LO QUE VEZ ES LO QUE SOY +18

Autor: odet_Swan
Género: + 18
Fecha Creación: 08/07/2014
Fecha Actualización: 04/11/2014
Finalizado: NO
Votos: 28
Comentarios: 102
Visitas: 76812
Capítulos: 40

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Isabella Swan, joven Doctora, brillante, ingeniosa aunque un poco molesta con la vida, se ve arrastrada a un mundo que jamás imagino por el Abogado Edward Cullen, hombre misterioso que despierta en Bella cosas que jamás imagino que sentiría por un hombre,  sin poderlo evitar sucumbe a la atracción que el ejerce sobre ella y acepta formar parte de sus juegos sexuales, repletos de fantasías y erotismo. Junto a él aprenderá que todos llevamos dentro un voyeur, y que las personas se dividen en sumisas y dominantes... Pero el tiempo pasa, la relación se intensifica y Edwad empieza a temer que se descubra su secreto, algo que podría marcar el principio o el fin de la relación.

 


Recuerden que esta historia esta basada en el libro de Pideme lo que quieres.

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Capítulo 35: EN EL AMOR Y EN LA GUERRA

PERDON POR EL RETRASO CHICAS, PERO AQUI ESTA EL CAPITULO QUE CORRESPONDIA AL DIA DE AYER, ESPERO LES GUSTE LAS VEO EL PROXIMO LUNES, LAS INVITO A MI BLOG A LEER LAS NUEVAS HISTORIAS QUE HE ADAPTADO PARA USTEDES, BESOS

 

 

 

-¿te encuentras bien?-

-¿Cuántas veces me preguntaras lo mismo?- le dije a Edward rodando los ojos, aunque he de admitir que me encanta que sea tan procupon conmigo,

-mi obligación es cuidarte cariño- dijo el dándome la vuelta para enjabonarme el cabello….!Dios que bien se siente!......adoraba estos momentos por la mañana, donde nos duchábamos juntos sin ninguna otra intensión más que mimarnos el uno al otro.

-Estoy bien amor, te lo dije anoche, solo estoy un poquito adolorida ¿pero qué esperabas?.......he perdido la virginidad de mi culo.- Edward rio bajito y me dio un beso en el hombro, ayer después de nuestro encuentro con Danna, regresamos al departamento y Edward me cuido como si fuera una muñequita de porcelana, me dio un baño, un delicioso masaje y después nos acurrucamos juntos en la cama, aunque la tensión sexual entre nosotros siempre está ahí, lo único que hicimos fue dormir, con eso fue suficiente para ambos. me gire para ser yo esta vez la que le ayudara a enjabonarse.

 -hoy tendré turno de noche, así que aprovechare el día para ir a mi departamento y sacar los adornos de navidad-

-¿MI?......esa palabra no me gusta- dijo Edward asiéndome reír –cariño no me has dicho que departamento te gusto más, espero que no te estés arrepintiendo- termine de enjabonarle el cabello y ambos nos pusimos debajo de la cascada de agua para terminar de enjuagarnos.

-no he tenido tiempo de verlas con calma…….hoy tengo que arreglar todo para la llegada de mis padres……¿Dónde tienes los adornos de navidad aquí?.....podría sacarlos y ver que te haría falta y comprarlo para que esta noche también comiences con las declaraciones- Edward cerro la llave del agua y tomo las tollas para secarnos.

-yo jamás decoro el departamento en navidad, nunca he tenido tiempo y no es una época que me guste mucho-

-¡¿QUE?!- grite sorprendida, Edward rio ante mi mirada de sorpresa.

 -No me mires así Bella, estas últimas semanas he estado más en este departamento contigo que los siete años que llevo viviendo en el-

-¿Dónde pasabas la navidad y año nuevo?- me temía la respuesta que me fuera a dar, el me miro por varios segundos, después me envolvió en la toalla y él se colocó una más pequeña alrededor de la cintura.

-tengo que ir a cenar a casa en noche buena…..mi madre no admite un no por respuesta, después era libre de hacer lo que mejor me convenía…….fiesta, juegos, diversión, ya sabes, es por eso que jamás decoraba……no le veía el caso- dijo el encogiéndose de hombros, me estremecí tan solo imaginármelo……esta era una época para estar con tu familia, no para andar follando por ahí.

 -bueno, iré de compras, me encargare de eso, apuesto que un lindo pino rojo quedaría perfecto en el salón con todos esos muebles negros y grises- dije encaminándome a la cómoda para sacar mi ropa interior.

-¡No colocaras un pino rojo en mi salón!- me sorprendió su reaccion

-¿“TU” salón?- pregunte desafiándolo –¿pensé que no te gustaba marcar posesiones?- él se llevó las manos al cabello desordenándolo aún más, todavía estaba húmedo y pequeñas gotitas le corrían por el pecho……..el solo imaginar que podía pasar mi legua por ellas me excito, pero aparte el pensamiento de una patada…………

-Mira………está bien….¿quieres un pino?.........me encargare de conseguir un lindo abeto- me coloque la ropa interior rápidamente, no me sentía cómoda enfrentando a Iceman desnuda.

-¿un abeto?.......estoy en contra de la tala de árboles……..¿sabes cuánto tarda un pino en crecer?.......es mejor un árbol artificial que lo puedes guardar para el próximo año-

-¿y tú crees que un árbol rojo iría con mi estilo?- pregunto el arrancándose la toalla con fuerza y lanzándola al sentó, sabía lo que planeaba, pero no lo iba a dejar ganar.

-si te tomamos como referencia Iceman, un alambre de púas enredado y unas esferas quedarían perfecto- entre en armario para terminar de vestirme con una gran sonrisa al ver su cara de incredulidad ante mi comentario….cuando regrese vestida con unos vaqueros, zapatillas bajas y una blusa color marfil, Edward se estaba abrochando la camisa,

 -Bella………¿quieres adornar el salón?.....perfecto……hazlo…..pero piensa en que tienes que combinar el estilo de ambos…….encargare el abeto y lo podrás adornar de mil colores si quieres- ¿y dale con lo mismo? Me encamine al tocador me agarre el cabello en una coleta, salí sin decir nada al salón tome mi chaqueta y mi bolsa, estaba abriendo la puerta cuando apareció Edward, tenía la corbata a medio hacer…..se veía tan sexy

-¿te vas?- pregunto sorprendido

-tú hablas de combinar ¿cierto?.........¿que estabas sordo cuando dije que no quiero un abeto?- él iba a decir algo pero levante la mano para que se callara –¿pero sabes que?…..tienes razón……..es “TU” salón……haz lo que quieras-

-¿Bella?- pero antes de que dijera algo salí de su apartamento, al instante él estaba afuera, pero para no dejar que me alcanzara, tome las escaleras.

