JASPER POV.

Justo ahora parado donde estaba, no sabía lo que pasaba, todo había pasado de una manera alucinante, pero realmente me sentí aliviado, no sabría explicar hasta qué punto lo estaba. Por ahora había una sola persona en mi cabeza: “Alice”…

-Jasper…-replico ella molesta, por mi falta de atención- por favor, ¿podrías hacerme caso?

-Te escucho…-dije tranquilo.

-Pues me voy…-soltó imperturbable, acaso estaba demente, o pensaba que me iba a separar de mi hijo.

-¿Pero que estás diciendo? –replique dirigiéndole una mirada molesta- Me acabas de decir hace poco que…-no me dejo seguir.

-¡Basta!- grito- Mira te quiero, pero no por eso me voy a quedar aquí, deseo hacer más cosas y de una vez te digo que por ti no me quedare.

-Sabes a qué me refiero…-replique apartándome de ella- María las cosas no se pueden hacer así, yo necesito buscar estabilidad para ambos.

-Por favor… ¿estabilidad? Acaso estás pensando en casarnos- dijo divertida, yo no la entendía- Dios esto es lo más divertido que me ha pasado en la vida

-No me parece que te esté contando algo gracioso-conteste serio mientras ella se doblaba de la risa- María quiero hacer las cosas bien.

-Jasper… tranquilízate- volvió a reírse- Eres tierno sabes, demasiado dulce y eso… podría decirse que en exceso, talento o defecto que no va con mi persona.

-Jamás me habías dicho que te molestaba esto de mí.

-No es que me moleste… me halaga el que quieras casarte conmigo, me parece dulce y eso pero…

-¿Pero?- aguarde una respuesta- Necesitamos ver las cosas como son tener los pies en la tierra justo ahora debemos ser racionales.

-¿Por qué te quieres casar conmigo?- le dirigí una mirada confundida y ella agrego- Quiero saber por qué me dices esto, la razón me interesa.

-Pues lo sabes…-respondí pero no encontraba las palabras como antes, ella negó y espero a que siguiera, pero por alguna razón, no encontraba la convicción en estos hechos, o más bien en mis palabras- Te quiero y vamos a tener…- ella silencio mi respuesta y puso una mano en mis labios.

-Exacto… Me quieres… Jamás dijiste Te amo.

-María sabes que tú eres muy especial para mí y más ahora que vamos a tener un hijo.

-¿Me pides matrimonio, por eso? ¿Por un hijo?- asentí y sonrió divertida- Lo dicho, eres muy tierno quizá demasiado, pero yo no me quiero casar contigo… Cariño, me agradas y todo pero jamás me casaría contigo, tú eres bueno y me divierto contigo, pero de ahí a casarme necesitaría estar loca…

-¿Te estas burlando de mí?- dije molesto, pues cuando ella termino su discurso las palabras de Alice surgieron en ese instante, ella pensaba en una vida juntos y María…- ¿Y qué piensas hacer? Separarme de mi hijo.

-Jasper…-un ataque de risa la convulsiono- ¿Cuál hijo?

-Realmente estás jugándome una broma muy pesada al no saber de qué hablamos, y sinceramente me estas poniendo de malas.-solté ya más que molesto.

-Vamos Jasper… relájate cariño- comenzó a besarme el cuello, en automático me aleje de ella y la hice a un lado- ¡Uy! Parece que se te acabo la dulzura… Perfecto así me gustas más.

-¡Basta!- me aleje de María y ella seguía muy divertida- Me fastidia que se burlen de mí.

-No, me burlo… Solo que te lo dije, yo no tendría un hijo tuyo jamás…-me lance hacia ella furioso.

-¿Qué estupidez has hecho?- la encare y la tome por ambos brazos ella parecía divertida y un tanto excitada ante mi repentina furia.

-Cálmate, no hay ni hubo tal hijo- la mire confundido- si como lo oyes, así que bájale a la paranoia.

Como la tenía contra la pared, ella aprovecho y comenzó a besarme desenfrenada, estaba bastante entretenida mientras que yo digería, lo que acababa de decirme, por primera vez había visto una María que me causaba repugnancia.

