Bella POV
Esto era una completa mierda. Una total y completa mierda. Me he pasado casi dos horas llorando y no he conseguido sentirme mejor. A todo esto… ¿por qué me siento tan mal?
No es que me importara mucho que se haya ido todo el mundo. Como si nunca hubiese estado sola antes. No, no era eso… pero sentía una angustia. Algo así como una sensación de pena inmensa, de vacío, pero no sabes el motivo. Quizás solo era que el idiota de Edward me dio el plantón. Maldito. Nadie me había hecho eso nunca en mi vida. Y ni siquiera me lo había cogido.
El maldito de Emmett se había largado tras el culo de la maldita zorra Rosalie. Perra. Me había golpeado en mi propia casa y el idiota de mi hermano no había movido un miserable dedo. En realidad nadie lo había hecho. Pendejos.
Y Alice… otra perra infernal. La muy maldita se había quedado pegada al pene del chico rubio con cara de conocido… ¿dónde demonios había visto al chico ese? No podía recordarlo.
Me levante sin fuerzas del sofá en donde había estado tirada. Debía ser muy tarde ya, pero nadie había vuelto. Quizás ni lo harían.
Me levante con pereza del sillón y me tropecé con el reloj que Edward había arrojado al suelo. Otra vez me vino la angustia. Seguro era porque el muy idiota despreciaba mi regalo. Pendejo, si no le gustaba se lo regalaría a otro. Lo tome en mis manos y subí a mi habitación.
La puerta estaba rota, por la intromisión de Jacob.
Mi mente voló a aquel momento.
Estaba tan extasiada, feliz. Estaba convencida de que esa noche era la noche y que Edward sacaría sus instintos ocultos. Y casi lo consigo, lo pude sentir. La forma en que me tomo, sus ojos oscurecidos, llenos de pasión… De todas maneras no pensaba dejar que se cogiera a Tanya. Ella era solo para hacer que se desinhibiera. Y si no hubiese sido por el pendejisimo de Jacob, lo hubiese conseguido… Es verdad que al final me lo había terminado tirando, pero eso había sido pura frustración… y para evitar que asesinara a Tanya. Además no tenía ni idea que Jacob, el mismo que Edward casi mato la noche en el Fantasy, era el novio de Tanya… Bueno, el mundo es pequeño en realidad. Pero la rabia se le paso pronto cuando entramos en acción. Lo convencimos con una rapidez asombrosa y el resto es historia. Ahora no estaba muy convencida de que hubiera sido muy buena idea. Es decir, ni siquiera había sido tan genial. Pero Edward…
Me golpee mentalmente por estar pensando en el ahora. Cuando me senté en la cama, pude distinguir sus bóxers en el suelo. Los levante y me descubrí oliéndolos… que enferma me había vuelto.
Los tome junto con el reloj y sus zapatos, que todavía estaban allí y los metí en una caja. Fuera de mí vista por favor. Así que los metí bajo la cama.
Me quite el vestido y me eché una ojeada en el espejo. Estaba hecha un completo asco, los ojos hinchados, la nariz roja y ni hablar de mi cara… algo machucada, pero no se veía irreparable. El pelo si me dolía… en realidad el cuero cabelludo…. Condenada Rosalie, ya me las pagaría.
Decidí acostarme. El silencio era tal que no me dejaba dormir. La casa nunca había estado tan silenciosa. ¿Cómo mierda las cosas habían resultado así?
No supe en qué momento me quede dormida.
- Bella… - me susurraba Edward, mirándome con esos intensos ojos verdes.
- ¿Si cariño? -le decía yo, recostada a su lado
- ¿Me dejaras alguna vez? -preguntaba el, mientras me acariciaba
- Nunca cariño, nunca…- decía yo, extasiada
- Déjame tocarte… te deseo… eres lo más hermoso que he visto…
- Si, Edward, tócame, tócame…
- Y sentía sus manos, luego su boca… y justo cuando iba a hacerme el amor, se retiraba riendo y mirándome con odio
- No vuelvas a acercarte a mí…
- ¡Edward! – grite, pero estaba en mi habitación. Y sola. El no estaba.
Estaba soñando. Suspire decepcionada. Me volví a recostar y sentí que una lágrima se deslizaba por mi mejilla. Últimamente andaba muy llorona. Seria por el periodo.
