Mi Familia no lo sé, hace mucho que no se de ellos y por mi está bien.

Los deje hablando y atendí a mi mama después de 10 minutos sali pero Emmet ya no estaba, vi las flores en la mesa y me sentí triste al no verlo ahí, como deseaba que esas flores hubiesen sido una declaración firme de sus sentimientos hacia mí y no que fueran un simple gesto de amistad.

Max necesitaba ir a comprar unas cosas a Seattle yo estaba muy aturdida después de lo de ese día y me costaba sentirme realmente alegre con mi situación, pero al menos si me sentí liberada.

-Mira aquí está lo que necesitaba- dijo Max entrando a una de las tantas tiendas del lugar- ¡Rosalie!- grito haciéndome señas.

-Perdón…- dije volviendo en si- Me quede…

-Si ya lo note, dame un minuto voy a comprar las cosas espérame aquí.

Asentí y me acerque a un área abierta el flujo de la gente era constante, veías pasar desde niños jugando, padres gritando, parejas acarameladas y grupos de amigas disfrutar de la vista, a lo lejos vi a una chica de espaldas que me llamo mucho la atención, su aspecto desgarbado y sombrío me hizo helar los huesos, al verla fijamente note un cierto parecido con alguien pero no sabía quién.

-Rosalie vámonos ya tengo todo- dijo Max me incorpore sin decir nada pero en vez de dirigirme hacia donde debía acudí hacia esa chica- Rosalie ¿a dónde vas?

-Disculpe -dije al tropezar con una persona, cuando estaba más cerca la chica se giró y me quede impactada al ver su rostro- ¿Bella?- murmure.

-Rosalie…-se acercó Max y me detuvo- ¿Qué pasa la conoces?

La chica se alejaba rápidamente no podía ser Bella, ella no era asi, el elevador se cerró justo cuando lo alcance, corrí para ver hacia la planta de abajo y pude ver que ella seguía en el elevador, justo ahí lo constate, era Bella, al salir del ascensor se encontró con Renée que la miraba con tristeza y desaprobación.

-¡Bella!- grite esperando me oyera, pero eso no paso, corrí hacia las escaleras eléctricas y Max me siguió sin decir palabra alguna, cuando llegue al lugar comencé a buscarla, pero no la encontraba hasta que nuevamente la vi- ¡Bella!- grite su nombre tres veces más sin respuesta suya.

Ella se veía realmente mal, me aproxime a ella pues se detuvo pensé que me había escuchado pero no fue asi un chico de su estatura moreno la tomo por la mano y la jalo en otro camino, conseguí seguirles de lejos pronto note como se detenían pues Bella se soltaba de su agarre y lo encaraba furiosa, parecían discutir.

-Rosalie, no creo que sea el momento indicado- replico Max- si la conoces déjala arreglar su problema ya después le hablaras.

-Tu no entiendes, Bella… hace mucho que no se de ella y se ve mal yo… es mi amiga- todo esto se lo dije de frente cuando me gire Bella ya no estaba por ningún lado- ¿En dónde está?- pregunte nuevamente buscándola me acerque donde la vi pero nada.

-Rosalie vámonos a casa…- dijo Max mirándome triste- Siento haberte impedido.

-No… está bien las cosas pasan por algo- respondí cuando llegamos a casa, me senté y me puse a ver las flores que Emmet me había traído, me preguntaba ¿por qué había hecho aquello?, ¿por qué a un mes después de su regreso había venido con esto?- ¿Cuál es la razón de esto? cuando regresaste no me dijiste nada, solo me trataste con mucho tacto- dije a las flores como si ellas pudiesen responderme.

-¿Porque no le dices que estas enamorada como una idiota de él?- dijo Max sacándome de mi ensueño, lo mire confundida- Y no me lo niegues, ni a Garrett lo miras como a él, ahora bien ¿se puede saber por qué no han sido pareja?

-Lo que dices no tiene coherencia- replique tomando las flores llevándolas a la cocina para ponerles agua limpia, cuando lo encare el negó- Emmet y yo solo somos amigos.

-Sí y yo soy el mago de Oz, vamos Rosalie, aquí hay una historia, sincérate, no pienses que veré mal la situación porque fue novio de Irina, créeme no lo veré mal, puedo decirte que Irina se equivocó pues Emmet estuvo siempre ahí para ella y a Irina no le importó en lo absoluto lo que Emmet deseaba.-puse cara de ¿Qué dices?, pero el negó y agrego- Asi que bien te escucho…

-No es que haya pasado algo…-titube mi voz salía sumamente nerviosa y el rodo los ojos como diciéndome si claro no te creo- Yo…- puse una mano en mis labios sintiendo sus labios en los míos.

