Aprendiendo de ti.
Capitulo catorce:
Edward cogió del codo a su novia para llevarla lejos de aquella fiesta, estaba completamente borracha, aquello le produjo algo de gracia al joven, jamás la había visto en tal estado, le pareció curioso, ahora que la miraba fijamente mientras conducía hacia la casa de la mujer, podía fijarse en como ella había cambiado drásticamente a lo largo de estos meses que habían estado juntos, al comienzo solo parecía una muchacha dulce, sensible, incluso algo tímida; al comenzar a salir con ella salió su faceta más sexy, no podía negar que al comienzo le había gustado, pero Edward siempre había sido del tipo de hombre mas romántico, aunque claro, esa faceta aun no era del todo conocida ni siquiera para el mismo.
—¿estás enfadado? — pregunto la mujer arrastrando las palabras, Edward sabía que no podía ni siquiera tener una conversación con ella en esas condiciones.
—No Victoria— Edward ni siquiera la miro, se sentía extraño, por mas que tratara de encontrar alguna razón por la cual se encontraba ahí no podía, su corazón estaba muy lejos al igual que sus pensamientos; Sus puños se cerraron en el volante de su volvo, al recordar que Isabella se había quedado sola con Ian, aquel idiota había vuelto, ¿ellos estaban juntos?... el estúpidamente pensaba que aquella “relación” había terminado, ¿Por qué él había desaparecido asi?, se sentía confundido, solamente quería dejar a Victoria en su casa e ir rápidamente con su familia… con Isabella.
—Quédate aquí amor…— propuso Victoria una vez que estaban dentro de su habitación, Edward la tuvo que ayudar a subir la escalera, la mujer no fue capaz ni siquiera de ponerse la ropa de dormir, Edward estaba serio preguntándose si realmente ella estaba tan borracha como aparentaba.
—No Victoria, tengo que volver con mis padres— dijo el acercándose a la puerta, dejando a la mujer completamente desconcertada.
—Edward… quédate aquí, estoy sola, vamos solo unas horas— Edward ni siquiera lo pensó.
—No Victoria, nos vemos luego, Adiós— sin darle un beso salió de la habitación y de la pequeña casa rápidamente, no le apetecía quedarse ahí.
El camino de regreso fue largo y aburrido, ni siquiera la música podría cambiar su estado de ánimo, se sentía ansioso, necesitaba ver a isabella… se relamió los labios nervioso. No se dio cuenta cuando ya estaba en la recepción de la fiesta que había dejado atrás, las personas aun disfrutaban de la velada, vio como sus padres estaban en una esquina del salón junto con los Swan y otras personas que él jamás había visto en su vida.
—Hermanito ¿Dónde has estado? — Alice pregunto acercándose a él, Edward con la mirada recorría el salón para encontrarla... pero Isabella no se encontraba en el lugar.
—Estaba con Victoria— dijo monótonamente sin dejar de mirar por encima de su pequeña hermana buscándola.
—¿con esa?, ¡ay por favor creí que la habías mandado a volar!...!¿a quién buscas Edward?! — pregunto al ver que su hermano no le prestaba ni la mas mínima atención.
—¿Has visto a isabella? — Edward miro los profundos ojos de Alice… ella soltó una risita, aunque rápidamente se le borro después de recordar con quien se encontraba.
—Se fue junto con Ian— ella bajo la cabeza…cuando un hombre se acerco a ella ofreciendo caballerosamente su brazo para bailar, Edward lo miro alzando la ceja completamente confundido ¿de conde había aparecido aquel tipo?
—Me permite un baile señorita— Alice frunció el seño, “que entrometido” pensó evaluándolo con la mirada, aunque solo podía ver las facciones de su rostro, ya que las luces de colores que adornaban el salón dificultaba apreciar bien su color de piel y del cabello. Era guapo, alto… su cabello era algo alborotado, se podía deducir que era algo claro… aunque no sabía si rubio, castaño o broncíneo parecido al de Edward; sus ojos la miraban de manera dulce, tenía unas cejas pobladas no demasiado gruesas eran perfectas para su rostro ovalado.
—estoy un poco ocupada ahora— Alice respondió apartando la vista de su rostro, pero el joven solo se limito a sonreír.