- El no está y dudo que vuelva – escuche la voz socarrona de Emmett en la puerta
- Vete a la mierda Emmett- dije, mientras me tapaba la cara con la almohada.
- No hermanita- dijo el serio- vete tú… y no me pidas que te busque después…
Sentí un repentino impulso de salir corriendo
- No Emmett… por favor- casi llore
Emmett me quedo mirando con rostro serio, pero podía ver que en sus ojos había algo de tristeza. Quizás no me odiaba del todo
- Isabella, solo tú sabes cagarla tanto… no creo que aun te des cuenta lo que en realidad has hecho
- Emmett, por favor no me vengas con tus sermones ahora… - le rogué
- Deberás aceptarlos – dijo Emmett, sentándose en mi cama – ¿Sabes realmente lo que le has hecho al pobre chico ese?
Hice una mueca, como si no me importara. Pero en realidad pensaba que quizás se me había pasado la mano. Ok, estaba un poco ebria y fatalmente furiosa… ¿eso es un atenuante?
- Seguro sobrevivirá – dije casi gruñendo
- Si, no creo que muera… no al menos si está lejos de ti – me dijo Emmett
- Si, su linda hermana me dejo claro que no quería que me acercara a él… le dije – pero seguro que el mismo me buscara de nuevo
- Hermanita sí que estas desconectada del mundo – dijo Emmett
- A menos que hayan llegado los marcianos a invadir la tierra no veo nada nuevo – le dije
- Bueno… si es que te interesa… Edward se ha ido
Se ha ido… ¿cómo es eso…? ¿A Seattle, a dar una vuelta a la ciudad...? ¿De qué carajos me estaba hablando?
- ¿Cómo es eso Emmett… donde fue Edward...? -dije con un dejo de nerviosismo
- Se ha ido Isabella… lejos… lo suficiente como para que no lo encuentres…
- ¡Donde se fue pendejo! – esta vez casi grite
Emmett me miro con tristeza
- Se fue a California Bells- me dijo- y no volverá.
Sentí un poco de frio y me picaron los ojos. ¿Cómo que se iba? ¿Cómo que no volvería…? eso no podía ser, el no me dejaría así como así… ¿o tal vez si?
- ¿Se fue solo? – pregunte
- Si – dijo Emmett- sus hermanos se quedaran acá por ahora… Jasper y Rosalie se irán después…
- Espera- dije recordando algo- me dijiste Jasper… ¿el chico rubio verdad?
- Te tardaste en recordar ¿eh?... me dijo Emmett
De pronto me vino el golpe como balde de agua fría. Jasper. Ese Jasper… ¿hermano de Edward? ¡Mierda! Ya sabía que lo había visto en alguna parte… Maldición, seguro le había contado todo a Edward.
- ¿Y el… sabe…? – pregunte finalmente
- El sabia de antes que se enredara contigo y Tanya- hizo un gesto de repulsión- así que como veras, hasta eso te había perdonado… yo le advertí, pero no quiso oírme…
- ¿Que tú hiciste qué? – casi le chille – ¿No me digas que lo pusistes en mi contra no?
- Bells, yo solo le conté lo que debía saber. El aun así quiso estar contigo. Yo no soy el culpable de esto- dijo apuntándome-estas histérica porque se fue… ¿y aun así dices que no te importa…?
- No me interesa como tú crees – gruñí – es solo que… nunca me habían tratado como lo hizo el…
- Si, claro, yo entiendo eso. Creo que a él tampoco lo habían tratado como lo hicistes tu
- Ok, esta bien, soy una pendeja y la cague… ¿qué harás, crucificarme?
- No Bells, yo no… pero asume que Edward ya no está… Nena, si hasta sueñas con el…
- Estas equivocado Emmett, me da putamente lo mismo que se haya ido… mejor para mí y para el… ya me buscaré a otro… - dije, furiosa
- Eso lo tengo claro… pero deberías aprender Bella… - Emmett suspiro
- Ya Emmett, vive tu vida…. Vete a besarle el culo a esa zorra golpeadora…
Emmett rio
- Ella solo defendió a su hermano sabes… nunca había visto que te patearan el culo… Ella es un caso especial… sexy…
- Si, está bien, cásate con la maldita si quieres… déjame en paz ok – le chille
- Bella, piénsalo… quizás si actúas pronto podrías hablar con Edward…
- ¡Que se vaya al carajo! Si se fue, que se vaya. A mí me da igual
- Está bien, si tú lo dices…
Y convencida, me dispuse a ir al instituto. Nadie iba a poder con Bella Swan.
