Año nuevo, vida nueva.
Capitulo Trece.
Tomó otra cerveza del refrigerador, camino hacia su habitación que estaba hecha un completo desastre. Acompañado de la soledad que últimamente lo visitaba a menudo, las cortinas de su departamento no habían sido abiertas en muchos días, él no era consciente de cómo las personas seguían sus vidas detrás de esas cuatro paredes, solo estaba en unos clásicos bóxer blancos ahogándose en su miseria, se acostó en la cama tomando un trago de cerveza, había perdido la cuenta de cuantas llevaba, pero no podía dejar de pensar en ella, aquel hermoso rostro que venía a sus pensamientos cada momento del día, y que había perdido la esperanza de poder olvidar, lo tenía completamente hipnotizado, era tan hermosa que le dolía el corazón… el alma, simplemente no sabía como había soportado tantos días sin poder besarla, sin poder acariciar su sedoso cabello, sin mirar aquellos inocentes ojos cafés que tanto quería.
Llevaba siete días en estas condiciones, su corta barba demostraba que estaba hecho un completo desastre, había dejado de afeitarse, solo se duchaba para volverse a esconder en las mantas de su cama…
“¡Inútil!...¿cuándo tiempo podre seguir asi?”; todo era tan complicado, “si tan solo… tan solo ella me pensara un poco”, pero nada, en estos siete días Emmett lo había llamado, estaba demasiado feliz, su hermanita había progresado desde la navidad, le conto como había dicho “sus primeras palabras” Ian apretó sus puños… ¡maldita sea su primera palabra lamentablemente la había escuchado él! Y lo había llevado huir como un cobarde, pero no sabía cómo poder soportar eso, se sentía como un idiota refugiándose en cerveza, cuando la mujer que él quería podría ser conquistada por cualquier otro idiota.
“Bella te extraña Ian, deberías venir a verla, o al menos llamarla… no habla mucho sabes, solo “si”; “no”; “hola” entre otras cosas, respuestas cortas y directas, creo que de apoco ira tomando más confianza, es un gran paso, no hemos querido preguntarle nada acerca de lo que vivió estos dieciocho años, Charlie dice que esperemos, que no la abrumemos; ella dio un gran paso supongo que es verdad, pero amigo… por favor vuelve, me siento como un maricón al decir esto, pero te extraño viejo, te necesito conmigo amigo…”
Ian sonreía al recordar las palabras de su mejor amigo, estaba siendo un estúpido ahogándose en alcohol, cuando la princesa más hermosa estaba en casa al parecer extrañándolo, quería ver eso, quería oír como sus dulces labios pronunciaban su nombre… quería ser él que la protegiera de todo y todos; quería ser él y solamente él el dueño de su corazón e iba a luchar por eso sea como sea.
—Cumpliré mi promesa mi Bella, Jamás te dejare sola, te protegeré— dicho esto se levanto de la cama rápidamente, y se aseo; afeito su rostro rápidamente, no quería presentarse como el naufrago para que ella saliera corriendo, pero su ansiedad provoco un pequeño corte en el mentón.
—Mierda— susurro mojándose el corte con agua, lo que le faltaba, al cabo de un momento dejo de sangrar y se ducho rápidamente, eran las nueve de la noche, necesitaba verla cuanto antes.
Una vez que estuvo completamente decente y perfumado tomo las llaves de su automóvil, las calles estaban completamente congestionadas.
Era increíble cómo se había ahogado siete días en cerveza sin darse cuenta, se sintió pésimo por ello, extraño a Bella como condenado, pero diablos tenía que poner en orden sus pensamientos, su corazón… para poder estar con ella para siempre; ese era su mayor deseo y sabia que a pesar de que el camino era difícil ella lo terminaría amando como al parecer el ya lo hacía desde hace mucho tiempo.
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Isabella estaba sentada en la cocina comiendo un cuenco de cereales, nadie se había levantado aún, el silencio como siempre era su mejor compañía, a decir verdad extrañaba a Ian, como este le acariciaba el cabello jugando con el de manera tierna, como solía sacarle una sonrisa a pesar que ella no dijera nada, la hacía sentir tan protegida entre sus fuertes brazos, estaba realmente encantada con él… no sabía que había hecho mal para que el la dejara sola y aquello la tenía bastante angustiada, no tenía ni la mas mínima idea de que hacer para que el volviera a su lado.
—Tan sola que estas hermanita— Isabella miro a su hermano cuando entro a la cocina, estirando los brazos y soltando un bostezo.
—mmm...si— la muchacha volvió la vista a su desayuno y se encogió de hombros, para los Swan era extraño escucharla hablar, si bien no hablaba demasiado, poco a poco iba tomando más confianza, eso había demostrado los últimos dos días.
—¿En qué piensas hermanita? — Emmett saco cereales y un cuenco para desayunar, sentándose junto a ella.
—Tonterías— susurro soltando un bostezo, Emmett le sonrío sinceramente.
