BPOV
Tenía tanta rabia, definitivamente hoy era el peor día de mi vida, Edward había roto el record. Me tire en mi cama a llorar, toda mis historia con el había sido igual, no se cansaba de hacerme la vida a cuadritos o simplemente aliarse con mis hermanos para espantar a todo aquel que intentara acercarse a mi, era frustrante, habían dañado mi vida amorosa.
Todavía podía recordar la cara de Eric, el día después de haberlo visto hablando en el patio con mis hermanos y claro con Edward, nunca pensé que serian capaz de hacer algo así. Todos esos recuerdos me dolían, pero no podía evitarlos después de la discusión con mi primo, estuvieron toda la noche dándome vuelta en la cabeza, cosas como esas eran las que nunca les perdonaría a Emmet, Jasper y muchos menos a Edward, el era el que menos tenia derecho a intervenir en mi vida.
Lo único que me consolaba era que lo mismo había pasado con Alice, claro, que ella no le dio mucha importancia, ya que siempre ha estado enamorada de mi hermano, Rosalie fue la única que no se dejo manipular de ninguno de ellos, admiraba el carácter de mi prima, era tan segura, aparte, era mayor que Edward y no se iba a dejar controlar por un mocoso, eso si que no.
Al día siguiente me desperté de pésimo humor, había tenido pesadillas toda la noche con mi terrible primo, solo recordaba su sonrisa burlona y que me señalaba con el dedo. Al intentar levantar mi cabeza de la almohada sentí una terrible punzada y mi garganta se encontraba reseca, tenia demasiada sed, claro, tenia que haber sido la bebida de la noche anterior, a decir verdad se me había ido un poquito la mano, necesitaba urgente una pastilla para el dolor de cabeza y tomar algo muy frio.
Como pude arrastre mis pies hasta el baño para poder sentir el agua en mi cara y verdaderamente despertar, no tenia ánimos de bañarme, primero tenia que hacer una parada en la cocina necesitaba líquido urgente.
Iba directo a la nevera cuando el timbre de la puerta me interrumpió, pensé dejar que otro fuera a abrir, pero me daba cuenta que era la única despierta, así que decidí ir a ver quien era.
Al abrir la puerta me recibió una enorme sonrisa, era Jacob, el amigo de Edward, ya me había olvidado de el y lo sexy que era, llevaba puesta una camisa negra que resaltaba su espectacular cuerpo, ¡Dios que hombre!, me había dejado sin aliento.
- ¡Hola!, estoy buscando a Edward, ¿me equivoque de departamento?- pregunto un poco apenado, di algo bella, por favor- ¿si?- ahh! No salía una sola palabra de mi boca.
-ehh...no, no, no te equivocaste, aquí vive- finalmente alcance a decir- sigue- dije señalándole la sala.
- oh, que alivio, es que todos estos departamentos se parecen, no estaba seguro del numero y la verdad soy un poquito despistado- dijo lanzándome una mirada picara, pero que después se concentro en mi cuerpo, no me había percatado que todavía llevaba puesta mi pijama ¡que vergüenza!, sentía mi cara arder.
- por favor siéntate- dije a Jacob señalando el sofá y sentándome a su lado ¡no me quería ir!, no me importaba que estuviera en pijama. - ¿tu eres…?- me estaba haciendo la tonta, claro que sabia quien era, pero el no lo sabia, tenia que disimular.
-yo soy Jacob, compañero de Edward, y ¿tu… eres?- pregunto Jacob mirándome de pies a cabeza, parecía bastante interesado en mi respuesta.
-ella es Bella, mi primita.- la voz de Edward nos interrumpió, ¿me estaba llamando primita? ¡Ridículo!. - hola, Jacob ¿como estas?- dijo dirigiendo al DIOS sentado a mi lado.
-Muy bien hermano- contesto Jacob sin dejar de mirarme, de verdad parecía interesado en mi, pero, no podía hacerme ilusiones, las palabras de Edward retumbaban en mi cabeza “bella olvídalo, el no anda con niñas como tu”, recuerdo, que de verdad me empezaba a poner de mal humor, así que mejor me iba de ahí, antes de que mi primo terminara de completar mi amargura.
