Pervirtiendo a Edward (+18)

Autor: mari584
Género: + 18
Fecha Creación: 19/06/2010
Fecha Actualización: 09/12/2011
Finalizado: SI
Votos: 89
Comentarios: 256
Visitas: 335344
Capítulos: 34

"Bella es la chica linda de la escuela y también es malvada, pervertida y coqueta. Siempre tiene lo que desea. Es por eso que verá en Edward, un tímido y sencillo estudiante, la materia prima ideal para su hombre de ensueño. El problema es que necesita unos "pequeños toques" por lo que Bella sumergirá a Edward en un océano de lujuria, desenfreno y libertinaje, para obtener lo que desea de ese hombre… pero en el intento, las cosas pueden no resultar como esperaba… al final, puede haber terminado creando un monstruo…"

chicas nueva historia y un nuevo comienzo...! =D

esta historia no es mia es de Natalia alias nandir77, es una excelente historia de esta maravillosa autora, espero que sea de su completo agrado para todas uds...! =D

espero que les guste y me lo hagan saber mediante sus comentarios y votos...! =D

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Capítulo 7: Mala hierba

Bella POV

Estaba en el instituto y ya sería el cuarto día que Edward no aparecía. Empecé a pensar que no lo volvería a ver más, quizás se me paso un poco la mano con lo que hice, pero yo no creía que fuese tan malo. Además el pendejo se lo merecía por idiota.

En mi interno deseaba verlo. Me descubría a mi misma mirando anhelante la entrada del instituto, pero no aparecía. Lo hubiese llamado, pero no quería toparme con su familia… ¿y si resultaba que él les había contado algo? El se lo perdería, porque si lo hacía yo no le hablaba mas. Pero aun así me gustaría saber que pasaba con el… no sé, por ultimo saber algo y ya.

Fue cuando finalmente apareció. Lo vi en cuanto entro, porque el chico brillaba más que un sol ahora que estaba con su cambio de look. Mis amigas no lo habían visto, y me reí de ellas cuando comenzaron a preguntarse quién sería el chico nuevo que venía entrando.

- No sean taradas – le espete – No es ningún nuevo. Es Edward Cullen

- No puede ser… ese no es Edward… ¿o sí?

- Sí que lo es – dijo Jessica con enfado. Mama le corto el pelo… ¿se ve divino no creen?

Uf, el silencio otorga y estas perras se lo estaban devorando con los ojos. En realidad se veía muy bien… había hecho un excelente trabajo. El cabello se lo había dejado despeinado y no llevaba esos lentes feos. Vestía jeans, camisa y llevaba un sweater a los hombros. Era una delicia… y a mí me estaba dando hambre. Cuando casi entraba a los salones vi que se topo con mis ojos. Por un instante, me perdí en esos ojos verdes, pero solo un instante. Luego ya no lo mire más, para que no se creyera el cuento. Había que ser de este modo con los hombres, o te basurean. Yo sé muy bien eso.

Condenado. Al verlo de espaldas mire un poco mas de la cuenta y ya me veía apretando ese lindo trasero o abrazada por esos brazos… Me sentía así por la falta de vida sexual. Pero ya me había contactado con Jacob, el chico de la otra noche en el Fantasy, para disculparme y habíamos quedado de vernos… eso era polvo seguro y adiós sequia… así podría seguir amaestrando a mi mascotita sin pensar idioteces.

Las chicas quedaron todas encandiladas con Edward. De todas maneras las deje advertidas, para que no se pasaran de vivas.

-Escuchen pequeñas zorras – les dije – Edward Cullen es mío, está claro… y no sé cuando me aburra de él… Mientras, ni se les ocurra mirarlo.

- Cánsate te lo ruego – me dijo Victoria, la zorra más grande después de mi claro está.

- ¡Ese es mi problema pendeja! – le grite – ni se te ocurra que compartiré a mi creación. Si ninguna se fijo en el chico antes están jodidas ahora…

- ¿Sera virgen? – preguntaba Jessica, deleitándose al mirarlo irse.

- No lo será por mucho más si lo es – reí yo. Yo sabía que si lo era.

- Que maldita, déjaselo a una chica que lo quiera-me gruño Alice, que había estado extrañamente silenciosa

- Hey, los hombres están allí para nosotras. Yo lo vi primero y es justo que yo lo pruebe primero. Si nadie antes lo hizo no es mi problema. Zorra entrometida

Y le aseste un pequeño golpe a Alice en el brazo, pero la muy perra chillo como si se lo hubiese sacado

- ¡Ah! ¡Qué idiota eres Bella…!

