No temas, yo te cuidare.
Capitulo siete.
El rose que le producía aquella joven era realmente excitante y desgarrador; Emmett miro a la hermosa mujer de ojos verdes que había conocido hace un par de días atrás… como siempre solo pensaba en cómo llevarla a su cama, casi nada de tiempo se dio para conocerla más profundamente, lo único que sabía era que se llamaba Rosio, tenía un hermoso cabello negro como la noche, completamente lizo, sus facciones eran realmente atractivas, una nariz pequeña y unos hermosos ojos color verdes, le volvió loco los gemidos que ella soltaba de su boca, eran sensuales, no eran exagerados y aquello lo puso más duro si era posible.
—Oh... Emmett —la mujer gimió mientras él con dedicación tocaba los enormes senos de la mujer, mordió y chupo los pezones erectos, volviéndola completamente loca, se restregaba sin timidez hacia el enorme eje de Emmett… este tomo miembro entre sus manos y comenzó a introducirse en el interior de la mujer que prácticamente gritaba de placer, cuando el sonido de su celular lo alerto.
—¡Maldición! — Emmett maldijo por la sensación caliente que sentía en la entrada de la mujer y por la interrupción justo en este momento… Rosio lo miro confundida y se removió inquieta.
—Contesta, puede ser importante— Le alentó prácticamente gimiendo, Emmett muy a su pesar se separo del cuerpo de la mujer, miro al suelo buscando su pantalón...cuando dio con el saco el móvil rápidamente miro el identificador, y quiso matar a Ian ¿podría ser las inoportuno?
Bufo antes de contestar… era un maldito idiota pero ya se las pagaría cuando él se estuviera tirando a una mujer tan hermosa como la que se encontraba esperándolo en la cama.
—¿Bueno? — emmett se sentó al borde de la cama y la muchacha se puso detrás de él, pasando sus manos pequeñas por los fuertes brazos y pecho completamente marcado de Emmett, aquello le dio fuerzas, lo encontraba tan sexy… tan varonil.
—Emmett… la encontré— soltó de pronto la voz de uno de sus mejores amigos, Emmett no necesito mayores explicaciones para entender sus palabras… su hermanita… aquella bebe tan hermosa ¡LA HABIA ENCONTRADO!, desde lo más profundo de su alma, el amor y la alegría se apoderaba de él.. Dejando entrever aquellas lágrimas desde lo más profundo de su corazón… aquello era prácticamente imposible, jamás se quiso dar por vencido, pero también sabía que su esperanza era lo único que quedaba.
—¿Emmett?… ¡maldición habla! — La voz de Ian lo volvió a sus pensamientos — estoy en el hospital de Vancouver… tienes que venir emmett, necesitamos asegurarnos de que es ell…-
—¡VOY HACIA ALLA!.. ¡NO TE MUEVAS IAN! — lo interrumpió, buscando sus bóxer en la habitación, se vistió con una hermosa sonrisa en los labios; aquello le parecía tan irreal… su hermanita, aquel pedacito que él había cuidado con toda su alma cuando apenas tenía 5 años… aquel tesoro pequeñito que balbuceaba cosas incoherentes y le solía tirar el cabello con sus pequeñas manitas, estaba de vuelta… para no irse jamás.
—¿Qué sucede?- la mujer llamada Rosio lo miro atónita al ver como emmett se vestía, dejándola completamente desnuda queriendo más de él.
—Lo siento Rosio tengo un asunto importante que atender—se disculpo, aquella mujer realmente le gustaba, busco los zapatos en la habitación donde se encontraban.
—Espera… ¿no me dejaras asi, verdad? — la mujer estaba completamente sorprendida, no podía dejarla a medias y menos en un motel cerca de la carretera, ella no tenia como irse…
!Maldito hijo de papa!
—Lo siento, es algo de vida o muerte, te dejo en el centro de la cuidad, ¡date prisa vístete! —
—Eres un idiota — le susurro la mujer completamente indignada por el actuar de emmett pero a este poco le importo, nada ni nadie podía borrar la estúpida sonrisa de su rostro, aunque los nervios poco a poco se apoderaban de su cuerpo, llevándolo al punto de hiperventilar.