 -¡ISABELLA!.......vuelve aquí…..no seas niña…….hablemos- alcance escuchar que grito en lo alto, pero yo seguía bajando.

 -¡OLVIDALO!.......TENGO QUE HACER MUCHO HOY…….COMO PARA DISCUTIR CONTIGO- grite lo más alto que pude……. Mi Iceman puede ser tan tonto a veces………que problema tiene por un arbolito rojo…..se vería tan mono, siempre he tenido ganas de uno, pero entre más grandes estén mejor, y no podría tener uno de ese tamaño en mi departamento, menos aun con Brandy……tiene la costumbre de comerse las esferas y terminar con el veterinario…..!pero no señor!.....en esto no voy a ceder …..¿Cuantas veces he dicho eso?......pero no importa, la navidad es una época muy importante para mí y no voy a dejar que me la arruine.

.

.

.

-diga- conteste el teléfono que estaba vibrando al asegurarme que no era Edward, me había llamado cientos de veces, hubiera apagado el teléfono, pero no podía, por regla del hospital tenemos que estar disponibles en caso de emergencia.

-te escuchas fatal pequeña watson- la voz burlona de Ian al otro lado de la línea, me regreso de mi ensoñación, estaba dentro de un bar y este era mi tercer mojito, sé que era temprano para tomar y más aún que tengo guardia en la noche……pero de aquí a esa hora y una ducha estaría como nueva.

-¿ahora qué quieres Ian?-

-Uy que genio…….se han peleado ¿cierto?......Edward también está de muy mal humor-

-¿te ha dicho algo?- pregunte, con Ian no había problema, pero eso de andarse quejando de sus problemas de pareja con otros no me gustaba

-hay hermanita…..conozco a mi amigo desde la era de hielo y se distinguir cuando está molesto después de meter la pata…¿Qué te hizo ahora?-

-¿Por qué crees que él me hizo algo?....... yo pude haberlo cabreado- no es exactamente eso, pero estoy segura que exagere…..

-No lo creo…….si fuera al revés, no estaría marcándote a cada dos minutos…..parece león enjaulado en su oficina……….pero bueno, estoy seguro que lo resolverán- ¡ojala pudiera creer eso!........ -En fin……hermanita te llamo para pedirte un consejo……….¿Rosas o claveles?-

 -¿Están en la oficina?- después de un minuto, mi cerebro estaba procesando esa pregunta –Ian…..¿enviaras flores?-

-sí y si…..a tus dos preguntas…..ahora responde la mía- escuche al otro lado la voz de Edward, Ian tenía razón estaba muy molesto,

-“Estoy en una llamada importante Cullen……vuelve en dos minutos- dijo Ian ¡Oh estaba seguro que eso no le iba a gustar a mi chico, no escuche su contestación pero el portazo que dio sí que lo dejo muy claro

-¿a quién le vas a enviar flores?-

-a una chica……¿alguna vez vas a contestar o buscare a otra amiga que me ayude?- Ian gruño ante la risa que solté.

 -seguro, seria interesante…..¿a cuál de todas tus amiguitas de juegos acudirías? estoy segura que al saber que enviaras flores a una chica te recomiendan un captus- eso después de haberlo golpeado a él.

-¡JAJA!.....muy graciosa……las rosas se me hacen muy comunes…..¿qué tal azucenas?- este hombre era igual de voluble de que Edward, por algo se entendían tan bien.

-las azucenas significan “Espíritu Inocente”…….y dudo mucho que tú lo tengas, al menos que sea la chica…..¿de verdad no me dirás a quien le enviaras flores?-

-¿Margaritas?- pregunto ignorando mi pregunta……..!Hombres!......

-Inocencia-

-¿Tulipanes?-

-eso sin duda significa una declaración de amor- lo escuche refunfuñar y no me pude aguantar la risa.

-¿Geranios?-

 -Amistad………se más original-

 -¿Gardenias?-

-Alegría-me estaba divirtiendo con esto, y agradecí mentalmente a mi madre que amara las plantas, recuerdo todo el tiempo que pase con ella en su jardín, durábamos horas hablando de flores y mi mama tiene un significada para cada una de ellas

-¡Joder Bella!.....no me estas ayudando hermanita- se escuchaba desesperado…..¿en verdad esta chica significaba tanto para tenerlo así? en otro momento me hubiera burlado de sus intentos de seducción pero esta vez realmente parecía interesado de verdad en esta mujer.

-intenta con orquídeas……..representan la pasión y la belleza pura- le dije al fin apiadándome de él.

 -¡Oh hermanita te he dicho cuanto te quiero!......eres mi chica favorita-

-No seas hipócrita Ian......pero gracias……..fingiré que te creo- colgué el teléfono y lo guarde en mi bolso, esto era frustrante, necesitaba a alguien con quien hablar, todo esto de una relación de pareja es complicado, lo mas cercano que estuve en una relación fue con Liam, aunque estaba claro que no se puede decir que fue una relación, amigos con derecho a roce se acerca más a nuestro arreglo, porque es lo que era para mi, un arreglo que en su momento fue muy ventajoso para ambos, aunque hoy no sea lo que quiero o que al mirar hacia atrás lo vea como algo lejano y que definitivamente no quiero volver a tener con un hombre, además ya pase por esa parte con Edward y no nos funciono, definitivamente ambos queremos algo mas, aunque no sepamos como conseguirlo o no siempre logremos llegar a un acuerdo, ¡dios! Mi vida es un enredo, siempre he sido un desastre en esto de parejas, y el hecho de que mi Iceman también sea tan inexperto como yo en esto no ayuda en nada. Definitivamente estamos metiendo la pata.