—¿eres tu novio? — Alice abrió los ojos sorprendida, chico con personalidad, aquello le gusto, cualquiera se hubiera ido sin más, rápidamente se arrepintió de no haber aceptado aquel baile.
—No, solo es mi hermanita pequeña, y si quieres bailar con ella tendrás que consultarle a mis padres— Edward rio al decir lo último y su pensamiento anticuado.
—todo lo que sea necesario para que la señorita— dijo mirando a Alice con una hermosa sonrisa en los labios— baile aunque sea una canción conmigo— Edward rio, y Alice se puso colorada dio gracias a las luces de colores que camuflaban aquel adorable sonrojo.
—Que va, Edward salieron hacia los jardines quizás aun estén ahí…— Alice dudo pero rápidamente se armo de valor— bien… solo un baile— el Joven tomo la mano de Alice entre las suyas con delicadeza y camino hacia la pista de baile que poco a poco se iba llenando nuevamente, como por arte de magia la música se volvió lenta y acompasada, él tomo la pequeña cintura de Alice con sus manos meciéndose al ritmo del compas.
—Creí que era tu novio— comento el susurrando cerca de su oído, tuvo que encogerse un poco, era un poco alto para la estatura de la muchachita.
—¿igualmente te acercaste? — ella se alejo un poco para poder mirar sus expresiones.
—eso no me hubiera limitado— Alice no dijo nada… jamás en su corta vida había visto aquel sujeto, era demasiado caballeroso para ser de Vancouver.
—¿eres de aquí? —
—Me mude hace unas semanas— respondió el… pero mas temprano que tarde la canción termino…—¿quieres salir afuera a tomar aire? — Alice asintió y sin más salieron hacia el jardín.
—¿Cómo te llamas? — el pregunto una vez que estuvieron afuera, Alice lo miro nuevamente, su cabello era rubio y sus ojos azules… eran hermosos, el era guapo.
—Alice Cullen— ella sonrió— ¿y tú? —
—Yo Jasper Hale a sus servicios— el sonrió mostrando su perfecta dentadura blanca, dejando algo aturdida a Alice.
—asi que te mudaste hace poco…¿algún motivo en especial? — se sentía como vieja metiche, pero no sabía que otra cosa preguntar.
—mis padres querían cambiar de Aires, solo eso… bueno mi madre mas que nada, mi padre se quedo en E.E.U.U, en Seattle específicamente, el es policía— sonrió.
—oh, ¿lo extrañas? — se sentaron en una pequeña banquita que había bajo techo, aunque el frio poco a poco se iba apoderando de su fino cuerpo.
—supongo que sí, no éramos muy cercanos, pero basta de mi ¿Cuántos años tienes Alice? — el vio como ella se estremecía y se saco la chaqueta poniéndola en los hombros de la joven, ella sonrió agradecida.
—pues digamos que…— Alice quería mentir, diecisiete sería una buena edad, pero ¿y si se volvían a encontrar?... no, bueno tenía que aceptar su edad— tengo quince— dijo susurrando avergonzada. “pronto cumpliré dieciséis”, pero aquel pensamiento se lo guardo, no quería parecer demasiado desesperada por sentirse prácticamente una niña.
—oh— Jasper se quedo pensando unos segundos— bien—
—¿eres muy mayor? — Alice sonrió sintiéndose como una tonta.
—¿yo?, no solo tengo dieciocho—se encogió de hombros…Alice sonrió, el chico parecía de unos veinte años, pero no dijo nada ¿Por qué mentiría?, sería algo estúpido.
Siguieron conociéndose entre la oscuridad de la noche, ambos se miraban fijamente a los ojos mientras hablaban, tratando que grabar cada expresión, cada palabra, Alice lo encontró muy guapo, y era reciproco.
Jasper sonreía, y Alice quedaba más aturdida, pero la hora de irse llego, sin mas se despidio con un sonoro beso en la mejilla grabando la textura de su piel, deseando con todo el alma volverse a ver… ambos lo desearon.
*
*
*
—Dime Ian…¿Tuviste algo que ver con Victoria? — El hombre se puso
Pálido… e isabella comprendió todo en ese momento.
Isabella cruzo los brazos junto a su pecho esperando la respuesta, aunque claro ella lo tenía completamente claro.
