DEBIDO A LA AUSENCIA POR DOS SEMANAS AQUI LES TRAEMOS UN DOBLE CAPITULO, ESPERANDO QUE LOS DISFRUTEN, Y OFRECIENDO DISCULPAS POR EL RETRASO

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EDWARD POV

Después de ese día  que empecé a vivir en el infierno, me encontraba en un lapso en el cual mi persona había desaparecido por completo y su último día de existencia había transcurrido en los siguientes tres días de su partida, llevaba ya dos semanas en este mismo lugar ya no habitaba mi cuerpo, me convertí en un auténtico autómata.

Destroce todo a mi paso, aquel departamento estaba lleno de los proyectos y promesas incumplidas que nos habíamos hecho. Bella había dejado de amarme, y esto dolía aún más de lo que esperaba, porque las cosas eran totalmente diferentes ya que ella siempre había temido que yo dejara de amarla… ¿Y que había resultado? Su amor no había sido tan grande como ella profesaba.

El timbre volvió a sonar impaciente, esta vez no articule palabra alguna, los días anteriores había gritado y vociferado hasta hártame…

-¡Lárguense! Váyanse al diablo y déjeme en paz…- al escuchar esto desistían y me dejaban.

Vinieron todos, menos quien yo esperaba. No necesitaba salir, el conserje del edificio me proveía de lo que necesitase y no necesitaba de mucho por no decir nada… nada salvo el alcohol que pedía en intervalos indefinidos.

Mi rutina consistía en llamarle, Bella no me contestaba por lógica, pero los mensajes los dejaba, muchas veces eran ruegos y suplicas a que regresara , otras veces el alcohol y mi rabia nublaban mi entendimiento y dejaba mensajes muy hirientes.

Seguían tocando el timbre hasta que ya no lo escuche más, después de un rato fui consiente de como intentaban quitar la chapa del departamento, seguí igual sin moverme, que más daba ya…

-Edward…- dijo Carlisle al verme -¿Hijo estas bien?-mire a la nada sin responder, Emmet estaba ahí junto con Jasper, los tres me miraban esperando respuesta, me limite a tomar la botella que tenía a la mano e intente beber.

-Vamos hermano ya deja esto…- dijo Emmet arrebatándome la botella de las manos-No solucionas nada haciendo esto…

Jasper no emitía palabra alguna mientras que Carlisle intentaba incorporarme, al verlo mi razón adquirió sentido y cobro fuerza.

-¿Dónde está?...- pregunte y ellos captaron de inmediato a que me refería pero nadie contesto- Contéstame…-grite y lo tome por la chamarra furioso- ¿Cómo puede ser que tu estas aquí y a ella ni siquiera le interese?- siguió sin decir nada hervía de rabia me le fui encima y empecé a golpearlo, el no respondió a mi ataque, simplemente se limitó a esquivarme después del primer golpe.

-Edward deja de lastimarte de esta manera…-insistió Emmet que me había retenido por la espalda agarrándome ambos brazos, mientras Carlisle, veía el golpe que le había dado a Jasper, este agrego- Además Jasper no tiene la culpa de nada.

Enloquecido como estaba, despotrique mil cosas más en contra de Jasper y después dirigí todo a Bella, nadie dijo nada me dejaron desahogarme hasta que ya no pude decir nada más, las lágrimas me invadieron y mi tristeza que hasta ahora había sido solo mi fiel compañera me invadió sumiéndome primero en un sopor y después en un sueño profundo.

Cuando abrí los ojos nuevamente reconocí donde estaba, las paredes de mi habitación que hasta ahora habían sido el lugar más reconfortante ahora me parecían una extensión del mismo infierno que habitaba. Un movimiento capto mi atención, era Esme que estaba a mi lado, cuidando mi sueño  como cuando era un niño pequeño, me incorpore y empecé a buscar mis cosas deseaba estar en el departamento y no aquí en casa.

-¿A dónde vas?- pregunto Esme, seguí sin contestar, pero ella se puso en la puerta impidiendo mi huida.