A los 15 minutos estaban en el centro de la cuidad, emmett había conducido como un loco desquiciado ante la ansiedad que sentía.
Rosio estaba completamente impresionada, no podía ser una mala noticia, ya que la sonrisa del hombre jamás abandono su rostro…
¡estúpido idiota que la dejo a medias!... ¿acaso era virgen?, quizás por eso no la hizo completamente suya…
—Bájate Rosio te tengo que dejar acá — emmett se estaciono en pleno centro, la mujer era hermosa, quizás una de las más guapas con las que había estado… bueno en este caso con suerte le había tocado los senos, aunque verla desnuda no estaba mal… todo lo contrario.
—Eres un idiota emmett Swan — dijo antes de bajarse, emmett lo lamentaba profundamente, pero ahora nada era más importante que ella, que su pequeña hermanita… había esperado casi 17 años esperando este momento, cuando la arrebataron de su lado.
Rápidamente llego al hospital, poco le importo pasarse los semáforos en rojo, escuchaba como los conductores le gritaban, pero él no escuchaba nada ni a nadie, solo podía sentir la alegría que tenía en estos momentos, la dicha… la esperanza y querer recuperar el tiempo perdido.
—¡Ian! — gritó como un poseso cuando vio a su amigo dando vueltas en la sala de espera completamente alterado y nervioso.
—Qué bueno que llegaste emmett… le he avisado a Charlie y René vienen en camino — Ian sonrió satisfecho, pero la preocupación no abandonaba su cuerpo, aquella pequeña que había tenido en sus brazos estaba tan frágil… parecía de cristal, no quería que nada malo le ocurriera ahora… no cuando por fin disfrutaría del amor que toda esta familia tenía para entregarle.
—¿Dónde está? — pregunto Emmett completamente desesperado, aquello le parecía tan irreal, ¿Cuántas veces había soñado con este momento?... y ahora prácticamente no sabía qué hacer, quería verla, abrazarla, sentirla, decirle que la amaba por sobre todas las cosas… que la espero muchos años, que anhelaba su presencia cuando no tenia con quien jugar, siempre le hicieron falta los regaños por parte de sus padres por alguna travesura juntos… como olvidar los cumpleaños, navidades en los cuales siempre ponía un puesto vacio a su lado… para su hermana isabella. Jamás la olvido, ella siempre estuvo presente en su vida, como un pequeño tesorito al que ansiaba cuidar; Curar sus heridas de pequeña y limpiar sus lágrimas por culpa de algún muchacho, ser el típico tonto hermano celoso y sobreprotector de las películas de Hollywood.
—La están atendiendo amigo… tranquilo— susurro Ian sin dar muchos detalles, Ian rápidamente le explico lo sucedido de cómo habían pasado las cosas, que era coincidencia que había dado con su paradero. Emmett no podía estar tranquilo, movía sus manos inquieto, se paseaba de un lado hacia otro… cuando escucharon la voz de la dulce René, que venía llorando descontroladamente por la emociones que sentía en este momento.
—Hijos…— corrió por el pasillo para alcanzar a Emmett y a Ian, a este último no le paso desapercibido el plural de su palabra, aquello le lleno el corazón de dicha, el también la sentía como una madre.
—¿Dónde está mi pequeña… donde esta mi isabella? — pregunto ansiosa mientras gruesas lagrimas salían por sus ojos color miel.
—La están atendiendo René…—la tranquilizo Ian, Charlie un poco más tímido y reservado, no dijo nada, solamente se limito a sentarse en una silla esperando a verla… tenía que ser fuerte por su esposa, quería verla, saber cómo era, sus gustos, su música favorita, su forma de ser… todo, absolutamente todo.
Estuvieron un buen rato hablando de lo acontecido, Ian volvió a relatar como por las casualidades de la vida la había encontrado, y todo gracias aquel collar que colgaba en su delgado cuello… René sonrió tocando el suyo… dándole gracias a la vida por aquel milagro.
