EDWARD POV.
Llego el fin de semana todo estaba listo, para la noche y yo estaba ansioso, nervioso y emocionado… llame a casa de las chicas el teléfono sonó una y otra vez, sin obtener respuesta, tome el celular y marque a Alice.
-Alice… donde están, les llame a la casa pero…- dije preocupado.
-Humm tranquilo salimos a la estética, ya sabes me dio la locura y dije me quiero cambiar el look…- después murmuro algo a alguien no distinguí a quien, ni que fue- perdón… no te preocupes Bella estará más que lista solo dame una hora y media y no te arrepentirás…
-Alice, te dije que no quería que ella se sintiera incomoda…
-Ay vamos no lo va estar, le dije que quería cambiarme el look y bueno ella me dijo: “ok solo quiero cortarme un poco el cabello”, así que no sospecha nada no seas paranoico, te prometo me
lo agradecerás, Rose está aquí, debo colgar nos vemos…- y sin más que decir corto la comunicación.
Estaba en mi cama, viendo los anillos, imaginando sus posibles respuestas, cuando me percate que en mi emoción había perdido la noción del tiempo, habían pasado ya tres horas desde que hable con Alice, me encamine al baño me duche y arregle, tome el teléfono y marque a la casa.
-Hola…- era Bella y reía, al escucharla mi corazón había comenzado una carrera interminable.
-Hola cielo, como ha ido tu día…- fue lo primero que se me ocurrió.
-Bien… Alice… ya sabes lo mismo de siempre que me agarra de su muñeca, y bueno Rose esta divertida- rio una vez más- ¿y tú?
-Por eso te llamo… quiero verte ya… te he extrañado todo el día.
-Yo también, pero… porque no habías hablado antes llevo ya más de 4 horas con tu hermana y Rose, seria agradable que me rescataras.
-Ya estoy saliendo para allá…- dije mientras encendía el carro, oí como mi hermana llamaba a Bella y Rosalie le arrebataba el teléfono, después escuche a Bella decir “Por favor Alice ya déjame descansar”
-Hola Romeo- dijo Rosalie divertida-no digas nada, ya está más que lista, bueno falta decirte que Alice y yo estaremos esperando saber que ha pasado así que más te vale traerla de vuelta a casa…
-Rose… podrías tan solo no torturarla tanto…
-No te preocupes Edward esta noche es tu noche relájate, veras que lo que te espera es genial, bueno ya me voy, quiero ver que más hacen…- y colgó, maneje lo más rápido que me fue permitido, cuando llegue estacione el auto y subí al departamento, toque el timbre y la primera en abrir la puerta fue Rose, cuando entre vi a Emmet y a Jim, fruncí el ceño y los salude con extrañeza Rose se me acerco y me dijo al oído.
-Tranquilo, nos vamos a ir a cenar y después iremos a un antro…-sonrió y se encamino a las habitaciones.
-¿Que… vas a ir?- pregunto Emmet y yo negué con la cabeza- ¿entonces a dónde van?
-Solo vine a ver a Bella como siempre…-dije restándole importancia.
-Pues si no tienes nada que hacer vamos a que se quedan- insistió
-No… prefiero estar un rato con Bella- dije muy apático y sin ganas de estar con ellos- sabes, salir no se me antoja.- En ese momento los ojos de Emmet se abrieron como platos.
-¡Wow! … te vez…- dijo este quedándose sin palabras, cuando yo voltee y la vi, complete la frase.
-Hermosa… perfecta…- vestía un vestido blanco corto y sencillo, que se amarraba en la parte del cuello los hombros al descubierto, su cabello lo traía suelto y las ondas adornaban perfectamente su rostro, un maquillaje sutil nada exagerado, y cuando me encontré con sus ojos ella sonrió apenada.
-Gracias…- dijo en un susurro- Alice, ha insistido en que me pusiera todo esto…
-¡Ay!… ya basta de quejas- dijo Alice y señalo a Jim y a Emmet-ustedes dos vámonos.