-Por favor mama, muévete- dije desganado y molesto, ella no se movió ni un centímetro- No me hagas moverte…- grite fastidiado, en ese instante la puerta se abrió y entro mi padre- ¡Aléjate de mí! ¡No te quiero cerca! Tu pudiste ayudarme- solté más que furioso, ella trato de abrazarme pero rechace su contacto.

-¡Ya basta Edward!... esto es suficiente no voy a permitir que te destruyas y arruines tu vida, mucho menos permitiré que lastimes a tu madre, que suficiente ha tenido con la partida de tu hermana…- sus voces las escuchaba en off, los veía hablar pero nada tenía un valor o sentido para mí, el me sacudió por los hombros y yo lo escuche por primera vez- Madura y afronta la situación como lo que eres… un adulto.

-Hijo por favor reacciona… piensa en tu carrera, tu vida sigue…-Esme se acercó y me hizo mirarla- desahógate en tu música, no te destruyas con el alcohol…-suplico- Si Bella ha podido seguir adelante ¿Tu por qué no?

El dolor que me causo escuchar su nombre, invadió mi nuevo ser de rabia. Si esto que decía Esme era cierto y Bella se encontraba bien yo no le daría tanta paz… NO… ella no la tendría y yo tenía los medios. Sin mencionar que también le había jurado que ella me recordaría en todo momento.  Aspire profundamente, veía como mis padres seguían hablando pero para ser sincero no les preste atención, en cambio empecé a hacer mis planes.

-Tienen razón…- ellos me miraron confundidos, algo notaron que se tranquilizaron un poco se apartaron y pude salir de mi habitación, pero en vez de irme fui directo a ver a Alice- ¡Carajo! ¿En dónde está?

-Tu padre te acaba de decir que tu hermana se fue…-dijo Esme muy triste.

-Pero claro… Ella está de parte de Bella- proteste.

-Eso no es cierto- las defendió Carlisle- Estas juzgando a todos aun sabiendo que todo esto tiene una sola culpa y es la falta de comunicación.

-NO…-negué y solté una sonrisa dolida e irónica- no solo fue eso, también fue la falta de amor… Bella nunca me quiso como yo la quise a ella, después de todo tenías razón mama…

-Te estas extralimitando y estás haciendo juicios injustos- recalco mi padre- yo fui testigo de cuanto te quería.-rodé los ojos incrédulo.

-Si esperan que me quede aquí, desde hoy les digo que queda prohibido volver a tocar ese tema, no quiero, ni escuchar su nombre…- me dirigí hacia mi habitación pero antes de entrar agregue- Por cierto también… les digo de una vez por todas que esto me ha hecho cambiar y no esperen que sea el mismo que fui… así que sería agradable que lo analizaran porque no les voy a permitir una intromisión más en mi vida…-me encogí de hombros-Si no les parece… me marchare, no tengo ganas de soportar más reglas y condicionamientos de ningún tipo.

No me respondieron nada, creo que optaron por dejarlo pasar, con la esperanza de que en algún momento las cosas cambiaran. El tiempo comenzó a pasar, mis días eran un infierno, sabía que tenía pendientes de trabajo que atender próximamente, y que este tiempo que había tenido libre se debía a que yo los había dispuesto ya que iban a ser para mi luna de miel… las ironías de la vida, ¿quién me hubiera dicho? De haberlo sabido en ese mismo instante me la hubiera robado.

-¡CARAJO OTRA VEZ ELLA!- grite frustrado alguien toco mi puerta- ¿Quién?...

-Edward… podemos hablar-abrí la puerta de mi estudio y ahí estaba, me miraba sin decir nada.

-¿Qué rayos quieres Louis?- proteste y me fui a sentar.

-Edward… vengo a hablar contigo de trabajo, traigo todos los papeles- saco de su portafolio los papeles y me los mostro, eran el contrato que manteníamos, de él siendo mi manager, entre otras cosas más.

-¿Qué significa todo esto?- señale y avente uno de los folders en el escritorio.