El doctor con aspecto intimidante miro a Ian… este se acerco a él rápidamente llamando la atención de todos los presentes, no alcanzó a decir media palabra cuando René ya estaba preguntando por la salud de su hijita.
—¿Cómo esta doctor como esta mi isabella? — dijo cuando sus lagrimas nuevamente comenzaban a descender por su rostro, Charlie la abrazo para darle apoyo, ahora más que nunca lo necesitaba, aquella incertidumbre de no saber qué pasaba los estaba matando a todos.
—Isabella tiene una desnutrición "primaria", se presenta principalmente por no consumir los suficientes insumos… ya sea por falta de recursos o anorexia— el rostro de dolor de René no tenia paga, su pequeña… quizás cuanto había sufrido, se sintió profundamente culpable por no haberla cuidado como debía, por no estar al pendiente de ella.
"¡Todo eso es mi culpa!, ¿Cómo podre encararla ahora?"
A pesar de todo tenía mucho miedo a su reacción, a su rechazo… no sabía si podría soportar aquello, escucho los murmullos del doctor que seguía hablando con la mirada fija en su esposo… quien asentía con su cabeza a todo lo que decía… René respiro profundamente para volver a poner su atención al diagnostico — ella está débil, pero no corre peligro de muerte… por el momento — susurro de pronto — le realizamos una serie de exámenes para comprobar tal estado, de sangre y de orina para ver los que indican el grado de deficiencia de vitaminas, proteínas y minerales, no padece de ninguna enfermedad crónica que haya producido aquel estado de desnutrición — en ese momento Carlisle apareció con su bata blanca de médico, impresionado por verlos ahí a todos juntos se alarmo, prácticamente corrió hacia sus amigos, René se veía profundamente afectada, ¿Qué diablos había pasado?... frunció el seño cuando llego a su lado.
—Charlie, René ¿Qué sucede? — pregunto consternado.
—Es isabella…— los ojos de Carlisle se abrieron como plato ¿isabella…isabella había aparecido?... ¿pero cuándo? ¿Cómo? — apareció y… — René no pudo seguir hablando, y soltó el llanto nuevamente abrazándose a su esposo, quien suavemente le acariciaba su cabello tratando inútilmente de calmarla.
—Tío, Isabella apareció, pero como explica acá el doctor, esta con un cuadro de desnutrición…—
—¿Están seguros que es ella? — Carlisle aun sorprendido… aquello parecía casi irreal, como un sueño muy lejano. Ian negó con la cabeza y hablo.
—Abra que hacerle una prueba de ADN para poder estar 100% seguros, solo encontré el collar que tiene René en su cuello, con su nombre — su voz sonó dura, pero no cavia duda, aquella joven era una copia exacta de Charlie y René… a pesar de su delgadez, él sabía que era ella, su presentimiento y su corazón no podían estar equivocados.
—Okey, doctor Matthew me encargare junto con usted del caso— dijo seriamente Carlisle mirando a su colega, el ser el director del hospital traía sus beneficios, el doctor asintió no muy convencido y Carlisle se acerco más hacia sus amigos.
—Bueno, iré a ver su ficha médica y… y volveré para que puedan verla — susurro sonriendo— Felicidades amigos, ya era hora, la esperanza nunca se perdió— dijo palmeando el nombro de Charlie y besando la mejilla de René desapreciando rápidamente por los pasillos.
—Estoy desesperada… quiero verla— susurro René, moviendo sus pequeñas manos completamente nerviosa… ¿Cómo iba a reaccionar ella?, tenía apenas 8 meses cuando la arrebataron de su lado, ella prácticamente no la conocía, solamente tenía aquella en su memoria aquella bebita de unos ojos preciosos color chocolate, iguales a los de su padre. Y aquel cabello completamente café.
—Señora acompáñeme por favor, para realizarle las pruebas de ADN— susurro el doctor Matthew, René salió de sus pensamientos y asintió despidiéndose de su esposo, y siguió al médico.