SEIS MESES MAS TARDE…
Me gustaría decir que luego de unos días, todo mejoro y volví a ser la de antes. Eso sería una patética mentira. Nada volvió a ser como antes. Y todo seguía siendo una mierda.
Ya no tenía un sequito de golfas siguiéndome a donde fuera. Con Alice apenas me veía, la muy maldita se había hecho team Edward y apenas si nos veíamos. Emmett estaba encaprichado con la golpeadora de Rosalie y se hablaban mil cursilerías por teléfono… además de algunas aberraciones, que sin querer escuche un par de veces. Casi quedo traumada. Asqueroso.
Y Alice era ahora oficialmente una ex zorra. Luego de hacerse Team Edward, se había pegado como lapa a Rosalie y a Jasper. Sobre todo a Jasper, aquel jodido muchacho que me tire un par de veces y luego bote, que termino siendo hermano de Edward. Maldito mundo pequeño. No sé si tenían algo, pero Alice se veía más contenta y sonreía más. Quizás le estaban resultando las cosas. No sabía. Ya no me contaba.
Trate de contactarme con Edward, sin resultado. No respondía mis llamadas, aunque seguía con el mismo número de teléfono. Un par de veces lo llame desde un teléfono público solo para escuchar su voz… estaba oficialmente desquiciada.
Ya nada me parecía entretenido. De hecho no había vuelto a tener un revolcón desde que Edward se marcho. No me daban ganas. Tenía la vagina con depresión. Era en serio.
Un día me desperté con ganas de cambiar algo… la decoración no, ya la había cambiado como 6 veces… ni el auto… me mire y lo decidí. Me cambiaria yo. Necesitaba un cambio. De esos radicales.
Partí por donar toda mi ropa, aunque no estaba segura de que le sirviera a mucha gente. Opte por ropa algo más recatada, pero no tanto, si no más bien deportiva. Casual. Ropa normal, como diría Emmett. Nada de tacos aguja ni de látex. Solo jeans y zapatillas, blusas simples y sin maquillaje. Al natural. Estaba muy cansada de falsear, si al final ya no tenía nada que conquistar.
Me recorte un poco el cabello y deje de teñírmelo. Mi color natural no estaba tan mal y decidí dejarlo. Ordene mi habitación con más énfasis en los libros y música. Me sentí más liviana cuando termine de hacer los cambios. Me mire al espejo y me veía bien. Normal, pero igual con un toque sexy. Me gusto esta imagen.
Me senté en la cama y mis pies chocaron con algo. Me agache a ver. Maldita sea.
La caja con las cosas de Edward. El bóxer, los zapatos… y el reloj. Ese que me aventó por la cabeza antes de irse… tanto tiempo ya.
Me hubiese gustado volver a verlo, hablar con el… imposible. Jamás le pasarían un recado mío y yo no sabía en qué sitio de California residía. Además, con Emmett de parte del enemigo era un poco difícil hacer algo. Suspire mientras apretaba el reloj en mi mano. Que sería de él.
Mi mente me traiciono de nuevo. Recordé al chico tímido y mal peinado que conocí la primera vez… O al hermoso hombre que bese y tuve entre mis brazos un par de veces… Increíble, todavía no podía olvidarme de él. Creía que hasta sentía su olor. Me estaba volviendo loca.
Sentí como una lágrima traicionera caía por mi rostro. Hace un tiempo que ya no lloraba. Al menos no de día.
- Lo extrañas
Emmett. Me sobresalto y la caja se me cayó al suelo. Me apresure en guardar las cosas, avergonzada.
- No sé de que hablas- dije, tratando de evitar que me viera triste.
Emmett sonrió y se sentó en mi cama.
- Me gusta tu cambio de look- me dijo, acariciando un mechón de mi cabello
- Gracias – le dije, guardando la caja sobre el closet
- ¿Todavía no te das cuenta Isabella? – me dijo, bajito
Mire a Emmett como si no tuviera cabeza. De que me estaba hablando ahora
- En español por favor Emmett – le gruñí. No estaba de humor
- Tu extrañas a Edward – me dijo. No era una pregunta
- Tal vez… solo un poco – dije, un poco cansada de decir siempre que no
- ¿Te gustaría verlo de nuevo…?- me pregunto
A que venían todas estas preguntas. No entendía el punto de Emmett y yo no me caracterizaba por ser muy paciente.