—Bella…— Ian dudo, ¿Cómo?, ¿Victoria habría dicho algo?, ¿Qué se suponía que tenía que hacer ahora?, se pregunto en una milésima de segundo, no sabía qué hacer o que decir, cuando se fue Bella era una muchacha tímida, y ahora tan solo una semana basto para que ella sacara una personalidad decidida absolutamente desconocida…—
—Ian no soy estúpida, mira… — ella tomo aire—a pesar que tengo dieciocho años he visto mucho, no me paso desapercibido como interrumpiste a Victoria hace un momento cuando ella casi dice algo… algo que supongo que Edward no sabe— Ian aun no podía acostumbrarse al timbre de voz tan especial que tenia isabella, era demasiado dulce para deducir si estaba molesta— ¿Qué ocultan ustedes dos? —
—yo no oculto nada— isabella frunció el entrecejo— Isabella fue hace mucho, yo ni siquiera te conocía—
—¿estuvieron de novios o algo asi? —
—No, jamás quise estar con ella— la boca de isabella se convirtió en una perfecta “O” siempre había creído a Ian un caballero, Ian rápidamente se arrepintió de hacer usado aquellas palabras— me refiero a que bueno, estuvimos juntos sí, pero… Victoria era…— respiro profundamente acercándose a Bella— mira no pretendo ofender a nadie, yo solo extrañaba a mis abuelos, me sentía solo, quería una relación formal, de esas que te enamoras profundamente y Victoria no era ese tipo de mujer, ¿me comprendes? — Isabella proceso la información y miro a Ian, se dio cuenta que prácticamente no lo conocía, ni siquiera sabía que tenía abuelos.
—¿Edward sabe? — pregunto de pronto isabella.
Ian apretó sus puños a su costado, ¿Qué tenía que ver Edward?, Victoria sabia que le decía o no, para él ella no había sido importante, aunque sonara duro, él jamás la amo, jamás quiso algo serio con ella, era algo tan simple como eso.
—supongo que no— Isabella se quedo pensando ¿Por qué Victoria se lo ocultaba?, ¡Diablos! Lo estaba engañando, quizás sí, había sido algo desde hace mucho tiempo pero ¿y qué?, ocultar información era casi lo mismo que mentir y ella al quedarse callada también lo estaría engañando, pero no era algo que a ella le importara ¿o sí?... ¿Por qué le importaba tanto que Edward fuera utilizado?.
—mmm, ¿Por qué desapareciste? —Cambio de tema, bajo la mirada, se sentía algo desilusionada con la situación.
—estuve pensando, solo eso…¿ha cambiado algo entre nosotros? — Ian se sentía desesperado e Isabella no supo que responder, ¿había cambiado?, pues había cambiado mucho, ella había cambiado en una semana, aunque fuera un corto laxo de tiempo ella no era la misma.
—no lo sé Ian— ella bajo la mirada algo confundida— solo el tiempo lo dirá todo, ahora quiero quedarme aquí…— Ian la miro confundido.
—¿sola? ¿Quieres que me vaya? — estaba desilusionado, se sentía como un estúpido, jamás debió dejarla, jamás y ahora lo estaba pagando.
—pues sí, necesito pensar… si no te importa— Isabella se acerco a unas de las bancas que estaban bajo techo justo a la salida de la recepción.
—¿estás segura de que estarás bien? — Ian no la dejaría sola, pero tenía la esperanza que al menos podría abrazarla y tenerla junto a él esta noche.
—sí, vete… y feliz nuevo año Ian— ella sonrió abrazándolo, estaba agradecida con él, lo quería mucho… Ian aprovechando la situación busco la boca de Isabella, rosándola suavemente, había extrañado todo de ella, no profundizaron el beso, pero fue suficiente para que ambos se sonrieran mirándose a los ojos.
—Feliz año nuevo mi Bella— beso su frente “dejándola sola”, aunque claro solo se escondió detrás de unos automóviles que estaban estacionados al otro lado de la calle.
Isabella paso ambas manos por su rostro sin saber qué hacer, eran muchas las cosas que habían sucedido hoy, su mente trataba de procesarlas pero era imposible… no supo cuando tiempo se quedo sentada ahí sola, algo le decía que tendría que encontrar rápidamente a sus padres o a Emmett, su corazón se lo gritaba pero no entendía el por qué…
Sintió las voces… de una señora y una conocida… ¡Mierda!.-pensó isabella al sentir como un escalofrió recorría su cuerpo. Vio como una pareja salía de la recepción, al parecer discutían, Isabella se escondió detrás de la banca, tratando inultamente que no la vieran, la pareja algo mayorcita se quedaron de pie esperando quizás un taxi.