-Jasper…-por primera vez era feliz de recibir una interrupción de Louis- Buenas Tardes…-dijo incomodo al notar a María, me hice a un lado de manera áspera y seca, sabía que Louis había notado mi molestia- Bien esto es rápido…  ya tengo todo listo para la próxima semana, aquí tienes…- me tendió un boleto de avión, pasaporte y visa.-Eso es todo, hablamos más tarde. María… te quedas en tu casa.-salió rápidamente sin decir nada.

-Esto sí que fue divertido, la cara de tu tío no tuvo precio…-trato de seguir en lo que estábamos, pero la evite.

-No sé qué demonios te pasa- solté furioso- pero sabes que me molesta que te burles de mí y de mi familia.-soltó otra vez una carcajada cínica- ¡Ya basta! Me harte, si solo querías burlarte y jugar conmigo sorpresa, ya no lo conseguirás, como puede ser que te comportes de esta manera…

-Vaya… ¿me estás diciendo que me comporto mal?- no la mire ni le hice caso comencé a tomar sus cosas y se las puse en las manos-¿Me estas corriendo?-pregunto molesta.

-Tómalo como más te guste… quiero que te vayas.

-Yo no soy una prostituta barata, para que me trates de esta forma.

-No lo hago de esa manera, simplemente no deseo estar contigo ahora.

-Vamos se sinceró y dime el porqué de tu actitud hacia a mí, si siempre he sido así.- me perdí en su afirmación, mis recuerdos comenzaron a fluir, de manera rápida y efectiva, aquello era cierto ella siempre había sido así, lo único diferente es que apenas yo lo notaba.

-Pues creo que ya no me gusta que seas así…-solté aquello tranquilo y muy sincero.

-¡Ay cariño!, todo esto es por mi supuesto embarazo ¿verdad?- me quede quieto sin decir nada, buscando cual había sido el detonante de aquella situación- Jasper te lo dije y te lo repito ahora, nosotros estamos bien así, no necesitamos un compromiso formal, es más justo ahora…-tomo los documentos que Louis me había dado- me alegra que vayas a distraerte, puedes encontrarte a alguien más en este viaje y yo no me molestare, eres libre de hacer lo que más quieras y desees, si deseas estar con otra por mi está bien, justo esto es lo que venía a proponerte…

-Me estas proponiendo…-la mire aún más asqueado y desilusionado, pero ella no me dejo seguir.

-Quiero que tú y yo manejemos una relación abierta.-dijo segura y sonriente.

-¿Sabes qué?… -puse una distancia considerable entre ambos y hable- Esto es lo más fácil que jamás pensé que podría hacer, agradezco tu propuesta y me das la tranquilidad absoluta para rechazarla, gracias pero no la acepto si deseabas terminar conmigo solo debiste decirlo.

-Es que yo no quiero terminar contigo… lo que te propongo es diferente.

-Si claro… comprendo… lo que propones es que seamos amigos con derecho- dije y su mirada brillo, de mis labios salió una sonrisa triste llena de una desilusión que dolía al ver una persona que llegue amar con el alma, la cual jamás correspondió a mi amor- Lo siento… pero no puedo, esto que me dices ahora cambia por mucho lo que siento por ti.

-Pero Jasper… es que yo te quiero mucho, me gusta mucho como eres conmigo.

-Si… ya lo veo, tanto que me pides esto- me miro desconcertada, parecía que justo ahora se encontraba al tanto de lo que pasaba- Eres libre de hacer lo que deseas, por mí no te detengas, desde ahora te digo que lo que tú y yo teníamos acabo, haz lo que más desees, pero por favor conmigo no cuentes.

-Jasper… yo no quiero, que tú te alejes de mí, yo quiero que sigamos hablando y seas lo que siempre has sido para mí.- se acercó a mí y me beso, pero yo me retire, aparte sus manos de mí.

-María… yo no puedo aceptar esto, entiéndeme.

-Necesitas tiempo, lo que pasa es que con todo lo del supuesto embarazo tú estás muy sensible, cuando estés más tranquilo aceptaras lo que ahora te propongo, la pasamos bien y en la cama ni se diga, así que te daré tiempo.

-No necesito tiempo… María, esto termino-dije seguro, en ese momento entendí el por qué no me dolía tanto como esperaba y por qué me había sido tan fácil, pude notar a la verdadera María.

