CASAMIENTO POR INTERES (+18) POPULAR

Autor: ec07
Género: Romance
Fecha Creación: 25/02/2011
Fecha Actualización: 28/10/2013
Finalizado: SI
Votos: 116
Comentarios: 204
Visitas: 387773
Capítulos: 22

FIC GANADOR  MAS POPULAR EN EL MES DE NOV/2012 

MIRA LA ENTREVISTA A LA ESCRITORA Aqui

 

Edward Cullen es un multimillonario desilusionado del amor debido a un engaño. El se ve obligado a buscar una esposa para realizar un millonario negocio.

Isabella Swan es una chica muy humilde que debido a circunstancias adversas encuentra la solución al contraer matrimonio, se casa con Edward Cullen, este le paga mucho dinero para que sea su esposa. ¿Que pasará cuando se conozcan?, ¿escucharán sus historias? Edward creerá en Bella o pensará que su historia es una treta para dar lástima y quedarse con su dinero o se enamorarán a primera vista.


La historia es por mi cuenta y los personajes corresponden a Stephanie Meyer.

 

Dejo los enlaces de mis otros fics por si quieren pasar a leer.

CASAMIENTO POR INTERES (Finalizado) http://www.lunanuevameyer.com/sala-cullen?id_relato=1776

MI ANGEL DESNUDO One Shoot (Finalizado) http://www.lunanuevameyer.com/sala-cullen?id_relato=1946

NO PIENSO HACERTE MUJER (Finalizado) http://www.lunanuevameyer.com/sala-cullen?id_relato=2228

MENTIRAS, ENGAÑOS Y UN AMOR (En proceso) http://www.lunanuevameyer.com/sala-cullen?id_relato=2451

LIZZIE, EL ESPEJO DE TUS FANTASÍAS (En proceso) http://www.lunanuevameyer.com/sala-cullen?id_relato=2493

YO SOLO QUERÍA UNA TAZA DE AZÚCAR One Shoot (Finalizado) http://www.lunanuevameyer.com/sala-cullen?id_relato=2775

LADRÓN DE ALCOBAS (+18) One Shoot (Finalizado) http://lunanuevameyer.com/sala-cullen?id_relato=3734

QUERIDO SANTA… (+18) One Shoot (Ganador concurso Nav.13) http://lunanuevameyer.com/salacullen?id_relato=4084

 

Por favor no publicar en otros sitios sin autorización.

Gracias. Erika./ec07.

 

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Capítulo 18: Viaje a Brasil?.¿sin ti?, ¿sin mi?

Edward POV

 

Habían pasado unos días desde que mis suegros estuvieron en casa, Bella estaba muy entusiasmada con la idea de que vinieran a vivir a Nueva York y por eso había accedido a buscar una casa para ellos cerca de la nuestra y del hospital, para que su papá estuviera atendido.

 

Pasó algo inesperado, hubieron unos problemas con un terreno que quedaba en el medio del complejo hotelero que estábamos construyendo, la dueña se echo para atrás y no quería vender, por eso no tenía otra opción que salir inmediatamente para Brasil o todo el proyecto se vendría abajo, y así miles de obreros sin trabajo.

 

Al principio me molesto porque estábamos a fines de octubre y nos casábamos el 7 de diciembre, había elegido ese día porque era el cumpleaños de mi abuela Elizabeth, pero luego me quedé contento, porque sería una luna de miel adelantada, lo que no contaba con la sorpresa que tenía “mi Bella” para mí.

 

Llegue a casa corriendo, me encontré con Bella en la sala arreglando una cantidad de papeles, ella trabajaba para Alice desde hacía tiempo, le administraba todas las tiendas, estaba tapada de trabajo porque abrirían una nueva en Paris y organizaban la inauguración.

 

-amor nos vamos a Brasil dentro de unas horas, por favor arregla lo indispensable para el viaje.

 

-a Brasil, wow no conozco-no era necesario que lo dijera, lo sabía- pero si se hablar portugués, me gané una beca en la universidad, pensé que nunca lo iba a usar.-eso si no lo sabía.

 

-si que eres una cajita de sorpresas- le di un besito y seguí escaleras arriba- ¿donde tienes tu pasaporte amor?- se lo dije a mitad de la escalera.

 

-en mi maleta, en el cierre que tiene por dentro.