—¿Dónde mierda se ha metido Victoria? — la voz del hombre nuevamente la hizo estremecer, no podía permitir que el la viera, cerró los ojos y los abrió nuevamente tratando de verificar si realmente era el mismo sujeto que había conocido, su piel se puso de chinita, sus manos temblaban…
—Aro deja ya de gritar— una mujer de unos cuarenta años lo regañaba, al parecer era su mujer… la oficial, tenía el cabello oscuro…¿podrían ser ellos los padres de Victoria?... ¿Cuántas victoria podrían asistir a una fiesta de año nuevo?... aquel pensamiento le pareció absurdo, Ian miraba atentamente y confundido ¿Por qué Isabella se había escondido?, no quiso ir para ver que sucedía, no quería alarmarla.
—¿Carmen, estás segura que los viste? — Aro hablaba fuerte, y estaba lo suficientemente cerca de Isabella para verla.
—si hombre, te digo que se fue junto con Edward— estaba claro, ellos eran los padres de Victoria… A isabella no le quedaron dudas pero ”¿de dónde diablos Victoria era pelirroja?” se pregunto isabella mirándolos detenidamente.
—Ahí hay un Taxi, no sé cómo tu mediocre automóvil se queda en mitad de la calle, que bochorno pasar media noche en mitad de la calle…— Aro se encogió de hombros… pararon el taxi y se perdieron del lugar; Isabella salió de su escondite pasando su mano por su frente algo pegajosa, había llegado a sudar helado.
—¿Bella? — oh diablos… Isabella se volteo mirándolo a los ojos.
—hola… de nuevo—saludo susurrando.
—¿dejaste a tu noviecito? — isabella lo quedo mirando sorprendida, Ian no era su “noviecito”, pero no lo corrigió.
—¿dejaste a tu noviecita? — ella rio utilizando la misma frase que él, Edward se avergonzó.
—si… estaba demasiado borracha— se encogió de hombros pero no quería hablar de Victoria— ¿Qué hacías escondida ahí? — Isabella se sonrojo, creyó que había pasado desapercibido su ataque de pánico.
—mmm, tonterías— de pronto Isabella recordó la conversación con Ian, aun no tomaba una decisión, no quería ser cómplice de eso, pero tampoco quería ser una metiche, desecho el ultimo pensamiento tan rápido como vino a su mente, poco le importaba lo que los demás pensaran de ella, solo quería que Edward supiera que Victoria se había acostado con Ian.
—Edward, Sabes que Victoria…mira… yo… — Edward se acerco rápidamente, poniendo su dedo índice en sus labios callándola.
—No hablemos de ella por favor…— isabella se sorprendió, la textura de sus dedos contra su boca le hicieron sentir mariposas en el estomago, de pronto quería que sus dedos fueran reemplazados por su boca, incluso se la había olvidado la razón de el por qué la había callado. Se sintió como una cualquiera, no podía jugar asi, primero Ian, ahora Edward ¿Qué diablos le sucedía?, se preguntaba la muchacha mentalmente.
Ian miraba la escena completamente furioso, quiso ir hacia allá y arrancarle los brazos a Edward pero se contuvo, no podía hacer eso sin salir descubierto, Isabella le había pedido que la dejara sola y el no lo había respetado, camino por la acera no podía soportar quedarse ahí, lucharía por ella si… pero él a diferencia de Cullen pensaba con la cabeza en frio.
—Edward, vete— isabella se alejo de su cercanía.
—¿Por qué?...mira, no sé qué diablos me has hecho, tu personalidad tan dulce, tu voz, tu sonrisa, tus gestos isabella me tienen como un loco, eres diferente…—
—no puedes decirme esas cosas Edward— isabella a pesar de que su voz era seria su sonrojo la delato. Edward se acerco a ella, sus frentes casi se rozaban, al igual que sus labios, pero el joven no quiso presionarla, aunque moría por besar sus labios.