-mucho gusto Jacob, ahora tengo que irme a cambiar, los dejo para que puedan estudiar, que estés bien- dije estrechándole la mano a Jacob, su manos eran bastante cálidas.
- ¡el gusto fue todo mío!- dijo Jacob guiñándome el ojo, se veía hermoso intentando coquetear conmigo, muy a mi pesar salí de la habitación dejándolos solos, pero cuando estaba a punto de subir a mi cuarto, recordé que no había buscado las pastillas y mucho menos el liquido que tanto necesitaba, así que decidí devolverme y pude escuchar una pequeña conversación que sostenía Edward con su amigo.
- Jacob, por favor, concéntrate en lo que tenemos que hacer ¿si?- dijo Edward en un tono serio.
-lo siento Edward!, pero tienes que aceptar que tu prima es preciosa, ¿por que no me habías hablado de ella?-¡Dios! Que emoción, Jacob había dicho que era hermosa.
- Por que no es importante ¿ok?, ahora vamos a la mesa ¿si?- ¿por que estaba tan molesto?
-ok, ok como tu digas- dijo Jacob resignado, sabia, que si quería conseguir algo con este chico no iba a ser con la ayuda de mi primo. Para poder llegar a la cocina inevitablemente tenía que pasar por donde se encontraba Edward con mi Dios, así que, aproveche la oportunidad para coquetear solo un poco con el..
Camine lentamente intentando parece ser seductora, y al pasar por la mesa, Jacob alzo la mirada a lo que respondí con una sonrisa, instantáneamente me la devolvió y sentí su mirada hasta que entre a la cocina. Abrí la nevera y encontré un poco de limonada, tome algunos analgésicos y me dirigía a la puerta cuando Edward se interpuso en mi camino.
-¿no y que te ibas a cambiar?- pregunto bastante molesto, parecía que no era la única que había pasado una mala noche.
-¿pesadillas primito?, no te ves muy bien hoy- dije en un tono burlón- yo si tuve muchas y ¿a que no adivinas con la cara de quien?- no parecía estar de humor para mis bromas.
-Ja..Ja.. Muy chistosa Bella- dijo fingiendo una patética risa- y no has respondido a mi pregunta ¿no ibas ya a cambiarte?
-si, pero tenia que buscar un analgésico, pero ¿a ti que te importa?- iba a empezar a darme un sermón por mi pijama ¡lo sabia!
- ve y cámbiate de una vez, ¿si?, no es que me importe como te vistes, pero tengo visita y no me gusta que tu…ni Rose ni mucho menos Alice, se desfilen por ahí con pijamas cortas ¿entendido?- y ahí estaba Edward haciéndole otra vez de primo sobre protector.
-también es mi departamento y desfilo en el, como me de la gana- quería provocarlo, este era mi oportunidad para amargarlo un poco, me las debía, su cara me demostraba todo su enojo.
-Bella, por favor, ve a cambiarte- pidió amablemente, ¿que le pasaba a Edward?, no quería seguir peleando con el, y tenia que arreglarme pronto, casi había olvidado que la condición que había puesto Alice para arreglarme la segunda vez, era salir de compras con ella y Rose ¡malvadas!
-ok Edward, ya voy, pero no por que tu me lo pidas, es solo por que no quiero seguir viendo tu carota, bastante tuve con mis pesadillas- finalice lanzándole otra de mis burlas.
-por lo que sea bella, pero, por favor, ve- me habían cambiado a mi primo, era raro que no respondiera a mis ataques.- otra cosa, prima, voy a darme un baño, a cambiarme e iré a buscar mi carro, o sea, que Jacob se queda solo un rato, así que, espero no llegar y encontrarte coqueteando con el, ¿es mucho pedir?
-¿no y que yo era una niña y que el nunca se fijaría en mi? ¿A que le temes Edward?- dije quitándolo del camino e intentando salir de la cocina, pero me fue imposible ya que Edward me tomo del brazo volteándome y obligándome a mirarlo de frente.