-No… no ha terminado, necesitas tiempo y te lo daré…-rápidamente depósito un beso en mi mejilla, tomo las llaves de su auto y se dio media vuelta.

Como son las cosas, cuanto tiempo había perdido creyéndome enamorado de una ilusión que mi cabeza había conjurado en una perfección totalmente abstracta, no podía decir que no quería a María, porque si la quería, pero ¿amarla?... No… realmente no podía llamar a eso amor.

-¿Por qué los gritos?-dijo Emmet serio saludándome.

-Casi nada, María vino a proponerme que tuviéramos una relación abierta…- pase las manos por mi nuca, estaba furioso y grite- ¡Pero qué imbécil he sido todo este tiempo!

-Bien…- dijo Emmet midiendo el terreno- No se supone que ella estaba…

-No lo está…- caminaba de un lado a otro, el timbre sonó y el ama de llaves acudió a abrir- ¿Pero sabes qué?- Emmet asintió esperando que terminara- Fue mejor que no lo estuviera, así no sufrió un niño a su lado.

-¡Qué onda! ¿Cómo están?- saludo Jacob, al notarme solo se dejó caer en el sofá y soltó directo- ¡Estas jodido!- asentí- Bueno, ya somos dos…

-¿Tú también?-pregunto Emmet- Uff… y ¿a ti que te paso?

-Nada nuevo, termine con Madeleine… no entiendo por qué me aferre, aun cuando Bella me dijo muchas veces que tuviera cuidado.

-Mi hermana siempre sabe cuándo las cosas no son buenas para uno…-proteste, muy a mi pesar Bella me lo había dicho y Edward, Rose, Emmet – Alice…-solté sin importarme.

-¿Alice?-pregunto Emmet y Jacob se carcajeo- ¡Cállate imbécil!-dijo dándole un golpe en la nuca.

-¿Vez la situación o te la explico?-dijo Jake a Emmet, yo seguí confundido- Seria curioso que justo ahora la notara.

-No creo…-me miró fijamente- Amas demasiado a María, ¿Verdad?...

-¿Qué?- pregunte abstraído, me había dado cuenta del por qué note a María y fue gracias a Alice- Ella… me demostró que es amar de verdad, yo debí… no debí dejarla ir, si la hubiera besado estaría aún más seguro de todo esto… yo debo ir…

-Te lo dije… ama a María.-dijo Emmet, fue cuando note que todo lo que pensaba lo había dicho en voz alta.

-Lastima… la pequeña es preciosa y de verdad deseo que encuentre a alguien que la ame, ese tipo es insufrible-dijo Jacob, tome las llaves de mi auto y solo camine hacia el- ¡Hey! ¿A dónde vas?

-Eso se va acabar ahora…-dije seguro, yo debía decirle que lo que ella hacia estaba mal, debía liberarla de ese infeliz como ella lo había hecho conmigo quitándome a María de encima.

-¿De quién hablas?- pregunto Emmet confundido, y Jacob me miro igual.

-¡HABLO DE ALICE!- ambos me miraron estupefactos, Jake detuvo la puerta del auto.

-Espérate…-dijo Jacob seguro- ¿Por qué lo vas hacer?

-Por qué se lo debo…-respondí serio-Ella no puede seguir con alguien que no ama, ella merece alguien mejor.

-¿Y eso eres tú?-soltó Emmet cruzándose de brazos, lo mire confundido.

-Hablo de algo simple… Alice merece buscar alguien que la ame, ella lo merece.

-No vas a ir…- dijo Jake tomando las llaves de mi auto.

-¿Pero qué te pasa imbécil?-proteste, él no tenía por qué meterse en eso, ella era importante para mí, yo lo note y no dejaría que un imbécil le destrozara el corazón.

-Ella no se merece eso, no porque tu hayas terminado con María ella debe hacerlo con Jim-dijo Emmet serio.

-¡Ustedes no saben nada!... ahora dame las malditas llaves-replique molesto.

-¿Qué es lo que no sabemos?- pregunto Jacob- dime Jasper ¿Tú te enamoraste de Alice?- los mire sorprendido y alucinado-Por qué solamente así, puedes ir y decirle lo que nos has dicho.

-Yo… yo…-repetí, no sabía que responder, había sido un día muy largo y alucinante.

