Un Embarazo y Dos Amores (+18)

Autor: Yusale
Género: Romance
Fecha Creación: 09/11/2012
Fecha Actualización: 06/06/2013
Finalizado: SI
Votos: 19
Comentarios: 75
Visitas: 101156
Capítulos: 27

Quien diría que mi embarazo me traería dos amores, el hermoso amor de un hijo, y el amor de mi alma gemela.

Este es mi primer fic espero sea de su agrado. Gracias a Odet Swan por ayudarme con la portada, sin ella no lo ubiera subido aún.

Los personajes son de S. Meyer la historia es de mi creación.

 

FINALIZADO

 

ENTRE EL ODIO Y EL AMOR

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Capítulo 23: Capítulo 23

Pov Bella

Sentí que me desperté pero seguía con los ojos cerrados, esta no es mi cama ¿dónde estoy?, traté de concentrarme en lo que había a mi alrededor, oí un pitido al ritmo de algo… al ritmo de mi corazón, si eso, tenía algo en la garganta, parece un tubo pero no estoy segura, también una voz, es conocida, si mi viejita está leyendo, parece una novela así que puse atención.

Travis se encogió de hombros. —Es una manera fácil de ganar dinero. No puedo ganar lo mismo trabajando en el centro comercial.

—Yo no diría que es fácil si tú estás recibiendo golpes en la cara.

— ¿Qué? ¿Estás preocupada por mí? —Me hizo un guiño. Hice una mueca y él rio entre dientes—. No soy golpeado con tanta frecuencia. Si tratan de golpearme, me muevo. No es tan difícil.

Me reí una vez más. —Actúas como si nadie más haya llegado a esa conclusión.

—No es solamente lanzar un golpe, recibirlo y contraatacar. Eso no va a ganar una pelea.

Puse los ojos en blanco. — ¿Quién eres tú… el Karate Kid? ¿Dónde aprendiste a luchar?

Si definitivamente mi viejita está leyendo, cuando era niña me encantaba como ella nos leía los cuentos ya que cambiaba las voces de los personajes, y fue de ella de quien aprendí hacer eso cuando leo una novela en voz alta.

Pero sentía que algo no estaba, algo faltaba pero no sabía que, intenté abrir los ojos pero los sentía pesados, pero poco a poco lo logré, la luz me molestaba en mis ojos, y cuando pude enfocarlos al fin, vi una habitación blanca, olía a medicina, es decir, estoy en un hospital, giré mi cabeza a la izquierda y vi el aparato que mostraba mi ritmo cardíaco, y tenía un tubo en el brazo como cuando te ponen suero, giré a la derecha y ahí está mi viejita sentada en una silla leyéndome, se veía cansada, quise hablar pero el tubo en mi boca no me lo permitió, por lo que salió un sonido gutural y ella de inmediato volteo, vi como sus ojos tristes daban paso a la alegría, se paró de la silla y vino hacia mi.

-Hola mi niña, despertaste, deja y llamo a la enfermera- se acercó a mi cama y oí como apretó un botón que estaba encima de la misma.

-Mira señorita, te tengo terminantemente prohibido que me vuelvas asustar así, me veré joven pero mi corazón ya no lo está, así que a menos que no me quieras un rato más en tu vida, cualquiera de ustedes tiene terminantemente prohibido asustarme así- me regañó moviendo su dedo índice de la mano derecha, pero sin que la felicidad se fuera de sus ojos.

-Hola Bella, veo que ya despertaste, la Dra. Bolívar ya viene, yo soy Maggie tu enfermera- dijo una señora de unos cuarenta y algo de edad, bajita, con ojos grises y de piel oscura, con su pelo recogido en un moño y vestida con blanco, definitivamente una enfermera

Era obvio que no podía hablar, por lo que esperé que me explicaran que pasaba. En eso llegó una muchacha de unos veinti y algo, debía medir entre 1, 60 m y 1, 70 m, de piel morena clara, es decir, más oscura que yo pero más clara que Jacob, el cabello le llagaba a los hombros de color castaño oscuro, con ojos color miel, traía una sonrisa sincera en los labios, y por supuesto la bata de doctora.