—Extrañas a Ian, no lo niegues— Bella hizo una mueca algo disgustada, una cosa era hablar, pero otra muy distinta era demostrar sus sentimientos hacia los demás, aquello aun le costaba demasiado, no era algo que podría cambiar de la noche a la mañana, con su familia trataba de hacer la excepción pero con las demás personas era algo que simplemente no podía… aún— bueno hermanita, quizás deberías llamarlo— Emmett le sonrío alzando las cejas al mismo tiempo de manera picara, Isabella rápidamente se sonrojo, no podía llamarlo… ¿Qué le diría?, no, no, no, necesitaba hablarle en persona, no sabía qué diablos le diría, pero necesitaba verlo, poco a poco comenzaba a desesperarse y aquella sensación le desagradaba.
—¿Quieres salir hoy por la tarde? — Emmett pregunto con la boca llena de cereal, isabella frunció el seño algo asqueada.
—¿A dónde? — susurro sin mucho interés.
—Al centro comercial— isabella negó rápidamente, odiaba el centro comercial tanto o más que los hospitales, además había demasiada gente como para estar tranquila y en paz—Vamos hermanita, sale con este gigante hermano tuyo, por favor— Isabella miro atentamente los ojos de su hermano mayor, y su débil corazón no pudo resistirse aquellos ojitos claros que la miraban atentamente tratando de convencerla.
—Bueno…— sin más tomo el cuenco ya vacio y lo lavo rápidamente, dejo a su hermano en la cocina con una sonrisa de idiota adornando su rostro, aun no podía acostumbrarse a la nueva “faceta” de su hermana, y realmente le gustaba.
La muchacha se ducho rápidamente, se vistió con unos jeans oscuros y un sweater lila, dejo su cabello suelto… y como pocas veces quiso maquillarse, pero era algo que realmente aun no sabía hacer por sí sola, tampoco quería salir de ahí pareciendo un payaso. Miro su tocador, lleno de cosméticos casi todos sin usar, se acerco a ellos algo temblorosa y tomo algunas cosas que jamás había visto en su vida.
Salió de su habitación con las manos ocupadas de cosméticos, bajo las escaleras y golpeo suavemente la puerta de sus padres.
—Adelante— escucho la voz de su padre al otro lado de la puerta; asomo la cabeza como una niña pequeña—Buenos días Hija— isabella le sonrió y entro a la habitación de sus padres sentándose en el tocador de su madre mirándose fijamente al espejo. Charlie la miro confundido y en ese momento salió su esposa del cuarto del baño acariciando su cabello caramelo con las manos.
—Hijita, ¿Cómo amaneciste hoy? — René avanzo hacia ella y dejo un suave beso en sus cabellos, mirándola a través del espejo.
—Bien— solamente contesto isabella encogiéndose de hombros… luego dudo si realmente quería hacer esto, se sentía tan extraña— Mamá, ¿me podrías ayudar con esto? — apunto hacia los cosméticos nuevos que reposaban ahora sobre el tocador de René, la mujer sonrío.
—Claro mi nena, te enseñare a usar cada una de estas cosas, pero jamás es bueno abusar del maquillaje, trata siempre te verte natural— René comenzó a aplicar cada uno de los productos que isabella había llevado con ella, Charlie por su parte las miraba lleno de ternura, se venían realmente hermosas, adoraba verlas interactuar, sobre todo a isabella, quien esta semana había cambiado completamente, su personalidad aun era un completo misterio, pero estaba cada día más hermosa, y más extrovertida, sus palabras poco a poco iban fluyendo, sabía que su hija trataba de adaptarse completamente a su nueva vida; una vida que siempre le perteneció.
Ambas mujeres fruncían igualmente el seño al estar completamente concentradas en su tarea femenina, Charlie apago el televisor y salió directamente hacia el cuarto de baño dejándolas solas.
—Listo, quedaste hermosa pequeña mía— René acaricio el cabello de isabella y esta sonrío completamente satisfecha con el resultado, su piel se veía completamente lisa, las pequeñas pecas que adoraban parte de su nariz habían desaparecido, un poco de rubor en las mejillas sin ser demasiado, tenia mascara de pestañas y un poco de brillo labial.
—Gracias mamá— le sonrió tomando sus productos, había analizado cada uno de los procedimientos para maquillarse ella sola y no estar siempre molestando a René.
—De nada Cariño—
Isabella volvió a su habitación, no encontraba absolutamente nada que hacer, comprendió que debía hacer algo con su vida, estudiar, aprender a conducir, quizás a tocar el piano… Edward podría enseñarle ¿sería algún problema para él?, no lo había vuelto a ver desde aquel veinticuatro de diciembre, exactamente una semana; deseaba decirle que le enseñara a tocar el piano.
—¿Estás lista Bella? — Emmett entro a la habitación de su hermana sin llamar, esta se sobresalto un poco.
—¿Nos vamos ahora? — pregunto curiosa sin saber que hacer apenas eran la una de la tarde, necesitaban comer antes ¿o no?... pero rápidamente desecho ese pensamiento, antes podía pasar un día entero sin comer y ahora le preocupaba saltarse el almuerzo, era una tontería.
—Claro, vamos… adelante— isabella tomo su cartera y salió junto a su hermano, sus padres le desearon un lindo día, pero antes le recordaron sobre aquella estúpida fiesta a la cual asistirían para dar la bienvenida al año nuevo. Llegaron rápidamente al centro comercial de Vancouver, isabella iba en completo silencio, no tenía ni la menor idea de que harían toda la tarde, pero todo era mejor que quedarse en casa esperando que anocheciera.
