Pervirtiendo a Edward (+18)

Autor: mari584
Género: + 18
Fecha Creación: 19/06/2010
Fecha Actualización: 09/12/2011
Finalizado: SI
Votos: 89
Comentarios: 256
Visitas: 342514
Capítulos: 34

"Bella es la chica linda de la escuela y también es malvada, pervertida y coqueta. Siempre tiene lo que desea. Es por eso que verá en Edward, un tímido y sencillo estudiante, la materia prima ideal para su hombre de ensueño. El problema es que necesita unos "pequeños toques" por lo que Bella sumergirá a Edward en un océano de lujuria, desenfreno y libertinaje, para obtener lo que desea de ese hombre… pero en el intento, las cosas pueden no resultar como esperaba… al final, puede haber terminado creando un monstruo…"

chicas nueva historia y un nuevo comienzo...! =D

esta historia no es mia es de Natalia alias nandir77, es una excelente historia de esta maravillosa autora, espero que sea de su completo agrado para todas uds...! =D

espero que les guste y me lo hagan saber mediante sus comentarios y votos...! =D

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Capítulo 10: Reconstruyendo

Edward POV

De alguna forma todo el mundo fue a parar al bar de Alice, el Fantasy. No estaba muy seguro como habíamos llegado allí, pero agradecí estar en cualquier otro sitio que no fuese mi casa o la de Isabella. A mi casa, no podía ir sin preocupar a Esme o Carlisle y ni hablar de quedarme donde Isabella.

Jasper apenas me hablaba, pero sentía su reconfortante abrazo. Alice cerró temprano y nos quedamos allí, tratando de organizar el escándalo. Solo Jacob y Tanya habían desaparecido, pero hasta Victoria y Jessica estaban allí. Todos me miraban con cara de compasión. Eso no me gusto.

- Estoy bien – dije con una voz seca, casi irreconocible

- Edward, deberías sacar lo que llevas dentro- dijo Jasper, alentándome

- No tengo nada que decir. Fui un imbécil. Deje que esto pasara 

- Ella es la culpable – dijo Alice, despacio.

- No- dije tajante – No lo es. Yo sabía en qué me estaba metiendo. Solo que nunca espere… yo no quería… amarla…

Todos se me quedaron mirando con lastima.

- Yo te lo advertí, pero creo que ya era tarde – musito Emmett.

- No estoy seguro sobre lo que hare ahora- musite despacio

Reino el silencio en la habitación. No estaba seguro de nada, excepto por una cosa: NO quería volver a ver A Isabella Swan en mi vida. No era sano.

- Pues, podrías irte a la casa de la playa… en California- dijo Rosalie despacio.

- ¿California? – escuche que decía Emmett, confuso

- Si – musite yo, mientras más lejos mejor pensé - ¿Que les diremos a Esme y a Carlisle?

- Eso déjamelo a mí – dijo Jasper – tu solo debes partir… puedes llevarte mi automóvil – dijo él.

- ¿En realidad crees que lo mejor es huir? – pregunto Emmett

- No soy capaz de estar cerca de ella- dije casi en un murmullo agónico

- Lo siento – dijo el – en realidad mi hermana es una bestia en ocasiones…

- Una zorra – murmuro Rosalie

Alice y Jasper comenzaron a hablar y yo y mis hermanos comenzamos a trazar el plan. Quería huir, idealmente enseguida, pero tendría que esperar al día siguiente. Varios se durmieron en los sillones, pero yo no podía hacerlo. Mis pasos me llevaron al vip en que Bella me tuvo aquella noche…

Como dolían sus recuerdos. Tenía que irme… y ver si era capaz de olvidarla.

Mucho más temprano de lo planeado, yo ya estaba camino a California. Me había llevado pocas cosas. Me quedo grabado a fuego el temblor de la voz de Esme, y el rostro de preocupación de Carlisle. Lo sentía mucho, pero debía huir. Intentar armar los pedazos de mi corazón otra vez… si es que eso era posible.