-Bien, porque no mejor entramos en la casa y te relajas-dijo Emmet, yo me encontraba fuera del auto, el cerro la puerta.

-Ella me necesita…-solté más que seguro- ella necesita que yo la proteja.

-Alice no necesita esto de ti… ella puede arreglárselas sola- dijo Jake.

-Siempre lo ha hecho… hermano, la verdad no te ofendas, pero tanto Alice como Bella son lo suficientemente maduras e inteligentes para dejar que las lastimen- dijo Emmet orgulloso- sin mencionar que son mucho más conscientes que nosotros.

-¿No dicen que las mujeres maduran más rápido que los hombres?- dijo Louis divertido, me gire y al ver mi ánimo soltó- Vamos adentro Jasper, deja en paz a Alice.

-Lo dicho… no podemos vivir con ellas, pero sin ellas es un verdadero martirio… ¡Mujeres!-dijo Emmet explotando en una carcajada.

-Y no me quejo… pero ¿a qué debo su visita?-dijo Louis, mientras se sentaban, yo me acerque a la ventana y mire al jardín, deseaba ir con Alice y en la primer oportunidad lo haría.

-Yo vengo porque Irina salió con su familia a una cena, Jacob vino solo de colado.-dijo Emmet riéndose, Jacob le pego en la nuca.

-La verdad yo vine porque fui a buscar a Bella a su casa, pero ni ella ni Alice estaban disponibles…

-Yo no sé qué le pasa a mi familia, pero parece que los Cullen los vuelven locos.

-¿Tú crees?- dijo Emmet atacado de la risa- A mí más bien me parece que solo una esta vuelta loca por los Cullen.

-Nunca me equivoco, apuesto lo que sea, a que en un tiempo ese estará igual, conozco perfectamente la mirada y esa forma de ser en alguien más- seguían hablando mientras que yo solo veía por la ventana de espaldas a ellos.

-Pues ella es mil veces mejor que la otra…-afirmo Jacob.

-Si ya lo creo… ahora explícame Jacob ¿qué hacía Bella cuando fuiste a verla?-inquirió Louis.

-¡Ah! Ella estaba con Edward viendo algunas cosas de un departamento o algo así, la verdad me desesperaron, tanta miel empalaga a cualquiera…-se quejó cruzo sus brazos y agrego- Y Alice…- cuando dijo su nombre puse atención, todos lo notaron- Ella estaba con Jim…

-¡Maldita sea!- solté furioso, me encamine a mi habitación y me tumbe en la cama.

Paso alrededor de una hora, mi furia no había decaído es más cada vez estaba peor, necesitaba salir de aquí o me volvería loco, tenía que cerciorarme de que ella iba a estar bien, así como estaba decidí marcar a la casa de las chicas, el teléfono timbro solo dos veces.

-¡Hola!...-respondió mi hermana.

-Hola, linda ¿Cómo estás?-pregunte.

-¿Jasper estas bien?-note la preocupación de mi hermana al instante que bien me conocía- Jazz contéstame…

-No, no lo estoy… ¿en dónde está Alice?

-¿Alice?- dijo extrañada- Alice salió con Jim, hace media hora.

-Ok… nos vemos después- colgué sin darle tiempo a nada, seguramente esto la ínsito a venir a mí, pues a los 25 min ya estaba ahí, en la casa Edward la acompañaba.

-¿Puedo pasar?- pregunto Bella asomándose por mi puerta, asentí vi como Edward soltaba su mano, se recostó a mi lado y me abrazo, me sentí reconfortado- Te amo, hermanito- dijo muy dulcemente, la apreté a mi costado y deposite un beso en sus cabellos.

-Gracias, por venir…- replique, note como en la habitación se adentraban Jacob y Emmet.

-Eso era lo único que le faltaba- dijo Jacob, Edward lo miro confundido- ¡Ah! Tuvo una discusión con María.

-¿Podrían dejarnos solos?- pidió Bella, Edward comenzó a empujarlos afuera de la habitación, cuando salieron el cerro la puerta- Todo estará bien…-dijo ella, jamás me preguntaría se dedicó a abrazarme y por un rato nadie dijo nada, nos dedicamos a mirar el espacio.

-Termine con María…-por fin solté lo que traía atragantado.