—Espero que no te moleste que vengan Edward y Alice— isabella miro a su hermano mientras este se estacionaba, ¿Por qué vendrían ellos?
—¿Por qué no me dijiste? — estaba algo molesta, ahora si quería estar en su casa esperando a que anocheciera.
—Porque sabía que si te lo decía no vendrías, además no será tanto tiempo— Emmett se bajo del automóvil y Bella a regañadientes lo siguió, metió sus manos en los bolsillos de su jeans, hacia un poco de frio— no te enfades hermanita, si luego te quieres ir me dices— Emmett se sintió un poco mal por no haberle dicho nada, lo que menos quería es que ella pasara un mal rato.
—Okey— isabella camino junto a su hermano adentrándose hacia el centro comercial, se relajo inmediatamente al darse cuenta que eran pocas las personas que se encontraban en el lugar, la gente no se golpeaba al caminar como lo hacían hace semanas atrás, en aquella tortuosa salida de “mujeres”, sus pies habían sufrido las consecuencias.
—¡Ahí están! — Isabella se giro al escuchar la suave voz de Alice quien venía prácticamente corriendo hacia su encuentro, una hermosa y perfecta sonrisa adornaba su rostro, su cabello castaño tenía lindas ondas que caían sobre sus hombros, isabella instintivamente sonrió, Alice le agradaba mucho.
—Hola pequeña— Emmett saludo sonriéndole, beso su mejilla encorvándose un poco.
—Hola Emmett; Hola Bella— beso la mejilla de Isabella— Edward viene en un momento, se quedo mirando unas tonterías — Emmett paso el brazo por los hombros de Alice y los tres se dirigieron hacia el encuentro de Edward, quien se encontraba en una tienda de música, observando guitarras.
—Ey…— Emmett llamo la atención de Edward, quien les regalo la sonrisa más bella que Isabella había visto en su miserable vida, casi se quedo sin aire, era una sonrisa sincera, tierna pero a la vez picara.
—Hola hermano— se dieron un abrazo golpeándose amistosamente la espalda— Hola Bella— Edward se acerco a Bella y beso suavemente su mejilla.
—¿estarás toda la tarde aquí o piensas comer? — Alice le sonrió a su hermano mayor.
—Vamos, muero de hambre— los cuatro jóvenes se encaminaron hacia el patio de comida, Alice y Emmett iban platicando muy a gusto, mientras Edward miraba de reojo a Isabella, por sus padres se entero como isabella había hablado el día de navidad, se puso realmente contento de que ella diera aquel paso… aunque sentía la necesidad de escuchar su voz aunque fuera una sola vez.
Comieron rápidamente, Emmett había comprado entradas para el cine, estuvieron recorriendo el centro comercial, cuando rápidamente llego la hora de la función, se ubicaron en la última fila de la sala, Edward entre Bella y Alice, Emmett junto a esta ultima…
—Edward quiero palomitas de maíz— Alice miro a su hermano mayor, quien saco dinero y se lo paso rodando los ojos.
—Ve tu, a mi me duelen los pies— Edward dijo mirando la sala que estaba casi vacía, ¿Quién vendría al cine el ultimo día del año?, solo ellos.
—Te acompaño peque, Bella yo te traigo algo— isabella sonrió algo nerviosa, se quedaría a solas con Edward... quizás sería bueno plantearle que le enseñara a tocar el piano.
Miro fijamente a su hermano y Alice como salían de la sala.
—¿Has estado bien? — Edward pregunto nervioso, no sabía qué hacer; Ella asintió regalándole una sonrisa, el muchacho se decepciono un poco quería oír su voz…
“una vez… por favor”
—Edward…— Edward busco sus ojos, el sonido de su voz era dulce, tierno… delicado, era música… no supo el por qué, pero se sintió como un verdadero adolecente cuando sintió un nudo en su estomago al escucharla pronunciar su nombre atreves de aquellos hermoso labios… era hermosa—tu…tu ¿podrías enseñarme a tocar piano? — Edward alzo la ceja sorprendido, jamás en su vida se le paso por la mente enseñar a tocar el piano a Bella… y la idea le agrado, le gustaba pasar el tiempo con ella, aunque siempre había sido escaso.
—C-Claro—isabella le sonrió en respuesta.
—Bella…— isabella miro sus hermosos ojos verdes y no le paso desapercibido como la estudiaban.
Edward miro su rostro detenidamente, sus hermosas y adorables pequitas en su nariz habían desaparecido producto del suave maquillaje que llevaba, se enfurruño un poco, ¿acaso no le gustaban?, eran lo mas adorable que jamás vio.
—¿sí? — pregunto ella sonriéndole.
—Me alegro que estés bien… sinceramente— Edward tomo la mano que reposaba en el regazo de isabella, esta miro sus manos unidas y sonrío, Edward era un buen hombre.
—Gracias Edward…—
Alice y Emmett no tardaron en llegar con palomitas de maíz y gaseosa, pasaron un momento agradable los cuatro, isabella miraba inconscientemente las manos de Edward, sus brazos… sus piernas, pero también varias veces se sintió observada… aquello la hacía sentir nerviosa. Al salir del cine ya eran las cinco de la tarde, comenzaron a recorrerlo entre risas y anécdotas del pasado, Isabella se sentía nerviosa, la mirada de Edward no la dejaba ni respirar, su corazón por alguna desconocida razón galopaba en su pecho, movía sus manos nerviosa.