 

-¿la maleta que se llevó Alice?.

 

-¡oh por dios!, allí tenía el pasaporte.- se me cayó el alma al piso, no podía posponer el viaje y un nuevo pasaporte podía llevar días.

 

Tomé mi celular y llamé a Alice.

 

-buenas tonto.

 

-nada de buenas Alice, se puede saber que hiciste con la maleta de Bella.

 

-la regalé a un hospital, ni siquiera tenía mucha ropa.

 

-¿que hiciste que? Alice, Bella tenía allí su pasaporte, tengo que viajar a Brasil en unas horas y ¿tengo que ir solo?. Soluciona este lío duende.

 

-ups, bueno Edward, ve el lado bueno del problema, mejor que se hubiera dado cuenta ahora y no cuando se fueran de luna de miel.

 

-Alice no es momento de bromas, ¿que hago sin ella?.

 

-me imagino que trabajar Edward, es para lo que vas ¿no?, arreglo para que Bella tenga su pasaporte para dentro de dos días, tu trabaja y la esperas allí, la embarco yo misma en un avión.

 

-esta bien chau. Alice, cuídala mientras no esté, por favor, es que tengo un mal presentimiento.-no se porque pero sentí como un vacío en el estómago, igual al momento de despedir a Tania en el aeropuerto.

 

-no te preocupes hermanito, va a estar todo bien, eso te pasa porque es la primera vez que te separas de ella.- quería creer que fuera eso, porque Bella no podría engañarme.

 

-gracias- corté para enfrentar a mi mujer, debía dejarla sola por culpa de el tornado de Alice.

 

No sabía que decirle, solo baje los escalones que subí y quedé frente a ella.

 

- me voy a Brasil, sin ti.

 

-sin mi- me puso una carita de esas que hace Alice, con un puchero tan tierno que me desarmó.-¿cuanto tiempo tenemos?.- me sorprendió la pregunta y en sus labios se dibujó una sonrisa.

 

-como tres horas, ¿por que?.

 

-mmm… se me ocurre que podemos despedirnos y tener algo que recordar por los días que estemos separados.- mientras me decía esto, deslizó mi saco por los hombros y cayo al suelo.

 

-oh ya entendí.

 

-veo que no, ¿por que no estás besándome?.- me hizo otro pucherito y comenzó a desprender los botones de mi camisa, me encantó verla así, como desesperada.

 

La besé pero cuando mi camisa cayó, me di cuenta que estábamos en la sala.

 

-mi amor estamos en la sala.

 

-si- que pasaba, no le importaba.

 

Sin dejar de besarme me empujó hacia un costado, la seguí y sentí que choqué contra una puerta, ella la abrió y cerró, pasamos a lo que pude observar era mi escritorio y se dibujó en mi rostro una sonrisa, acordándome que la primera vez que estuvimos solos en este lugar, quería hacerla mía en el sillón, ¿se cumpliría mi fantasía?.

 

Al parecer ella leyó mi mente, porque al llegar al sillón me hizo una pequeña llave y caí en él, llevándome su cuerpo con el mío.

 

-perdón ¿te hiciste daño?.- se mordía el labio inferior y se notaba apenada.

 

-no, estoy muy bien y mucho más porque está tu cuerpo en contacto con el mío.- me moví y ella sintió mi erección que ya estaba muy pronunciada.

 

Gimió en mi cuello, lo que provocó que me estremeciera, siguió besando, lamiendo y mordiendo todo mi pecho y bajó hasta mis pantalones, ahora era yo el que no podía más, solo por mirar lo que hacía y sus intenciones.

 

-no tienes que hacerlo.- quería que lo hiciera, la única vez que probó mi cuerpo de esa forma estaba dormido y ahora no me perdería de nada, pero solo si ella seguía adelante.

 

- quiero Edward.- lo dijo en un suspiro y se lamió los labios, lo que provocó un mar de sensaciones en mi cuerpo que no había sentido antes.

 

Se deshizo de mi cinturón, desprendió el botón y bajó muy suavemente el cierre del pantalón, rozando con sus manos todo a su paso. La ayudé para que me saque el pantalón y los boxers.