*
*
*
Isabella se removió inquieta… su cuerpo estaba completamente calentito, trato de estirar sus músculos, pero se sentía demasiado cansada, se le salió un bostezo, y poco a poco fue abriendo los ojos, frunciendo el seño ¿de dónde salía tanta luz?... trato de parpadear varias veces acostumbrándose a la luminosidad del lugar… cuando sintió un sollozo de una mujer… frunció su seño notablemente; ¿Dónde diablos se encontraba?, trato de sentarse, pero unos cables se adherían a su brazos… miro aquella bolsita… ¿con agua? ¡Pero qué diablos! ¿Qué mierda ocurría aquí?, la muchacha se repetía mentalmente aquella pregunta, estaba muy confundida.
—Hijita— susurro René con lágrimas en los ojos, Isabella la miro sorprendida… ¿Qué hacia aquella mujer ahí? ¿Qué buscaba?... podía recordar su bello rostro cuando la encontró en aquella esquina, junto a la muchacha que le había dado algo de ropa.
—¿Me escuchas? — pregunto la mujer acercándose más allá con intensión de tocarla, isabella como acto reflejo se alejo de ella, doblando sus frágiles piernas y tirando su cuerpo hacia atrás. René se sintió profundamente dolida…¿Cómo podía actuar ahora?, la miro detenidamente, ella tenía los claros signos físicos de la desnutrición. Sus pómulos sobresalían de su rostro pálido, sequedad en su piel sobre todo en sus pequeños parpados, lo dañado que estaba su cabello completamente reseco y sin brillo… isabella no sabía por qué aquella mujer la observaba tanto… ella no tenía nada, ni belleza ni mucho menos dinero.
—No quiero hacerte daño isabella— René sentía una enorme necesidad de abrazarla, ya habían pasado 3 días desde que la habían encontrado, y ella no cavia en su felicidad, ¡era todo tan irreal!, cuando por fin la muchacha abrió sus ojos, no cavia duda que era la misma pequeñita que tuvo en sus brazos, además la prueba de ADN había arrogado que ella era su madre, y ahora estaba aquí, llorando de felicidad por haber por fin encontrado a su pequeña…¿pero por que no le decía algo?... aunque fuera para gritarle, para reclamarle… pedir explicaciones.
Isabella miro algo molesta la sonda que tenía en su brazo huesudo, aquello le molestaba mucho, quería quitárselo pero antes la mujer hablo.
—No pequeña, es suero no te lo quites— el estomago de la muchacha comenzó a crujir, isabella no comprendía absolutamente nada…
—Llamare a la enfermera para que te traiga algo para comer— susurró René sonriendo, isabella tenía que comenzar una dieta rica en proteínas, minerales y carbohidratos — ya vuelvo pequeña… quédate tranquila yo te cuidare — isabella no supo el cómo, ni el por qué, pero aquellas palabras le sonaban tan… cercanas, tan sinceras que casi rompe a llorar… nadie jamás le dijo que la iba a cuidar, ni siquiera cuando era pequeña y necesito infinitas veces aquella hermosa frase.
Isabella en un acto casi involuntario asintió débilmente con su cabeza, no sabía que pasaba, no sabía dónde se encontraba… al parecer era un hospital… ¿pero cómo saberlo?, jamás había entrado a uno, solo lo había visto atreves de los libros viejos y usados que estaban en aquella escuela de mala muerte que había asistido toda su vida.
René desapareció rápidamente por el pasillo, buscando a Charlie, emmett, e Ian que se encontraban en la cafetería, solo habían salido 5 minutos antes que Isabella había reaccionado, no cavia de felicidad, ahora todo sería como debería ser.
Isabella recostó su cabeza en la almohada, cerró los ojos cuando de pronto alguien atormento sus pensamientos, ¿RENATA?... su madre, esta vez sí que la mataría, ahora sí de esta no se iba a salvar… miro aquella bolsita de "suero" como había llamado aquella hermosa mujer… necesitaba irse a casa, ella no podía perder el tiempo haciendo nada, además la casa estaba sola, y…
—Hola señorita— una mujer algo mayor interrumpió los pensamientos de Isabella, ella miro aturdida a la mujer que traía un rico plato de frutas, y otras cosas que no supo descifrar que eran — ¿Cómo estas hoy pequeña? — la mujer le dejo la bandeja entre sus piernas para que comiera… espero alguna respuesta de su parte… pero no dijo absolutamente nada… pensó que era una mal educada, pero solo se encogió de hombros.