Alice al escuchar la voz de Isabella se sorprendió mucho, tenía la voz tan suave, poco a poco la pequeña le iba sacando las palabras a la joven, mirando algún muchacho que pasaba por el centro comercial, haciendo que ambas soltaran risitas cómplices.
La tarde pronto llego a su fin, isabella se sorprendió de lo bien que lo había pasado, no quería que la tarde terminara pero los vería mas tarde en la dichosa fiesta de nuevo año… aquello la hizo sonreír.
—¿fue muy malo hermanita? — pregunto Emmett una vez que estaban dentro del Jeep para irse directo a casa.
—No… lo disfrute— ella sonrió sinceramente.
—me alegro, espero que con el tiempo los quieras como unos hermanos, como yo… es como siempre debió ser— Isabella asintió, si… estaba segura que con el tiempo los iba a querer tanto como quería a Emmett.
*
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—¿estás nerviosa? — Edward le pregunto a Victoria mientras esta retocaba con rojo sus labios.
—Bueno si, ya sabes, no todos los días tus padres y mis padres estarán cenando— dijo ansiosa— más aun en año nuevo—
—Es solo una cena victoria, no es para tanto— Edward se encogió de hombros impaciente, ¿acaso tendría que retocarse aun mas esos labios?, ya tendrían que estar de camino a la dichosa fiesta, no quería ir, la verdad… solo quería pasarlo en familia, pero Carlisle tuvo la brillante idea de invitar a los padres de su novia, y no tenia escapatoria, ya que le dijo directamente a ella sin consultarle primero a él… la estúpida escusa que dio fue.
“pensé que querías recibir el nuevo año con tu novia Edward, no siento no creí que te molestara.”
No lo había hecho con malas intenciones al contrario, pero a Edward le fastidio y sabia el motivo aunque no quería abrir los ojos… aún.
—shh, necesito verme perfecta hoy— ella acomodo sus pechos, y Edward la miro detenidamente desde la cama, llevaba un vestido que tapaba algo de sus muslos, color rojo vino con un solo tirante en el lado izquierdo, demasiadas joyas para su gusto y unos tacones negros.
—Ok, te espero abajo—dudo un poco, pero no pudo callar—…Victoria estas bien es enserio— trato de decirle en suaves palabras que no se siguiera maquillando excesivamente. Pero ella como siempre lo ignoro.
A los quince minutos salieron de la casa de Victoria, los padres los seguían desde su automóvil, no tardaron mucho en llegar a la mansión Cullen, quienes los esperaban sonriente, claro, todos menos Alice.
—Hola Carmen— Esme saludo amistosamente a la madre de Victoria, si bien jamás en la vida se habían visto, habían hablado por teléfono para coordinar lo de esta noche.
—Hola Esme, Tienes una hermosa casa— Carmen miro impresionada a su alrededor, era todo lo que ella había querido tener, una hermosa casa que el inútil de su marido jamás le dio.
—Hola Aro, Hola Carmen— Carlisle miro a los padres de Victoria sonriéndoles.
—Hola Carlisle— respondieron ambos al unisonó, apenas eran las diez de la noche cuando todos se encontraban cenando, en una conversación completamente monótona, los hermanos Cullen se miraban fijamente sin participar de aquella conversación, querían salir corriendo de ahí para irse a la dichosa fiesta que celebrarían en unas horas más; al menos ahí estarían Emmett y Bella.
Amy no quiso cenar con la familia, no quería tener problemas con Victoria, aquella muchachita era insoportable, asi que prefirió estar en la cocina, claro ni Esme como Carlisle sabían el por qué de la decisión de la nana Amy, solo respetaron su opinión por mucho que trataron de convencerla. Aquello molesto profundamente a Alice.
Una vez terminada la dichosa cena Alice se fue inmediatamente hacia la cocina para ver a su Nana.
—No quiero verle la cara a esa idiota, no sé como Edward la soporta— Suspiro Alice tomando una galleta de chocolate…Amy la miro con dulzura—Además es la peor cena que tenido en mi vida, me faltabas tú— la joven abrazo a su nana haciendo un puchero tierno.
—Hija no te preocupes por mí, además esa niña malcriada tendrá que aprender la lección algún día—
—Pues no deja de ser estúpida— Alice beso el cabello de su viejita tiernamente.
—Hijita, tu hermano la quiere, eso debería ser suficiente para todos nosotros— Alice negó con la cabeza rápidamente, y una enorme sonrisa adorno su rostro níveo.
—No Amy… Edward quizás la quiere, pero nada mas allá— la mujer mayor frunció el seño algo confundida…
—¿Por qué dices eso? —
—Por que hoy fuimos al cine junto con Emmett y Bella; Edward miraba como un idiota a isabella, Amy era impresionante, era— quedo pensando unos momentos tratando de encontrar aquella palabra que podría describir esas miradas penetrantes, pero no encontró ninguna que pudiera describirlo con precisión—… no sé pero esos dos algo se traen—
—¿Isabella con Edward? — la voz de Amy tenía un dejo de sorpresa… no lo podría creer, Edward jamás había mostrado algún interés con Bella las veces que ella los había visto juntos ¿Por qué ahora?.
