Casualidades Fugaces

Autor: LuchyRct
Género: Romance
Fecha Creación: 30/09/2009
Fecha Actualización: 23/11/2011
Finalizado: SI
Votos: 13
Comentarios: 23
Visitas: 29595
Capítulos: 11

TERMINADO :)

Él tenía que estar frente al altar.

Ella también.

Por distintas razones ninguno de los dos estaba donde debía; y gracias a una serie de casualidades la vida los lleva por distintos caminos que terminan en un mismo punto.

Lo más difícil es dejar el pasado atrás y enfrentar el presente.

¿Podrán Bella y Edward seguir la línea del destino para estar juntos?

Todos Humanos.

+ Añadir a Favoritos
Leer Comentarios
 


Capítulo 10: Te Regalo Amores

Edward POV

-¿Qué… qué estas diciendo, Edward?.- tartamudeó.

Me deje caer en el césped frente a ella. Con cuidado, desenrede sus brazos de sus rodillas, y tome sus manos entre las mías.

Bella jadeo pero no se quejo. Me miró a los ojos en todo ese tiempo, y yo a ella. Mis orbes esmeraldas se mezclaban con los suyos chocolates.

-Sé que quizás no es el momento, o sí.- mis palabras salieron atropelladas. Estaba realmente nervioso.- Pero no estoy dispuesto a esperar para encontrarme contigo de casualidad otra vez. Ya no. Ya no quiero que se una casualidad, no quiero algo fugaz. Quiero, sin más que sea agrede. Que nos queramos ver…- Hice una pausa. Me arrastre por el suelo para acercarme a Bella. Ella permanecía en silencio y dura como el hielo.- Yo te quiero, quizás más de lo que debería por el tiempo que estuvimos juntos. Pero para esto no hay un tiempo pautado.

Te he visto sufriendo
tan solita y triste.
Se que vives sintiendo
que un amor perdiste.

Deje de hablar. Bella parecía estar en una lucha interna. No sabía que era con lo que estaba batallando, pero quería ayudarla.

-¿Bella?

-Yo… yo también te quiero.- dijo al fin, pero no me convenció. Era como si le estuviese diciendo a un amigo ordinario que lo quería, y no a una persona que se le declaraba.

Supe que este era el momento en donde debía jugarme todo o nada.

-Estoy enamorado, Bella.- Acaricié su mejilla, y acerque más mi cara a la de ella.- De ti.

Sin más presione mis labios en los de ella. Al principio no me correspondió, parecía en shock. La impotencia invadió mi cuerpo, no iba a perderla. Así enrede mi mano en su cabella, impidiéndole escapar, y la otra en su cintura apegándola a mí cuerpo. Mis labios se hicieron más insistentes. Y de repente, nos estábamos besando. Bella correspondía a mi beso.

Te regalo un beso
y mil razones
para amarte tanto
te regalo tanto
prometo así secar tu llanto

Entreabrí mis labios, incitándole a profundizar el beso. Esperaba que se opusiera, pero cual fue mi asombro al sentir que correspondía. Nuestras lenguas se tocaron, y todo era maravilloso. Se sentía tan bien, como si nuestras bocas hubieran sido creadas con el único propósito de estar juntas desde un principio.

Sin ser agrede, Bella me había dicho que mis sentimientos eran correspondidos. Sentía sus inseguridades bajo mis labios, pero estaba dispuesta a jugarse.

Por desgracia el aire nos obligo a separarnos. Apoye mi frente en la de ella, y deposite un pequeño beso en la punta de su nariz.

-Te amo, Bella.

-Y yo a ti.- murmuro, no muy convencida de querer que esas palabras abandonasen sus labios.

Para que no llores
tengo amor sincero
amor del bueno
para llevarte lejos de los dolores

-Pero esto esta mal.- dijo de repente.

Fruncí el ceño y me separe un poco, aún si soltar su cintura, para poder verla a los ojos. Ella ahora evitaba mi mirada.

-¿Qué esta mal, Bella?