No era a causa de los mojitos que me estaba tomando que me encontraba muy sentimental, pero estaba claro que necesitaba ayuda, definitivamente necesito hablar con alguien, ¿Rose? No definitivamente no puedo hablar con ella, es mi mejor amiga, pero no creo que entienda todo lo que implica mi relación con Edward, por más que sea ella la que tiene la experiencia en lo que a hombres se refiere, ¿Jacob? Ni pensarlo, ¿Benjamin?, mire fijamente mi bebida, tratando de calibrar la situación, el se ha convertido en un gran amigo, me ayudo mucho la otra vez que tuve mis diferencias con Edward, pero no estoy convencida, necesito hablar libremente, necesito hablar de todo, y cuando me refiero a todo es a todo, ¿Ian?, bueno definitivamente el me comprendería, no en lo que se refiere a una relación ya que según yo jamás ha tenido una novia fija, compañeras de lujuria mas bien, seguro que su lista es interminable, en eso se parece a Edward, me llego en ese momento la cara de la Bruja, Becca, ¡Maldicion! Es en quien menos quiero pensar ahora, he ahí la diferencia entre Edward e Ian, mi chico si tuvo una prometida, una mujer que entendía su estilo de vida y con la que se iba a casar, aunque todo se rompiera por culpa de esa zorra, no se puede negar que en algún momento debió de tener algo que en aquella época le hubiera atraído a Edward y que después de varios años saliendo se iban a casar, Edward y yo llevamos meses, y hemos tenido más discusiones en ese lapso de tiempo que lo que tienen mis padres de casados.

No, definitivamente tenia que desechar esos pensamientos, el alcohol no es buena compañera, así que mojitos, mas Edward y Becca, no es lo más recomendable, cerré los ojos, estaba cansada de darle vueltas a las cosas, ¿siempre tendremos altos y bajos?, todo por un árbol rojo, pero en definitiva no solo es el árbol, no, esto es algo mas, es Edward y yo, un estilo u otro, hielo y fuego, ¿podremos llegar a un acuerdo y llegar a un término medio?, y como si de un rayo se tratara me llego una imagen a la cabeza, “Adam”, ¡eso es!, quien mejor para ayudarme que alguien que según dijo esta casi en la misma situación que yo, apresuradamente rebusque en mi bolso, recuerdo haber guardo su tarjeta, en cuanto la encontré no pedí tiempo en marcarle no quería arrepentirme, al segundo todo contesto

- Welling- contesto con un tono firme, si no lo conociera o no supiera que era Gay, de seguro pensaría que trairia a las mujeres como moscas,

-Hola, ¿Adam?, soy Bella-

.

.

.

No sé si llamar a Adam este bien, pero no podía echarme para atrás ahora, el rápidamente se acordó de mi y acordamos vernos en un café, que estaba cerca de la quinta avenida, me quedo a veinte minutos, ahora estaba parada en la puerta del local, era un café rustico, de esos que inspiran calma y tranquilidad, para aquellos que necesitan trabajar, al verlo entendí porque le gustaba este lugar, esta sentado en una mesa alejada, estaba muy concentrado en su laptop, como si presintiera que lo estaban observando levanto la vista, llevaba gafas, pero eso no le restaba la virilidad que desprendía, definitivamente era un hombre apuesto, no de esos hombres oscuros y peligrosos como Edward, o picaros y divertidos como Ian, Adam era de esos hombres que tienen la mirada sensible y los que instintivamente sabes que son unos románticos, me sonrió, tenía una hermosa sonrisa, yo levante la mano para saludarlo y obligue a mis pies a moverme, ya estaba hecho ahora que me había visto, no podría echar a correr. Cuando llegue a su lado el ya estaba de pie, me saludo con un beso en la mejilla, me pregunto que quería tomar, y pedí una limonada, no quería mas cafeína o alcohol en todo caso, el no se sorprendió por mi pedido y fue directo a la barra para pedirlo, yo me senté a esperarlo, el estaba tomando un café, había serrado su laptop y la había dejado a un lado y coloco todas las carpeta que tenia encima.

-aquí tienes- coloco mi bebida en la mesa y yo se lo agradecí con una sonrisa –me creeras si te digo que estaba esperando con ansias a que me llamaras-

-¿de verdad?- el asintió con la cabeza

-te di me tarjeta porque quería hablar contigo, pero cuando te intercepte en el estacionamiento de la casa de Mateo, fue porque quería pedirte tu numero, aunque no quería incomodarte o en su caso provocar que tu novio me matara, así que espere haber si tú me llamabas- tenía razón, me reí, el que me hubiera pedido mi numero, me hubiera incomodado, o me hubiera dado miedo, no soy una experta en esto de los juegos, y no me sentiría cómoda.

-¿y porque querías mi numero?-debería tener una razón para recurrir a mí, solo esperaba que no fuera porque quisiera que le ofreciera a Edward, fruncí en seño mentalmente, jamás había pensado en esa posibilidad, pero el me sorprendió con su respuesta

-¿y tu porque me llamaste?-

-Tushe, ¿eres psicólogo?- él se rio

-no, soy programador de Software, pero te dije que me vi reflejado en ti, no sé porque, pero siento que tu puedes ayudarme a comprender algunas cosas-

-no quiero decepcionarte, pero no creo que yo este para dar consejos, de hecho por eso te llame, necesitaba desesperadamente hablar con alguien-

-entonces juntemos nuestras mentes como los gemelos fantásticos y tratemos de resolver nuestras vidas- me rei, era tranquilizante la atmosfera que encerraba Adam, además de que tenía una mirada y una sonrisa  que tranquilizaba a las personas, tome un sorbo de mi limonada para aliviar la resequedad de mi garganta y tomaba algo de valor.

-Edward y yo hemos decidido vivir juntos….solo que las cosas están siendo un poco….-

-¿difíciles?- yo asentí con la cabeza –no siempre las cosas resultan como uno lo espera, dan y yo vivimos juntos desde hace tres años- ¡qué fuerte!, y que envidia también, solo llevamos un mes tratando de estar en el mismo piso y para mi parecen cien años.

-somos polos opuestos, simplemente no se como hacer para que las cosas funcionen-

-Ya lo estás haciendo Bella, el tan solo amarlo, es lo que necesitas, y el haberme llamado me dice que estas tratando de que las cosas funcionen, algunos recuren a terapia de pareja, otros a los amigos- no había pensado en eso de la terapia, tal vez no sea tan mala idea.

-tengo miedo que estemos yendo demasiado rápido- el frunció el ceño, así que me apresure a decir –esto ha sido un gran cambio para mi, pase de estar soltera y de tener un polvo de vez en cuando a tener novio y entrar en un mundo de sexo que antes consideraba una depravación- ¡cielos que bien se sentía decir en voz alta lo que más me preocupaba, los juegos de Edward.