-Bella, por favor. – dijo lentamente y mirando directo a mis ojos, no se por que su mirada me intimidaba, así que voltee mi cara para no seguir viendolo - Sabes que puedo hablar con Emmet- ¿que?, estaba jugando sucio. Por ahora me tocaba aceptar lo que me pedía.
-igual ya tenia planes y ¡suéltame!- le grite en la cara soltándome de su agarre.
Salí de la cocina echando chispas de la rabia, ni siquiera tuve ánimos de mirar a Jacob, subí a mi cuarto y me metí a la ducha, el agua cayendo sobre mi cuerpo realmente había logrado relajarme.
Al salir del baño, vi a mis malvadas primas recostadas en mi cama, listas para el plan de compras, debía acostumbrarme a poner seguro en mi puerta, últimamente no estaba teniendo mucha privacidad.
-Bella, te dije que estuvieras lista a las 10- dijo Alice haciendo un puchero.
-primita, lo siento, es que tuve una mala noche ¿me perdonan?-dije dirigiéndome a mis primas.
- bueno, solo por que te vas a aguantar 4 horas de compras con Alice y conmigo- dijo Rosalie con una enorme sonrisa.
-¿Qué? ¿Me quieren matar, cierto?- salir de compras era para mi casi que una tortura, pero acompañada de mis primas, siempre la pasaba genial –ok! Niñas, espérenme, estaré lista en un minuto.
Decidimos irnos en el carro de Rosalie. Ya en el centro comercial, Alice parecía una niña de 5 años en una juguetería, su reacción siempre era la misma, no sabia a que tienda entrar primero, entramos a un elegante almacén de vestidos de baño, Alice tenia plan de piscina con sus compañeras de universidad, así que tomo como 20 modelos de las vitrinas y se dirigió a los vestidores, ¡esto iba para largo! Me senté en un sofá del almacén con Rose, todavía me sentía un poco mal. Me seguía doliendo la cabeza y algo en mi cara tenia que expresarlo, porque mi prima lo noto inmediatamente.
-primita ¿que pasa?, ¿te sientes mal?- pregunto Rosalie, un tanto preocupada mientras pasaba sus manos por mi cabello.
-no, prima tranquila, solo estoy un poquito desanimada, no se que me pasa- era cierto me sentía como apagada.
-ok, Creo que hoy tendremos noche de chicas, pasamos un tiempo juntas, nos contamos cositas, te dejas consentir de tus primitas y vemos si se te suben esos ánimos ¿vale?-yo sabia que consentir significaba dejarme maquillar, pintar las uñas y otras torturas mas, pero, no la iba a desilusionar.
- ok, primita como tu digas, ahora vamos por Alice, antes de que compre media tienda- era capaz ¡lo juro!
Cuando Rosalie se refería a 4 horas de compras, no estaba jugando, mis pies no aguantaban mas no se de donde sacaban tantas energías, recorrimos todos lo almacenes del lugar, cada una llevaba como veinte bolsas, yo solo había comprado una blusa y solo porque fui obligada por mis macabras primas.
“BELLA, imposible que vengas al centro comercial sin comprar nada, ¿cierto rose?”
“claro primita, ¡imposible!, es mas, no nos vamos hasta que compres algo “
Lo que realmente era imposible era ganarles a mis primas, eran dos contra mí, ¡que injusticia!
Llegamos a casa ¡por fin! daba gracias a Dios por eso, pensé que mi día de compras no acabaría nunca, me dirigí a mi cuarto a dejar mi bolsa y ponerme un poco mas cómoda, me quite el jean que tenia remplazándolo por un short corto que tenia para estar en la casa. Salí directo a la habitación de Rosalie.
Cuando llegue ya tenían toda las maquinas de tortura listas, plancha de cabello, secador, set de maquillaje. Di un gran suspiro y cerré la puerta.
- Bella, eres la ultima en llegar, te toca ir por los refrescos- ¡Rayos!
Baje corriendo las escaleras y al pasar por la sala me encontré con Jacob, solo podía dar gracias a Dios de que mis primas me habían mandado a mi a la cocina.