- Idiota tu madre, ahora vete a clases… te necesito más tarde

Las chicas se dispersaron mientras yo me fui a mi clase. Tenía la imagen de Edward y esos labios rojos pegada en mi mente. No podía quedarme así. Tenía que hacer algo. Antes de que la clase finalizara le encargue a una de mis "amigas" que le entregara un papel a Edward. No tuve ni que decirle quien era, ya todas las malditas estaban babeadas por él y sabían quién era. Pendejas.

Al rato volvió diciéndome que había cumplido mi encargo y chillando como estúpida con sus amigas porque había visto a Edward. Estaban jodidas mentalmente. Estúpidas cabronas come penes.

Me encamine a la salida y despache a la tropa de mujerzuelas para que me dejaran terreno libre con Edward. Alice me gruño y se fue sin ánimo, diciéndome que me pasara por su casa más tarde. Últimamente Alice estaba insoportable. Le hacía falta un buen pene para que cambiara esa cara de vinagre que traía. Igual comprendía a la pobre. No quedaba nada comestible en Forks.

Camine con rapidez hasta la cafetería… y allí estaba Edward, esperándome. Exquisito. Me excite solo de pensar tenerlo cerca. Malditas hormonas.

Hice algo muy infantil y me acerque por su espalda, para taparle los ojos. Creí que no me reconocería, pero lo hizo en seguida.

- Bella – me dijo con esa sedosa voz suya, mientras me tomaba una mano

- ¿Sabías que era yo? –le pregunte extrañada.

- Si - me dijo, y me sonrió levemente. Se me apretó el estomago.

- Ven – le dije, tomándolo de una mano

No iba a esperar ni un jodido minuto más. Quería desahogarme de una vez y si me lo tenía que coger allí mismo, pues lo haría. Qué demonios.

Vi que me seguía como un gatito y ni siquiera pregunto a dónde íbamos. Me gustaba que fuese tan dócil. Pero era un poco aburrido. Bien, podríamos cambiar eso después.

Cuando vi que llegábamos al ala de los laboratorios, me volví hacia él y vi que iba a decir algo. Habría que callar esa dulce boca.

Lo estampe en la pared y lo bese. Era como agua en el desierto. Necesitaba que me besaran y él lo hacía muy bien. Bueno, siempre se puede mejorar.

El me apretó a él y se me escapo un vergonzoso gemido, bueno, esas cosas pasan pensé y abrí la boca para poder saborear la suya. Enrede mis manos en su pelo, tan suave, tan sexy… me encanta aferrarme a su cabello, y lo bese con furia. El me devolvió el beso, y note las ansias en su cuerpo. Me deseaba tanto como yo a él… podía sentirlo.

Me desespere por su falta de iniciativa y separe mi cuerpo un poco, para soltar un botón de mi blusa… y lleve sus manos a mis senos, quería que me tocara. El no perdió el tiempo, luego de esa ayuda cogió mis pechos con ambas manos, apretando y acariciando. Creí que llegaría al éxtasis allí mismo cuando sus labios reemplazaron a sus manos, besando y luego lamiendo, con más decisión. Era divino. Gemí agradecida.

Entonces sentí que sus manos se metían bajo mi falda. Eso me gusto. Algo de iniciativa era bueno. Lo bese mientras sentí como uno de sus dedos sentían mi humedad. Luego, en un movimiento totalmente inesperado para mí, un dedo se perdió en mi intimidad. Exclame con sorpresa, pero me pareció exquisito. Me toco y exploro y luego hizo algo endemoniadamente sexy. Saco el dedo y se lo llevo a la boca… me estaba probando. Cerró los ojos. Casi me dio un ataque, pero me contuve.

Salte sobre él, pasando mis piernas sobre sus caderas y sentí su miembro bajo la tela del pantalón. Quería hacerlo, quería que me tocara que me besara… lo bese ansiosa y luego su cuello, mientras él me apretaba el trasero y yo me movía sobre él, incitándolo.

Mi mente se sintió embotada y me vi estando con él, en mi cama, haciendo el amor…

No. Mi mente se repuso… ¿haciendo el amor? Pero ¿en qué demonios estaba pensando?

Sin que notara mi cambio de actitud, me separe de él y me arregle un poco. No me podía creer a donde me habían llevado mis pensamientos. ¿Qué me estaba pasando con este estúpido?

- ¿De qué querías hablarme? – me pregunto, como un bobo.

- Solo quería que supieras que te extrañe – le dije, para que no sospechara nada de lo que me devoraba la mente. Reí por su pregunta, de todos modos.

Me quiso preguntar si yo ya no estaba molesta y no quise hablar de eso. Mejor ni recordarlo. Le dije que quería verlo más tarde, y las palabras me salieron casi sin pensarlo. Recordé lo del teléfono celular y se lo di. Así podría hablar mejor con él.