-Mira voy a ir al grano… Como sabemos nuestra relación ha empeorado, de hecho ni siquiera soportas a Jasper, y esto para mi es vital ya que él ha entrado en el negocio, no planeo forzarte a tener una relación laboral con nosotros si ya no hay confianza por lo que paso con Bella- Carlisle había entrado en el estudio justo cuando Louis me dijo todo esto, note como al decir el nombre de ella se encogía de dolor pero no entendí porque, suspiro y agrego- no me voy a poner difícil así que vengo a entregarte cuentas.

-¡Es por ella!…-reproche, seguro no quería verme- pues a mí no me molesta verla, que se aguante.

-No es por Bella…- lo mire confundido, después negué y solté una sonrisa irónica.

-Si claro…- solté incrédulo y duro, de verdad me creía idiota.

-Bella…- el bajo la mirada y su voz reflejo demasiada melancolía y tristeza era como si la extrañara- ella ya no vive conmigo… desde que se fue con Renée, ni siquiera quiere verme, así que por ese lado no debes preocuparte.

-Ella se fue con Renée- afirmo mi padre incrédulo, mientras que Louis asentía- Pero si ella siempre se negó a irse con su madre… pensé que Bella terminaría yéndose a vivir sola.

-Bella cambio… Nos ha sacado a todos de su vida, en estos tres meses la convivencia con Jasper se fracturo, ella dejo de hablar con todos sus amigos…-dijo muy triste dejándome en shock.

De pronto las palabras que había pronunciado cuando me acepto en su vida resonaron en mi cabeza: “Jamás te quitaría a tu amigo o a tu hermana, yo te quiero y ten por seguro que preferiría mil veces alejarme a dejarte solo, siempre tendrás a la gente que te ama contigo, pase lo que pase entre tú y yo, siempre tendrás lo que es tuyo.” 

-¡Maldita sea!- grite, Carlisle y Louis me miraron midiendo el entorno-¡NO!… ella no me va hacer esto.

-¿De qué hablas?- pregunto mi padre, negué y los mire enloquecido.

-Tú y yo seguiremos como siempre… Trabajaremos…-dije seguro, ella no se saldría con la suya, yo no podía albergar ese pensamiento en el que ella me quería- Dile a Jasper que no hay ningún problema, empezaremos cuanto antes a trabajar.

-¿Estás seguro?- asentí y salí de mi estudio dejándolos solos.

Empecé a trabajar como loco, me absorbía en mi trabajo acepte una infinidad de propuestas, y siempre estaba en todos los medios, televisión, radio, revistas, espectaculares siempre había algo de mí. Estaba en New York llevábamos más de 14 meses residiendo en este lugar, Louis se fue conmigo, y Jasper se encargó de los asuntos en Phoenix, hablaba mucho con mi madre, pero las pláticas no eran del todo satisfactorias y esto era por mi comportamiento, mis parrandas eran el pan de cada día, así como también las innumerables mujeres con las que salía, a nadie tomaba en serio y esto molestaba a mi madre, sin mencionar las contestaciones que yo daba.

Todas mis noches eran igual, me fundía en el mismo sueño, en el aparecía Bella diciéndome que me amaba, que jamás dejara de creerlo, en ocasiones como esta no me dolía tanto, agradecía que ella estuviera ahí, lo único que me molestaba siempre es que en mis sueños la cubría de besos y la mantenía en mis brazos pero jamás podía calmar su tristeza sus lágrimas eran permanentes y esto era desesperante para mí, pues yo siempre había logrado consolarla, esta noche fue la peor de todas.

Me encontraba en una casa vacía, vagaba por los pasillos el espacio era totalmente lúgubre, de pronto escuche su voz, como desquiciado comencé a buscarle, gritaba su nombre desesperado:

-¡Bella! ¡Amor ¿dónde estás?!- su voz cada vez se escuchaba más frágil.

-¡Edward! Por favor, no me dejes sola- suplicaba y esto era desgarrador- Te Amo, siempre te he amado.