—¿Por qué no? — hablaba susurrando, dejando escapar aquel esquisto aliento, isabella se paralizo, miro sus ojos por unos segundos, él la miraba con intensidad, sus labios estaban entre abiertos aguardando la respuesta que Bella había olvidado.
—por…porque…porque tú tienes a tu novia Edward— no se le ocurrió nada mas— además Ian es un buen hombre sabes, además, tú antes ni siquiera me hablabas, seguramente porque era demasiado delgada, o demasiado fea y extraña para ti— Edward cerró los ojos alejándose de ella, maldición daría lo que fuera por volver el tiempo atrás.
—Cuando te encontraron, yo… yo estaba cegado con Victoria, Por favor isabella, no pienses eso de mí, daría todo por volver el tiempo atrás—
—todos quisiéramos eso, si tuviéramos una máquina del tiempo todo sería diferente…— su voz se quebró— yo hubiera crecido con mis verdaderos padres, hubiera ido a la universidad, quizás hubiésemos sido los mejores amigos, no estaría tan dañada como lo estoy— dos finas lagrimas cayeron por las mejillas de la joven… ella era la que mas deseaba volver el tiempo atrás, pero eso jamás sucedería.
—Déjame ayudarte— susurro él.
—¡NO! Edward comprende, no quiero, no puedo… tú sigue con Victoria, podemos ser amigos, Edward realmente eres un buen hombre…— Isabella se acerco a él alzando su manito derecha acariciando suavemente la mejilla de Edward, este cerró los ojos al sentir su contacto tan delicado y lleno de ternura.
—No sé qué diablos me has hecho— sonrió aun con los ojos cerrados, isabella lo miraba con dulzura, Edward… aquel hermoso joven que había conocido ya hace tanto tiempo, pero en circunstancias completamente diferentes hoy se encontraba ahí, junto a ella… y por alguna razón no quería que él se fuera.
—¿Isabella? — la voz de un hombre rompió la burbuja en la cual se encontraban, isabella bajo su mano de la mejilla de Edward rápidamente… Edward miro a Emmett confundido, su voz había sonado completamente seria y fría.
—¿nos vamos? — isabella pregunto algo nerviosa, Emmett paso su miraba por ambos jóvenes, su seño estaba fruncido…
—Si, nuestros padres ya vienen…— Emmett se acerco a Edward— ¿has visto a Alice? — pregunto.
—No, hace un buen rato, quedo bailando con un tipo— isabella sonrió al escuchar a Edward— seguramente sigue bailando—
—Tus padres la andan buscando— su voz aun sonaba fría— bueno, Adiós… nos vemos pronto — comenzó a caminar hacia su Jeep que estaba estacionado en la calle de al frente.
Isabella se volteo hacia Edward sin abandonar su dulce sonrisa.
—Recuerda que tenemos un trato—
—te recojo en tu casa en un par de días…¿tienes celular? — se sintió como un estúpido al preguntar eso.
—No— ella rio bajito— necesito uno— pensó en voz alta.
—Bueno, llamare antes a tu casa para ver si te encuentras ahí—
—no salgo mucho que digamos, a mi madre le da temor— a Edward no le paso desapercibido como su voz se volvió nostálgica.
—luego se le pasara— comenzaron a caminar hacia el Jeep ya que Emmett había tocado la bocina para apresurar a Isabella.
—Bueno Edward, estaré esperando las clases de Piano— ella dijo una vez que llego al Jeep— Adiós—
Edward sin esperar poso sus labios en su delicada mejilla sonrojada y le susurro un “Adiós” en su oído.
—¿Qué te traes con Edward? — Emmett estuvo callado la mayor parte del tiempo, Isabella lo miro molesta—
—¿te interesa eso? — no le gustaba la actitud de Emmett.
—Claro, se supone que estas con Ian — Emmett miro el semáforo en rojo, se detuvo y miro a su hermana fijamente a los ojos. — no quiero que le hagas daño a Ian, el está solo en el mundo solo tiene a sus abuelos en otro continente— su voz se suavizo.
—no soy una puta Emmett— suspiro mirando la ventana.
Emmett se quedo en silencio, no le apetecía discutir con ella… aunque sonrió.