-Podrías al menos dejar de ser tan mandona… me molesta que me quieras mandar- dijo Jim en un tono que me molesto.
-Y tu podrías no hablarle de ese modo- dije ya molesto, en ese instante Bella ya estaba a mi lado y había tomado mi mano, este hecho freno un poco mi ira- se supone que la quieres…- cuando le reclame, la cara de Jim mostro miedo, y la mano de Bella, apretó la mía invitándome a recapacitar.
-No lo dijo enserio…-mi hermana volteo a ver a Jim y este solo asintió- lo vez… bueno nos vamos- se despidió de mí y salió de la casa seguida de Rosalie y Jim.
-No me gusto como le hablo…- dije aun molesto-Emmet podrías cuidarla… cualquier cosa…
-Si entiendo… a mí tampoco me gusto- dijo este también molesto- no te preocupes creo que le pondré un alto, él no le va a volver hablar así- volteo a ver a Bella-nos vemos niña bonita…- le dio un beso en la mejilla y salió.
Estaba furioso pues esto claramente no era lo que deseaba para mi hermana, ella merecía alguien que la cuidara, la amara y le demostrara ternura, y no esto. No le había puesto atención estaba tan absorto en mis cosas que no lo había notado… me sentía un tanto estúpido, por no notarlo antes. Nos habíamos quedado solos, y Bella atrajo mi atención, su mano se deslizo por mi rostro y lo que vi en sus ojos no me agrado, se veía preocupada, pero sus ojos mostraban inseguridad…
-¿Todo bien?- dije reteniendo su mano en mi rostro, ella frunció el ceño- porque me miras de esa manera…
-Es que no se… cómo manejarme cuando estás enojado, ni siquiera sé cómo controlarte…-junte nuestras frentes y le di una sonrisa.
-Lo haces perfectamente bien… esto- dije alzando su mano que hace un momento me había retenido- me mantiene cuerdo, haces cosas que son simples pero que funcionan perfectamente…
Ella levanto su mirada y me sonrió dulcemente, este simple hecho me desarmo, me recordó lo que hacía yo ahí… la bese, para compensar el mal rato, que le hice pasar, y ella como siempre correspondía de la misma manera, aun ahora que la besaba, no sabía cómo rayos había pensado que no la deseaba, era increíble que lo hubiera dicho…
-Creo que debemos irnos…- dije y ella me dedico un mohín, me reí por su actitud era claro que ella prefería siguiéramos en aquella actividad.
-Y si nos quedamos…- me miro de esa forma que me encantaba, picara y coqueta, sonreí y negué con la cabeza- ok, vámonos entonces…
Salimos de la casa, abrí su puerta la ayude a subir y me encamine a mi sitio, maneje por unos minutos y ella solo veía a su alrededor, el ir callados no nos molestaba, era genial no tener que armar una conversación elaborada, era simple entre los dos. Estacione el auto y ella me observo extrañada…
-¿A dónde vamos?- me baje, abrí su puerta, la guie cuando llegamos pedí el elevador y seguí sin decir nada, al parecer ella había comprendido que no diría nada, así que solo me siguió.
-Necesito cierres los ojos- me miro intrigada- vamos te gustara- sonrió asintió y cerro sus ojos, el elevador se abrió, dejándonos en el último piso- ok vamos a subir unos escalones, yo te voy a guiar… confías en mi…- nuevamente su sonrisa apareció.
-Si confió en ti… pero- callé rápidamente lo que fuera a decir con un beso y solo agrego- ok no diré nada más.
Un helipuerto, prepare todo, una cena, música y flores, el servicio todo estaba ahí, cuando salimos, una brisa de aire la hizo estremecer, pase un brazo por su cintura y la acerque a mí, nervioso como estaba camine unos pasos más y la coloque de frente para que se llevara su sorpresa.