—Ya vuelvo por la bandeja, debes comerlo todo— susurro la enfermera mirándola detenidamente y salió de la habitación… la muchacha debió haber sufrido bastante, estaba en una sala especial, ya que la prensa se entero inmediatamente sobre la aparición de aquella muchacha después de más de 17 años de desaparecida, el puesto de Charlie no ayudaba mucho, ya que poseía una herencia de sus abuelos realmente grande, tenía varias empresas a su nombre y muchos socios que sabían de su situación, pero por nada del mundo quería exponer a isabella al acoso de la prensa.
Isabella tomo el plato de frutas que había en su bandeja y prácticamente tragaba todo lo que había ahí, no demoro más de diez minutos en digerir aquellos alimentos tan exquisitos, quería aprender a cocinar, claro siempre fue su sueño, pero quería aprender a cocinar estas exquisiteces.
—Hola de nuevo mi niña— René entro muy bien acompañada por dos hombres completamente desconocidos para ella… ella se tenso inmediatamente, el único hombre que conocía siempre la había agredido física y mentalmente, hasta trato de violarla… recordar a James le acelero el corazón inmediatamente, el temor se apoderaba de su cuerpo.
A pesar de que Charlie y Emmett ya la habían visto dormida, era imposible explicar lo que sentían en este momento… emmett abrazo a su madre incapaz de contenerse y Charlie se acerco a ella… podía ver la duda en sus ojos, no quería asustarla.
—Hola pequeña— susurro Charlie con las lagrimas contenidas en sus ojos, nuevamente ese extraño calorcito se alojo en su corazón… la muchacha frunció el seño, jamás había sentido algo asi.
—Cariño, necesitamos hablar— René tomo asiento al costado de la cama, emmett estaba de pie cerca de su madre y Charlie estaba sentado en la pequeña silla justo al lado de la joven que a estas alturas estaba completamente confundida.
René comenzó a contarle una historia, Isabella escuchaba atenta a la mujer mientras finas lagrimas caían de sus hermosos ojos claros, isabella miro al muchacho apuesto que estaba justo detrás de aquella mujer, él la miraba con infinita dulzura, ¿Quién eran estas personas? ¿Por qué estaban aquí?
—Bella— dijo René recordando el apodo que le dio su hijo emmett cuando era una bebe — … esa bebe eres tú, tu eres nuestra hija — soltó de golpe… isabella al oír aquellas palabras se tenso inmediatamente ¡aquello no podía ser cierto!, su madre era Renata y James su padre… ¿Cómo?...¿cómo era posible aquello?, ¿acaso no la querían, por eso la regalaron?, las lagrimas de isabella se intensificaron, el dolor en su pecho cada vez se abría mas, había sido abandonada como un perro, lo que era peor es que toda su vida la trataron como tal.
—Hija, no supe qué hacer cuando te quitaron de mis brazos— susurro Charlie cuando sus lagrimas no se contuvieron mas, isabella lo miro… ¿no la habían abandonado?... — eres todo para nosotros, junto con tu hermano — dijo señalando al joven alto, musculo de cabello castaño y ojos tan claros como los de su madre.
—Di algo pequeña— rogo la mujer pero isabella como siempre se quedo en silencio…
Miro aquel hombre y aquella mujer…. Cuando se percato de que un collar colgaba en el suelo de esta, estiro la mano para tocarla, cosa que hizo sonreír a René.
—¿te gusta? — le pregunto, isabella asintió débilmente y se llevo su mano libre de agujas a su cuello para tocar la de ella… pero no encontró lo que buscaba… se removió mirando la cama, preocupada por haberla perdido.
—Tranquila mi amor, yo la tengo aquí— René saco de su cartera la medalla que pertenecía a Isabella, esta ultima algo recelosa se tomo el cabello entre sus ásperas manos y dejo que René le colgara la medalla.