—¿No te gusta bella? —
—Oh claro que si hermosa, es una muchachita realmente encantadora… si es asi espero que los hermosos ojos de tu hermano sirvan para algo mas y vea mucho mas allá de lo que tiene en frente hijita, pero no te preocupes, todo cae por su propio peso—Alice sonrío abrazando a su viejita fuertemente, era su segunda madre, no quería ni pensar el día que ella faltara en su vida.
La mujer que escuchaba aquella conversación detrás de las paredes no pudo evitar que su sangre hirviera de coraje; sus puños estaban cerrados, amenazando con golpear a quien se le pusiera en frente. No lo podía creer, Edward no sería capaz de si quiera gustarle aquella niña inútil, Victoria miro su cuerpo atreves del vidrio de una ventana… era hermosa, Perfecta ¿Qué tenía aquella estúpida de isabella Swan?; Primero el idiota de Ian había caído rendido a sus pies, y al parecer Edward estaba siguiendo sus pasos, pero ella no lo iba a permitir, no podía permitir que Isabella se entrometiera entre Edward y ella… no podía permitir que su futuro fuera una completa miseria como el de sus padres, ella quería mas… era ambiciosa y se encargaría de cumplirlo a como dé lugar.
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Los Swan estaban reunidos en el comedor, cenando en una agradable conversación, Isabella por su parte estaba un poco confundida, su día que en un comienzo pensó que sería un completo desastre resulto ser de lo más agradable, Alice y Edward eran buenas personas, la pequeña jamás borraba la sonrisa de su rostro… Isabella se preguntaba continuamente ¿Cómo lo hacía?, ella por más que tratara demostrar que estaba tratando de ser feliz no podía, su joven corazón estaba tan maltratado que aun le costaba trabajo sentirse completamente plena; ¿ella alguna vez podría sonreír asi?... sin esfuerzos, sin complicaciones… sonreír porque su corazón estaba completamente sanado y realmente era feliz.
Miro a su familia detenidamente, no podía evitar sumergirse en sus mas profundos pensamientos, jamás celebro el inicio de un nuevo año, solo era una noche más en la cual dormía temerosa a causa de los maltratos del maldito de James, pero ahora todo era diferente, su hogar, sus ropas, la compañía, la comida… ella era otra persona y a pesar de todo se alegro por ello, ella era diferente y le gustaba la nueva Bella que con mucho esfuerzo trataba de sanar sus heridas, por ella… por su familia.
Después de la cena ella se fue con Emmett en su Jeep, tendría que pensar seriamente en aprender a conducir, no quería sentirse como una niña, a sus dieciocho años tenía ganas de experimentar ciertas cosas que las típicas adolecentes hacían… salir a bailar, quizás beber un poco, conversar, hacer amigos… conducir, y estudiar; este año que ella comenzaba a vivir una nueva vida, y quería hacerlo realmente de corazón, pondría de su parte para que su vida mejorara… ella se lo merecía.
—asi que…¿estás contenta? — Emmett pregunto conduciendo hacia la dichosa fiesta de nuevo año.
—Si— ella sonrió a su hermano mayor— aunque es un poco extraño—
—¿A qué te refieres? — pregunto el hombre bajando un poco la velocidad, Charlie le había hecho cambios de luces, era como un lenguaje no verbal para que su hijo se comportara con la velocidad del automóvil, sus padres venían detrás de ellos, Emmett por su parte tenía la vista fija en las calles de Vancouver.
—Porque yo jamás celebre estas fiestas, eran como cualquier día para mí, y ahora no puedo evitar estar un poco nerviosa y sentirme extraña— Emmett se sorprendió… primero porque quizás esa era la frase más larga que le había escuchado pronunciar, segundo porque ella expreso como se sentía…y tercero ¿con quién diablos había estado todo este tiempo sin celebrar las fechas más importantes del año?...
—¿Bella donde estuviste todo este tiempo? — preguntó, no quería desaprovechar aquella oportunidad.
Isabella miro hacia la calle, no estaba lista, no quería mas problemas, solo quería olvidar el pasado ¿tan difícil era entender eso?-
—Emmett, no quiero hablar de eso… por ahora—
—¿Cuándo Bella? ellos tienen que pagar por el daño que nos hicieron, por lo que te hicieron a ti— Emmett se sentía confundido, porque ella no quería hablar ¿Qué sacaba con eso? ¿A quién protegía?-
—Cuando yo sienta que es el momento lo diré, ahora no quiero seguir hablando de eso… por favor— Emmett la miro de reojo y se sintió culpable, ella limpiaba sus lagrimas disimuladamente para que su hermano no las viera… Emmett se prometió mentalmente no seguir con el tema, ella con el tiempo lo diría… o eso esperaba.
Llegaron a la recepción los cuatro juntos, al entrar solo vieron un par de invitados más, nadie que isabella conociera y aquello la incomodo un poco, las mujeres que ahí se veían todas eran demasiado extravagantes, sus vestidos apenas cubrían lo necesario, sus pechos prácticamente estaban en sus gargantas. Dejo de mirarlas y admiro el lugar, el salón era completamente blanco, las luces de colores daban un efecto realmente hermoso, un par de meseros iban y venían con copas de champagne en sus respectivas bandejas, un gran mesón se extendía a lo largo de lugar completamente abastecido de comida, tragos y jugos.