-Bien ya llegamos…- la rodee con mis brazos y su espalda quedo pegada a mi pecho, recargue mi cara en su hombro y agregue-Abre los ojos…- su emoción y sorpresa fueron gratificantes.
-Vaya… esto es… espectacular…- llevo su mano a su boca, me miro, y me beso- esto es… genial… gracias.
La guie a la mesa, nos sentamos, y empezó a correr la magia, nos sumergimos en el momento, comimos y platicamos de cómo había preparado todo, entendió varias cosas que había hecho por hacer todo esto…
-¿Bailamos?- pregunte y sus ojos brillaron, me sonrió, extendí mi mano y ella la tomo con ganas.
-Gracias…- murmuro, mientras bailábamos recargo su rostro en mi hombro, me vi en la necesidad de hacer lo mismo que hice la primera vez cuando le dije que la amaba.
- Llevo toda la noche esperando tenerte así de esta manera y ahora que te tengo así debo decirte algo- puse su mano que sostenía en la mía en mi pecho, y con mi mano atraje su rostro para que me mirara, cuando lo logre le dije- TE AMO, estoy perdidamente enamorado de ti y esto que siento no es de hace poco llevo ya un tiempo esperando por ti…- aquella declaración la tomó por sorpresa, ella me sonrió y nos quedamos parados en la pista aun la tenía en mis brazos, en su rostro vi como ella había comprendido mi intención- por favor no te vayas, nunca me dejes…- agregue una frase nueva y ella acaricio mi rostro- dime tan solo que me amas, que…- ya no pude continuar pues su mano la coloco en mis labios.
-Te amo…- guio su boca a la mía y me beso- aun lo recuerdas…- asentí y ella sonrió.
-Cómo olvidarlo… fue la primera vez que te dije TE AMO- uní nuestras frentes y ella cerro sus ojos-Cielo… ya no puedo estar sin ti…- afirme, ella abrió sus ojos y me miro, pare el baile y la guie para sentarnos en aquellos cojines.
-Te amo- repitió dando una caricia a mi rostro y agrego- todo va estar bien, el tiempo pasara rápido ya lo veras- dijo aquello pero lo cierto era que ella sentía y sabía perfectamente que lo último no era verdad, sonrió tratando de darle más veracidad a sus palabras pero no lo logro.
-Amor…- dije- simplemente sabes que lo que acabas de decir no es cierto-rodo sus ojos-es por esto…- me incline y atrape su mirada, ella jamás noto cuando yo saque la cajita de mi pantalón hasta que dije lo siguiente-que siento y me veo en la necesidad, de pedirte que por favor me hagas el honor y la dicha, de compartir conmigo cada año, cada mes, cada semana, cada día, hora y segundo de nuestras vidas- ella ya tenía su vista fija en la cajita, se notaba asustada y nerviosa pero su reacción no daba síntoma alguno de rechazo así que la deposite en sus manos, levanto su mirada…
-Edward yo…-en ese instante no la deje continuar, abrí la caja y ella me miro confundida, en el interior de la cajita había colocado una flor llamada Fresia permaneció callada pues en ese instante el mesero llevo el postre, destapo el plato, en el centro estaba un durazno alrededor de este había fresas.
-Me retiro fue un placer atenderles- dijo el mesero y desapareció junto con la demás gente dejándonos totalmente solos, sonreí ante la cara de Bella se veía totalmente atónita.
-Isabella Swan...-dije atrayendo su atención, tome el durazno y lo abrí ante ella ahí se encontraba el anillo, me puse de rodillas tome su mano y ella soltó un pequeño suspiro- prometo amarte siempre… ¿Me otorgarías el honor de casarte conmigo?- tome el anillo, me miro sorprendida de sus labios salió una pequeñísima sonrisa, la mire esperando su respuesta… desvió su mirada de mis ojos y la coloco en el anillo, volvió a mirarme…
-Si…- me dijo, su voz se oyó visiblemente emocionada en ese vocablo, mi sonrisa salió brillante ante su respuesta, estaba más que feliz, la tome en mis brazos y la bese, me incorpore y la levante conmigo prolongando así nuestro beso y haciendo más cercano el contacto de nuestros cuerpos.