-yo conocí a Dan, en club BDSM – trate de que mi mandíbula no cayera en la mesa, el sado no era lo mío, y pensar que este gigantesco hombre pudiera ser dominado así me causaba cierto escalofrió, porque si de algo estaba segura era que de que mi nuevo amigo era el sumiso en esa relación, jamás he encontrado el placer en el dolor, soporto algo de dolor, pero no tanto como lo que he visto en algunos videos eso es excesivo para mí. –y antes de que lo preguntes, soy sumiso, siempre lo he sido, es mi naturaleza, aunque parezca raro, tengo un hermano el tiene el mismo estilo de vida que yo con su esposa, es dominante, creo que viene de familia, mi padre también es persona de carácter, pero yo definitivamente me gusta más depender de alguien-

-¿así que intentaste ser el dominante?- el hizo una mueca, no sabía si era por mi pregunta tan personal o por recordar algo que le desagradaba, estaba a punto de decirle que no tenía que contestarme si no quería.

-sí, lo intente, así como intente que me gustaran las mujeres- tomo un sorbo de su café y continuo –antes de Dan, estuve en otro relación BDSM, pero no resulto bien, créeme cuando no hay amor, las cosas no funcionan por más que quieras, yo creí que le amaba, ahora que conozco a Dan sé que no fue así- puede ver que sus ojos brillaron con tristeza, me sentí mal por él.

-¿Cómo supiste que Dan era el correcto?-

-al igual que tu sabes que Edward lo es- entrecerré los ojos, este hombre como le gustaba regresarme mis palabras, de verdad debió de ser psicólogo. El levanto las manos en señal de derrota, pero aunque trato de disimular vi una sonrisa en su boca

-¿acaso no lo crees? ¿Acaso piensas que tu relación con el es solo por un tiempo?- al escucharlo preguntar eso, supe la respuesta inmediata, negué con la cabeza, no, mi Iceman era diferente, con el me sentía diferente, me sentía como jamás me había sentido con ningún hombre, lo amaba, por eso había renunciado mudarme de ciudad e irme a vivir con el.

-después de mi fracaso, decidí comenzar de nuevo, solo acudía a los club BDSM por diversión de vez en cuando y tenia dominantes ocasionales de una sola noche, cuando conocí a Dan, yo estaba esposado a una Cruz de san Andrés, lo vi pasar y fue como un rayo, el llamo mi atención en ese momento, Expedia seguridad, elegancia, fuerza, se fue a sentar al extremo de una mesa enfrente de donde yo me encontraba, y solo me observaba, no podía apartar la vista de él, hasta que comprendí que quería que jugara conmigo, quería que me eligiera, así que decidí bajar la mirada y esperar, en ese momento le entregue el control a él,- ¡wow! No era uno de los cuentos románticos a los que estaba acostumbrada, pero definitivamente había amor en ese recuerdo,  y en cierto grado lo comprendía, era lo que yo sentía por Edward. Lo que sentí por él en un principio, por eso acepte todos sus juegos morbosos, le entregue completamente el control de mi cuerpo a él y también termino ganando el control de mi corazón.

-discutí con Edward esta mañana porque quiero poner un árbol de navidad rojo en su salón- ahora que lo decía, sabía que se escuchaba tonto, era patética, Adam no pudo contener la risa y al verlo no pude evitar reír yo también –se supone que estamos viendo pisos para mudarnos juntos y empezar algo desde cero que sea de nosotros dos, por el momento me quedo en su piso, y yo quería decorarlo, pero claro el señor oscuro y peligroso jamás a decorado su casa…¿vez lo diferentes que somos?, y el insensible dijo que en todo caso compraría un abeto…..es un asesino de arboles, es por eso que el mundo está como esta, casi siempre discutimos por todo, en lo único que si no tenemos problemas es el sexo-

-¿sabes? Dice el dicho que si no duele no sirve, y no te estoy diciendo que tengas una relación BDSM, solo digo que si no tuvieran diferencias, o en todo caso si Edward no es como es, oscuro y peligroso como dices ¿lo amarías?, ¿si hiciera todo lo que tu exiges estarías feliz?-

-debiste ser psicólogo ¿sabes?- no definitivamente si mi Iceman fuera un mandilón no me atrairia tanto, su lado oscuro fue lo que hipnotizó en un principio. Tendré que recordármelo a menudo cuando vuelva a discutir con él.

-solo te hablo desde mi experiencia, tal vez la gente no lo entienda, pero nosotros lo sumisos, preferimos evitar las cosas y dejamos en manos la responsabilidad a otro, nuestro dominante, no es que no tenga voz y voto, o que no discuta de vez en cuando con Dan, solo que resulta más sencillo seguir la corriente.

-yo no creo que pueda ser sumisa-

-yo tampoco- afirmo guiñándome el ojo –el te ama Bella, solo tienes que hablar con él, y el que haya accedido a poner un árbol en su salón aunque fuera un abeto natural, demuestra su disposición en llegar a un arreglo ¿no crees? El tener una mujer también debe representar un cambio en su vida-

-tienes razón, tal vez exagere, pero este es un problema de varios que hemos tenido, pero aunque siempre los resolvemos, tal vez tengo miedo de que en un futuro surja algún problema más fuerte y que no logremos superarlo-

-lo solucionaras, yo lo sé, solo basta ver como se te ilumina la cara cada vez que hablas de Edward para ver lo mucho que lo amas, y estoy seguro que no te darás por vencido con el-

-al igual que tú con Dan- el asintió con la cabeza

-aunque ahora las cosas sean tensas cada vez que toca el tema de que quiere verme con una mujer, estamos trabajando en ello-

-no creo que él te obligue, si tú no quieres-

-no lo aria, jamás me obligaría hacer algo a lo que no estoy dispuesto, aunque no lo creas en una relación amo, sumiso, es el sumiso el que tiene mayor control, porque es el que le dice a su amo hasta donde pude llegar, y las mujeres es un límite que no he podido cruzar a un-

-yo desearía ver a Edward con un hombre- dije eso antes de tener tiempo para pensar, pero es que Adam me estaba ablando sinceramente y sabía que podía confiar en él, además no es un tema que pueda hablar con cualquiera, pensé en una ocasión hablarlo con Ian, de cobrarle ese favor que me debe y que me ayudara a organizar algo, pero no estaba convencida aun

-el dice que verme con una mujer le provoca mucho morbo, y he tratado de imaginármelo con un hombre, pero no sé si el llegue estar de acuerdo alguna vez- aunque el día que jugué con Angelica logre sacarle la promesa de que aria lo que yo quisiera.