-¡Bella! Por favor, donde estas- abrí una puerta que daba a una especie de desierto en la punta de un precipicio se encontraba ella, su cuerpo era rodeado por una espesa neblina , parecía como si estuviera rodeándola, me acerque a ella a paso acelerado- ¡Bella!- grite, ella volteo a mirarme su mirada triste y su incansables lagrimas la acompañaban, cuando estuve más cerca pude ver que aquello no era una neblina, un ángel negro posaba sus brazos en su cuerpo haciéndola suya, el rostro de este permanecía en penumbras, su sonrisa aterradora retumbaba en mis oídos, estaba por llegar a Bella, sentí tocar sus dedos, pero cuando observe bien no había nada en mi mano, el ángel negro movió su túnica y ahí en el suelo yacía mi Bella, la tome en brazos desesperado.

-¡Bella amor!- quite varios mechones de su rostro- Ya estás bien amor- su rostro no tenía color alguno, me asuste e inmediatamente trate de escuchar los latidos de su corazón pero no se escuchaba nada- ¡Por dios!- solté desesperado comencé a reanimarla- Vamos Bella…-1, 2, 3, otra vez comencé a insuflar aire a sus pulmones- ¡Tu no estas muerta! ¡Tú no estás muerta! Vamos, reacciona- seguí haciendo lo mío- Por favor, por favor, por favor- volví a darle aire- Regresa a mí por favor, mi amor, Bella- tome su rostro en mis manos, la neblina de hace un momento invadió el lugar, trate de que no la tocase, acomode su cuerpo en mi regazo, levante la mirada para ver por donde salir de ahí y justo en ese segundo ella había desaparecido de mis brazos.

El escenario cambio de forma abrupta, pero era igual de lúgubre que el anterior, al frente había mucha gente, me acerque a paso lento al distinguir a las personas, de pronto pude ver a mi madre, ella trato de detener mi avance pero no me freno, di unos pasos más y me topé con Renée que lloraba desconsoladamente, mientras Jasper la mantenía abrazada, reconocí el lugar en segundos y recordé la misma escena, era el mausoleo de la familia Swan, el féretro se presentaba ante mi abierto pero no lograba ver quién era, el pánico me invadió y el valor me estaba faltando, no quería aceptar que ella estuviera ahí, mis pies ágilmente se movieron, fue cuando vi su rostro, intente sacarla pero el féretro se cerró de golpe haciéndolo caer varios metros bajo tierra.

Un grito desgarrador fue con el que desperté, sudaba por efecto de la pesadilla, mi respiración era totalmente irregular, respire profundamente y me repetí:

-Solo fue un sueño Edward, todo está bien- me repetí hasta el cansancio, al lado mío trataban de calmarme, me aparte de ella y sentí repugnancia, me dirigí a la ducha y me encerré en ella.

-Edward ¿estás bien?- pregunto en cuanto sali del baño, asentí a modo de respuesta- ven cariño debes descansar mañana será un día pesado.- ¿Qué rayos hacía en mi cuarto?

-Necesito estar solo- dije sin mirarla- ¿Por qué no mejor te duermes? déjame tranquilo.

-Edward, vamos cariño aquí estoy yo- dijo melosa - Puedo quedarme contigo si tú lo deseas.

-Sal de mi habitación…-gruñí molesto, abrí la puerta  y espere que saliera-Ya te lo he dicho mil veces no te quiero en mi habitación, y jamás te querré en mi cama- salió a prisa y yo cerré.

Estaba en un club, de New York cuando ella me encontró, deseosa por estar conmigo, a mí me dio igual, ella se acercó y todo cambio, justo ahora nuevamente se repetía aquella escena.

-Cariño… ¿Por qué tan solo?- sonrió seductora y provocadora, yo me reí y simplemente la deje hacer lo que quisiera.- Tienes una ardiente novia y tú no…- ¿Por qué no regresaba a su casa?