 

Se acomodó e introdujo mi miembro, era lo máximo, estaba en el paraíso de su boca, cuando me di cuenta la sostenía de la nuca y le dirigía los movimientos, ella solo me siguió, gemía de placer, ambos lo hacíamos, en esta ocasión ella se dio cuenta cuando no aguantaba más y se apartó, me iba a incorporar y penetrarla, quería sentirme dentro, pero no me dejó y continuó otorgándome placer con sus manos lo que provocó terminara en ellas. Sonrió y no dejó de mirar mi cuerpo convulsionar por sus caricias y el placer que me proporcionó.

 

Logro su cometido porque me llevaría algo para recordar mientras estuviéramos separados.

 

-ahora si quieres, puedes darme placer a mi.- estaba sonrojada y eso me excitaba más.

 

-claro que quiero, vamos a empezar por sacarte la ropa, ¿Por qué estás vestida?.

 

-será porque mi esposo no me desvistió.- lo dijo en un tono tan sexy.

 

Le di placer de todas las formas que se me ocurrió durante el poco tiempo que teníamos, como si fuera la última vez que la poseía, eso me sorprendió porque sabía que algo no estaba bien.

 

Le pedí a Sue por el intercomunicador del escritorio, aprontara una maleta para el viaje, así tenía más tiempo con Bella, las disfrute en la ducha grabándome su aroma, la textura de su piel, la suavidad de su pelo, se que exageraba, porque solo estaríamos dos días separados, pero algo en mi me decía que sería la última vez.

 

Me llevó en su auto al aeropuerto, nos despedimos con un beso profundo, separándonos cuando escuchamos como la gente alrededor comentaba nuestra despedida.

 

-te amo.- me encantaba mirar como se sonrojaba, cuando le decía que la amaba en público.

 

-yo te amo más.- tenía una sonrisa en los labios.

 

-no es cierto, yo te AMO mucho más.

 

-no yo- me hacía un puchero, casi me quedo, pero tenía que irme.

 

-si ¿hasta donde?- no se porque pero le pregunté, parecíamos niños.

 

-jaja, hasta el infinito y más allá jaja- no podía más de la risa, eran las juntas con Emmet, estaba seguro.

 

-Bella.

 

-jaja te aseguro Edward que no son las juntas con Emmet- me estaba leyendo la mente- “lo que se hereda no se roba” y creo que ya conociste a mi papá.

 

-tienes razón amor, te amo.- durante el tiempo que estuvo Charlie en casa se pasó haciendo bromas, primero conmigo hacia Bella, pero luego con Bella hacia mí y con Emmet cuando lo conoció, se llevaron muy bien, eran tal para cual.

 

Por fin nos despedimos y subí al avión, ella con pocas palabras me hacía sonreír y olvidarme de todos mis presentimientos, aflojando la tensión en el ambiente.

 

Despegamos en la hora acordada, tenía por delante unas once y media aproximadamente para llegar a Rio de Janeiro, dejé pasar por lo menos dos horas antes de llamarla.

 

Para mi sorpresa el celular de Bella estaba apagado, seguía intentando y dejando mensajes pero ella no daba señales de vida, me tensé tanto, a esta hora ya tendría que estar en casa.

 

Hable con Sue y me dijo que no había llegado, llamé a Alice y no sabía donde estaba, así recorrí todos los celulares que pude, él de ella estaba apagado y continuaba sin llamarme.

 

Sabía lo que sucedía, a Bella le había pasado algo y yo no estaba allí, ese era el mal presentimiento que tuve todo el día, desde que supe que iría a Brasil sin ella.

 

Luego de pasar tres larguísimas horas donde nadie sabía de ella y donde ya tenía locos a todos en el avión y en casa, sonó mi celular, era una llamada desde casa y no pude evitar tensarme un poco más, ¿serían buenas noticias?.

 

-hola- fue en tono desesperado.

 

-hola amor- era ella y estaba de lo más tranquila.

 

-Bella… ¡oh gracias a Dios! no sabes como estoy, tenía ganas de saltar del avión para ver con mis propios ojos que estabas bien, ¿porque no contestabas?, tu celular está apagado…-quería preguntar tantas cosas pero también quería escuchar su voz y saber que no le había pasado nada.

 

-ups.- sonreía, es una broma.

 

-Isabella Cullen ¡dime ya! si estás bien y donde estuviste.