SEIS MESES MÁS TARDE

El tiempo pasó tan lento, que casi se me hizo insoportable. Mi vida en California se había vuelto muy diferente a lo esperado, pero quizás eso fuera mejor. De ser un tranquilo y perfecto desconocido, pase a ser un perfecto acosado. Las chicas me seguían sin yo proponérmelo y eso me causaba algo de gracia. Me volví un poco loco los primeros meses, pero no eran más que juegos. Trataba de apagar la tristeza. La pena en todo caso, aun era muy grande. Llegue a pensar que jamás pasaría.

En uno de mis múltiples paseos por la playa, fue cuando la conocí. Ella era una chica muy dulce y muy inteligente. Ella se hizo mi amiga con facilidad y casi logro sanar por completo mi herida. Volví a reír. Ángela. Ella si era un perfecto ángel. Nos veíamos casi a diario, yo había conseguido un pequeño trabajo que me dejaba mantenerme, en una constructora pequeña. Hacía de todo y poco a poco, fui ganando más responsabilidades.

Recuerdo haber recibido un par de veces llamadas de parte de Isabella. Me tomo todo mi autocontrol no contestarle. También varias veces me llamaron y no había nadie en la línea… ¿sería ella? No, claro, ella no haría algo así. Después de todo, que podríamos decirnos. Todo estaba dicho. Y hablar no me apetecía por ahora. Quizás mas adelante, cuando la herida sanara.

Ángela conoció mi historia y me escucho. No ataco ni apoyo a nadie, solo escucho. Y agradecía eso. Pronto se acercaría el cumpleaños de Esme, y me carcomía la duda de ir o no a verla. Ardía en deseos de ver a mis padres, pero temía encontrarme con Isabella y no estar listo para perdonar… olvidar… y aceptar que jamás seria mía.

Fue Ángela la que me dio la idea de acompañarme. Le agradecí el gesto y le dije que lo pensaría. Esa noche, en mi habitación, estuve recordando. Pensar en ella ya no me dolía tanto, pero era indudable que había dejado una huella. Una lo suficientemente profunda como para no permitirme tener algo con otra mujer… algo serio al menos. Había tenido aventuras pasajeras en California, era casi imposible no tenerlas… pero no había conseguido jamás llegar a… tener sexo. Todo quedaba en las preliminares. Simplemente no era capaz. En cuanto las cosas se ponían un poco candentes, veía sus ojos. Parecía que siempre estaba ahí. No podía hacerlo. Quería que fuese ella. Deseaba que fuese ella. Así que todavía era bastante inexperto en la materia, aunque había llegado a hacerme famoso por mi manera de besar… en eso si que había mejorado. Me gustaría ver la cara que pondría Isabella si se enterara de algo así…

Quizás no fuese tan mala idea volver a Forks…

Al día siguiente me decidí a ir. Le pedí a Ángela que me acompañara, pues necesitaba de su compañía y su amistad. Ella acepto de inmediato. Llame a Jasper, pero no fue el quien me contesto. Me extraño eso.

- ¿Edward?- escuche una voz familiar

- ¿Emmett? – pregunte

- ¡Vaya chico, pensé que te había tragado la tierra! – rio él, al otro lado de la línea

- Emmett y mi hermano… Jasper, ¿por qué no lleva su teléfono?

- Oh, bueno… el está en casa, pero… mmmm no está, digamos… disponible

No entendí a que se refería.

- No te entiendo… ¿es que esta con… alguien?

- Precisamente – murmuró Emmett – tu hermano esta con Alice… ¿te acuerdas de ella?

Claro que la recordaba. La amiga de Bella. Bueno, no sabía si seguían siendo amigas, pero suponía que sí. Así que él y Alice… vaya que no perdía tiempo. Solo esperaba que no terminara con un corazón roto como yo. Como con ella… Me atreví a preguntar por Isabella, ya que hablaba con Emmett.