Me fui rápidamente, aun asombrada de mi propia mente. Esto de la falta de sexo me estaba haciendo pésimo y hasta me ponía a alucinar. Habría que hacer algo pronto o me volvería una jodida monja. Eso nunca. Pero no podía ser con él. El me confundía, me excitaba y luego… yo pensaba idioteces. No estaba bien. Nada bien.

Conduje a casa y hable con Alice. Emmett no estaba en casa, por lo que no me estuvo sermoneando, por suerte. Decidí que lo mejor era que nos juntásemos en casa, ya que papa no estaría en toda la semana y podríamos beber algo y eso acá en casa. No tenía ánimos de mover el culo a ningún sitio. Solo iría por Edward y ya.

Alice estuvo de acuerdo y vendrían ella, Jess y Victoria. Bien, no necesitaba a todas las perras babeando detrás de Edward.

La tarde paso lenta mientras hacía los arreglos para recibir a mis improvisadas visitas… Compre mas alcohol… fiesta sin alcohol no vale y algunas idioteces para comer, después de todo esas zorras terminaban vomitando todo lo que comían… malditas bulímicas.

Emmett llego a joder el asunto un par de horas más tarde y aunque le rogué, le amenace y trate de comprarlo no hubo caso: él se quedaba. Maldito. Peor por él, si veía algo que no le gustaba se podía ir a la mierda. Puto hermano sobreprotector.

A eso de las 9 salí a buscar a Edward. Lo llame antes al teléfono y me contestó en seguida. Genial. Todo iba a la perfección. Cuando llegue y lo vi, como siempre últimamente, el muy maldito me dejo en estado de shock total. Se veía espectacular. Vestía pantalón de sastre y camisa, y una hermosa chaqueta o chamarra de cuero completaba el cuadro. Sexy. Qué bien le quedaba este estilo. Lo sé, soy una excelente diseñadora… en todo sentido.

Vi que una puta rubia y un chico igual de rubio estaban en la puerta, mirándome con mala cara… quien seria esa ramera… más le valía que no fuera alguna noviecita… El chico rubio me resulto vagamente familiar… ¿lo habré visto en alguna parte? Quién sabe, el mundo es bastante pequeño al final.

Son mis hermanos – me dijo Edward, como si leyera mi mente y mirándome serio.

- No sabía que los tenias – le dije, algo curiosa

- Si… estudian fuera, no los veo mucho ahora

- Bueno, vamos- le dije, algo molesta por la mirada furiosa de la tipa rubia

- ¿Dónde? – me pregunto el

- A casa cariño… esta vez conocerás mi casa… ¿no te gustaría conocer mi cama?

Vi como Edward se puso tenso y algo tembloroso. Me encantaba ponerlo nervioso, era putamente tierno.

- Claro – me dijo, tratando de componerse

Reí y acelere. Quería llegar pronto. Cuando llegue a casa Alice ya estaba allí.

Entre y deje pasar a Edward, que quedo boquiabierto. La casa era linda en realidad, pero tenía todo el mal gusto de la decoración de René y me recordaba a ella… por lo que no la miraba mucho realmente.

- Tu casa es wow- dijo Edward

- Es linda – musite "mejor que tu, nada cariño" pensé, sin querer.

Emmett hizo su aparición para mi desgracia. Maldito. Porque no se encerraba en su dormitorio a jugar PlayStation o algo.

- Hermana… no me presentaras a tu "amigo" – dijo el mirando a Edward

Suspire y lo acepte. Mejor ahora y así pasaba pronto el trago amargo.

- Si Emmett, este es Edward… Edward Cullen

- Mucho gusto – dijo Emmett, tendiéndole una mano a Edward. Se dieron un fuerte apretón de manos.

- ¿Hey tu eres novio de Bella o algo? – pregunto el siempre tan atinado

Rodé los ojos y me fui de allí. NO quise escuchar lo que contestaría Edward. Busque a Alice en el dormitorio, seguro Edward se las arreglaría solo por un momento.

Cuando subí Alice estaba vestida de fiesta y maquillada y buscaba música en las cajas de CD.

- Alice – dije aliviada – ¿vendrán el resto de las arrastradas o qué?

- Viene en camino – dijo sin mirarme

- Oye y tu porque tan arreglada… ¿tienes algún tipo para tirarte por ahí…? Le pregunte curiosa

- No, imbécil – casi me chillo – por culpa de ti y tu muñequito me quede sin pan ni pedazo la noche anterior… tu pudiste hablar con Jacob, pero Paul no me devolvió mas las llamadas…maldito perro – musito Alice.