-¿se lo haz  propuesto?-

-solo lo mencione una vez, pero dijo que no le van los hombres, a mi tampoco las mujeres pero lo disfrute y ver su cara de placer cuando estaba con Angélica me provocaba morbo, quería que él lo disfrutara-

-estoy seguro que si se lo pides lo reconsiderara, el querrá complacerte, solo tienen que hablarlo- comenzó a pasar su dedo por la taza de café, bajo la vista un momento y cuando volvió a mirarme vi un ligero sonrojo en sus mejillas –y si alguna vez te decides puedes contar conmigo y si te interesa- tenía ganas de reír, no podía creer que acaba de pedirme que le ofreciera a Edward, quien me viera a mi en semejante situación.

-Gracias Adam, hablare con Edward- y lo aria, solo esperaría mi oportunidad para plantearle el juego, Adam era guapo me inspiraba confianza y supongo que en juego incluiría a Dan también, solo esperaría a que las cosas se suavizaran y es algo que tendría en cuenta. Pero primero tendría que resolver lo del maldito árbol rojo.

.

.

.

Una hora después estaba aparcando enfrente de un gran edificio de cristal……llegue al piso que correspondía a “Cullen & Asociados”…..la plática con Adam me sirvió mucho, era bueno desahogase con alguien libremente, jamás había tratado temas tan íntimos con un hombre, pero Adam me dio confianza, ahora tenía un nuevo gran amigo, así que ahora lo único que quedaba era resolver las coas con mi hombre y podría irme en paz a trabajar, Trate de no darle importancia a las miradas escrutadoras de las mujeres despampanantes con trajes a medida y zapatos de aguja…….sabía que mi aspecto actual no era apropiado para ese ambiente……..pero como no venía a verlas a ellas, ¡Que se jodan!......cuando el ascensor se abrió cuadre los hombro y con toda la elegancia que fui capaz me encamine hacia las elegantes puertas de Cristal.

-Buenas tardes……¿En qué puedo ayudarla?- pregunto una chica en el mostrador su tono era amble y profesional, pero la mirada que me dirigió decía claramente “Mujer insignificante no tienes nada que hacer aquí

-Buenas tardes…….quisiera ver a Edward Cullen- conteste segura de mi misma, no me iba a dejar intimidad por esta chica rubia.

 -¿tiene cita?- pregunto ella revisando su agenda y antes de que pudiera decir algo ella continuo –Lo siento el Licenciado Cullen está ocupado…..necesitaría pedir una cita con anticipación- ¡Vieja Bruja!

-podría decirle por favor que su novia está aquí-la mujer soltó una risita irónica que me enfureció mas, estaba a punto de estrellarle la bolsa que llevaba en las manos.

-he escuchado eso millón de veces señorita………será mejor que se marche o llamare a seguridad- ¡yo la mato!, decidí tranquilizarme y respirar profundo, no perdería los estribos y le daría gusto a esta vieja, me aleje un poco a y saque mi celular…….llamaría a Edward y saldría aponer en su lugar a esta mujer, pero eso arruinaría mi plan, así que tuve que cobrar uno de los favores que me debe mi querido hermanito.

-playboy a tus servicios nena- rodé los ojos ante su saludo, me pregunte si estando enamorado Ian cambiaria, esperaba que no fuera así, él era perfecto con este humor.

-estoy en la entrada de sus oficinas pero su recepcionista no me deja entrar, venía a firmar la pipa de la paz con mi Iceman…..quería sorprenderlo- apenas y había terminado cuando Ian venia entrando a recepción

–que romántica me saliste hermanita- dijo el asiendo un tierno puchero muy teatral, la recepcionista se puso rápidamente de pie pero Ian la ignoro y guardando su celular se acercó a mí y me dio un gran agrazo de oso.

-no te queda criticar mis esfuerzos románticos Ian……..¿qué tal con las flores?- él se separó y paso su largo brazo por los hombros, él era alto y yo sin tacones era una enana a su lado.

-tengo todo controlado y si no funciona tengo un plan de incontinencia secreto- caminamos juntos a al mostrador donde la chica estaba pálida

-¿a si?-el asintió con la cabeza, tenía en los ojos el brillo que tenían los niños cuando van a hacer una travesura

-pero no puedo decírtelo o ya no sería secreto- me guiño un ojo y regreso su atención a la recepcionista–Elisa……..ella es Isabella Swan, prometida de tu jefe, será mejor que comiences a mandar solicitudes de empleo por internet- dijo el secamente y arrastrándome por el gran pasillo, que frio fue, hasta sentí pena por la pobre chica, pero quien podría culparla por no creerme, estoy segura que cientos de amiguitas de juegos se presentaron aquí.

-¿la vas a despedir?-

-No…..si Edward no se entera creo que no, yo solo la prevengo por si acaso-

-yo no diré nada, si tu no dices nada- no quería que la despidiera, me caía mal, claro, pero encontrar trabajo en estos días era difícil, ya bastante castigo tiene ahorita con la incertidumbre.

-Oh Bella……era más buena que el pan dulce……nada que ver con mi amigo- llegamos a un gran recibidor donde una mujer mayor estaba tecleando en la computadora.

-Irina…..Ella es Isabella Swan, prometida de Edward, viene a darle una sorpresa- la mujer levanto la cabeza y se ajustó sus gafas…….esta era la segunda vez que Ian decía prometida……pero eso ahora no me importaba…….!Irina!.....¿esa mujer era la secretaria?……!Maldición! y yo que creía que era un rubia despampanante…….!Mataría a Edward por dejarme creer que jugaba con ella!.........

-Mucho gusto en conocer te Isabella, el señor Cullen está trabajando, tiene una reunión hasta dentro de una hora, espero que logres mejorar su humor- Ian y ella soltaron una risita de complicidad.

-créeme hermanita……todos aquí te lo agradeceríamos mucho- dijo Ian, me dio un beso en la frente y me abrió la gran puerta de madera…..le sonreí agradecida y entre segura de mi misma

Edward estaba al teléfono cuando entré en su oficina. Su tono de voz era cortante e impaciente mientras le decía a la persona que estaba al otro lado de la línea que tenían que ser capaces de arreglárselas sin que él tuviera que supervisar el trabajo personalmente. Al levantar la vista y verme en la puerta pude ver por un breve instante alivio en sus ojos, pobre de mi Iceman, conociéndolo de seguro pensaría que a estas alturas ya estaría saliendo del país, una vez mas maldije mil veces a Rebecca y a Carlisle, ellos tienen la culpa que Edward sea tan desconfiado.