- Emmett y como está todo por allá… ehmmmm 

- ¿Isabella? – pregunto él, perceptivo

- Si- dije yo, carraspeando- ella… ¿está bien…?- sentí un ligero dolor en el pecho.

- Ella está bien Edward – dijo simplemente

- ¿Y tú estás bien… supongo? – pregunto con cuidado

- Si- reí un poco- fuerte como un roble. Emmett, me gustaría que le dijeras a Jasper y a Rose que iré para allá el próximo mes… ¿podrías hacerlo sin que Esme se entere? Quisiera darle una sorpresa por su cumpleaños…

- ¡Claro! Será genial verte, amigo – dijo Emmett fraternal. El siempre fue agradable.

- ¿Y… vendrás solo? – pregunto Emmett

Esa pregunta fue extraña. Estaba seguro de que a él le daría lo mismo, pero quizás quería saber por Isabella… mejor poner a todos sobre aviso.

- No, no iré solo… iré con alguien muy especial para mi… Ángela. Ella es como mi otra mitad- le dije contento

- Oh, muy bien, yo les informare a todos- hubiese jurado que sentí énfasis en la palabra todos, pero no le di importancia

- Genial Emmett, te lo agradezco… en cuanto Jasper esté disponible le dices que me llame… por favor

- No hay problema… yo informare… nos vemos Edward

- Nos vemos – le conteste

Me prepararía para ir a Forks. No quería que Isabella viera al mismo Edward de antes. No. No más Edward estúpido y retraído. Quería que notara el cambio. Que no se diera cuenta de que todavía la amaba…

Tenía un plan. Tenía que resultar. Al menos eso esperaba.

Le pedí ayuda a Ángela, quien acepto gustosa. Ella trabajaba en una tienda estupenda, y le pedí que me ayudara con mi guardaropa.

Modifique un poco mi aspecto, recorte el cabello como recordé que a ella le gustaba. Mi ropa tenia estilo, no como la que me había dado ella, pero lo suficiente.

- ¿Estás seguro de que quieres hacer esto? – me pregunto Ángela, pasándome un abrigo, ya que en California eran innecesarios, pero no así en Forks.

- En realidad no – le dije, sonriendo torcidamente- No estaba seguro de una mierda en realidad.

- No quiero que sufras de nuevo – me dijo ella, mordiéndose el labio.

La mire con ternura ¿Por qué no podría amarla a ella? Era una buena chica, hermosa… y yo no podía verla más que como amiga. Parecía que me gustara sufrir. En realidad a veces me portaba como un pendejo. Como me había dicho Isabella.

- No pasara nada si tu estas ahí- le dije, acariciando su cabello- Eres mi mejor amiga. La única. Si tú me apoyas todo irá bien

- Yo espero que si… ella es tu pasión… - me recordó

- No podemos evitar las pasiones, pero si vencerlas- dije convencido.

- ¿Pretendes enfrentar tus temores? – me pregunto

- Creo que será la única forma de sacarla de mi corazón y mi mente. De otro modo, siempre será un fantasma.

Ella asintió y me dio un apretón de manos reconfortante.

- Entonces estamos de acuerdo 

El mes paso demasiado rápido para mi gusto. Me estaba entrando un pánico escénico increíble, y ya no me creía capaz de hacer todo lo que tenía planeado.

Llame a Jasper. Necesitaba hablar con alguien.

Esta vez, me contesto.

- Hermano – escuche su voz al contestarme

- Jasper – dije

- Sucede algo – me pregunto

- Yo… no lo sé… - murmure

- Edward, no es indispensable tu presencia y lo sabes. Esme lo entenderá

Esme. No podía hacerle esto a ella.