 

-perdón amor y no me digas Isabella, no me gusta, fui al hospital a sacarme ese estúpido cabestrillo, pero el doctor no tuvo mejor idea que tomarme unas placas nuevamente, para saber si todo estaba bien, en radiografías piden apaguen sus celulares y cuando salí me olvidé de prenderlo.

 

-¿Qué?, entonces ¿estás bien?.- fue solo una tontería y armé un gran lío, sabía que tenía médico y me había olvidado.

 

-si y tengo mi mano libre otra vez, cuando llegué a casa estaban todos y desesperados, que hiciste Edward Cullen, un poco más y me matan, Sue me quiere obligar a comer y Alice dice que tengo que ir de compras hasta que me vaya a Brasil.

 

-Bella…- no sabía que decirle, perdón soy muy sobre protector.

 

-si- estaba molesta.

 

-ups- sonrió.

 

Me pasó el teléfono con mis padres, mis hermanos y Sue que estaban muy molestos y me reprendieron, no tuve más remedio que escuchar cada uno de sus rezongos y seguir mi vuelo a Río, solo.

 

Bella tomó el teléfono cuando ya todos habían hablado conmigo.

 

-Edward vas a tener que recompensarme muy bien cuando nos veamos, por todo lo que voy a tener que pasar, Alice me quiere torturar- esto último lo dijo bajito.

 

-te escuche y no te vas a librar de mi.- se lo dijo Alice desde lejos.

 

-ves a que me refiero.

 

-perdón mi amor.

 

-te dije que no quería que se volviera un hábito “perdón mi amor”, no se si te voy a perdonar.

 

-te amo y te prometo, que te vas a sorprender con las cosas bonitas que hay en Brasil, te voy a recompensar y a cada rato.- se lo dije en un tono seductor para que entendiera el doble sentido, sabía que se había sonrojado, me hubiera gustado verla.

 

-está bien, pero no me enloquezcas con llamadas a cada momento, quiero ponerme al día con las tiendas de Alice y no dejar nada por solucionar. Voy a trabajar Edward y en casa, nada más.- no se porque aclaró que se quedaría en casa, pero me gustó que no saliera.

 

-¿hasta donde me amabas?- se lo dije con una sonrisa en los labios.

 

-ya pasó el chiste.

 

-que chiste, cuéntame Bella, que le dijiste.- era Emmet que por la voz se estaba acercando al teléfono.

 

-Edward hasta mañana y si te amo, mucho.- cortó.

 

 

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Bella POV

 

Fui a despedir al amor de mi vida al aeropuerto, el estaba muy tenso desde que se enteró que el pasaporte lo había dejado en la valija que traje y que Alice se encargó de regalar, traté de relajarlo un poco pero logré solo una sonrisa real cuando se despidió.

 

Había escuchado cuando le dijo a Alice que me cuidara porque tenía un mal presentimiento y todas sus caricias, besos tenían gusto a ser la última y no entendía ¿por qué?, sería porque era la primera vez que nos separábamos por más que unas horas.

 

Sonó mi celular, al mirar vi que era la alarma avisando que tenía cita con el médico para sacarme el cabestrillo y con el ginecólogo, los había pedido para el mismo día, me olvidé por suerte sonó la alarma.

 

Antes de ir al hospital pasé por la comisaría y denuncié el extravío del pasaporte, Edward tenía una fotocopia de él, porque se lo había mandado cuando nos casamos y eso me ayudó mucho.

 

Al llegar al hospital pasé por admisión y me indicaron donde tenía la consulta con el traumatólogo y a donde tenía que ir con el ginecólogo, asentí y me fui a ver al primer médico.

 

Pasé con el doctor, que era muy amable y me pidió que sacara otra placa para ver si estaba todo bien, fui a rayos y apague el celular porque los carteles así lo indicaban, cuando salí y le llevé los resultados pasó lo que esperaba, me sacó el cabestrillo y me dijo que solo si me dolía podía tomar calmantes, me sentía rara como sin fuerza en la mano pero por el momento no dolía, aunque el doctor dijo que era normal el dolor y que estuviera sin fuerzas, me fui contenta pero nerviosa ahora vendría la parte difícil.

 

Pasé por el baño y cuando estaba allí escuche que llegaban dos personas, creo que eran dos porque se escuchaba su conversación.

 

-Lauren me dijeron que vino la Sra. Cullen a consulta.