-¿Será ella la Doctora Bolívar?

-Hola Bella, un placer mi nombre es Alejandra Bolívar y soy tu doctora- dijo presentándose.

-Confirmado, es la doctora.

-Para empezar vamos a quitarte el tubo que tienes en la garganta, eso era para ayudarte a respirar, te va a doler un poco, pero debes relajarte lo más posible, por favor- lo dijo en tono profesional pero amable.

Y aunque traté, de verdad que traté relajarme, fue imposible cuando sentí como ese tubo pasaba por mi garganta lastimándome, en eso se abrió la puerta y lo vi.

-Edward- dije con una voz ronca al verlo entrar por la puerta, y luego hice un gesto de dolor por haber hablado.

-No hables mi amor, si te duele no lo hagas- dijo con preocupación en su voz, pero vi como sus ojos tenían una mezcla de sentimientos, tristeza, alegría, preocupación y alivio- Me alegro que hayas despertado- dijo y me dio un beso tierno en la frente.

La doctora me examinó físicamente con mi historia médica a la mano, me tomó la tensión, me revisó las pupilas, me mandó a respirar hondo y no pude evitar una mueca de dolor, ya que me dolió mucho.

-¿Cómo te sientes?- preguntó ella- dime lo que sea, aunque pienses que sea tonto.

-Me siento como si me fuera pasado por encima un tren, me duelen las costillas, respirar me cuesta un poco, la cabeza siento que me va a estallar, me pica la pierna enyesada y siento como si algo me faltara.

-¿Qué quieres decir con que algo te falta?

-Si, como si algo que antes estaba ahí ya no está- dije pensando y luego de un momento comprendí, llevé mis manos a mi barriga- ¿Y mi bebe?, ¿Dónde está mi hijo?, ¿Qué le pasó?- pregunté atropelladamente por la desesperación de que algo malo le hubiera pasado.

-Cálmate Bella, ya te explicaremos todo, el bebe está bien- dijo Edward tomando mi mano y mirándome a los ojos.

Al oír que mi bebe estaba bien me calmé un poco.

-Isabella…- dijo la doctora.

-Bella por favor- la interrumpí.

-Está bien, Bella, necesito que ante todo te mantengas tranquila, si te alteras no importa el motivo tendré que sedarte.

Asentí con la cabeza en forma de respuesta y ella prosiguió.

-Tuviste un accidente en automóvil, que tu familia te explicará luego, al llegar aquí estabas inconsciente y te hicimos varios exámenes para saber con exactitud tu condición, resultó que tenías dos costillas rotas que te perforaron el pulmón izquierdo y también hacían daño al bebe, por lo que tuvimos que operarte de emergencia junto a tu obstetra el Dr. Brian O`Connor y te enyesamos la pierna que tenía fracturada.

Duraste sedada veinticuatro horas, también perdiste mucha sangre por lo que tuvimos que hacerte una transfusión, es por esto que mínimo estarás una semana en el hospital, para ver como es tu progreso y dependiendo de ello veremos cuando darte de alta, si sientes algún dolor fuerte o te cuesta respirar debes avisarnos inmediatamente, más tarde te trasladaremos a una habitación, ya que aquí no puedes tener más de una visita a la vez- dijo esto viendo a Edward- pero voy asumir que Edward es un médico de aquí y no lo voy a sacar… aún- dijo lo último con una sonrisa de maldad en los labios.

-Ale- protestó Edward como niño pequeño.

Ella se rio alegrando el ambiente, definitivamente ya me caía bien.

-Bueno ahora, en cuanto al pequeño Swan- y procedió a contarme como estaba él.

Me asustó mucho lo que dijo, me dijo quien es la pediatra que lo atiende y que ella vendría luego hablarme sobre él, quería verlo, abrazarlo, besarlo, y hacerle saber que aquí estaba yo, pero debía esperar hablar con la Dra. Anastasia Moore, creo que así se llama.