—Te la mande hacer cuando supe que te tenía en mi vientre, y yo me hice otra igual—susurro René mirándola con una enorme sonrisa en los labios— vez, la tuya dice isabella y la mía René — se la mostro y en ese momento isabella no tuvo dudas aquella mujer era su madre, se lo decía su corazón…
¿pero qué pasaría con Renata?...¿qué haría ahora?...todo en su cabeza era un rompecabezas, la familia Swan como se habían presentado, eran amables, cariñoso dentro de lo que podían, ya que ella siempre mantenía la distancia, siempre le hablaban de sus vidas, emmett casi no se separaba de su hermanita pequeña…los días fueron pasando y ella conoció a Ian, quien se mostraba siempre atento a sus necesidades, la familia Swan estaban realmente preocupados, ella no decía palabra alguna en estos casi tres días, solo se limitaba a sentir y a negar con su cabeza, le realizaron varios estudios, arrojando resultados negativos, ella no padecía de nada que la imposibilitara comunicarse…
—Debe ser algo sicológico— susurro Carlisle aquella tarde cuando René le acababa de leer—deberá asistirla un sicólogo, no es fácil enterarse de aquel cambio tan repentino de la noche a la mañana, quizás sea eso—
—¿Podemos hacer algo? – pregunto Charlie a su mejor amigo. Carlisle lo miro fijamente.
—Pues… no mucho si ella no decide cooperar, tengan fe lo peor ya paso, ahora la tienen en sus brazos, nadie se la podrá arrebatar— les sonrio
—Asi es complicado, ¿cómo sabremos quien hizo esto? — Charlie se agarro los cabellos fuertemente con sus manos en un gesto de frustración
—Cariño no pienses en ello, lo importante es isabella, lo demás pasa a segundo plano— René acaricio el cabello de su marido y negó con la cabeza…— es nuestra pequeña, ya no me interesa quien le hizo esto, solo quiero tenerla en casa, junto a mi… junto a nosotros— sus ojitos brillaron de alegría… Charlie asintió, nada podría opacar aquella felicidad que los embargaba… nadie.
***
Isabella se entretenía con el libro que René le había estado leyendo últimamente, se le hizo agua la boca cuando vio un pastel de chocolate en la portada… se relamió los labios, ¿Cómo sabría un pastel de chocolate?...seria… algo asi como ¿un pastel de lodo?...
Unos golpecitos en la puerta interrumpieron en la habitación… Ian asomo su cuerpo, e isabella no pudo evitar sorprenderse.
—Hola Bella— isabella aun no se acostumbraba aquel estúpido apodo… "bella"… como si realmente lo fuera… Ian sonrió al ver como el seño de ella se fruncía levemente. Ella hizo un gesto con la cabeza "saludando" al hombre que la salvo de aquella situación precaria, si no hubiera sido por él, quizás donde estaría ahora… hasta muerta.
Ella suspiro y miro fijo su vista nuevamente en la portada de aquel libro, dejándose impresionar…
—Son delicioso— declaro de pronto Ian, isabella levanto la mirada, perdiéndose en los lindos ojos azules del hombre. ¿a qué se refería? — me refiero al pastel de chocolate —dijo leyéndole la mente — son deliciosos, ¿ te gustaría probarlo— Isabella le regalo una cálida sonrisa a Ian, y este se emociono, ella siempre era muy seria, casi no miraba a nadie… asintió y luego un bostezo salió de su boca.
—Bella…— se acerco a su cama… y la muchacha se tenso inmediatamente, ian la miro confundido y le regalo una sonrisa— ¿Por qué no dices nada? — le susurro cabizbajo, isabella lo miro por unos instantes, aquel hombre no sé veía peligroso, al contrario tenía una hermosa sonrisa angelical… era algo parecido a un ángel guardián.
—Está bien, está bien— ian levanto las manos en señal de rendición—no le digas a nadie, pero te iré a buscar un trozo de pastel de chocolate— isabella le sonrió sinceramente, si… él era su ángel personal.