-Tanya…- la detuve de inmediato-Ya hemos hablado de esto…- y era cierto desde que la vi aquí, le deje claro que yo no buscaba nada formal, mi mente acoto ¿Qué su familia no la quiere?

-Vamos… llevamos meses saliendo y yo quiero formalizar esto que tenemos, yo te…- acalle con mi mano lo que fuera a decirme y negué, me estaba fastidiando y la verdad no era nada dulce con ella

-Pero yo no quiero… por que no mejor dejamos las cosas hasta este punto, cambiemos de tema-y lo hizo, ella siempre me trataba con mucho cuidado, sabía perfectamente bien que molestarme no le dejaba nada bueno, odiaba como me trataba, pero la verdad no tenía muchas opciones.

Esa noche bebí más de la cuenta, más que otras noches, la razón eran mis recuerdos… recuerdos que hasta ahora llenaban mi mente, el simple recuerdo de saberla mía ocupo mis sentidos, me pregunte si Bella recordaba lo mismo, cada beso, cada caricia habían quedado tatuadas en mi piel y en mi corazón.

Desperté en mi habitación del hotel con un dolor desquiciante de cabeza, no recordaba cómo es que había llegado, pero no paso mucho para que me acordara, ella se removió en la cama, yo me incorpore a medias, ¿alguna vez has despertado con alguien al lado tuyo y has deseado cortarte esa extremidad del cuerpo con tal de no despertarlo?, pues eso me paso a mí. Me moví con sumo cuidado, me aparte de ella, cuando estuve de pie me empecé a vestir y salí como bólido de la suite cerrando sin hacer el menor ruido.

Las imágenes agolparon mi mente, recordé todo, fue como si me pasaran una película en segundos, lo que más note, fue como mientras tenía relaciones con Tanya, me imagine a Bella, y repetí su nombre como un desquiciado, no sé cómo Tanya pudo siquiera aguantar eso, pero ella seguía en mi cama así que supuse que no le había importado. Pero qué diablos le pasaba a Tanya por la cabeza, me sentí mal por ella, sabía que no se lo merecía pero también supe que ella lo había buscado, porque nadie en su sano juicio permitiría aquello.

Deje el hotel por horas regrese justo al medio día, pues Louis me había dicho, que debía regresar a Phoenix por un asunto y que mandaría a Jasper, cuando llegue al hotel encontré la suite vacía, no había rastro de Tanya, solo una nota que decía: “Regreso con mis padres, quieren que regrese, no me voy porque así yo lo desee, Te amo Tanya”, tire la nota y solo dije:  “Ahí tienes Edward esta mujer no tiene amor propio”. Tres golpes rápidos, me sacaron de mi maraña de confusión.

-Hola Marshall… ¿Qué pasa?

-Edward en 30 minutos tenemos que irnos a la sesión fotográfica, te aviso para que estés listo- asentí y comencé a alistarme.

Cuando baje de la camioneta y entre en el estudio, todos me saludaron, estaba un poco aturdido y no hacía mucho caso a los comentarios a mi alrededor así que solo asentía sin sentido, me explicaron lo que haríamos y el día comenzó su curso me cambie varias veces, en ningún momento vi a Jasper supuse que no había llegado hasta que…

-Oye Jasper… ¿Qué te han parecido las fotos?- algo le respondió que no alcance a escuchar-Ok… aquí están algunas de las cosas que la chica que lo va entrevistar quiere saber- este solo tomo las hojas y las puso en el escritorio- Bueno deja checar como va Edward ya solo es este cambio y terminan con la sesión de fotos…- Marshall camino leyendo unos papeles hasta que se topó conmigo volteo y grito- Edward ya está listo…

Jasper tenía la vista fija en la laptop de Emmet y ambos estaban de espaldas a mí, lo peor no era eso, era lo que ambos observaban en la pantalla. Me acerque para poder observar mejor, al parecer ninguno de los dos entendió la expresión de Marshall pues siguieron en lo suyo.