—Hermanita, no me dejes solo por favor— Emmett tomo la mano de isabella mirándola fijamente, la muchacha no comprendió nada.
—¿Qué sucede? — pregunto la joven
—digamos que hay una muchacha que suele ser muy… demostrativa y no quiero hablar con ella— isabella negó con la cabeza pero una risita adorno su rostro.
—Está bien, pero…eso no es de caballeros— Emmett sonrió, al parecer su hermanita estaba viendo mucha teleserie con su madre.
—Luego lo entenderás, solo procura no dejarme solo— isabella asintió sonriendo, estuvieron alrededor de una hora hablando tonterías, sus padres se perdieron entre la gente rápidamente, dejando a ambos hermanos solos… ya casi eran las veintitrés con treinta minutos cuando los Cullen llegaron.
—Hola hermanitos Swan— los hermanos se voltearon al escuchar la voz de Alice, esta beso en la mejilla a ambos muchachos—¿llegaron hace mucho? — pregunto sacando una copa de champagne a un mesero que iba pasando a su lado, Emmett la miro con el seño fruncido.
—Hace un poco más de una hora— dijo emmett —¿desde cuándo tomas Alice? — pregunto.
—Desde ahora, quería probar cosas nuevas— se encogió de hombros— además… ya casi, casi tengo dieciséis—
—Por justa razón Alice, aun eres una niña—
—Pues no, ya soy adolecente, además Bella…— se dirigió hacia su nueva amiga— ¿me crees demasiado pequeña para ser tu amiga y acompañarnos en las locuras de la vida? — Isabella por alguna razón rio ante la carita de bebe que puso Alice al preguntar eso.
—Claro que no eres pequeña, solo dos años menor que yo— se encogió de hombros, además le gusto la idea de tener una nueva amiga con quien compartir y experimentar cosas.
—vez grandote, eres un metiche, ¿quieres una copa Bella? — isabella frunció el seño quizás era más asqueroso que el vino que probo en navidad— es bueno… mucho mejor que el vino— Alice adivino sus pensamientos.
Isabella tomo la copa entre sus manos y bebió un poco de aquel liquido espumoso… ¡le encanto!; aunque no pudo evitar sentir ardor en su garganta.
—sí, es bueno— Emmett las miro a ambos creyéndolas unas completas locas.
—¿Dónde está Edward a todo esto Alice? — pregunto el joven.
—Con la odiosa de Victoria— Alice soltó una pequeña risita— eso no durara mucho estoy segura, además Edward estaba completamente aburrido con ella, no sé cuantas copas de vino tomo en la cena en casa— hizo una mueca.
—¿ya esta ebrio? — emmett se sorprendió.
—aun no, pero no le queda mucho tiempo… mira ahí viene— Edward abría paso entre la multitud que había en el salón, miro a su mejor amigo en un impecable traje negro, y Bella… Bella se veía hermosa, su vestido azul se amoldaba perfectamente a su esbelta figura, era de encajes, manga largas, le llegaba un poco más arriba de la rodilla, y tenía un delgado cinturón color café en la cintura; Su cabello castaño iba suelto, hermosas ondas caían por sus espalda y parte de sus pechos, conforme se iba acercando su admiración crecía mas y mas, su maquillaje era suave, menos sus rellenos labios, eran de un intenso color rojo… ¿Cómo había sido tan ciego?, ella era hermosa, sencilla pero hermosa.
—Hola— saludo al llegar a su lado.
—Hola hermano, ¿Dónde dejaste a la bruja? — pregunto Emmett sonriendo, Edward ni siquiera defendió a Victoria, estaba tan ciego mirando a bella que no le importo un lo absoluto que la llamara bruja.
—No sé, le perdí el rastro—“por fin”, pensó sonriendo— Hola bella—
—Hola Edward— sonrió y sin más se llevo de nuevo la copa de champagne a la boca para beber un poco.
—hermanito, deberíamos esperar el nuevo año afuera, ya sabes—
—Alice hace demasiado frio afuera— comento Edward— pero si es verdad, mejor afuera asi podemos ver los fuegos artificiales— ya quedaban solo ocho minutos, para que oficialmente comenzara el nuevo año, se encaminaron hacia las afuera de la recepción, las calles estaban llenas de gentes con copas en sus manos, preparándose para el nuevo año, los padres de los cuatro jóvenes se reunieron junto a ellos y sin darse cuenta ya estaban en la cuenta regresiva…
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Los gritos de las personas que estaban alrededor se escucharon, copas chocando, abrazos, palabras de aliento… isabella por un segundo miro a su alrededor, sus padres se besaban como dos adolecentes, Los señores Cullen no se quedaban atrás, Emmett abrazo a Alice deseándole un buen año… y ella simplemente se dejo llevar por la emoción que sentía en ese momento.
Se volteo hacia Edward quien la miraba fijamente, y sin más ella paso sus delgados bracitos por la cadera de Edward abrazándolo fuertemente; Edward por su parte la atrajo más hacia él, y sus fuertes manos acariciaron su espalda, se acerco a su oído.