Hoy anda sola
en busca de un nuevo amor
que te su querer
y que te diga todo al oído
que te quiere

-Todo.- musito, su voz la traiciono quebrándose.- Sabes por lo que he pasado… Se que no es excusa, ni que eres como él.- bufé al saber que ella no podría olvidarlo.- Pero no se si estoy preparada para esto. Edward, dentro de poco tendré la custodia de Sebastian y yo no quiero atarte…

-Bella.- le interrumpí. Puse mis manos a cada lado de sus mejillas y la obligue a mirarme. Sus ojos estaban inundados de gotas de agonía. Eso no me gusto, ella no debería sufrir.- No me estas atando a nada. Estoy al tanto de Sebas, y no me importa. Yo quiero estar contigo, y si para ello tengo que atravesar un mar de sangre o cuidar de un niño, no tengo problema.

-Pero no es tu responsabilidad…

-Sí quiero que la sea, sí. Bella ¿No quieres estar conmigo?.- le pregunte serio. Quizás me estaba poniendo tantos frenos por ello, y no quería lastimarme.

Deje caer mis manos a los lados, soltando su cara.

-¡NO!

Por que el te fallo
te engaño te traiciono
el se fue
buscando en otra el amor
Hay hombre
se que no quieres
saber mas de los hombres
y que no existe nadie ya
que te asombre
yo te dare el amor
que te corresponde
te llevare adonde..

-No.- repitió.- Yo quiero estar contigo, Edward…Pero yo…

Dejo de hablar. Espere a que continuará pero no lo hizo. La abrace, sin pensarlo y murmure en su oído.

-No tengas miedo, Bella. Yo jamás te haré daño.

Bella suspiro satisfecha.

-Lo sé.- beso mi mejilla dulcemente.- Sólo no quiero que te sientas obligado a nada.

-No lo hago.- me apresuré a decir.- Sé en que me estoy metiendo.

-Eso espero.

Después de eso, me separé y la bese en los labios. Sin duda esto estaba bien.

Bella POV

Edward sostenía mi mano mientras caminábamos de regreso al departamento. Aún no estaba preparada para ver a Alice. Me sentía mal por haberla golpeado, ella no tenía la culpa. Ella no sabía nada de mí pasado.

-¿Crees que Alice me perdone?

-Tranquila, Bella.- dijo suavemente y le dio un apretón a mí mano.- Ella comprenderá, no es una persona rencorosa.

-Me siento mal.- admití. Edward se inclino y besó mis labios rápidamente.

-Lo sé, pero no lo estés. Yo estoy contigo ahora, Bella. No voy a dejar que nada te lastime, ni siquiera mi propia hermana.

Le sonreí. Edward era tan dulce, era sin duda ese príncipe de cuentos de hadas. Te los cruzas de casualidad y termina por ser el amor de tu vida. El que logra que el dolor desaparezca, que te lleva a su mundo y no te suelta. El que lo da todo por ti, sin importar qué. Yo había encontrado a mi príncipe azul. Yo tenía a Edward para sanar mis heridas.

Quiero darle colores
a tu día gris
Robar tu corazón y sanar tu cicatriz
el llevarte de crucero
y en el medio del mar
poderte acariciar y poderte besar
decirte al oído que mi amor es sincero
y que por ti daría todo lo que tengo
y mi dinero
a veces no te encuentro y me desespero
por que siento que si no estas a mi
lado me muero

Entramos en silencio al departamento. Edward sostenía mi mano fuertemente.

Todo estaba a oscuras. Caminamos dentro, Edward sostenía mi cintura para que no me cayera.

Llegamos a la sala principal. Camine a tientas hasta encontrar el interruptor de la luz. Me sentí mucho peor, cuando vi que Alice había preparado el sofá para que durmiera. Con Sebastian en mi cama, este era el único lugar que quedaba.

-¿Le hice daño verdad?.- me lamente.

Edward no me contesto. Me tiro con él y caímos sentados en el sofá, donde me abrazo y me consoló.

-Alice esta bien, ella es fuerte.- parecía convencido. Froto mi espalda, y yo me acerque más, acurrucándome en su pecho.- Alice no esta enfadada, ya verás que todo estará bien.

Asentí con la cabeza, y me quede en silencio. Ambos lo hicimos. Y entre la oscuridad, la comodidad de los brazos de Edward y el cansancio del largo día, me quede dormida.