-Esta fue la última vez que la vi- en la pantalla se reproducía un video y en el Bella salía a cuadro, al verla cada fibra de mi ser cobro vida- Bella me ayudo, este era un trabajo importante para mi escuela, accedió a ayudarme discutimos un poco y ya no pude decirle lo agradecido que estuve y estoy con ella, me fue excelente y ya no le pude agradecer…- ella aparecía cantando y su voz inundo mis sentidos- El tipo ese la hizo escoger entre él y nosotros, no puede ser que exista alguien así, no se la merece… 

-Dime algo que no sepa- se quejó Jasper- A pasado tanto desde la última vez que la vi… Se envolvió en una coraza impenetrable… Extraño a mi hermana y más aun con todo lo que me ha pasado, ella era la que me escuchaba y me sacaba del hoyo.

-Si… ha pasado de todo- Emmet soltó un quejido- Ojala  Bella reaccione y vuelva con su familia, con la gente que de verdad la ama, aun no entiendo por qué alejarse así, y Alice igual.

-¡Oh Dios mío! Edward ya estás listo- dijo la asistente del fotógrafo, acto seguido Emmet y Jasper voltearon- Oye Jasper ¿Quién es la chica?

-Es mi hermana…- respondió a regañadientes solo por cortesía.

-Vaya es realmente muy bonita- contesto ella, Bella era más que eso.

-Gracias…- dijo Jasper, la chica sonrió y desapareció de nuestra vista-Bueno seguro hay muchas cosas que Louis no te pudo contar, pero iniciemos…- dijo con gesto profesional- Te harán una entrevista, en realidad las preguntas no son la gran cosa, pero creo que la más importante es ¿Para quién escribiste esta canción?- me entrego las hojas y señalo la pregunta.

-Esto es un error- respondí atragantándome, seguía con la imagen de Bella en mis pensamientos, pero algo no checaba, la persona que aparecía en el video no era la misma que yo amaba, el brillo en sus ojos había desaparecido, era como si ella no estuviera ahí, me di media vuelta solté las hojas, y camine a la salida, necesitaba salir ya.

-Eso es… adelante, vuelve a ser el mismo cobarde de hasta ahora, vuelve a evitarnos, total aquí están tus idiotas- dijo Jasper molesto, volví sobre mis pasos y lo encare- Vaya… Hola Edward.- dijo viéndome muy tranquilo, algo noto que sonrió un tanto irónico o al menos eso me pareció.

-Di lo que tengas que decir Jasper- la furia me invadió y sentí unas enormes ganas de golpearlo.

-¡NO!... anda vete… vuelve a ser lo que eres- me reto, lo empuje provocando la pelea.

-VAMOS DILO ¿O QUE? ¿ESO ES LO MEJOR QUE TIENES? DILO- insistí empujándolo una y otra vez.

-¿Esto es lo mejor que tú tienes?... Por favor… que fastidio ser tú- torció el gesto burlonamente e hizo una reverencia- ¡Que desea su excelencia! A caso quieres que seamos tus súbditos… conmigo te equivocaste Edward.

-Oigan vamos no empiecen, aquí no…- intervino Emmet de forma conciliadora.

-Vamos… Pégame- lo volví a empujar otra vez y lo tome por la chamarra- Vamos pégame… Dime que detestas que hable mal de BELLA- su nombre salió de mis labios, y aun entre el calor del momento salió con todo el amor que sentía por ella- Vamos pégame, porque tú también la perdiste por mi culpa- la tensión se hizo más fuerte- Siento que me ahogo… Vamos pégame… Me estoy asfixiando…- grite, él se limitó a aventarme y me propino aquel golpe que pedí, trastabille un poco y él se quedó mirándome, mientras yo sentía como volvía en sí.

-¡Hey ya cálmense!- algo noto Emmet, que solo protesto- Parecen niñas… Idiotas…- se puso en medio de los dos- podrían comportarse como lo que siempre han sido…- Jasper asintió, levante la vista y este me tendió una mano que yo acepte.