-Dios… esto es perfecto… TE AMO, TE AMO…-susurre en su oído- gracias MI CIELO- volví a besarla nuevamente, sus manos se fueron a mi nuca siguiendo el camino que ya conocían, antes de que continuara, tome su mano izquierda y coloque el anillo en su dedo de corazón, bese su mano ahora con el anillo en su lugar, y la coloque en mi pecho para ahora continuar el beso que había interrumpido.
Me sentía totalmente extasiado, salimos de ahí para dirigirnos a casa, todo el camino, tome su mano, en la mía y al sentir el anillo, mi alegría crecía pues esto demostraba que ella era mía y de nadie más…
-¿Te gusta? Verdad…- me dijo alzando nuestras manos unidas.
-Más de lo que te imaginas- le dije y en el primer alto la bese delicadamente, ella me miro con mucha ternura y yo sonreí aún más- pensé que jamás podría decir que eres mía y ahora, tengo unas ganas inmensas por gritarlo, quiero que todo el mundo sepa que eres mía y de nadie más…
-Es más que obvio…- dijo alzando su mano- parece que grita, mírame...- yo sonreí, vio el anillo y rodo los ojos, yo sabía que ella consideraba que era demasiado, pero quería ver ese anillo en su mano.-No debiste, gastar tanto… con algo sencillo hubiera bastado.
-No es nada en realidad…-repuse- es menos de lo que mereces…-sacudió la cabeza y miro por la ventanilla. Cuando llegamos al departamento, nadie había llegado, el momento era perfecto, moría por tenerla más cerca pero por alguna razón no dije nada, vi la hora y puse mala cara.
-Podrías quedarte…- me dijo ella con un puchero, sonreí y le di un pequeñísimo beso en los labios, no dije nada y sostuve su mirada- claro si quieres, no quiero que…
-Que el mundo entero me impida hacer algo que quiero…- ella sonrió- pero tú y Alice tienen un compromiso y no quisiera que tuvieran problemas porque yo me quede…
-Bueno te quedarías en la habitación de huéspedes- sonrió y yo puse mala cara- jamás te diría quédate conmigo, sin mencionar que cuando estamos juntos no pasa nada así que no le veo el problema…-reí ante su comentario pues ella seguía pensando que no la deseaba.
-De verdad crees que no…- iba a decir “te deseo”, pero cambie de opinión- tendrán problemas…
-Mira hagamos esto llama a tu casa y dile a Esme que te quedaras, junto con Rose y Emmet, y fin del problema…- se levantó me dio el teléfono y agrego- ahora vuelvo…
No quería hablar con mi madre, espere unos minutos deje el teléfono en su lugar, y me dirigí hacia su habitación, la puerta estaba entreabierta, y ella estaba cambiándose, ya tenía puesto un pantalón solo se estaba poniendo una blusa de tirantes, me logro absorber lo suficiente, ella tomo su cabello entre sus manos he hizo una coleta cuando volteo y me encontró ahí.
-Disfrutas el paisaje…- rió divertida, paso a mi lado- pensé que te quedarías en la sala…- seguí sin decir palabra alguna- Humm… vamos a la sala- tomo mi mano y me remolco con ella, nos sentamos en el sillón, la atraje hacia mi pecho, nos quedamos así bastante tiempo, hasta que decidimos, irnos a dormir, ella me indico, donde debía dormir, se despidió de mi dándome un beso, pero no deseaba dejarla ir.
-Bella… podríamos quedarnos juntos, como cuando estuvimos en Palm Beach- ella sonrió, acaricio mi rostro y me acompaño a el cuarto, se acostó junto a mí y yo me sentí feliz.
-¿Porque estas tan callado?- pregunto, notando mi mirada.