Al poco rato ian llego con una pequeña cajita con un trozo de pastel de chocolate… a isabella se le llenaron los ojos de lagrimas, había sido un hermoso detalle, ian acerco una silla al lado de la camilla donde isabella prácticamente se demoraba un pedazo de pastel…
—Tenías mucho apetito— rio dulcemente al ver como ella se relamía los labios, ella lo miro detenidamente y una risita silenciosa se forjo en sus labios, al poco rato Isabella comenzaba a bostezar, los parpados cada vez le pesaban más… y poco a poco volvió a los brazos de Morfeo completamente en paz.
—Eres realmente hermosa Bella…— Ian cuando estuvo convencido de que ella estaba dormida acerco su mano lentamente y sus dedos rozaron la mejilla de la joven… la quedo mirando detenidamente, y se convenció que desde ahora ella estaría mejor, él quería ser su amigo, ayudarla a salir adelante, su familia jamás la dejaría.. y él desde lo profundo de su corazón no quería dejarla.
—¡Aléjate de ella! — aquella voz lo sobresalto, alejándose de isabella rápidamente.
—¿Con que derecho vienes aquí y me pides eso Edward? — el aludido se tiro el cabello y luego poso sus ojos sobre su novia.
—Con el mismo derecho que ella es casi una hermana para mí, yo la conozco incluso desde antes que naciera— Victoria miro a Ian mientras discutían junto a Edward, se puso algo nerviosa, Ian jamás había sido un tipo cariñoso, al contrario ¿Por qué con isabella era asi?... quizás por lastima ¿Qué otra cosa podría producir?, si estaba prácticamente acabada, su piel estaba tan seca como una mujer de 80 años, y ese pelo parecía un nido de pájaros sin vida… si lastima, eso era lo único que producía.
—Por favor Edward, no seas idiota, eso es lo que menos importa ahora, asi que sale de aquí junto…-—ian se quedo en silencio alzando la ceja—con tu novia— termino de decir sarcásticamente, Victoria no era de fiar, no quería que se acercara a Bella.
—¿Qué quieres decir? — Edward frunció el seño, tocándose la sien con su mano libre, miro a victoria quien estaba completamente nerviosa y aquello no le paso desapercibido.
—Vamos amor, volvamos después…— victoria se volteo saliendo nuevamente por la puerta de la habitación, Edward la miro completamente confundido y luego miro a Ian quien estaba con la vista fija por donde se había ido su novia… "algo ocultaban", pensó, miro el rostro pasivo de isabella… aun no podía creer que era la misma que él había estado a punto de atropellar hace ya varios meses atrás, jamás pudo olvidar su rostro demacrado y ahora estaba ahí, a unos pasos de él, prácticamente ahora era de su familia.
—Vete Edward, ve con victoria—susurro Ian tratando de no despertar a isabella que se había removido inquieta en la camilla.
—Idiota— susurro Edward cuando se volteo derrotado para seguir a su novia por los pasillos del hospital.
—Shhh pequeña— susurro ian cerca del rostro de bella—no temas, no dejare que nada te suceda—
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holaaa mis lindas, no lo pude resistir ajajaj sé que tenia que actualizar rechazame pero este cap me llamaba...
GRACIAS POR VOTARME Y COMENTARME *_* estoooooy muy contenta por su apoyo...
espero que me dejen su opinion si les gusto o no el reencuentro, ahora se viene lo mejor *-* y no se me ha olvidado ni James ni renata asi que... bueno jajaja despues sabran.
¿votito o comentario?... porfis porfis *-*
Las quieroooo les mando besos y cariños y no se olviden de agregarme a mi facebook, ahi podran encontrar imagenes de este fic
Facebook: Ani Cullen
Un Agradecimiento especial a Vicko que me regalo esta hermosa portada *-*, ti amuuu gushanito, & no se olviden pasar por su fic que esta de muerteee!!! se llama "Deep Passion" .
tambien a mi Miau... quien me acompaña dias y noches con nuestras locuras, pasen por su fic se llama "Mi corazón siempre sera tuyo (+18)" suspiraran a cada momento *-* te amuu ma *_*
Tambien a mi nina.... GRACIAS por tus ideas *_* ajajjaja tendremos que soportar a la mueve "traseros" un rato mas... ti amuu *_*
Bueno a todaaaaas las lindas personitas que me leen Gracias, las quierooo montones <3
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