---

-¡Vamos, Bells! ¡Arriba!.- un voz chillona me llamaba y unas pequeñas manitos me sacudían.

Refunfuñe, y gire en mi lugar tapándome con las sabanas. Aunque eso no sirvió de mucho.

-¡Vamos, Bells! ¡Hoy es Sábado, vamos!.- un pequeño cuerpito se tiro sobre mí y empezó a hacerme cosquillas.

Me removí bajo él, tratando de que parará. Al no poder vencerlo, me vi obligada a abrir los ojos. Al principio la luz del día me cegó, pero luego me acostumbre. Lo primero que vi fue la sonriente carita de Sebastian que estaba frente a mí.

-¡Al fin!.- chillo y se bajo de mí.

Me senté en el sillón y me estire. Bostece un par de veces. Sebastian me miraba ansioso. Incline la cabeza ¿Qué le pasaba?

Lo miré atentamente, y note que ya se había bañado. Estaba cambiado, y peinado. ¿Qué tramaba?

-¿Qué pasa?

Sabes sonrió abiertamente y salió corriendo hacía la cocina. Rodeé los ojos, y lo seguí. Cuando entre estaba Alice sentada en una banqueta y junto a ella había un desayuno. Me quedé sin respiración, ella sabía como hacerme sentir culpable.

-Sebas ve a ver tele.-le dije.

Él no dudo ni un segundo y volvió a salir corriendo por la puerta. Un incomodo silencio nos inundo. Con pasos indecisos me acerque a Alice, que ahora se encontraba de pie.

-¡Lo siento mucho!.- le dije, y sin más Alice se lanzó a mis brazos.

-¡Yo lo siento más!.- sollozo en nuestro abrazo.- No debí meterme en tu vida, lo siento ¡Lo siento!

-¡No debí pegarte!

Parecíamos dos niñas del kinder, sollozando por la discusión del día anterior. Al final Edward había tenido razón con respecto a que estaría todo bien.

-Te dije, ellas siempre son así.- la voz de Sebas hablo detrás de nosotras. Me tense, y me separé de Alice.

Cuando volteé, casi me da un paro cardíaco. Junto a Sebas en la puerta de la cocina, estaba Edward con una gran sonrisa en su rostro.

-Si, así es Sebas.- aún no había vuelto a respirar. Escuche la risita de Alice detrás de mí.- Respira Bella.- me aconsejo Edward.

Solté el aire que había estado sostenido, y volví a respirar. Alice paso por mi lado, saludo a Edward y salio hacía el living con Sebas.

Edward se acerco a mí.

-Te ves bien.- murmuro cerca de mí, su aliento mentolado me golpeo la cara.

Me ruborice en nuevos tonos de rojos. ¡Dios, estaba igual que ayer! Debía estar despeinada, con grandes ojeras… ni hablar de mi aliento. ¡Esto no podía ser peor!

Edward se rió de mí. Con delicadeza paso un brazo por mi cintura, y fue acercando sus labios a los míos. Yo me quede inmóvil. Estaba demasiado conmocionada como para saber que hacer.

Antes de que sus labios me rozasen, susurro:

-Te regalo mi amor.

Y eventualmente, me beso. No pude hacer más que correspondérselo con ganas. Edward era mi salvador, el que limpiaría los errores y no me dejaría caer. El que me amaba con locura, y estaba dispuesto a todo por estar conmigo. Eso no era una casualidad. No, no.

Jacob ya era cosa del pasado. Había olvidado todo el daño que me había hecho, olvide a mi familia. Ahora era un nuevo comienzo. Una nueva familia.

Ya no llores mas
por un amor que mal
te dejo llorando y sufriendo
el amor se va otro llegara
gota que baja va subiendo
y no pasaras mas la vida
solita sola llorando
yo te hare feliz
quédate a mi lado

Todo por una serie de casualidades fugases.

.

.

.

Canción: Te regalo amores de Rakin-Ken Y

Holis!!

¿Les gusto? Aquí el final damas y caballeros. Solo falta el Epilogo.

Capítulo 9: Cupido Mary Alice Cullen Capítulo 11: Epílogo

 
14443052 visitas C C L - Web no oficial de la saga Crepúsculo. Esta obra está bajo licencia de Creative Commons -
 10759 usuarios