Levantó un dedo en mi dirección, dándome a entender que sólo tardaría un minuto. Mientras tanto yo desvié mi vista por su despacho, era igual de lúgubre que su apartamento, negro, blanco y gris, no me extraña nada, aunque en la recepción pude ver claramente que si estaba decorado con motivos navideños, aunque seguro no era por elección de mi novio. Termino la llamada con un gruñido y colgó la llamada, pero cuando regreso su mirada hacia mi me sonrió, deje la bolsa de regalo que tenía en las manos y me encamine sonriendo, me acerqué despacio a su mesa y me senté en ella, haciendo espirales con los dedos alrededor de los labios y balanceando las piernas. Trate de ser lo mas coqueta que podía, cuando llegue a su mesa su teléfono volvió a sonar, lo levanto sin apartar la mirada de mí, yo mientras tanto me senté en su escritorio, quedando frente a él, me sentía sexy, aunque hubiera sido mejor si llevara falda y tacones en vez de pantalones vaqueros

-no me importa Ian…..Tengo algo encima de la mesa que requiere atención inmediata y estás impidiendo que se la dedique. Te aseguro que eso no mejora mi predisposición. Arregla lo que haya que arreglar y vuelve a informarme más tarde- pobre de mi hermanito postizo, lo que tiene que tratar, que bueno que no trabajo para Iceman, Dejó el teléfono en su soporte con violencia reprimida.

—Bella...-Levanté una mano para interrumpirle

—Antes de que me riñas, quiero decir que cuando esta mañana discutimos y llegamos a un punto muerto, no debí irme, estuvo mal, yo no debería haberme marchado y menos en la forma que lo hice, eso no ayuda a resolver la situación. Y sé que no he reaccionado muy bien al asunto del dichoso abeto natural, ahora me parece una tontería- el me iba interrumpir pero le tape la boca con la mano –es difícil, y será difícil siempre llegar a un acuerdo, somos diferentes, mucho, pero de alguna forma tendremos que llegar a un punto medio si queremos vivir juntos, sino esto no funcionara- me quito las manos de su boca, beso mis palmas y las puso sobre mi regazo, después tomo mi cara entre sus manos.

-yo también lo siento, debí de suponer que una cabecilla loca como tú, estaba metida en esto de la locura navideña, aunque sigo pensando que un árbol rojo es demasiado, si tu quieres lo pondremos hasta morado si lo quieres solo por hacerte feliz, tú me haces feliz todos los días, puedo hacer un pequeño sacrificio a cambio- las lagrimas se agruparon en mis ojos pero parpadie para espantarlas, cuanto amaba a este hombre, con tantas cosas bonitas que me dice.  Me bajé de la mesa de un salto, me fui acercando a él y le aflojé su inmaculada corbata con las dos manos.

—¿Podemos solucionar algo? Poseo una amplia variedad de útiles destrezas-  el me cogió por las caderas, el ambiente entre nosotros cambio drásticamente de sentimental a la tensión sexual, siempre era así con mi chico, me preguntaba si alguna vez dejaría de desearlo tanto….lo dudaba

—mmm, doctora Swan, es usted una provocadora, estamos en el trabajo, compórtese-yo rodee los ojos, a mi oscuro y peligroso le daba lo mismo, el lugar, la hora y las circunstancias. Rodeándole la polla con la mano descaradamente, le acaricié a través de los pantalones.

—¿Debería volver a mis obligaciones, entonces?, tengo muchas cosas que preparar antes de caiga el sol- lo único que no me gustaba ahora de mis turnos de noche es que no dormiría acurrucada de mi Edward

—¡Qué iniciativa la suya, Doctora Swan! Pero tengo una reunión importante a la que no puedo faltar- asi que mi chico se estaba haciendo del rogar, me estaba gustando este juego, me sentía la chica mala,

—Si crees que hay algún sitio en el que no puedo hacer que te corras, habrá que volver y comprobarlo.-

—Bella….. —dijo entre dientes, con la mirada tierna y ardiente. Me rodeó la garganta, acariciándome la mandíbula con los pulgares.—Me estás derritiendo, ¿lo sabías? ¿Lo haces a propósito? Eres una chica muy traviesa, tal vez necesitas unos azotes-

Hurgué dentro de sus bóxers y le rodeé su pene con las dos manos, comencé a darle pequeños besos en el plan de seducirlo, de hacerlo arder, de lograr que se perdiera en la razón como a mí me gustaba. Y lo logre, su respiración se volvió irregular, tomo mi boca con una intensidad que me dejó sin respiración.

—Te deseo —masculló. Era todo lo que necesitaba escuchar me arrodillé en el suelo y le bajé los pantalones lo suficiente para acceder a lo que me interesaba, Él espiró con fuerza.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

—¿qué estás...? Sin dudarlo lo tome en mi boca, me encantaba verlo disfrutar, el se agarró al borde de la mesa, con tanta fuerza que los nudillos se le pusieron blancos. Le sujeté el miembro con ambas manos, me metí la suave cabeza en la boca y empecé a succionar con delicadeza. La suavidad de la piel y aquel olor tan increíblemente atrayente me hicieron gemir. Noté cómo se le sacudía todo el cuerpo y oí que en su pecho resonaba un sonido ronco.

-eres peligrosa para mi cordura- Edward me rozó la mejilla con ternura, me miraba con amor. Y eso me encendía,  sabia que por mas problemas y diferencias que tuviéramos el me ama, deslicé la lengua por la cara inferior y me estremecí de gusto cuando me recompensó con un chorro caliente de líquido preseminal. Emitió un sonido teñido de dulce agonía.

—¡Dios, Bella... ¿te he dicho lo mucho que me gusta tu boca?. Así... con fuerza.- Él empujaba mi cabeza con las manos, tirándome del pelo, m encantaba la ternura con que había empezado y cómo había ido volviéndose más rudo a medida que el deseo podía con él. Movía la cabeza arriba y abajo mientras le daba placer, masturbándole con una mano a la vez que le chupaba y le acariciaba con la boca. Yo estaba incómoda de rodillas, pero me daba igual; no podía apartar los ojos de Edward, que tenía la cabeza hacia atrás y trataba de respirar normalmente.

—¡Cariño...! —Me sujetó la cabeza para que estuviera quieta y tomo el control de los movimientos: impulsaba violentamente las caderas, restregándose dentro de mi boca, despojado de todo lo que no fuera el instinto básico de conseguir el orgasmo. Ya no era el frio abogado que controlaba y gritaba a todo el mundo, podríamos estar en su despacho, podría estar usando su traje de señor poderoso y serio, pero en estos momentos cuando nos entregamos a la pasión demostraba su verdadera cara, un hombre viril y apasionado que sabe disfrutar.

Le agarré con fuerza por los muslos y usé frenéticamente los labios y la lengua en un irresistible intento por que llegara a su clímax.