—Feliz año Bella— al hablar sintió como un exquisito perfume se colaba atreves de sus fosas nasales…todo en ella lo dejaba sin palabras, era una hermosa mezcla de ternura y una sensualidad que ella no sabía que poseía, la forma en la cual miraba, analizando todo y a todos, la enfermiza manía de morder su labio y subir su ceja.
—Feliz año Edward…— ella hablo contra su pecho, se separaron un momento olvidando todo a su alrededor… Edward observo las hermosas pequitas que adornaban parte de su nariz, las adoraba.
Bella por su parte miro en silencio el rostro de Edward tallado por los propios ángeles, revivió el momento en el cual lo vio por primera vez, cuando él casi la atropello, como había admirado aquel rostro, pero si era perfecto, eso nadie lo podía negar… solo se limitaron a sonreírse sinceramente, tratando de encontrar un nombre para lo que ambos sintieron al momento de estar abrazados.
—Feliz Año hijita mía— René interrumpió el mágico momento en el cual ambos jóvenes se miraban fijamente sintiendo algo en el corazón que en este momento no tenia explicación.
Después de abrazar a cada integrante de la familia isabella buscaba con la mirada a Edward por alguna razón desconocida, pero no lo encontró… quizás estaba con Victoria.
Todos se dirigieron a la pista de baile, isabella se movía torpemente, tratando de coordinar su cuerpo, jamás había bailado, era algo totalmente nuevo para ella, Alice y emmett tomaban sus manitos alzándola, incitándola a mover sus caderas al compas de la música, luego de unas cuantas canciones isabella pudo seguir el ritmo de la cancion.
—Lo haces muy bien hermanita— la felicito Emmett moviéndose junto a ella.
—Emmett…— La voz de una mujer lo interrumpió, Emmett se volteo cerrando los ojos, y ahí se encontraba Lauren.
—Hola—
—¿quieres bailar? — pregunto ella meneando su trasero, Isabella la miro confundida…
—la verdad estoy acompañado— dijo Emmett disculpándose, no quería entrometerse con ella.
—veo que estas con tu nueva hermana…— Emmett rodo los ojos, iba hablar cuando lo interrumpieron.
—Si, está conmigo, pero también con Alice…— la pequeña abrió los ojos como platos— Emmett te he dicho que no es de buena educación dejar a tu chica bailando sola mientras hablas con otra mujer… ahora váyanse par de tortolos a demostrar su amor a otro lugar…— dijo empujando suavemente a Emmett junto con Alice… ambos en estado de Shock — Los alcanzo en un momento— susurro antes de guiñarles el ojo; La mujer llamada Lauren se enfureció al ver la supuesta pareja caminando abrazados hacia el otro lugar del salón, miro a isabella y rápidamente se fue del lugar.
—Bien— susurro isabella para ella misma, camino hacia los baños del lugar, no conocía absolutamente a nadie, estaba tan atestado de personas que la empujaron un par de veces, menos mal que en los pasillos del baño estaban completamente solos, entro hacia al baño de mujeres y miro su atuendo, sonrió… todo aun estaba en su lugar, había tomado unas copas de champagne y no podía evitar aquel rubor que se extendía en sus mejillas. Mojo con agua su rostro, se aplico un poco de labial y salió nuevamente hacia la multitud… o eso pensaba hacer cuando unas grandes manos la tomaron por la cintura, aquel simple acto aterrorizo a la muchacha que casi grito… si no fue por que reconoció aquellos ojos color jade que la miraban con una disculpa… pero sin soltar su cintura, sus dedos acariciaban la suave tela que era como la segunda piel de Bella.
—Estas hermosa isabella, no sé qué sucede contigo, eres… eres demasiado especial— Edward la miro fijamente a los ojos esperando una respuesta de parte de ella… las mariposas se extendieron en su estomago, bailando, recorriendo todo su cuerpo, haciéndola sentir extraña.
—No…N-o di-g-as eso, — Isabella busco a alguien para poder salir de aquella situación, Edward la hacía sentir algo incomoda… no sabía la razón, pero la sensación no le gustaba para nada.
—¿Por qué no? ¿He dicho algo malo? — el se acerco peligrosamente hacia ella con serias intenciones de rosar aquellos carnosos labios rojos, Isabella solo fue consciente de el olor a alcohol que salía de la boca de Edward… cerró los ojos tratando de que las lagrimas no salieran, estaba aterrada— No llores— susurro Edward acariciando sus hombros lentamente, tratando de reconfortarla… pero eso solo lo empeoro, el alcohol le hacía recordar toda la mierda que ella sufrió y que había tratado de olvidar toda la noche… su cuerpo temblaba y las lagrimas corrían por sus delicadas mejillas, quería salir de ahí, pero sus piernas no le respondían… abrió los ojos y Edward la miraba intensamente, pero solo un hombre ocupaba su mente por completo… “james”
—Edward estas bebido, déjame ir— susurro mirándolo, sabía que él no era una mala persona, pero no podía evitar asustarse… no de él, si no de la situación.
—Bella… hermosa bella, solo trate de arrancar de Victoria— el hombre hizo una mueca— para poder decirte eso, no pretendo que tengas ganas de besarme justo como yo trato de contenerme ahora para no hacerlo… solo que… quiero que sepas que te encuentro hermosa… solo eso y te dejare en paz— el hablo arrastrando un poco las palabras.