Luego de irse Edward y mi nana procedieron a contarme lo del accidente, y lo recordé, la discusión tonta con Edward, el centro comercial, el golpe a Elliot, lo cual me hiso sonreír, y luego el choque, ver a Nessi sangrando.

-¿Cómo está Nessi?- pregunté.

-Ella está bien, sólo tuvo golpes leves y le dieron el día libre para que repose- dijo Edward.

-Cuéntenme de mi bebe.

-Es hermoso, es un Jake en miniatura, es moreno como él y tiene el cabello negro, como no ha abierto los ojos no sabemos de que color son, y le hemos dado tetero entre Rose, el galán aquí presente y yo- dijo mi nana.

-Edward, discúlpame por la discusión, no tenía por que molestarme así- dije mirándolo y arrepentida.

-Tranquila, no hay problema- dijo con una sonrisa.

Luego me pasaron a una habitación mientras Edward estaba con sus pacientes, vino la Dra. Moore hablarme sobre mi bebe, es una mujer catira, de un metro ochenta más o menos, cabello largo y liso, de ojos grises y de unos treinta y poco, un poco seria, pero me pareció muy profesional, me explicó sobre su situación, mencionó que no podía ir a verlo aún  y que él no podía venir, todo dependía de su progreso para saber si entre semana podían traérmelo aquí, me dio mucha risa ver que lo llamaban campeón o el pequeño Swan, y claro Rose me dijo que era porque no les había mencionado el nombre.

Vino también Brian y luego comenzaron a llegar todos, mis papás, Jacob, Emmet, Jasper, Nessi, James, mis tíos, Alice, Carlisle y Esme, me sentí amada al ver mi cuarto lleno de toda esta gente que se preocupaba por mi bebe y yo.

-Bueno, ¿no nos piensas decir cómo se llama mi sobrino?- preguntó Emmet.

-Si, el campeón y pequeño Swan se llama Ethan Alexander- dije viendo a mis padres y con una sonrisa en los labios.

-Se llama como tus abuelos- dijo mi mamá abrazándome suavemente.

-Si, y si lo que dicen es cierto de que se parece a Jake, entonces se parece a mi abuelo Ethan, así que los nombres le quedan perfectos.

Jasper me explicó lo de la universidad y graduación, así como que todo ya estaba resuelto, por lo que me toca graduarme por taquilla, seguimos hablando de todo un poco y las muchachas comenzaron a contar lo que pasó con Elliot, mientras los demás se reían.

Jake se fue a cambiar porque le tocaba entrar a trabajar y los demás se fueron despidiendo, me costó convencer a mi nana de que se fuera a descansar así como a Edward.

-Vete mi amor, ya oíste a Alejandra, me van a sedar toda la noche y me pondrán el respirador para prevenir, además Jake está de guardia y de seguro va a pasar a cada rato a verme, ve y descansa- puse mis ojos de cachorrito y hice un pequeño puchero.

-Esta bien, pero estaré aquí temprano- dijo resignado.

-Tranquilo que aquí te esperamos.

Me dio un suave beso en los labios y se fue.

Durante la semana recibí muchas visitas, como Peter a quien le gradecí el haberme donado sangre, también mis amigos Ángela y Ben, Mike con su  ahora esposa Kate, mis papás pasaban por la mañana, me llamaban durante el día y venían en la tarde al salir del trabajo, mis tíos también me visitaban todos los días, Esme y Carlisle me llamaban todos los días y venían a veces, mi viejito venía todos los días, mi viejita duraba conmigo todo el día, Nessi, Rosalie y Edward pasaban cada vez que podían y almorzaban conmigo, Alice y Jasper venían todos los días y Jake llegaba antes de entrar a su turno y pasaba por la noche aunque yo no lo notara,  por lo que no me quedaba sola en ningún momento.