 

-enserio quiero conocerla, pero estas segura que es la esposa de Edward.-me quería conocer, ¿Por qué?.

 

-si me dijo Kathy que pasó por admisión.

 

- no aguanto la intriga, es bonita.

 

-no se, no pregunté, de verdad ¿tu quieres saber porque tuviste algo con él?.-no podía ser que fuera la misma mujer que rechazó Edward.

 

-era solo sexo casual, pero la última vez me rechazó y quiero saber por quién me cambió, es solo eso, no le voy a hacer una escena de celos, se notaba que estaba enamorado.

 

No lo podía creer, a pesar de que le había creído a Edward y confiaba en él, siempre te queda esa espinita que no sabes porque, pero que te hace pensar que pudo haber mentido. Pero como la vida da sorpresas malas, por lo del pasaporte, también da sorpresas buenas, como esta.

 

Salí y miré a las dos enfermeras, las dos eran hermosas mujeres, ellas me saludaron muy amables y luego de lavarme las manos, que pude sin problemas porque ya tenía la mano libre, me fui a la consulta.

 

Pasé y la enfermera que se llamaba Emily me dijo que esperara un momentito que llegaba el doctor.

 

Escuché como abrían la puerta y pasaba.

 

-hola Es…mme, perdón me dijeron que tenía consulta con la Sra. Cullen.

 

-si, soy Isabella.- le tendí la mano y se presentó.

 

-soy Ben, tu debes ser la esposa de Edward, “su Bella”.- me sorprendió, Edward había hablado con él.

 

-si, puede llamarme Bella por favor. ¿Conoce a Edward?.

 

-si somos amigos desde la preparatoria, solo que yo seguí medicina.

 

-ah.- no sabía que más decir y porque todas las mujeres de la familia venían con un amigo de Edward, se pondría celoso si supiera que estaba aquí.

 

-esta bien Bella, no tengo tu ficha, por lo que voy a hacerte algunas preguntas. Toma asiento por favor.- lo hicimos ambos.

 

Hablamos un rato y preguntó de todo, cuantos años tenía, cuando fue mi primer menstruación, si era regular, con quién me atendía en Washington, hasta que llegó el momento de preguntar desde cuando era activa sexualmente, no se si me atraganté con la saliva o si solo me puse muy colorada, porque Ben se levantó y me tomó de las manos.

 

-disculpa te encuentras bien, vamos.- me llevó a un sillón y se sentó junto a mi.

 

-no es que sea entrometido, solo tengo que llenar la ficha, confía en mi por favor.- era tan amable.

 

-perdón, es solo… que fue en setiembre, Edward fue el primero y no tomamos medidas anticonceptivas por eso vine.- ahora si que sentía las mejillas arder, pero por lo menos expliqué todo.

 

-entiendo, que no te de vergüenza, muchas mujeres esperan al hombre correcto mucho más tiempo que tú.- me cayó bien y me hizo sentir cómoda en todo el resto de la consulta.

 

Me mandó a hacer unos análisis de sangre y dijo que llegarían a la casa al día siguiente, eso me dejó tranquila, ya que estarían antes de irme a Brasil y llegaría a ver a Edward con noticias, de estar embarazada o que tendríamos que cuidarnos si en sus planes no estaba tener hijos, yo estaba entusiasmada y el médico me dijo que lo más probable es que estuviera embarazada ya que estuvimos un mes y medio sin cuidarnos y éramos muy activos.

 

Me dejó tranquila ya que no pensaba contar nada a nadie de la familia antes que yo lo hiciera, esto incluía a Edward.

 

Salí de la consulta y me topé con las mujeres del baño, las saludé y ambas sonriendo se fueron, no se si era lo que esperaban, pero estaba muy contenta y no me importó, después de todo Edward la había rechazado, no supe a cual de las dos.

 

Me saqué sangre porque hacía horas que no comía nada y confirmaron los datos para enviar el resultado al día siguiente.

 

Fui en busca de mi auto, a pesar de haber estado con el cabestrillo ya me había habituado y manejaba igual con mucho cuidado, lo había dejado a dos cuadras y cuando pasé por una tienda de bebés, no pude resistir mirar todo lo que aparecía en el escaparate.