-Sigo cerciorándome que esto no es un sueño- respondí- No sé, mañana quizá te arrepientas o despertare en mi casa y pensare que esto fue un sueño- entrelace nuestras manos y ahí estaba el anillo.
-No es un sueño…-se giró y quedo de frente a mí- Te amo… y te dije “Si”…- la bese con ternura y amor, me sentía nervioso y alegre, la adrenalina seguía fluyendo y no podía controlar la felicidad que experimentaba.
-Pues si sigues por este camino me mantendrás convencido de que así es…-dije besando su cuello, ella sonrió.
-Por qué no descansas… confía en mí, mañana todo seguirá igual que hoy.
-¿Estas arrepentida?-pregunte al sentirla distante.
-No… no lo estoy- me miro tranquila-No hay nada más que desee que ser tuya, Edward de verdad no puedo mentirte… Te amo, y esto…-levanto nuestras manos unidas, pude ver el anillo y me hizo feliz- solo estoy en shock, creo que trato de imaginarme como decirlo… no lo sé.
-Crees que… iras al paredón por solo decir que te casas…-me reí, Bella me dio un golpe, en el hombro- Mi Cielo créeme, estamos listos para lo que venga… Te amo y te prometo hacerte feliz.
-Lo se… jamás he dudado de ti.-me miró fijamente y coloco sus manos en mi rostro- Nunca lo hare, debes saber que viéndote aquí conmigo, arriesgándote a todo por mí, haces que todas mis dudas desaparezcan y de alguna manera siempre doy una paso más cerca de ti, mi amor he esperado tanto por ti… siempre desee tener un amor como el tuyo…
-Cariño no tengas miedo siempre te he amado y te amare por mil años más y más…- bese su cuello y ella sonrió.
-Bien… descansa entonces, cierra los ojos- pidió y yo le obedecí – nunca dudes de mi amor, prométemelo.
-No lo hare, te lo prometo…-ella sonrió y comenzó a cantar para mi sonreí al escucharla, no abrí los ojos solo lo disfrute.
En algún momento al quedarme profundamente dormido ella salió de la habitación, cuando desperté me encontré totalmente solo, el ruido al otro lado del pasillo hizo que me levantara.
-Bella… vamos dormilona…- decía mi hermana, pronto se percató de mi presencia-¡Tú aquí! Edward Cullen no me digas que tú y…
-Nada paso entre Bella y yo, solo me quede a dormir en este cuarto.
-Que pasa por que tanto escándalo- salió Rose bostezando del cuarto de Alice.
-Nada solo parece que mi hermanito y Bella rompieron las reglas… si mama se entera que te has quedado nos meterás en problemas a mí y a Bella.
-Nadie tiene por que saberlo- dije un poco exasperado por su exageración.
-¡Ay!… ese es el drama- dijo Rose nuevamente bostezo y agrego- Alice ayer cuando llegamos, yo pase a su cuarto y ella estaba dormida en su cama y totalmente sola, fin del problema.- me miro sonrió- Pero bueno te quedaste lo cual indica que fue una buena noche, así que confiesa…- mi hermana se percató y sonrió maliciosamente.
-¡Acepto!- grito Alice y yo sonreí- ¡wow! entonces ya es oficial- asentí y ella me abrazo.
-La que nunca se casaría primero se casa, pero que hacemos aquí, vamos a despertarla- ellas abrieron la puerta, pero la cama estaba hecha y no había señas de Bella-¿Y a dónde fue?
-¡¿Quién sabe estas seguro que te dijo sí?!- pregunto mi hermana, sonreí y volví a asentir- porque puede que lo hayas soñado.
-Alice le di el anillo, ella me acepto, por eso me quede aquí, me pidió que no me fuera…
-¿Podrían dejar de gritar?- dijo Emmet - trato dormir- nos giramos a verlo- Tienes cara de idiota enamorado- se burló de mí.
-Emmet… que te parece ir por el desayuno- sugirió Rose y yo me reí, mientras el protestaba, asintió tomo dinero y me dejo con ellas.
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