No podía negar que me dolía el pecho, tanto por las costillas como por el pulmón, ya que me costaba un poco respirar, pero no como para tener el respirador todo el día. Ethan estaba progresando, y me daba envidia cuando me contaban que le habían cambiado el pañal o le daban tetero, y yo no había podido ir a verlo al menos, lo conocí por las fotos que le tomaban y me las mostraban, lo cual no ayudaba a mi molestia, pero todo cambio el viernes cuando vino la Dra. Anastasia a decirme que el pequeño Swan, ya que le seguía diciendo así, se estaba recuperando rápidamente, por lo que podía traerlo a mi habitación para cargarlo y yo misma darle el tetero, ya que por los remedios que me estaban suministrando le podrían ocasionar daño, y aquí estoy yo ansiosa esperando que entre mi bebe.

-Tranquila mi niña, ya al menos lo podrás ver y darle tu misma de comer- dijo mi nana.

-Entiende nana, al fin voy a conocer a mi bebe, ¿será que si me va a reconocer?- dije nerviosa.

-Claro que si.

Y en eso se abrió la puerta del cuarto, y entró Edward, con una cunita de cristal y en ella mi bebe.

-Mira a quien te traje- dijo Edward con una sonrisa.

 Acercó la cuna a mi cama y despacio sacó a Ethan y me lo puso en mis brazos, asumo que por instinto supe como cargarlo, quedando su cabecita apoyada en mi brazo izquierdo, en ese momento no había nadie más que él y yo, es tan hermoso, morenito, su cabello negro, mucho cabello, tenía los ojos cerrados, tenía puesto un conjunto de recién nacido color verde agua y blanco, con su gorrito, y manoplitas, todo le quedaba grande, suavemente le pasé mi dedo índice por su suave mejilla, y sentí como corría por mi cara unas lágrimas.

-Hola Ethan, soy tu mami, tú estabas dentro de mí, al fin nos conocemos campeón- dije con una voz suave.

Y dicho eso mi bebe abrió sus ojos, y eran azul cielo, hermosos, algo tenía que sacar del papá y me alegro que hayan sido sus ojos, porque en mi hijo se ven hermosos.

-Mira, abrió los ojos, te estaba esperando mi niña, quería que la primera persona que viera fuera a su mamá- dijo mi nana con voz que indica que tiene ganas de llorar pero no queriendo hacerlo.

La miré saliendo de mi burbuja y luego vi a Edward que estaba emocionado también, y a una enfermera que no había visto y no sabía cuándo entró.

-Sta. Swan es la hora de darle su tetero al campeón, aquí lo tiene, luego de que lo termine le saca los gases, yo vendré dentro de una hora para ver como está él- dicho eso se fue.

Edward me pasó el alimento y Ethan al verlo abrió su boquita y comencé a darle de comer, mientras duró el proceso no quité los ojos de mi bebe, quería grabar en mi memoria cada gesto, cada poro, cada mirada, nadie dijo nada hasta que terminó de comer y era momento de sacarle los gases.

-Colócatelo en los hombros- dijo Edward- y le das palmaditas en la espalada hasta que salgan varios gases.

-Eres todo un experto- dije con una sonrisa mientras hacía lo que me indicó.

-La práctica hace al maestro.

-Bueno, yo les doy un poco de intimidad como familia para que disfruten- dijo mi nana antes de salir por la puerta.

-Victoria es muy inteligente- dijo Edward.

-Si.

Él se sentó a mi lado en la cama mientras yo seguía con los gases, y nos veía con ojos llenos de amor.

-Quien lo iba a decir- pensé en voz alta.

-¿Qué?

-Que un embarazo traería a mi vida dos amores, tú – le di un beso en los labios- y a Ethan.

-El que debería decir eso soy yo, porque a mi vida llegaron ustedes y la cambiaron por completo, no sabes como me sentí cuando pensé que los podía perder, los quiero a ambos en mi vida amor, y de eso no tengo duda.

Y nuestra pequeña confesión fue interrumpida por un mega gas que salió de la boca de Ethan, y ambos comenzamos a reír, aunque me dolía cada vez que reía.

-Bueno me tengo ir a ver algunos pacientes, de seguro Victoria vine a penas me vaya, nos vemos más tarde- me dio un beso en los labios, me besó a Ethan en su cabecita y se fue.