- No – dije convencido – No me dejare vencer. Estaré por allá por la mañana – le dije

- Edward, toma este consejo. Es tu decisión, pero te puede servir. No trates bien a Isabella. No la escuches, no la mires… ni siquiera seas amable. Simplemente ignórala. No hay mejor remedio para las golfas como ella. Si en realidad te interesa olvidarla, puedes ser su amigo. Pero si tu deseo es que le duela un poco lo que hizo, pues… nada mejor que una cucharada de su mismo chocolate

- Jasper, yo no podría ser nunca tan cruel como ella- le dije, convencido

- No será necesario- dijo riendo- solo haz un poco de teatro. Del resto nos encargamos nosotros… no tienes idea de como me gustaría ver sufrir a la muy maldita…

- Jasper… - le recrimine

- Reconoce que se lo merece- me dijo- luego ya puedes tirártela si te complace, pero debería saber que con los Cullen no se juega hermano. Solo piénsalo. Yo pienso que tu problema es simple frustración sexual… quizás si te quitas las ganas de estar con ella puedas olvidarla…

- Me gustaría que fuese tan fácil – le gruñí – no es tan sencillo

- Es que eres un pendejo enamorado – rio Jasper – pero créeme que te entiendo… es solo que no puedo entender que el corazón te lo haya robado esa zorra…

- Jasper nos vemos mañana. Mis saludos a Alice…

Y le corte. A veces creía que Jasper estaba más dolido que yo mismo. Solo esperaba que Alice lo ayudara en ese aspecto. Y también con su vocabulario.

Nos fuimos en el convertible de Ángela. Ella tenía un poder adquisitivo más elevado que yo, por bendición de sus padres. Así que eso era un plus agregado.

Cuando llegamos a Forks, sentí un nudo en el pecho. Mi corazón se acelero, pero trate de mostrarme sereno. A eso de las 10 de la mañana llegamos a mi antigua casa. Todo igual. Bueno, no es que hubiese pasado tanto tiempo…

Me salieron a recibir en cuanto escucharon el vehículo. Primero Esme, emocionada hasta las lágrimas. Mama. Como la había extrañado.

Corrí sin importarme nada y la abrace con fuerza. Carlisle estaba justo detrás, y me sonreía satisfecho.

- Te ves bien hijo – me dijo sereno, aunque sus ojos estaban aguados

- Tu también papa – le dije, aun sin que Esme me soltara

- Mama, vas a ahogarme – le reprendí despacio, mientras Esme no paraba de sollozar

- Edward… - sentí que decía, emocionada

- Shhhhh – le decía acariciando su cabello – ya estoy aquí…

Vi a Rosalie saliendo con una gran sonrisa, lo mismo que Jasper. Todo mundo estaba contento.

- ¡Vengan esos cinco! – murmuro Jasper, alzando su mano derecha

- Hermano – reí mientras chocábamos nuestras manos

Rosalie se guindo a mi cuello y me dio un sonoro beso en la mejilla

- Te extrañábamos Eddie – dijo ella, haciendo un puchero

- Oye, el aire californiano te ha sentado estupendo- dijo Jasper, dándome un golpe en el brazo- ¿A propósito, quien es la dama? – pregunto Jasper, mirando al convertible

Con tanto barullo, había olvidado a Ángela. Me sonreí por mi torpeza y me acerque a ella, pidiendo disculpas.

- Lo siento… -le dije, mientras le tendía una mano.

- Tranquilo… - rio ella

Y presente a Ángela a mi familia, que me observaban con aire pícaro. No dijeron nada, pero los conocía tan bien…

- Ángela es mi amiga – remarque para que escucharan

- Por supuesto – dijo Jasper – ¿quién pensaría otra cosa?

- Eres, linda – dijo Rosalie, siempre tan directa- Tan diferente a…

- ¡Rosalie! – la corte… ya sabía para donde iba

Ella bufo por lo bajo, mientras entrabamos a casa. El día se hizo corto, y Esme estaba extasiada. Era feliz con todos sus hijos en casa. La felicidad la agoto temprano, y ella y Carlisle se fueron pronto a la cama. Ángela se había acomodado muy bien a todos ellos y todo mundo parecía adorarla. Ella era muy querible.