—¿de qué te ríes ahora? —
—Nuestra primera discusión de hermanos— isabella no pudo evitar sonreír— lo siento, es solo que Ian… y Edward son mis mejores amigos, además Edward esta con Victoria…—
—ya sé, ya sé no hace falta que me lo recuerdes— se molesto Isabella— tengo sueño Emmett date prisa— no quería pensar en Victoria, tenía que tener mucho cuidado con ella… Aro no podía verla ¡no podía!.
Y asi lo hiso, Emmett acelero para llegar a casa rápidamente, sus padres venían atrás de ellos.
Isabella por su parte estaba atrapada en sus pensamientos más profundos, las imágenes de la noche rondaban en su cabeza, habían sido muchas emociones, algunas completamente desconocidas… desconocidas y placenteras.
Los días fueron pasando en un abrir y cerrar de ojos, ya estaban a diez de enero, las visitas de Isabella hacia el hogar Cullen fueron más frecuentes conforme pasaban los días, Edward pacientemente le daba lecciones de piano, muchas veces se quedo mirándola como un completo idiota al verla tan concentrada en no equivocarse.
Isabella ponía su mejor esfuerzo en no quedar en ridículo, Edward era paciente y delicado a la hora de enseñar, y ella era una buena alumna, le gustaba aprender.
Ian hacia su mejor esfuerzo en reconquistar a Isabella, aunque esta última seguía algo molesta por su “abandono”, las visitas nocturnas se habían terminado, las demostraciones de afecto iban en descenso, a Isabella le gustaba Ian… pero en este momento eso no era su prioridad, ella quería sentir que su vida valía la pena.
Alice y Jasper se encontraron una vez más en el centro comercial, en esa ocasión Isabella la había acompañado a comprar unos materiales para el instituto.
—Ahí esta… ahí está Jasper bella— dijo Alice sacudiendo suavemente el brazo de bella llamando su atención, isabella miro al joven alto de cabello claro que estaba de espalda a ellas.
—Ve y háblalo Alice— la alentó.
—¡NO! Estás loca, me creerá una tonta…— se quedo en silencio observándolo como idiota—
—se te va a escapar, solo dile hola— isabella sonriendo comenzó a caminar hacia Jasper; Alice iba completamente nerviosa… hasta que sus miradas se cruzaron, la joven soltó un suspiro al ver como Jasper sonreía mostrando sus perfectos dientes.
—Hola Alice— la miro por unos segundos sonriéndole, su voz sonó suave, ni siquiera se había percatado de que Alice iba acompañada por una joven de contextura delgada y cabello largo color castaño— ¿tú eres? — pregunto mirando a isabella amablemente.
—Isabella— respondió, se volvió para mirar a Alice— Alice te espero en aquella tienda— Isabella se separo un poco de la joven para dejarla a solas hablando con Jasper…
*
*
*
Bella estaba muy concentrada en el pentagrama, tenía su seño fruncido intentando entender esos negros puntitos que estaban adornados por simpáticos y torneados palitos con los que se dibujaban las notas, Edward le estaba enseñando la clave de Sol.
Le costaba coordinar la posición de sus manos en las blancas teclas y mantener su vista en las notas del blanco y pulcro papel, sonrió al mirar el libro de música Edward le había regalado uno nuevo.
Lo intento nuevamente.
—Repite conmigo Bella— Dijo Edward con voz comprensiva y dulce acomodando sus pequeñas manos en el lugar correcto— Do, Re, Mi, Fa, Sol, La, Si, Do— Cantó mientras Bella intentaba no errar en su simple interpretación, pero el suave rose de las grandes manos de Edward la distraía sin compasión y mientras él suavemente le cantaba las notas cerca de su oído… solo podía suspirar satisfecha al escuchar aquella hermosa voz que solamente el poseía.
—No puedo Edward—Se quejó frustrada cuando algo en la simple escala musical no le sonó.
Edward miro hipnotizado aquel seño enfurruñado y estuvo tentado a pasar un dedo por entremedio de sus pérfidas cejas para solo un segundo tocar su sedosa piel.
—Es Simple Bella— susurro peligrosamente cerca de sus labios, estaban sentados tan cerca que pareció que sus alientos se entremezclaban y se acariciaban, así como se moría de ganas de acariciar sus labios.
Sacudió la cabeza para despejar aquellos pensamientos, mientras Bella sentía que se perdía en aquel fulgor abrazador de su verde mirada.