 

No estaba en mis planes tener hijos, bueno tampoco estar casada, pero desde que Edward llegó a mi vida había cambiado todo en un 100% y ahora me encontraba súper feliz e ilusionada, quería un bebé, pero solo un bebé de Edward y esperaba ver su reacción cuando me lo confirmaran.

 

Pasé por un café y tomé una merienda antes de dirigirme a la casa, cuando llegué me llevé un susto, no solo llamó mi atención que estaban todos los autos de la familia en la puerta, sino que cuando entré, todos se abalanzaron hacia mí y me abrasaban preguntando si estaba bien y donde me había metido.

 

Luego de un rato de rezongos y abrazos, Sue y Esmme querían que comiera algo porque estaba muy pálida y Alice me decía que por el susto que les hice pasar, debería ir de comparas, para liberar el estrés.

 

Emmet me separó un poco de todos y me preguntó.

 

-no le habrás metido los cuernos a mi hermanito.

 

-Emmet como se te ocurre y ¿porque lo preguntas?.- me miró serio con detenimiento y luego se sonrió.

 

-te creo porque no sabes mentir, pregunto porque dejaste tu celular apagado toda la tarde y Edward llamó a todo el mundo para saber si estabas bien.

 

-Edward o por dios- con tantas cosas que pensar, se había pasado la tarde y no lo había llamado.

 

Me dirigí a llamarlo por el teléfono de línea de casa, pero antes de llegar a él, todos se pararon y exigieron que les contara donde pasé la tarde.

 

Muy rápido los puse al tanto y todos se pusieron molestos porque Edward había exagerado, al punto de querer que el avión regresara, cosa que no lo dejaron hacer porque todos pensaban que estaría bien y así fue. No les dije nada del ginecólogo ni del examen, eso lo hablaría después de hacerlo con Edward.

 

Tomé el teléfono y digité su celular, esperé solo un timbre y contestó.

 

-hola- habló en tono desesperado, me dieron ganas de estar allí y abrasarlo.

 

-hola amor- se lo dije muy tranquila, para que se contagiara un poco.

 

-Bella… ¡oh gracias a Dios! no sabes como estoy, tenía ganas de saltar del avión para ver con mis propios ojos que estabas bien, ¿porque no contestabas?, tu celular está apagado…- debía aflojar la tensión estaba muy desesperado.

 

-ups.- la que me contagiaba era Alice, ya lo había adoptado, sonreí.

 

-Isabella Cullen ¡dime ya! si estás bien y donde estuviste.

 

-perdón amor y no me digas Isabella, no me gusta- lo de Cullen me encantó- fui al hospital a sacarme ese estúpido cabestrillo, pero el doctor no tuvo mejor idea que tomarme unas placas nuevamente, para saber si todo estaba bien, en radiografías piden apaguen sus celulares y cuando salí me olvidé de prenderlo.- era la verdad, espero que no estuviera pensando otra cosa.

 

-¿Qué?, entonces ¿estás bien?.

 

-si y tengo mi mano libre otra vez -levante mi mano en el aire como si el me viera jeje- cuando llegué a casa estaban todos y desesperados, que hiciste Edward Cullen, un poco más y me matan, Sue me quiere obligar a comer y Alice dice que tengo que ir de compras hasta que me vaya a Brasil.

 

-Bella…- se quedó en el amague de decirme una disculpa.

 

-si- estaba molesta y se lo hice saber en el tono de voz.

 

-ups- ahora era él que quería alivianar la tensión, sonrió y no tuve otra que sonreír.

 

Le pasé el teléfono a Esmme, que lo pedía, luego pasaron todos y cada uno de ellos, lo retaron mucho, pero el solo escuchaba, sabía que había exagerado un poco y que tenían razón, me hubiera gustado estar con él y tomarle la mano mientras lo rezongaron. Cuando terminaron les pedí el teléfono para despedirme.

 

-Edward vas a tener que recompensarme muy bien cuando nos veamos, por todo lo que voy a tener que pasar, Alice me quiere torturar- lo de Alice lo dije bajito, porque sabía que estaba escuchando.

 

-te escuche y no te vas a librar de mi.- la miré, le saqué la lengua y ella hizo lo mismo.

 

-ves a que me refiero.

 

-perdón mi amor.

 

-te dije que no quería que se volviera un hábito “perdón mi amor”, no se si te voy a perdonar.