-¿Estas bien hermano?- me dijo cuando yo acepte su ayuda, mire a mi alrededor, al menos nadie salvo la gente con la que siempre trabajaba habían presenciado la riña- ¿Estas bien?- asentí y me reí al hacerlo sentí una leve punzada en mi boca- Bienvenido de nuevo al planeta tierra…

-Imbécil pegas como mula…- proteste limpiándome la sangre del labio él se acercó a la hielera y me ofreció una cerveza.

-¿Sabes?… fue bueno tener al viejo Edward otra vez- Jasper tomo un poco de su botella y se encogió de hombros- quizá no importa que solo hayan sido unos instantes nada más…- suspire y negué- ¿Sera posible que vuelvas a ser el mismo de siempre?

-No lo sé… pero debo confesar que me sentí mejor…-acepte.

-Edward… - me gire a ver a Emmet- hablando enserio… ¿No deberías de luchar por Bella?... creo que dejarte vencer no es una opción – comenzó a reírse- Eres más imbécil de lo que esperaba, jamás amo de esa manera y estoy seguro que hay algo oculto en todo esto- entrecerré los ojos- estoy plenamente seguro que jamás dejo de amarte.

-Ella no me amo, quizá me quiso, pero amar…- ambos negaron-¿Te lo dijo ella?- pregunte al ver su negativa.

-Nunca hizo falta que lo dijera…-replico Jasper- Bella jamás dejo de hacerlo… yo mismo lo vi, la última vez que hablamos, fue justo por este hecho que discutimos, porque le dije que se estaba engañando, nos atacamos mutuamente y ella me prohibió hablarle si volvía a tocar el tema, de hecho, me advirtió que no me le acercara si tenía ese propósito, la verdad me harto y me aleje.

-Es que es tan terca…- dijo Emmet- Yo se lo dije, le dije que se estaba dejando manejar por los demás y que ahora parecía más una muñeca en manos de los demás, le dije que me decepcionaba.

-Para ser honestos dudo mucho que mi hermana este enamorada del tipo ese, podría asegurar que le tiene cariño, pero amarlo no lo creo- se encogió de hombros- conozco el corazón de mi hermana y la verdad sé que para enamorarse necesita de mucho más…

-Digan lo que digan… ahora ya no es el momento- ambos me vieron incrédulos así que fui claro- Me acosté con Tanya- me miraron sorprendidos- Si lo sé, estaba muy borracho y solo paso…

-Ni modo… creo que se acabó la plática- dijo Emmet, señalo atrás y note a la chica que asistía al fotógrafo, al verme puso mala cara…- Linda no te preocupes un poco de maquillaje y terminan.

Nuevamente empezó a pasar el tiempo pero esta vez me mantuve en el mismo sitio, no cabía duda que tener a mis amigos de vuelta era un tanto tranquilizador, salía pero esta vez ellos me acompañaban. De alguna manera pude ver las cosas con otros ojos, y el enojo paso a otro término ahora solo representaba el dolor por lo ocurrido, el dolor de la perdida.

Poco después de mes y medio que llevaba de ver de nuevo a Jasper, me entere por el que a Bella le había llegado una beca de Julliard, me sentí muy orgulloso, sabía lo que para ella significaba así que no me reprimí y le envié unas flores, correcto sabía que después de esto no me podría limitar pero aún quedaban muchas cosas en el aire, pero algo si era cierto, la amaba igual que siempre quizá hasta más de lo esperado.

Permití algunos cambios en mi vida, regrese a Forks al cabo de 3 meses más, fui a buscar de nuevo a mi hermana a Seattle, pero la situación no fue nada placentera, pues terminamos discutiendo, cosa que a la abuela Elizabeth no le pareció y puso sus propias reglas, reglas que la misma Alice tuvo que aceptar, las visitas las hacia esporádicas, ya que mi hermana había cambiado y si era extraño pero siempre que tocaba el tema de nuestros antiguos amigos simplemente me evitaba. De alguna forma debía recuperar nuestra relación cuanto antes, pues como decía Jasper ellas eran o habían sido siempre nuestras confidentes, y no tenerlas cerca era difícil para ambos.