—¡Ay, Bella! —exclamó con un timbre gutural, al tiempo que se aferraba a mi pelo—, voy a correrme nena...-El primer chorro de semen me  lo tragué con dificultad. Inmerso en su placer, Edward me hundía la polla hasta el fondo de la garganta, vibrando dentro de mi boca con cada estocada  yo seguía bombeando con las manos para exprimirlo al máximo.

se estremeció todo entero , sus jadeos y el balbuceante elogio que me hizo fueron los sonidos más gratificantes de toda mi vida. El cayo rendido en su silla recargo su cabeza en el respaldo, cerro los ojos y trato de recuperar la respiración, una sonrisa de suficiencia aparición en mis labios, este no era el polvo de reconciliación común en las parejas, pero no nosotros no éramos comunes, tome unas clínex de una caja que tenia en la mesilla y limpie con todo el amor que fui capaz, el abrió los ojos y detuvo mi tarea, me jalo de la mano y quede tumbada en su regazo, sin previo aviso comenzó a besarme apasionadamente, si no hubiera sonado por el altavoz la voz de su secretaria recordándole de su reunión, de seguro terminaba tendida sobre su mesa de despacho.

-Tengo que irme – le susurré, incorporándome y apretando sus labios contra los míos, si no tomaba yo la iniciativa de  parar, a mi Iceman le daría igual quien lo estuviera esperando.

-Bella....espera- me acerque a la puerta y tome la bolsa que había dejado olvidada, este hombre es capaz de hacerme olvidar de todo, regrese a donde se encontraba mi amor, había puesto bien su traje con chaqueta y volvía a parecer el hombre de negocios, a acepción de la corbata que solo le colgaba descuidadamente y lo hacia parecer muy sexy

-Cariño.....no puedes irte asi...tu no...- le puse un dedo en la boca y le di un besito, si, estaba caliente y necesitada de atención,

-ya me lo recompensaras esta noche, quiero darte algo que te traje antes de que me valla- coloque la bolsa sobre la mesa y saque un pequeño arbolito de navidad, con una gran estrella en la punta era una monada, no pintaba nada con la oficina de mi novio. Y el como era de esperar frunció el ceño. Tome con ambas manos sus mejillas y lo obligue a verme.

-soy rara, loca en ocasiones, si no es en casi todo momento, también algo extravagante, pero tu me amas  tal como soy ¿cierto?- el asintió con la cabeza?- tu eres todo lo opuesto a mi y aunque no se como le hacemos siempre logramos salir adelante, así que por eso he traído esto- señale al arbolito- acepto que tu estilo es mas reservado que el mío, por eso no pondré un árbol rojo en....nuestro salón- seguro que si decía “su” salón se desencadenaba la bronca otra vez.

-Bella si quieres poner el salón de cabeza puedes acerlo, lamento como reaccione esta mañana no quería.....-

-lo se-lo interrumpí –te conozco y se que por darme gusto me dejarías poner focos fosforescentes si quiero- el se estremeció con tan solo imaginarlo y yo también, mi locura no llegaba a tanto.

-pero no lo are- aclare para tranquilizarlo –encarga ese abeto que quieres, ya me encargare yo de decorarlo con todo tipo de adornos- sonreí podría trabajar en ello – y tu a cambio tendrás este arbolito aquí, así combinaras mi estilo con el tuyo- Edward me dedico esa sonrisa tan sexy que me encantaba y me hacia hasta ronronear.

-es un alivio ¿sabes?, pensé que en una de esas en represalia vendrías a re decorar mi oficina- amos comenzamos a reír

-no me tientes Cullen, lo tendré en cuenta para la próxima-

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POV IAN

Esto es divertido…..y mi madre que decía que ver películas jamás me serviría de nada, ¡Va!....si me viera ahora, que Sherlock Holmes ni que nada………Ian Somerhalder es la nueva generación y gracias a mi pequeña Watson Bella……..lograre librarme de esta obsesión………o ir preso por acoso en todo caso.

Que espero que eso no ocurra porque mi reputación seria severamente dañada todos se burlarían de mi ¿desde cuándo tengo que perseguir a una mujer? y todo por culpa de esos enormes ojos grises !Dios esa chica debe de ser quemada por hechicería! Soy patético, ni siquiera con el hecho de saber que tiene un hijo pude dar la media vuelta y alejarme………¡NO!........con los datos que consiguió mi hermanita logre rastrear su tarjeta de crédito y según sus últimos movimientos ella está inscrita en un Gimnasio y ¿Qué hice yo?, Pues heme aquí…..!MALDICION!, cambiándome en un maldito vestidor que huele a pies y sudor, no me gustan los gimnasios, por eso tengo mi apartamento equipado……los baños públicos me estremecen y más aun en un lugar de cuarta como este……Vale ya capte la idea de que esta gatita no es rica, no sé si es punto bueno o punto malo, creo que es más por lo segundo ya que por lógica no está dentro de mis jugos y aun sabiéndolo no por qué mierda seguía aquí, La inscripción solo me costó veinte dólares y la mensualidad es de doscientos dólares………..!DIOS!.......gasto más en un par de calcetines que en esto, he bajado de los cielos al maldito infierno, con resignación salí de los vestidores y me dirigí a las maquinas, no se veia por ningún lado la gatita…….solo espero que no me vaya a dejar plantado………eso sería el colmo, Había de todo, hombres y mujeres de todo los tamaños y formas diferentes…….!ósea para nada de lo que estoy acostumbrado a ver! y para colmo las caminadoras estaban al final de la habitación, no es que sea vanidoso, pero se las pasiones que puedo llegar a provocar, para eso cuido de mi cuerpo, así que mientras caminaba decidido, varias mujeres se me quedaban viendo con lujuria, cosa que trate de borrar de mi mente ¡Nenas este cuerpecito no es para ustedes!

Y mejor no hablar de las miradas de odio de los hombres presentes, !yo no tengo la culpa de ser irresistible!.......... Sano y salvo alcance a llegar a una de las cintas para correr, comencé con algo ligero, necesitaba hacer tiempo, no tenía ni idea de a qué hora llegara Amaia….así que comencé con una ligera caminata, en eso mi teléfono sonó saque el manos libres y conteste………

-¿Qué quieres amargado?- pregunte con ironía

-¿DONDE MIERDA ESTAS?- dijo con rabia, no  me esperaba esto –Me ha llamado Maldonado, dice que te está esperando en la construcción de Allison- ¡Mierda!  se me había olvidado………jamás en la vida una mujer había logrado que me olvidara de las cosas de trabajo, ¡increíble! Otra cosa que agregar a la lista de cualidades de mi gatita

-Edward, ahora estoy algo ocupado, lo llamare y le diré que lo veremos más tarde- ¡no puedo creer que haya perdido tanto la cabeza!