- Habla de una vez – le gruñí
- Edward vuelve – me dijo
Sentí que el corazón se me salía del pecho y un frio me recorrió la espalda. Me puse a hiperventilar
- ¡No me jodas Emmett!- casi le grite
- No lo hago – me dijo, casi riendo- vuelve en un mes… vendrá al cumpleaños de su madre… Esme. Y eso que Rosalie me hizo jurar que no te diría nada.
Podría haber gritado, pero se me apretó el estomago y no podía hacer nada. Quise besar a Emmett, pero no estaba tan jodida. Al menos eso creía yo.
De inmediato se esfumo la felicidad. No me duro ni un segundo al recordar que el no querría saber nada de mí.
- Que mas me da, el piensa que morí y me enterraron…o al menos lo desearía- murmure
- Me pregunto por ti – dijo finalmente
Ahora si me estaba ahogando. ¿Edward había preguntado por mí? Sentí que las piernas se volvieron como gelatina…
- ¿Pregunto por mí…? – pregunté estúpidamente. Emmett se rio y me acaricio el rostro.
- Bella no estás bien – me dijo – ¿Como todavía no te das cuenta?
Pero yo era testaruda. La reina de todas. Emmett me sacaba en cara mi debilidad y yo me disponía siempre a negarlo. Me ponía en guardia. Siempre había sido igual.
- Bueno, mínimo que el pendejo pregunte por mi… después de irse así… - dije, fingiendo dureza.
- Si… bueno, solo le dije que estabas bien… - me dijo mirándome de reojo
- Genial – le dije yo, poniéndome de pie, de pronto muy ansiosa por cepillarme el cabello – espero que este muy bien y todo…
- Lo está… dijo Emmett, cuidadoso – Bella, necesito que sepas una cosa…
- ¡Con que cagada me vas a salir ahora Emmett!- le chille, algo histérica- ¿Que, es que ahora se volvió monje y se encerrara en un monasterio de por vida? - bromee
- No – me dijo Emmett- pero promete que no harás nada idiota si te cuento
Esto se estaba poniendo color de hormiga. Porque Emmett le daba tantas vueltas al asunto y no decía lo que tenía que decir de una vez… nada podía ser ya peor de lo que ya era…
- Escúpelo de una vez – le murmure, molesta
- Edward no vendrá solo – dijo despacio- Edward tiene novia
Novia. Sentí que el piso se movía un poco. Solo un segundo. El corazón acelerado dio un vuelco adolorido. Pero solo fue un instante.
- ¡Bien!- chille – ¡felicítalo de mi parte!
- Bells…- comenzó a decir Emmett
- Tranquilo Emmett, si pensabas que iba a chillar como nenita estas muy equivocado...Ya te lo dije, Edward no me interesa. Si hace su vida, bien por él. Solo no me gustaría que estuviese enfadado, eso es todo- Me pase el cepillo tan fuerte por el pelo que me dolió- Así que le puedes decir que no pasara nada si viene con su novia, ¿ok…? -Y Me reí. Pero mi risa sonó patética.
- Está bien – dijo Emmett poco convencido- Solo quería que lo supieras. Es bueno saber que te lo tomas con madurez
- Po supuesto- dije casi con un hilo de voz. El labio inferior me temblaba
Lo sentí salir de mi habitación y cerrar la puerta con suavidad. Conté los pasos que le tomo bajar la escalera. Cuando al fin supe que no podría oírme, corrí a la cama y me lance sobre ella. Apreté en mi mano el reloj de Edward. Me dolió el pecho. Novia. Edward tenía novia. Ya todo estaba olvidado. Todo era un recuerdo. Lloré amargamente. Y así, me quede dormida.
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COMIENZA LA AGONIA DE BELLA...!
hay que ser lo bastante estupida para no reconocer que ella esta enamorada hasta los huesos de edward..!
chikas una cosa edward aun sigue siendo virgen, asi que no se preocupen..!
edward regresa y no viene solo..! quien sera su novia??? sera que se olvido tan facil de bella???
como sera su actitud ahora para con ella..?
ahora que edward regresa hara sufrir a bella, a su estilo y de que manera, solo esperen y veran..!
pero descuiden no sera tan duro..!
espero que les haya gustado..!
saludos a todas..!
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