-Yo lo siento mucho, se lo mal que debes sentirte…-me miraba fijamente, sus ojos estaban tristes y preocupados sin duda era por mí, negué y ella frunció el ceño- Jasper, sabes que aunque ella no me gustara, soy sincera al decirte que lo siento.

-Pues yo no lo siento…-me miro confundida- Tu siempre la viste como era, yo acabo de ver como es justo hoy, y todo gracias a Alice.

-¿Alice?- asentí- Me alegro que ella te ayudara, pero te seré sincera me perdí…

-Ella solo dijo las palabras correctas y exactas.

-Me da gusto que Alice encontrara la manera, por eso preguntaste por ella hace un momento, ¿verdad?- asentí.

-Pero, las palabras que ella dijo no fueron sobre María- ella volvió a mirarme confundida.

-Mira no me digas si no quieres, por mi está bien yo solo deseo que tu estés bien.

-Lo se… Solo que ahora, tengo varias cosas en la cabeza que no sé cómo manejar.

-Jazz quizá… todo paso muy rápido, ahora lo tienes muy reciente…- se incorporó un poco- Porque no descansas, mañana veras las cosas  con calma, también puede que María te llame y bueno todo se solucione.

-De verdad, crees que ella tiene algo bueno-dije y ella asintió.

-Jazz, algo pudiste ver en ella que quizá nosotros no, digo no podemos juzgar a las personas- al escucharle decir esto solté una carcajada que no pude parar.

-Dios… realmente eres increíble-dije aun entre los espasmos de mi risa- porque siempre tratas de ver lo mejor en las personas, simplemente no logro seguirte el paso.

-¡Genial ¡- protesto ella sarcástica- tu humor paso de estar de malas a tranquilo y ahora estas atacado de la risa.

-Me parece increíble que existan especímenes como tú en el planeta- volví a sonreír, realmente mi hermana era buena para sacarme del atolladero, en eso tocaron a la puerta- ¡Pero que rayos!

-¿Bella te quedaras en casa?-entro Louis sin pedir permiso- Ya es tarde y…-nuevamente solté la carcajada- ¿Qué le pasa?

-Está en su etapa hilarante-respondió encogiéndose de hombros- Jazz te molestaría si me voy.

-¿Y si te llevo a casa?-respondí, con una sonrisa, ella asintió- Tu próximo marido te abandono…

-Edward, está afuera…-respondió Louis- Jacob y Emmet ya se fueron, así que…

-Está bien… -proteste- debes irte, vamos te acompaño- nos incorporamos de la cama y pase un brazo por sus hombros-Gracias por venir…-murmure en su oído, mientras nos dirigíamos a la sala, Edward nos notó- Tu… cuida al extraterrestre-le dije señalando a Bella.

-Siempre… con mi vida-dijo Edward sonriéndole.

-¡Uff!, eso suena a que me consideras una rareza de la naturaleza…-dijo Bella frunciendo el ceño.

-Eres muy especial cielo…-dijo Edward mientras Bella le sacaba la lengua, deposito un beso en sus labios, levanto la mirada y me dijo -¿Todo bien?

-No… realmente no.- conteste sincero- Pero ella nuca me falla…

-Jazz puedo quedarme, no tengo por qué irme, solo le avisare a Alice…

-No la dejes sola- respondí- yo necesito, relajarme- empecé a despedirme- Nos vemos luego.

Sali de ahí directo a mi cuarto, mi cabeza era un maldito caos, nada recomendable para estar con alguien más, ni yo mismo sabía que era lo que pasaba, estaba tranquilo, pero la pregunta de Jacob no dejaba de darme vueltas… ¿Estás enamorado de Alice?

Si así fuera que me detenía, o sino que es lo que me pasaba con ella, de algo estaba seguro había deseado que fuera mía, en esa noche que pasamos juntos y aun ahora la respuesta estaba ahí, quería a Alice Cullen siempre conmigo, pasara lo que pasara la quería conmigo. En algún momento, me quede profundamente dormido, el día siguiente trajo consigo muchas sorpresas más, una de ellas me deparaba una separación que quizá haría que todos mis pensamientos se aterrizaran, y fueran más coherentes, solo que antes de irme debía hablar con ella y pedirle una sola cosa.