-hola Bella!- Dijo con una enorme sonrisa en su rostro y mirándome de la misma forma que en la mañana.
-Jacob! ¿Edward sabe que estas aquí?- conociendo al despistado de mi primo, mínimo ni se había percatado de la presencia de Jacob.
-oh...si, si claro , esta buscando una chaqueta o algo así-dijo tranquilamente- es que vamos a salir a dar una vuelta por ahí con unos amigos, ya sabes,- dejo enérgicamente.
-Bella!- saludo Edward interrumpiéndonos ¡como siempre!
-Edward, le decía a bella que íbamos a salir por ahí- dijo Jacob dirigiéndose a mi primo- ¿no quieres venir conmigo?- pregunto dirigiéndose ahora a MI ..¿Que? ¿Me estaba invitando a salir con el?¿solo los dos?- y con Edward claro esta- ahs, se daño mi fantasía. Voltee a ver a mi primo, sus ojos estaban abiertos de par en par, era obvio que no quería que los acompañara.
-¡BELLA! ¿POR QUE TARDAS TANTO?- gritaba Alice desde arriba.
-¡ya voy!- dije dando un pequeño grito- lo siento Jacob pero ya tengo compromisos- ¡que se diviertan!- no quería que se fuera, podía durar toda la noche ahí con el, así que decidí hacer un poco mas de tiempo a solas. – ah Edward! Antes de que te vayas,- dije dirigiéndome a mi primo -necesito mi celular.
-¿ahora?- era obvio que no quería dejarme sola con Jacob.
- si, Edward, AHORA ¿puedes? Mi primo asintió con la cabeza y salió directo a su habitación, dejándonos solos a Jacob y a mí, no sin antes lanzarme una mirada de enojo.
-mmm celular- murmuro Jacob- Bella...Eh...Se que es demasiado pronto...Pero me podrías regalar tu numero de celular?..Eh no pienses mal ya sabes..Para hablar un día de estos o planear algo-decía Jacob un poco nervioso. ¿Nervioso? ¿Por mi? Ahh, ¡claro que no era pronto!
-claro, mira anótalo- dije intentando esconder mi emoción y Jacob saco su celular haciendo ademan de digitar los números- es 115-27-25-45.
En ese momento llego Edward y me entrego mi celular.
-vamos Jacob!-dijo mi primo ignorándome completamente.
-Adiós bella!- dijo Jacob regalándome una hermosa sonrisa.
Ah! Estaba que saltaba en una pierna, el tiempo que nos había dejado Edward había sido suficiente, el me había pedido mi numero ¡si!, No lo podía creer. Me tire en el sofá dando un fuerte suspiro, ahora solo tenia que esperar que el me buscara ¿seria mucho tiempo?¿y si no me buscaba? .La vibración en mi celular me saco de mis pensamientos, era un mensaje de texto, de un numero desconocido.
“Eres todo un ángel, y fue todo un placer conocerte.
Jacob”
¿Que?, no pensé que me buscaría tan rápido, de verdad le había gustado, ¡Dios!
-¡BELLA, VEN, YA! O TE TRAEMOS POR LOS CABELLOS!- grito Alice un tanto enojada, me puse de pie y corrí por las escaleras, cuando mi prima amenazaba había que obedecer.
NIÑAS GRACIAS POR TODOS SUS COMENTARIOS ME HACEN DEMASIADO FELIZ ENSERIO, PARA MI ES MUY MPORTANTE SU OPINION, AQUÍ LES DEJO EL 5 CAP, ESPERO QUE LES GUSTE Y ME LO HAGAN SABER ; )…CREO QUE CON EL 6 CAPI ME VOY A DEMORAR UN POQUITO MAS POR QUE ANDO EN EXAMENES FINALES EN LA UNIVERSIDAD, PERO NO VA A SER MUCHO...UN BESOS A TODAS ; ) Y ESPERO MUCHOS COMENTARIOS… NO IMPORTA SI NO LES GUSTAS TAMBIEN NECESITO SABERLO..Ƹ̵̡Ӝ̵̨̄Ʒ¨*
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