Desde ese día me traían a Ethan desde temprano, por lo que podía darle de comer, cambiarle el pañal, sacarle los gases y lo cargaba un rato mientras dormía, no me cansaba de verlo dormir, pero en las noches se lo llevaban, ya que como decía Rose yo ni pendiente si el bebe estaba ahí o no ya que me sedaban.

Alejandra me había dicho que había progresado bastante bien, y que si seguía así me daban de alta el lunes, y dicho y hecho el lunes me dieron de alta junto a mi bebe, con estrictas condiciones claro, yo debía seguir en reposo absoluto durante un mes, solo debía levantarme de la cama para bañarme o hacer mis necesidades, nada de sexo y eso lo dijo más mirando a Edward que a mi y que fuera a control dentro de quince días para ver mi recuperación.

En cuanto a Ethan, también le dieron de alta, ya había progresado con el desarrollo de sus pulmones pero debía seguir tomando medicina para subir de peso, y la Dra. Moore me dijo que nadie enfermo, ni con el mínimo síntoma, o que acabara de salir una gripe se le podía acercar al bebe, porque en su condición es peligroso.

Y aquí nos encontramos los tres en el que era mi cuarto en la casa de mis papás, mi nana no fue el domingo a visitarme porque quiso ella misma hacerse cargo de que el cuarto estuviera en condiciones de recibirnos, hasta puso a James a trasladar la cuna de Ethan para acá, y a traernos cosas.

Aún recuerdo cuando le dije a Edward la decisión que había tomado.

Flash back

-Edward, debo comentarte algo- dije un poco nerviosa viendo mis manos.

-Dime Bella- dijo tomando mi mano con su izquierda y subiendo mi cara con la derecha.

-Es que lo estuve pensando, y es mejor que cuando me den de alta del hospital me vaya a la casa de mis padres.

Él se quedó quieto, no se movía, es más hasta parecía que no respiraba.

-Edward…- dije suavemente.

-¿Y porqué?, Yo los puedo cuidar en el apartamento.

-Mi amor yo lo se, pero veámoslo así, horita soy una completa inútil, no me puedo mover, Alejandra me dijo que debía estar siempre acostada, a menos cuando necesite ir al baño, Ethan necesita cuidados, que le preparen el tetero, que lo bañen, que le cambien el pañal, como es obvio yo no voy a poder hacer eso sola, no así, y tú tienes que venir al hospital a trabajar, y todos tienes que ir a trabajar o a la universidad, ¿cómo voy hacer cuando me quede sola?, en cambio en casa de mis papás estará nana y ella me puede ayudar.

-Tienes razón- dijo luego de un rato de silencio, y con sus ojos tristes- iré a verlos todos los días y a cada momento.

-¿Y no es mejor si te vienes con nosotros?

-Bella, ¿qué pesaran tus padres de eso?, no, claro que no- dijo con decisión.

-Anda Edward, mis papás no van a decir nada, es obvio que virgen no soy- dije mostrando a Ethan.

-Bella…

-Edward por favor, o es ¿qué no quieres estar conmigo, y eso es simplemente una excusa?- dije con ojos tristes e incluso logre que se me aguaran un poco.

-Golpe bajo, si que eres mala- En la guerra y en el amor todo se vale- Y tu usas trucos sucios para ganar- Sip.

-No mi amor como piensas eso, claro que quiero estar contigo.

-Entonces di que si- seguía con mis ojos tristes.

-Esta bien, me voy con ustedes a la casa de tus padres.

Fin flashback

Y aquí estamos terminando de llegar a mi cuarto, y acostando a Ethan en su cuna.

-Bella, acuéstate debes descansar, duerme un rato-dijo Edward

-Pero es que he estado acostada toda la semana, déjame un rato de pie por favor- dije

-No señorita, acuéstate.

Como niña malcriada me metí en la cama a regañadientes y no se como pero me quedé dormida.

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Hola chicas, espero les guste este capítulo, asumo que no les gustó el anterior pero bueno no se puede ganar todas, de todas maneras las sigo queriendo, y gracas a todas por leer mi historia y a quien voto por ella besos.

Chaito y cuidate.

Capítulo 22: Capítulo 22 Capítulo 24: Capítulo 24

 
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