-Vamos Rosalie, reconozcamos algo el hombre es atractivo y la verdad es muy buen tipo, no sé cómo le has hecho para convivir con esos tres, y me refiero a… creo que debo describir a que me refiero por ejemplo Edward que impone mucho, tiene esa personalidad abrumadora y esa forma de ser…- lo vi buscar la palabra exacta para describirlo- como lo dicen ustedes …-pensó nuevamente- Seductor, eso es… el atrapa, el tipo de hombre que contienen una parte de misterio cargada en su personalidad, de esos que deseas descubrir.

-Y yo podría jurar que te atrae demasiado- replique con una sonrisa al oírle hablar de Edward.

-Pues sí, me parece atrayente, pero lastima no es de mi equipo, asi que solo no pasa nada, pero aún no término, ¿Qué me dices de Jasper? Con su seriedad y formalidad, es un tipo muy accesible, demasiado protector es como el caballero andante- solté una carcajada al escucharlo.

-Si tú lo dices- replique aún más entretenida, porque él veía cosas que quizá yo no notaba ahora.

-Vamos a ver, nos queda Emmet, el me parece muy bondadoso- apunto hacia las flores- es muy sencillo, de esos por los que la chicas matarían por tener con ellas, divertido, el me parece el niño de los tres- soltó una sonrisa- Y me parece cariño que tú quieres a ese niño para ti sola.

-Humm…- fruncí el ceño- Yo los quiero a los tres, cada uno es especial a su manera- el soltó un suspiro y se carcajeo- Emmet…-dije y el asintió- Yo me enamore de Emmet desde hace mucho tiempo ya, creo que ni siquiera recuerdo desde cuándo.

-Y él no te había notado…-me encogí de hombros- Paso algo entre ustedes- no pregunto afirmo.

-Él estaba solo…- me explique de inmediato y el asintió- Solo paso y ya…

-Te repito lo que te dije, yo sé lo que paso conmigo no debes explicarte Emmet quedo muy mal después de Irina, yo lo supe por mi tía, pero eso nos lleva de vuelta a ti.

-Una noche…-solté sin mirarle- paso todo y más, para mí fue mi sueño hecho realidad, en ese momento, sentí que aquello era lo correcto y actué sin pensar, justo como lo había hecho siempre.

-Pero regreso Irina y el simplemente ¿se alejó?

-No… la que se alejó fui yo- empezó a verme y jure que me diría no te entiendo, asi que agregue-Lo vi mirar a Irina, y me dije caray él no es para ti, no seas estúpida y solo apártate.

-Pero Emmet no busco jamás a Irina, puedo decirte que ella se obsesiono con el- iba a hablar pero él no me dejo- Tanya hablo con ella y le dijo que no dejara que se lo quitaran, algo escuche, que le dijo que no se dejara ganar por esa estúpida, ahora comprendo de quien hablaban.

-Pues no creo que sea yo… él se fue y las cosas siguieron como estaban el con Irina y yo sola.

-Emmet intento zafarse de Irina, fue lo más correcto posible con ella, pero la verdad yo también la desconocí, Irina no era asi, comenzó a comportarse como Tanya, yo no sé porque cambiaron tanto, bueno Tanya cambio al conocer a Edward, se sentía maravillada por su presencia y por su fama siempre la escuchaba hablar cosas incongruentes, sobre si ella fuese la señora Cullen sería muy afortunada y tendría lo que siempre había querido más fama…

-Humm… creo que jamás conoció a Edward.

-Yo la verdad nunca entendí muy bien las cosas y tampoco le di importancia al caso, tenía otras cosas en la mente, como para estar abocándome en sus locuras, pero dime ¿Qué fue lo que les paso? pues se por mis primas que ustedes eran un grupo muy unido.

-Y lo éramos…-sonreí ante el recuerdo- Todos teníamos algo que aportábamos a aquella familia, porque sabes eso era lo que éramos.

-Es cierto que Edward estaba enamorado de la chica que vimos en el centro comercial… Bella- yo asentí- No la recuerdo muy bien, solo creo haberla visto una vez, realmente ahora que la vi me dejo impresionado, digo para serte honesto no le vi la hermosura por ningún lado, tampoco es que este fea, es solo que- frunció el ceño pero yo también la vi y ella sí que no se veía bien.

-Acompáñame y te hare entender- nos dirigimos a mi habitación y ahí estaban mis fotografías- Mira…- señale- esta es Bella o al menos lo que era.

-Vaya viéndola asi es muy bonita… ¡pero como la mira!- observo la fotografía, al lado de Bella estaba Edward- Pareciese que hay mucha complicidad entre ambos, ellos transmiten su química- asentí- Esta chica quien es.

-Ella es Alice… hermana de Edward.

-Sí, se le nota que la quiere mucho, tenía que ser la otra Cullen, tienen ese parecido- pensó un poco y siguió viendo el álbum que saque- Y que los mantenía unidos que ahora ya no existe.