—Gracias Edward… enserio— ella sonrió, jamás había visto a Edward asi, le causo algo de gracia y un poco de ternura. Edward abrazo a Isabella fuertemente tratando de contenerse, no quería aprovecharse de ella… cuando sintió unos firmes pasos hacia ellos, ambos jóvenes se separaron.
—Aléjate de ella idiota, aquí sobras…—
—¿y quién eres tú para decirme a mí lo que tengo y lo que no tengo que hacer? — Edward se separo de isabella caminando hacia el hombre que lo desafiaba.
—yo estoy con Bella…eso debería ser suficiente— Ian alzo su ceja cruzando sus brazos sobre el pecho… Isabella miraba la escena completamente en silencio, Ian… se veía tan hermoso… aunque unas terribles ojeras opacaban sus hermosos ojos color cielo; lo había extrañado, ella camino con pasos tímidos hacia el… estaba agradecida de que estuviera aquí.
—No estás con ella, no te has aparecido en estos días, la abandonaste— Edward hablaba desafiante e Isabella se detuvo repentinamente al escuchar que las palabras de Edward tenían razón, Ian la había abandonado, ni siquiera la llamaba… la había dejado de lado ¿pero por qué?, ella no entendía nada.
—¿Qué mierda sabes tú? — Ian se acerco mucho mas a él, sus cuerpos casi se rozaban, sus puños ahora descansaban a ambos costados de su cuerpo, amenazando con golpear a Edward con cualquier paso en falso que este diera.
—¡YA BASTA! — grito isabella interponiéndose en los cuerpos de ambos hombres, aquellos la miraron algo sorprendidos, sobretodo Ian, que solo había escuchado un maldito nombre salir de sus labios… no pudo evitar sonreír al observar aquella arruguita en su entrecejo… estaba molesta.
—Bella…— Edward le hablo e Ian volvió a ver todo rojo. ¿Cuánta confianza habrían tomado estos días?...”fui un maldito idiota por haberla dejado sola”, se reprocho Ian mirándolos a ambos.
—Deja en paz a mi novio…— la voz de una enfurecida Victoria se escucho… Isabella rodo los ojos impaciente. “lo que me faltaba”
—Victoria, por favor no hagas un escándalo— Pidió Edward a la mujer, esta negó con la cabeza, esta mujercita tenía todo lo que ella quería, no podía permitir que también se llevara a Edward.
—¡Me importa una mierda!, mira Isabella te hablare claro y no te lo repetiré, aléjate de Edward…— la mujer llego al lado de su novio, Edward estaba incomodo.
—¡No le hables asi victoria!, y no te preocupes ella no molestara a Edward— Isabella miro a Ian ando molesta, ella sabia como defenderse y no necesitaba que hablara por ella… No más.
—Tú no te metas Ian— hablo isabella completamente seria, Edward no sabía si reírse o llevarse a Victoria, la situación le parecía de lo mas cómica, ni isabella ni él estaban aquí para eso, Ian y victoria eran unos entrometidos… él a pesar de estar con su novia a su lado, deseo y se dio cuenta que no quería estar con ella… quería que isabella ocupara su lugar… “!MIERDA ESTOY CONFUNDIDO!”. Pensó el joven de cabello broncíneo acariciándose el cabello de manera impaciente.
—Vamos Victoria— Edward la tomo por el brazo para sacarla de aquel pasillo, pero la mujer seguía hablando estupideces… al parecer estaba un poco bebida.
—Eres un idiota Ian, si… Isabella no le creas absolutamente nada a este idiota…—
—Edward llévate a esta mujer— Ian la interrumpió antes de que la mujer hablara de mas… Edward sabía que Ian tenía razón, no podía dejarla ahí, aunque tenía una conversación con Bella al respecto, sus sentimientos, sus pensamientos estaban completamente confundidos, necesitaba pensar con claridad. Sin más tomo a victoria de la cintura y se la llevo lejos de ahí.
—Bella lo siento, mira he sido un idiota estos días…— Ian rápidamente comenzó a disculparse, se sentía desesperado, la quería, quería todo de ella, su voz, sus besos, sus caricias, sus hermosas palabras… todo, todo.
—Ian ven…— isabella camino e Ian sonrió como un idiota al escuchar como por primera vez la mujer pronunciaba su nombre atreves de sus labios… la siguió, salieron de la recepción y se dirigieron hacia un lugar un poco mas apartado... isabella se detuvo y lo encaro.
—Dime Ian…¿Tuviste algo que ver con Victoria? — El hombre se puso pálido… e isabella comprendió todo en ese momento.
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Lamento la demora chicas, la verdad he tenido mucho que hacer estas semanas...
¿que les pareciooo?, espero que les gustara el cap a mi en lo personal me encanta, ya que nuestro hermoso edward se esta dando cuenta de la hermosa personalidad de Bella... poco a poco esta ira sacando su caracter y creanme no sera de una princesita.
Gracias a todas las que me votan a las que se dan un poquito de su valioso tiempo para leerme y/o comentarme, las que escriben saben que los comentarios con el mejor regalito que una puede pedir, necesito saber si les gusta.
Chicas, las invito a pasar por mi OS. Don´t you Remember (+18)
Espero sus comentarios.
Un Beso, espero no tardar tanto, Las quiero
Ani.
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