 

-te amo y te prometo, que te vas a sorprender con las cosas bonitas que hay en Brasil, te voy a recompensar y a cada rato.- me sonrojé, me hablaba en un tono tan sexy y en doble sentido.

 

-está bien, pero no me enloquezcas con llamadas a cada momento, quiero ponerme al día con las tiendas de Alice y no dejar nada por solucionar. Voy a trabajar Edward y en casa, nada más.- le aclaré que estaría en casa, por si se le ocurría pensar como Emmet.

 

-¿hasta donde me amabas?-se notaba que sonreía y me gustó que aflojara la tensión.

 

-ya pasó el chiste.- le dije recordando lo del aeropuerto.

 

-que chiste, cuéntame Bella, que le dijiste.- no pude evitar que Emmet escuchara, venía hacia el teléfono con una sonrisa muy pícara.

 

-Edward hasta mañana y si te amo, mucho.- corté la comunicación y me di la vuelta para enfrentarme con Emmet.

 

-¿y cuñadita que pasó?.

 

-nada Emmet.- se lo dije en un tono neutral.

 

-quiero saber, ¿tan feo es?.- antes de que Emmet sacara malas conclusiones mejor aclarar.

 

-no Emmet, solo le dije que lo amaba “hasta el infinito y más allá”, en medio del aeropuerto con mucha gente mirando y haciendo la mímica.

 

Digamos que no solo Emmet rompió a reír a toda carcajada, toda la familia lo hizo, pero era mi familia y no me avergonzaba, estaba súper feliz.

 

Cuando llegó la noche todos se fueron menos Alice y Jasper, pero este durmió en la habitación de huéspedes sólo, hasta pasadas las 3 de la mañana, Alice quería hacernos máscaras, baños de crema y todo lo que deja según ella, la piel ideal.

 

A la mañana luego de un baño y un merecido desayuno, fuimos a solucionar el tema del pasaporte, Jasper conocía a uno de los empleados y pasando una cantidad de dinero bajo el escritorio, en cuestión de dos horas, tenía mi pasaporte nuevo.

 

Me dejaron en casa, para aprontar mis maletas, aunque me dijo Alice que debería poner poca ropa porque en Brasil hacía calor y que Edward debía comprarme ropa nueva porque era su obligación.

 

Alice y Jasper fueron a su casa para aprontar sus maletas, ellos irían juntos a Paris para la apertura de las tiendas, en un reconocido local comercial y yo tomaría un vuelo a Brasil, llegaría un poco antes de lo acordado, juntos iríamos al aeropuerto, ambos vuelos salían a la misma hora, bueno Alice había contratado un avión comercial completo solo para ella, su ropa y Jasper, decía que algunos vestidos debían ir “sentados en sus propios asientos”. Cosa de locos pero era Alice y como no se le negaba nada, conseguimos una aerolínea que le alquiló el avión.

 

Faltaba una hora para que vinieran por mí, ya estaba lista y muy nerviosa, pasarían Carlisle y Esmme para llevarme al aeropuerto, ellos quedarían en Nueva York por Noemí, pero viviendo en la casa de Alice para cuidarla, en realidad era para dar privacidad a los nuevos padres con su hija.

 

Me encontraba en mi habitación y sonó el intercomunicador, Sue se notaba muy preocupada y me pidió que bajara que había visitas.

 

Bajé las escaleras sonriendo porque me acordé de Edward y lo bonito que estaba cuando llegó avisando que viajaríamos a Brasil y estaba solo a unas cuantas horas de hacer realidad esa propuesta de una luna de miel adelantada.

 

Sue estaba al final de las escaleras y me señaló la sala donde pude ver quién era, la sonrisa se borró de golpe, todo se vino abajo, no entendía que hacía acá y porqué venía.

 

Caminé por inercia, dirigiéndome a la persona que se encontraba en la sala esperando por mí, cuando me vio se giró y dijo.

 

-hola Bella.

 

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Lo prometido es deuda, por eso dejo este otro capitulo que espero les guste y no las deje con mucha intriga, hasta el nuevo, aunque la idea es esa, para que dejen sus comentarios y votitos, perdón.

 

Gracias por leer y saludos.

ec07.

 

Capítulo 17: Visita de Charlie y Renée Capítulo 19: Visitas inesperadas de?

 
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