—No tienes que perder el Do central Bella— Retomo su lección apartando de su mente las ganas de besarla, tomó su pequeña mano delicada y posar su dedo pulgar en el lustroso marfil.
La tarde paso rápidamente, mucho más rápido de lo que ellos hubieran deseado, estaban completamente solos, por lo cual solo se escuchaban sus voces y el sonido que Edward creaba con sus manos, era lo más hermoso que Bella había escuchado nunca; Por mucho esfuerzo que ella pusiera de su parte, jamás podría verse asi como él mientras movía ágilmente las manos sobre cada tecla. Era absolutamente maravilloso en todos los sentidos.
—Gracias por la paciencia— ella rio bajito levantándose del pequeño banco que mantenía sus cuerpos casi rozándose.
—Dentro de muy poco serás la mejor— el giro su rostro para regalarle una hermosa sonrisa torcida, Bella se olvido de respirar, lo miro detenidamente buscando algo en su alma, en su corazón que le indicara porque diablos se sentía tan bien cuando él se encontraba a su lado.
—Tú eres el mejor— camino hacia el sofá y tomo su cartera…— Llamare para que vengan por mi— saco el nuevo móvil que René le había comprado días atrás.
—yo te llevare a tu casa…— Edward se levando del banquillo, planchándose el pantalón con ambas manos.
—No, no quiero causar molestias…— ella se sonrojo, pero no podía permitir que Edward la fuera a dejar… la sola idea la ponía completamente nerviosa.
—Jamás has sido una molestia para mí, creo que ya lo sabes… es más, cuando aprendas a tocar piano completamente y seas mi maestra te enseñare algo mas— isabella sonrió confundida…
—¿Qué seria ese “algo más”? —
—El tiempo lo dirá…— Edward se acerco peligrosamente a ella… tomo la cartera que ella tenía entre sus manos, aprovechando una vez más la oportunidad de rozar sus manos con las de él… eran tan delicadas y suaves, podría estar horas acariciándola… dejándose llevar por todas las sensaciones que Bella le estaba causando.
—Edward…— Isabella cerró los ojos al notar como su cuerpo reaccionaba con las manos de Edward acariciándola, sabía que era un simple gesto, pero no podía evitar ponerse nerviosa… pero de un momento a otro dos personas invadieron su mente, rompiendo la magia del momento— Ian y Victoria… tú estás con ella Edward…— Isabella se sintió aun peor, no le había dicho absolutamente nada a Edward, y sentía que lo engañaba.
—olvídalos… solo por un momento déjate llevar Bella… no hare nada que tu no quieras…—
—Edward… las cosas son mucho más complicadas… yo… mira por favor Edward ve a dejarme a mi casa y punto…por favor…— estaba nerviosa, y las frases no salían de su boca con facilidad.
—shhh…— Edward suavemente puso su dedo índice en los finos labios de Isabella, los acaricio suavemente deleitándose con la textura, podía sentir como el aliento de ella golpeaba su mano… la miro, ella era perfecta, completamente perfecta— Solo calla y Bésame Bella, bésame y déjate Llevar— Isabella observó su boca mientras soltaba aquellas palabras… subió su vista y quedo completamente atrapada en aquellos hermosos ojos verde esmeralda que la miraban con dulzura… Isabella estaba perdida, pero su decisión estaba tomada.
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Hola mis Hermosaaas *-* esta vez no demore taaaaanto jiji, espero su comprension chicas, tengo clases en la semana, tengo cosas que hacer tambien, asi que si demoro es por eso... un poquito de comprension nada mas, no abandonare mi historia.
¿que les parecioooo? aaaw se que muchas esperaban beso en este capitulo pero pronto vendraaa supongo que lo imaginan *-*
Espero sus comentarios, en los capitulos anteriores no me han comentado mucho :( las que escriben me entenderan, amo los comentarios saben?...
GRACIAS a cada una por sus palabras de apoyo, en Fb, o por aqui, son geniales realmente, por cada voto tambien muchas gracias.
Las quierooo... recuerden que subo adelantos en mi FB para que me agregen las que no lo han hecho, tambien podran encontrar el album.
FB: ANI CULLEN.
Gracias Miau, por ayudarme eres un cielo jiji <3
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