-Como te dije todos teníamos algo que aportar- acaricie una de las fotos, en ella aparecía Emmet y al lado de él estaba Jasper- Emmet tiene ese toque de simpleza, comprensión e inocencia, sin mencionar que aporta mucha alegría, tiene esa personalidad contagiosa, Jasper por su parte trae consigo la lógica y la racionalidad, él es muy comprometido y si tienes razón es muy protector- encontré una foto donde estaban los hermanos Cullen- Alice… ella es un auténtico torbellino, posee una tenacidad y un dinamismo abrumadores pero muy aparte de todo ella está llena de ternura y sinceridad no hay nadie como ella.

-Es muy bonita, ¿tiene novio?- yo negué- ¿Cómo es posible?

-Bueno al menos no en ese momento, ella al igual que yo no dirigió muy lejos su flecha de cupido- Max me miro confundido- se enamoró de Jasper- seguí con mi descripción- Desde que este fue amigo de Edward ella se sintió atraída, aunque Edward parece complacido con que Jasper no la note- sonreí y nuevamente apareció Edward.

-¡Ah, otra vez aparece la obsesión de mi prima!- suspiro dramáticamente.

-Edward es más que solo fama, esto no lo define, veras es la persona más sencilla que he conocido en mi vida, el trajo su pasión por todo lo que lo rodea incluida Bella, él es muy fraternal y tiene una paciencia y nobleza infinitas.

-Pero eso no tiene nada que ver con lo que Tanya ve en él, ella me ha dicho que le encanta tener la atención de la gente.

-Pues definitivamente no habla de Edward, lo que a él le gusta es poder llegar con su música a todos lados, para él es importante transmitir lo que compone y crear asi nuevos sentimientos.

-Bueno quedan dos y una de esas personas eres tú.

-Yo…-negué y suspire- soy o solía ser la directa del grupo, la desinhibida y suspicaz, creo que ya no poseo nada de eso.

-Y yo te digo que no has perdido nada, lo que pasa es que te has estado conteniendo.

-Quizá… pero alguien tenía que ser el coherente, todos se habían perdido, salvo Emmet y yo.

-¿Y qué pasa con Bella? ¿Qué fue lo que ella aportaba?

-Bella… ella es una guerrera.

-Pues eso no es lo que vimos hace un rato.

-Bella no ha tenido una vida fácil- él iba a protestar, pero no lo deje-No sé si sepas pero Bella nació con una afección cardiaca- Max automáticamente negó- a eso anéxale que su padre la abandona y poco tiempo después pierde la única figura paterna que le quedaba, su abuelo, aun asi ella siguió adelante por su familia jamás la veías vencerse.

-¿Quieres decir que nunca lloro su perdida?- dijo Max con compasión y yo asentí.

-Bella logro ser la cabeza de todo, ella no deseaba ver sufrir a su familia asi que…- me encogí de hombros y seguí- ahí tienes otra de las cualidades que aportaba, Bella es compasiva y fuerte, siempre acompañada de su acostumbrada fe inquebrantable, puedo asegurarte que ella siempre veía lo mejor en la gente o al menos tenía la esperanza, trajo consigo su libertad y la unión, pero creo que más que nada es su amor por la vida, lo que nosotros admirábamos de ella.

-Entonces, eso es lo que hizo que Edward se enamorara- dijo Max viendo aun mis fotos- Tanya está lejos de obtener el corazón de Edward, aunque ella ya sabes regreso diciendo que no pasaría mucho en que ella y él se casarían pronto.

-Pues… Yo vi a Edward hace apenas tres días y la verdad, lo veo lejos de tomar esa decisión y más por lo que me dijo.

-Tanya debe comprender que lo que hace no es sano, justo ahora veo estas fotos y Edward jamás la ha visto de esta manera- en la foto aparecíamos todos, pero Edward depositaba un beso en la mejilla de Bella y la sonrisa de ella transmitía el mismo amor por el- ¿Por qué fue que terminaron separados?

-Pasaron muchas cosas, pero más que nada Bella salió muy lastimada y las familias también, asi que hablaron con ella y la misma Bella tomo la decisión de dejarlo libre, pues ella jamás le dañaría y menos con su familia.

-Entonces la familia de Edward no la quería- afirmo.

-No es eso, creo que realmente pensaban que lo de ellos podría terminar mal y cuando se dieron todas las situaciones: Edward en otro lado del mundo teniendo sus “aventuras” que claro jamás fueron reales, ambas madres inconformes con la boda  acarrearon un infierno para Bella, ella ya no tenía vida y pues al ver el dolor de Bella le hicieron ver que lo “correcto” era desistir, y dejar a Edward libre y ella seguir su camino.

-¡Ahí tienes la respuesta de por qué la vimos tan mal!- fruncí el ceño- Vamos Rosalie lo acabas de decir, le arrebataron su personalidad, la hicieron ceder a grados inimaginables y podría asegurar que para que ella aceptara la situación Edward fue la razón, debieron decirle que el sería el más afectado, Bella jamás quiso verlo sufrir ¿No entiendes Rosalie? lo que hizo tu amiga, ella te enseño que no debes renunciar, acaso quieres verte como Bella, reacciona y lucha por lo que quieres.