Pronto mis hermanos estaban llamando por teléfono como locos. Supuse que querían ver a alguien…

Rosalie llamaba a Emmett y Jasper a Alice. Parece que las cosas entre ellos estaban bastante bien. Eso me gusto. Jasper no era de relaciones muy largas, pero aprecia llevarse bien con la pequeña amiga de… ella. Y Rosalie había tenido un singular comienzo con Emmett, pero parecía haberlo superado. Al menos alguien que tenga suerte, aunque ese alguien no sea yo.

En menos de quince minutos habían llegado Alice y Emmett a casa. Me envare cuando vi a Emmett.

- Hey Edward – me saludo, mientras se acercaba a Rosalie

- ¡Hey! – le conteste, mirando a sus espaldas

- No te preocupes… ella no está por aquí – dijo el

- Gracias Emmett- masculle, serio

- ¡Hey, linda novia! – me grito 

- Ella no es… - trate de explicar

- ¿Adónde iremos? – interrumpió Alice, dando pequeños saltitos emocionados

- No se… ¿quizás a comer algo…?

- ¡Vamos! – dijo Ángela emocionada

- ¿Dónde? – pregunte yo

- ¡A la Bella Italia!- chillo Alice

Salimos los seis, riendo. Nos fuimos en el jeep de Emmett, porque era más amplio. Mis ojos vagaban por las calles y casa, buscando. No sabía por qué motivo tendría que verla por ahí a esas horas de la noche, pero mis ojos no dejaban de buscar…

- Llegamos- aviso Emmett, deteniendo el Jeep

- ¡Genial! – dijo Jasper, ayudando a bajar a Alice

Entramos y el restaurant en cuestión estaba bastante lleno. Nos sentamos en una mesa amplia, alejada del ruido y ordenamos. La comida era buena, y conversamos un millón de cosas, siempre evitando los temas espinosos, como Isabella. Agradecía eso, porque todavía no sabía cómo enfrentar el tema…

No hubo necesidad de mayores ensayos en todos los casos. Mi destino no me dejaba en paz. Mientras ya retiraban los platos y bebía un poco de vino, un aroma demasiado familiar me llego de golpe, haciéndome toser con el contenido de la copa. Ese aroma era inconfundible.

Me volví con precaución y el corazón se me bajo al estomago… o al contrario… no sabía bien, pero lo claro es que mis entrañas eran todo un lio.

- Isabella – musitaron mis labios

Ella estaba sentada en una mesita pequeña, junto a un chico que no reconocí. Solo la vi a ella.

Lucia distinta. Demasiado. No llevaba esa ropa infartante que yo recordaba, ni ese maquillaje recargado. Vestía jeans y una camisa a cuadros, y llevaba el cabello libre, cayendo por sus hombros, en un bonito color marrón rojizo. Debía ser el suyo. Ese color le sentaba. Y ella reía. Sus ojos bailaron un instante, tras esas pestañas impresionantes. Y luego, se posaron en mí. El reloj se detuvo un segundo. Juraría que lo hizo.

Y luego sucedió.

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Chan chan .... que habrá sucedido???

bueno chikas respiremos aliviadas, al final edward no tenia novia, solo que emmet lo creyo asi..!

chikas si se fijan edward no es tan malo despues de todo, lo que pasa es que esta herido..! ya van a haber el plan tan tremendo que va a formar creanme se sorprenderan..!

el unico problema que vemos ahi de la amistad entre el y angela es que, ella es muy dulce y comprensible, que capaz termine finalmente robandole el corazon a edward, quien sabe?? uds que creen chikas???

vamos a ver si bella es capaz de aguantar el diluvio que se le viene encima y creanme que eso sera grande..!

otra cosa, quien sera el chico que andaba con bella??? un conocido???

espero que les haya gustado..!

saludos a todas..!

Capítulo 9: Consecuencias Capítulo 11: Orgullo y claridad

 
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