- Relájate – ya encontraras algo mejor, seguro… oye, el se lo pierde 

- Supongo – dijo Alice

- Ya vamos a tomarnos algo para liberar tensiones

- Si vamos, yo bajo la música

Bajamos y vi a Emmett conversar animadamente con Edward. Mejor que ni se encariñara mucho con él. Mientras no le metiera veneno en mí contra, todo bien. Edward me vio y sonrió. Todo bien hasta el momento.

Llamaron a la puerta y me apresure a Abrir. Ya habían llegado las pérfidas de mis supuestas amigas y traían mas cosas para beber. Alcohólicas de mierda.

- Hola querida, estamos aquí… ¿podemos usar la piscina?- chillaba Jess, entrando casi sin permiso

- Sí, pero no tengo un traje de baño que te quede… todos los míos son talla S – le dije riendo

- Jaja – dijo Jesica seria- ¿quién lo necesita…? ¡Me bañare desnuda!- chillo

- Por Dios, lo que faltaba – suspire y las deje entrar

- Escuchen malditas acá esta Edward y también esta Emmett. Si Emmett les da algo de atención pueden hacer lo que quieran con él, pero ojo, después no se quejen conmigo. Y segundo esta Edward. Si pillo a alguien mirándolo más de la cuenta, le saco los ojos ¿estamos?

Todas asintieron de mala gana. Más les valía si querían salir vivas de acá.

Alice puso música y le hice un vodka naranja bien cargado para que olvidara las penas. Pobre, era una perra, pero me caía bien. Era la más decente entre todo ese grupo de perdedoras.

Pronto todas estaban chillando alrededor de la piscina y bebiendo vodka. Me reí ante las bromas de mal gusto de Victoria, siempre dando el tono alto. Estúpida colorina. Me bebí un par de tragos un poco rápido, pues me encontraba inusualmente nerviosa. Vi como Emmett llamaba por teléfono y le sonreía a Edward. Decidí que era momento de llevármelo un rato a conocer la casa.

- Vamos cariño, quiero que conozcas la casa… te va a encantar…

- Lo sentí algo tenso, pero no le di mucha importancia. Estaba serio. Quizás podría hacerlo reír o algo.

- ¿Quieres ver mi habitación? – le pregunte, una vez en el segundo piso

El asintió levemente y lo tome como un sí. Cuando llegue a mi habitación, había alguien que no recordé haber invitado.

- ¡Tanya! – chille algo emocionada. No la veía hace meses

- ¡Bells! – grito ella, corriendo a mí y dándome un abrazo

Tanya era una chica muy especial, ella tenía algo que la diferenciaba del resto: era bisexual. Yo encontraba eso excitante y siempre me gustaron sus historias candentes. Ella era tan maldita como yo, si no más. Por eso me caía bien y la quería mucho.

- ¿Qué haces acá? – le pregunte, aun emocionada

- Llegue hace unos minutos… Emmett me dejo pasar, quería verte… termine el semestre y bueno, ¿por qué no ver a mi amiga?

Sonreí feliz de verla de nuevo. Las historias que teníamos juntas…

Entonces se me ocurrió una idea brillante. Era tentadora. Hice pasar a Edward y cerré la habitación con seguro.

- Edward – le dije melosa – quiero presentarte a Tanya, mi mejor amiga- le dije.

El la saludo, siempre correcto y yo le cerré un ojo a Tanya. Ella ya no le quitaba la vista de encima a Edward. Esto sería fácil.

- Edward, tu sabes de nuestro trato- le dije mirándolo

El me miro serio y asintió de nuevo. Parecía que le habían comido la lengua los ratones.

- Bueno pues… hay una lección que deberás aprender – le dije, acercándome y dándole un beso en los labios.

Me miro extrañado y se lo hice fácil. Me acerque a Tanya, la apreté por la cintura y la bese dulcemente.

A Edward se le cayó la cara al mismo suelo.

Pero no lo deje pensarlo mucho. De un solo empujón lo tenía sobre mi cama, mientras Tanya le acariciaba una pierna y yo su cabello

- Relájate cariño – le dije

Y lo volví a besar. Esta vez, me respondió el beso.

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que les pareció el cap chikas??

NOOOOOOOOOOOOOO DIOS MIO que le haran a edward ese par de perras malditas???

aceptara o no aceptara???

que le habra dicho emmett a edward en la conversacion que tuvieron???

y eso que falta gente x llegar a la fiesta..!

quienes seran???

espero que les haya gustado..!

saludos a todas..! ;)

Capítulo 6: Ciego Capítulo 8: Quien siembra vientos, cosecha tempestades

 
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