 -¿Qué es tan importante que se te haya pasado este proyecto?- y hasta cree que le diré la respuesta.

-Tengo una vida Edward………y tengo asuntos que atender…….Lo siento…..ya me encargare de resolver esto más tarde- me constaría trabajo, de seguro tendría que invitar a cenar a Allison……!Mmmm esa chica es un bombón, no me costara trabajo!

 -porque será que no te creo……solo espero que ese “Asunto”…..no tenga falda- gruño Edward, en ocasiones odiaba que mi amigo me conociera tan bien –ya me encargare salvarte el culo tu ocúpate de tus “Asuntos” ya me las cobrare después- recalcaba la palabra “asunto” para haber si así lograba que le contara algo, pero no lo lograría, ni loco le decía que estaba acosando a la enfermera, Iceman me degollaría vivo,

-Gracias amigo……eres un amor, te deberé una……hasta luego, Besitos- y corte la llamada, ya se me estaban acumulando los favores por pagar, todavía me tenía ansioso lo que me fuera a pedir Bella, pero la pequeña se lo gano, de todas formas no creo que me pida nada malévolo o algo así, solo espero que con mi moto no se meta, si Harley es mi vida, me muero si le pasa algo a mi motocicleta, es mi alma, pero eso me pasa por hacer tratos con mujeres……….”JAMAS HACER TRATO CON MUJERES”……esa es una de mis reglas.

Paso casi media hora y no había señales de la pequeña gatita, estaba comenzándome a desesperar, pero cuando estaba decidido a darme por vencido, ella apareció, con nos ajustados pantalones cortos que marcaba deliciosamente ese culo de infarto que tiene y ese top, que mostraba sus perfectos pechos, estaba seguro que si me acercaba lo suficiente podría ver con claridad cómo se marcaban esos pezones…..con solo imaginármelos en las manos, ya tenía una dolorosa erección “La gatita”, me gustaba como sonaba……..ya me imaginaba sus ronroneos en mi oído………!BASTA IAN!........me estaba volviendo loco…….la imagen de un pequeño niño llego a mi mente, ella todavía puede tener pareja y en todo caso si no era así, todavía quedaba el obstáculo del niño…..”gugus y gagas no es lo mio”…..!No, ni pensarlo!......pero aunque no me involucrara con el niño, la hermosa mami tenía derecho a divertirse ¿no?, toda mujer con hijos o sin ellos necesita diversión y  todo el mundo sabe que soy el rey de la diversión Deje pasar unos minutos y me encamine hacia ella, quería que pareciera casual, estaba en las bicicletas, Amaia estaba en forma de eso no había duda, estaba sudorosa y eso era malo para mi salud, imágenes mías pasando mi lengua por su cuello para probar su sabor, me desconcertaron, tenía que apartar esas imágenes de mi cabeza o terminaría caminando con una casa de campaña en las piernas, ella ni siquiera me había visto hasta que yo la salude.

 -Hola…….eres la amiga de Bella ¿cierto?, que casualidad encontrarnos aquí- ¡Mentiroso!......!mentiroso!.....eso era lo que yo era y jamás me había importado, hasta ahora, mentir siempre ha sido segundo nombre, pero la mirada acusadora de Amaia me hacia arrepentirme de estar haciendo esto.

-La doctora Swan no es mi amiga………somos compañeras en el hospital- aclaro con un tono tan frio que me helo la sangre. ¡no te acobardes ahora Ian!.......Muéstrale de lo que estas hecho

-y que……¿los compañeros no pueden ser amigos?...........soy Ian- estire la mano para presentarme, pero como la otra ocasión, no la tomo, en vez de eso me miraba a los ojos y me fulminaba con la mirada.

-ya lo habías dicho antes- afirmo ella, detuvo la bicicleta y se encamino hacia las colchonetas para hacer flexiones, no podía dejar las cosas así, y aunque me dieran escalofríos esa colchoneta con solo imaginar cuantas personas han estado sobre ellas, me tumbe aun lado de ella y comencé hacer flexiones yo también.

-¿no te enseñaron educación tus padres?............se supone que cuando alguien se presenta tú también tienes que corresponder.-

-Mis padres siempre dijeron que era una maleducada incorregible……así que las reglas de urbanidad no son lo mío- dijo ella –además estoy segura que la doctora Swan ya le dijo mi nombre- admiro……..!Valla!.....esta chica sí que es inteligente….”una piedra en el zapato Ian” apunto mi vocecita interna.

-tienes toda la razón Mia- dije sonriente, ella se detuvo a mitad de una flexión.

-Es Amaia……………”AMAIA”- recalco su nombre, estaba perdido en la forma en la que arrugaba la nariz. -A-M-A-I-A- repetí como niño chiquito

–Lo entendí, no tienes que ponerte furica…un error lo comente cualquiera,-gruño de frustración y se levantó a toda prisa, de un salto hice lo mismo

-Espera- dije tomándola de un brazo, pero ella se zafo con un tirón y se giró para quedar cara a cara conmigo.

-¿Sabes?......Odio a los tipos como tú- dijo con desprecio, haciéndome estremecer, pero he de admitir que se veía adorable enojada.

-¿Cómo yo?- me hice el inocente, sabía muy bien a qué se refería.

-¡Si, como tú!- me apunto con su dedo índice –Eres un tipo arrogante que piensa que con tan solo una sonrisa podrás llevarte a cualquiera a la cama…….eres un petulante que lo único que busca es diversión…….!Odio a los tipos como tú!......Soy alérgica a hombres como tú- se sentía satisfecha consigo misma por haberme gritado en plena habitación llena de gente, ¿pero quién se creía que era esta mujer?.........retrocedí un paso y le dedique mi sonrisa matadora.

-Si estas dispuesta…….tal vez podríamos encontrar una cura…..pero si no….- me gire en toda mi elegancia y me dirigí a una cinta para correr, donde se encontraba otra chica trotando y escuchando música, parecía que no había escuchado nuestra ruidosa conversación………Esto iba a servir, me acerque a ella y le sonreí y como era de espera, la chica perdió el equilibrio y casi se cae…….estaba nerviosa, no era muy bonita, pero no esta tan mal………

 

Continuara.........

 

Capítulo 34: CARAS NUEVAS Capítulo 36: JUEGOS PELIGROSOS

 
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